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Ciudad Rodrigo, ante un nuevo Carnaval. Por Juan Manuel Martín García
CIUDAD RODRIGO, ANTE UN NUEVO CARNAVAL
Juan Manuel Martín García
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Este año 2022, igual que los años anteriores y quitando el no haberse celebrado el pasado año 2021 por el Covid-19, lanzará sus sones al aire el bronce armonioso y vibrante de nuestra campana consistorial. Ella, con su primera nota musical, será como el preludio de un Tannhouser Ibérico que, cruzando el ancho cielo azul exáltico y refulgente, prepare y convoque a todos los habitantes de la bella Mirobriga y a sus visitantes al disfrute de las fiestas más ancestrales y alegres de cuantas se celebran en la geografía española.
Quizás esta tradición de siglos haya hecho de todos los mirobrigenses, o de una mayoría, unos aficionados taurinos, muy especiales, desde muy jóvenes.
El Carnaval del Toro de Ciudad Rodrigo, es muy importante para todos; paralizando la mayor parte de la actividad comercial en beneficio del sector hostelero.
Es como digo, una referencia constante para los que vivimos en Ciudad Rodrigo, y sobre todo un orgullo y bandera a la hora de iniciar al visitante en nuestras tradiciones.
Creo que a pesar del transcurso del tiempo, el Carnaval del Toro de Ciudad Rodrigo, sigue conservando en toda su extensión, el atractivo que supone la mezcla de riesgo y arte, de peligro y emoción… los toros y los mozos corren libremente por las calles de la vieja Mirobriga.
Los gritos entrecortados de las gentes son los mismos que hace quinientos años, las escenas se repiten, son distintas personas, distintos toros… pero el escenario continúa siendo el de siempre; la plaza Mayor se transforma, otro año más, en lo que será el coso taurino. Miles de tablas forman, durante los días de la fiesta del Carnaval, esos tablaos para ver los festejos taurinos que se hacen en el ruedo de la plaza.
Pero donde estará la verdadera animación de nuestro Carnaval será, sin lugar a dudas, en la calle, en los encierros y desencierros, en las capeas o detrás de las murgas, pero desde luego en la calle.
El Carnaval del Toro para los mirobrigenses, es el ejemplo claro de una alegría sana y a la vez insomne, donde poca gente pierde el tiempo durmiendo.
Hay que tener en cuenta que los carnavales, son un paréntesis en nuestra actividad cotidiana, llena de problemas y de preocupaciones, siendo días adecuados para que el comportamiento normal y lógico de cada
Una de las señales más inequívocas de que la fiesta grande de Ciudad Rodrigo va a comenzar en breve es el inicio de la construcción del típico coso taurino en la plaza Mayor. persona pueda ser modificado libremente respetando la intimidad de los demás.
Una de las señales más inequívocas de que la fiesta grande de Ciudad Rodrigo va a comenzar en breve es el inicio de la construcción del típico coso taurino en la plaza Mayor; y, posteriormente, el montaje de los tablaos, después de que haya tenido lugar en el Ayuntamiento la tradicional subasta. Una vez transcurrida la subasta serán construidos por los adjudicatarios, con una pasmosa habilidad, a base de madera y clavos.
La celebración de festejos taurinos en la plaza más importante de la ciudad, cuenta con una tradición que se remonta varios siglos atrás.
Hablar de nuestro Carnaval del Toro, es hablar de un evento popular, que se repite cada año con un renovado entusiasmo y que nuestro Ayuntamiento quiere seguir potenciando y sobre todo mejorando
La tranquilidad de nuestras calles es un diario acontecer. Durante estos días, se transforma en una fiesta, continua llenándose de bullicio y algarabía, donde encierros y desencierros que las recorren, la música y el baile, el color y el disfraz… nos ofrecen una imagen única y espectacular, dando fe de que el Carnaval del Toro 2022 ha llegado nuevamente a Ciudad Rodrigo.
Dicen que carnavalero se nace, aunque hay muchos que también se hacen, sobre todo aquellos que se acercan a nuestra bella y simpática ciudad en estos días de fiesta. A todos ellos les invito un año más a entregarse y disfrutar de la fiesta, sin olvidar saborear en pequeñas dosis lo que ofrece Miróbriga.
Que las viejas puertas de la ciudad más abiertas que nunca durante esos días, vuelvan a ver pasar encierros y desencierros, acompañados de valientes corredores entre público expectante que, con sus aplausos, los animaran, así como el trasiego de grupos disfrazados o de personas que vienen y van entre una bulliciosa agitación producto del jolgorio.
Uno pensaba que el Carnaval como fiesta lo tenía todo, y vosotros habéis añadido la particularidad taurina, como un incentivo más, como la guinda que adorna un pastel, ya de por si más que sobrado.
Quien busque la última razón en esa diferencia, puede encontrarse con una respuesta similar a aquellos versos de Juan Ramón Jiménez: “No la toquéis que así es la Rosa”. Así es Miróbriga, así es la muy Antigua, Noble y Leal Ciudad Rodrigo.
El Carnaval necesita de la Cuaresma para fundamentar su alegría y aunque la vida actual ha relegado a “Doña Cuaresma” al rincón del olvido, no por ello ha perdido la alegría carnavalesca.
Contra la vida cotidiana, la fiesta. Contra la rutina, la fantasía. Y es que palpita en cada momento de nuestro Carnaval, la que estalla en la variedad colorista de nuestros disfraces, con la emoción de nuestros encierros, con la riqueza de nuestros desfiles y el buen humor que derrochamos.
Y, sobre todo, con la participación. Para que la fiesta cale en el pueblo, el pueblo la tiene que tomar como propia; a la fiesta le vienen bien aquellos versos del poeta andaluz: “hasta que el pueblo las canta, las coplas, coplas son”.
Las fiestas que cuajan son las que asume el pueblo como suyas, sin más dictados que los de su ilusión y ganas; cuando el pueblo sale a la calle y la conquista, se la apropia y la engalana con su alegría.
Ahí es donde radica el atractivo del Carnaval, que son un canto a la libertad.
De esto podemos dar testimonio los mirobrigenses, los alegres “Farinatos”, que tras muchos años de correr los toros en carnavales, ahora se han ganado a pulso el derecho inalienable de celebrar el Carnaval sin más trabas que las que puede dictar su imaginación a la hora de improvisar los disfraces o redactar las letrillas alusivas. No hay Carnaval sin sátira; ha llegado la hora en que el pueblo hace balance y redacta la crónica divertida de lo que sucedió, en la que coloca a cada cual en su sitio, ridiculiza al engreído, ironiza sobre el prepotente y se ríe de “El Lucero del Alba”.
Se baila, se canta, se come y se bebe; y Ciudad Rodrigo demuestra su personalidad en el folclore carnavalesco, sin olvidar el atractivo de una maravillosa gastronomía. Tenemos por delante unos días en los que no hay tiempo para la rutina. El Carnaval del Toro de Ciudad Rodrigo cada año se supera a sí mismo en el colorido y la vistosidad de sus participantes.
Todos los aspectos del Carnaval, todas sus cualidades y características se resumen en una sola palabra, una palabra que engloba a todas las demás, ¡Fiesta!
Feliz Carnaval 2022.
Cuídense todos y cuidado con el Covid.