EL CENTRO DE LA TIERRA
COLA DE LEÓN:
POPULISMOS ECOLÓGICOS
Llevad la carga del Hombre Blanco Con paciencia para sufrir, Para ocultar la amenaza del terror Y poner a prueba el orgullo que se ostenta; Por medio de un discurso abierto y simple, Cien veces purificado, Buscar la ganancia de otros Y trabajar en provecho de otros. Fragmento del poema La carga del hombre blanco, Rudyard Kipling, 1899 63 Imaginemos que nos encontramos en el 2030, año que muchos expertos consideran que ocurrirá el fin del mundo derivado de la crisis del cambio climático: escasez de agua, pérdida de la biodiversidad. Imaginemos que efectivamente sucede y que somos un grupo privilegiado que se salvó. Caminamos en el suelo árido: sin ríos, sin plantas, sin insectos y con muy pocos humanos. ¿Ese es el destino que deseamos?, ¿cuál es la finalidad de ese nuevo tiempo?, ¿hacia dónde vamos? Administrar la tierra y los recursos naturales constituye uno de los desafíos más importantes a los que actualmente se enfrentan los países en desarrollo. La explotación de recursos naturales de gran valor, incluidos el petróleo, el gas, los minerales y la madera, suele señalarse como un factor clave
de la aparición, la intensificación o la continuación de los conflictos violentos en todo el mundo. Además, existe una creciente competencia por recursos renovables cada vez más escasos, como la tierra o el agua. Este hecho se agrava aún más a causa de la degradación ambiental, el aumento de la población y sí, el tan temido cambio climático. La mala gestión de la tierra y los recursos está contribuyendo al surgimiento de nuevos enfrentamientos y dificulta la resolución pacífica de conflictos ya existentes. La Organización de las Naciones Unidas sostiene que la prevención, la correcta gestión y la resolución de los conflictos derivados de los recursos naturales definirán la paz y la seguridad mundiales en el siglo xxi. Pese a ello, muchos políticos, empresarios, líderes de opinión nos
03 POPULISMOS | EL CENTRO DE LA TIERRA
han presentado planes de desarrollo que parecen sustentar el futuro en escenarios apocalípticos o bien, dentro de cánones ambientales cuya impronta es la explotación y apropiación de recursos. Las personas creen en estos discursos, que están basados en la diplomacia, espectáculo, sentimentalismos... ¿De verdad, es posible vivir bajo estas condiciones? Cuando estos factores se combinan con cuestiones políticas, económicas, culturales o sociales, las problemáticas relacionadas con los recursos naturales corren el riesgo de convertirse en conflictos destructivos y potencialmente violentos, con consecuencias graves para la vida y los medios de subsistencia. Surgen los <<populismos ecológicos>>. Revisemos algunos ejemplos: