El bosque de las brujas

Page 1


bosque de las brujas El

Los árboles en la magia, el folclore y la medicina tradicional

El bosque de las brujas se ha concebido únicamente con fines informativos. Su contenido no pretende recomendar ni promover ninguna práctica o método de tratamiento específico. Tampoco pretende diagnosticar, tratar ni prevenir ninguna enfermedad o trastorno, y no sustituye el consejo de un profesional de la salud. Debe consultar con su médico antes de poner en práctica cualquier información incluida en este libro. No debe utilizar la información de este libro como sustituto de la medicación u otro tratamiento prescrito por su médico.

Ni el editor, los Royal Botanic Gardens, Kew, ni la autora se hacen responsables de la exactitud, la integridad o la actualidad de los contenidos de esta obra, y específicamente renuncian, sin limitación, a cualquier garantía implícita de comercialización o idoneidad para un propósito particular y a cualquier lesión, enfermedad, daño, responsabilidad o pérdida incurrida, directa o indirectamente, por el uso o la aplicación de cualquiera de los contenidos de este libro. Además, el editor, los Royal Botanic Gardens, Kew, y la autora no están asociados ni patrocinan ni respaldan la exactitud científica o la idoneidad de ningún uso o creencia sobre las plantas al que se haga referencia en este libro.

Título original Witch’s Forest

Traducción Remedios Diéguez Diéguez

Revisión de la edición en lengua española

Teresa Casasayas Fornell

Doctora en Ciencias Biológicas, en la especialidad de Botánica

Profesora del Instituto Rubió i Tudurí, Escuela de Jardinería de Barcelona

Coordinación de la edición en lengua española Cristina Rodríguez Fischer

Primera edición en lengua española 2025

© 2025 Naturart, S.A. Editado por BLUME Carrer de les Alberes, 52, 2.°, Vallvidrera 08017 Barcelona

Tel. 93 205 40 00 e-mail: info@blume.net © 2023 Welbeck Non-fiction Limited, Londres © 2023 The Royal Botanic Gardens, logotipo e imágenes de Kew, The Board of Trustees of the Royal Botanic Gardens, Kew (el logotipo de Kew es una marca registrada de The Royal Botanic Gardens, Kew)

I.S.B.N.: 978-84-10268-27-2 Depósito legal: B. 16252-2024 Impreso en China

Todos los derechos reservados. Queda prohibida la reproducción total o parcial de esta obra, sea por medios mecánicos o electrónicos, sin la debida autorización por escrito del editor.

WWW.BLUME.NET C144853

Introducción 6

Capítulo 1: La arboleda antigua 8

Capítulo 2: El árbol del mundo 24

Capítulo 3: Las estaciones del año 38

Capítulo 4: El bosque gestionado 70 Capítulo 5: El bosque encantado 94

Capítulo 8: La despensa de la mujer astuta 156

Capítulo 9: El espejo oscuro 166

Capítulo 10: Árboles de esperanza 188

Capítulo 6: Remedios para el cuerpo 114

Capítulo 7: La arboleda sagrada 134

Lecturas adicionales 200 Índice 202

De Imbolc a Beltane

Los primeros meses del año hablan de optimismo, esperanza y nueva vida. Cuando los árboles despiertan, hay mucho que hacer y mucho que celebrar.

Imbolc (1 y 2 de febrero) señalaba el punto medio entre el solsticio de invierno y el equinoccio de primavera. La Candelaria pasó a coincidir con los inicios de la primavera, cuando se hinchaban las yemas de las hojas. Entre los árboles de Imbolc figuran el sauce (Salix), tradicionalmente asociado a las doncellas, y el serbal ( Sorbus ), conocido como «árbol de la prontitud». Siguiendo los pasos del abedul, el «primer» árbol de la primavera, el serbal representa la vuelta a la vida del bosque. Se llevaban ramitas en las solapas y se colgaban alrededor de la casa como protección.

Beltane, el 1 de mayo, era un acontecimiento popular de mayor envergadura. A los jóvenes les apetecía enamorarse y el bosque se hallaba en condiciones de ocultar sus devaneos. Se encendían hogueras de Beltane con troncos de roble (Quercus) y abedul (Betula), y los más valientes saltaban sobre las llamas. Mientras el rey Enrique VIII celebraba extravagantes fiestas, en los círculos más humildes se erigían mayos en los prados de los pueblos, se elegía a la Reina de Mayo, y el Rey de Mayo (Jack­in­the­Green) desfilaba cubierto de hojas recién recogidas.

El primer mayo (el palo) conocido se registró en 1350 en Llanidloes (Gales). Los mástiles se fabricaban con abedul, fresno o pino, y la gente bailaba a su alrededor al son de una flauta o un tamboril.

El Primero de Mayo tenía un lado oscuro: se decía que en la Víspera de Mayo, las brujas campaban a sus anchas. Los cristianos, con la excusa de que era la fies­

ta de santa Walpurga, se gastaban bromas, bebían y hacían ruido. Beltane continúa siendo una fiesta alegre para los paganos modernos, popular para la unión de manos (un ritual en el que las manos de dos personas se juntan para simbolizar la unión de sus vidas).

Superior La gente se reúne para celebrar el Primero de Mayo con un baile de mayo, siglo xvii.

Página siguiente Enrique VIII en el Primero de Mayo en Shooters Hill, en The Popular History of England, Charles Knight, 1857.

Castaño de Indias

Aesculus hippocastanum

A pesar de sus evidentes similitudes en cuanto a hojas y frutos, el castaño (Castanea sativa) no está emparentado con el castaño de Indias, también muy apreciado. Los frutos del castaño de Indias no son comestibles, pero eso no impide que los niños los recojan cada otoño.

Las castañas de Indias, como sus homónimas dulces, también están recubiertas de púas. Son como minas terrestres en miniatura de un color verde intenso. Por dentro, los frutos brillan como madera satinada recién pulida. Incluso a los adultos les resulta difícil resistirse a volver a casa con los bolsillos llenos de castañas.

Los castaños de Indias maduros son magníficos centinelas que alcanzan los 40 metros de altura y viven en torno a 300 años. Cada hoja consta de entre cinco y siete folíolos dentados que nacen de un único peciolo. En abril y mayo, las flores (conocidas como «velas») muestran tonos que van del blanco al rojo. El castaño de Indias es originario de la península Balcánica, y se introdujo en Europa desde Turquía a finales del siglo xvi .

Se ha convertido en una visión común en parques y zonas verdes de los pueblos; sin embargo, como ocurre con muchos árboles grandes, su popularidad como árbol urbano fue disminuyendo a medida que los jardines se hacían más pequeños y las aceras más concurridas. La madera del castaño de Indias es blanda, ideal para tallar. Los frutos se utilizaban tradicionalmente en medicina equina, y el compuesto químico escina, que se puede extraer de las castañas, tiene un efecto antiinflamatorio en contusiones y esguinces. Los fru-

tos se utilizan tradicionalmente como aditivos en el champú, y las amas de casa victorianas emprendedoras incluso probaron a hacer «harina» de castañas moliéndolas y dejándolas filtrar durante horas para quitarles el amargor. Un uso popular persistente consiste en dejar las castañas en rincones oscuros para ahuyentar a las arañas. No existe base científica, pero los frutos contienen un compuesto químico, la saponina triterpénica, que podría disuadir a las polillas. La primera mención de un juego con castañas ensartadas en cuerdas se remonta a 1848, en la isla de Wight, en sustitución de juegos similares en los que se empleaban conchas de caracol y avellanas. Durante un siglo, aproximadamente, los niños desarrollaron formas astutas de hacer que su castaña ensartada en una cuerda fuese lo bastante dura como para destrozar a la de su oponente. El juego ha perdido popularidad por motivos de salud y seguridad, y el árbol también tiene problemas: un insecto, el minador de las hojas del castaño de Indias, y una enfermedad, el cancro sangrante, lo amenazan.

Página anterior Castaño de Indias (Aesculus hippocastanum), en el Traité des Arbres et Arbustes, de Duhamel du Monceau, 1804.

Desde los cuentos de hadas hasta el anime, el bosque desempeña un papel fundamental en nuestra imaginación. Ese papel ha ido cambiando (y, al mismo tiempo, se ha mantenido) a lo largo de los siglos a medida que las leyendas de héroes, monstruos, ninfas y hadas se transformaban en historias sobre nosotros mismos.

En el antiguo mundo griego, las ninfas dríades eran los espíritus de los árboles y los bosques. Algunas, llamadas hamadríades, estaban ligadas a un árbol específico, nacían cuando germinaba y florecían o menguaban según la suerte que corriese la planta. Otras velaban por una especie: por ejemplo, Syke, la ninfa de la higuera (Ficus carica); Ptelea, que custodiaba el olmo (Ulmus), y Morea, dríade de la morera, que la recuerda en su nombre científico Morus

Las historias que contamos desde entonces sobre el bosque encantado podrían derivar de esas ninfas, así como de los numerosos dioses y diosas venerados en el mundo antiguo: Tapio, el dios finlandés del bosque; Medeina, la diosa lituana de los árboles y los bosques; Porvata, el dios polaco de los bosques... Numerosas deidades relacionadas con la naturaleza en todo el mundo demuestran lo importante que era el bosque y su cuidado para nuestros antepasados. Las leyendas maoríes que narran que el dios Tāne odiaba tanto vivir en la oscuridad que lideró a sus hermanos en una rebelión cuya consecuencia fue la separación de sus padres, la Tierra y el Cielo, parecen explicar cómo evitan los árboles que el cielo se caiga. Aunque la historia no resulte creíble en la actualidad, Tāne continúa siendo un concepto importante, un ejemplo de que el liderazgo, el coraje y el trabajo conjunto pueden lograr buenos resultados.

Los cuentos de hadas que conforman el bosque encantado de la mitología presentan numerosos temas similares a los de aquellos antiguos relatos, pero tienden a estructurarse más a medida que se cuentan una y otra vez. Folcloristas del siglo xx como Vladimir Propp

Izquierda Portada del libro The Enchanted Forest, de William Bowen, ilustrado por Maud y Miska Petersham, 1920.

Página siguiente La bella durmiente, ilustración de Julius Diez del cuento clásico, h. 1900.

y Joseph Campbell estudiaron cientos de cuentos populares de diferentes culturas e identificaron «arquetipos» recurrentes, muchos de ellos relacionados con la idea del bosque como metáfora de lo desconocido. Un arquetipo puede referirse a un tipo de historia (pasar de la pobreza a la riqueza, la búsqueda, vencer al monstruo, etcétera) o a un tipo de personaje que aparece constantemente en esas historias.

Joseph Campbell afirmó que el héroe se adentra en «el bosque» (que puede ser literal o no) en el punto

más oscuro de su búsqueda. No hay un camino, de modo que debe forjarse el suyo propio, y es la sabiduría derivada de las decisiones que toma en ese camino la que se convierte en su verdadera recompensa.

Los famosos cuentos de hadas europeos, sobre todo los recopilados por los hermanos Grimm o los reelaborados por Charles Perrault, suelen tener como escenario un bosque literal que permite a los lectores disfrutar de ellos en el nivel que prefieran. Los villanos suelen estar bien definidos, como la bruja que encierra

Explore la magia del bosque a través de historias, recetas, hechizos y leyendas.

El bosque de las brujas presenta más de cincuenta de los árboles más majestuosos y místicos del mundo. Desde las escobas de abedul y el olivo sagrado hasta las puertas de aliso y el Árbol de la Vida, este cautivador estudio del bosque profundiza en los usos míticos y la historia mágica de las especies más nobles de la naturaleza.

Las leyendas, las supersticiones y los secretos de estos magníficos gigantes se acompañan de sorprendentes imágenes y hermosas ilustraciones procedentes de los archivos de los Royal Botanic Gardens, Kew.

Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.