La década axial de la patria nueva | Cárlos Pesado Palmieri

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La década axial de la patria nueva

Cárlos Pesado Palmieri

editorial E d e r

Institución de Magistrados Judiciales de la Nación en Retiro



La dĂŠcada axial de la patria nueva



La década axial de la patria nueva Río de la Plata 12 de agosto de 1806 – 9 de julio de 1816

Cárlos Pesado Palmieri

editorial E d e r


Pesado Palmieri, Cárlos La década axial de la Patria Nueva : Río de la Plata, 12 de agosto de 1806 – 9 de julio de 1816. - 1a ed. - Buenos Aires : Eder, 2013. 72 p. ; 20x14 cm. - (Conferencias) isbn 978-987-28478-6-9 1. Historia Argentina. I. Título. cdd 982

Diseño y edición: Javier Beramendi Auspiciado por la Institución de Magistrados Judiciales de la Nación en Retiro. Fundada el 19 de diciembre de 1960. Sede en Suipacha 576 – 4° piso, Oficina 1 – Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Teléfonos (011) 4322–4863 y 4322–8658 E–mail: instituciondemagistrados@speedy.com.ar © 2013, eder Pavón 1923, 7° 4. Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Teléfonos (011) 3972-4723 editorialeder@gmail.com www.editorialeder.net Reservados todos los derechos. Queda prohibida, sin autorización expresa de los titulares del copyright, la reproducción total o parcial de esta obra por cualquier medio o procedimiento, comprendidos la reprografía y el tratamiento informático. Queda hecho el depósito que previene la Ley 11.723 Impreso en Argentina isbn 978–987–28478–6–9


Consejo Directivo (2011–2013) Presidente: Eduardo José María del Rosario Milberg Vicepresidente 1°: Mauricio Obarrio Vicepresidente 2°: Enrique Horacio Alvis Secretarios: Jorge Raúl Moreno Jorge Horacio Otaño Piñero Tesoreros: Rómulo Eliseo Di Iorio Ernesto Benito Ure Vocales: Hortensia D. T. Gutierrez Posse Carlos Alberto Leiva Varela Pedro Alfredo Miguens Julio Carlos Speroni Julio César Dávolos Vocales Suplentes: Osvaldo Domingo Mirás Jorge Arana Tagle Octavio David Amadeo Juan Carlos Uberto Silvia Rey César Marcelo Tarantino Revisores de Cuentas: Gerardo Romeo Nani Víctor Manuel Castaños Zemborain



Presentación Es un gusto y un honor muy especial presentar la obra del Prof. Lic. Carlos Pesado Palmieri, la cual se origina en la conferencia que brindara ante numeroso público el 25 de Octubre del 2012, en nuestra sede. El autor sostuvo que “el carácter dinámico del ser nacional por momentos vela la identidad primigenia a las nuevas generaciones a tal punto que, la mayor parte de los jóvenes…, desconocen el nombre con que el mundo supo de la existencia de una nueva nación soberana…, que gritó su libertad juramentada como Provincias Unidas de Sudamérica”. Se pregunta, también, qué Patria llevaba Mariano Moreno en 1806, cuál motivaba el voluntario extrañamiento en La Banda Oriental de Manuel Belgrano, cuando el pabellón inglés ondeaba en el fuerte de Buenos Aires. ¿Qué Patria reconquistaba Santiago de Liniers de origen francés y así alude a Martín de Álzaga, Cornelio Saavedra, todos ellos nacidos fuera de la tierra gaucha. Insiste con su pregunta, ¿cuál Patria?, ¿la de sus padres?, ¿la de su nacimiento?, ¿la de sus intereses?, ¿la que habitaban?, ¿la de su rey? Y recuerda que en 1806 se formaron distintos cuerpos para defender el territorio, según la procedencia de sus miembros; gallegos, arribeños, catalanes, montañeses, asturianos y los criollos, que constituyeron el batallón de Patricios es-


tos según la vieja tradición, según la cual, la Patria es la tierra. Luego, en su vasta exposición, se remite a un trabajo llevado a cabo, en el cual alude a “todos estos hombres… como los verdaderos artífices de la Patria originada fruto de una dación dolorosa y colectiva, con protagonismos singulares y de múltiples anónimos”. Culmina sosteniendo que “la revolución hacia la Independencia merece nuestro recuerdo y nuestra celebración y merece que lo hagamos en comunión, sin odios ni rencores, en defensa de un estilo de vida que debemos definitivamente recuperar; para norte perenne de una nacionalidad criolla americana. Compartiendo plenamente estas reflexiones, no puedo omitir destacar un hecho histórico para nuestra Patria, el cual demuestra una continuidad de plena vigencia, en lo que hace a hombres que han hecho nuestra historia. Al momento de llevar a cabo el autor, su conferencia, a ninguno de los presentes se nos hubiese pasado por la mente que ésta, nuestra bendita tierra daría al mundo y a la Iglesia Católica Apostólica Romana a SS el Papa Francisco. Ha sido sin duda el Espíritu Santo con su sabiduría infinita el que nos ha dado este regalo, el cual corona, el largo camino recorrido desde ya hace más de 200 años de historia patria.


Tomo las palabras del autor al referirse al apotegma que define la historia de todo pueblo, como la historia de su soberanía, “porque en definitiva para que un hombre pueda ser libre, es imprescindible que pertenezca a una patria libre…” y la verdadera libertad es la de los hijos de Dios. Fátima, viernes Santo de 2013. Dr. Eduardo J. M. Milberg Presidente

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La dĂŠcada axial de la patria nueva



La década axial de la patria nueva Río de la Plata 12 de agosto de 1806 – 9 de julio de 1816

Cárlos Pesado Palmieri

Introducción Este Bicentenario bicéfalo de nuestra revolución hacia la independencia que abarca un septenio (18101816), acorde a las dos fechas paradigmáticas de nuestra historia nacional: el 25 de Mayo y el 9 de Julio, ha servido en espíritus simplistas, como lo sostuve en trabajos anteriores, para instalarse en las patrias por decreto, por cierto ajenas a la compleja trama de toda realidad histórica.1 1.  Pero las Patrias no nacen por decreto, ni son clonadas ni surgen por generación espontánea. La Patria originaria venía de siglos. ARGENTINA era un nombre inmenso desde el siglo xvi.

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El alba de nuestras luchas por la soberanía territorial la retrotraemos nosotros a los episodios que finalizaron con la victoria sobre la agresión británica al Plata en 1806 - 1807 2, por lo que hemos llamado a esa tríada basal de nuestra existencia: la década axial. Mis modestos aportes en la disertación de la fecha3, cuyas certezas y reflexiones han sido sostenidas ante distintos claustros sujetas al debate y al diálogo enriquecedor, son una síntesis de trabajos de investigación y breves ensayos realizados en el último lustro, algunos publicados y otros inéditos, que realicé individual“Un monograma de sangre y fe bordado sobre el suelo”, en la definición poética de García Saraví. Padecen los creadores de patrias de probeta, esa burda miopía propia de los indagadores de épocas, que aún con plenitudes bíblicas, no reconocen o se obstinan en desconocer. 2.  Cárlos Pesado Palmieri, Las Provincias Unidas de América del Sud, un proyecto malogrado, Bolsa de Comercio, Rosario, 2012, pp. 265-274. 3.  Dada en la sede de la Institución de Magistrados Judiciales de la Nación en Retiro en Buenos Aires el 25 de octubre de 2012.- Ofrecí en la oportunidad mi humilde contribución histórica a la memoria de mi señora madre Da. María Luisa Elena Palmieri, -quien guiara con noble magisterio mis primeros pasos en la Fe y en el culto a la Patria-, al cumplirse ese día el décimo aniversario de su unión al Padre.

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mente o en colaboración, de los que se da cuenta en las respectivas notas al pie, como asimismo se incluyen en ellas otras fuentes bibliográficas y documentales con destino a la publicación que habrá de efectuarse por la entidad que hoy me privilegia con su cátedra.4 La primera afirmación que nos resulta imprescindible hacer es que: La Patria Originada5 no fue unívoca hija de una Revolución, sino que nació de un parto 4.  En razón de editarse esta publicación en 2013, hemos actualizado genéricamente datos y reflexiones abarcando la década constitutiva de la Patria Nueva hasta 1816, razón por la que adecuamos el título original de nuestra conferencia: 1812: Los complejos bicentenarios de la génesis patria-De sus legítimos padres, al que figura en este opúsculo. 5.  Nuestra definición de Patria Originada es vinculante con los sucesos rioplatenses de 1806-1807, de fuerte militarización popular y liderazgos castrenses consecuentes, juzgando a éstos como protocausa eficiente de mayo de 1810. Dicho factor en la atmósfera mental de la época fue de incidencia desbordante en los sucesos, dado el carácter excepcional de los cabildos abiertos durante ese período en Buenos Aires, y la activa participación popular en correspondencia con acontecimientos coetáneos en España e Hispanoamérica. Cfr: Cárlos Pesado Palmieri –Carlos Nicolás Pesado Riccardi; 1810: Fidelismo, Emancipación e Impiedad en la guerra por el dominio del espacio geopolítico rioplatense. III Congreso Internacional de Historia Militar, Instituto de Historia Militar Argentina, Buenos Aires, junio de 2010.

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bélico en defensa de su soberanía territorial, amenazada por potencias extranjeras enemigas de la Patria Originaria. En esa larga década en la que se gestó la Patria emancipada, el suceso creador de época que nos incitó y nos alumbró a la vida independiente fue la defensa bravía, obstinada y heroica de la soberanía territorial. Enfatizo una vez más: Esa fue la “Patria” primigenia de los “hijos de la tierra”, vivenciada hasta el paroxismo aun por aquellos no nacidos en este suelo. Patria defendida contra ingleses, portugueses y franceses, luego derivada en cruenta y prolongada guerra civil contra los mismos españoles: metropolitanos unos, americanos realistas los más. “La patria era un temor que ha despertado...un amor en el umbral, un pimpollo terrible y un miedo que nos busca…” “La Patria, decía Marechal, es un peligro que florece...” 6 La segunda afirmación taxativa es que esta década tiene por protagonista descollante y cruento, definidor y decisivo: el hecho bélico, viviéndose la difícil 6.  Leopoldo Marechal: Heptámeron, Segundo día: La Patriótica, I. Descubrimiento de la Patria. En: Obras Completas, Buenos Aires, Perfil, 1998, tomo I, pág. 303 y ss.

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Charles Fouqueray, La rendición de Beresford, 1909, óleo sobre tela. Casa Rosada -Museo Histórico Nacional - Cabildo de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

plenitud de un tiempo épico. Bucear en escritos, reglamentos, constituciones, etc. frente al “Plan de Operaciones” de los revolucionarios jacobinos es -mal que nos pese- labor adjetival. En determinados procesos la historia plena de los pueblos está caracterizada por el predominante contenido de su vida militar y en nuestro caso es manifiesto el grado de identificación del pueblo con el ejército durante la Argentina Épica, hacedora de nuestra Independencia y pilar constitutivo de nuestra nación republicana. Fue ésta una etapa de complejas relaciones 19


internacionales, fuertes connotaciones bélicas y contradictorias fidelidades a ideales, regímenes, instituciones y lazos espirituales, sanguíneos y telúricos.7 En ese contexto de continuas guerras, la “revolución” y sus manifestaciones más extremas se dieron naturalmente cita en nombre de la libertad., pero no ha de ser causa, sino efecto de ese clímax enrarecido, turbulento y confuso producido por múltiples agentes, entre los que sobresalen:

-el ápice napoleónico, -la guerra por la independencia española en medio de la defección de su dinastía reinante, -el colapso del sistema colonial hispano, -la injerencia del pertinaz imperio luso-brasileño, -la influencia de la Ilustración francesa en los círculos áulicos hispanoamericanos, -Y el fuerte intervencionismo británico

¡Ave Patria..! Puede contener un fuerte tono polémico este apartado para aquellos que ansían recrear la historia aje7.  Cárlos Pesado Palmieri, Aproximaciones críticas a Mayo. Lomas de Zamora, Facultad de Ciencias Económicas, U.N.L.Z., 2010.

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na a sus distintas realidades: complejas en sus glorias y miserias, en sus gozos y en sus llantos, en ese gran caleidoscopio de vencedores y vencidos, de héroes y traidores y de hechos ejemplares o abominables, bellos o vilmente sucios. El Ave de los romanos es válido para los que ofrendaron sus vidas por ella; el de la Catolicidad en honor a María Santísima, que es rezo en todos y saludo aún vigente entre los paisanos de nuestro interior, no es aplicable a ninguna historia de los pueblos, ya que impuras fueron concebidas sin excepción. Son historias colectivas de sociedades humanas, protagonizadas no por ángeles, sino por seres de cuerpo y alma, y en ellos se entremezclan virtudes y defectos, cielo y barro. Sus bronces y mármoles deben ser respetados sin necesidad de la apologética legendaria, porque en verdad existieron hombres buenos y justos. Hubo santos y héroes en todos los tiempos y hubo paternidades legítimas y ejemplares, por sobre la escoria, la venalidad, la traición y el egoísmo de muchos. E incluso aceptando quien escribe la Aparición de María de Guadalupe en 1531 y vidas beatíficas como las de Juan Diego, Rosa de Lima, Toribio de Mogro21


vejo, Francisco Solano, Martín de Porres, Roque González y tantos más, por los campos americanos no cabalgó el Apóstol Santiago acorde lo desmintiera Bernal Díaz del Castillo,8 refutando a López de Gómara y el “Santo de la espada” no otra cosa es que una bella obra literaria del eximio Ricardo Rojas. La Vera Historia de la Patria Un irreversible apotegma define la Historia de todo pueblo como la historia de su soberanía, porque en definitiva para que un hombre pueda ser libre, es imprescindible que pertenezca a una patria libre. No hay hombres verdaderamente libres en patrias cautivas. Protohistoria constitutiva de la nuestra Existe un hilo conductor en la construcción de la soberanía territorial del Río de la Plata, y debe encontrárselo en su historia de la “mediana duración”. Observo en mi interpretación como hechos diferenciales y claros antecedentes de la conformación geopolítica del Plata, camino de su soberanía definitiva; en 8.  Bernal Díaz del Castillo, Historia verdadera de la conquista de la Nueva España Barcelona, Planeta, capítulo XXXIV, p. 93.

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los tiempos españoles a cinco personajes claves: Irala, Aguirre, Hernandarias, Cevallos y Liniers, con sus respectivos logros: la fundación de las ciudadesmadres de Asunción y Santiago del Estero a mediados del siglo xvi, la erección de la Gobernación de Buenos Aires, a principios del siglo xvii, la del Virreinato y la ofensiva contra los lusitanos, en la segunda mitad del xviii, y el triunfo sobre la agresión británica en los inicios del xix. Si algún nombre y espacio debieran ser agregados en justicia, es el de Ramírez de Velasco, el quinto gobernador del Tucumán, núcleo geopolítico éste integrador de nuestro territorio soberano, que en el protagonista mencionado cobra por sus acciones a fines del siglo xvi, abogando ante el rey por un gobierno independizado del Perú, el mérito de ser “precursor de nuestro Virreinato y profeta de la Argentina actual” según juicio feliz de Ernesto Palacio.9 Las nuevas Patrias sudamericanas originadas en el siglo xix como desprendimientos de la originaria, tres veces centenaria y unívoca en la cosmovisión hispánica, fueron concebidas inicialmente como grandes 9.  Ernesto Palacio, Historia de la Argentina. 1515-1943, Buenos Aires, Peña Lillo, tomo I, p.65.

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espacios fraternales que legitimó el Proyecto Emancipador alentado por hombres como Saavedra, Belgrano y San Martín, que tras la restauración borbónica absolutista de 1814, se transformó francamente en Independentista.10 Nuestras repúblicas hermanas con historias internas enmarañadas muchas veces, guiadas por intereses mezquinos, no tuvieron en cuenta la sabia advertencia del Martín Fierro sobre los hermanos en pelea, y fueron por momentos, devoradas por apetitos foráneos insaciables. Tal el sino de la América Hispana irredenta en el presente bicentenario de sus estados nacionales, débiles aún para asumir esencialmente, más allá de los discursos y festejos, el mandato esperanzado y superador de la Patria Grande, aquella “una que se da en varios”11 que tiene por freno, errados conceptos del muticultu10.  Carlos Pesado Palmieri, Las Provincias Unidas de América del Sud, un…”, Op. cit, p.269. 11.  Jaime Delgado, Introducción a la Historia de América, Madrid, Instituto de Cultura Hispánica, 1957. De esta obra fundamental para la comprensión de nuestro “mundo” hispanoamericano no conozco segundas ediciones, pero sigo recomendándola como lectura indispensable, según lo hiciera a lo largo de toda mi labor docente universitaria de cuatro décadas.

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ralismo, de la diversidad cultural y de una variopinta perorata ideológica, que ingenua o concientemente, sirve al divide y reinarás. Existencia de dos estadios y de padres primigenios Fruto de una inquietud personal de antigua data en torno a la polisemia de la palabra Patria, grávida de inquisiciones ontológicas que nos acuciaron siempre sobre el Ser Nacional, hoy todo un arcaísmo, han de tener quizá para algunos, tales interrogantes y sus respuestas, la coloración sepia de la Patria olvidada. No obstante cerramos nuestras conclusiones sobre el período hispánico de esa Patria simiente, que fue la Originaria y que fijó su identidad en la preeminencia de la tierra, por lo cual la defensa de la misma fue su rasgo definitorio, marcando sus dos estadios fundamentales y sus padres primigenios. 1. El geopolítico, originado en las Ciudades-Madres Indianas, consolidando jurisdicciones políticas con las Gobernaciones y alcanzando una estructura político militar de fortaleza interior y gravitación internacional con la erección del Virreinato.

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2. El emancipador, que fue una gesta épica que concibió la metamorfosis de la patria originaria a la patria originada iniciando su proceso desencadenante con la invasión británica al Plata en 1806-1807. • Los Padres Primigenios de ambos estadios raizales de la Patria, varias veces secular son, según interpretamos: Irala - Aguirre - Hernandarias - Cevallos - Liniers - Álzaga y Saavedra.

Quizás esta visión que intento ponderar no sea lo suficientemente clara con relación a la encarnadura de la Patria en personajes históricos anteriores al propio período independiente, pero absolutamente necesarios de asumir, para no caer en aquello que Laín Entralgo calificó como un pecado de adolescencia: “nuestra carencia de pretérito”.12

12. Pedro Laín Entralgo, Bizantinismo europeo y bizantinismo americano. En Cuadernos Hispanoamericanos, Nº 18, Madrid, noviembre-diciembre de 1950 pp. 329-343. Cfr. Cárlos Pesado Palmieri El quinto centenario y la identidad americana, en Nuestra Historia, Revista de Occidente. Fundación Nuestra Historia, Buenos Aires, diciembre de 1992, p. 290; y Jaime Delgado, op.cit., pp.148-149.

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Cornelio Saavedra, uno de los padres de la Patria Nueva.

Lo ejemplifico con la invasión británica de 18061807 cotejando los interrogantes que me he planteado en relación con la tipología de los paradigmas. ¿Qué Patria lloraba Mariano Moreno en 1806? ¿Qué motivaba el voluntario extrañamiento en la Banda Oriental de Manuel Belgrano, cuando el pabellón inglés ondeaba en el Fuerte de Buenos Aires? 27


¿Qué Patria reconquistaba Santiago de Liniers, de origen francés, y Juan Gutiérrez de la Concha, cántabro, o defendía Martín Álzaga, vasco?; o muy pronto habría de liderar Cornelio Saavedra, nacido en Potosí. Cornelio Saavedra, justamente definido por el Rvdo. Guillermo Furlong, como el primero de los Padres de la Patria, para nosotros emancipada, insistimos, que no independiente, quien fue el indiscutido paradigma de mayo capaz de articular cual bisagra eficaz, con fidelidad a los valores hispánicos, el paso del crepuscular atardecer de la corona española al alba de la Patria nueva rioplatense.13 La historiografía ideologizada lo relegó a un papel secundario y fortuito, pero la entidad geopolítica con definida soberanía territorial construida por Cevallos y defendida por Liniers y Álzaga junto con tantos “hijos de la tierra” como Saavedra, tuvo en éste el eslabón necesario y victorioso que alumbró los sucesos de Mayo. Quienes se adueñaron luego del legítimo pronunciamiento, de adhesión jacobina a una praxis revolu13.  Cfr. Guillermo Furlong, Cornelio Saavedra, padre de la patria argentina, Buenos Aires, Club de Lectores, 1960; Enrique Ruiz Guiñazu, El Presidente Saavedra y el pueblo soberano de 1810, Buenos Aires, Estrada,1960.

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cionaria, intolerante y cruenta, como los errores del breve gobierno del prócer mencionado, son episodios que revelan el sino final de aquellas Provincias Unidas que terminaron fracturándose. ¿¿¿Cuál Patria???, ¿la de sus padres?, ¿las de su nacimiento?, ¿la de sus intereses?, ¿la que habitaban?, ¿las de su Rey?14 Vale recordar aquí la profecía del Conde de Nieva en el siglo xvi quien en su carta a Felipe II decía: “Que porque el amor que por nacimiento y naturaleza de nacer el hombre en la tierra se adquiere es muy grande, tanto y caso mayor que a los padres y a la tierra donde descienden (se ha visto), que hijos de padres españoles acuden antes al apellido de la patria donde nacen que no al apellido de españoles donde traen origen”.15 Definitiva y excluyente certeza ésta para Antonio J. Pérez Amuchástegui, cuando al narrar la convocatoria 14.  Cárlos Pesado Palmieri, Proemio de la Patria emancipada, Buenos Aires, Instituto Histórico Santiago de Liniers, 2007. 15.  Alberto M. Salas - Miguel A. Guerin, Floresta de Indias, Buenos Aires, Losada, 1970, p.199.

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por bando en 1806 de Liniers para el alistamiento militar, señala que: “se formaron diversos cuerpos según la procedencia de sus miembros: Gallegos, Arribeños, Catalanes, Montañeses, Asturianos, y los Criollos –es decir:”los criados en la tierra”- constituyeron el batallón de Patricios, conforme a la vieja tradición según la cual: ” patria es la tierra”.16 Esta Identidad telúrica sin duda prevalece en el proceso que identificamos más con la defensa de la soberanía territorial americana, rioplatense y finalmente argentina de los tiempos por venir, que con la misma consolidación de la revolución burguesa, que se manifiesta en tantos aspectos lábil y tan poco radicalizada, pese al entusiasmo de alguno de sus corifeos. Brújula para el itinerario histórico propuesto

Para fijar el Norte del título con el que nominé originalmente a esta disertación17, debo señalar en primer 16.  Antonio J. Pérez Amuchástegui - Fernando L. Sabsay, Génesis del Estado Argentino, Buenos Aires, Fedye-La Ley, 1973, p.39. 17.  Véase nota al pie nº 4.

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Cabildo abierto del 22 de mayo de 1810, óleo sobre tela de Pedro Blanqué (c. 1900)Donado al Colegio Militar de la Nación por el Grl. Agustín P. Justo, Ministro de Guerra de Alvear. Casino de Cadetes -CMN- El Palomar.

lugar que vivimos y viviremos a lo largo de estos años que nos restan de vida terrenal, tiempos de bicentenarios, lo que no significa que han de ser todos ellos de similar complejidad o de tanta importancia. Sin duda desatarán no obstante un sin número de festejos, lucubraciones, escritos y disertaciones que dificultarán sacar la paja del trigo, rescatando los aportes perdurables fruto de investigaciones serias menos circunstanciales y con mayor rigor científico. 31


Hemos estimado priorizar dentro de la década axial propuesta, una Tríada de sus Bicentenarios fundamentales constituido por: 1º La Derrota de la Invasión Británica (1806/07); 2º el Pronunciamiento de Mayo (1810), y 3º La Independencia de las Provincias Unidas de América del Sud (1816). No ha de privarnos ello de destacar, como se viene realizando, los más significativos acontecimientos de 1811 y 1812 y los que se celebran actualmente de El alba del siglo xix > Coronación de Napoleón I (1804). > España aliada con Francia en guerra contra Gran Bretaña. Trafalgar (1805).

Crónica básica de una década > Bloqueo continental (1806). > Invasión británica al Río de la Plata y su derrota. (1806-1807). > Corte Portuguesa se traslada a Río de Janeiro (1808). custodiada por la marina inglesa. > Influencia anglosajona en los movimientos segregacionistas americanos. > Acción de la Masonería y de sus logias. > Estación inglesa en el Atlántico Sur. > Guerra de la Independencia española (1808-1814).

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Crónica básica de una década > El Carlotismo. El Juntismo español. > Las reacciones hispanoamericanas de 1809 y 1810. > Ápice del Imperio Napoleónico (1810). > El Pronunciamiento castrense vecinal en Buenos Aires de Mayo de 1810. > Los alzamientos simultáneos de 1810. Juntas hispanoamericanas. > Las Expediciones al Interior: Alto Perú; Paraguay y Banda Oriental (1810-1811). > El terrorismo en la guerra civil desatada.

1812 > Segunda guerra de la independencia de los EEUU. > Napoleón y el desastre de su campaña a Rusia. > Belgrano. Creación de la Bandera. (27/02). Llegada de San Martín (09/03). > Creación Regimiento de Granaderos a Caballo (16/03). La Logia Lautaro. > Victoria de Tucumán (24/09). Caída del Primer Triunvirato (08/10). > Segundo sitio de Montevideo (20/10).

1813 > Instalación de la Asamblea Constituyente (31/01). > Combate de San Lorenzo (03/02). Batalla de Salta (20/02). > Escudo nacional argentino (13/03). Himno nacional (11/05). > Fiestas mayas (05/05).

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> Congreso de Peñarol (abril). Instrucciones de Artigas. Rechazo de sus diputados. > Belgrano entra triunfal en Potosí (21/06). > Derrotas de Vilcapujio (01/10) y Ayohuma (14/11).

1814 > Posadas Director Supremo (31/01) Abdicación de Napoleón (06/04) > Regreso a España de Fernando VII (22/03). Restauración del absolutismo (04/05). > Acciones navales de Brown vencedoras de la escuadra española en el Plata (marzo- junio). > Capitulación de Vigodet en Montevideo (23/06) > Congreso de Viena (noviembre). Rivadavia y Belgrano enviados a Europa.

1815 > Alvear Director Supremo (10/01). Clausura de la Asamblea (26/01). > Revolución Federal. Caída del Director y disolución de la Asamblea (15/04). > Los Cien días de Napoleón. Waterloo (18/06). La Santa Alianza. > Rondeau es derrotado en Sipe-Sipe (29/11).

1816 > Congreso de Tucumán abre sus sesiones (24/03). Pueyrredón Director (03/05). > Declaración de la Independencia de las Provincias Unidas de Sudamérica (9-7-1816).

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1813 junto con los próximos del bienio posterior, todos ellos naturalmente dos veces seculares, si los mismos fortalecen en tiempos tan difíciles las raíces profundas de nuestra nacionalidad. Creemos a la vez necesario señalar nuestro desacuerdo porque las efemérides que se sucedan en el lapso de los venideros años, con su gravitación naturalmente distinta por su importancia histórica y la subjetividad que conllevan, sean sujetas a feriados impuestos o reclamados, como ya aconteciera; lo que crea nuevas fricciones en la sociedad argentina, máxime si políticamente se los utiliza para fines coyunturales y mezquinos. Una Patria necesitada del esfuerzo colectivo de todos sus hijos no podrá alcanzar los objetivos de grandeza asignados por sus arquetipos históricos, enristrando feriados para celebraciones de farándula. A todo carnaval le sucede la cuaresma y es en ese tiempo penitencial donde nos preparamos para toda Pascua de Resurrección. El Proyecto de las Provincias Unidas Hemos definido el mismo como un proyecto gradual que nace: 1. Geopolíticamente de la conformación del Virreinato del Río de la Plata a fines del siglo xviii. 35


2. Se fortalece en la proveniencia de nuestra libertad soberana, legítima filiación producto de la reiterada victoria sobre la invasión inglesa de 1806-1807. 3. Y produce fugaces epónimos cuyo trágico destino es acompañado por un obituario estelar, si se me permite el giro, en el trienio 1810-1812, que conmueve. “Tales liderazgos de procedencia militar o vecinal fueron contradictorios en sus conductas reveladas en sus epistolarios y en sus alineaciones circunstanciales, oscilantes, próximas o antónimas, que en el insaciable vértigo del proceso revolucionario desatado tuvieron mortal epílogo, violento o natural”. 18 Reitero aquí afirmaciones personales vertidas ya en otros estudios: al ajusticiamiento de Liniers (1810) y Álzaga (1812), deben sumársele los de Gutiérrez de la Concha, Allende, Rodríguez, Moreno, Nieto, Sanz y Córdova y Roxas en 1810, el enjuiciamiento de Belgrano y la posterior muerte política de Saavedra en 18.  Cárlos Pesado Palmieri, Carlos Nicolás Pesado Riccardi, 1810: Fidelismo, Emancipación e Impiedad en la guerra… Op.cit.

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1811, el fallecimiento de Mariano Moreno y Alberti ese mismo año y el de Castelli y Lué en 1812. Una serie de desapariciones que muestran la dinámica y por momentos, el desatino de la acción revolucionaria. 19 Carácter de nuestras aproximaciones Observamos la necesidad de precisar mejor la utilización de ciertos términos y reinterpretar desde otros enfoques la intervención de algunos de los protagonistas de la época, acorde a lecturas más fieles sobre sus pensamientos y acciones. De allí que valoremos por demás las precisiones y alcances de los términos que se usen, brindando ejemplos por simples que ellos fueran, en torno a sinonimias y plurales indebidos20 y advirtiendo sobre el peligro de los anacronismos manifiestos. 19.  Cfr. Vicente Massot, Matar y Morir. La violencia politica en la Argentina (1806-1980), Buenos Aires, Emecé, 2003, capítulos I y II. 20.  “Invasiones Inglesas” son un ejemplo de indebido plural. En 1806-07 hubo una sola al Plata con alternativas y resultados distintos en Buenos Aires y Montevideo. Fue un único proceso con distintas fases.

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Emancipación e Independencia como sinónimos en las obras de Mitre Retornemos en este punto a la semántica para elucidar el significado de las palabras evitando recurrir a las sinonimias, que son aquellas figuras retóricas según el diccionario que consisten en: “usar voces sinónimas o de significación semejante, para amplificar o reforzar la expresión de un concepto”. La riqueza léxica de la lengua castellana, nuestra galanura idiomática en jerarquizados círculos intelectuales, que no en el soez de nuestra verba diaria, han obstaculizado a veces, prisioneros de ideas afines, la exposición objetiva y clara de la investigación histórica patria. Tal el caso a nuestro juicio de las contribuciones fundamentales de Bartolomé Mitre, cuyos términos de ruptura con el dominio español invertimos en nuestras aproximaciones. En efecto, Mitre titulaba sus dos obras pilares de la historiografía tradicional argentina21:Historia de 21. Las primeras ediciones de las mismas fueron en: 1857, 1858, 1876 y 1887, la de Belgrano y en 1887 y 1890 la de San Martín, siendo en el primer caso la cuarta edición y en el segundo, la segunda, las definitivas publicadas por el autor y editadas por Félix Lajouane en Buenos Aires.

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Belgrano y de la Independencia Argentina e Historia de San Martín y de la Emancipación Americana, y esos dos títulos sentaron criterios fijos en adelante, literaria y cronológicamente, tomando ambos términos: Independencia y Emancipación como sinónimos absolutos, hecho que según nuestra interpretación generaliza sobre caracteres no idénticos, de someter el léxico histórico a las precisiones de raíz jurídica que esclarecen mejor la existencia de dos distintos “momentos”. De allí que la Emancipación fuera siempre para nosotros un estadio previo a la Independencia y de connotaciones de menor fractura y consecuente segregación. La frágil meta independentista No nos queda duda de que, durante todo el período napoleónico, la idea de la Independencia era débil en la mayor parte del antiguo territorio del Virreinato del Río de la Plata, al menos en los distintos niveles de decisión gubernamental rioplatense. Que había núcleos revolucionarios radicalizados y acontecimientos subversivos contra el orden colonial por cierto; se lo comprueba al menos fehacientemente desde 1809, 39


pero si hablamos de mayorías y desborde de masas pro independentistas, ello resulta totalmente falso.22 ¿Qué elementos y situaciones concretas se conjugan para ello y avalan nuestro juicio? 1. En la tradición histórica rioplatense, tres largas centurias de vivencias compartidas en los reinos hispánicos transoceánicos no podían esfumarse en un abrir y cerrar de ojos. Como sostuvo en perdurable y erudito análisis Ricardo Levene, la dinastía de los Trastámara y de los Austrias, así consideraron la incorporación de estas tierras a sus dominios, visión que compartimos junto con los estudiosos más eminentes de la historia del derecho hispano indiano.23 La postura borbónica, dado su procedencia francesa y sus reformas del estado desde la segunda década del siglo xviii con Felipe V, será diferente y el régimen colonial afectará la primitiva conformación del Imperio español transoceánico.24 22.  Cfr José L. Busaniche, Historia Argentina, Buenos Aires, Solar-Hachette, 1979. ”La palabra independencia fue tabú durante los primeros años de la revolución”, p. 306. 23.  Ricardo Levene, Las Indias no eran colonias, Madrid, Espasa-Calpe, Colección Austral, Madrid, 1951. 24. Tardíamente en 1809 la referencia a los reinos hispánicos fue una vez más explícita por la Junta Central de Sevilla

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Por otra parte, precisamente con el más alto exponente de los Borbones en el trono español, el rey Carlos III, lograba nuestro territorio erigirse en un mayúsculo núcleo geopolítico con máxima entidad política, virreinato que para algunos estudiosos resultó ser una manifestación más del imperialismo carolino. Aun siendo así, la creación propuesta por Cevallos fue la unívoca génesis nacional, capaz de fusionar las ciudades madres y sufragáneas que poblaron entre los siglos xvi y xviii tan extensas tierras. 2. El período del auge al ocaso napoleónico entre 1804 y 1814, con las alternativas de la guerra europea hasta su derrota final en Waterloo en 1815, cuyas variables influyeron decisivamente en las relaciones internacionales, de carácter errático dado las circunstancias, de los países americanos en sus guerras civiles de emancipación. en la disposición del 22 de enero por la que en nombre de su Majestad los “Reinos, Provincias e Islas que forman los referidos dominios, deben tener representación nacional e inmediata a su real persona y constituir parte de la Junta Central y Gobernativa del Reino por medio de sus correspondientes diputados” Cfr: Federico Ibarguren, Nuestro Ser Nacional en peligro. Buenos Aires, Vieja Guardia, Buenos Aires, 1987, p. 39. Destacan y evalúan esta documentación tanto Vicente D. Sierra como Jorge M Ramallo, que en la conclusión de Ibarguren:”establecía la derogación del sistema colonial en toda Hispanoamérica”. Ibidem, pp. 39-41.

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3. La historia interna de la bien llamada guerra de la independencia española, con la península totalmente invadida por las águilas napoleónicas, y el comprobado apoyo hispanoamericano de contribuciones y hombres en su lucha contra el invasor francés, causa eficiente, como lo señalara Roberto Marfany25 del pronunciamiento de Mayo acorde a la certera calificación del mencionado historiador. Historia interna en directa relación con nuestros avatares históricos en ésta que hemos denominado nuestra “década axial”, que incluye los sucesos de 1808, las luchas en el territorio peninsular, las Cortes y la Constitución de Cádiz de 1812 y la restauración absolutista de Fernando VII en 1814 y aquel terror blanco definido por: “vivan las cadenas”.26 Historia que habrá de reproducirse en América con la disputa entre liberales y absolutistas hasta la victoria final de Ayacucho, diez años más tarde. 25.  Roberto Marfany, El Pronunciamiento de Mayo, Buenos Aires, Theoría,1958. 26.  El “Deseado” indigno fue juzgado junto con la decadente dinastía a la que pertenecía y sus cortesanos, crudamente por Anzoátegui: “Y pensar que España tuvo la esperanza puesta en este badulaque! ¿Era aquello España? ¿O era la zarzuela de la Truhanería?”. En: Ignacio B. Anzoátegui, De tumbo en tumba, Buenos Aires, Theoría, 1966, p.42.

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Debe recordarse, asimismo, aunque esté fuera del período analizado, la sublevación liberal de Riego en 1820, de tan directa concomitancia con la suerte del Río de la Plata, dos veces salvada por la Providencia, como aquél cambio de órdenes recibida en alta mar por Morillo en 1814, que torció su rumbo hacia Venezuela. 4. El contraste de éxitos y fracasos de las distintas expediciones revolucionarias y los fuertes focos de resistencia iniciales, a la postre vencidos en ciertos casos (Córdoba, Montevideo), persistentes en la lucha fratricida hasta el final (Alto Perú)27, insolidarios y neutros en el mejor de los casos (Paraguay), o la excepción de aquella primigenia “patria vieja” chilena finalmente derrotada en Rancagua en 1814 y sujeta a los “realistas” hasta la gesta sanmartiniana de 1817-18. Usamos aquí dicho término según la convencional calificación de “realistas” y “patriotas” aceptada por la

27.  “La ley del talión centuplicada extenuará la tierra altoperuana y los baños de sangre se sucederán por tres lustros”(…) Vale recordar la profecía: “y se matarán unos a otros, los padres, hijos, parientes y amigos” Bando del mariscal Nieto del 23 de junio de 1810. Cfr. Cárlos Pesado Palmieri, José de Córdova y Roxas., En: Revolución en el Plata. Protagonistas de Mayo de 1810, Buenos Aires, Academia Nacional de la Historia, Emecé, 2010, p.149.

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historiografía en general28, que hemos objetado en anteriores oportunidades, sobre todo cuando se refieren al lapso comprendido entre 1810 y 1814. En esa cruenta guerra civil hispanoamericana, realistas y patriotas eran casi todos, salvo un escaso número de espías, de traidores y de mercenarios. En cuanto a los avances y retrocesos de las tropas de Buenos Aires, más allá de los bicentenarios felices de batallas y combates que evocamos con júbilo ya o próximamente (Suipacha, Tucumán, San Lorenzo, Salta y la toma de Montevideo), el aislamiento paraguayo, la presión lusitana, la pérdida de Chile y en especial, la ruta del Desaguadero bloqueada con los cuatro hitos luctuosos para nuestras armas de Huaqui (1811), Vicapujio y Ayohuma (1813), y Sipe-Sipe (1815), no sólo muestran el Alto Perú perdido, sino las consecuentes sucesivas invasiones virreinales sobre Jujuy y Salta. La “guerra gaucha” de Güemes será una etapa posterior heroica y trascendente para el Plan continental sanmartiniano. Pero ésa es otra historia. 5. El intervencionismo lusitano en el Plata fortalecido desde el traslado de la corte portuguesa al Brasil y desplegado activamente por la infanta Carlota Joaquina, 28.  Un ejemplo más de lo equívoco en el uso de los términos.

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hermana de Fernando VII y esposa de Juan VI, en el período que nos ocupa.29 6. La duplicidad de la política exterior del Reino Unido de Gran Bretaña, enemiga acérrima de Napoleón y con voraz apetencia de los territorios hispanoamericanos, manejó el gran guiñol de intereses económicos, pasiones libertarias y compra de conciencias con avezados diplomáticos.30 Del Foreing Office, quedaron dependientes los principales protagonistas históricos de nuestro escenario geopolítico: España, el Reino Luso-brasileño y el Río de la Plata, junto con el resto de la América hispana en vías de su fractura definitiva.31 29.  Cfr. Roberto Etchepareborda, Qué fue el Carlotismo. Buenos Aires Plus Ultra, 1971; José Presas, “”Memorias secretas de la Princesa del Brasil”, Buenos Aires, Huarpes,1947. 30.  Cfr. Cárlos Pesado Palmieri - Julio H. Rubé, La Invasión Británica al Río de la Plata 1806-1807. Heroica génesis del ejército emancipador criollo. Buenos Aires., CMN, 2007. 31.  “La integral interpretación de nuestro ayer bicentenario debe centrárselo en la invasión británica a nuestro espacio geohistórico (marítimo, fluvial y terrestre) y al análisis de sucesos y conductas que tuvieron convergencia necesaria y forzosa en adelante hasta mayo de 1810. Por otra parte necio sería negar la preponderante influencia británica en el proceso independentista posterior.” Carlos Pesado Palmieri, Tensiones y Conflictos en la agonía virreinal del Plata”, Lomas de Zamora, Ispams, 2009, p. 9.

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De allí nuestra reticencia, más allá de la justiciera celebración de cada gesta individual en su bicentenario preciso, para otorgar alcances indebidos a tales efemérides sin una evaluación medida de la misma más allá de los entusiasmos o sinsabores que despertaran en el momento de producirse; y, para el caso de sus historiadores, dado el viciado análisis de una prospectiva inversa, al conocer por anticipado la posterior sucesión de los hechos. Razones válidas para nosotros que sirven para afirmar que tanto 1813 como su Asamblea “Constituyente” reciben de nuestra historiografía un cotejo hiperbólico a nuestro juicio, que debe ceñírselo a sus verdaderos alcances. No se declara la Independencia porque fue para muchos temerario hacerlo por la precipitación de hechos desfavorables ese año en casi todos los escenarios bélicos, previos y próximos, tanto en América como en Europa, salvo en nuestro espacio la batalla de Salta el 20 de febrero, las acciones navales del jefe de nuestra Escuadra, Guillermo Brown en el Río de la Plata entre marzo y mayo y la capitulación de Montevideo el 20 de junio.32 32.  Cfr Ezequiel C. Ortega, Cómo fue la Argentina 1516-1972. (Ensayo histórico), Buenos Aires, Plus Ultra, 1973, tomo I, pp.116

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Poco ayuda para un certero análisis que nos identifiquemos con las banderas e “Instrucciones” de Artigas y hasta supongamos ya una decidida adhesión separatista en Belgrano y San Martín33, si los hombres más representativos de ese magno encuentro tenían por líder a Carlos de Alvear, quien dos años después, mostraría su “fortaleza” independentista en las conocidas instrucciones a Manuel José García para Lord Strangford en misión diplomática a Río de Janeiro, en la que solicitaba el protectorado inglés.34 y ss. En breves páginas este autor describe las alternativas de los sucesos y las causas de las dilaciones, enfrentamientos e intereses en pugna, que demoraron un trienio más nuestra Declaración de Independencia. Es de remarcar a nuestro juicio entre tales circunstancias, la lamentable diplomacia del gobierno central en esos años, con misiones con el carácter de las emprendidas por: Sarratea, Rivadavia o García, por citar las más desgraciadas. 33.  Adviértase el verbo utilizado. 34.  “Estas provincias desean pertenecer a la Gran Bretaña, recibir sus leyes, obedecer a su gobierno y vivir bajo su influjo poderoso. Ellas se abandonan sin condición alguna a la generosidad y buena fe del pueblo inglés y yo estoy resuelto a sostener tan justa solicitud para librarlas de los males que le afligen”. Cfr. Fermín Chávez, Historia del país de los argentinos, Buenos Aires, Theoría, 1982, p. 115. “¡Cuánto error irremisible en el orden interno!¡Cuánto extravío en el terreno diplomático!”José L. Busaniche, op. cit., p.343.

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Los “golpes de Estado” vernáculos En nuestras aproximaciones, despejando incógnitas y observando críticamente algunos conceptos que se repiten con frecuencia y carecen de toda veracidad, nos permitimos una breve digresión citando la variedad de nominaciones con que fueron bautizadas nuestras interrupciones institucionales violentas; a saber: Asonada, motín, alzamiento, pronunciamiento, movimiento, revolución, (y estas supuestas últimas, con apellidos varios: adjetivales o cronológicos). Lo hacemos para dejar en claro finalmente en torno a este acápite, la falacia de afirmar que el 6 de septiembre de 1930 fue el primer golpe de estado en la Argentina, porque lugar común de publicaciones que se califican de históricas, es la errada afirmación que sostiene como génesis de los golpes militares en nuestro país, el de 1930 con el derrocamiento de Hipólito Irigoyen. Obras más recientes hacen la distinción de ser la revolución del 30, el primer golpe de estado del siglo XX; análisis también errado por dos razones, en primer lugar porque se produjo al menos el levantamiento cívico militar de los radicales en 1905, por lo que se debiera en dicha calificación agregarse: exitoso. 48


Y en segundo lugar, porque si el juzgado golpe de estado de 1930 fue, como afirman la mayoría de sus cronistas, de carácter fascista, tal circunstancia justificaría el denominarlo: revolución.35 En verdad los pronunciamientos cívico militares a lo largo de nuestra corta historia nacional de dos siglos ocurrieron desde los inicios de nuestra aventura liberadora. Y estas verdades de a puño las conocieron casi todos, pero se animaron a decirlo pocos. El reemplazo del virrey Sobremonte con motivo de la agresión británica, la asonada del 1º de enero de 180936, los sucesos de Mayo de 1810, el Movimiento del 5 y 6 de abril de 1811, la caída del Primer Triunvirato el 8 de octubre de 1812, la llamada Revolución Federal de 1815, sólo en el período que nos ocupa, son 35. Salvo que el compromiso con la “revolución” sea temperamental e ideológicamente tan fuerte, que la palabra pierda su neutralidad y sea en sí, para todos los casos: benemérita. Cfr. Carlos Frontera, 6 de septiembre, la Revolución frustrada , Buenos Aires, Dunken, 2012. Para nosotros la obra más reciente y enjundiosa sobre lo acontecido entonces. 36.  Única fallida entre las que se mencionan, aunque Liniers había ya consentido en renunciar y solo por la decidida acción de Saavedra y sus fuerzas militares permaneció como virrey.

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todos ellos, pese a sus muy diferentes caracteres, interrupciones violentas del mandato de los gobernantes de turno, ocasionados por pronunciamientos de civiles y militares con variado éxito. En algunos de los aquí citados tuvieron directa participación Manuel Belgrano y José de San Martín. De la Emancipación a la Independencia Los Padres de la Patria Independiente Belgrano y San Martín fueron epónimos de un proyecto emancipador primero e independentista después, de indiscutible marco sudamericano, de corte liberal, gradualista, moderado, de sesgo monárquico, heredad hispana, estructuras políticas fieles a la legislación indiana, ordenanzas y códigos militares españoles, en un todo coherente con su formación peninsular jurídica, económica y castrense, y a los valores y virtudes impregnados en su vida familiar y tradición religiosa.37 37.  Cárlos Pesado Palmieri, De la Emancipación a la Independencia. Manuel Belgrano, José De San Martín y el Proyecto de las Provincias Unidas de América del Sud”, Instituto de Historia Militar Argentina, Buenos Aires, 2012.

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Francois Casimir Carbonnier, Retrato de Manuel Belgrano, 1815, óleo sobre tela. Museo Municipal de Artes Plásticas Dámaso Arce de Olavarría.

Legítimos arquetipos Manuel José Joaquín del Corazón de Jesús Belgrano porteño de Buenos Aires, (1770); José Francisco de San Martín correntino de Yapeyú, (1778), fueron dos hombres nacidos en la década de la creación geopolítica más importante de los Borbones en América: el Virreinato del Río de la Plata, que configuró el área 51


en un eficaz glassis defensivo del Atlántico Sur, frente a las múltiples presencias foráneas, de bojeo y reconocimiento de costas, de penetraciones incisivas fronterizas, subrepticias las primeras, escudadas en “expediciones científicas”, desembozadas las últimas, adelantando límites por sobre los tratados internacionales firmados hasta entonces por España con Portugal.38 Albor de las revoluciones burguesas Nacieron Belgrano y San Martín en un tiempo decisivo para la historia americana signado por acontecimientos que afectaron el Occidente Cristiano en los años de niñez y adolescencia de nuestros protagonistas: la alborada de las revoluciones burguesas sucedidas en Angloamérica (1776) y en Francia (1789). Fueron en consecuencia ambos, dos hombres rioplatenses que, sin conocerse en su juventud y por diferentes formaciones y trayectorias, se comprometieron con las fases primigenias del Proyecto Emancipador Independentista, que culminó con la segregación his38.  Cárlos Pesado Palmieri, Jorge Zan, Biografías Militares Argentinas, Buenos Aires, Colegio Militar de la Nación, IESE, 1998, pp. 42-45; 206-210.

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panoamericana de la monarquía española en el lapso 1810-1824. Los tiempos del Rey Se hallaban fuertemente ligados al mundo virreinal el primero y a la misma defensa del reino invadido y agostado el segundo, sirviéndolos eficaz y heroicamente en su juventud y en su primera madurez. Belgrano, luego de sus estudios universitarios en España, como funcionario del Consulado de Buenos Aires; San Martín, como oficial del ejército en las campañas libradas por la madre patria, unida por las alianzas dinásticas al yugo francés y luego devastada por los mismos franceses, directos herederos renegados de su propia revolución. Belgrano y San Martín, nuestros epónimos, fueron conmovidos por el llamado entrañable de la Patria en su identidad más física y visible: la tierra natal y sus juramentos originales no fueron quebrados, mal que le pese a alguna historiografía proclive a los reduccionismos cómodos e infelices. En el caso de nuestros dos paradigmas, el telurismo indudablemente prima, acorde al inolvidable verso 53


de Olegario Andrade: “Patria es la tierra donde se ha nacido”, ya que respondieron, sin renunciar a los ancestros de su sangre ni a los valores de la Tradición, a la convocatoria de un Pueblo en armas que peleó su soberanía territorial contra todos sus agresores, para luchar luego por su independencia política en probada mayoría de edad. Manuel Belgrano fue un heroico partícipe de las luchas contra la agresión británica al Plata en 1806 -1807. No vaciló en encarnar la soberanía de estos viejos reinos hispanos, invadidos en su suelo, ocupadas sus ciudades emblemáticas en el Río de Solís, flameando soberbios sus estandartes, sustituyendo las instituciones propias de su organización política y proclamando una libertad de cultos desde una religiosidad extraña a la creencia secular de sus habitantes. Así fue su bautismo en la vida de las armas, iniciando su legajo militar como destacado oficial del Cuerpo de Patricios. Paralelamente, luego de la “farsa de Bayona” (1808), José de San Martín peleó conforme la heredad recibida. Lo hizo en esa España a merced de las águilas napoleónicas, que respaldaban el trajinar itinerante de “Pepe Botella” 54


Daguerrotipo de San Martín tomado en París en 1848. Se trata de la única imagen fotográfica de José de San Martín, cuyo original se encuentra en el Museo Histórico Nacional.

quien ha de entrar y salir de Madrid más de una vez, según los avatares de una cruel guerra conocida como de la “Independencia española”. Fue en ese mismo año, 1808, que nuestro futuro Libertador se cubrió de gloria en la batalla de Bailén, librada el 18 de julio y días siguientes, que obligó al rey usurpador a retirarse de la capital. 55


Las ideas de la época condicionaron la formación cívica y militar de estos dos prohombres de nuestra historia nacional, que nosotros juzgamos de seria y real proyección sudamericana. Bien se ha afirmado que los hombres son más hijos de su época que de sus padres, por lo que indudablemente, tanto Belgrano como San Martín, adhirieron a las ideas liberales que impregnaron su tiempo. De allí a sostener adscripciones a la praxis jacobina, al desorden extremista de los revolucionarios radicalizados hay un largo y equívoco trecho, al menos para estos dos protagonistas relevantes de la Patria Grande Sudamericana.39 Tan largo y equívoco como hacerlos republicanos confesos40 y argentinos desde la mismísima cuna.

39.  Cárlos Pesado Palmieri, De la Emancipación a la Independencia. Manuel Belgrano., José de San Martín y el Proyecto... Op Cit. 40. Aún en 1816 nuestros dos paradigmas eran francamente monárquicos. “Grande fue el peso de las figuras de Belgrano y San Martín (en el Congreso de Tucumán); ambos dispuestos a sostener la idea de una monarquía, en contraposición al republicanismo de un Tomás de Anchorena o de los caudillos del litoral”. Fermín Chávez, op. cit.,p.125.

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Porque si bien tuvimos un himno argentino desde 1813, y son ya bicentenarias la escarapela nacional y la enseña creada por Belgrano, y muchos de nuestros paisanos gustaban así llamarse, en especial los “abajeños”, la Argentina era apenas un embrión. Su “derecho a la vida”, si lo discutiéramos hoy, vaya que estaría observada. Proyecto originario y fractura final Los padres de la Patria, los prohombres decisivos de los que con el tiempo se considerarían protagonistas fundamentales de nuestro consistir como Nación, visualizaron alcances más vastos territoriales. Saavedra, Belgrano, San Martín, entre otros, y el mismo Rosas apellidaban la Patria con otros nombres, propios de aquel Proyecto original que se transformó por el desarrollo de los acontecimientos y la continuidad bélica en Independentista con desenlace final en Ayacucho el 9 de diciembre de 1824. Ese hilo conductor tiene mucho ovillo para hilar que apenas esbozamos aquí, porque si hemos mencionado al polémico gobernador de Buenos Aires es porque fue recién en los tiempos de Rosas, muerto 57


Belgrano y en el ostracismo San Martín, que se llegó a nuestra primera individualización política por la que aún nos reconocemos, siquiera parcialmente, la Confederación Argentina. Asimismo, en las transformaciones del Proyecto originario, naturalmente evolutivo y ya firmemente republicano y federal por pactos preexistentes hasta 1852, el Plata (ex Virreinato, ex Provincias Unidas) todavía aspiraba pese a los acosos sufridos por todas partes, en guerras civiles e internacionales, a seguir siendo una unidad. Necesario nos parece visualizar esta prospectiva belgraniana y sanmartiniana de la independencia hispanoamericana para observar -como aquellas películas que inician su trama revelando el final- el verdadero rumbo de la gesta libertadora liderada por Belgrano y San Martín y su definitivo anclaje. Debo entonces señalar cómo de aquella Patria originaria hispana, patria que he llamado plural por sus regionalismos contenidos y vertebrados en unidades políticas consolidadas41, devendremos al cabo de un cuarto de siglo posterior a Ayacucho en las nuevas rea41.  Cfr. Cárlos Pesado Palmieri, José de Córdova y Roxas., En: Revolución en el Plata… Op. cit. pp.143-144.

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lidades republicanas de “patrias con fronteras”, símiles a las que Lutero y Richelieu conformaron a lo largo de la Modernidad europea en sus primeros siglos. 1812: Un Bicentenario más Finalmente, hemos conmemorado ya el bicentenario de los hechos ocurridos en nuestro suelo en 1812, donde participaron con protagonismo indudable Belgrano y San Martín. ¿Cuál fue el Proyecto de ambos próceres? El Emancipador, que para nosotros como ya dijimos

no es sinónimo de Independencia, sino un proceso previo, sustantivo, no exento de dificultades múltiples ni de crueles enfrentamientos, que disgregó familias, rompió amistades, afectó intereses, y produjo cambios que transformaron el imaginario social y las instituciones existentes, en el lapso de una larga década de acelerada dinámica histórica (1806-1816). Lapso consciente de la mayoría de edad hispanoamericana. De los hijos, mucho de los cuales sin renegar de la paterna autoridad, exigieron el libre arbitrio de sus vidas, no conformándose con recibir la “llave” de la casa donde nacieron y habitaban, bien lejana por cierto de donde re59


sidían sus padres, que para entonces se encontraba en casi todo su solar usurpada por odiosos padrastros. Fue el Proyecto Emancipador que Manuel Belgrano vivenció desde el principio de sus funciones virreinales y por el que media para su comprensión ante los paraguayos en 1810-1811, cuyos mal juzgados logros son condenados por el Movimiento del 5 y 6 de abril de ese último año, del que será pronto absuelto. Belgrano, en suma arquetipo del paradigma Emancipador, creó al año siguiente nuestra enseña nacional que habrá de izar por vez primera en las barrancas del Paraná el 27 de febrero de 1812 para diferenciar, en esa cruenta guerra civil desatada ya un año y medio atrás y que se prolongaría por más de una década posterior, dos ejércitos que con concepciones distintas aún luchaban por “el Deseado” mismo rey todavía prisionero en Francia. Proyecto finalmente por el que combatió con inusitado valor jalonado por triunfos y derrotas en 18121813 en los campos de Las Piedras, Tucumán, Salta, Vilcapujio y Ayohuma. Intento final que lo hizo partícipe de la misión diplomática fracasada con Rivadavia 60


en Europa, para obtener la llegada de un príncipe Borbón como nexo garante de una emancipación al borde de su fractura definitiva por la restauración absolutista fernandina de 1814. 1812 es también un año clave en la biografía de José de San Martín, que arribó a Buenos Aires desde Londres en la fragata “G. Canning” el 9 de marzo. San Martín retornaba a su patria natal doscientos años atrás, teniente coronel del ejército español, en un año en el que el Plata se gobernaba aún en nombre de Fernando VII; Buenos Aires, para muchos, “tras su máscara”; Montevideo con fidelidad gubernamental indiscutida. “Traía -comenta Raúl A. Molina- en su bagaje a la Vieja España, con sus costumbres, con sus tradiciones y, traía también de España y de Inglaterra, un mundo de ideas nuevas que inquietaban profundamente su espíritu”. -Y agrega- “Era un español chapado a la antigua con todos los prejuicios de la instrucción militar del noble y, era un liberal a la usanza inglesa. Creía en las jerarquías sociales, creía en la monarquía constitucional y creía también en la democracia organizada. Pero, tenía odio a la anarquía y al desorden”.42 42.  Cárlos Pesado Palmieri, Las Provincias Unidas de América

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El 16 de ese mismo mes se le encargó la creación de una formación militar de caballería en refuerzo de las aún desvalidas tropas revolucionarias. Nacieron así los Granaderos a Caballo. De Emancipador a Independentista Fue en realidad en el bienio 1814-1815, el lapso en el cual se descorrió el velo. La restauración absolutista de Fernando VII, unido a la pérdida del “Montevideo del Rey”43 en junio de 1814; la victoria realista de Rancagua en Chile en octubre de ese mismo año; la caída definitiva de Napoleón en Waterloo el 18 de junio de 1815, unido a la llegada de Morillo a Venezuela en ese mes; y finalmente la derrota de Rondeau en Sipe Sipe el 29 de noviembre de 1815, trasmutan la primitiva idea de la emancipación en la de independencia total, objetivo que en los albores insurgentes pertenecía a grupos ideológicos de intelectuales francamente minoritarios. del Sud, un …”, Op. cit, p.272. 43.  Así tituló una de sus obras inéditas el malogrado catedrático y amigo, Dr. Matías Suárez, de quien fuera adjunto de sus cátedras de historia americana en la USAL y en la Universidad Nacional de Mar del Plata.

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Éste fue uno de los pecados capitales de nuestra historiografía en general que alteró sin conciencia de culpa “l’esprit du temps” con procedimientos viciados de anacronismos, con análisis retrospectivos desde idearios modernos y extraños al imaginario colectivo de la época en estudio, alteró el pensamiento y la acción de los personajes analizados, y deformó los intentos que todavía velaban por tener una aproximación a la realidad histórica. Se puede así, oteando y comprendiendo ese horizonte, interpretar cabalmente los hechos que se sucederán al año siguiente, los que aquí sólo se enuncian dentro de una trama cuyos componentes hemos intentado elucidar ya, en brevísimo esquema integrador. Porque, por cierto, el panorama de 1816 no alentaba mejores oportunidades para la gesta americana de liberación. La “carta de Jamaica” de Bolívar del 6 de septiembre de 1815 no despertó en lo inmediato la atención británica cuyo intervencionismo buscaba,44 ni se pro44.  Aunque Bolívar en su destierro se aproxima al ideario-acción de Miranda, -en prisión española hasta su muerte en julio de 1816, el auxilio británico que se requiere sin tener la obsecuencia infamante de los pliegos reservados que Alvear encomendara a García

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ducían focos de resistencia importantes en el área de su influencia revolucionaria. Morillo tomaba Cartagena justo tres meses después, luego de asediarla por 108 días. Sobrellevarán las tropas patriotas sucesivas derrotas hasta julio del siguiente año. Artigas, en desencuentro final con el Directorio porteño, resistirá el acoso brasileño hasta la invasión final de Lecor a la Banda Oriental45 y la caída de Montevideo el 20 de enero de 1817. El gobierno español en Chile se preparaba para emprender similar empresa a la programada por San Martín desde Mendoza46, y el Congreso de Viena en Europa, luego de la restauración de Luis XVIII en Francia, junto con la creación del zar Alejandro de la Santa Alianza, ofrecían su predisposición favorable al monarca español para la reante Lord Strangford, en enero de ese mismo año, muestran a las claras cuanto nuestras luchas libertadoras estuvieron pendientes de las decisiones inglesas en todo momento. 45.  El 16 de diciembre de 1815 el Brasil es elevado a la categoría de Reino Unido de Portugal, Brasil y Algarves y aunque historiadores uruguayos discuten si ya en enero de 1816 Artigas presentía la invasión, escritos de éste previendo tal probabilidad lo demuestran. 46.  Nuestra Declaración de Independencia facilitará la ofensiva sanmartiniana iniciándose el Paso de los Andes el 13 de enero de 1817 con Gregorio de Las Heras y obteniéndose la victoria de Chacabuco el 12 de febrero.

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cuperación de sus dominios americanos, pese a la fuerte oposición de Gran Bretaña. Pero la suerte estaba echada y un lustro intenso y cruel en los distintos escenarios hispanoamericanos; el fracaso de todas las misiones diplomáticas enviadas desde el Río de la Plata; el constante avance portugués sobre el codiciado núcleo geopolítico y el frontal desconocimiento de los principios y fuerte confrontación con los representantes liberales por parte de Fernando VII, llevaron a un solo desenlace: Declarar y combatir hasta el último aliento por la Independencia Americana.

Solemne jura de la Independencia, 9 de Julio de 1816. Óleo sobre tela de Pedro Blanqué (1901). Donado al Colegio Militar de la Nación por el Presidente Marcelo T. de Alvear. Sala de Conferencias -CMN- El Palomar.

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La independencia sudamericana, la de la Patria Grande, india e hispana, cuya raíz católica fue afirmada en cuanta Declaración y Actas se firmaron entonces, concretizada para nuestro propio caso en las Provincias Unidas de la América del Sud. Manuel Belgrano y José de San Martín incitaron con vehemencia en el Congreso de Tucumán, desde sus preparativos hasta su consecución en julio de 1816, a la total independencia de España y de toda otra potencia europea, muriendo uno en 1820 y otro treinta años después, fieles ambos a tan magno juramento. Conclusión El carácter dinámico del Ser Nacional, por momentos, vela la identidad primigenia a las nuevas generaciones a tal punto que, la mayor parte de los jóvenes y me atrevo también a decir que un gran número de sus educadores, desconocen el nombre con que el Mundo supo de la existencia de una nueva Nación soberana, la nuestra: que gritó su libertad juramentada como Provincias Unidas de Sudamérica. Cierto es que tal nombre fue omitido en nuestra Carta Magna de 1853 pero aún lo cantamos en nuestro Himno Nacional, que no deja por ello en su letra 66


original de afirmar el liderazgo de los “argentinos” al nombrarlos en distintas estrofas cinco veces. Ni el mármol ni el bronce pueden llevarnos a equívocos. Tampoco los graffitis. Ni santos, ni demonios. Ni haz de lealtades, ni suma de traidores. La Patria Grande de la Epopeya Sudamericana a la que aspiraban nuestros dos arquetipos necesitaba menos dispersión y más unidad, menos voces agoreras y más optimismo lúcido. En la conclusión de un trabajo presentado con dos de mis hijos, para entonces todos profesores en la Universidad del Salvador, afirmábamos: “Fueron sin duda todos estos hombres y sus conductas afectados por un tiempo axial de máxima compulsión e impensables desvíos éticos -con múltiples acosos, inaudito coraje y sacrificios por doquier-, los verdaderos artífices de la Patria Originada fruto de una dación dolorosa y colectiva, con protagonismos singulares y de múltiples anónimos. Hubo bienes confiscados, levas forzosas, amistades en pugna, enfrentamientos y duelos familiares, posturas fariseas, principios quebrados y lealtades abandonadas, en medio de la piedad de unos pocos frente a la violencia de casi todos. 67


Pero nunca se produjeron partos fáciles cuando de la libertad se trata, máxime teniendo en cuenta que se transitaba el arduo sendero épico signado por la obstinada y victoriosa defensa de nuestra soberanía territorial apetecida por más de un extraño, hacia la independencia política final.47 La Revolución hacia la Independencia merece nuestro recuerdo y nuestra celebración, y merece lo hagamos en comunión, sin odios ni rencores, en defensa de un estilo de vida que debemos definitivamente recuperar para norte perenne de una nacionalidad criolla americana. En nosotros, fue encarnada a pleno coraje, sacrificios de vidas y empecinada porfía soberana. Fuimos así, después, más acotados: Argentina, pero, cuidado, mucho antes de que otros nutrientes de la patria nueva “descendieran de los barcos”. 47.  Cárlos Pesado Palmieri, María B. Pesado Riccardi, Carlos N. Pesado Riccardi, Conductas afectadas por los “Tiempos de Mayo” en cartas confidenciales de algunos de sus protagonistas En La Revolución de Mayo en perspectiva Revista Signos Universitarios, Facultad de Historia, Geografía y Turismo, Buenos Aires 2010 pp. 191-192. Quizás esta reflexión final pueda ser válida para aproximarnos a una celebración de nuestro próximo Bicentenario Independentista ajena a los fuegos de artificio, rescatando el imaginario colectivo de los falsos ídolos, e incitándonos a la comunión con los propios arquetipos históricos ejemplares.

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La que heredamos sin mayores esfuerzos y hemos gozado por muchas décadas con platos hondos y prole contenida, no fue hija fraguada por acuerdo alguno de cancillerías, ni por utopías libertarias ilegítimas, ni por un acto de generosidad colectiva de los viejos amos, y mucho menos caballo de Troya introducido por agentes espías de los ingleses, que traidores a su rey, a su estirpe, a su religión y a su sangre, nos condujeron para perdernos dentro de la insolidaridad revolucionaria que nos dividiera en un mosaico de estados débiles.48 Belgrano “general de la pena y el desvelo, Adelantado, fundador del cielo”, como le cantara García Saraví, y San Martín que fuerte reclamamos con el verso de Bernárdez “su sepulcro nos convoque mientras el mundo de los hombres tenga días”, fueron dos decididos constructores de ese Proyecto bien llamado en nuestra Declaración de la Independencia: Provincias Unidas de Sudamérica, y también una pléyade de soldados y de seres anónimos, hombres, mujeres y niños en ese heroico, cruel y glorioso tiempo de epopeya que fueron nuestros muertos por la Patria; para su resurrección encarnados por la honda poesía de Punzi: 48.  Cárlos Pesado Palmieri, Las Provincias Unidas de América del Sud,... Op. cit, pp .273-274.


“Llámanos, Patria; Piel de jaguar colgada de los hombros de América (…) El filo del degüello nos subirá vibrando por las venas, con los nervios mellados y las manos deshechas, el trapo de las carnes deshiladas, el cuenco de los ojos en tinieblas, la llaga de la piel hecha jirones, el pelo como yesca, la boca desgajada, los brazos como teas. No te pedimos nada: moriremos por ti de cien maneras, fusilados de frente, clavados en las rojas bayonetas o atados a los bárbaros cañones por el dios ancestral de la pelea. “Llámanos, Patria, Piel de jaguar colgada de los hombros de América (…) 49 Laus Deo

49. Orlando Mario Punzi, La tierra encendida, Buenos Aires, Vinciguerra, Buenos Aires, 1998, pp. 11-12.

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Índice L a década axial de la patria nueva Río de la Plata 12 de agosto de 1806 – 9 de julio de 1816 Presentación........................................................................... 9 Introducción........................................................................ 15 Ave Patria…!......................................................................... 20 La vera historia de la Patria.................................................... 22 Protohistoria constitutiva de la nuestra.................................... 22 Existencia de dos estadios y de padres primigenios...................... 25 Brújula para el itinerario histórico propuesto......................... 30 Alba del siglo xix – Crónica básica de una década............... 32 El Proyecto de las Provincias Unidas...................................... 35 Carácter de nuestras aproximaciones..................................... 37 Emancipación e Independencia como sinónimos en las obras de Mitre............................................................. 38 La frágil meta independentista............................................... 39 Los “golpes de Estado” vernáculos......................................... 48 De la Emancipación a la Independencia................................ 50 Los Padres de la Patria independiente..................................... 50 Legítimos arquetipos............................................................ 51 Albor de las revoluciones burguesas......................................... 52 Los tiempos del Rey.............................................................. 53 Proyecto originario y fractura final.......................................... 57 1812: Un bicentenario más.................................................. 59 De emancipador a Independentista........................................ 62 Conclusión............................................................................ 66


El alba de nuestras luchas por la soberanía territorial tienen origen, según el Prof. Lic. Cárlos Pesado Palmieri, en los episodios que finalizaron con la victoria sobre la agresión británica al Plata en 1806-1807. Sostiene que el Bicentenario bicéfalo de nuestra revolución hacia la independencia abarca un septenio (18101816), acorde a las dos fechas paradigmáticas de nuestra historia nacional: el 25 de Mayo y el 9 de Julio.

Las nuevas Patrias sudamericanas originadas en el siglo xix, como desprendimientos de la originaria, tres veces centenaria y unívoca en la cosmovisión hispánica, fueron concebidas inicialmente como grandes espacios fraternales que legitimaron el Proyecto Emancipador alentado por hombres como Saavedra, Belgrano y San Martín, que tras la restauración borbónica absolutista de 1814, se transformó francamente en Independentista.

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Institución de Magistrados Judiciales de la Nación en Retiro


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