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Las plantas, algo más que adornos

NOSOTROS

Las plantas,

ALGO MÁS QUE ADORNOS

Ignacio de Lucas

La observación del nacimiento y desarrollo de los seres vivos

es una actividad importante para fomentar en los niños pequeños, en especial para los que viven en ciudades porque suelen tener muy poco contacto con la naturaleza. En este artículo se proponen actividades relacionadas con el crecimiento de las plantas, en las que la paciencia, por ejemplo, es una capacidad importante, ya que deben esperar determinado tiempo para que lo que hicieron dé frutos (literalmente).

os niños de preescolar, principalmente aquéllos de zonas urbanas, carecen en general del tan importante contacto con la naturaleza, y observar los fenómenos que ocurren en ésta ya no es habitual. Están acostumbrados a ver que todo aquello que comen proviene del mercado o del supermercado, y no es fácil para un niño de 3, 4 o 5 años darse cuenta de que alguna vez la zanahoria, la papa o el muslo de pollo que se encuentran en su plato fueron parte de un ser vivo.

Nuestros alumnos no encuentran siempre en su hogar estímulos para observar cómo viven los diversos seres vivos, ni siquiera la plantas, aunque generalmente haya algunas en su casa.

Por lo anterior, consideramos fundamental desarrollar en educación preescolar algunas actividades de observación de seres vivos, y hoy nuestra propuesta concreta es de observación de plantas. Con la actividad que proponemos, tenemos el objetivo de que los niños identi quen, en primera instancia, que las plantas son seres vivos porque tienen algunas características: nacen, crecen, se nutren, se reproducen y mueren. También que observen la diversi-

dad que existe en el reino vegetal comparando diferentes estructuras de las plantas: brotes, tallos, hojas, ores, frutos, etc.; que sean capaces de identi car algunas condiciones favorables para el crecimiento de las plantas y que se den cuenta que durante el año hay diferentes condiciones y que las plantas crecen de manera diferencial de acuerdo con éstas.

Desde los primeros años de primaria, incluso desde kínder, es importante incentivar las actividades de investigación, por lo que recomendamos que previo al trabajo práctico, se planteen algunas preguntas, cuya respuesta puede buscarse en el salón o, de acuerdo a las características del grupo, dejar para que se indaguen en el hogar.

Las preguntas pueden hacerlas los mismos niños en un intercambio de ideas en el salón, de acuerdo con sus inquietudes y pueden ser, sólo como ejemplo, qué comen las plantas, cómo nacen, qué necesitan para vivir, qué plantas conocen, si hay plantas distintas, etcétera.

Actividades

Es importante que el maestro explore los intereses de los niños, y esto es posible escuchando las preguntas que hacen. Por ello recomendamos que diseñe actividades que permitan responder a dichos intereses. Es cierto que esto hace algo difícil esbozar de manera precisa la secuencia de trabajo, así como seguir una progresión lineal en las actividades, pero indudablemente es más productivo dejarse guiar por los intereses de los alumnos.

A pesar de lo anterior, nuestra propuesta incluye tres actividades:

1. Sembrar semillas para observar el desarrollo de las plantas. 2. Observar las necesidades de las plantas. 3. Comparar estructuras de las plantas.

Material Para realizar el trabajo, el maestro debe preparar el siguiente material, con el apoyo de los padres de familia:

• Plantas naturales ya crecidas (una por cada 4 niños). • Abundante cantidad de hojas de diversas plantas, herbáceas, arbustivas y arbóreas. Las irá repartiendo por equipos de 4 niños (debe calcular unas 6 hojas por equipo, que podrán ir rotando).

• Bolsita de plástico que contenga, mezclados: 2 tipos de granos que germinen con facilidad (como lentejas, frijoles, habas, girasol, maíz, chícharos), algunos objetos pequeños que puedan fácilmente confundirse con las semillas (como cuentas, piedritas pequeñas, terroncitos de arcilla dura, etcétera); 1 bolsita por equipo de 4 niños. • Semillas de rábano. • Plantas y fl ores artifi ciales muy realistas (una por equipo de 4 niños). • Latas pequeñas o macetas pequeñas de plástico (3 por equipo de 4 niños). • Tierra de jardín para llenar las macetitas. • Regaderas, pequeñas botellas de plástico reciclable, rastrillos pequeños, palitas, o tenedores y cucharas. • Una lupa por equipo de 4 niños.

Actividad 1 Recomendamos dos tipos de siembra. Una en macetas, que pueden quedar dentro del salón y una, por equipo, en una parcela escolar.

Un problema frecuente al que se enfrentan los maestros es el tiempo, ya que en este tipo de actividad los resultados tardan en llegar y los alumnos muy pequeños pueden perder parte de su motivación e interés. Por ello que es importante, durante todo el proceso, realizar frecuentemente actividades de motivación.

a) Para la siembra en macetas, se formarán equipos de 4 niños. Pedir a los niños que observen lo que hay en su bolsita y que separen aquello que creen que pueden sembrar de lo que no. Deben llenar las macetitas hasta ¾ de su capa-

lupa

plantas naturales

semillas de rábano plantas artifi ciales

latas o macetas pequeñas

hojas de plantas tierra, tenedores y cucharas regaderas

bolsitas con granos y objetos mezclados

cidad de tierra y, ayudados por su maestro, colocar las semillas –o lo que ellos hayan seleccionado– a poca profundidad (no más de una y media vez del tamaño de la semilla). Regarán, ayudados por su maestro para evitar que aneguen las macetas, cada 3 o 4 días y observarán durante un mes. Pasado dicho tiempo, cada equipo mostrará sus macetas a sus compañeros y explicarán qué pasó. El maestro debe propiciar la discusión sobre si hubo nacimiento de plantas o no, y por qué pasó esto. Es importante, por ejemplo, cuando se sembraron cosas que no eran semillas. También se debe estimular la observación de que una semilla de frijol produjo una planta de frijol, y una semilla de maíz, una planta de maíz. b) En una parcela escolar, o en jardineras en caso de no contar con una, se sembrarán las semillas de rábano. Trabajará todo el grupo en conjunto. Pueden sembrarse zanahorias, espinacas, acelgas u otra hortaliza. Nosotros recomendamos rábano porque se pueden recolectar en aproximadamente 30 días, mientras que otras hortalizas tardan más. Por ejemplo, las espinacas se recolectan tras unos 3 meses, las zanahorias hasta 4; y los jitomates aún más.

Es difícil mantener motivados a los niños durante tanto tiempo. Si se escoge el rábano, las semillas se siembran en hileras, aproximadamente a 5 cm de distancia. Se debe ir a la parcela cada 3 o 4 días, para pasar el rastrillo si hay hierbitas que sacar, o arrancar éstas si son muy grandes, regar, observando primero la humedad de la tierra para decidir si es conveniente hacerlo. Los niños pueden sembrar usando una palita o cuchara y regar con las regaderas, supervisados por el maestro. Es conveniente que cada vez que vayan a ver el cultivo hagan comentarios sobre cómo están las plantas, si han crecido, qué esperan, dónde esperan que salgan los rabanitos.

El rabanito es una raíz, por lo que los niños no los verán hasta que se saque la planta, y es interesante que observen que las partes comestibles de las plantas pueden ser diferentes estructuras (hojas, fl ores, frutos, raíces). A los 30 días se pueden arrancar. Recomendamos lavarlos bien y que se consuman en el aula; pueden prepararse rebanados, con limón y un poquito de sal.

En el intercambio de ideas que se hace con los niños, es importante que ellos hablen de que hubo que esperar, que las plantas tienen sus tiempos, que necesitaron agua y sol, etc. Ellos deben hacer preguntas, y también contestar las de otros niños. El maestro debe guiar este intercambio y preguntar sobre aquello que crea importante que los niños noten y mediten.

Actividad 2 Se formarán equipos de 4 niños (pueden ser los mismos de la actividad anterior). Cada equipo tendrá una planta natural y una artifi cial en una maceta, cada una con una estampa o dibujo que identifi que al equipo ya que todavía no saben escribir. Se colocarán en condiciones de total oscuridad (puede ser dentro de un clóset, bajo una campana hecha con cartulina negra, etc.). Se deben poner en un lugar que no estorben el devenir de la actividad diaria). No se tocarán por tres días (si hace mucho calor, por dos días). Luego de ese tiempo, los niños las pondrán a la luz y las observarán. Compararán ambas plantas. Ellos deben discutir en el aula, entre todo el grupo, lo que observaron y explicar por qué creen que sucedió, y qué procede hacer para modifi car la situación. Es importante que en dicho intercambio el maestro estimule la comparación entre la planta natural y la artifi cial, llevando la discusión a qué es un ser vivo y qué necesidades tiene. Para terminar, los niños deben hacer una ilustración de sus plantas.

Luego que rieguen y dejen a la luz por otros tres días la planta natural y observen qué sucede.

Planta natural Planta artifi cial

Actividad 3 En esta actividad de observación, los niños trabajarán en el mismo equipo que en la anterior. El maestro pondrá en su mesa un grupo de hojas diferentes y una lupa. Explicará cómo se usa la lupa y deberá observar con cuidado el trabajo de los niños para evitar que se caiga y se rompa. Si los niños son muy pequeños se puede prescindir el uso de la lupa o usar lupas de plástico, aunque no tienen muy buena visión.

Los niños compararán las hojas que tienen (forma, tamaño, color, venas, grosor, etc.). Deben dibujarlas e iluminarlas.

De acuerdo con número de hojas que tenga, el maestro puede rotar los conjuntos de hojas de mesa en mesa. Al fi nal, los niños explican lo que vieron y las diferencias y semejanzas que encontraron. Se les puede preguntar si ellos han visto otras hojas que les han llamado la atención y que las describan. Al fi nalizar, los niños de cada equipo describirán sus hojas a todo el grupo, hablarán sobre las diferencias y similitudes que vieron (en color, tamaño, grosor, venas, etcétera).

Una vez que terminen las tres actividades, el maestro puede sentar en rueda a los niños, en el patio de la escuela y preguntarles si les gustó lo que hicieron, qué fue lo que más les gustó, si sabían que gran parte de lo que comen viene de plantas como los rábanos y que den ejemplos. El maestro debe preguntar sobre qué observan en el patio que esté vivo y qué no está vivo, y qué necesitan los seres vivos que observan, relacionándolo con lo que hicieron con su planta y la planta arti cial. También se les puede pedir que hablen sobre las diferencias de las plantas que observaron y, si en el patio hay plantas, observarlas y compararlas con las que vieron.

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