La gran escapada

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Una niña, una cebra, un perro y una ardilla se embarcan en una gran aventura

esta historia es suya _ K. R. Para Theodora C ollier,

Para Michael,

¡y el té a todas horas!
_ S. O.

Título original The Zebras’s Great Escape

Traducción Remedios Diéguez Diéguez Coordinación de la edición en lengua española Cristina Rodríguez Fischer

Primera edición en lengua española 2024

© 2024 Naturart, S.A. Editado por BLUME Carrer de les Alberes, 52, 2.o, Vallvidrera 08017 Barcelona Tel. 93 205 40 00 e-mail: info@blume.net © 2022 Bloomsbury Publishing, Londres © 2022 del texto Katherine Rundell © 2022 de las ilustraciones Sara Ogilvie

ISBN: 978-84-10048-95-9 Depósito legal: B. 8659-2024 Impreso en China

Todos los derechos reservados. Queda prohibida la reproducción total o parcial de esta obra, sea por medios mecánicos o electrónicos, sin la debida autorización por escrito del editor.

WWW.BLUME.NET

C020056

Una niña, una cebra, un perro y una ardilla se embarcan en una gran aventura

Las patas de la criatura, a rayas blancas y negras, eran tan delgadas como bastones. Tenía unos ojos enormes, y sus pestañas eran tan largas como el dedo más largo de Visi.

La cría de cebra agachó la cabeza y, con la punta de su hocico, tocó el cabello de Visi. Respiró.

Y al respirar, ocurrió algo asombroso y milagroso: empezaron a aparecer colores detrás de los ojos de Visi.

Ella se agachó, atónita, mientras la cebra respiraba de nuevo con un aliento cálido y algún que otro escupitajo.

Los colores cambiaron y se tornaron más nítidos.

Eran rojos, naranjas e impactantes.

Visi, impresionada, sintió un escalofrío.

—¿Lo has hecho tú?

Aquella noche, Visi se despertó con el llanto desconsolado de Gabriel entre relinchos desbocados y temblorosos.

—¡Gabi! ¡Despierta! ¡Estás soñando!

¡Mamá! —exclamaron los colores—. ¡Mamá!

—¿Quieres venir a la cama conmigo? —preguntó Visi.

Gabriel asintió, así que la niña colocó una silla contra la puerta, por si acaso, y acurrucó a la cebra bajo las sábanas.

—Te prometo que los encontraremos —susurró.

Sin embargo, el miedo hacía que su corazón latiera con fuerza.

¿Y si su plan no funcionaba? ¿Qué le pasaría a Gabriel?

Tardaron un rato en ponerse cómodos.

Por fin se durmieron en una maraña de dos brazos, seis piernas y dos narices apretujadas.

Cuando Gabriel, dormido, metió una pezuña en la oreja de Visi, ella no protestó.

La aventura de la cebra Gabriel, el perro Arcoíris, Visi y todos sus amigos, ¡al rescate! Spit se la tiene jurada, pero la valentía y unos maravillosos amigos son infalibles...

«Una autora con un talento ilimitado y una extraordinaria imaginación»

The Observer

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