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Crucificados de Andrés de Ocampo en Estepa

Andrés de Ocampo (1555?-1623) y Estepa.

El Concejo de la Villa de Estepa a instancias de la Vicaría eclesiástica acordó el 9 de diciembre de 1578 concertar la obra del retablo principal de la parroquia de Santa María la Mayor con el maestro Andrés de Ocampo, formalizándose por escritura pública el 7 de marzo de 1583, por esta fecha el jaenero vivía en Córdoba. El proyecto inicial fue reformado generándose un pleito con intervención del escultor Juan Bautista Vázquez El Viejo, durante el litigio se valoró la obra de ensamblaje, talla, escultura y maderas1 . En 1589 el giennense delega en la viuda de Jerónimo Hernández para reclamar y recaudar del Concejo ostipense, como institución patronal del templo, 540 y 708 reales pendientes de cobro, éste mismo año se emitió una carta de pago para saldar la deuda con el artista2 .

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Crucificado del retablo mayor de Santa María.

Los crucificados de Andrés de Ocampo suelen ser “cristos-símbolos, de profunda unción sagrada, nobles cabezas, muertos, con facies hipocrática, ensortijadas cabelleras, barbas bífidas, tres clavos y sudario muy adaptado a las caderas, poco dinámico, con una diagonal delantera, que en cierto modo anticipa composiciones semejantes en obras posteriores”3 . Este crucificado preside el Calvario del ático del retablo mayor de Santa María realizado por Andrés de Ocampo4 entre 1583 y 1587. La talla cristífera presenta un cierto alargamiento de la figura sobre todo en el tronco quedando las piernas flexionadas con una leve desproporción respecto al conjunto corporal. Muestra una elegante y medida contorsión al inclinar la cabeza y el hombro hacia su derecha. La testa algo repintada presenta el singular mechón sobre su hombro derecho dejando la oreja izquierda al descubierto. Presenta un rostro lacerado con la característica barba bífida y la caída del mechón. El movido paño de pureza se acorta y enrosca en las caderas con recogidos en ambos costados. Se relaciona desde el punto de vista estilístico con el Crucificado del convento de Santa Marta de Córdoba ejecutado entre 1592 y 1596, y con el Cristo de la Fundación de la hermandad sevillana de los Negritos de 1622, entre otros.

Cristo de la Misericordia o del Pregón.

El ignoto crucificado conocido popularmente, desde finales de los setenta, como Cristo del Pregón y bautizado en la actualidad como de la Misericordia se ubicó desde la restauración y reapertura de la Iglesia de la Asunción en la escalera de subida al camarín. Al parecer, este crucificado es originario de la iglesia parroquial de Santa María la Mayor y se custodiaba en la sacristía5 . Hace unos años advertimos y publicamos la posible vinculación estilística de esta talla cristífera con el taller manierista de Andrés de Ocampo6, fechándolo a finales del siglo XVI, sin descartar otros posibles lazos con escultores coetáneos como Juan de Oviedo y Miguel Adán. La Capilla de los Vera en Santa María la Mayor fue promovida por los hermanos Francisco y Carlos de Vera y Aragón7. El oratorio estaba concluido en 1562 realizándose la adjudicación del mismo en 1567. La capilla fue aprobada por bula pontificia de Gregorio XIII entre 1572 y 1585. Precisamente por estos años Andrés de Ocampo con la posible colaboración de Juan Bautista Vázquez El Viejo, Juan de Oviedo y Jerónimo Hernández estaban realizando la estructura e imaginería del retablo mayor mariano. Consideramos por ello que el citado crucificado podría haber sido la imagen titular que presidió la Capilla de los Vera o capilla del Santo Crucifijo y Conversión8 , desde finales del siglo XVI en Santa María. Un inventario de dicha parroquia de 1622 nos habla de “los altares colaterales y del altar del Cristo”, y en 1694 otro inventario de la citada iglesia mariana nos indica que “en la capilla de Carlos de Vera (hay) una hechura de Cristo crucificado”. La capilla sirvió de enterramiento de la familia Vera y Aragón y tenía una especie de camarín pero debió cerrarse en el siglo XVIII colocando en su entrada un retablo dieciochesco sin dorar presidido por una talla de la Inmaculada Concepción. El antiguo crucificado dejo de ser titular del altar de los Vera pasando a un segundo lugar en la sacristía del templo ostipense. El Cristo de la Misericordia o antiguo Santo Crucifijo y Conversión lo relacionamos con el esquema compositivo de los crucificados de Andrés de Ocampo; aunque el sudario, el torso, el ombligo triangular y sobre todo la cabeza (bigote y barbilla) presenta

1 AGUILAR y CANO, A. Memorial Ostipense…op. cit., pág. 315. 2 DÍAZ FERNÁNDEZ, E. A. “Andrés de Ocampo en Estepa: el retablo de Santa María”, Humanitas, Universidad de Jaén, nº. 4, 2005-2006, pp. 23-44. AGUILAR y CANO, A. Memorial Ostipense, (Granada, 1886), Estepa, 1975, pág. 315. HERNÁNDEZ DÍAZ, J.; SANCHO CORBACHO, A.; y COLLANTES DE TERÁN, F. Catálogo Arqueológico y Artístico de la Provincia de Sevilla, T. IV, 1939-55, Sevilla, pág. 46. 3 HERNÁNDEZ DÍAZ, J. Andrés de Ocampo...op. cit., pp. 45. 4 DÍAZ FERNÁNDEZ, E. A. “Andrés de Ocampo en Estepa: el retablo de Santa María”, Humanitas, Universidad de Jaén, nº. 4, 2005-2006, pp. 23-44. 5 Agradecemos esta interesante información a José Romero Ruiz. 6 En “historiaestepa.blogspot.com.es”, el 7 de Enero de 2009, publicamos varias propuestas de atribución sobre algunos crucificados estepeños del siglo XVI. 7 AGUILAR y CANO, A. Memorial Ostipense…op. cit., pp. 311-312. Carlos de Vera y Aragón nació hacia 1523 y murió en 1591. 8 SORG, G., “Juan Torres de Vera y Aragón: nueva historia de la fundación de la ciudad de Vera”, 2007, Corrientes, pp. 15-18.

concomitancias estilísticas con varios crucificados atribuidos a Juan de Oviedo y de la Bandera9, como son especialmente el Cristo del Mayor Dolor de la iglesia sevillana de San Lorenzo y el de la Misericordia de San Juan del Puerto, o el de los Milagros de Santo Domingo en Sanlúcar de Barrameda. Todas estas imágenes cristíferas son de tamaño académico. El crucificado en su conjunto presenta varios elementos estilísticos de Ocampo que recuerdan al Cristo de la Fundación de la Hermandad de los Negritos pero con una definición técnica más sumaria y superficial en la anatomía y cabeza de la pieza ostipense. La caída rotunda de la testa sobre el pecho, el característico mechón por su hombro diestro y el recogido del pelo en la parte contraria, la barba bífida y el alargamiento del torso son rasgos propios de la estética manierista de Ocampo y su taller. La doble atribución a Juan de Oviedo o Andrés de Ocampo responde al trasvase de formas y estilos que se produce entre ambos, sin descartar a Miguel Adán. La comentada ligera desproporción de las piernas en el crucificado del Calvario ubicado en el ático del retablo mayor es algo más evidente en esta talla, por lo que debería haber estado ubicado en un altar o camarín. Esta leve discordancia anatómica podría intentar corregir, como en la obra anterior, la visión inferior o contra-picada del espectador al ser obras ubicadas a cierta altura.

Cristo Yacente o Santo Entierro.

La advocación mariana de la Virgen de la Soledad suele ir acompañada de la devoción cristífera al Santo Entierro y viceversa, además fue difundida y suele estar vinculada con la orden religiosa de los Mínimos de San Francisco de Paula. El convento mínimo ostipense se fundó en 1562 bajo el patrocinio de los marqueses de Estepa. En la iglesia conventual de la Victoria existió, al menos desde 1598, una antigua Hermandad de la Soledad. En 1654 se funda, también en la iglesia mínima de la Victoria, la Cofradía del Entierro de Nuestro Señor Jesucristo, ambas corporaciones pasionistas debieron fusionarse ya que colaboraran de forma estrecha en la celebración mutua de sus actos litúrgicos y procesionales. La hermandad del Cristo Yacente tuvo capilla propia en la iglesia conventual siendo compartida con la Virgen de la Soledad. Hacia mediados del siglo XVIII la hermandad y cofradía de la Soledad y el Santo Entierro de Cristo debieron mudar su sede canónica a la iglesia parroquial de San Sebastián donde se encuentran en la actualidad10 . La hermandad mínima del Santo Entierro se fundó a mediados del siglo XVII pero la imagen titular del Cristo Yacente es anterior a la corporación fechándose hacia finales del siglo XVI. Es una talla arcaizante de brazos articulados con la que se representaba varios pasajes pasionistas como la crucifixión, el descendimiento y el entierro de Jesucristo. La pieza presenta algunos aspectos escultóricos manieristas próximos a la producción de Andrés de Ocampo por lo que entendemos que podría ser obra de su taller11. Al igual que las imágenes relacionadas con Ocampo, comentadas anteriormente, el Yacente ostipense muestra un rostro de silueta rectilínea, nariz lineal y afilada, orbitas oculares destacadas, boca entreabierta y el citado mechón sobre su hombro derecho recogiéndose la melena en el flanco contrario. El estudio anatómico es aceptable y al tiempo elegante y estilizado mostrando un paño de pureza anudado a su diestra de leves y pictóricos plisados12 . Las comentadas tallas estepeñas vinculadas a Andrés de Ocampo pudieron encargarse al artista giennense entre 1583 y 1587, tras la realización del magnífico retablo de Santa María la Mayor.

Crucificado del retablo mayor de San Sebastián.

La iglesia de San Sebastián se construyó en época santiaguista durante la baja Edad Media, en 1498 las actas de los visitadores de la encomienda aluden a la existencia del templo ostipense13. En 1509 y 1511 se especifica que la ermita debía ser reparada y ampliada, y en 1549 se describe el edificio con tres naves. En 1568 intervino el arquitecto genovés Vicente Boyol ante la situación de ruina y la necesaria reparación. La parroquia debió ser remozada en la segunda mitad del siglo XVI desde el punto de vista arquitectónico y ornamental, coincidiendo con la llegada de los marqueses de Estepa. Entre los siglo XVI y XVII se citan nuevos altares, enseres y piezas artísticas de culto y devoción. En 1622 y 1628 los inventarios parroquiales nos hablan de “una hechura de Cristo grande que está en el altar de la sacristía”, y en 1694 los documentos vicariales citan “una hechura de Cristo Crucificado en el altar mayor”14 . El retablo principal que preside actualmente la iglesia parroquial se fecha hacia 1760 dentro de la estética antequerana de Francisco Primo. En la calle central del tercer cuerpo sobre la cornisa se encuentra un singular crucificado15 de finales del siglo XVI o principios del siglo XVII. Creemos que dicha imagen cristífera podría ser la que se cita en los inventarios parroquiales de principios del siglo XVII. Esta talla pasionista, por lo tanto, podría haber sido ejecutada en la transición de los siglos XVI y XVII, estilísticamente coincide con algunos aspectos escultóricos descritos, aunque muy repintada, por lo que vinculamos su hechura con el taller de Andrés de Ocampo. Su estética algo arcaizante muestra los aspectos previos al naturalismo barroco sevillano del siglo XVII.

Ezequiel A. Díaz Fernández

9 Cristo de la Misericordia, siglos XVI a XVII, Los Palacios. Cristo del Mayor Dolor, siglos XVI a XVII, Iglesia de San Lorenzo, Sevilla. Cristo de la Misericordia, 1591, San Juan del Puerto. 10 AA.VV., “Los Mínimos en Andalucía”, 2000, Estepa, pp. 239-286. 11 Historiaestepa.blogspot.com.es, 2009. 12 Al parecer, en 1639 se documenta un Cristo muerto pero no debe tratarse de esta pieza manierista si no de otra de estirpe barroca la cual desconocemos. ESCALERA PÉREZ, Mª. E. y LASARTE SALAS, A., “La devoción soleana en Estepa: origen, difusión e iconografía”, inédito, Estepa. 13 Archivo Histórico Nacional (AHN), OM, 1498. 14 AGAS-AGVE. Al menos desde 1622 existía una “hechura de Cristo crucificado grande” en la estepeña iglesia de San Sebastián. 15 Historiaestepa.blogspot.com.es, 2009.

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