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Bolsines taurinos, escuelas de tauromaquia y control administrativo y legal. Por Ángel Agudo
BOLSINES TAURINOS, ESCUELAS DE TAUROMAQUIA Y CONTROL ADMINISTRATIVO Y LEGAL
Ángel Agudo Bolsín Taurino Mirobrigense
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Corren tiempos difíciles para la Tauromaquia y todo lo que a la misma concierne, como consecuencia de las presiones provenientes de determinados sectores sociales y políticos, por ello la administración competente, está obligada a facilitar la labor de los bolsines, de la escuelas taurinas y de las asociaciones taurinas que la defienden, sin olvidar nunca que es un arte inveterado, proveniente de nuestros ancestros, alabado e inmortalizado por artistas de todo tipo y plasmado en sus obras, música, pintura, poesía, cine... lo que obliga a dicha administración, ahora más que nunca, a defenderla y promocionarla como la gran Fiesta de los Toros que es.
El Bolsín Taurino de Ciudad Rodrigo es una asociación sin ánimo de lucro de amantes del mundo del toreo, nacida en el año 1956 con el ánimo de facilitar, a jóvenes aspirantes, el acceso al mundo taurino mediante el concurso entre noveles aficionados, con pruebas eliminatorias, hasta la designación del triunfador.
Desde el año 1956 y hasta la fecha (salvo en el año 2021) se ha venido celebrando las pruebas clasificatorias hasta la designación del ganador (triunfador) del concurso, contando por tanto con 65 años de historia y de ayuda y promoción de los jóvenes aspirantes a toreros.
Como premio lidiará un novillo en la plaza Mayor de Ciudad Rodrigo (Salamanca) durante las fiestas del Carnaval, dentro del programa taurino municipal al efecto.
Desde el año 1956 y hasta la fecha (salvo en el año 2021) se han venido celebrando las pruebas clasificatorias hasta la designación del ganador (triunfador) del concurso, contando por tanto con 65 años de historia y de ayuda y promoción de los jóvenes aspirantes a toreros; todo ello basado en el espíritu altruista y desinteresado de los componentes del Bolsín, heredado de los socios fundadores de la asociación.
Cada año, la asociación ha venido solicitando la preceptiva autorización administrativa al delegado Territorial de la Junta de Castilla y León de la provincia con arreglo al procedimiento establecido en el Decreto 57/2008, de 21 de agosto, por el que se aprueba el Reglamento General Taurino de la Comunidad de Castilla y León (en adelante Reglamento).
La Agencia de Protección Civil, ha dictado una instrucción por la que se establecen criterios comunes en la tramitación de los procedimientos de autorización de los bolsines taurinos en la Comunidad de Castilla y León, con fecha 5 de marzo de 2020, en virtud de la cual, se establecen y disponen determinados requisitos para la realización de los tentaderos habituales en los bolsines de Castilla y León, decretando una regulación única para tales eventos taurinos, concretamente:
a. Corridas de toros. b. Novilladas con picadores. c. Novilladas sin picadores. d. Rejoneo. e. Becerradas. f. Espectáculos mixtos: son espectáculos integrados por varios tipos de los anteriores, y celebrados en un solo recinto. g. Toreo cómico. h. Festivales. i. Bolsines taurinos.
La simple lectura de tal disposición, acredita la incongruencia de legislar del mismo modo para una corrida de toros que para un tentadero de bolsín y exigir una similitud de requisitos para ambos espectáculos taurinos, cuando los citados tentaderos se celebran normalmente en plazas de fincas o plazas de esparcimientos, categoría que ostenta la plaza del Conde Rodrigo II, donde anualmente el
Bolsín Taurino Mirobrigense lleva a cabo sus tentaderos, lo que dificulta el cumplimiento de los requisitos municipales exigidos en el Artículo 26 del Reglamento.
La exigencia de que la prueba final del Bolsín se celebre, de forma obligatoria, en una plaza permanente no facilita, tampoco, la realización de tales eventos taurinos, dada la inexistencia de una instalación de tales características en nuestra localidad, como ocurre igualmente en otros lugares donde se celebran bolsines taurinos.
Si bien la seguridad de carácter médico-sanitaria debe primar por encima de todo en cualquier celebración de carácter taurino, la exigencia de un equipo quirúrgico para un tentadero resulta cuando menos desmedida, cuando, habitualmente, contar con una ambulancia de asistencia básica, médico, enfermeros y personal sanitario, ha demostrado ser mas que suficiente para garantizar la seguridad exigida.
Lo mismo ocurre con la necesidad de contar con dos veterinarios, o requerir contrato de compraventa de las reses visado por la respectiva asociación ganadera, tampoco se ajusta a la realidad. El ganado que se prueba (normalmente hembras) en cada “tienta” son cedidas gratuitamente por los ganaderos. Se transportan en camión homologado con las guías sanitarias correspondientes a la plaza de que se trate y son devueltas el mismo día a la finca.
Requerir copia de la contrata de caballos es desmedido dado que, por lo general, el caballo de picar en la respectiva tienta es el de la pertinente ganadería. E, igualmente, es el propio mayoral (a las órdenes del respectivo ganadero) el encargado de picar.
La consecuencia de las exigencias administrativas, anteriormente indicadas, supone un aumento insuperable de los gastos necesarios, en cada edición, de los bolsines de Castilla y León, cuya taxativa imposición supondrá, sin tardanza, la desaparición de muchos de ellos y con ello, más tarde o más temprano, la de la propia Tauromaquia que es la que les da sentido.
Hoy por hoy los bolsines taurinos, junto con las escuelas taurinas, de donde provienen la mayor parte de los intervinientes, son la fuente y el futuro de la Tauromaquia; si desparecen unos y otras, desaparecen los novilleros, que serían los toreros del mañana. En la actualidad, a pesar de los múltiples ataques
Hoy por hoy los bolsines taurinos, junto con las escuelas taurinas, de donde provienen la mayor parte de los intervinientes, son la fuente y el futuro de la Tauromaquia, si desparecen unos y otras, desaparecen los novilleros, que serían los toreros del mañana.
que a diario sufre el mundo de los toros, sigue habiendo muchos chicos jóvenes que aspiran a ser toreros el día de mañana y para ello se esfuerzan a diario, en las escuelas taurinas y en el propio campo, para conseguirlo, alternando estudios con su entrenamiento y son los bolsines taurinos los encargados de encauzar esos esfuerzos, ese trabajo y esa ilusión y facilitar el acceso a la profesión.
No debe nunca olvidar la administración actuante, que la desaparición de los toreros, supondría la desaparición automática de los toros y consecuentemente con ello, además de la pérdida de tan majestuoso animal y la de la propia Tauromaquia, la de miles y miles de puestos de trabajo que se crean y mantienen alrededor del mundo del toro y que bolsines y escuelas taurinas persiguen la promoción de la fiesta de los toros, el fomento de la afición taurina y la búsqueda de nuevos valores que consigan la continuidad de tan antigua tradición.
Desde el punto de vista técnico-jurídico en la que coinciden expertos juristas, el régimen de los bolsines taurinos no está previsto en el Reglamento General Taurino de 2008, ni en el Reglamento de Espectáculos Taurinos Populares de 1999 y la instrucción ahora cuestionada supone, por tanto, una innovación del ordenamiento, dando la sensación de estar completando el régimen referido, pues no solo interpreta la normas reglamentarias referidas sino que además exige trámites y actuaciones no previstas, cuestión no permitida para las instrucciones y produciendo efectos frente a terceros (bolsines, escuelas y particulares que los integran), debería haberse publicado oficialmente en el BOCYL, defectos todos ellos, que la vician de nulidad absoluta.
Este espíritu restrictivo y exigente por el cual se caracterizan últimamente los decretos, instrucciones y disposiciones provenientes de la administración, se hace extensivo a otra ancestral actividad como es la caza, afectando directamente a un importantísimo colectivo de aficionados y negocios relacionados con dicho deporte cinegético, que cada temporada contemplan cómo se imponen más exigencias administrativas para poder salir al campo.
De todo ello, se desprende el ánimo soterrado de ir limitando poco a poco tales actividades, para cumplir y dar satisfacción a las reclamaciones de esos sectores políticos y sociales, a los que anteriormente nos referíamos, que abogan con todos sus medios, para que se acabe con aficiones que forman parte inveterada de nuestro país. Solo la unión de los sectores afectados y la protesta ante tales actuaciones administrativas y gubernamentales, puede evitar que se termine decretando su prohibición absoluta.
Recientemente el Bolsín Taurino Mirobrigense ha presentado un escrito ante el Ayuntamiento de Ciudad Rodrigo, para su traslado a las instancias administrativas y autonómicas que procedan, en aras a plantear su oposición a la Instrucción de Protección Civil de 20 de marzo de 2020, con el fin de que se proceda a la anulación de la misma, por el grave perjuicio que supone para los bolsines taurinos.
Si a lo anteriormente expuesto, no sea accediere, se proceda a su modificación, en el sentido de rebajar las exigencias contenidas en la misma o en último extremo, se autorice al Bolsín a la realización de la final de cada edición, en la plaza de esparcimiento en la que habitual y anualmente se ha venido realizando, anulando la exigencia de llevar a cabo dicha final en plazas permanentes, que en el caso concreto de nuestro Bolsín, resulta imposible, ante la inexistencia en nuestra localidad de plaza de tal categoría.
Este espíritu restrictivo y exigente por el cual se caracterizan últimamente los decretos, instrucciones y disposiciones provenientes de la administración, se hace extensivo a otra ancestral actividad como es la caza, afectando directamente a un importantísimo colectivo de aficionados y negocios relacionados con dicho deporte cinegético.
“A quienes son ajenos al mundo de los toros esperando que vislumbren la universalidad de un arte tan singular y a todos los aficionados para que alcen la cabeza con su tesoro” (Francis Wolf, Filosofía de las corridas de toros. Ed. Bellaterra. Barcelona 2008.)
“La caza es el derecho del hombre libre, en terreno libre y sobre la pieza libre” (Miguel Delibes).
Fotos del Bolsín y de la Escuela de Tauromaquia de Salamanca, cedidas por ciudadrodrigoaldia.