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Turismo: a reciclar toca. Por Ángel Centeno Cabezas

TURISMO: A RECICLAR TOCA

Ángel Centeno

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Esta ciudad sorprende al viajero nada más llegar. Pero, hasta que eso sucede, han de pasar dos cosas realmente imprescindibles; la primera es dar a conocer todo el potencial turístico que atesoran, tanto la ciudad como su entorno, y la segunda, estar preparados para recibir al visitante con una infraestructura acorde a lo que solicitan, y con unos servicios de calidad.

Estas dos premisas se han de llevar a cabo por distintos protagonistas. Las administraciones públicas, las asociaciones culturales, turísticas y de comercio, han de trabajar junto a los emprendedores para conseguir un fin común, que es implementar las visitas, luchar contra la estacionalidad, aumentar la venta y producción local, e intentar así, frenar la despoblación. Este trabajo en equipo, ha de ser de obligado cumplimiento, para aportar ideas, aptitudes y actitudes, adaptarnos a las distintas circunstancias, ser capaces de innovar y diferenciarnos de los demás. Mención especial, a esos empresarios emprendedores, que con entusiasmo y trabajo apuestan por el turismo, como modo y forma de desarrollo.

Cuando se visita un destino turístico, se observa, se experimenta, se interactúa con la cultura, el arte y las costumbres de ese lugar, consumiendo para recibir algo a cambio, e intentando disfrutar. Esa experiencia, puede ser gratificante o no, depende de la importancia de elegir bien, y, sobre todo, que los receptores del turismo, o sea, los lugareños, ofrezcan calidad, amabilidad y óptimos servicios. Lo que está claro, es que esta experiencia, de una forma u otra, será imborrable. Ciudad Rodrigo se encuentra en un lugar privilegiado, entre los Parques Naturales de Batuecas-Sierra de Francia y el de Arribes del Duero; es cruce de caminos, hacia Portugal, el Camino de Santiago, o la Ruta de la Plata. 331

Ciudad Rodrigo se encuentra en un lugar privilegiado, entre los Parques Naturales de Batuecas-Sierra de Francia y el de Arribes del Duero; es cruce de caminos, hacia Portugal, el Camino de Santiago, o la Ruta de la Plata; al lado del Espacio Natural del Rebollar y del primer Parque Micológico de Castilla y León; a 15 km de la Estación Rupestre de Siega Verde, Patrimonio de la Humanidad; Conjunto Histórico Artístico, integrante de la Ruta de las Fortificaciones de Frontera, y protagonista crucial en la historia napoleónica. A todo esto, añadimos una gran riqueza medioambiental, buenos alojamientos y una magnífica mesa. En resumidas cuentas, hay materia prima, y mucha.

Dicho esto, parece muy sencillo, pero no es así. Al margen de poner en valor los recursos de esta ciudad y su territorio, de suscitar el interés del viajero, y de estar cada vez más presente en el turismo de interior, faltan aún más cosas. Es necesario ampliar la oferta turística, para que el visitante necesite más tiempo para ver y conocer todo lo que ofrece la ciudad, y lo que es más importante, para que pernocte aquí y se podría conseguir abriendo, regularmente, todos los monumentos civiles, religiosos, museos y centros de interpretación, unificando los horarios, creando una tarjeta de entrada múltiple para facilitar el acceso a todos ellos, marcar varios senderos de naturaleza sostenibles, y crear un Museo Etnográfico de la Tierra de Ciudad Rodrigo.

Ahora que la globalización ha traído muchas cosas y se ha llevado más, que la pandemia ha frenado en seco todos los engranajes, ahora que languidece el tejido industrial, que los sectores hortofrutícolas y ganaderos se encuentran con dificultades, hay que cambiar. Es hora de confiar en uno mismo, y al mismo tiempo, confiar en los demás, trabajar en equipo con ilusión, y trasmitir lo atractivo y especial que es este lugar y esta ciudad como destino turístico.

El turismo puede y debe dinamizar la economía de Ciudad Rodrigo, pero antes, hemos de concienciarnos de ello, y si antes hablábamos de que administraciones y asociaciones, debían tirar del carro, los comerciantes y hosteleros, también. A reciclar, toca.

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