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Antropología: naturaleza y cultura en el ser humano

TEMA 9

1. ANTROPOLOGÍA FILOSÓFICA SOBRE EL SER HUMANO.

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1.1. La antropología

Estudia el ser humano como producto de la evolución biológica. Describe y distingue las diferencias físicas observables entre el ser humano y el resto de homínidos. Es el estudio del ser humano en todas sus facetas. En la Antigua Grecia encontramos precedentes como Hipócrates, Galeno o Heródoto de Halicarnaso. En realidad, la antropología surge como un tratado sobre la psiché, en Platón y Aristóteles. En el siglo XVIII, con Kant, la pregunta sobre el hombre es la que resume todas las demás (¿qué puedo conocer? ¿qué debo hacer? ¿qué me cabe esperar?… se resumen en ¿qué es el hombre?). En el siglo XIX la antropología pasa a ser una disciplina científica debido a la clasificación que hace Linneo del hombre como especie natural (Homo sapiens) y a la teoría de la evolución de las especies de Darwin y las aportaciones de Mendel, con las leyes de la herencia, tratado que traslada al cuerpo la materia. En el siglo XX, el filósofo existencialista Max Scheller, con la obra El puesto del hombre en el Cosmos, hace que el hombre pase a ser un objeto de estudio y reflexión central en el panorama filosófico.

1.2. División de la antropología

• Antropología filosófica: da una explicación global de nuestra identidad. Define los rasgos esenciales del ser humano. Reflexiona a partir de los datos facilitados por las ciencias sociales y de las ideas generadas por el propio pensamiento filosófico y formula teorías a partir de datos observacionales. • Antropología científica: se ocupa de la dimensión biológica y de la dimensión cultural de la especie humana. Se divide en antropología física y antropología cultural. - Antropología física: estudia los aspectos biológicos propios del ser humano. Es decir, el ser humano en cuanto organismo animal. - Antropología cultural: estudia el origen, desarrollo, estructura y características de la cultura humana a lo largo de toda la historia de su existencia. La Antropología cultural estudia el ser humano en toda su dimensión social.

2. LA NATURALEZA HUMANA Y EL PROCESO DE HOMINIZACIÓN

2.1. Explicaciones preevolucionistas

Los primeros filósofos creían que las características que tiene nuestro planeta no habían sufrido cambios desde su origen. Estas concepciones partían de un concepto fijista. Es decir, el carácter inamovible de las especies a lo largo del tiempo. Lo comparten filósofos griegos como Platón y Aristóteles, además de Linneo y Georges Cuvier en el siglo XVIII, cuyos trabajos fueron decisivos para la historia natural. En esta categoría entra también la explicación bíblica del Génesis. Curiosamente, las teorías fijistas de Linneo y Cuvier sirvieron de base para posteriores explicaciones evolucionistas.

2.2. Explicaciones evolucionistas

La antropología física atiende al proceso de hominización para explicar la naturaleza humana desde su origen.

Aunque Lamrck había cuestionado las teorías fijistas, estas quedan descartadas al publicarse El origen de las especies, de Charles Darwin. En dicha obra, Darwin defiende que las especies se generan a partir de otras por cambios graduales. La selección natural explica la evolución. El ser humano desciende de antiguos primates. Gregor Mendel atribuye los cambios a mutaciones genéticas. La combinación de las teorías de Darwin y Mendel da lugar a las teorías sintéticas o neo darwinistas, que tratan de ahondar en los mecanismos de la evolución de las especies.

2.3. La evolución del ser humano

La ciencia ha explicado cómo se llega al ser humano desde los primeros organismos multicelulares, pudiendo enumerar las especies de homínidos que forman parte de la evolución, hasta nuestra especie desde el más antiguo, el Ardipithecus ramidus, que habitó la Tierra hace 4,4 millones de años. Sin embargo, los científicos aún debaten acerca de dónde y cómo apareció nuestra especie. Hay dos teorías: • La teoría del candelabro: propone que hubo múltiples migraciones tempranas desde África a Asia y Europa. Estas migraciones habrían comenzado hace más de un millón y medio de años y por ellas se habrían establecido diferentes poblaciones de Homo erectus. Estas poblaciones, al evolucionar gradualmente y en forma aislada, originaron las distintas variantes actuales de Homo sapiens (esta hipótesis se correlaciona con el concepto de razas). La existencia de flujo genético mantuvo la integridad de la especie. • La teoría del arca de Noé: propone que un pequeño grupo, ya diferenciado como Homo sapiens, migró hacia Europa desde África hace 100-150 mil años. A partir de esta migración colonizó el planeta y reemplazó a las otras poblaciones de homínidos. Los datos provenientes del análisis de los genes mitocondriales parecen sustentar esta hipótesis.

2.4. El proceso de hominización

En cualquiera de las dos teorías anteriormente enumeradas, hay consenso de que el ser humano, para considerarlo del género homo, tiene que tener dos características generales: • Liberación de las extremidades superiores, que permite emplear las manos para utilizar e inventar toda clase de instrumentos. • Posición erguida, que implica el desarrollo de capacidades técnicas y simbólicas y tiene como consecuencia diversos cambios anatómicos. Esto facilita una amplitud y desarrollo cerebral.

2.5. La aparición del lenguaje articulado

El lenguaje articulado es fruto de la capacidad del hombre para crear, comprender y usar símbolos. El lenguaje supone una diferencia cualitativa con respecto a los signos con que el resto de animales se comunican, pues permite expresar realidades complejas. Existen diversas hipótesis sobre el origen del lenguaje. Un largo proceso de mutaciones genéticas que habría producido cambios en la organización del cerebro, el conducto vocal y el sistema auditivo. El aumento progresivo de la inteligencia general habría favorecido la aparición y el desarrollo de la capacidad simbólica y lingüística. La generalización de señales gestuales de alarma y aviso se habría ido combinando paulatinamente con vocalizaciones hasta dar lugar a un lenguaje exclusivamente verbal.

3. LA CULTURA Y EL PROCESO DE HUMANIZACIÓN

La cultura es el principal factor humanizador, pues distingue al ser humano del resto de animales.

3.1. La cultura como factor humanizador

La dimensión cultural incluye todo aquello adquirido socialmente. Aunque los animales tengan comportamientos sociales, solo el ser humano los adquiere a través del lenguaje. La cultura humana es el conjunto de informaciones adquiridas socialmente (conocimientos, técnicas, normas y formas de vida) y transmitidas mediante el lenguaje.

3.2. Contenidos fundamentales de la cultura humana

• Descriptiva: explica y representa la realidad. Permite comprender el funcionamiento y las características de nuestro entorno. Según el grado de certeza y objetividad, una explicación descriptiva puede considerarse ciencia, creencia popular, mito, leyenda, etc. • Práctica: proporciona pautas para la acción. Enseña a realizar tareas de forma eficaz. Capacita para el desarrollo de técnicas de modificación del entorno. • Valorativa: origina sentimientos de atracción o rechazo hacia todo cuanto nos rodea. Permite valorar lo que nos rodea como bienes deseables o indeseables. Posibilita la posesión de normas, prejuicios y valoraciones éticas y políticas.

• Interculturalismo y diálogo: el ser humano, dotado de libertad e inteligencia, ha desarrollado una amplia diversidad de culturas que deben sus diferencias a factores geográficos y al aislamiento en el que han evolucionado durante mucho tiempo.

3.3. Diversidad cultural

Debido a la globalización, hoy nos encontramos rodeados de una diversidad cultural ante la cual adoptamos

distintas posturas:

• Etnocentrismo: todas las culturas se juzgan desde la creencia de que la propia es la correcta. El imperialismo y la colonización surgen del etnocentrismo. • Racismo: postula la existencia de grados de superioridad racial. Se manifiesta en forma de rechazo y discriminación. • Xenofobia: muestra un rechazo y una discriminación similar al racismo, aunque dirigida hacia el extranjero con independencia de su raza. • Relativismo cultural: considera que cada cultura solo puede ser comprendida plenamente desde sí misma, desde todo cuanto la conforma y, en consecuencia, no puede compararse rigurosamente con las demás. • Universalismo: busca dar un sesgo global a rasgos culturales como la democracia, los derechos fundamentales, la igualdad de oportunidades y valores como la solidaridad y la libertad mediante el diálogo y evitando el etnocentrismo. • Interculturalismo y diálogo: reconoce la pluralidad cultural como un hecho enriquecedor que puede ayudar a la comprensión del mundo y del ser humano. Busca la convivencia pacífica y apuesta por la tolerancia y el diálogo intercultural.

4. ALGUNOS DEBATES EN ANTROPOLOGÍA 4.1. Innatismo versus ambientalismo

Se discute acerca de si la conducta humana es fruto de nuestra naturaleza biológica o si se adquiere socialmente.

El innatismo defiende que nacemos con todo aquello que nos define como personas impreso en nuestra genética. Así, la influencia de la sociedad y de factores ambientales no puede añadir ni quitar rasgos determinantes, aunque sí contribuir al desarrollo de alguno o reprimirlo. El ambientalismo considera que nacemos con sólo las capacidades más instintivas y que el resto, lo que nos definirá como personas, lo aprendemos. Es necesaria una posición intermedia entre innatismo y ambientalismo para mantener los valores de la libertad y la responsabilidad, pues ambas posiciones en extremo pueden justificar cualquier inmoralidad apelando a la genética o a determinaciones ambientales.

4.2. Tensión entre naturaleza y cultura

Existe otra discusión acerca de la naturaleza humana y la cultura. La afirmación de Tito Maccio Plauto, «El hombre es un lobo para el hombre», la encontramos también en las obras de Thomas Hobbes y Sigmund Freud, que atribuyen al carácter humano una violencia natural que queda reprimida por la cultura. Rousseau, en cambio, plantea una bondad natural del ser humano que trunca la cultura.

4.3. Agresividad, genética y altruismo

Konrad Lorenz, fundador de la Etología, advierte un instinto agresivo presente en todos los animales. Este instinto no se da exclusivamente de forma reactiva, sino que lleva también a muestras de fuerza y cumple una función social. La sociología ha llegado a defender que el altruismo ocurre por determinación genética.

TEXTO PARA PENSAR

CARA A CARA CON LA VIDA, LA MENTE Y EL UNIVERSO. CONVERSACIONES CON LOS GRANDES CIENTÍFICOS DE NUESTRO TIEMPO

“Creo que es incorrecto mantener que la evolución es un progreso continuo que culmina en el ser humano. Es una concepción anacrónica y antropocéntrica que yo he intentado refutar siempre argumentando que la inteligencia superior no es exclusiva de los animales estrechamente emparentados con los seres humanos, sino que se encuentra en animales muy distantes, como las palomas y los cuervos. En este sentido, evolución no significa progreso, o no está necesariamente relacionada con el progreso. Es indiscutible que la evolución ha desarrollado una mayor complejidad. Generalmente, la evolución no conlleva una menor complejidad con el transcurso del tiempo, aunque existen ejemplos de degradación de animales que habitaban en cuevas o bajo tierra y perdieron la vista. Es decir, que la evolución produce cambios y entraña una mayor complejidad, porque la competición hizo que la complejidad fuera necesaria para resolver los problemas. Pero una mayor complejidad no implica forzosamente más progreso”.

Nicholas Mackintosh, entrevistado por Eduardo Punset,

ANTONIO RISUEÑO PÉREZ

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