CUANDO LEÍ A DA N T E DOMINGO 6 de septiembre de 2015 / Núm. 231
Por Alberto Manguel Página 3
Foto: Cortesía
Editor: Rael Salvador l Diseño: Arturo Corpus l raelart@hotmail.com / palabra@elvigia.net
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DOMINGO 6 de septiembre de 2015
DE PALABRAS Y PALABRAS
GATUPERIO
IMPROPIEDADES O IMPRECISIONES EN EL LENGUAJE I
LA VACA QUE DESTRUYÓ CHICAGO
NO ES POCO FRECUENTE que en nuestro discurso se cuelen algunas palabras con significados o matices que no les corresponden o no les son propios. A este tipo de errores se les conoce como imprecisiones o impropiedades léxicas. Veamos el verbo acarrear: Según el diccionario, un primer significado del término es el de “transportar algo en carro” y, por extensión, “transportar una carga de un lugar a otro”. Otro significado de acarrear Ostentar (alardear, presumir) es el de ocasionar o producir un efec- sustituye a ejercer, desempeñar: to adverso o desafortunado: La baja Ismael ostenta el cargo de alcaldel petróleo acarrea grandes daños de. Ismael ejerce el cargo de alcala la economía del país. No es posi- de (Correcto). ble utilizar este verbo con un comReiniciar por reanudar: Las clases plemento positivo: Las palabras la- se reiniciarán a partir del 9 de enetinas o griegas acarrean prestigio a ro. Las clases se reanudarán el 9 de nuestro idioma. Prestigio no implica enero (Correcto). un efecto perjudicial, estamos, pues, Y por último, un término que se ante una impropiedad léxica. emplea con demasiada frecuenOtro caso común que manifiesta cia y es un verdadero calco del inimpropiedad en el lenguaje lo en- glés que ofende nuestro idioma: contramos en la confuSantuario por refusión del término adole- “¡Auri sacra gio. Según la RAE, cer (tener algún defecla palabra santuario fames! ” to o padecer alguna significa: Templo en enfermedad), con el que se venera la imaverbo carecer (tener falta de al- gen o reliquia de un santo de esgo); ejemplo: adolezco de recursos pecial devoción. Mientras que de o este trabajo adolece de planea- refugio nos dice: Asilo, acogida o ción. Esta forma es totalmente im- amparo. Sin embargo, en los mepropia. Se recomienda, pues, evi- dios de comunicación escuchatar el uso de adolecer con el sen- mos: El santuario de las maripotido de no tener algo, y emplear- sas Monarca. Penoso caso de imlo sólo cuando se quiera expresar precisión léxica. que se padece un mal o se tiene Curiosidades del lenguaje. Ir un defecto. hecho la mocha. Su origen tiene reNota bene: La palabra adoles- lación con las locomotoras de vapor cente no tiene ninguna relación de inicios del siglo pasado, las cuacon el verbo mencionado arriba. les eran grandes, lentas y pesadas; El vocablo deriva del verbo latino cuando se adquirieron otras más ráadolescere que significa crecer, de- pidas y pequeñas, las llamaron “mosarrollarse, ir en aumento. chas” porque parecía que las granAquí tenemos otros casos de im- des habían sido cortadas. De ahí propiedad léxica: Agresivo por au- surgió la frase vigente hasta nuesdaz, dinámico: Es un vendedor muy tros días. agresivo. Es un vendedor muy auEl latín del día. ¡Auri sacra fadaz, o dinámico (Correcto). mes! ¡Miserable sed de oro! Frase Bizarro, significa valiente, es- de Virgilio (La Eneida, l. III) y retoforzado, pero suele usarse con la mada después por Séneca. El tráfico connotación de extraño, raro, in- de influencias entre diputados es un sólito: Un comportamiento biza- escándalo ¡Auri sacra fames! rro. Un comportamiento extraño Vale. (Correcto). atena2221@hotmail.com
LA SEÑORA O’LEARY tuvo invitados la tarde del domingo y se le acabó la leche fresca, por lo que fue al establo que tenía en su casa en Chicago, Estados Unidos, para ordeñar a su única vaca. Al sentirse ordeñada fuera de su horario normal, la pacífica rumiante tiró una coz que derribó la lámpara de petróleo, la cual doña O’Leary no tuvo la precaución de colocar lejos del animal. El fuego prendió el establo y rápidamente se propagó a las primeras casas aledañas, luego a las viviendas de las siguientes cuatro manzanas y, finalmente, a toda la ciudad de Chicago. El saldo: 17 mil viviendas destruidas, 200 muertos, 98 mil personas damnificadas, 190 millones de dólares en pérdidas y la quiebra de varias compañías aseguradoras. Dicho incendio ocurrió en 1873; tras las investigaciones y conocerse el origen del colosal siniestro, se acordó prohibir en la ciudad de Chicago el tener establos y mucho menos vacas. La historia, narrada a detalle por el periodista Egon Erwin Kisch (1885-1948) muestra las deficiencias del cuerpo de bomberos de dicha ciudad y la falta de medidas oficiales para prevenir este tipo de catástrofes. Relata, también, la eficiencia norteamericana para establecer leyes muy puntuales en temas absurdos. El texto forma parte de una se-
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rie de reportajes recopilados en el libro El paraíso norteamericano, editado en Madrid, España, en 1931, y ejemplar que resulta actualmente casi inencontrable, salvo en el mágico recinto de la Biblioteca Nacional. Erwin Kish, es considerado por muchos como uno de los mejores reporteros del mundo durante la primera mitad del Siglo XX y, desafortunadamente, es poco conocido por las viejas y nuevas generaciones de periodistas o aprendices de ese oficio. Su libro Descubrimientos en México, es un prodigio del relato de viaje, la crónica, la entrevista –logra hablar hasta con las piedras–, el análisis sociológico, económico e investigación históricaperiodística, presentado con sencillez, fina ironía y un ácido humor negro. Más regresemos al tema de El paraíso norteamericano. Kisch recorre, en los años treinta, Estados Unidos, y utiliza los temas aparentamente triviales –una visita a un cementerio canino– , para mostrar las desigualdades sociales, los prejuicios políticos, religiosos y las contradicciones económicas de la nación norteamericana. El panteón para perros ricos es igual a los cementerios de las personas ricas, una expresión de la lucha de clases que se perpetúa más allá de la muerte, reflexiona Kisch. elsopordelbuitre@hotmail.com
Director General Santiago Garín Walther Director Editorial Enhoc Santoyo Cid Gerente Administrativo Alfredo Tapia Burgoin Editor Rael Salvador Críticos / Colaboradores Héctor García Mejía, Marcela Danemann, Ruth Gámez, Arnulfo Estrada, Federico Campbell (†), Olga Aragón, Jorge L. Osiris Fernández, Gerardo Sánchez, Montserrat Buendía, Sergio Gómez Montero, Elia Cárdenas, Jesús López Gorosave, Paúl Nazar, Renata Sández Oseguera, Lauro Acevedo, Heberto J. Peterson L., Iliana Hernández P., María Eugenia Bonifaz de Novelo, Kepa Murua, Ana M. Mora, Herandy Rojas, Alina I. Gallardo, Ramiro Padilla, Daniel Salinas, Óscar Ángeles Reyes, Gerardo Ortega, Deÿ López, Aldo Calderoni Etcheverri, Elba Jordán S., Gabriel Ríos C., Diana Venegas, Fernando Macillas T., Jaime E. Delfín V., Manuel Quintero, Martín Caparrós, Eduardo Cruz Vázquez, Jorge Valenzuela, Miguel Lozano, Jhonnatan Curiel, Gustavo Dessal, Óscar Villarino Ruiz, Alberto Manguel, Carmen Gaitán, Myriam Moscona, Martín Solares, Daniel Iván Arellano G., Carlos Patiño, Joatam De Basabe, Jorge Calderón, Leobardo Sarabia Quiroz, Magdalena Calderón, Enrique A. Velasco Santana, Guadalupe Beatriz Aldaco, David Castillo, Gerardo Navarro (Nemónico), Andrea Torres y Natalia Rivera Lugo. Corresponsal en Francia Cony Singüenza Corresponsal en Italia Ferdinando Scianna Corresponsal en Chile Ramón Ángel Acevedo, “Rakar” Corresponsal en Argentina Patrick Liotta Fotografía Enrique Botello
Ilustración: Cortesía
Por Gerardo Sánchez G.
Ilustración: Cortesía
Por Magdalena Calderón
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ALEATORIEDADES
EL LECTOR TIENE QUIEN LE ESCRIBA
INTIMIDAD
CUANDO LEÍ A DANTE
ESTE LIBRO DUELE Y EN SERIO. Corto, sencillito, sin mayores complejidades ni desafíos narrativos y sin embargo, es sal y limón en herida abierta. Imagínenlo como una pequeña y sencilla navajita capaz de tasajear el corazón. El título, igual de simple, refleja a la perfección la esencia del libro. Intimidad (Intimacy) un título ambiguo, que podría acaso decir muchas cosas, tomar demasiadas vertientes y aun así le viene como anillo al dedo. Valga la redundancia, pero es un libro desgarradoramente íntimo. Visto por encimita, el tema podría parecer en extremo ordinario. Un cineasta de cuarenta y tantos años se dispone a abandonar a su mujer y a sus dos hijos. Su matrimonio se ha venido abajo, su cama está fría, la vida conyugal le resulta carcelaria y el señor decide marcharse. Nada extraordinario en el asunto. La historia de Kureishi sería la de una ruptura matrimonial cualquiera sin un solo factor que la haga especialmente cruel o desgarradora. Las 143 páginas, he de advertirlo, se limitan al monólogo interior del personaje principal, quien deambulando en su departamento, medita en torno a la decisión que tomará. Sin embargo, es precisamente lo aparentemente común de la historia lo que la hace desgarradora. Es tan triste como escuchar Love Will Tear Us Apart, de Joy Division, en un domingo invernal. Aunque el néctar de la obra es ante todo un dilema moral, no hay moralismos de por medio. El narrador simplemente desnuda su alma y así la arroja a la calle. No necesita haber sangre u horror de por medio, pues la vida cotidiana puede estar llena de bestias como el desamor, el aburrimiento, los sueños rotos. Todo el libro lo leí en un vuelo de Monterrey a Tijuana, y mi pluma casi agota la tinta de tanto subrayar párrafos, frases, ideas desoladoras.
“No necesita haber sangre u horror de por medio, pues la vida cotidiana puede estar llena de bestias como el desamor, el aburrimiento, los sueños rotos” Junto con Salman Rushdie, Hanif Kureishi es la voz literaria de la cultura indo-pakistaní en Londres. De origen pakistaní, aunque inglés de nacimiento, Kureishi es célebre por su novela El Buda de los suburbios, título que hasta el mismísimo David Bowie le pidió prestado para nombrar un álbum. El Buda es un libro al que más de uno le ha colgado la engañosa medalla “de culto” y que, entre broma y broma, va desnudando la ridiculez de las ambiciones clasemedieras en el mundo occidental, los complejos de los inmigrantes, las angustias adolescentes y el insoportable esnobismo del misticismo oriental. Pero más allá de la vena satírica y el trauma que todo éxodo trae consigo, Kureishi va mucho más allá, cavando profundo en el alma de los personajes. Trascendiendo el factor cultural, Kureishi es el novelista de los dramas cotidianos adultos. La pluma de este narrador es pez en el agua cuando describe personajes al final de sus treinta o al principio de sus cuarenta, enfrentados a sus demonios internos. Intimidad, tal vez, será considerada siempre como una obra menor o complementaria en el catálogo de Kureishi, aunque acaso ninguna iguale su contundencia y desolación. danibasave@hotmail.com
Por Alberto Manguel
LA PRIMERA VEZ QUE LEÍ a Dante fue después de una conversación con el sagaz Jesús Pardo, hace ya unos seis o siete años. Nos habíamos conocido en ya no sé qué presentación en el Círculo de Bellas Artes de Madrid y, hablando de nuestras bibliotecas, me contó que coleccionaba ediciones de la Divina comedia en español. Hurgando por las librerías, descubrí alguna edición destartalada que le envié, y después otras más. Durante mi adolescencia, había conocido las melodramáticas ilustraciones de Gustave Doré en uno de los volúmenes de El tesoro de la juventud, y había recorrido el poema de manera distraída. Gracias a Jesús Pardo, y a pesar de mi pésimo italiano, decidí probar el original. Algunas veces, pocas, a lo largo de mi vida de lector, tuve la suerte de descubrir un texto, a veces famoso, a veces que describen el cosmos visible e invisible. no, que sentí cambiaba mi vida. Uso el Y no de manera hermética porque, paralugar común porque dójicamente, el lector es exacto: después de la Comedia siente “La Comedia da sobre todo su calidad de la lectura de El rey Lear, de Ficciones, de temporal humana. la impresión de Alicia en el país de las Mi primer recorrido extenderse hasta por la Comedia fue maravillas, mi vida ya no fue la de antes. casi el infinito, como de sorpresa, regocijo, aturdimiento. Yo, que Sin embargo, con la no soy creyente, sentí Comedia me ocurrió en esos modelos algo distinto. (como siento cada vez astronómicos que Los otros libros que que la releo, un canto mencioné, enormes, describen el cosmos por día, desde aquella primera vez), que ese mágicos, primordiavisible e invisible” Infierno, ese Purgales, tenían a pesar de torio, ese Paraíso, son todo una geografía para mí comprensible. Quiero decir: aun- reales, que el asombrado peregrino y las que sé que no me bastarían una sucesión sombras de Virgilio y de Stacio, y la mirade vidas pitagóricas para leer a fondo una da y la sonrisa de la fría Beatriz son reales, de aquellas obras, ni siquiera para enten- obligándome a creer, absolutamente, en su der en toda su rica complejidad alguna de existencia poética, y definiendo no solo el sus frases esenciales, puedo sin embargo viaje de Dante sino el mío en este mundo. concebir sus universos. Pero el universo Cada vez que vuelvo a encontrarme con de la Comedia escapa a la capacidad de mi Dante en la selva oscura y cada vez que imaginación, como la visión final prome- comparto con él la última visión “que por tida escapó al propio Dante. el universo se deshoja”, tengo la impresión Hay tal complejidad (siempre diáfana de recorrer un libro nuevo, nunca antes hasta un cierto punto, siempre inteligible abierto. Eso es, quizá, porque aquella pripero no totalmente) en cada uno de sus mera vez sentí que la literatura de Dante cantos y en cada uno de sus versos, tal me estaba revelando el Universo entero y red de significados y alusiones e imáge- todos sus secretos, cuando en verdad me nes, tal juego de espejos entre su historia estaba prometiendo una revelación que ni y nuestro presente, que la Comedia da la siquiera los ángeles pueden concedernos impresión de extenderse hasta casi el infi- por completo, y gracias a lo cual seguimos nito, como en esos modelos astronómicos (y seguiremos) releyendo. Ilustración: Doré
Por Daniel Salinas Basave
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M A D E R A O S C U R A , PIEDRA NEGRA, LA LUZ COMO UN A SOMBRA
El Museo está construido en los cimientos de las torres: son espacios enormes muy vacíos, paredones chorreados, multitudes que caminan en voz baja, sus pantalones cortos, sus cámaras y teléfonos en ristre Por Martín Caparrós
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odo empieza, faltaba más, con una cola interminable bajo el Sol. Somos miles, y los más están vestidos de turistas: con zapatillas nuevas. Hay negros, blancos, orientales varios, las mezclas más diversas. Aquí la confusión de lenguas llegó después, no antes, de la caída de la torre. La cola dura más de media hora; la entrada cuesta 26 dólares (unos 450 pesos). El Museo del 11 de Septiembre, en el sitio de las Torres Gemelas, no tiene un mes de inaugurado cuando lo visito. Hay, a la entrada, tremendo control de rayos equis para
«Hay un frontis enorme que dice que “Ningún día los borrará de la memoria del tiempo”: Virgilio se lo escribió hace tanto para dos soldados troyanos que mataron a docenas de aquellos en una emboscada» personas y bagajes –y tiene sentido: al fin y al cabo, fue esta caída la que los puso en todas partes. El Museo –madera oscura, piedra negra, la luz como una sombra– está construido en los cimientos de las torres: son espacios enormes muy vacíos, paredones chorreados, multitudes que caminan
en voz baja, sus pantalones cortos, sus cámaras y teléfonos en ristre. La mayoría pone esa cara que se usa en los velorios. En el museo hay trozos del edificio retorcidos, vigas retorcidas, motores retorcidos, un carro de bomberos aplastado, esculturas involuntarias bellas; hay una escalera que permitió escapar a tanta gente y fue indultada; hay un frontis enorme que dice que “Ningún día los borrará de la memoria del tiempo”: Virgilio se lo escribió hace tanto para dos soldados troyanos que mataron a docenas de aquellos en una emboscada. Tras esa pared, dice un cartel pequeño, hay restos de personas. En un recinto más oscuro las caras de las 2 mil 977 víctimas nos miran desde las paredes: el silencio es espeso. Hasta que alguien de pronto suelta un grito. Es un señor de 50, bien trajeado, rubio. El señor ahora llora a los gritos, grita; lo miramos sin saber
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EN SÉNECA LA TERNURA DE PEQUEÑOS CADÁVERES
“Es un niño como millones de niños, un ser humano que ya ríe y pregunta y persigue sombras como si fueran juguetes”. José Hierro.
“Y, para cerrar, una muestra que reconstruye el día con detalle: vídeos, relatos, objetos de los muertos” mil fotos, 10 mil objetos, 500 horas de película aparece un panel chiquito sobre los efectos del desastre: “¿Cómo puede América proteger a sus ciudadanos del terrorismo?”, se pregunta, y muestra soldados en Irak y Afganistán, Bush firmando el Acta Patriótica que autorizaba el espionaje interno, un cartel policial que dice: “Hay 16 millones de ojos en la ciudad. Contamos con todos ellos. Colabore”. Al fin, en la tienda del museo, se venden banderas, camisetas, carritos de bomberos, perritos de peluche, tazas, joyas, bolsos: todo para conmemorar. Aquí, antes, había unas torres que se llamaban World Trade Center. @martin_caparros
Fotos: Cortesía
qué hacer o evitamos mirarlo. Un guardia joven negro se le acerca y le pregunta si está ok. –No, no estoy ok. Grita el señor y llora más y busca entre las caras en el muro. Después dice que conoció a muchos, que él mismo contrató a algunos ese viernes y se murieron ese martes, que él no murió porque aquella mañana estaba en Boston, mirándolo de lejos, que no tiene perdón. El guardia le acaricia la espalda. –Dé gracias a Dios, dele las gracias. Más allá, en el sanctasanctórum bien sombrío, un sinfín de imagen y sonido los va trayendo uno por uno: fotos, textos, voces de familiares, los silencios largos. Y, para cerrar, una muestra que reconstruye el día con detalle: vídeos, relatos, objetos de los muertos. Las construcciones de memoria ya se han vuelto un género: un signo de estos tiempos con tanto miedo de olvidarse. El museo cumple con creces la función de la memoria: recordar, no entender. Tras 23
SE PODRÍA JUZGAR que las playas de Turquía nos reciben con la ternura de pequeños cadáveres. Mínimos sueños derrotados que poseen la grandeza de la indignidad. Bebés muertos que dejan abierta la tumba de una vida mejor: Europa, por ser el caso. Y ahí, en el fin de la tierra, espuma que salta y quema la retina, el mar repite sus interrogantes en forma obsesiva: ¿Quién o quiénes son los artífices de esta tragedia? ¿La guerra contra Bashar al-Assad? ¿El crudo desamparo migratorio? 26 de enero de 2011, polvorín de injusticias: Siria estalla en Guerra Civil. De la fecha a la imagen de infanticidio, reiterado telón de fondo de la Primavera Árabe, el conflicto ha generando 4 millones de refugiados y más de 250 mil muertos. A esta contabilidad impotente, que se modifica a cada impacto de esquirla, a cada desgajo de bala, habrá que sumarle los muertos de agua: cifra que aumenta a cada golpe de remo, a cada primicia de naufragio. ¿Cuánto dilata el desamparo de un niño para convertirse en ese desmayo siempre ilegal que es un ahogado? ¿Y a qué acuario forense van a parar los archivos infantiles de estas desgracias? ¿Cómo es que la comunidad internacional no contempla en la Carta de las Naciones Unidas la prohibición del derecho humano a asesinar criaturas que huyen de sus guerras? Aquí hay que esforzarnos por entender la guerra. Comprender por qué hay armas letales en las manos y deseos de poder en las mentes de los hombres. Lo decía Simone Weil: la verdad no está sólo reservada a los grandes talentos, por-
“¿Cuánto dilata el desamparo de un niño para convertirse en ese desmayo siempre ilegal que es un ahogado?”
Foto: Enrique Botello
Por Rael Salvador
que no es fruto de un esfuerzo inteligente, sino que es el efecto del deseo. Cuando se desea pan, no des piedras en el cuello. Entender la guerra, sino la padecerás. La padecerán tus hijos, tus padres, tus abuelos, todos tus seres queridos... Y, en el anonimato, ¿los no queridos? Los desconocidos también: como los niños muertos en la playa de Turquía. Con la distancia la tragedia no se hace pequeña (sería como no entender el tamaño del Sol). La lejanía no anula la realidad, como se quiere hacer creer. Donde quiera que se presente, como un negro musgo de fuego, la guerra provocará la desgracia y la mutilación, el dolor y la locura. La invasiones a Irak, Afganistán, los conflictos históricos de Libia y Siria, transformados en guerras, se encuentran documentados en imágenes, videos y textos demenciales, colección revelada que abre una puerta más al infierno de la especie. Los intereses de las naciones, con la beligerancia inducida –disfrazada de revuelta (Túnez, Egipto..., la misma Siria), con la sangre de civiles engañados por la bandera de la “libertad”–, se apropian de lo que no pueden producir, de lo que carecen, de lo que necesitan sus economías depredadoras. No hay razón válida –alterada, sí– para que esto suceda. Un innoble síntoma de debilidad en el hombres es la Guerra Civil, porque la Guerra Civil es el naufragio más cruento de la humanidad. raelart@hotmail.com
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FOTO DE LA SEMANA: INSECTO
CUENTO
EL FEO
(Entre realidad y ficción) Por Heberto J. Peterson Legrand
MARÍA NORA ORTIZ SOTO Es licenciada en Administración de Empresas, ama de casa (buena aprendiz de fotografía). Radica en Monterrey, Nuevo León. La Foto de la Semana es un reconocimiento que se otorga por el mayor número de votos, avalando el dominio del tema, en el sitio de Facebook Fotografía Diaria.
Foto: Cortesía
Foto: María Nora Ortiz Soto
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ra un sábado y la cita era en casa de Toñeta, allá por la década de los 60 y 70 del siglo XX. En esos años era muy frecuente que los muchachos y muchachas, cuyas edades oscilaban entre los 16 y 21 años, nos reuniéramos en casa de alguna de las amigas para bailar, platicar y disfrutar de algunos emparedados que habían preparado y de la música que salía de los tocadiscos. Siempre había algunas mamás presentes y no nos estorbaban, estábamos acostumbrados a estar bajo su mirada inquisidora. Cerca de las ocho llegó “El feo”, a quien las muchachas, en su mayoría, trataban de ignorarlo, ya que sus pretensiones eran que otro de los galanes allí presentes se les acercaran y las invitaran a bailar. Federico Iturbide, “El feo”, estaba consciente de que lo que natura non dat, Salamantica non praesta*, pero en su caso aplicado a su aspecto físico. Sin embargo, cultivó otras cualidades que le dieron réditos muy buenos... “El feo” se acercó a Rosa Isela y, al ver una silla desocupada junto a ella, se sentó, saludando a su madre, que allí estaba, e inició una conversación tan fluida y agradable que capturó la atención de quienes le rodeaban. Quince minutos después, se animó a pedirle a Rosa Isela que bailara con él. Ella, de no muy buena gana, aceptó, y para su sorpresa, “El feo” era un excelente bailarín. Bailaron: rock, twist, cumbia, danzón, etc., y “El feo” lo hacía tan extraordinariamente bien, que los demás danzantes pararon para hacerles un círculo. Después, “El feo” se fue a juntar con otros grupos y de inmediato sobresalía por su personalidad, su carisma, su simpatía frente a otros “caritas” que,
más bien, se percibían sosos, carentes de gracia, viveza y atractivo. Pasó el tiempo y algunas muchachas comenzaron a ver a “El feo” no tan feo. En aquellos lejanos años todavía no existían las disco, los terrazas donde prácticamente no se puede platicar y, sin embargo, teníamos la capacidad de disfrutar aquellos inolvidables fines de semana que, para un joven de hoy, es difícil visualizar y menos comprender.. Pues resulta que “El feo” se ligó a la muchacha más bonita, ante las miradas frustradas de varios y la mirada envidiosa de otros. Dijo Toñeta: “La suerte de la fea la bonita la desea”. En “El feo” no fue cuestión de suerte, sino de cualidades o características adquiridas, ya que se propuso construirse una personalidad, cultivando la autoestima y adquiriendo cultura y el arte del buen bailar y la conversación. Un bello recipiente puede estar lleno de arena y, uno feo, de oro. Pasó el tiempo y la agenda de “El feo” siempre estaba repleta, y otras más vacías que un cántaro rajado en el desierto.
«Ella, de no muy buena gana, aceptó, y para su sorpresa, “El feo” era un excelente bailarín»
petersonheberto@live.com *Lo que la naturaleza no da, Salamanca no presta.
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LA ILEGALA ,
ATRABILIARIO
UNA MIG R A N T E S I N R U M B O Por Miguel Lozano
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Por Guadalupe Beatriz Aldaco “Me parecía que me había vuelto muy grande y que, inundado de fuerzas eléctricas, haría caer todo lo que se me acercase”. Gerard de Nerval.
Foto: Cortesía
CONOCIDA ACTUALMENTE en la literatura psiquiátrica como trastorno bipolar, anteriormente se le denominó enfermedad maniacodepresiva. Conjuración de doble vía, en este padecimiento el ánimo es violentado por un desequilibrio en los neurotransmisores que da lugar al furor maníaco o manía, pero luego sobreviene la indefensión depresiva o depresión, una condición deLa gravedad de los síntomas de la envastadora para el sujeto. fermedad suele trivializarse en el discurA este mecanismo bipolar Freud le lla- so común. Ciertas anomalías en el commó “insania cíclica”, mientras que otros portamiento de las personas que nada prefirieron llamarle “locura circular”. tienen que ver con la afección, son caEl carnaval interior de la fase maniaca lificadas como propias de una “personaincluye un aumento notable de la ener- lidad bipolar”. A la menor señal de un gía y la actividad, pensamiento acele- contraste en el comportamiento, salta la rado y lenguaje precipitado (“fuga de frase irresponsable: “es que (fulano o fuideas” o “aceleración metonímica de lana) es bipolar”. la cadena significante”, según Lacan), Una razón inmediata para ese equídisminución de la necesidad de dormir, voco es que, al tratarse de un trastorno ánimo irritable y paranoide, delirios de anímico, un desorden cuya sintomatograndeza, sensación de logía se manifiesta en omnipotencia, compul- «A este mecanismo el terreno de los afecsión creativa, autoestitos, suele ser confundibipolar Freud le ma excesiva. Algunos do, o por lo menos recomportamientos típilacionado, con exprellamó “insania cos son el gasto excesi“normales” de cíclica”, mientras siones vo de dinero y las imesos afectos a los que pulsivas e intensas retodos los seres humaque otros laciones amorosas y tendemos por naprefirieron llamarle nos sexuales. turaleza, como el doFraudes de la alegría, “locura circular”» lor, la tristeza y la antrampas de la euforia, se gustia por un lado, y la trata de regocijos artifialegría, la euforia y el ciales producidos por una anormalidad éxtasis por el otro. en la actividad bioquímica del cerebro. A diferencia de otras alteraciones aníEn la manía, dice Freud, “el yo se en- micas y mentales, nos encontramos con cuentra en un estado de embriaguez una enfermedad cuyos estados patolóbeatífica”, triunfa sobre las represiones gicos pareciera que no son tales, pues e imposiciones de la cultura (el “padre” serían parte constitutiva de la naturaledesaparece), por lo que se puede per- za humana. Se da, pues, una confusión mitir, con desinhibición y al abrigo de de sentido entre afecto ordinario o hatodo reproche o remordimiento, la “sa- bitual, y síntoma. tisfacción de todas sus concupiscenEs necesario el cuidado y el rigor en cias”. Freud compara esta algarabía in- el lenguaje común para que los trastorterior con las características originarias nos efectivos del estado de ánimo ocude la fiesta, por la proliferación, en su pen el lugar social que les corresponde, seno, de excesos permitidos por la ley, y con ello puedan ser abordados terapéucomo los saturnales de los romanos y los ticamente de la mejor manera. carnavales contemporáneos, espacios de transgresión y desenfreno. aldacoe@gmail.com
os temas fronterizos y migratorios han pasado de moda en la literatura nacional. Esto es una lástima, ya que las problemáticas están lejos de resolverse y la literatura parece darle carpetazo. Por eso es importante que se sigan representando obras como La ilegala, escrito por Virginia Hernández y dirigido por Fernando Rodríguez Rojero. Se trata de un monólogo, que se presentó en marco del Cuarto festival del conocimiento organizado por la UNAM. La presentación se llevó a cabo en el Teatro de la Ciudad de Ensenada, el pasado martes (1 de septiembre). En esta comedia, una migrante ilegal (interpretada por Laura Castanedo) se encuentra perdida en el desierto. Desesperada, bajo los intensos rayos del Sol, espera rescate en una baliza instalada por los estadounidenses para rescatar a los “pateros”: aquellos que atraviesan la frontera por la zona más peligrosa. Tiene una enorme barriga de embarazada, con tatuajes encima. Carga con una bolsa de Mickey Mouse y otra con la virgen de Guadalupe. A falta de algo mejor qué hacer, monologa con el público y cuenta sus experiencias tanto en su vida cotidiana como al inicio de su migración. La idea y la temática son sumamente atractivas, son tratadas con humor y a veces crudeza. Aunque mencioné que los temas migratorios y fronterizos siguen siendo importantes, esta obra tiene encima algunos lastres que terminan hundiéndola. La dirección escénica dejó mucho que desear. Casi toda la acción transcurrió del lado derecho del escenario, desaprovechando posibilidades expresivas. En momentos, la música se utilizó efectivamente, como cuando la ilegala improvisa un rap, pero en otras ocasiones eran innecesarias, como cuando escuchamos el Requiem, de Mozart, durante algunos segundos. Desde mi punto de vista, el texto y la actuación no requerían un elemento extra: funcionaban por sí solos.
“Son muchos temas, y cada uno de ellos es tratado superficialmente. Esto afecta el tono de la obra, ya que quiere tratar situaciones dolorosas, como polleros que abusan sexualmente de migrantes, para pasar al chiste de inmediato” Diferentes personas y personajes fueron mencionados durante la obra, pero sus apariciones fueron tan breves que no tuvieron mayor incidencia en la obra. Generan más confusión que reflexión. También hacen su aparición algunos versos de Sor Juana Inés de la Cruz, que en un contexto fronterizo y desértico se sienten fuera de lugar. Es clara la intención crítica de la autora. Busca denunciar abusos y condiciones de vida adversas de las personas que arriesgan todo por llegar “al otro lado”. Resalta la condición poco privilegiada de la mujer en nuestra sociedad e incluso toca el tema del narcotráfico. Pero Son muchos temas, y cada uno de ellos es tratado superficialmente. Esto afecta el tono de la obra, ya que quiere tratar situaciones dolorosas, como polleros que abusan sexualmente de migrantes, para pasar al chiste de inmediato. Después de esa referencia, el público dejó de reír un tiempo. No podemos reír después de que se nos presente una realidad tan cruda. Esta obra es una muy buena idea perdida en el desierto. Trata temas importantes. Por desgracia, como su personaje principal, La ilegala es una obra que nunca encuentra el rumbo. Se pierde en callejones sin salida y llega a nunca parte. el.badbit@gmail.com Foto: Cortesía
LOS REGOCIJOS ARTIFICIALES
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ECONOMÍA CULTURAL: DOMINIOS LA CULTURA Y EL SECRETARIO AURELIO NUÑO MAYER
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asta donde puedo ver, la reacción de la comunidad cultural al nombramiento de Aurelio Nuño Mayer en la SEP (Secretaría de Educación Pública) no se ha hecho notar de forma decidida. Me sorprende que, incluso, a nivel de las redes sociales, no se haya generado barullo. Ni un meme. Ni preguntas o emplazamientos al nuevo secretario, mucho menos el repaso de los numerosos pendientes que se tienen en el subsector de Cultura y Arte. No me ocuparé de las razones de este vacío, quizá desconcierto, a lo mejor desdén, tal vez estrategia de algunos o de plano pesimismo. Sólo debo señalar que Emilio Chuayffet se fue como llegó: sin el tema en su agenda, en constante conflicto con el titular del ramo, Rafael Tovar y de Teresa, quien aguarda su ratificación. Para quien acumula ya casi once años en el cargo, tras un inicio a distancia de Los Pinos, con un apoyo clave en José Carreño, titular del FCE, la vía hacia el fin de sexenio no tiene sobresaltos. Lo que veremos pronto es si Nuño Mayer estima que la estela de pendientes en el ámbito cultural puede resolverse. No deberá resultar sorprenderte si decide que no hay soluciones, que lo que queda es dejar correr y que dicho paquete sea parte de la herencia al siguiente secretario de la SEP. Si toma la ruta de enfrentar los problemas, además de envolverse en el típico “encuentro con la comunidad cultural”, tendrá que ofrecer sus monedas de cambio. Y no menos importante, indicar si en la inercia o en la promesa de cambio será con el mismo equipo del Conaculta, con uno parchado o, en lo menos probable, con otro. Es evidente que un hombre tan informado como el ex Jefe de la Oficina de la Presidencia, tuvo horas de más para cavilar lo que será su sello en los años que le tocan al frente de la SEP. Y que por lo que refiere al ámbito cultural, tiene los siguientes desafíos.
1.- Intentar disolver de alguna forma la lejanía entre la comunidad cultural y el Presidente Peña Nieto. Que si no habrán de apoyar su gestión, que al menos sean más benevolentes. 2.- Crear un vehículo de comunicación eficaz y eficiente de los trabajadores de la cultura con su gestión. Si no serán uno de sus bastiones en sus planes a futuro, que no lo obstaculicen. 3.- Atender la visión sectorial que la cultura merece. Tanto por lo que puede darle esta mirada en el conjunto de su proyecto y aspiraciones, como por la urgencia de vincular a cabalidad, los procesos culturales a los económicos y productivos. En el sector público hay un liderazgo vacante para impulsar a los emprendedores y empresas culturales. 4.- Impulsar la ley de cultura y abatir el rezago de la reglamentación del 4º Constitucional. Nuño puede operar para conciliar los dos proyectos existentes (uno del PRI y otro del PAN), para ofrecer cer-
“Debo señalar que Emilio Chuayffet se fue como llegó: sin el tema en su agenda, en constante conflicto con el titular del ramo, Rafael Tovar y de Teresa, quien aguarda su ratificación” teza a los trabajadores sindicalizados –quienes son el principal escollo– y para que el diputado César Camacho se comprometa a convertir el asunto en prioridad. 5.- Revisar los compromisos presidenciales, los componentes culturales del Plan Nacional de Desarrollo y del Programa Especial de Cultura y Arte. Es de suponerse la coherencia programática, para tratar de reducir el impacto de la estrechez pre-
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NUMERALIA 10 libros imprescindibles de ensayo: 1. Ensayos, de Michel Montaigne. 2. La decadencia de
Occidente, de Oswald Spengler. 3. La rebelión de las
masas, de José Ortega y Gasset . 4. Los griegos, de Paul Cartledge. 5. Por qué no soy
cristiano, de Bertrand Russell. 6. Historia de las
drogas, de Antonio Escohotado. 7. La tormentosa
búsqueda del ser, de Stanislas y Christina Grof . 8. Memoria del fuego, Eduardo Galeano (3 tomos). 9. Libro de réquiems, de Mauricio Wiesenthal. 10. Armas, gérmenes
y acero, de Jared Diamond.
Aurelio Nuño Mayer agradece la labor de Emilio Chuayffet.
Foto: Cortesía
Por Eduardo Cruz Vázquez
supuestal, sea o no con presupuesto base cero. Uno de los más graves problemas del primer trienio del sexenio, fueron los constantes recortes de recursos al subsector. Aunado a ello, la deficiente entrega de lo autorizado, sobre todo en virtud de la mala relación ChuayffetTovar. La insolvencia del terceto SEP-Conaculta-SHCP, ha causado enormes daños a las instituciones y sus beneficiarios. 6.- Intervenir en lo que suceda con el apartado de los célebres “recursos etiquetados”. Este diálogo con el Congreso, particularmente con los diputados, es esencial para atajar en lo posible el clientelismo y la transa. 7.- A días de asumir la SEP, uno de los frentes más delicados que merecen su pronta atención está en el Canal 22. Todo indica que debe optar por rediseñar el rumbo de la televisora con un nuevo director. Pese a la urgencia, será recomendable que si habrán ajustes de funcionarios en el Conaculta, se enteren en una sola exhibición. Esto y más espera al secretario Aurelio Nuño Mayer. Para nosotros, es parte de un perspectiva de mayor alcance, lo que llamamos la reforma cultural. Vienen días de espera. En poco tiempo sabremos a qué atenernos.