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Entrenar con Ciencia

Adrián Álvarez

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La importancia del ejercicio físico en las personas mayores

Hace casi un año arrancábamos un periodo de confinamiento que nunca antes habíamos vivido. Desde entonces, muchos de vosotros habéis recuperado los hábitos de la práctica deportiva, pero otros muchos por diferentes factores, aún sois reticentes a la vuelta a la práctica deportiva (Bc, 2008), cayendo en la rutina del sedentarismo lo que lleva aparejado un deterioro de nuestras capacidades y cualidades físicas.

De hecho, uno de los problemas asociados al sedentarismo es la pérdida de masa muscular, también conocida como sarcopenia, síndrome que se caracteriza por una pérdida gradual y generalizada de la masa muscular esquelética y la fuerza, produciéndose una pérdida de fuerza de alrededor del 1% al año, con riesgo de presentar resultados adversos como discapacidad física, calidad de vida deficiente y mortalidad.

Esta patología afecta mayoritariamente a la población de edades más avanzadas, superiores a 65 años. Existen varios factores que contribuyen a su aparición: El proceso de envejecimiento a lo largo de la vida, influencias sobre el desarrollo en las etapas iniciales de la vida, una alimentación inadecuada, el reposo en cama o sedentarismo, enfermedades crónicas y determinados tratamientos farmacológicos (Padilla Colón, Collado, & Cuevas, 2014).

La sarcopenia y sus gravísimos efectos

Entre los problemas asociados a esta patología se encuentran los trastornos de la movilidad, mayor riesgo de caídas y fracturas, deterioro de la capacidad de realizar actividades cotidianas, discapacidad, pérdida de independencia y mayor riesgo de muerte. Gravísimos efectos de la sarcopenia frente a los cuales podemos luchar con una herramienta muy eficaz; el entrenamiento de la fuerza, que pude prevenir o retrasar la aparición de esta patología y sus consecuencias.

No obstante, es importante destacar que la fuerza muscular no solo depende de la masa muscular. Por este motivo no podemos definir la sarcopenia solamente en relación con la masa. De hecho, diversos autores sostienen que el termino dinapenia resulta más idóneo para describir la pérdida de fuerza y función muscular asociada a la edad (Bc, 2008). En la sarcopenia se une la reducción del volumen de los músculos con una menor capacidad funcional de los mismos.

Otro de los errores más comunes es la idea de que nuestros mayores no pueden realizar un trabajo de fuerza, creencia completamente errónea, porque es el núcleo poblacional que más requiere de este tipo de entrenamiento para retrasar esa dinapenia y con ella la aparición de la sarcopenia, mediante la estimulación de la hipertrofia, incrementar la masa muscular y la fuerza y mejorar la adaptación neuromuscular (Jones TE, 2009).

Además, como resultado, se obtiene una mayor capacidad para realizar las actividades de la vida diaria, la prevención del deterioro funcional y la discapacidad.

En nuestros centros deportivos contamos con personal cualificado para el desarrollo de rutinas de entrenamiento adaptadas en base a las características y patologías individuales, además de contar con varias actividades específicas para nuestras personas en edades más avanzadas con el objetivo de acercarles la práctica deportiva sana y segura, así como el uso del entrenamiento de la fuerza a través de circuitos, donde trabajan la coordinación y el equilibrio con la ayuda de nuestras máquinas de la Sala de Fitness, que sin duda contribuyen a la mejora de su fuerza en calidad de prevenir y mejorar su salud y bienestar cotidiano.

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