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Por qué proteger la diversidad geológica IV: ejemplos de la geodiversidad mexicana
DEL AULA
GEODIVERSIDAD MEXICANA
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L La singular geología de nuestro país es el resultado de diversos
procesos que han operado durante millones de años. En México podemos encontrar planicies y elevaciones, así como rocas de distintas edades. Además de ello, contamos con innumerables yacimientos fosilíferos, muchos de ellos sin estudiar. En esta última parte de la serie de artículos relacionados con la geodiversidad y geoconservación,1 se mostrará de manera breve el potencial que tiene el país en este sentido, a partir de una serie de ejemplos para las regiones norte, centro y sur. Finalmente, discutiremos diversos aspectos sobre los que hay que refl exionar si se desea incluir la d geoconservación en los planes de conservación del ambiente. geo
a signifi cativa diversidad biológica que alberga el territorio nacional ha conducido a considerar a México como un país megadiverso; se calcula que en él se encuentran de 10 a 12% de las especies conocidas en todo el planeta. Esto se relaciona estrechamente con la compleja historia geológica y tectónica del país, la cual ha confi gurado al paso del tiempo múltiples escenarios geodiversos, que representan hábitats idóneos para el desarrollo de una peculiar fl ora y fauna.
1 Ver: Rosalía Guerrero Arenas, Víctor Manuel Bravo Cuevas y
Eduardo Jiménez Hidalgo,“Por qué proteger la diversidad geológica I: conceptos básicos”, Correo del Maestro, núm. 179, año 15, abril de 2011, pp. 20-30; “Por qué proteger la diversidad geológica II: los componentes de la geodiversidad”, Correo del
Maestro, núm. 180, año 15, mayo de 2011, pp. 17-23; “Por qué proteger la diversidad geológica III: los procesos terrestres que modelan la geodiversidad”, Correo del Maestro, núm. 181, año 16, junio de 2011, pp. 11-19.
Norte de México: el valle de Cuatro Ciénegas
En la porción central de estado de Coahuila que forma parte del desierto chihuahuense se encuentra inmerso el valle de Cuatro Ciénegas.
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Cuatro Ciénegas fue declarada Área Natural Protegida en 1994 debido a su biodiversidad e historia evolutiva.
Esta región fue declarada Área Natural Protegida (ANP) en 1994, debido a que el ecosistema aloja alrededor de 70 especies endémicas.
El núcleo del valle emergió a partir de un mar que se formó en el periodo Pérmico, hace aproximadamente 250 millones de años, el cual, al paso de su recesión, condujo a confi gurar un conjunto de pozas, ríos subterráneos, manantiales, lagos y ciénegas, asociados a depósitos de yeso que ocupan una extensión de aproximadamente 150 000 km2. Una serie de cordilleras montañosas de origen calcáreo que forman parte de la subprovincia de las sierras y llanuras coahuilenses fl anquean el valle; estas elevaciones, que llegan alcanzar hasta 3000 m de altura, son el resultado de plegamientos corticales ocurridos en el Mesozoico; algunas de estas formaciones rocosas exhiben una gran cantidad de fracturas que constituyen una parte del sistema de drenaje del área.
En algunas zonas del valle también se reconocen depósitos de minerales metálicos que dejaron de ser explotados durante el siglo pasado. De hecho, uno de los rasgos más sobresalientes de este sitio son las numerosas dunas de yeso.
Por otra parte, llama la atención la existencia de agrupaciones de microbios fotosintéticos con otras bacterias y minerales calcáreos, equivalentes a las estructuras fósiles estratifi cadas de esta misma naturaleza conocidas como estromatolitos y que representan una de las primeras evidencias de vida sobre el planeta con una antigüedad de aproximadamente 3800 millones de años.
Entre los problemas que enfrenta el ANP Cuatro Ciénegas se encuentran la sobreexplotación de diversos recursos hidráulicos y minerales, como el yeso y la sal. Además, no existe control sobre los turistas y visitantes que llegan a esta zona, quienes en ocasiones extraen diversas especies de plantas y animales.
www.dgcs.unam.mx

Panorámica de Cuatro Ciénegas, Coahuila.

paleontologyatumar.wordpress.com
Fósiles encontrados en San Miguel de Allende.
Centro de México: San Miguel de Allende, Guanajuato
La ciudad de San Miguel de Allende es famosa por su belleza colonial y gran oferta cultural. Además de ello, en sus alrededores existen numerosas cárcavas que cortan sedimentos de entre seis y tres millones de años que son sumamente fosilíferos. En ellos se han rescatado restos de caballos, camellos, proboscídeos, félidos, cánidos, roedores y diversos mamíferos sudamericanos, como perezosos terrestres, y gliptodontes, que atestiguan uno de los acontecimientos biológicos más importantes de los últimos cinco millones de años, el Gran Intercambio Biótico entre las Américas (GABI).
El GABI tuvo una gran infl uencia en la conformación actual de las faunas de mamíferos de Norte y Sudamérica, y en San Miguel de Allende se encuentran varios de los registros más antiguos del paso de mamíferos entre ambos continentes. Dado que los varios de los sedimentos que contienen los fósiles han sido datados, existe un muy buen control temporal de este acontecimiento, que ocurrió en varias fases a lo largo de los últimos cinco millones de años.
Desafortunadamente, esta riqueza fosilífera es sólo conocida en su mayoría en el ámbito académico y no por la sociedad en general.
El crecimiento de la mancha urbana pone en serio riesgo a estas localidades fosilíferas que no tienen utilidad alguna para la población en general. Lo más sencillo es rellenar las cárcavas para construir asentamientos humanos. Si ello llegara a ocurrir, perderíamos un gran patrimonio fosilífero y evidencias de un evento biológico que permitió ensamblar en gran medida las comunidades de mamíferos en ambas Américas.
Foto: Rosalía Guerrero Arenas.

Panorámica Tehuacán-Cuicatlán.
Centro de México: San Juan Raya, Puebla
Durante el Cretácico, hace unos 145 millones de años, el territorio que abarca el estado de Oaxaca estaba ocupado por mar. Como vestigio de esta época, encontramos muchas calizas con una biota fósil compuesta por numerosas especies de invertebrados marinos, como moluscos y equinodermos. Una de las poblaciones con yacimientos fosilíferos es San Juan Raya, ubicado dentro de la Reserva Tehuacán-Cuicatlán.
Esta reserva es notable por la gran cantidad de cactáceas endémicas, así como diversas especies de animales, en particular anfi bios, reptiles y mamíferos.
Desde hace varios años, este sitio ha sido visitado por académicos y estudiantes de geología. Muchos visitantes saqueaban o vendían los fósiles. Pero la gente local organizó un parque llamado “Turritelas”, en el cual se han creado senderos interpretativos con los fósiles, además de pisadas de dinosaurios.
San Juan Raya cuenta con un museo de sitio en el cual se exhiben diferentes piezas fósiles y arqueológicas del lugar. Como atractivos adicionales, también se ofrecen diversas opciones de ecoturismo.
La gente local mencionó a la primera autora que, en un inicio, no estaba convencida del manejo sustentable de su geodiversidad, debido a que la mayoría se trata de personas sin recursos económicos. Sin embargo, con ayuda de diversas entidades académicas lograron crear el museo y el parque, los cuales representan un ingreso importante para la población. Los mismos habitantes de San Juan Raya fungen como guías en las visitas, y son capacitados constantemente por investigadores académicos que trabajan

Museo de sitio enclavado en San Juan Raya, Puebla.
La comunidad de San Juan Raya ofrece un paseo turístico para la observación de fósiles en el parque “Turritelas”.
Foto: Rosalía Guerrero Arenas.

Foto: Rosalía Guerrero Arenas.
Foto: Rosalía Guerrero Arenas.

Panorámica de la Cantera Tlayúa, en Tepexi de Rodríguez, Puebla.
en la zona. Algunos de ellos elaboran distintos productos artesanales con palma y productos derivados de las plantas del lugar, los cuales se venden en el museo.
San Juan Raya constituye uno de los pocos lugares en México en donde la geodiversidad constituye un atractivo turístico y científi co, así como un ingreso económico para los lugareños.
Centro de México: Tepexi de Rodríguez, Puebla
Otro sitio fosilífero importante en Puebla es Tepexi de Rodríguez, ubicado al sur de este estado. En este sitio existen diversas canteras de caliza, las cuales se han aprovechado de manera artesanal para la construcción de casas y edifi cios. Los propietarios de estas canteras son los lugareños, quienes también se encargan de su explotación. Una de las familias, los Aranguthy, se dieron cuenta que las lajas de su cantera portaban restos de peces y otros organismos. Avisaron a los investigadores de la Universidad Nacional Autónoma de México, quienes han estudiado la paleobiota de este sitio por más de treinta años, mediante un convenio que establecieron con los dueños de la cantera, la cual es conocida como Cantera Tlayúa.
La biota de esta cantera tiene una edad de 110 millones de años. Su excelente preservación ha permitido conservar diversos ejemplares de corales, moluscos, equinodermos, peces, reptiles y plantas. En algunos fósiles de peces, incluso, to-

Foto: Rosalía Guerrero Arenas.
La biodiversidad fósil de la Cantera Tlayúa ubica a este yacimiento como uno de los más importantes a nivel mundial.
davía hay restos de las escamas que los cubrían y contenidos estomacales. Gracias a los fósiles, hoy sabemos que este lugar antiguamente era un sitio próximo a barreras arrecifales; también recibía infl uencia de agua dulce.
Además de la cantera, existen diversos afl oramientos de varias épocas geológicas que contienen plantas fósiles, así como huellas de diversos vertebrados, como camellos, ciervos y felinos.
Hoy en día, existe un museo de sitio cerca de la cantera. El museo fue renovado hace poco tiempo, pero por desgracia sólo se cuenta con los ingresos económicos que dejan los visitantes, ya que no hay apoyo de las autoridades de gobierno estatales o federales.
Otros problemas que enfrenta la geodiversidad de este sitio es el saqueo y los confl ictos entre los dueños de los lugares con yacimientos fosilíferos. Las exposiciones rocosas con las huellas sufren también la erosión del viento y agua, por lo que pueden desaparecer a mediano plazo.
Aun cuando la Cantera Tlayúa no es la única que tiene fósiles en esta área, la mayor parte de la paleobiota de la zona no se conoce, debido a que se prefi ere la explotación comercial de las calizas.
Sur de México: playa La Ventanilla, Tonameca, Oaxaca
Entre las ciudades de Puerto Escondido y Puerto Ángel, en la costa de Oaxaca, destacan varias playas cuya arena es distintivamente oscura.
Fotos: Rosalía Guerrero Arenas.
Playa La Ventanilla. Esta playa tiene grandes cantidades de minerales susceptibles de explotarse comercialmente. Sobresalen del resto de la arena por su coloración oscura. En el recuadro se puede apreciar el detalle de la estructura geológica que le da nombre a la playa La Ventanilla, en la costa de Oaxaca.

Ello se debe a que contiene grandes cantidades de minerales metálicos, principalmente uno conocido como ilmenita, compuesto por hierro y titanio. La playa con mayor cantidad de ilmenita en su arena es La Ventanilla, la cual recibe su nombre por una formación de granito que semeja una pequeña ventana. Además de la ilmenita, se encuentran otros minerales como rutilo, leucoxeno y zircón.
Estas acumulaciones de materiales reciben el nombre de depósitos de placer, los cuales son depósitos de minerales que se forman por acción del agua o del viento. En el caso de La Ventanilla, los minerales proceden de la erosión de las rocas metamórfi cas e ígneas de la Sierra Madre del Sur, los cuales se deslavan por numerosos ríos y corrientes que desembocan en el mar. De acuerdo con los pocos estudios mineros que se han realizado en la zona, los depósitos de ilmenita constituyen una reserva potencialmente explotable, aunque desde el punto de vista económico la ganancia recuperable sería a largo plazo.
Aunque alguna vez hubo un interés comercial por explotar este sitio, en la actualidad las actividades económicas del sitio son la pesquería y el ecoturismo. El ecoturismo comenzó a tener un auge a partir de que la población local optó por un uso sustentable de sus recursos naturales. Los animales que pueden observarse en la zona son cocodrilos, iguanas y, en las temporadas de desove, diversas tortugas marinas.
Si la conservación de los recursos ecoturísticos en La Ventanilla continúa, ello coadyuvará a preservar de manera indirecta su geodiversidad.
Conclusiones
A lo largo de estos artículos hemos manejado la premisa de que la geodiversidad debe ser reconocida por su importancia científi ca, ecológica, estética y educativa. Lamentablemente, en México no existe la información sufi ciente para valorar los sitios por sus rasgos geológicos. La importancia de Cuatro Ciénegas, por ejemplo, reside en su biota actual, ya que en comparación con los fósiles, es fundamental. Aunque se incluyen dentro de la propuesta para considerarla como ANP, los estudios con fósiles en este lugar todavía son incipientes.
Otro factor importante es que muchos sitios, aunque sean geológicamente interesantes, no son atractivos para la mayoría del público. A lo largo de nuestro territorio, existen numerosos cortes en carretera que exponen pliegues, fallas y estratos fosilíferos, los cuales pasan inadvertidos para casi toda la gente. Aquellos que logran llamar la atención, por lo general están asociados a situaciones de riesgo como derrumbes o deslizamientos.
En aquellos sitios donde se comienzan a ejercer acciones encaminadas a la conservación de la geodiversidad, como San Juan Raya o Tepexi de Rodríguez, es destacable, cuando sucede, que en la concientización de los lugareños se inviertan tiempo y recursos económicos. Los interesados en lograr la conservación de los sitios son investigadores académicos, pero no existe un interés evidente por parte de los gobiernos estatales o federal por estas iniciativas. Las ganancias económicas derivadas de la geoconservación son pocas, y en lugares donde hay pobreza –como los sitios mencionados– es fácil optar por la migración a las grandes ciudades u otras actividades económicas que den pronta solución a las carencias.
Los autores coincidimos que la educación es un elemento clave para la implementación de
geologiaparachicos.blogspot.com

Se pueden incluir talleres o programas en las escuelas para implementar la geoconservación.
la geoconservación y un manejo sustentable de la geodiversidad en todos los niveles. Es urgente la inclusión de contenidos en los programas de estudio que aborden los componentes de la geodiversidad, su importancia y su conservación. Un ejemplo concreto de lo importante que es conocer los rasgos geológicos es la prevención en aquellas poblaciones cercanas a geodiversidad en donde esté asociada a eventos como vulcanismo, sismicidad o deslaves. Además, aumentaría el número de personas interesadas en visitar estos sitios.
Por último, conocer sobre la geodiversidad y su formación permite entender el cambio que los ecosistemas han sufrido a lo largo del tiempo. Su inclusión en los programas de manejo del medio permitirán tener una visión integral de lo que ocurre en los ecosistemas en todos los niveles. Esperamos que con esta serie de artículos hayamos contribuido a despertar el interés de los lectores en este tema.