Los vascos en las Letras

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14° archivo

Los vascos y las letras El euskera y la literatura vasca

1

Poesía de Onésimo Leguizamón

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Ascendencia de nuestros grandes escritores

24

Otros aportes

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Periodismo

36

Producción editorial

45

Directores de la Biblioteca Nacional

54

Pedro María de Otaño

60

José de Maturana

72

Alberto Novion, un vasco en el teatro

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EL EUSKERA Y LA LITERATURA VASCA EN ARGENTINA. Enrique J. Aramburu

En la Argentina se habla otro dialecto del vascuense......

Descripción de la lengua El vascuence (en la propia lengua, euskera) es el rasgo que este pueblo eligió para diferenciarse del resto: estan los euskaldunak (‘los que poseen el idioma vasco’) y los erdeldunak (‘que tienen idioma no vasco’); al mismo estilo que los griegos, quienes llamaban barbaroi a

los que no hablaban griego y hacían (según ellos) “bar-bar” en vez de hablar inteligiblemente. Otros pueblos de Europa se han definido por una característica geográfica del país que ocupan; los holandeses por ejemplo, están en las tierras bajas y por ello se llaman neerlander. Hacer la descripción completa de la lengua vasca nos llevaría mucho espacio en este lugar. Bástenos decir que, con ser un idioma que no tiene nada que ver con los que lo rodean en toda Europa, es natural que presente una cantidad de características salientes que la hacen una verdadera curiosidad. Es por esto que daremos una visión de algunos fenómenos particulares que mencionaré más por lo curioso que por seguir un método. Uno de ellos es el acento de intensidad, que todas las palabras del castellano tienen (en cuatro posiciones posibles) y las del francés


2 también (sólo en una posición final). En vasco el acento de intensidad no distingue significados; esto quiere decir que las palabras no tienen un acento que caiga siempre en la misma sílaba. El sistema verbal, calificado en otros tiempos de riqueza única y hasta de sistema perfecto tiene un elemento que otras lenguas también tienen: los verbos llamados auxiliares que no poseen significación propia, o habiéndola poseído en un estado anterior de la lengua, sólo sirven ahora para indicar pregunta, presente o pasado, futuro, etc. al unirse a un tema verbal, y por ello nos dan un significado2; de la misma manera, el vasco tiene también, además de algunos verbos que se conjugan como los nuestros, sin auxiliar (los llamados verbos trinkoak en vasco), cuatro sistemas completos de auxiliares que responden cada uno a una clase diferente de acción. Si los clasificamos por el auxiliar que llevan

serían: los que tienen el auxiliar naiz3, o sea que poseen sólo sujeto4, es decir los equivalentes a los intransitivos nuestros. Los de auxiliar zait, los que tienen sujeto y la acción que enuncia el verbo5, equivalen a nuestros verbos con objeto directo solamente o a los verbos con dativo de interés del latín (dativo ético del castellano). Los de auxiliar dut, tienen sujeto y recipiendario de la acción6 que equivalen a los verbos transitivos nuestros. Finalmente los que tienen auxiliar diot, tienen recipiendario y beneficiario de la acción además del sujeto7, son equivalentes a nuestros verbos transitivos cuando llevan objeto indirecto. Todas estas personas o cosas se ven reflejadas en la flexión verbal. Estos cuatro sistemas se ven complementados (alguno diría complicados) por la distinción de las personas del discurso: en vasco, como en casi todas las lenguas se distingue el que habla (nik), a quien se habla (zuk) y de quién se


3 habla (hark) y en sus respectivos plurales (guk, zuek y haiek). Lo particular de la lengua vasca es el tratamiento de hik (así se llama en vasco) que algunos lingüístas, del francés o del alemán (el inglés no lo tiene a nivel sintáctico y ni el latín ni el griego tenían una diferente forma lingüistica para un tratamiento de respeto y otra para uno de confianza o familiaridad)8. El fenómeno que ocurre es a mi parecer mucho más simple que hipotéticas escalas de trato: la segunda persona (hik) llamada tratamiento de confianza, reemplaza a zuk con todo su sistema que es diferente y manifiesta por ejemplo el sexo del interlocutor (no es lo mismo si se le habla a un varón que a una mujer) cuando ocurre determinado hecho en la situación de habla9. En este caso, se produce el reemplazo de la persona zu por la persona hi (la misma, pero en sistemas diferentes) cuando quienes hablan

pertenecen al mismo nivel jerárquico en la comunidad lingüística10. Este hecho, que tiene el nombre técnico de alocutividad, se manifiesta hoy en día generacionalmente (un padre no usa el sistema de hik para dirigirse a sus hijos) y socialmente (una pareja que en grupo de amigos utilizaba mutuamente el sistema de hik, pasó al de zuk al entablar una relación mas profunda de noviazgo). Vemos por estos dos ejemplos que lo que parecía asimilable a nuestras categorías de confianza/respeto, no es tal; ocurre que al asomarnos a otra lengua tan diferente de las nuestras nos olvidamos que, como ya se dijo más arriba, cada idioma organiza de manera diferente la materia del pensamiento. Por ejemplo, una lengua tan cercana al castellano como el francés no reconoce en su expresión la diferencia entre “ser”y “estar” (posee solamente être, así como el inglés solo to be)


4 que, entre paréntesis, son dos verbos distintos también en vasco: izan y egon. Esto es porque las categorías de pensamiento que manifiesta cada lengua son diferentes y pueden coincidir o no, según haya un origen común o simplemente porque, al ser las categorías fundamentales no muchas y al compartir el género humano tantas características, no es extraño que las lenguas las reflejen con más o menos diferencias. Pero pensemos que por ejemplo para el griego, de acuerdo con el sistema aspectual de las oposiciones que se dan en el verbo, es muy importante el hecho de si una acción es acabada de hacer o en curso de ejecución; para el indoeuropeo, lo es más que la acción trascurra en el sujeto o fuera de él; para el vasco, por ejemplo, que los que intervienen en la acción del verbo sean uno o más de uno. Parecido se puede decir del sustantivo: para el protoindoeuropeo es fundamental saber

si una cosa es animada o no; para el griego, si es uno, dos o más de dos; para el vasco si la cosa en cuestión es determinada o indeterminada (¿podríamos hablar de concreta o abstracta? ¿o de general o particular?).

Historia de la lengua Las palabras documentadas Las primeras noticias documentales que tenemos del idioma vasco son los testimonios que nos han trasmitido las monedas acuñadas en las distintas cecas que funcionaron en la península ibérica y las lápidas latinas conservadas sobre todo en Aquitania11. Otra forma de recorrer el camino hasta los documentos latinos y neolatinos que reflejan el idioma es recurrir a la Epigrafía y la Toponimia.


5 Tenemos las Glosas emilianenses, piedra fundamental para la historia del castellano; pero que es también piedra miliar de la lengua vasca. La diferencia es que para el vasco las glosas constituyen un documento más que testimonia la existencia de la lengua y continúa la hilera de los testimonios, en el caso de la lengua romance es prueba de que se ha producido una trasformación: se dejó de hablar latín y ya se está hablando otra cosa. Estas glosas son unas anotaciones al margen de un sermón en latín que realizó algún monje del monasterio de San Millán12 de la Cogolla para entender su auténtico significado. En dos ocasiones el anónimo estudioso anotó una frase en vasco13 para aclarar el sentido de lo que estaba leyendo en latín. En segundo lugar tenemos el “Vocabulario”que incluye Aymeric Picaud en su Guía del peregrino (escritas después de 1138), en la que explicaba a los peregrinos a Santiago de Com-

postela cómo hacer para atravesar la peligrosa zona de los Pirineos. Algunas de las palabras que menciona Picaud son: urcia ‘Dios’ aragui ‘carne’ echea ‘casa’ ogui ‘pan’ gari ‘trigo’ uric ‘agua’ ardum ‘vino’ Hay palabras en vasco que se conservan en el Fuero de Navarra, recopilación de leyes del Reino, cuya primera redacción sería del año 1237. Y también se conservan algunas palabras en un códice anterior al año 1425 de la Catedral de Pamplona. Otro viajero, Arnold von Harff, éste de Colonia de Alemania, que peregrinó entre los años 1496 y 1499 a Santiago de Compostela, pasó


6 por el País Vasco y recogió los números del uno (bat) al diez (hammer), muchas de las palabras que había señalado Picaud cuatrocientos aaños antes (aragi, ogea, arduwa) y algunas frases: norda (‘quién es’), schambat da (‘cuanto vale’). También hay un vocabulario recogido por el humanista italiano del Renacimiento Lucio Marineo Sículo en sus De rebus Hispaniae memorabilibus de 1533 en el que aparecen entre otras: cerua ‘cielo’, echea ‘casa’, içarra ‘estrella’, orguia ‘pan’, laster eguitendot ‘correr’14. Hay otro humanista del mismo origen, Nicolás Landuchio, de Lucca que en 1562 hizo un vocabulario de 328 páginas y que en vasco tituló Bocabularioa ezqueraz jaquiteco, eta ezqueraz verba eguiteco de 1533 en el que aparecen entre otras: cerua ‘cielo’, echea ‘casa’, içarra ‘estrella’, oguia ‘pan’, laster eguitendot ‘correr’14.

Hay otro humanista del mismo origen, Nicolas Landuchio, de Lucca que en 1562 hizo un vocabulario de 328 páginas y que en vasco tituló Bocabularioa ezqueraz jaquiteco, eta ezqueraz verba eguiteco (‘Vocabulario para saber el vasco y para hablar en vasco’).

Los cantares Con las citas que se hacen de viejos cantares surgido a propósito de las guerras de banderizos15 queda el testimonio de algunos versos en vasco en distintas crónicas hechas por historiadores vascos16 que las ha recogido en el país por boca de informantes anónimos o de otros documentos. Por ejemplo el Cantar de Beotibar del que se conserva una estrofa, el Cantar de Acundia a propósito de la batalla de ese nombre, derrota de los gamboínos (1390)17, con el testimonio de un verso:


7 Acundia lejarr[a[ga, lejarbaga18. Quedan también el Cantar de Aramayona o Lamentación Pedro de Abendaño, el Cantar de la quema de Mondragón, el Cantar de Olaso (con un fragmento citado por Garibay en sus Memorias....)19. Creo que se puede hablar de un ciclo de poemas de composición popular con tema histórico a la manera del romancero castellano, en el mejor de los casos. No sería de extrañar que la fértil inventiva de los bersolaris, que se aplica a temas como autopistas o los acontecimientos políticos de la hora, se inspira estos hechos políticos que para ellos eran contemporáneos o que, a medida que se alejaban en el tiempo, tomaban una dimensión mítica. Otro ejemplo es la endecha de Martín Bañez de Artazubiaga, en ella, su mujer, Sancha Ochoa de Ozaeta llora la muerte del marido:

Oñetako lur hau jabilt ikara ‘La tierra de los pies me tiembla laur aragiok berean berala y de la misma manera,mis cuatro carnes; Martín Bañez Ibarretan il dala.. porque Martín Báñez murió en Ibarreta. Hartuko dot esku batean gezia Tomaré en una mano el dardo, bestean zuzi iratx egia en la otra una antorcha encendida, erreko dot Aramaio guztia. [y] quemaré toda Aramayona’.

Otras piezas literarias vascas Son curiosos los Pasquines de Tolosa, que aparecieron en las calles de esta ciudad el 27 de septiembre de 1619, cuyos textos se conservan transcriptos en el Archivo de la Catedral de Pamplona gracias al proceso que les incoaron


8 al rector y otros clérigos de la iglesia de Leaburu. Están dirigidas a don Antonio de Olazábal y con dobles sentidos lo critican. El fenómeno que se da en estos casos es similar, a los efectos de la literatura vasca, al que ocurrió con tantos textos de los primitivos filósofos y poetas griegos; que llegaron conservados a nosotros sólo porque otro autor los usó en apoyo de sus argumentos o para ilustrar algún tema. A veces tenemos la certeza de que pertenecen a alguien determinado, otras veces su autor permanecerá en el anonimato para siempre, y otras no sabemos si quizás fue el pueblo el que le fue dando forma a través de la tradición oral.

Otros testimonios Otra categoría más de testimonios, es la de los textos no literarios en vasco, citados en docu-

mentos oficiales o de otro tipo. Por ejemplo, la Promesa de Zufia, en un juicio de 1552 ante el tribunal eclesiástico de Pamplona, en el que María Miguel acciona contra Diego, ambos del pueblo de Zufia, por incumplimiento de la promesa de matrimonio. Ella testifica que él dijo: Nic Diego de Zufia ematen drauzut neure fidea zuri María Miguel ez verce emazteric eguiteco 20. Hay muchos otros testimonios no literarios, como el documento de los Funerales de don Jacob Judío de Guevara citado por Rafael Floranes21. En él se cuenta la manera en que se realizaron los ritos fúnebres de este judío establecido en esa localidad del País Vasco, cuyo hijo fue don David22 médico de Vitoria. Ya cristianizado, a su muerte el cura de San Miguel alteró levemente las frases en vasco que sus hijos le habían mandado a decir, con lo


9 cual cambió por completo el sentido que habían querido dar a sus palabras. Otro tipo de testimonio son los textos en vasco intercalados en obras literarias en castellano o en francés, éstos ya se pueden fechar con certeza pues forman parte de la obra de que se trata. Para ejemplo valgan cuatro versos que aparecen en Los ramilletes de Madrid, comedia de Lope de Vega de 1615: Zure begi ederrok ‘Tus hermosos ojos ene lastana querida mía katibaturik nabe me tienen cautivo librea ninzana [a mí] que era libre’. O los pasajes de Rabelais en su Pantagruel de

1542; en el libro I, dice textualmente:Lagona, edatera!, ‘Amigo, a beber! y en el libro II, capítulo IX, al relatar el encuentro con Panurgo, éste, en sus ganas de hacerse entender, le habla hasta en vasco. Finalmente, otra clase más de testimonio de la lengua es la de los textos mixtos, en los que se intercala, formando parte del sentido de la frase, un texto en vasco dentro de la composición en otro idioma23. En esta clase tenemos como ejemplos los versos del villancico de Sor Juana Inés de la Cruz, que tiene como interés agregado el haber sido escrito en América por una vasca nacida en Mejico, como fue la madre del convento de los jerónimos: Señora André María ¿Por qué a los cielos te vas? ¿Y en tu casa de Aránzazu no quieres estar?


10 Ay! Que se va, galdunaiz nere vici gucico galdunaiz. Aquí en Vizcaya te quedas, no te vas, nere biotza y si te vas, vamos todos, vagoas. Los textos intercalados que forman parte de una obra literaria y los textos mixtos que combinan el vasco y el castellano o el francés, siendo el principal uno de los tres y con agregados del otro que hacen sentido sin solución de continuidad, ofrecen un campo de investigación muy fecundo para la lingüística y para la literatura por su mutua influencia y por la no menos interesante posibilidad de fechar fenómenos fonéticos y fonológicos.

Las traducciones del Nuevo Testamento

Las traducciones que se han hecho de los evangelios al vasco para poder difundir su lectura directa son importantes por lo que se refiere a la escritura del idioma en la literatura que aparece escrita tan tardíamente como el siglo XVI (teniendo una lengua que viene de muchos siglos anteriores)24. Jeanne d‘Albret la reina despojada de Navarra, que se había quedado sólo con la sexta merindad del antiguo reino (la de Ultrapuertos) y con el señorío del Béarne, era protestante y, como regía todavía el principio de cuius regio, eius religio, impulsó la impresión de biblias en la lengua de su reino. Tuvo éxito en Béarne, algunos entusiastas en Soule y algo de oposición en Benavarra. El Sínodo de Béarne encargó a Joannes de Leizarraga, de Briscous, en 1564 la traducción de los libros del Nuevo Tes-


11 tamento. La culminación de la tarea de éste fue el Jusus Christ Gure Iaunaren Testamentu Berria, aparecido en La Rochelle en 1571, y que se constituye en esfuerzo de creación y fijación de lengua.

los autores tratan de explicar el léxico o la sintaxis. Así tenemos las colecciones de Garibay (1592), Bertrand de Saguisse (c. 1612), Lope de Isasti (1625), Arnaud d‘Ohienart (1657) y Jacques de Béla (c. 1667).

La redelimitación de la diócesis de Bayona en 1566, que quitó a Guipúzcoa y Navarra dejándole sólo las provincias norpirenaicas, restó eficacia al movimiento reformador.

Los diccionarios

Los refraneros Aparecen colecciones de refranes que literariamente no tienen mucho valor original ya que son paralelos en muchos casos a los franceses, españoles y bearneses que los rodean (a veces simples traducciones de éstos o de otros en otras lenguas); pero que manifiestan algunas particularidades del lenguaje, inclusive cuando

Son interesantes (e importantes para la historia de la lengua) los diccionarios y gramáticas elaborados por euskerólogos mejor o peor afortunados; ya que nos revelan algunos aspectos del estado del euskera en su tiempo. Casi todos comparten su afán apologético de la lengua; pero inclusive hay algunos que hasta tienen ideas muy modernas y se aproximan bastante, aún cuando no sepan, a categorías que la lingüistica de hoy ha adoptado. Podemos destacar entre éstos a Baltasar de Echave, zarauztarra que escribió en Méjico en


12 1607 unos Discursos de la antigüedad de la lengua cántabra bascongada. Tubalista convencido, explica sin embargo, algunos topónimos del país correctamente por el vasco. Otro gramático es el bilbaino Rafael de Micoleta (n. 1611), cura que en 1653 da a luz su Modo breve de aprender la lengua vizkayna, cuyo manuscrito se encuentra en el British Museum. En el mismo da algunas referencias a la métrica vasca. Arnaud D’Oihenart en su Notitia utriusque Vaconiae, tum Ibericae, tum Aquitanicae (‘Noticia sobre las dos vasconias, tanto la ibérica como la aquitana’) dedica un capítulo a Singularia quaedam linguae Vasconiae, deque vocabulorum Vasconicorum declinandi et coniugandi ratione (‘Algunas singularidades de la lengua de Vasconia, y sobre el modo de declinar y conjugar las palabras de los vas-

cos’) en el cual hace notar por primera vez la flexión indeterminada y hace reflexiones muy interesantes sobre los casos de la declinación. Jacques de Béla (1586-1667), abogado protestante de Mauléon, autor de numerosas obras, hizo un Dictionnaire Basque y un Compendium de grammaire Basque. Silvain Pouvreau, valet del abad Saint-Cyran, vasco de origen, tradujo al vasco una obra de Richelieu con el título de Guiristinoaren dotrina en París en 1664 y al año siguiente una Gudu espirituala (‘Lucha espiritual’). Pierre d‘Urte, nacido en San Juan de Luz en 1664, capuchino convertido al protestantismo y exiliado en Inglaterra, traduce para lingüistas ingleses como Wilkins, partes de la Biblia, hace una gramática (la más extensa del siglo XVII, según Urkizu) y un diccionario.


13 Melchor Oyanguren, misionero franciscano de Salinas de Léniz, gran conocedor de lenguas, tiene entre una gramática japonesa y una del tagalo, una gramática vasca y un diccionario trilingüe de la lengua filipina, el castellano y el vasco. Muchas de estas obras se han perdido para nosotros, y lo que es peor, no dejaron rastros en los contemporáneos. De esta manera, el jesuita Manuel de Larramendi (1690-1766) en el siglo siguiente publicará su gramática con el mombre de El imposible vencido, arte de la lengua bascongada, aparecida en Salamanca en 1729. A su obra de apologista de lo vasco se une el Dicccionario trilingüe del castellano, bascuence y latín, editado en San Sebastián en 1745. Y culmina con la monumental Corografía o descripción general de Guipúzcoa en la que recoge textos y establece una dialectolo-

gía. Utilizó entre otras muchas obras editadas en vasco, algunas inéditas (como el diccionario cuatrilingüe de Etcheberri, el médico de Sare, y una gramática del notario de Bayona Martín Harriet) y los testimonios de gente de caseríos y puertos. Partida del movimiento general de su época de inquietud por el origen y filiación del lenguaje. Finalizando el siglo XVIII podemos mencionar al Caballero de Bélam de la familia de Jacques de Béla, participante en varias guerras en Europa oriental, que intentó hacer una historia de la lengua vasca y un diccionario poliglota publicado en parte. Pedro Pablo Astarloa, neto apologista del vasco, nacido en Durango, identificó el fonema con el morfema, pues sostenía que se podía segmentar hasta éste con significado, lo que le daba como resultado etimologías imposibles de


14 mantener. Este es quizás el origen de las tantas disparatadas etimologías que uno ve a diario. Un autor menos descaminado fue el franciscano Juan A. de Moguel, estudioso de la toponimia y que compuso una de las obras más importantes por lo natural del personaje: el Peru Abarka.

La lingüistica comparada del s. XIX Los dos principales estudiosos de la lengua en este período son Antoine d‘Abaddie, nacido en Irlanda en 1810 de padre vasco y madre irlandesa y Joseph Chaho que juntos hicieron unos Etudes grammaticales sur la langue euskarienne, París, 1836. D‘Abaddie por su parte patrocinó los estudios del vasco del padre Darrigol y de Fleury Lécluse, este último profesor de griego y hebreo en

la Facultad de Letras de París y que editó un Manuel de la langue basque en Toulouse en 1826. Fue conocedor de la obra de Franz Bopp, padre de la lingüística indoeuropea comparada. Intenta aproximar el vasco con el húngaro, con el finés y con el lapón, pero encuentra que el georgiano y el finés (que tienen muchos dialectos) tienen menos semejanzas con el vasco y que la lengua que más se le aproxima es el quechua. De Chaho, personaje romántico como los héroes de sus relatos, hablaré más extensamente en la historia de la literatura. El otro puntal de la historia de la lengua fue el príncipe Louis Lucien Bonaparte, hijo de Lucien, el hermano de Napoleón Bonaparte. Educado en los Estados Pontificios se aficionó al vasco y desde Inglaterra donde residía, hizo una serie de estudios, ayudado por numerosos colaboradores.


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La academia de la lengua vasca, Euskaltzaindia El siglo XIX culmina con la figura de Julio de Urquijo, nacido en Deusto en 1871, que fue enriqueciendo su biblioteca vasca y sus conocimientos hasta que fundó en 1907 la Revista internacional de estudios vascos, conocida como “RIEV”. En ella se acumularon estudios de Schuchardt, Uhlenbeck, Vinson, Saroyhandy, Humboldt, Bähr, Lafon, Meyer-Lübcke, Navarro Tomás, Campión, Gárate, Lekuona, el propio Urquijo, etc. Junto con la muy acertada idea de editar en facsímil las principales obras de la literatura vasca, lo que dio lugar a mejores condiciones de estudio para todos los interesados en la lingüística vasca. Coronación de la labor de Urquijo fue la fundación de la Academia de la Lengua Vasca (lla-

mada en vasco Euskalzaindia) en el año 1919, lo que inicia el proceso de normalización de la lengua, es decir la adopción de normas comunes para todos los que utilizaran esta lengua como vehículo de expresión, sea literaria, científica, o de cualquier otro tipo. El fin de formar un dialecto común literario, es mantener los caracteres del idioma, como resultado de conocer cada vez más su historia y sus estructuras propias, adaptándola discretamente a la vez. a las necesidades de la vida moderna. La idea, lanzada por primera vez en Hendaya en 1901, recién pudo concretarse el 21 de septiembre de 1919 en el palacio de la Diputación de Guipúzcoa donde fueron convocados los primeros cuatro fundadores (Azkue, Campión, Eleizalde y Urquijo) y los representantes de todas las publicaciones vascas por la Sociedad de Estudios Vascos. Allí se eligieron los restan-


16 tes miembros: Agirre, Broussain, Adema, Inzagaray, Agerre, Eguzquiza, Olabide y Lhande. La tarea más importante de la Academia se concretó en base al proyecto de Michelena en el Congreso de Aránzazu (1968). Hoy en día la normalización allí adoptada se utiliza en el 95 por ciento de lo que se escribe y edita en vasco.

El euskera en la Argentina Dada la procedencia geográfica de zona euskoparlante en los siglos XVI, XVII y XVIII está fuera de discusión la existencia de euskaldunas entre los descubridores, fundadores y pobladores del territorio argentino. Una prueba documental de ello lo constituye el alegato de Santa Coloma durante el juicio a Martín de Alzaga afirmando que lo había colocado como empleado a los 12 años en un

comercio de Buenos Aires y que Alzaga no sabía expresarse en castellano, haciéndolo en vasco. Alzaga era oriundo del valle de Aramayona (Alava), lindante con Vizcaya, en una de las zonas de Alava donde el euskera se siguió hablando. Hablando ya de la inmigración vasca del siglo XIX, los primeros en arribar fueron los vascos de Iparralde (‘lado norte’) siendo prácticamente todos ellos euskaldunes y dándose entre ellos las diversas formas dialectales ya que había por igual labortanos, benabarros y zuberotarras. Hay un documento de la época rosista donde se verifica que en una pulpería se hallaba un señor Espil, hablando “vascuence con otros vascos...” Una referencia que documenta esta situación es la que da Eduardo de Zaballa25, citando de un libro titulado El beato Miguel de Garicoitz,


17 en el que se dice que los padres bayoneses “en Buenos Aires cada domingo predicaban en francés vascuence” y que “acá tenemos multitud de vasquitos que hablan todos el idioma de su país”. La llegada de vascos de Hegoalde, es decir del lado sur, suma vascoparlantes de Vizcaya, Guipúzcoa, Navarra y Alava. Todavía se conservan ejemplares de una gramática de la lengua castellana, llamada Gramera berria, aparecida en 1850 en Buenos Aires para uso de los vascos que habían llegado a nuestro país y no dominaban todavía ese idioma, lo cual nos da una idea de la vivacidad que conservaba el vasco entre nosotros. Entre 1850 y 1890 se hablaban prácticamente todos los dialectos del euskera en la Argentina, y al hablar en ellos se producía el traspaso de términos de un dialecto a otro. Tomás Otaegi refiere que el príncipe Luis Luciano Bonaparte

poseía un cuaderno donde anotaba ese tipo de léxico que se oía en Buenos Aires, Entre Ríos, etc. En 1858 aparecía en diarios de Buenos Aires un aviso en euskera para aunciar el debut artístico del poeta José María Iparraguirre, popular autor del “Gernikako arbola”. En 1877 se funda el Laurak Bat y en el periódico que editaron hasta 1888 con ese nombre, pueden leerse poemas en euskera y letras de las canciones de Iparraguirre. En el local de la misma sociedad era habitual, como en otros lugares, la actuación de bersolaris. En 1893 aparece la revista La Vasconia (que “euskeriza” su título a partir de 1902 en La Baskonia). Desde los inicios contiene artículos y poemas en euskera de ambos lados del Pirineo. En 1895 se fundó el Centro Vasco-Francés,


18 con sus estatutos redactados en euskera y francés; en periódicos dirigidos a vascos de Iparralde como Haritza o Eskual Herria siempre estará presente el euskera. En 1900 se estrena en Buenos Aires una ópera, Artzai mutilla, con música de Félix San Pelayo, letra en euskera de Pello Mari Otaño (que vivía en ese momento en Buenos Aires). La ópera se cantó en 1927 en el Teatro Colón, oyéndose el euskera en nuestro primer teatro. En 1901 aparece el folleto “Len, orain eta gero”, de Daniel de Lizarralde, resumen de una conferencia suya sobre el euskera. Lizarralde había sido un médico Vicepresidente del Laurak Bat. En 1904 se edita en Buenos Aires la antología poética de Otaño llamada Alkar. Otaño había dado clases de euskera en el Laurak Bat y tomado exámenes a los alumnos de su curso

en aulas de la Escuela Superior de Comercio “Carlos Pellegrini” en 1906. Falleció en 1910 en Rosario. En 1904 se funda el colegio Euskalechea y los fundadores deciden encargar la enseñanza de las niñas a las siervas de Anglet y la de los varones a la orden de los Capuchinos. Tanto las religiosas como los religiossos instituyeron clases de vasco para sus alumnos. En este entorno, el P. Soroeta Dima escribe en la década del veinte una Gramática para estos cursos, un libro sobre la conjugación del verbo vasco y otro sobre un proyecto de unificación del euskera. En 1923 aparece la contestación de Kepa Enbeita, Eskarrik asko, al poema de Lugones, Salutacion a Enbeita. A fines del 39, a causa de la guerra civil de España, comienza la afluencia de una corriente inmigratoria que se afianza paso a paso en


19 la Argentina con su actividad. Aparece así Euko deya con una sección en vasco a cargo de Isaac L.Mendizábal; comienzan las clases de euskera y se empiezan a dar distintas conferencias sobre la lengua en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires en la década del 40. En 1942 se funda la Editorial Ekin, de una extendida obra cultural, entre otras cosas esta editorial edita un Diccionario (llamado Iztegi) vasco-castellano y castellano-vasco, una cantidad de libros en vasco entre los cuales hay una versión al euskera del Martín Fierro por el padre Jaka Kortejarena y una traducción de Amézaga del Hamlet de Shakespeare, además de obras de creación como Ekaitzpean, novela de José Eizaguirre, Bizi garraíza da, novela de J.A. Irazusta y demás. El 15 de julio de 1944 se funda Euskaltzaleak,

una institución dedicada a mantener y cultivar la lengua vasca, con casi todos los dialectos representados entre sus fundadores y que edita un quincenario en vasco desde 1954 hasta 1956 dirigido por el P. Garriga. En 1949 se instituye el “Eudkeraren eguna” (“el día del euskera”, que será organizado por Euskaltzaleak) el 3 de diciembre en recordación de San Francisco Xabier, quien se dice que murió musitando palabras de su lengua natal, en medio de las fiebres provocadas por su viaje al Lejano Oriente. En la acutalidad hay de 450 a 500 alumnos en todo el país que siguen cursos de euskera de acuerdo con los más modernos métodos de enseñanza de lenguas y con el sistema de internados periódicos.


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NOTAS 1 Para una exposición sistemática, ver mi libro La lengua más antigua de Europa. Manual de literatura vasca. Bs.As., FVAJDG, 1999. 2 Como el inglés, por ejemplo. 3 Enuncio el auxiliar por la primera persona del presente, pero no hay que olvidar que cada uno posee la flexión completa para las demás personas y para todos los tiempos y modos del vascuence. 4 Sistema NOR (‘quién’) 5 Sistema NOR –NORI (‘quién-a quién’). 6 Sistema NOR-NORK (‘qué-quién’) 7 Sistema NOR-NORI-NORK (‘qué-aquiénquién’) 8 También habría otra forma de tratamiento en vasco, esta vez “de respeto”en vasco berori. Por un procedimiento análogo al de muchas lenguas indoeuropeas, al dirigirse a la segunda

persona se usan las de la tercera para manifestar ese respeto. Es seguramente una introducción ajena a la lengua vasca, un caso de influencia del adstratum lingüístico. 9 Cf. por ejemplo, el caso del macá/chorote, aquí en Sudamérica. 10 Esto, que tiene grandes proyecciones en la antropología lingüística y en sociolingüística, y que a través de la lingüística histórica nos puede llevar a épocas de la organización tribal del pueblo vasco allí por la Edad de Piedra, no hace referencia al status socioeconómico ni a la posición social que ocupa el individuo en la comunidad, sino a su puesto en la organización de la misma. 11 Allí aparecen, palabras como neskato,‘muchacho’, seme ‘hijo’, andre, ‘mujer’, gizon,‘hombre’, aritz, ‘roble’, beltz, ‘negro’ 12 De ahí el nombre de emilianenses por Millán o Emilianus


21 13 Dos de esas frases son izioqui dugu y guec ajutu ez dugu, correspondientes a las latinas inveniri meruimur y non convienet a nobis 14 Agrego una ene donde el siciliano anotaba una vocal nasalizada y no reproduzo la grafia de los acentos, que por cierto figuraban y sí reproduce Michelena. 15 Las furibundas guerras intestinas de la Edad Media en el País Vasco en las que se enfrentaban linajes enteros (oñacinos contra gamboínos, agramonteses vs. beau-monteses) o bandos (sabelzuris y sabelgorris). 16 (Garibay, Cachopín, Iturriza, Ibargüen, Micoleta, etc.) 17 Según Idoia Estornés en “Literatura” de la Enciclopedia general....,cit 18 El hecho histórico es del siglo XIV; pero el texto en vasco no lo podemos fechar más que por el momento en que aparece documentado, es decir mencionado en esta crónica; o sea, lo más que podemos decir es que no es posterior

a tal año, en este caso, 1588. 19 Los respectivos hechos históricos se sitúan en 1443, 1448 y 1450; pero esto no nos autoriza a suponer que los poemas fueron compuestos en aquél momento. 20 ‘Yo Diego de Zufia te doy mi fe a tí, María Miguel, de que no haré otra esposa que tú’. 21 Manuscrito 11.171 de la Biblioteca Nacional de Madrid. 22 Nótese la atribución tanto al padre como al hijo del don como título que precede al nombre de pila, que viene del dominus (‘señor’) latino que indica que era un personaje respetable (casi seguramente propietario) en la sociedad de aquella época 23 Como la conocida canción donostiarra: “Quisiera ser alcalde donostíakual daría yo a los pobres,/maitia, patxara’naikua”. 24 Aunque no de la misma naturaleza, el fenómeno es análogo al del alemán por la importancia que tuvo para la historia de la len-


22 gua y la consolidación de un sistema de escritura. 25 “El colegio San José de los padres bayoneses” en Euskaldunak- Los vascos, No.11, p.41.


23 Soy de la fuerte y libre raza euskalduna, En la hueste de Irala lidió el guerrero Que del Nervión á orillas dejó la cuna Para fundar su estirpe bajo el Pampero.

Circula por mis venas la sangre briosa De aquellos levantiscos de rostro, fiero, Que anudaron al cuello la gola airosa Y á sus chuzas la enseña del montonero.

Traía el blasón dos leones, su torre vieja Aún resiste á los vientos y al aguacero, Y en la pátina negra de ferrea reja Se ven las cuchilladas del recio acero.

Un rincón de la selva sombreó mi cuna, De los gauchos hirsutos y el entrevero Una plateada lanza de media luna Me contó la leyenda junto al alero.

En el botín del Cuzco, el sol de oro Logró otro de la casta, y el disco entero Tiró al tapete como doblón sonoro, Con su desgaire ufano aventurero.

El cariño á la tierra y á nuestras cosas Son la fuente perenne de mis anhelos, Y siempre que las canto van mis prosas Nostalgias de “zortzikos”, “tristes” y “cielos”... Martiniano Leguizamón


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ASCENDENCIA VASCA DE NUESTROS GRANDES ESCRITORES Martín A. Noel

Las letras argentinas también estuvieron representadas por descendientes de vascos, preocupados por la época que les tocó vivir y, muchos de ellos, interesados sobremanera en la temática del campo, tan cara la pueblo euskaldún.

Son numerosos los escritores argentinos que llevan sangre vasca en sus venas. No podemos ser exhaustivos y consideraremos brevemente a algunos de los más representativos. En el siglo diecinueve dos nombres de estirpe


25 euzkara iluminan el parorama intelectual de nuestro país: Esteban Echeverria y Juan Bautista Alberdi. El primero encabezó, en el pensamiento y en la acción, a la generación de 1837, que luchó por el renacimiento de la libertad en una Argentina sometida a un régimen dictatorial. El “Dogma de Mayo”, síntesis del ideario de la moderna democracia nacida con la Revolución Francesa de 1789, y del poema “La Cautiva”, expresión máxima de la escuela romántica nacional, fueron sus contribuciones principales a nuestra cultura. El segundo será siempre recordado por su aporte fundamental a nuestro ordenamiento constitucional, a través de su obra titulada “Fragmento Preliminar al estudio del Derecho”. Sin embargo nadie como Hilario Ascasubi representa esta fusión de sangre y espíritu. Nacido en circunstancias novelescas en 1807

protagoniza una existencia aventurera en la que será primero navegante precoz y luego –simultáneamente- militar, comerciante, empresario, además de poeta y periodista. Fue precursor del verso gauchesco. Expresó el criollismo de ese arquetipo nativo que es el gaucho. El máximo valor de su obra se encuentra en la reproducción del mundo pampeano no a la manera de telón pintado sino como algo vivo y palpitante. La descripción de costumbres, de lugares, de las tareas rurales, de las práctivas sociales y religiosas, y sobre todo, la pampa misma, surgen con fidelidad de la memoria del poeta, en su intento de fijarlas definitivamente. El siglo xx es rico en autores en cuyas familias se encuentra la estirpe euskara. Tomaremos como ejemplos sólo algunos de los muchos representativos. No se puede dejar de mencionar a Enrique Larreta, Euardo Mallea, Manuel


26 Mujica Laínez, Adolfo Bioy Casares. Eso es lo que haremos. Comenzamos pues con la mas indiscutible figura de la poesía, Don Leopoldo Lugones. Pertenece a esa segunda generación modernista que llevó hasta sus últimas consecuencias la renovación poética que tuvo en Rubén Darío al pontífice máximo. Sus raíces vascas provienen de su madre doña Custodia Argüello quien hace honor a su nombre por su devoción cristiana y por el cuidado que pone en la educación de su hijo. No es objetivo de este artículo enumerar los títulos de su amplísima obra pero diremos que es ciclópea. Abarca poesía y prosa y dentro de ésta, la novela, el cuento si consideramos sólo la ficción. También escribió historia ej. “Historia de Sarmiento”. didáctica, ensayos, todo tipo de relatos, etc. El Centro Laurak Bat, de nuestro país, tomó la

iniciativa de rendir un homenaje al famoso poeta vasco Pedro de Enbeita. Para hacer más significativo el homenaje, se resolvió pedir a Lugones su colaboración poética, que éste acordó sin vacilar. Así es como surgió su célebre “Salutación a Enbeita” que se incluye en los “Poemas Solariegos”. El largo texto comienza: Saludo al bardo libre Pedro de Enbeita el vasco En la raza que él canta bajo el frontal peñasco Con que el cielo apuntaba su Pirineo agreste, Grande, su talento. Fue ante todo un hombre sincero que no temió asumir las consecuencias de su evolución en el campo ideológico; y un gran poeta que transitó con coherencia los caminos indicados por sus precursores y los que el mismo abrió con originalidad. Enrique Larreta, cuya evocación de la España de un pasado encendido en el ardor de la fe y


27 la ambición de gloria perdura en ‘La gloria de don Ramiro”, libro que refleja, con la belleza de un estilo depurado, la grandeza de la tierra en que se hunden nuestras raíces originarias. Eduardo Mallea ensayista al tiempo que creador de ficciones, entrañablemente identificado con nuestro destino nacional como lo demostró en títulos como “Historia de una pasión argentina”, “Todo verdor perecerá”, “La vida blanca”. Dedicó sus días a pensar y a escribir, con la mirada puesta siempre en esa Argentina invisible, la de los nobles ideales, a la que él perteneció por derecho propio, a la que amó con gran pasión. ManueL Mujica Lainez, al igual que Larreta, proclama su origen vasco a quien quisiera oirlo. Novelista, cuentista, ensayista y poeta. Perteneció a una aristocrática familia porteña con notables antecedentes literarios. El arte de su

prosa tiene sus fuentes en los prosistas del Modernismo, especialmente Enrique Larreta. Tuvo preferencia por las imágenes visuales, auditivas, táctiles y térmicas que trasmiten su afán de inconmensurable belleza. Es también figura de primer plano nacional e internacional, Adolfo Bioy Casares. Descuella por la originalidad de su talento tempranamente revelado en “La invención de Morel”, novela que los críticos consideran cercana a la perfección por la calidad de su forma y la sutil ingeniosidad de su trama. A lo largo de su extensa vida tuvo una extensa obra donde predomina la novela y el ensayo. Obtubo el Premio Cervantes de la Madre Patria y fue miembro fundador de la Fundación Vasca Juan de Garay.


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OTROS APORTES VASCOS A LA LITERATURA Beatriz M. Haitshandiet

Con el propósito de acercar nuevos datos al claro aunque sintético artículo del señor M.A. Noel me permito agregar los nombres de algunos otros escritores de importancia en la literatura argentina tanto del siglo XIX como del XX cuyos ancestros traen aportes de origen vascuence. Comenzaremos con el siglo XIX y allí citaremos a Juana Manuela Gorriti y Rafael Obligado. Luego entraremos en una transición de persalidades nacidas a fines del XIX y que se perfilan durante el comienzo del XX, para llegar a la parte más difícil que por momentos se


29 hará caótica, los últimos años del siglo XX. Aquí es donde la falta de perspectiva nos puede hacer caer en errores u omisiones por los cuales desde ya pedimos disculpas. Juana Manuela Gorriti nació en Salta, el 15 de julio de 1816. Hija de José Igancio Gorriti y Feliciana de Zuviría. De esmerada educación, tuvo sin embargo una azarosa existencia. Su primera novela fue “La Quena”que logró comentarios muy laudatorios en la prensa de Lima y la consagró como escritora del Bajo y Alto Perú. Formó un salón literario muy concurrido por los intelectuales más destacados del Perú. En 1874 retorna a la Argentina, dedicándose a recopilar e imprimir sus obras y a redactar sus memorias. Escribió textos de ficción y narraciones históricas. Podemos considerar a Juana M. Gorriti como la iniciadora de la novela nacional.

Rafael Obligado nació en Buenos Aires el 27 de enero de 1851. Sus padres fueron Luis Obligado y María Ortiz Urien. Este poeta que cantó como nadie la fusión de la raza hispanoamericana fue llamado por los poetas más notables de España: “meritísimo e inspirado poeta”. Evocó las humildes leyendas campestres y se inmortalizó por su Santos Vega. También supo ser agricultor y hacendado. Falleció en Mendoza en 1920. Ricardo Güiraldes nació en Buenos Aires el 13 de febrero de 1886. Sus padres fueron don Manuel J.Güiraldes y doña Dolores Goñi. Desde niño vivió en la estancia familiar “La Porteña” de San Antonio de Areco. Hombre culto, realizó numerosos viajes que le permitieron frecuentar distintos centros culturales. En 1915 publicó un volumen de versos “El cencerro de cristal”, luego “Cuentos de muerte y


30 sangre”y las novelas “Rosaura” “Raucho” y “Xaimaca”. En 1924 fundó la revista “Proa” donde aparecen algunos fragmentos de “Don Segundo Sombra”, su novela más conocida y una de las mejores que se han escrito en nuestra lengua. Murió en París el 8 de octubre de 1927. Gregorio de Lafferrère: importante dramaturgo de fines del siglo XIX y principios del XX. Se lo considera junto a Florencio Sándue el “padre” del teatro nacional. Sus obras “Las de Barranco” y “Jettatore” documentan con gran acierto actitudes sociales y costumbres de amplias franjas de clase media del Buenos Aires de comienzo del siglo XX. Victoria Ocampo y Aguirre nació en Buenos Aires en 1890. Fue una importante representante de la cultura que le interesó hondamente. Fundadora de la revista Sur, su biografía

está en sus libros y artículos muchos de los cuales publicó en Sur. Los textos de esta singular personaje son una nueva versión del antiguo conflicto entre lo universal y lo particular, entre lo abstracto y lo concreto. Realizó una sincera tarea de animación cultural a pesar de sus detractores que la vieron demasiado europeizante. Falleció en 1978. Gustavo Martinez Zuviría nació en Córdoba en 1883 y falleció en Buenos Aires en 1962. Novelista, abogado, miembro de la Academia de Letras, muy traducido. Utilizó el seudónimo de Hugo Wast para sus trabajos literarios. Fue diputado, ministro y defensor de la orientación católica en la enseñanza. Dirigió la Biblioteca Nacional durante casi un cuarto de siglo. Julio Cortázar es una de las grandes figuras de nuestra literatura. Su vasta cultura late en cada una de sus palabras y se halla al servicio de


31 toda su creación literaria. Ésta refleja su constante anhelo de autenticidad, sus ansias por develar lo desconocido y de escribir una obra nueva para un hombre nuevo. Nace en 1914 en Bruselas y cuatro años más tarde su familia se instala en la Argentina donde recibe su educación. En 1951 obtiene una beca para estudiar en París y luego se instalará definitivamente en el continente europeo. Fallece en Francia en 1984. Renovador del cuento y la novela, algunas de sus títulos memorables son “Rayuela” “Bestiario” “Los Premios” “62 Modelo para armar” “Libro de Manuel”.......... Manifiesta un estilo muy personal que responde a una nueva visión del mundo que también se va presentando nuevo.

ciones son discutibles pero se disuelven en un tono humorístico agradable.

Ignacio B. Anzoátegui nació en la Provincia de Buenos Aires a principio de siglo. Fue abogado, profesor y ocupó cargos públicos. Tiene obra literaria poética. Algunas de sus aprecia-

Raúl Larra nacio en Buenos Aires en 1913. Narrador, biógrafo, ensayista. Su literatura de ficción se integra directamente en la línea del grupo Boedo por su denuncia militante. Su

Arturo Jauretche nació en Buenos Aires en 1900. En 1934 publicó “El paso de los libres”, extenso poema gauchesco que prologó J.L.Borges. A continuación se afincó exclusivamente en la prosa coloquial y pintoresca que lo caracterizaría como un eficaz polemista y sostenedor del nacionalismo democrático. Escribió “Los profetas del odio” “La colonización pedagógica”. “El medio pelo en la sociedad argentina”. En todos ellos con humor y socarronería al mismo tiempo que perspicacia analítica hace un análisis de nuestra sociedad. Ya fallecido sus ideas se aceptan con respeto.


32 verdadero aporte lo constituyen las biografías de personajes que podrían designarse como “héroes nacionales”contemporáneos por ejemplo Lisandro de la Torre, J.Newbery etc. Antonio Pagés Larraya es además de crítico y profesor universitario autor teatral. Discípulo de Ricardo Rojas con quien colaboró en la organización del estudio de las letras nacionales. Sus investigaciones literarias siempre estuvieron sólidamente documentadas. Recibió numerosos premios. Carlos Gorostiza nace en Buenos Aires en 1920. Dramaturgo y director teatral. En 1949 aparece “El puente” que constituye un auténtico éxito popular dentro del teatro independiente. Autor de numerosos títulos en una segunda etapa se destaca con “El juicio”y “El pan de la locura” obra trascendente. Desde entonces manifiesta una actitud penetrante y

polémica con un seguro dominio del desarrollo escénico. Pedro Orgambide nació en Buenos Aires en 1929. Novelista, cuentista, ensayista y dramaturgo. En muchas de sus obras muestra una permanente alternancia entre realidad y ficción que parece también su concepción del mundo. En la línea de Fray Mocho y Payró retrata a un típico exponente de la clase alta argentina venida a menos. Algunos de sus títulos son “Memorias de un hombre de bien”, “El páramo”, “Yo argentino”etc. Carlos Alberto Erro. Nació y murió en Buenos Aires (1903-1968). Ensayista, abogado y profesor universitario.Fue profesor de sociología argentina en la U.B.A. Ha obtenido numeroso premios. Fue miembro del Comité de redacción de la revista Sur y miembro de número del I.A.E.V.


33 Rafael Alberto Arrieta. Nació en la provincia de Buenos Aires en 1889 y falleció en la capital federal en 1968. Poeta y ensayista. Sus numerosos viajes gravitaron hondamente en su actitud estética. Profesor de la U.B.A. y distintas instituciones terciarias. Llegó a reunir una de las bibliotecas particulares más ricas de nuestro país. Fervoroso bibliófilo, coleccionaba especialmente primeras ediciones de clásicos argentinos. Es un poeta depurado que consideró la sencillez lírica como la suprema virtud del creador. En sus últimos años trabajó en la dirección de una Historia de la literatura argentina que se publicó en seis tomos. Olga Orozco nació en La Pampa en 1920. Sus principales actividades se desarrollan en la poesía, el periodismo y la crítica. Ha efectuado traducciones del francés y del italiano. Sus ideales estéticos van a una poesía rigurosa e iden-

tificada con los más profundos conflictos espirituales. Algunos de sus títulos publicados son “Desde lejos”, “Las muertes”y “Los juegos peligrosos”. A continuación enumeraré sólo a efectos informativos pero sin ningún criterio de organización pues sólo poseo datos parciales de ellos a los siguientes portadores de apellidos de origen vasco con actividad literaria. Liliana Díaz Mundurry: galardonada con el primer premio del Fondo Nacional de las Artes correspondiente al año 1993. Mariano A. de Apellaniz: pluma de plata por el libro “Mirando hacia el pasado”. Ricardo Irurzun: publicó el libro “Crucero 25 de Mayo : proa al Mediterráneo”8 de agosto de 1936. Ediciones Tacoria. Julio Díaz Usandivaras: escritor. Su antología se llama “Repiques de anamecida”. Miguel D. Etchebarne: autor de “Juan Nadie,


34 vida y muerte de un compadre”. Recibió elogios de Borges. Jorge Garayoa: escritor humanista. Sebastián de Apesteguía: escribió “Dinosauros de la Argentina” “Guía actualizada de los que habitaron en la Argentina”. Carlos Eduardo Lescano: escritor entrerriano, compositor e intérprete. Chuny Anzorreguy: escritora. Una de sus novelas es “El angel del capitán”. Máximo Aguirre: autor de “Caballos famosos argentinos célebres”. José María Fernández Unsain: escribió más de 200 piezas teatrales, una de ellas es “La jaula”. Otros títulos “Este es el campo” “Canto a la Argentina” etc. Raúl Aráoz Anzoátegui: poeta salteño. Durante varios años Director de Cultura de la Municipalidad de Salta. También organizó la feria del libro. Gloria Alcorta: nació en Bayona por ser hija de

un diplomático argentino. Escritora bilingüe. Poetisa, cuentista, novelista. Su libro más representativo es la novela “En la casa muerta” (1996). Recuerdos y fantasmas que transcurre en la espectral mansión de Dardo Rocha en la ciudad de Buenos Aires. Otra novela es “El hotel de la luna”. Susana Bilbao: escritora de novelas. Un libro “Luna Federal”. Miguel Espeche: licenciado en psicología. Un libro “Penas de amor”. Juan L. Ortiz: escritor entrerriano ya fallecido. Fundamentalmente poeta algunos de sus títulos son “El agua y la noche”, “El alba sube”, “La brisa profunda”etc. El éxtasis está en el principio y en el fin de su delicada poesía. Jorge Torres Zavaleta: cuentista y novelista. Lucrecia Zapiola de Saravia: Presidente de la Asociación Escritores y Publicistas Católicas Argentinas. Humberto Echechure: Autor de “A solas con el


35 Cuchi Leguizamón”. María Elvira Sagarzazu: novelisata. Uno de sus libros es “El exilio de la gacela”. Laura Ayerza: escritora. Sebastián Letemendía: escritor joven. “Apuntes de travesías” (expediciones, montañismo, cruceros). Felipe Aranguren: escritor de “Primer estanciero criollo”. Ester Izaguirre: escritora y poetisa. María Inés Legarreta: cuentista. Ganadora de faja de Honor de la S.A.D.E. Alberto Oteiza: ensayista. Faja de honor de la S.A.D.E. 1991. José de Aramburu: coordinador editorial de la revista “Muy interesante”. Dolores Etchecopar: poetisa. Sylvia Iparraguirre: escritora de cuentos y de novelas. Nació en Junín, provincia de Buenos Aires. Colaboró con varias revistas literarias y recibió el Primer Premio Municipal de Literatu-

ra por su libro de cuentos “En el invierno de las ciudades”. Novelas. “El parque” y “La tierra del fuego”. También es crítica y ensayista. Elizabeth Azcona Cranwell: poetisa. Publicó “La vida disgregada”, “Poemas” “Los riesgos y el vacío”. Delfín Leocadio Garasa: ensayista y crítico. Premios nacionales y municipales. En 1990 La Academia Argentina de Letras lo incorporó entre sus miembros. Horacio Altuna: escritor y dibujante. Hugo Mujica: sacerdote trapense. Nació en Buenos Aires en 1942. Su obra rica y variada al igual que su vida, abarca la filosofía, la antropología, la mística, la narrativa y la poesía. Algunas de sus obras son: “Flecha en la niebla” “Camino de la Palabra” “Paraíso vacío”. Gran poeta y escritor es uno de los referentes del pensamiento actual en nuestro país. Loré Gamboa: premio literario a escritora y publicista católica.


36 Oscar Alvarado y Uriburu: premio anterior. Eduardo Zubizarreta: premio anterior. Pedro Inchauspe: cultivó la temática criolla.

APELLIDOS VASCOS EN EL PERIODISMO ARGENTINO Rafael Saralegui La presencia de apellidos vascos en el periodismo argentino constituye una constante que se remonta a los años fundacionales y que se ha perpetuado a través de las décadas, con importantes contribuciones al desarrollo y al prestigio de una actividad que mucho entregó a la evolución cultural de la Argentina y a la defensa irrestricta de las libertades esenciales de sus habitantes, cuando éstas fueron amenazadas por groseros intentos de manipulación y amañamientos desde el poder político. El aporte de la estirpe vasca arranca desde los albores de la vida periodística, iniciada por


37 medio del pael impreso a comienzos del siglo XIX. Esta centuria es pródiga en el nacimiento de publicaciones - no pocas de vida efímera cuya índole era muy diversa. Hubo, entonces, hojas inspiradas en la difusión de ideologías políticas, abiertamente comprometidas con corrientes partidarias, que tuvieron su contrapartida en la existencia de diarios independientes que hicieron del interés general su razón de ser. Aquellas no alcanzaron a sobrevivir más allá de las contigencias adversas que le deparó la arena política, traducidas en desinterés ciudadano por sus prédicas y consignas. El diarismo independiente, en el que también deben computarse sensibles deserciones, exhibe, en cambio, realizaciones y testimoniso que documentan responsablemente dos centurias de la vida argentina, con sus luces y sus sombras, con sus avances y sus retrocesos. Estos calificados testigos del acontecer nacio-

nal, tienen en La Prensa, fundada el 18 de octubre de 1869 por José Clemente Paz, y en La Nación, creada el 4 de enero de 1870 por Bartolomé Mitre, a los dos exponentes más antiguos del periodismo escrito porteño en actividad. Las columnas editoriales de ambos diarios, han dejado la estela de conductas insobornables, de ideales elevados, de una honradez intelectual que salió indemne de circunstancias particularmente adversas. En este sentido, nada más grave que la confiscación de La Prensa, en 1951, por oponerse frontalmente a los excesos del gobierno peronista; el diario fue devuelto a sus propietarios cinco años más tarde por el gobierno de la Revolución Libertadora, pero nunca pudo reponerse cabalmente del perjuicio económico causado por la prolongada clausura. Dirigía el diario, por entonces, en doctor Alberto Gainza Paz, que desempeñó esa delicada responsabilidad entre 1943 y 1977.


38 Con los años, al periodismo escrito se sumaron el radiofónico y el televisivo, ámbitos en los que también se registran significativos aportes de descendientes de vascos.

mos en que una ulterior revisión, orgánica y exigente, enmiende con erudición este vacío de hoy y se plasme en un libro definitivo sobre la materia.

Nombres de ayer y hoy

En “La Nación”

Como se ha dicho, la hisotria grnade del periodismo argentino - también la menuda - se nutrió con numerosos apellidos del común origen vasco. Lamentablemente incompleta, la lista que se consigna en estas páginas incluye muchos nombres de ayer y hoy. Todos esconden una historia, un punto de partida, muchas veces impreciso, en el solar entrañable. El ordenamiento de tantos apellidos no responde a ningún orden alfabético, ni cronológico, ni de méritos. Pedimos disculpas adelantadas por las involuntarias omisiones y confia-

La presencia de los Vedia en La Nación tiene en Leónidas de Vedia a uno de sus más caracterizados representantes; fue profesor de literatura francesa y presidente de la Academia Argentina de Letras y de la Comisión Nacional de Monumentos y Lugares Históricos. Integró la redacción de La Razón entre 1920 y 1937, año este último en el que se incorporó a La Nación, a la que perteneció hasta su muerte, en 1975. En el diario de Mitre fue redactor, crítico cinematográfico, editorialista y director del Suplemento Literario. Nacido en 1867 y fallecido en 1941, Mariano


39 de Vedia colaboró asiduamente en La Nación, tras haber incursionado en La Mañana, La Fronda y La Razón, vespertino en el que tuvo a us cargo una columna de gran suceso, “A vuelo de pluma”, sobre temas de actualidad. Joaquín de Vedia, primo del anterior, fue un celebrado editorialista y crítico teatral y dejó un libro memorable, “Como los vi yo”, en el que reunió semblanzas periodísticas de Mitre, Roca, Alem y Bernardo de Irigoyen, entre otros. En la actualidad, Bartolomé de Vedia es el jefe de Editoriales de La Nación, donde revista desde 1957. Nacido en 1935, es abogado y con anterioridad ejerció la jefatura de la sección Espectáculos; profesor universitario, fue Subsecretario de Cultura de la provincia de Buenos Aires. Su hijo Mariano, es jefe editor de la sección Cultura y Educación y obtuvo el premio Santa

Clara de Asís, que otorga la Liga de Madres de Familia, por su cobertura periodística de cuestiones educativas. Bartolomé de Vedia Olivera, también hijo de Bartolomé, atiende en La Nación información vinculada con el sector agropecuario; con anterioridad, ejerció la crítica bibliográfica en la revista Criterio. También el apellido Ezcurra es familiar en La Nación desde hace muchos años, y llegó a trascender más allá de los lectores del diario por la trágica muerte de Ignacio Ezcurra en 1968, en Saigón, Vietnam, asesinado por la guerrilla del Vietcong. Tenía 28 años y estaba allí por propia decisión, pues él había solicitado cubrir aquella guerra. Antes, había colaborado en las revistas Atlántida, Vea y Lea, El Reflector, Cristina, Auto Club y La Chacra, en las que había dejado recordados testimonios de


40 su capacidad de observación y espíritu crítico, lo mismo que en La Nación. Su hija Encarnación integra la redacción del diario y tiene a cargo la selección del material de los servicios periodísticos del exterior que publica La Nación y la cobertura de asuntos referidos a la aviación comercial. Juan Esteban Ezcurra, nacido en 1920, había ingresado en el desaparecido diario El Mundo en 1944 - allí llegó a ser jefe de Política y Parlamentarias - y se incorporó a La Nación en 1957. En el diario de Mitre se inició en la sección Política, fue jefe de la sección Agropecuaria y editorialista durante cinco años. En 1974 fue designado prosecretario de Redacción y once años después fue promovido a secretario de Redacción. En La Nación tuvo a su cargo durante varios años la columna semanal de temas religiosos. Además, fue director de las revistas La Chacra y Dinámica Rural.

Si bien había nacido en León, España, Constantino García Martínez, conocido periodísticamente como Constantino del Esla, dejó en La Nación, donde llegó a ocupar la prosecretaría general de Redacción, inolvidables testimonios de sus virtudes periodísticas. Pluma brillante, muy joven le tocó cubrir la información del bando republicano en la guerra civil española - Jacinto Miquelarena se ocupaba del sector nacionalista - y de regreso a la Argentina - había vuelto a España a los 15 años - permaneción en La Nación durante 30 años. Dejó muchos testimonios periodísticos de su interés por el país vasco, así, como de su calidez humana. al hablar ante estudiantes de periodismo sintetizó su dogma de hombre de prensa con estas palabras: “Señorío en la profesión, con servidumbre a las grandes ideas y los nobles principios de paz y solidaridad humanas”.


41 Rafael J. Saralegui ingresó en La Nación en 1962 tras desempeñarse en diversas secciones fue promovido a secretario de Redacción, cargo que ejerció hasta su jubilación, en 1999. Actualmente revista como asesor de la Secretaría de Redacción y forma parte del consejo de dirección de Los Vascos, Euskaldunak, publicación oficial de la Fundación Vasco Argentina Juan de Garay. Fue redactor de las revistas La Chacra y Dinámica Rural, publicación esta última que también dirigió. Su hijo Rafael es subjefe editor de la sección Información General de La Nación y en 1999 fue premiado por la Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas (ADEPA) y la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP). “Maitena no tiene pelos en el plumín; nada de personajes reflexivos no firuletes inútiles. Espontánea y directa, Maitena no pretende ser

un espejo que refleje la realidad. Por el contrario, ella agarra la realidad con espejo y todo, y nos la tira por la cabeza”. Estos juicios fueron formulados por Quino, el padre de la singular Mafalda, y se refieren a Maitena Inés Burundarena, quien con el seudónimo de Maitena anima una celebrada tira diaria en la página humorística de La Nación, diario al que se incorporó tras haberse destacado en numerosas revistas, entre ellas, “Para Tí”. También se desempeñan en La Nación Alicia de Arteaga, subdirectora de la revista dominical, Jorge Urien Berri, Amalia Eizayaga, Alejandro Ochoa, Roberto Berasategui, Facundo Landívar - cuyo padre, Gustavo, también trabajó en la redacción del diario -, Miguel Espeche, Clara Zapiola, Susana Pereyra Iraola, Alberto Armendáriz, Pablo Arrechea, Juan Carlos Insiarte, Ricardo Larrondo, Paula Urien, Ana Miura, Dolores Etchebehere, Juan Azna-


42 rez, Valeria Burrieza, Carlos Landavaz y Carlos Urreta.

En La Prensa José Alberto Cortajarena, abogado, se incorporó muy joven a La Prensa, donde se le confió la crónica parlamentaria, actividad en la que cimentó su prestigio y que le sirvió de valiosa experiencia para adquirir La Razón y convertir a este diario en el primero entre los vespertinos mientras ejercía su dirección. Agudo en la observación y en el análisis, nunca cedió ante el halago ni se amedentró ante la amenaza. Dio sus primeros pasos periodísitcos en El País y en El Tiempo, diario éste de Pellegrini. Periodista de raza, José Manuel de Eizaguirre ejerció la jefatura de redacción de La Prensa, responsabilidad en cuyo ejercicio acreditó

dotes de guía y maestro de muchas generaciones de jóvenes colegas. Nacido en el barrio porteño de Caballito en 1862 y fallecido en 1930, se caracterizó por su personalida austera y sembradora de ideales, de la que dejó apreciable testimonio en varios libros representativos de su pensamiento sobre la patria, la humanidad y la salud de las instituciones republicanas. Manuel de Rezábal quiso ingresar en La Prensa a los 14 años, pero por su edad debió esperar tres años para hacer realidad sus ilusiones: hizo sus primeras armas junto a grandes maestros del oficio y tras haberse desempeñado como cronista y redactor, a los 17 años de haberse incorporado diario de los Paz fue designado subdirector, función en la que reveló plenamente su capacidad de conducción y su espíritu creativo, apegado a la verdad sin dobleces ni mácula alguna. Murió en 1910.


43 El doctor Emilio Hardoy fue un brillante editorialista en La Prensa, tribuna desde la que desarrolló una verdadera docencia política y moral; fue un político respetado, que en representación del conservadorismo llegó a ocupar una banca de diputado nacional. Alcanzó la jerarquía de subdirector del diario y fue miembro del Instituto Americano de Estudios Vascos.

Además... No se agota en estas referencias, por cierto, el aporte de los descendientes de vascos al periodismo argentino. Colaborador de La Nación y autor teatral, Víctor Ruiz Añibarro desarrolló una intensa actividad en numerosas publicaciones dedicadas a la cultura y las costumbres vascas, al tiempo que colaboraba en medios como Leoplán, Vea y Lea, Noticias Gráficas, El Hogar y Crítica.

Las filas del periodismo escrito tuvieron y tienen más apellidos vascos: Alberto Pastor Ruiz de Gauna, Rodolfo Etchegaray, Carlos Imaz, José Uriburu, Pedro Urquiza, César Urruti, Santiago Legarre, Alberto Ibarra, Basilio Uribe, Elizabeth Azcona Cranwell, María Rosa Madariaga, Jorge Harold Elorza, Magdalena Pereyra Iraola, Walter Murúa y Alberto Orozco Etchevers.

Diarios del interior Durante los siglos XIX y XX muchos periódicos del interior tuvieron como propietarios y directores a descendientes de vascos; esos medios alcanzaron singular prestigio no onbstante las precarias circunstancias en que debieron desenvolverse. Algunos de ellos siguen actualmente en la brecha; he aquí algunos nombres: Luis F. Etche-


44 vehere (El Diario, de Paraná), José Antonio Echalecu y Ana María R. de Echalecu (Acción Regional, Las Flores), Miguel Apaolaza y Néstor Benítez (Amanecer Nueva Época, Navarro), Carlos Bacigalupo Vértiz (Consultor de Salud), Juan Carlos Iturralde (El Ciudadano Cañuelense, Cañuelas), Haroldo Zuelgaray (El Norte, San Nicolás), Alberto Aita (El 9 de Julio, 9 de Julio), Luis Miguel Etchevehere (La Acción, Nogoyá), Saúl H. Santesteban (La Arena, Santa Rosa), Hugo E. Apesteguía (La Opinión, Pergamino), Juan Ramón Nazar (La Opinión, Trenque Lauquen), Carlos R. Elizarán (Productora de Servicios Periodísticas SA).

Radio y televisión Apellidos de origen vasco se encuentran, igualmente, en profesionales que ejercen su oficio ante micrófinos y cámaras de televisión.

Entre ellos, Néstor Ibarra, Héctor Larrea, Raúl Urtizberea, Ma. Belén Aramburu, Víctor Harriague, Juan Carlos Mendizábal, Enrique Macaya Márquez, Betty Elizalde, Miguel Larrarte y Horacio Quibealde.


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LA PRODUCCION EDITORIAL SOBRE TEMATICA VASCA EN LA ARGENTINA A) OBRAS* F. Jauregui 1850 - «Gramera Berria» Florencio Basaldua 1893 - «Erne» Leyenda Kantabro -americana. 1911 - «Memorias sobre la raza roja» 1913 - «Gora Eskaldunak» 1925 - «Prehistoria e historia de la civilización indígena de América y su destrucción con los bárbaros del Este» (1. Parte) 1931 - «Prehistoria e historia de la civilización indígena de América y su destrucción con los bárbaros del Este» (2. Parte)

Félix Ortíz San Pelayo 1897 - «El Fuero Vascongado» 1915 - «Los Vascos en América» Jean Pierre Arbelbide 1898 - «Archives des Misionaires d’ Hasparren» Pedro María Otaño 1900 - «Artzai Mutilla» 1904 - «Alkar» Antología poética. Daniel Lizarralde 1901 - «Len, Orain eta Gero» Mauricio Otaegui 1901 - «Disertación Foral» Claudio Uriarte 1901 - «Reivindiquemos nuestras leyes»


46 Juan Sebastián Jaca 1901 - « Causas de la mutabilidad etnológica del Pueblo Vasco» 1910 - «Euskaria» Ensayo sociológico. Dr. Tomás Otaegui Cueto (argentino) 1898 - «Usos y costumbres vascongadas». 1901 - «El primer sorteo». 1918 - «Derecho foral de Bizkaya» 1922 - «Nacionalismo vasco». 1925 - «Derechos de gentes argentina. La influencia vasca en su constructividad». Obras post-mortem 1934 - «Narraciones vascas» 1944 - «Los vascos en el Uruguay». Fermín Iturri 1905 - «El mus euskaro y el mus ilustrado». Dr. Lucas Ayarragaray (argentino)

1905 - «Los vascongados como elementos de la sociabilidad americana». Nemesio Olariaga (Editor de obras vascas) 1903 - «Irrintzi» 1907 - «Muera la mentira. Viva la verdad» Reedición del «A Mi Basko» del P. Evangelista de Ibero. 1912 - El Partido Carlista y los Fueros Vascos» Reedición de la obra de Sabino de Arana Goiri. 1913 - «Inocencia de un patriota» Alegato jurídico del Dr. Daniel de Irujo, defensor de Arana Goiri. José Pío Sagastume 1912 - «Los vascos en la Argentina» (No confundir con el conocido de Uriarte). P. Fernando Soloeta Dima 1913 - «Conjugación sintética del verbo vasco» 1913 - «Curso 1 del Idioma Basko»


47 1913 - «Le petit basque» 1922 - «Ensayo de unificación de los dialectos vascos» Obras editadas por José R. Uriarte 1910 - «Los Baskos en el Centenario» 1916 - «Los Baskos en la Nación Argentina» 1930 - «¿Quiénes son los Baskos?» Luis González Echavarri 1925 - «Sabino Arana Goiri, bardo de la Patria» 1925 - «Cantos patrióticos» Editadas ambas por Sebastián de Amorrortu. P. Marcos de Leiza 1928 - «Elementos del idioma vasco» R. Eleas 1932 - «El idioma vasco» - Editó Sebastián de Amorrortu e hijos.

1965 - «Obras completas de Arana Goiri Corrigió e imprimió Sebastián de Amorrortu e hijos. José María Garciarena Aguerre (argentino) 1956 - «Los vasco-argentinos frente a la abolición de los Fueros» 1957 - «Presente y Porvenir del Pueblo Vasco» 1954 - «Los campesinos vascos y sus descendientes en América» 1956 - «Ponencia de los argentinos de estirpe vasca al Congreso Mundial Vasco» (París 1956) P. Bernardino de Estella 1931 - «Historia vasca» 1937 - «La rebelión militar según el criterio católico» P. Garriga 1937 - «La rebelión militar y el Pueblo Vasco».


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PERIODICOS VASCOS Laurak Bat(1898) Euskal Herria(1898) Haritza(1899) Euskaria(1905) Gure Herria(1921) Eusko Deya(1939) Euskaldunak(1954) Tierra Vasca(1956)

REVISTAS 1893 - La Vasconia (La Baskonia desde 1901. Fundada en 1893) 1903 - Irrintzi 1924 - Nación Vasca 1947 - Revista «Galeusca» 1952 - Gernika

1950 - Boletín del Instituto Americano de Estudios Vascos 1994 - Los vascos - Euskaldunak (Fundación Vasco Argentina Juan de Garay) Publicación cuatrimestral. * Con la colaboración de D. Miguel Esquerro

B) Editorial Vasca EKIN SRL El Genio de Navarra, por Auro Campion Primitivos Navegantes Vascos y las Malvinas, por Enrique de Gandía Viajeros Extranjeros en Vasconia, Pinceladas Vascas, por Pierre Loti, Campion e Iturralde La Aportación Vasca al Derecho Internacional, por Jesús de Galíndez El Conde de Peñaflor y los Caballeros de Azcoitia, por José de Aralar (P. Garriga)


49 La Democracia en Euzkadi, por José de Aristimuño De Música Vasca, por los Padres Donostia y Madina Orígenes Prearios del Pueblo Vasco, por Enrique de Gandía La Lengua Vasca: Gramática, conversación y diccionario, por I. López Mendizabal Los Vascos en el Uruguay, por el Dr. Tomás Otaegui En el Pirineo Vasco, Descripciones, por Martín de Anguiozar Los Adversarios de la Libertad Vasca, 17941829, por José de Aralar Estampas Vascas, por Constantino del Esla Riquezas y Economía del País Vasco, por Andoni de Soraluze Corsarios y Colonizadores Vascos, por Michel Iriart Instituciones Jurídicas Vascas, por Manuel de Irujo

Breve Historia del País Vasco, por I. López Mendizábal Ignacio de Loyola y Francisco de Xabier, por Pedro de Basaldúa El País Vasco: Descripción General, por I. López Mendizábal Los vascos y las cruzadas, por A. de Lizarra El Derecho Vasco, por Jesús de Galíndez Arquitectura Popular, grafía y ornamentación de la rotulación vasca, por P. y J. de Zabala Pintores Vascos y no Vascos, por M. Flores Kaperotxipi La Compañía Guipuzcoana de Caracas, por José Estornes Lasa Flor de canciones populares Vascas, por el P. Jorge de Riezu La Victoria de Munguía y la reconciliación de oñazinos y gamboinos, por José de Aralar Corografía de Guipúzcoa, por el P. Manuel de Larramendi, S.J. Domingo Gart, el defensor de Biltzar, por Isido-


50 ro de Fagoaga Estudios sobre la Poesía Vasca, por Jesús M. de Liezaola Estética Vasca, por Bernardo Estornés Lasa Francisco de Vitoria y el Nuevo Mundo, por Enrique de Gandía Blancos y Negros, por Arturo Campión El Hombre Prehistórico en el País Vasco, por José Miguel de Barandiaran Teatro Vasco: El Bardo de Iralzu, El árbol dio una canción, Mujeres de Berrigorría, por Víctor Ruíz de Añibarro Arte Vasco, Pintura, Escultura, Dibujo y Grabado, por M. Flores Kaperotxipi La Conquista de Navarra, 4 Tomos, por P. Boissonnade Amaya o los Vascos en el Siglo VIII, por F. Navarro Villoslada La Tierra de Ayala y sus Fueros, por Jesús de Galíndez Vascos en Cuba, por Jon de Bilbao

Sor Juana Inés de la Cruz, por Cecilia Guilarte Eneko Aritza, Fundador del Reino de Pamplona, por Bernardo Estornes Lasa Gudi Aditza (El verbo vasco), pot J. Bonifacio de Ataun La crónica en la Poesía popular vasca, por Jesús M. de Leizaola Sancho el Mayor, Rey de los Vascos, 2 Tomos, por A. de Ortueta Gernikako Arbola, por Enrique García Velloso Iztegui, Erdera Euskera (Castellano Vasco), por, Tar Txomín Iztegui, Euskera Erdera (Vasco Castellano), por Xakakortexarena, Tar Txomín 1808-1814 en la poesía popular vasca, por Jesús María de Leizaola Colonizadores de la Epopeya americana, por Xamurre Unamuno y el Vascuence, por Martín de Ugalde El Hombre Vasco, por Vicente Amézaga Aresti Lo Vasco en Pío Baroja, por Eloy Placer


51 Romances Vascos y Literatura Prehistórica, por J. M. de Leizaola Navarra en su Vida histórica, por Arturo Campión Y Sucedió en la tierra de mi Padre, por F. Carmen Echevarría de Lobato Mulle Martín Fierro - Matxin Burdín, de José Hernández, versión vasca de Xakakortexarena Acontecimientos del siglo XX en poetas euskéricos, por J. M. de Leizaola Los Gauchos Vascos, por Juan Goyechea Carta de Tierra Adentro, por José María Garciarena El Refranero Vasco Antiguo y la Poesía Euskérica, por J. M. de Leizaola Cristiano Bueno: contribución al Conocimiento de la historia de nuestra Pampa, por Horacio J. Aramburu De Guernika a Nueva York pasando por Berlín, por José Antonio de Aguirre y Lekube Con los Alemanes en París, por Pedro de Basaldúa Cinco Conferencias pronunciadas en un Viaje

por América, por José Antonio de Aguirre y Lekube Los Vascos y la República Española. Contribución a la Historia de la Guerra Civil, por A. de Lizarra Los Vascos en el Madrid Sitiado, por Jesús de Galíndez La Comunidad Ibérica de Naciones, por Manuel de Irujo, Luis Araquistain, Cortesao y Pi y Sunyer. Para qué…? De Alfonso XIII a Juan III En Defensa de la Verdad (Refutación a Mons. Franceschi), por Pedro de Basaldua Gudaris, Recuerdos de Guerra, por Sancho de Beurko Jesús de Galíndez, por Pedro de Basaldúa Los Vascos -argentinos frente a la abolición de los Fueros, por José María Garciarena Hombres de Paz en la Guerra, por Alberto de Onaindía Experiencia del Exilio, por Alberto de Onaindía La Iglesia como Problema en el País Vasco, por


52 Manu Eli Lipúzcoa Memorias, 3 Tomos, por Manuel de Irujo Inglaterra y Los Vascos, por Manuel de Irujo Principales Conflictos de Leyes en América Actual, por Jesús de Galíndez El Libertador Vasco Sabino de Arana y Goiri, por Pedro de Basaldúa Pedro Garat, el Orfeo de Francia. Biografía del célebre tenor vasco del siglo XVIII, por Isidoro de Fagoaga De Vasconia a Buenos Aires. Historia de una Emigración en el siglo XIX, por A. I. Garaicoechea Julián Gayarre. En el centenario de su muerte, 1890-1990, por Eduardo Arnosi Gramática Vasca Abreviada, por Isaac López Mendizábal Amí Vasco, por el P. Evangelista de Ibero El Asesino de los Fueros, por Un Navarro de la Ribera Euzko Amí, por Ibero Tar Evangelista El Caso del Clero Vasco, por el P. Iñaki de

Azpiazu Zure anaia ixilkari en euskera y erdera Bere Idazkiak por Norberto Tauer Jóvenes de Mañana, por Alberto de Onaindía Aurreruntz - Hacia adelante

C) FUNDACION VASCO ARGENTINA JUAN DE GARAY Investigación: Asentamientos vascos en el Territorio Argentino (Siglos XVI a XIX) Tomo I: Jujuy (1991); Tomo II: Santa Fe, Entre Ríos, Catamarca y Santiago del Estero (1993); Tomo III: Córdoba, Corrientes, Tucumán, Mendoza, San Juan y San Luis (1996); Tomo IV: Provincia de Buenos Aires 1580-


53 1713 (1999) Tomo V: Provincia de Buenos Aires 17131810 Tomo VI: Provincia de Jujuy

Otras publicaci贸nes - Los vascos- Euskaldunak (Publicaci贸n cuatrimestral) - 1994

Libros Apellidos vascos de Jorge Beramendi (1993); Historia vasca de Enrique Aramburu, Jorge Beramendi, Pedro Beramendi y Miguel Esquerro (1993); Los vascos de Enrique Aramburu (1994); La lengua m谩s antigua de Europa. Manual de literatura vasca de Enrique Aramburu (1999)

D) OTROS Vascadas de Roberto E. Landaburu (1993); Los abuelos vascos en el R铆o de la Plata de Alberto Sarramone (1995); Los abuelos vasco franceses que vinieron a la Argentina de Alberto Sarramone (1999).


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Directores de la Biblioteca Nacional

1837-1852 Felipe Elortondo y Palacios 1852-1853 Marcos Sastre

1810

Mariano Moreno

1810

Cayetano Rodríguez

1811-1821 Luis Chorroarín 1821-1822 Saturnino Segurola 1822-1828 Manuel Moreno 1828-1829 José Ignacio Grela 1829

Valentín Alsina

1829-1833 José Ignacio Grela 1833-1837 José María Terrero

1853-1858 Carlos Tejedor 1858-1871 José Mármol 1871-1879 Vicente Quesada 1879-1884 Manuel Ricardo Trelles 1884-1885 José Antonio Wilde 1885-1929 Paul Groussac 1930-1931 Carlos Francisco Melo 1931-1955 Gustavo Martínez Zuviría 1955

José Luis Trenti Rocamora


55 1955

Raúl Touceda

2000-2002 Francisco Delich

1955-1973 Jorge Luis Borges

2002 - 2003 Silvio Juan Maresca

1973-1976 Vicente Sierra

2003 - 2004 Horacio Salas

1976-1979 José Edmundo Clemente

2004 -Elvio Vitali

1979-1984 Horacio Hernán Hernández 1984-1985 Gregorio Weinberg 1985-1989 Dardo Cúneo 1989-1991 José María Castiñeira de Dios 1991-1994 Enrique Pavón Pereyra 1994-1996 Héctor Yánover 1997-2000 Oscar Sbarra Mitre


56 Luis José de Chorroarín

Saturnino Segurola

Sacerdote. Nació en Buenos Aires el 27 de agosto de 1757. Fue alumno del primer curso de filosofía que dictó el doctor Carlos José Montero a partir de 1773. Fue profesor y luego rector del Real Colegio de San Carlos. Asistió al Cabildo Abierto del 22 de mayo de 1810, donde junto con otros patriotas, votó por el cese del virrey Cisneros. En enero de 1811 fue nombrado segundo bibliotecario de la flamante Biblioteca Pública.

Sacerdote y filántropo. Nació en Buenos Aires el 11 de febrero de 1776. Realizó estudios en el Real Colegio de San Carlos y siguió sus cursos de Filosofía con Mariano Medrano. Luego de recibir las órdenes menores, se doctoró en la Universidad de San Felipe en Santiago de Chile. Fue el introductor y propagador de la vacuna antivariólica en el país. Nombrado segundo bibliotecario por la Primera Junta, renunció al cargo en enero de 1811. En 1821, por decreto de Martín Rodríguez, fue designado director de la Biblioteca, tarea en la que se desempeñó hasta que fue sustituido por Manuel Moreno. Participó como tesorero en las obras de la Catedral de Buenos Aires. Se desempeñó también como profesor de ana-

Le correspondió el orgullo de inaugurar la institución y se mantuvo en el cargo de director hasta que en septiembre de 1821 el Gobierno designó al presbítero Segurola. Murió casi ciego el 11 de julio de 1823 en la ciudad de Buenos Aires.


57 tomía y fue nombrado administrador de la Casa de Niños Expósitos en 1817. Murió el 23 de abril de 1854.

José María Terrero Sacerdote. Nació en Buenos Aires en 1787, estudió en la Universidad de San Carlos de Córdoba y se ordenó en 1809, año en el que el obispo Lué lo nombró capellán de la Catedral de Buenos Aires. El director Juan Martín de Pueyrredón lo designó en 1818 vicerrector del Colegio de la Unión del Sur. Fue diputado a la Legislatura en 1832, reelecto en 1833 y 1834. El 14 de noviembre de 1833 fue designado director de la Biblioteca en reemplazo de Ignacio Grela. Murió el 9 de enero de 1837.

Felipe Elortondo y Palacios Sacerdote. Nació en Buenos Aires el 1 de mayo de 1802. Una vez ordenado cumplió diversas funciones hasta que en 1827 fue designado vicerrector del Colegio de Estudios Eclesiásticos. En 1831 fue elegido diputado a la Sala de Representantes de Buenos Aires. Reelecto en 1836, continuó en el cargo hasta Caseros. El 18 de enero de 1837 fue nombrado director de la Biblioteca Pública, cargo que mantuvo hasta la caída de Rosas. Murió el 12 de agosto de 1867.

Gustavo Martínez de Zuviría Novelista, abogado y académico. Nació en Córdoba el 23 de octubre de 1883. Adoptó literariamente el seudónimo de Hugo


58 Wast, con el que dio a conocer una vastísima obra narrativa que fue traducida a una docena de idiomas. La enorme popularidad alcanzada por sus novelas, muchas de ellas basadas en episodios de la historia argentina, permitió que obtuvieran una tirada masiva. Entre sus numerosas obras pueden recordarse La casa de los cuervos (1916), Flor de durazno (1911), Una estrella en la ventana (1924), Desierto de piedra (1928), Myriam, la conspiradora (1926), Oro (1938) y El sexto sello (1941). Varios de sus argumentos fueron llevados al cine. Fue profesor de Derecho en la Universidad de Santa Fe y diputado nacional entre 1916 y 1920. En 1931 se hizo cargo de la Biblioteca Nacional, donde permaneció hasta mediados de 1955 y cuyo patrimonio bibliográfico logró

acrecentar de manera notable. Fue presidente de la Comisión de Cultura, interventor de la provincia de Catamarca en 1941 y ministro de Justicia e Instrucción Pública de la Nación en 1943. Durante su gestión logró que se implantara la enseñanza religiosa en las escuelas. Murió en Buenos Aires en 1962.

Horacio Salas Nació en Buenos Aires. Poeta, ensayista e historiador, ha publicado más de treinta títulos. Desde 1976 hasta 1983 vivió en España, donde publicó cuatro volúmenes. Entre sus libros de poesía se destacan Memoria del tiempo (1966), La corrupción (1969), Mate pastor (1971), Gajes del oficio (1979); Cuestiones personales (1985) y Dar de nuevo (2003) y han aparecido tres antologías de su


59 obra, en España y la Argentina. Como ensayista ha publicado: La poesía de Buenos Aires (1968), La generación poética del 60 ( 1976); La España barroca (1978), Borges, una biografía (1994) , El Centenario (1996), y Homero Manzi y su tiempo, (2001). Su libro El tango, una historia social de la música de Buenos Aires, ya ha alcanzado nueve ediciones y ha sido editado en Francia, Italia, Alemania , Grecia, y Japón. En 1996, la Editorial Patiño de Ginebra, Suiza dio a conocer su Poésie Argentine du XXe. Siècle, en edición bilingüe francés-castellano. Su obra ha sido traducida a trece idiomas y ha obtenido los premios Nacional y Municipal de la Ciudad de Buenos Aires, tanto en ensayo como en poesía. Ha ejercido el periodismo y la docencia universitaria. Ha dictado cursos y conferencias en una vein-

tena de universidades europeas y americanas. Dio a conocer centenares de ensayos, tanto de historia como de literatura, en publicaciones argentinas y extranjeras. Fue Secretario de Cultura de la Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires y es miembro titular de la Academia Argentina de la Historia, la Academia Nacional del Tango y la Academia Porteña del Lunfardo. Actualmente se desempeña como Director de la Biblioteca Nacional y del Fondo Nacional de las Artes. En el 2001 fue declarado por la Legislatura Ciudadano Ilustre de la Ciudad de Buenos Aires. El gobierno francés lo condecoró con la orden de Caballero de las Artes y las Letras.


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PEDRO MARÍA OTAÑO

Los ancestros Pedro Maria Otaño provenía, precisamente, de una familia de "bertsolaris" muy renombrada en Guipuzcoa. Nació el 26 de enero de 1857, mellizo con su hermana María Josefa, en Zizurquil, Guipúzcoa. Los padres de Pedro María eran Juan Pedro Otaño y Juana Bautista Barriola; y sus abuelos Pedro Mari Otaño (llamado "Errekalde Zarra") y Micaela Lasa, ambos bertsolaris. El hermano del abuelo, Don José Bernardo Otaño, era también bertsolari de renombre. Los Otaño de Errecalde constituían -dice Antonio Zavala en Bosquejo de la Historia del Bert-


61 solarismo, San Sebastián, 1964- una nueva generación de "bertsolaris", que surge al terminar la segunda guerra carlista . De "Errekalde Zarra", conocemos poco -agrega Zavala- pero se conservan bastantes estrofas que él cantó en sitios públicos, recopilados por su pariente el sacerdote R.P. José Loinaz Otaño. Sobre Pedro Maria Otaño, dice el mismo autor que el más joven de los Otaño trae al bersolarismo algo nuevo, una modalidad y un espíritu distintos. Y la esencia de la innovación consiste en que él tiene una atención refleja y conciente hacia lo bello, hacia lo que comunmente se llama poeía. Y eso supo hacerlo sin apartarse del espíritu del pueblo. Por eso -concluye- Pedro Maria gusta a todos, al pueblo iletrado y al hombre culto, que lo encuentra más cerca y más asequible que a los demás bertsolaris.

La familia Pedro María Otaño y Barriola se casó en San Sebastián con María Magdalena Alberdi y Descarga, tuvieron la descendencia que sigue. Se usa la numeración decimal el primer número identifica al hijo el segundo al nieto y así sucesivamente. Hijos 1. Bernardo Otaño Alberdi, nació en San Sebastián, se casó en primeras nupcias con Juana Cazenave, padres de dos hijos. Se casó en segundas nupcias con Juana Jaca Otaño, padres de un hijo. 2. Juan Miguel Otaño Alberdi, nació en San Sebastián, se casó con Clotilde Volanti, padres de una hija. 3. José Ignacio Otaño Alberdi, nació en San Sebastián, se casó con María Elena Sánchez,


62 padres de un hijo 4. María Teresa Otaño Alberdi, nació en Pehuajó, se casó con Armando Mouján, con sucesión 5. Juana Otaño Alberdi, nació en Pehuajó, se casó con Remigio Ardanaz, padres de dos hijos. 6. María Magdalena Otaño Alberdi, nació en Pehuajó.

Nietos 11. Pedro María.Otaño Cazanave, se casó en primeras nupcias con María Cajaraville y fueron padres de dos hijos y se casó en segundas nupcias con Elena Ezcurra, y fueron padres de tres hijos 12. Dora Otaño Cazanave, se casó con Norberto Scotti, padres de 13. Bernardo Otaño Jaca, casado con Isabel

Rodriguez Amadeo, padres de tres hijos. 21. María Magdalena Otaño Volanti, 22. Amelia Otaño Volanti, se casó con Ernesto Sosa, con sucesión de apellidos Carli Sosa, Sosa Nanni, etc., 31. José Luis Otaño Sánchez, se casó en primeras nupcias con Marta Gil, padres de dos hijos. Se casó en segundas nupcias con Margarita Branchini, padres de tres hijos. 51. Susana Ardanaz Otaño 52. Héctor Ardanaz Otaño, se casó con Carla Viani, padres de tres hijos

Bisnietos 111. Pedro María Otaño Cajaraville, casado con Amalia 112. Maitena Otaño Cajaraville, casado con Rubén Romaniello 113. Marcos Otaño Ezcurra, casado con María


63 Elena Oyuela, padres de 114. Valeria Otaño Ezcurra, se casó con Carlos Sabatté, con sucesión 115. Santiago Otaño Ezcurra 121. Eduardo Scotti Otaño, se casó con Teresa Ansaldo, con sucesión 122. María José Scotti Ocaño, se casó con Carlos Ardohain, padres de cinco hijos. 123. Matías, se casó con María Biaus, 124. Bernardo, se casó con Victoria Talleda, con sucesión 131. Soledad Otaño Rodriguez, 132. Ramiro Otaño Rodriguez, casado con Soledad Beckerman, padres de Cruz Tadeo, 133. Aitor Otaño Rodriguez 311. Marta Otaño Gil, se casó con Stephan Loos, 312. Marcelo Otaño Gil, se casó con Graciela Nafria, 313. Luis María Otaño Branchini 314. Martín Otaño Branchini

315. José Ignacio Otaño Branchini 521. Alejandro Ardanaz Viani, se casó con Alejandra Vidal, padres de un hijo 522. Carla Ardanaz Viani, se casó con Alejandro Lamacchia, con sucesión 523. Lucía Ardanaz Viani, se casó con Andrés González, con sucesión

Tataranietos 113.1. Flora Otaño Oyuela 113.2. Delfina Otaño Oyuela 113.3. Dolores Otaño Oyuela 122.1.Lucas Scotti Ardohain 122.2Carolina Scotti Ardohain 122.3.Tomás Scotti Ardohain 122.4.Felipe Scotti Ardohain 122.5.María José Scotti Ardohain 521.1 Juan Cruz Ardanaz Vidal


64 Vida Pedro Mari Otaño era un humilde bertsolari de pueblo pero culto al mismo tiempo, de un gran sentimiento literario. Sus bertsos "Limosnatxo bat" (Una pequeña limosna) o "Mutil koxkor bat" (Un muchacho) se encuentran no sólo entre los más conocidos de la historia del bertsolarismo sino también entre los más increibles. Es bien sabido que la fuerza del bertso descansa en su última rima, de ahí que la sorpresa, la idea más importante se guarde para el final. Otaño, sin embargo, hacía lo contrario. Siempre utilizaba la misma rima final por lo que se veía obligado a utilizar esa misma rima durante los seis bertsos, consiguiendo a pesar de todo, una fuerza y calidad impresionantes. "Zazpiak bat" es importante por muchas razones: antes de que el nacionalismo formulara sus planteamientos, y gracias a la conciencia

que nace del sentimiento de pertenecer a una misma comunidad lingüística, la idea de unidad de Euskal Herria ya se encontraba ampliamente implantada entre los escritores vascos. Otaño en la Argentina Otaño viajó en tres ocasiones a Argentina y a pesar de su deseo de que sus restos descansaran en tierras vascas, fue enterrado en tierras americanas. Cuando Pedro María Otaño llegó a este lugar perdido en la inmensidad de las pampas de Buenos Aires, Pehuajó era un pueblo de frontera, fundado 14 años antes, sobre la base de un núcleo de pobladores, que se habían establecido en el paraje conocido como "Las Mellizas", probablemente a partir del año 1867, cuando la línea de la Frontera Oeste se avanza hasta el Médano de la Estaca (hoy partido de Carlos Casares), con eje en el Fuerte General Paz.


65 Formación de Pehuajó Al comenzar la década de los años 70, este asentamiento había adquirido cierta importancia, puesto que un decreto provincial del año 1871 alude a la existencia de vecinos en esa zona, a efectos de reservar -fuera todavía de la línea de frontera- los terrenos necesarios para la fundación de un pueblo. En esta década de 1870, se producen acontecimientos muy importantes para la vida del joven vasco Pedro Mari Otaño, tanto en su tierra natal, donde se desató la Tercera Guerra Carlista, como en las tierras vírgenes del Oeste Bonaerense, en las que algunos aventurados pobladores pugnaban precisamente para formar un pueblo nuevo. Dos batallas y dos campañas militares se registran en nuestro país para esa época, cuyos

efectos tienen mucho que ver con la naciente comunidad de "Las Mellizas". En las inmediaciones de una laguna llamada "Cabeza de Buey" (hoy Bolivar), tiene lugar en 1872 la batalla de San Carlos, donde se enfrentan las fuerzas nacionales contra un verdadero ejército de 4000 indios al mando de Calfucurá, seguido por Namuncurá, Pincén y otros bravos. En esta batalla, importante, resultó vencido Calfucurá y quebrado, pero no destruido, el poder guerrero de los indios que actuaban en esta zona. La otra es la batalla de La Verde, que se produce en 1874, con motivo de una revolución que conmovió a todo el país. Hombres de Las Mellizas participaron en la lucha, ya sea con las tropas nacionales o las revolucionarias.


66 La primera de las campañas militares que repercutió profundamente en la zona de Las Mellizas, fue casi una consecuencia de aquellas dos batallas: con la de San Carlos se debilitó el poder de los indios, y en La Verde se consolidó la presidencia de Avellaneda. Su Ministro de la Guerra, Don Adolfo Alsina, pudo ejecutar su plan de población del Desierto, y avanzar la Frontera Oeste hasta la línea Italó . Trenque Lauquen - Guaminí . Carhué Puán. Las Mellizas quedó ahora dentro de la frontera real y comenzó a trabajar y crecer con un ritmo asombroso. La segunda campaña militar, que eliminó las fronteras internas dentro del territorio nacional, fue conducida por el general Don Julio Argentino Roca en los años 1879/80. Se produce, entonces, una de las situaciones

más favorables para atraer la inmigración de que se tenga memoria en los anales de la República Argentina y del mundo.Ahora el asentamiento de Las Mellizas dejó de ser una peligrosa avanzada en los confines de la Frontera Oeste, y los esforzados inmigrantes comienzan a consustanciarse con los primeros pobladores. El pueblo incipiente recibe su bautismo público con los decretos del 3 de julio de 1883, dictados por el gobernador de la Provincia de Buenos Aires, Dr. Dardo Rocha. El capitán Dardo Rocha, héroe del combate de Pehuajó en la guerra del Paraguay, realizó como gobernador una de sus más preciadas obras de gobierno, al impulsar la creación del nuevo pueblo en el lugar que conocía por haber visitado personalmente "Las Mellizas" en el año 1881.


67 Para esa visita, el Dr. Dardo Rocha viajó en el tren del Ferrocarril del Oeste hasta la terminal, que desde 1877 estaba en Bragado, y luego en galera, cambiando caballos en Nueve de Julio. Por iniciativa de Don Rafael Hernández, la nomenclatura de las calles y plazas del nuevo pueblo de Pehuajó, se efectuó en base a los nombres de poetas y escritores. Y este importante acto cultural no sólo fue aceptado con orgullo por los habitantes de Pehuajó, sino que parece haber signado desde el inicio a la comunidad pehuajense, para el respeto a los hombres de letras y a las más altas expresiones de la cultura.

hacia una nacionalidad distinta y definida.

Otaño en Pehuajó

El caso es que los amigos bertsolaris le cantan una despedida y Pedro Maria, por la congoja, no les puede responder. Dos años después, produjo Agur, que tradujo su hija María Teresa.

En estas épocas iniciales se establece la familia Otaño en Pehuajó, y adapta los modelos europeos, con una gran velocidad de trasmutación,

Es un proceso dinámico de argentinización con una gran movilidad social y económica, en un ambiente que favorece la solidaridad y la libertad, como también la igualdad de oportunidades. La necesidad de ganarse la vida y la profunda nostalgia por su país le persiguieron durante toda la vida. Ya fuera pastor en la Pampa o profesor de euskera en Buenos Aires, era incapaz de superar esa tristeza. Su nostalgia quedó insuperablemente plasmada en su poema "Amerikako Pampetan" (En las pampas americanas)


68 Agur Agur, orain bi urte Esan ziruziten Agur kantaridiya Erantzun nizuten Agur aek ezditut Biotzetik usten Ai! bazeundete zulo batetik ikusten Nere animak nola Agurtzen zaitusten Adiós, ahora dos años Ellos me decían Adios, cantando Rsponder yo debía Adiós a ellos no podía expresar La congoja de mi corazón Ay! Si hubieran podido Escudriñar

Cómo mi alma Decíales Adiós.

Curso de idioma vasco A principios del año 1898, radicado Pedro María en la Argentina, fue presentado al prestigioso Centro Laurak Bat de Buenos Aires, por el señor Juan S. Jaca. En virtud del artículo 2 del mandato estatutario del Centro Laurak Bat, se dispuso en la asamblea realizada en el año 1877, fundar escuelas de primera y segunda enseñanza donde se estudiara el euskera. En 1904 ese Centro creó una cátedra de euskera. A partir de 1906 comenzó un curso de idioma vasco en la Escuela Superior de Comercio de la Nación, bajo la dirección del ex-residente pehuajense Sr. Pedro María Otaño y Barriola, quien a su vez dictaba la cátedra del Laurak Bat.


69 Poesías Para fines del siglo XIX, comienzan a publicarse en el periódico "La Baskonia" de Buenos Aires. versos de Pedro María Otaño, fechados en Pehuajó, como el poema "Laztana edo musurik onena", del 23 de febrero de 1899, en el que canta recuerdos de amor a su madre. En el mismo año 1899 el poeta vasco en Pehuajó, Pedro Mari Otaño, publica una composición famosa entre los vascos radicados en la América y en la propia Euskalerría, con traducción de María Teresa Otaño de Mouján.: el poeta soñó siempre con su Euzkalerriko maitea, la tierra amada y distante: Gu ta gutarrak Zer da Euskera, nor da euskaldunak, zeiñ, ta nongotarrak dira? Galdezka daude atzerritarrak

alde ontara begira, mundu gustyan bere berdiñik ez duben Euskal errira. Eziñ ikusi gaituste ondo, irten gautezen argira, iñork mantxarik sortu ez dezan gure jatorri garbira El euskera, qué es? los baskos, quiénes son? quienes? de dónde fueron? pregunta el extranjero mirando aquel rincón. No hay en el mundo entero como Euzkadi otro igual, Al pueblo que venero lo hizo Dios inmortal. Sin manchas ha nacido puro y noble a la luz, y así se ha mantenido nos ampara la cruz.-


70 "Gu ta gutarrak" se publicó en La Baskonia el 30 de mayo de 1899, y luego en los libros "Alkar" y "Pedro Mari Otaño'ren Bertsoak". En el año 1900 la actividad creadora de Pedro Mari Otaño es muy intensa. Su producción poética tiene inmensa repercusión en la República Argentina y en el País Vasco. El 2 de enero de 1900, fechado en Pehuajó, aparece en "La Baskonia" con importantes titulares su "Aita Semeak". En 1904 se edita en Buenos Aires la antología poética de Otaño llamada Alkar.

Libretos de Óperas El 8 de febrero de 1900 se estrena en el desaparecido teatro Victoria de Buenos Aires, la ópera vasca en tres actos titulada "Artzai Mutilla" (Muchacho pastor de ovejas). con letra de

Pedro Mari Otaño y música del maestro Ortiz de San Pelayo. El eminente crítico teatral Profesor Don Juan José de Urquiza dice que esta ópera tuvo rotundo éxito y agrega que el "bertsolari" Otaño se destaca por su intensa labor cumplida principalmente en Pehuajó. Los diarios de la época, "La Nación", "La Prensa", "El País" y "El Correo Español" comentan favorablemente la obra y en especial ponderan la enjundia poética de Otaño. En 1907 escribe una segunda ópera con el mismo músico intitulada "Lora". Para entonces, ya se considera en todas partes a Otaño como un poeta mayor de las letras éuskaras y la evolución de su genio poético se comienza a señalar con claridad. Dice Luis Jaiskibel que el de Otaño es un caso único, pues no se trata de un bardo, sino de un verdadero escritor en vascuence. Y agrega que su euskera es claro, esencialmente popular.


71 Explica que Otaño trata de no separar al idioma del pueblo, "del verdadero elemento llamado a sostenerlo"

Muerte de Otaño Continúa la obra de Pedro María Otaño, con producciones famosas como "Anaitasuna", "Amacho Laztana", y El Árbol de Guernica. Cuando fallece, en mayo de 1910 sus familiares, amigos y admiradores lo despiden con tristeza. En la plaza de Zizurkil (Guipuzcoa), junto a la iglesia, se erigió un busto en honor de Pedro Mari Otaño. La experiencia de Pedro Mari Otaño en la República Argentina y especialmente en Pehuajó, dejó profundas huellas en la poesía euskara que él cultivó y animó hasta el sacrificio.

Llevó sus contenidos poéticos hacia la belleza y la perduración, hasta cumbres que los hacen asequibles a todos los hombres sin distición de nacionalidades. En sus temas campean los conceptos de libertad. amor, amistad, hermandad y patriotismo, que constituyen un motivo recurrente en sus versos y en su alma. Son expresiones, además, de su experiencia de vida en las pampas del Oeste Bonaerense. Alberto E. Azcona escribe estas cosas en Los Vascos en el Oeste Bonaerense, y los Relatos del Oeste Bonaerense en el Boletín del Instituto Americano de Estudios Vascos. La fuente más importante de la obra de Otaño es Antonio Zavala Echeverria que en su editorial Auspoa colección Auspoaren Sail Nagusia recopila la obra de Otaño.


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JOSÉ DE MATURANA Jorge Beramendi

La personalidad de José de Maturana José de Maturana (1884-1917) fue un poeta, dramaturgo, crítico y periodista argentino que tuvo mucho renombre principalmente como poeta. La revista teatral La Escena en su número 20 del 14 de noviembre de 1918 dice: José de Maturana no ha encontrado aún el biógrafo que estudie con detención su obra teatral. En este país en que tanto se tolera, y aún se prestigia el ditirambo en propio beneficio, no ha habido todavía quien dedicara a comentar


73 la lírica labor del poeta fallecido [16 meses atrás de este comentario], el cuarto de hora que se roba a la charla de café. Y sin embargo todos están convencidos de que su paso por la escena criolla fue provechoso para las letras nacionales; nadie niega la pujanza de su rica imaginación; se habla de Maturana con respeto, a veces con cariño, pero se le olvida en el elogio donde se involucra a los benefactores de nuestra escena, y se colma el panegírico en cambio con el autor del día, con el que, aventajándole en fortuna, vivió sus mejores épocas, y extrajo del laurel del éxito los mayores gajos en gracia a la oportunidad o a la buena suerte. Y sin embargo es merecedor, quien tanto de íntima sensibilidad brindó al teatro nacional, al comentario encomiástico y consecuente de los que se arrogan la tarea de conservar en el recuerdo de los pueblos, el nombre de los hombres prominentes.

Maturana ante todo, un poeta, un gran poeta. La belleza de su obra escénica se destaca más en sus puiezas de verso; verso gallardo y sonoro de métrica libre y de amplia concepción, quie denota un espíritu selecto y modernísimo del poeta. Este extenso panegírico de la Dirección de la revista nos está dando la pauta de la importancia que había logrado el escritor en su época. Hoy este autor teatral está completamente olvidado. Es propósito de esta reseña rescatar esta figura de origen vasco. Para lograr componer una retrato de su vida hemos recurrido a parte de su obra, a internet que nos brindó información sobre su obra en las revistas, y en diversos artículos que aparecieron en distintas publicaciones.


74 El apellido Este es un apellido toponímico que proviene de la villa del mismo nombre en Álava, PaísVasco, España. En la Argentina se encuentra ampliamente difundido localizándose actualmente familias de ese apellido en la ciudad de Buenos Aires, en el el conurbano de la ciudad, en la provincia de Buenos Aires en las localidades de Tandil, Berutti, Guernica, Trenque Lauquen, La Plata, Punta Alta, Junín, en la provincia de Chubut en Comodoro Rivadavia, en la provincia de Mendoza en las localidades de Mendoza, R. de la Cruz, Maipú, Palmira, Malargue, La Consulta, en la provincia de Córdoba en las localidades de Unquillo, Jesús María, Villa María, en la provincia de Tucumán en Tucumán, Concepción en la provincia de Santa Cruz en Río Gallegos, en la provincia de Nuequén Neuquén, en la provincia de Santa Fe V. Tuer-

to, Sunchales, Rosario, en la provincia de Santiago del Estero en Santiago del Estero, Quimili, en la provincia de Salta en H. Yrigoyen, Metán, en la provincia de Misiones Posadas, en la provincia de La Pampa Gral. Pico, y por último en la provincia de Río Negro en la localidad de General Roca. Rama del apellido en Chile Este apellido en Sudamérica tiene una rama en Chile. Pedro de la Barrera Serazo, nació en España, Talavera de la Reina, Castilla, muere por 1604, casó con Mariana Maturana, hija de Bautista Maturana y Constanza Negrón Luna, muerta por 1646. Llegó a Chile por 1575, catalogado como hidalgo, como refuerzo en la guerra contra los araucanos. Residió en Angol donde poseyó casas y una encomienda, las que más adelan-


75 te fueron destruidas por los araucanos. Por la destrucción de esa ciudad huyó junto a su mujer a Colchagua, donde recibieron algunas encomiendas, como la de Peumo. Del matrimonio con Mariana Maturana, hay registrado tres hijos: Juan Bautista Maturana, Constanza Negrón Maturana y Mariana Maturana. El primero de ellos nació en la ciudad de Angol, Chile por 1590, murió en 1665, casó con Magdalena González del Pulgar. De su mujer recibió una dote de 2000 pesos, dueño de extensas tierras en Colchagua, vendió 800 cuadras a los Mercedarios. Recibió además mercedes por otras como las entregadas por el Gobernador Francisco López de Zúñiga en 1641. De su matrimonio con Magdalena González del Pulgar, hay registrados diez hijos: 1) Catalina 2) José, 3) Juana, 4) Tomasa, 5) Pedro de Valles, Sacerdote, 6) María, 7) Juan Bautista ,

8) Diego, 9) Francisco, 10) Margarita. Esta familia dejó numerosa descendencia y el compositor folclórico argentino Chuchi Leguizamón compuso precisamente la zamba Maturana, recordando a un Maturana chileno que se exilió en Argentina. El poeta José de Maturana nació en Buenos Aires el 15 de mayo de 1884. En 1901, siendo aún adolescente publicó un pequeño libro de versos, titulado Cromos. Luego publicó un segundo titulado Lucila y posteriormente un tercero llamado Poemas de Color en 1902. Siguió su producción más tarde con otros dos títulos Las fuentes del camino (1909) y Naranjo en flor (1912). Sus escritos en prosa fueron recogidos en El balcón de la vida (cuentos, impresiones de via-


76 je y crítica). Algunos de sus escritos recogen las experiencias de sus dos viajes a Europa. Publicó los folletos Gente honrada… , El dolor en el teatro y otros. En los libros de poesías como Naranjo en flor se recogen composiciones dedicadas a España como Saludo a las Callejas de Madrid y El Alma de Andalucía y a los cuadros del Museo del Prado La Pastora de Velazquez, La Diana de Rubens, La Bruja de Goya, La Marquesa de Van Dyck y La Maga de Rembrandt. El autor teatral Además de su producción lírica se volcó al teatro. Sus dramas son poéticos. En 1906 estrenó la obra A las doce, representada por la compañía teatral de los Podestá en el teatro Nacional. En 1907 estrena sus obras Jaula de locos, ¡Qué calor con tanto viento! (sainete muy popular), La suerte negra y La

flor de trigo, esta última en el teatro Apolo en 1908. Además esta obra fue interpretada el 9 de julio de 1950 por Radio del Estado en la primera emisión del programa Las Dos Carátulas, que era una idea del Dr. José Ramón Mayo de adaptar obras teatrales para la radio, no siendo radioteatro. Este ciclo se continúa hoy después de más de medio siglo de iniciado. Las revistas Alberto Ghiraldo (1874-l946), cuyo libro Fibras de 1895 prologara Rubén Darío, fundó en 1904 -año en que también publica Música prohibida- la revista Martín Fierro, combatiente y candorosamente anarquista. Un año después, José de Maturana -que ha publicado ya sus tres primeros libros: de poesía- funda, junto con Juan Más y Pi, Nuevos caminos. Se asiste al descubrimiento de otros universos


77 poéticos que implican un acercamiento a la cotidianidad y una preocupación no esporádica por los problemas que la realidad del siglo plantea al grupo intelectual. Surgen así temas nuevos -que sólo Almafuerte había intuido- y, consecuentemente, una búsqueda de la expresión directa, como reacción, en parte, frente al modemismo encarnado en la figura avasalladora de Lugones. Todo esto implica, primero, la creación de la retórica del sencillismo, que Carriego ejemplifica; en segundo lugar, el comienzo de ciertas formas especiales de estructurar realidad y poesía, como en Ghiraldo, Maturana, Emesto Maño Barreda y Mario Bravo; y por último, a través de dos décadas, una decantación del modernismo que se transfigura en un lirismo renovado formalmente en poetas cpmo Pedro Miguel Obligado, Rafael Alberto Arrieta y Arturo Capdevila.

Alberto Ghiraldo se alejó de su habitual forma de participación pública, defendiendo los derechos de los trabajadores, creyó ver llegada la hora de volver a intervenir haciendo lo que mejor sabía: creando una revista. Ghiraldo intentó construir en esta publicación una tribuna de debate, pero también un lugar donde puedan incluirse otros intelectuales que no participan del ideario ácrata pero estaban vinculados a él en las múltiples actividades culturales que desarrollaba. Así nació Ideas y Figuras cuyo primer número salió a la calle el 13 de mayo de 1909. Ideas y Figuras, Revista Semanal de Crítica y Arte aparece entre mayo de 1909 y agosto de 1916. Sin modificar nunca su formato (180x270 mm) y raramente su número de páginas (16), alcanzó a publicar entre las fechas mencionadas, 136 números, una periodicidad que promedió (cierres y prohibiciones mediante) las


78 dos entregas mensuales. Uno de sus números, el dedicado a denunciar el estado de sitio en la Argentina, aparece en Montevideo, el 11 de enero de 1910. Junto a la presencia editorial permanente de su Director, en el doble carácter de crítico social y de hombre de letras, Ideas y Figuras reúne a una larga lista de colaboradores. Algunos de ellos venían colaborando con Ghiraldo desde la época de Martín Fierro. Enrique García Velloso, Julio Barcos, Juan Emiliano Carulla, el cubano Ruy de Lugo y Viña, el español Juan Más y Pi, el chileno Víctor Domingo Silva, Carmelo Martínez Paiva, José de Maturana, eran aquellos a quienes Ghiraldo convocó a escribir con mayor regularidad. Este grupo, variado en sus especialidades como en su militancia política, abordó a lo largo de los siete años de la revista un arco temático que va desde la crítica teatral a la poesía y las artes plásticas, pasando por el ensayo político-social.

Los Inmortales El periodista y dramaturgo Edmundo Guibourg, en el artículo de la revista La Maga del 8 de abril de 1992 intitulado "Buenos Aires es otra cosa" dice: A partir de 1911 comencé a frecuentar las tertulias de las mesas de Los Inmortales y me incorpore al ámbito de la gente de teatro. Mis aspiraciones eran las de convertirme, algún día, en autor teatral. Me sumé al grupo de Alberto Ghiraldo, un anarquista romántico, del poeta José de Maturana, de Enrique García Velloso. Hacía muy poco tiempo que Florencio Sánchez había muerto en Milán, pero su espíritu siguió flotando durante diez años más, por lo menos, en las mesas de Los Inmortales. Este café de la calle Corrientes entre Suipacha y Carlos Pelegrini fue albergue de tertulias de escritores. Antonio Requeni en un trabajo sobre Las


79 peñas literarias de Buenos Aires del 6/8/98 cita los contertulios de Los Inmortales a Ghiraldo, Maturana, Sánchez, Soussens, Riganelli, Carriego, Monteavaro y Gonzalez Pacheco. Martínez Cuitiño también refiere en su libro Café Los Inmortales que desfilaron por las mesas del café: Florencio Sánchez, Carriego, Ingenieros, Gerchunoff, Javier de Viana, Doello Jurado, Reybel, Díaz Romero, Monteavaro, Ricardo y Absalón Rojas, Payró, Bravo, Estrada, García Velloso, Horacio Quiroga, Palacios, Holmberg, Ferrer, Gálvez, Vigil, Boscho, Giménez Pastor, Levene, Maturana, Banchs, Montagne, Melián, Lafinur, Blomberg, Bayon Herrera, Novión, Ugarte, Naón, Fernández Spiro, Oría, Maraso, Susini, Damel, los hermanos Martínez Cuitiño, y, entre más, el gran poeta suizo que fue Charles de Soussens. Tuvo también como huéspedes ilustres a Jean

Jaurés, Del Valle Inclán, Benavente, Rosso de Luna, Ruiseñol, Zamacois, Giovanni Grasso y otras personalidades de las artes y las letras. El viejo café se encontraba en lo que es hoy Corrientes 922, la que era entonces angosta pero caudalosa. Su único lujo fue su fachada con amplia vidriera y su título, nacido en una concurrencia entre festival y dramática - de Florencio Sánchez e impuesta por Carriego al bueno de Monsier León y quien con toda la bohemia del viejo París y amigo de las artes, hizo que con su complicidad y su caballerosa tolerancia, se lograra la reunión y la convivencia de la fosforecente y audaz bohemia de la época. Cuéntase que una serena noche de otoño en que el café estaba colmado con su "Inmortal" concurrencia y con una plática de sobremesa feliz, desde una de las laterales llegan voces


80 agudas y de tono elevado. En la discusión tercia Florencio Sánchez, quien, en su momento, cortó abruptamente el áspero diálogo con la frase que dejó intrigada a la concurrencia: "Ustedes son unos inmortales"..., retirándose de la reunión y del café (llamado en ese entonces Café Brasil) y no aparece por varios días. Al retornar al mismo, fue abordado por los noctámbulos habituales sobre la razón de haberles tratado de Inmortales, a lo que Sánchez respondió (aludiendo a la estrechez monetaria de la mayoría de los contertulios), que no teniendo con qué comer no beber, no se explicaba como vivían. La única razón que cabía es de que eran inmortales. Esta feliz ocurrencia, escuchada por Monsieur León y alentada entusiastamente por Carriego, transformó, desde esa noche, al viejo café Brasil en el Café de Los Inmortales.

Muchos y muy variados son los acontecimientos de relieve que se desarrollaron al amparo y en las mesas de Los Inmortales, entre los cuales, por su significación y repercusión, puede contarse el haber contribuido con parte de sus grupos, a la formación de la actual Sociedad Argentina de Autores (Argentores), por impulso de Enrique García Velloso, en cuya casa se fundara definitivamente el 11 de Septiembre de 1910. Al iniciarse la primera guerra mundial, un día, el café cerró sus puertas Director de la biblioteca de Argentores La Biblioteca Teatral de la Sociedad Argentores está considerada la más importante de América Latina y quizás, la más grande del mundo en su especialidad. Argentores, guarda celosamente un extraordinario patrimonio del cual se enorgullece, dado


81 los muchos años que ha llevado su cuidado de recopilación de libros únicos y libretos. Esta Biblioteca Teatral Pública, se abre diariamente para todos aquellos que necesiten utilizarla; haciendo realidad su función, la de los autores que fundaron esta sociedad el 11 de Septiembre de 1910. El primero de quien estuvo a cargo la Biblioteca fue José de Maturana, organizador, nueve años más tarde, con los primeros seiscientos libros donados en gran parte por los mismos autores y artistas nacionales. La Biblioteca comenzó su actividad el 13 de febrero de 1919 contando con 600 volúmenes y 3000 libretos de obras teatrales.

El tango y Maturana Los poetas tomaron al tango como elemento de inspiración. Entre otros se pueden mencionar: Pedro Palacios "Almafuerte", Evaristo Carriego, José de Maturana, Ricardo Güiraldes. Producción dramática La obra de Maturana en tres actos Campo alegre (publicada en La Escena n° 20) fue representada en el teatro Argentino por la compañía de Florencio Parravicini. Luego compuso su poema rústico en tres jornadas Canción de primavera y más tarde dos obras dramáticas en verso La flor silvestre y Canción de invierno Posteriormente estrena la zarzuela Palomas y Gavilanes. Escribió la obra María (publicada en la revista teatral Bambalinas n° 171) siendo coautor de la misma Favaro.


82 Enfermó gravemente y durante más de un año guardó cama y murió a los 33 años, el 7 de junio de 1917 en Córdoba. Maturana dejó inédito muchos escritos y poesías, como el poema inconcluso La vuelta de Sócrates.


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Alberto Novión nació en Bayona el 14 de enero de 1881. Falleció el 25 de noviembre de 1937. Reseña José Marañón sobre Novión, publicada en la revista El Teatro Nacional, año III, n° 101, Buenos Aires 21 de abril de 1920

ambiente netamente argentino, pero faltos de intérpretes criollos, tuvieron que recurrir a las compañías extranjeras, para que representasen esas obras, las cuales fueron los primeros balbuceos de nuestro teatro. Cuando éste llegó a tomar orientación propia, independizándose del extranjero, debido al esfuerzo de los podestá, parravicini, etc., surgen varios nombres que van ligados a los antedichos. Entre ellos figuran Ezequiel Soria, Velloso, Trejo, etc., destacándose con relieves propios Alberto Novión, quien descubre y lleva a escena cientos de tipos de nuestro ambiente.

Cuando se lleguen a escribir los orígenes del teatro Argentino, el nombre de Novión será uno de los que figuren en primera línea. Con anterioridad, Labardén, Onrubia, Miguelito Ocampo y muchos que se escapan a mi memoria, llevaron al teatro de comedias de

Sus personajes no pintan procesos de almas ni vidas atormentadas, son parientes cercanos de aquellos que nos legó D. Ramón de la Cruz en sus sainetes inmortales. Así son los tipos de Novión. Son de aquellos con los cuales nos coderamos en los conventi-

ALBERTO NOVION Un vasco en el teatro argentino

Nacimiento


84 llos o en la cantina, son los italianos de la Boca con alma garibaldina y espíritu compadrón porque se han adaptado al ambiente, sin olvidar que descienden en línea recta de aquellos romanos otrora dominadores del mundo. Son sus tipos, en fin, los eternos desheredados que ambulan por nuestras calles, que sufren en los talleres, que olvidan en las tabernas, que se prostituyen en los cabarets o que van creando una nacionalidad viril luchando contra las inclemencias del tiempo o roturando en las pampas. Como autor de cartel, es uno de los que cuentan en su haber éxitos más rotundos: baste recordar "La Cantina", "Misia Pancha la Brava", o "¡Cuidado con los ladrones!" para reconocer que nos encontramos frente a uno de esos escritores que saben llegar al público y convencerlo.

No es, pues, su triunfo, el triunfo de la casualidad: es que ha sabido llegar al alma del pueblo pintando sus alegrías y sus dolores, y como el pueblo sabe comprender cuando se habla con sinceridad, aplaude sin reticencias todo aquello que le habla al alma y en lo cual Alberto Novión es un maestro. Poeta y autor teatral El ambiente en que desarrollaba las actividades literarias su primo, el poeta y autor Florencio Iriarte, incidió para que al igual que éste dedicara sus afanes -¿y por qué no? también su vida- al teatro escribiendo un centenar de obras con algunas que llegaron por sus méritos, a ser clásicos del arte escénico rioplatense. "El Corazón en la mano" que no llegó a estrenar por sorprenderlo la muerte y que llevó al escenario el gran actor Luis Arata en el "París", en el año 1938.


85 Sus piezas, sainetes en su mayoría, se inspiraron en la vida de la gente humilde y en la de nuestros campos. Para ellas escribió numerosos versos criollos y algunos tangos cuando el auge del cantar ciudadano en los escenarios porteños. Así nacieron la cifra "Pavadas", que creada por el dúo Gardel-Razzano, hoy aparece como perteneciente sólo a sus componentes, y "El Tango de la muerte", tango de la obra homónima estrenada en el teatro "San Martín" en 1922, que llevó al disco Carlos Gardel. Con los cantores no tuvo cuestión alguna por la cifra citada, al contrario, era amigo cabal y sincero de los mismos, unidos en el ambiente artístico en que convivían y en el "paddock" del hipódromo Nacional donde acudían seguido pues padecían de la misma enfermedad: las carreras.

El letrista de tangos Fue escritor de piezas teatrales en donde se insertaban a veces tangos. Es autor de la letra de varios tangos: El tango de la Muerte, Tierra mía y Cómo se pasa la vida. Novión incluía en las obras escénicas tangos de su propia autoría o de amigos. Por ejemplo en Cabaret-Montmartre, Angélica uno de los personajes de la pieza cómica en tres actos canta el siguiente tango:

Las letras Flor de Fango Mina que manyo desde hace rato Perdoname si te bato De que yo te vi nacer Tu cuna fue un conventillo Alumbrado a kerosén


86 Justo a los catorce abriles Te entregaste a las farras Las delicias de un gotán Te gustan las alhajas, Los vestidos a la moda Y las farras de champán… Luego fuiste la amiguita De un vejete boticario, Y el hijo de un comisario Todo el vento te sacó… Empezó tu decadencia Las alhajas amuraste Y una piecita alquilastes (sic) En una casa de pensión Te hiciste tonadillera Pasastes (sic) ratos extraños Quedastes (sic) sin corazón Fue tu vida como un lirio, De congojas y martirios, Solo un pesar te agobió… No tenías en el mundo ni un consuelo,

El amor de madre te faltó… Fuiste la papusa del fango Y las delicias del tango Te arrastraron del bulín: Los amigos te engrupieron Y ellos te perdieron Noche a noche en el festín (letra de Pascual Contursi) En 1922 escribió la obra teatral El Tango de la Muerte y dentro de ella está el tango sentimental homónimo que transcribimos

Tango de la Muerte No tengo amigos. No tengo amores, no tengo patria, ni religión. Solo amarguras tengo en el alma Y juna malaya mi corazón.


87 Mas no por eso me lamento Pues siempre tengo en la ocasión Para mi quejas una milonga; Para mis penas una canción.

Como se pasa la vida

Que me importa de la vida, Si nadie me va a llorar. Quien me lloraba ha muerto Y esa muerte me ha matao

Cuando el tango se inventó Era nada más que un baile Pero ahora es una canción Y de las más populares Todo el mundo canta el tango Con letras sentimentales O letras de cabaret O con términos compadres Estos tres tangos que nombro Es decir el elegante El tango sentimental Como el de los arrabales Pretenden todos valer Mucho más que sus rivales Fallad vosotros el caso Que aqui vienen a explicarse

Desde entonces desafio Al jilguero y al zorzal Quien mejor cantando ahoga Las tristezas de su mal Milonga mía no me abandones, Tenerte siempre quiero, a mi lao. Que no me falte cuando yo muera Una milonga para cantar.

Letra de A. Novion Música de Manuel Romero


88 También Novión hizo la letra de la cifra Pavadas grabada por el dúo Gardel Razzano en 1919 y luego en 1931 Tierra mía. Novión se unió al también vasco Francisco Payá para ponerle letra al tango Tierra mía, editado por David Grinberg de la calle Victoria 747, Buenos Aires: Es Buenos Aires mi tierra Nací por suerte argentina Camino del puente Alsina Tengo mi nido de amor Soy porteñita Soy porteñita y no envidio A nadie pues ha nacido En mejor tierra que yo Buenos Aires Tierra mía Donde viven mis afanes Donde lloran los bandoneones Al compás de los gotanes

Por criollita y maleva Me llaman en la Argentina Entre los reyes del tango La paica de Puente Alsina Alli los hombre son hombres Y son así las mujeres Por un cariño matamos Sin mezquinarle al dolor Somos las criollas Somos las criollas muy fieles Nos llaman nuestros gaviones Saguaypeses del amor Nunca jamás te he olvidado Porque de veras te quiero Mi Buenos Aires querido Por estar lejos me muero


89 La producción teatral Escribió y estrenó 93 obras de ellas 30 están registradas como sainetes, 22 son revistas, sketchs y zarzuelas. En total 73 pertenencen al teatro breve. Su producción durante el período 1905 a 1937 se distribuye según lo que sigue. 1904 Debutó en 1904 con una piecita que le estrenó Florencio Parravicini en un "café concert" de la calle Rivadavia y cuyo título ni siquiera se recuerda. 1905-15 promedio de tres piezas por año 1905 estrenó Doña Rosario, sainete, estrenada en el teatro Nacional, por la compañía de Jerónimo Podestá. 1905-10 estrenó tres obras por año entre ellas: Jacinta, boceto dramático, estrenado en el teatro Apolo, La tapera, La tía Brígida, Las carreras, La campusa. En 1908 estrena la zarzuela

La cantina en colaboración de Arturo De Bassi. En 1910 Los primeros fríos, sainete estrenado en el teatro Nacional por Florencio Parravicini 1911- 13: estrenó tres obras por año: entre ellas los sainetes: Mandinga, El patio alegre, La madriguera, Los chimangos, El corralón, Las adivinas, La chusma estrenada en marzo de 1913 por la compañía de Pablo Podestá. 1912-15 estrenó tres obra por año 1916: estrenó siete obras: 1917-20: estrenó dos otres obras por año, 1918 Cuidado con los ladrones, sainete, 1919 Cabaret Montmartre, estrenado el 25 de junio de 1919 en el teatro Nacional representada 337 veces con inclusión del tango en la pieza, 1920 El vasco de Olavarría, estrenado en al teatro Politeama por la compañía de Roberto Casaux. 1921 estrenó siete obras: Bendita seas, comedia en tres actos. Romantico bulincito, estrena-


90 do en el teatro Ópera por la compañía VittonePomar. En casa del taita Pancho estrenada el 16 de marzo en el teatro San Martín por la compañía Arata-Simari-Franco 1922-5 estrenó dos otres obras por año obras: La familia de don Giacumin, Se casa el negro Rancagua 1926-7 estrenó Que suerte la de Bachicha, por la compañía de Casaux en el teatro Nuevo, El alma de perros, por la compañía de Arata-Morganti, Que no lo sepa la vieja, Facha Tosta, Una noche de garufa, Te quiero porque sos reo,El payo Roqué, por la compañía de Florencio Parravicini 1928 estrenó ocho obras: Las Golondrinas La fija verde Buenos Aires Atrevido Pimpollos rotos El momento erótico

El elogio del desnudo El alma de la mujer desnuda Noches de pecado 1929-35 estrenó dos o tres obras por año: de ellas en 1933 Don Chicho, grotesco, estrenado en el teatro Comedia por la compañía de ArataSimari-Franco 1936 estrenó cuatro obras: 1937estrenó cuatro obras: Sin fecha: El barbijo, boceto dramático, A la vejez viruela, Peluquería y cigarrería, La caravana, La fonda del Pacarito, El rincón de los caranchos, El alam de la casa, El trovador de Pompeya, Se vamo a Montmartre, Pasen a ver a las fieras, Doña Juana Moreira, Todo loco tiene suerte, Estamos todos locos. Los provincianos, Tierra adentro, En un burro tres baturros,


91 Misia Pancha la brava, La cantina. Con el corazón en la mano comedia póstuma tuvo 200 representaciones Nómina de piezas teatrales 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 10. 11. 12. 13. 14. 15.

Opera prima, título desconocido Doña Rosario, sainete Jacinta, boceto La tapera La tía Brígida Las carreras La campusa La cantina zarz. Los primeros fríos, sainete Mandinga, El patio alegre La madriguera Los chimangos El corralón Las adivinas

16. 17. 18. 19. 20. 21. 22. 23. 24. 25. 26. 27. 28. 29. 30. 31. 32. 33. 34. 35. 36.

La chusma Cuidado con los ladrones, sainete Cabaret Montmartre El vasco de Olavarría, Bendita seas, comedia Romantico bulincito En casa del taita Pancho La familia de don Giacumin Se casa el negro Rancagua Que suerte la de Bachicha El alma de perros Que no lo sepa la vieja Facha Tosta Una noche de garufa Te quiero porque sos reo, El payo Roqué Las Golondrinas La fija verde Buenos Aires Atrevido Pimpollos rotos El momento erótico


92 37. 38. 39. 40. 41. 42. 43. 44. 45. 46. 47. 48. 49. 50. 51. 52. 53. 54. 55. 56. 57.

El elogio del desnudo El alma de la mujer desbnuda Noches de pecado Don Chicho, grotesco El barbijo, boceto dramático, A la vejez viruela, Peluquería y cigarrería, La caravana, La fonda del Pacarito, El rincón de los caranchos, El alma de la casa, El trovador de Pompeya, Se vamo a Montmartre, Pasen a ver a las fieras, Doña Juana Moreira, Todo loco tiene suerte, Estamos todos locos. Los provincianos, Tierra adentro, En un burro tres baturros, Misia Pancha la brava,

58. 59. 60. 61. 62. 63. 64. 65. 66. 67. 68. 69. 70. 71. 72. 73. 74. 75. 76. 77. 78.

La cantina. Con el corazón en la mano comedia El patio de los amores La gaucha Una presentación Canuto Cañete conscripto del 7 Palomas Caseras Yo ir a Mar del Plata Los Gitanos El tango de la muerte La Madriguera El patio de los Amores Los provincianos El Aviador El buen mozo La fondea del pajarito A la vejez viruela Las chicas de Cabrera El payo Roqué Tan chiquita y quiere casarse Los chúcaros


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