Hacendera nº9 - 2020

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Nº9

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2020

Ave

A.C.D



Hacendera I 2020

EDITORIAL SYLVIA PÉREZ GALLARDO

Solo queda un poco más. Queridas familias, este año está siendo especialmente complicado y raro, muy raro, diferente; pero queremos intentar seguir con la normalidad y aquí estamos de nuevo con nuestra revista, marcada, como no podía ser de otra forma, por lo que nos está tocando vivir en estos momentos. Nos quedamos sin tortillero, sin poder celebrar San Isidro y sin la semana cultural y las fiestas de nuestro patrón Santiago, pero esperamos que pase pronto y volveremos a encontrarnos y volveremos a brindar. Hemos descubierto lo importante que es la vida, que hay que aprovechar cada minuto y tratar de ser felices. Hemos aprovechado para poner orden en nuestras casas y en nosotros mismos, dejando las prisas y disfrutando de los nuestros. Pronto podremos volver a reunirnos, mientras tanto cuidaros mucho.

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Sumario 03 EDITORIAL (Sylvia Pérez Gallardo) 06 Crónicas de La Ferrera: El Teleno (Paco Pines) 09 Conectados (Grelea) 10 Entre blanco, negro y gris (Domingo Alija) 12 Frases célebres 2018 (Valentín Monje) 14 Documentos, ermitas y curiosidades (Javier Benéitez y Armando Medina)

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Chistes 2020 (Valentín Monje) Próxima parada. (Ricardo Fernández) El rincón poético (Nerea Pérez Monje) Cuarentena o vuelta al origen (Carolina Rodríguez Gutiérrez) En Jesquino (Pepe Monje) La matanza (Encarna Monje) Cuadernos para un firmamento (Agustín Castellanos) Cuarentenas como dios manda (Roberto Carro Fernández) El draguerrotipo” (Eva de la Fuente) Cancionero tradicional de Navidad (María González) “HURACAN 78” “Un equipo de leyenda” (el desenlace) “In Itínere” (Actividades del año)

Edición: Ave Fénix Coordinación: Roberto Carro Fernández | Piedad Alija Martínez Diseño: Verónica Fernández Simón Fotografía: J osé Manuel Olmos Velázquez, José Manuel Pérez Madrid y fondo de archivo Ave Fénix Impresión: Editorial MIC

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CRÓNICAS DE LA FERRERA

TELENO PACO PINES

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ejo atrás Corporales con buenas sensaciones, la vida, una vez más, parece querer regresar a estos míticos pagos, inhóspitos en invierno. Camino del Morredero, la mañana está luminosa, sin una mala nube que amenace el azul celeste, cósmico, imperial. Eria arriba son ocho kilómetros hasta la doble curva donde los más madrugadores ya han aparcado. Una estrecha y por momentos profunda senda, desagüe natural de la montaña, es el único lugar libre de codesos y por ahí inicio la subida al coloso. El invasivo ramaje acecha el sendero, castigando piernas y tobillos. A media subida atravieso un importante cauce, ahora seco y, algo más arriba aparece una planicie con las primeras raleas en el terreno, la retama relaja su presencia. Perdida toda referencia, sumergido en un mar de piornos, tan solo la cúspide hace de brújula. Tímidamente asoma alguna piedra y la aparición de los primeros mojones así lo corrobora: “vamos bien”. Con la inestimable colaboración de estas anárquicas construcciones, ladera oeste arriba, alcanzo el único tramo despejado de toda la subida: es la línea

imaginaria que separa a maragatos y cabreireses, apenas doscientos metros de trocha casi recta sobre el vértice que domina ambos lados. Estoy a los pies del gigante, la imponente mole dibuja un rastro serpenteante que, a buen seguro, me llevará a la cúspide. Craso error, coronada esta primera cumbre, piedra sobre piedra, el paisaje se repite, aunque la próxima cima parece más cercana. Con la idea de coronar el mastodonte ataco este difícil tramo con una peligrosa pendiente muy propensa al vuelco, rotura de cabeza incluida, para encontrarme con un panorama similar. Hay que continuar, ya falta menos. Alcanzado el nuevo teso se divisa medio mundo y un poste geodésico que, aún lejano, indica el final del cami-

Mojones del camino

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no. La ausencia de una ruta a seguir la suple la presencia del poste de hormigón. Las rocas son tan espectaculares como inestables, pero hay tal cantidad y tan amontonadas que sustentan el sinfín de historias escritas sobre el Túmulo. Estoy tocando el cielo con la emoción desatada, levitando entre nubes y rocas. El tiempo se detiene a mis pies, la adrenalina se dispara y con la mente, que en pleno éxtasis queda, en blanco, mi vista se recrea por la mancha difusa del paisaje que, desde aquí, es el Páramo. Leo la placa fijada en una piedra - es de una gente agradecida -. Abrazo el pilar de cemento y miro la cruz de al lado donde con más voluntad que acierto se puede leer: Teleno 2188.


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La prominente vista desde la montaña sagrada, es excepcional, sublime, sideral. Si no fuera por la emoción que me produce otear el horizonte con sus montañas infinitas y el Páramo al fondo, tendría cierta decepción por la crudeza, rayana en el abandono, que contemplan mis ojos aquí en la cima y la cicatería de las autoridades que, lejos de sonrojarse o caérseles la cara de vergüenza por el bochornoso espectáculo que damos al mundo, siguen cobrando, sus generosos emolumentos, cada mes. Observados los montes que rodean al mito y sacadas unas fotos en dirección al Valleacabado, - no se ve nada -, tomo asiento en una de las muchas piedras moralizas que cubren la zona. Hay que comer algo y reponer fuerzas antes de iniciar el viaje de vuelta. De repente el monte tiembla y todo el valle se retuerce sobre sus codesos, mientras una voz atronadora desgarra la paz del mediodía. ¡¡¡No te da vergüenza insensato!!!, llevo más de sesenta años esperándote, me tenéis más abandonado que en tiempos del Holoceno cuando solo había agua y lo único que veía era la efigie de mi hermana la peña Trevinca, No sabía dónde meterme, con lo bien que iba todo, y ahora el dios con forma de león, melena al viento, se ensañaba con mi humilde persona como si yo fuera el responsable de la Diputación provincial, Traté de explicarle que, el abandono, no era cosa mía, pero me recordó lo bien que lo trataban los primeros pobladores nómadas que cazaban por por aquí que hasta bipedos le inmolaban, Buena gente, comenté amodo.

Si no fuera por la emoción que me produce otear el horizonte con sus montañas infinitas y el Páramo al fondo, tendría cierta decepción por la crudeza, rayana en el abandono, que contemplan mis ojos.

Páramo desde el Teleno

Pero la época gloriosa, no cabía un castro más en la zona, fue la de tus antepasados astures, no, no eran turistas venidos de Gijón, se embala, sino los habitantes del siglo I y anteriores de este lado del río Astura, un río que es “La mar de ancho”. Teutatis me llamaban y me tenían tal devoción que empezaron a hacerme templos y sacrificarme animales, tiempos aquellos, Si, nada es, todo pasa. Se cebó con la visita de los prepotentes uniformados, aquellos egocéntricos milites del floripondio en la cabeza que, hartos de recibir palos de los astures, instalaron un campamento en Castrocalbón y dice que llegaron a juntar hasta cuarenta mil hombres, cuando en Artúrica, la capital, posteriormente Augusta, apenas vivirían la mitad. Todo con el fin de esquilmar esta, nuestra tierra y una vez apresados, esclavizados o crucificados los

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nativos, que de todo hubo, llenaron el monte de canales y embalses para laborar más de 100 minas que menudos líos se preparaban, con los turnos, a la hora de inundar el terreno, Ríe maliciosamente, el dios/león, mostrando cierta complicidad y yo fascinado, no soy capaz de concretar si estoy inmerso en una sesión de yoga, meditación o tantra. Lo que si percibo de repente es que mi rodilla izquierda deja de chasquear, la espalda, como empujada por un resorte, se pone derecha como una vela y el reuma, mi compañero del alma, se acaba de ir de paseo por uno de los muchos y serpenteantes senderos que envuelven el gran coloso, nuestro monte sagrado. Fue una pena que aquella joven pareja quisiera hacerse un selfie en el culmen y me despertara, con lo bien que iba la tarde.


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Como ocurre con la mente humana, del Teleno apenas conocemos una parte ínfima de su contenido, de su pasado reciente, de su historia vital y aunque esta sea pródiga en acontecimientos, uno piensa que estamos ante la punta del iceberg. Poco o nada sabemos de las más de ochenta minas catalogadas en la actualidad y como no ocurra una carambola similar a la de Atapuerca con el tren, así seguiremos algún tiempo, porque invertir en cultura nunca fue negocio inmediato y aquí en occidente hace años que vivimos al día, sin recursos para un mal imprevisto. Porque la fama en esto del oro se lo llevaron las Médulas, pero lo extraído allí, como dirían los modernos, es el chocolate del loro comparado con la sangría llevada a cabo en esta parte del Teleno, concretamente en el hipotético triángulo que forman: Aria (Castrocontrigo), Castrillo de la Valduerna y Molinaferrera, excluyendo la zona norte que actualmente ocupa el campo de tiro del ejército, donde la información es altamente secreta. Porque asentamientos, castros, recientemente se han descubierto siete, pero deberíamos volver al pedrusco de hielo y tener en cuenta que en Aria ya se conoce la existencia de minería del oro anterior a la llegada de los romanos, que estos, como Colón, Don Cristóbal, también sabían adonde venían. Mención aparte merecen los petroglifos (piedra grabada), su utilidad sigue siendo una incógnita, pudiendo formar parte del ritual religioso, ser una especie de calendario o representar una ofrenda al dios de

turno agradeciendo, en base a la fecha en que fueron grabados, la fecundidad de la tierra. Estos del Teleno fueron descubiertos hace apenas diez años por el fontanero Astorgano Juan Carlos Campos y presentan unas particularidades que los hacen únicos en el mundo: son, con una diferencia de casi dos mil años, los que contienen los grabados de laberintos, univarios de base siete, más antiguos conocidos y, de los pocos que no se encuentran al lado del mar. Su antigüedad dinamita los pilares establecidos hasta ahora en el estudio de estos grabados ya que en ellos aparece el laberinto conocido como laberinto clásico o “ Cretense ” que es el sello distintivo de cualquier petroglifo que se precie. En cualquier caso y a la vista de la edad de las criaturas deberíamos pedir a las autoridades responsables, pobre Diputación acabará cogiéndonos manía, que ponga en marcha una campaña a nivel mundial reclamando la paternidad del invento y solicitando el cambio de acepción en todos los tratados, catálogos, fórums de eruditos o estudios internacionales referidos al tema, para que cuando se hable de: laberinto

El “Concorde” de Filiel

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Cretense, sea sustituido por "laberinto Maragato" o bien "laberinto del Teleno". Corremos el riesgo, como ya nos ocurrió con el idioma, de que el primer documento conocido, escrito en lengua romance diferente del latín, se hizo en lleunés y, la lengua resultante de aquel escrito: Nodicia de quesos, acabó llamándose castellana. Aquí en León somos así de generosos, sean buenos.

Como ocurre con la mente humana, del Teleno apenas conocemos una parte ínfima de su contenido, de su pasado reciente, de su historia vital


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CONECTADOS GRELEA Conexión. Algo que he buscado y he encontrado en el pueblo. Una visión de lo que tengo a kilómetros de distancia pero a la vez muy cerca. Hemos sufrido una cuarentena que en teoría separaba personas. Pero a mí me ha unido con gente que me importaba. Este artículo va para ellos, para mis fugitivos. Cualquiera de los integrantes del grupo podía haber hablado con sus amigos de escuela, extraescolar, familiares...pero decidimos estar cinco minutos juntos hablando de todo y de nada. Conectar con las personas es algo hermoso. Y en el pueblo es donde más veces me ha sucedido. Puede que no sepas su fecha de cumpleaños o cuál es la comida que más odia, pero siempre tienes un momento en el que conectamos: una conversación profunda que hace que no seas el único bicho raro que piensa así, una mirada cómplice cuando ocurre algo que solo ambos entendéis, una broma entre vosotros, un mote cariñoso, un apoyo en un mal momento…

quiere estar a tu lado está y me alegra haberles tenido a mi lado. Porque todos tenemos un deseo en común: que llegue el verano y disfrutar con mi gente. Porque son mi gente. Cuenta una leyenda japonesa que todos los seres vivos llevan atado un hilo rojo que indica su destino y con qué personas están conectadas. El hilo se puede enrollar, volver infinito, perder el rumbo..., pero jamás se rompe. Y entonces encuentras tu destino con esas personas conectadas a ti. Encuentras tu hogar. Recuerdo perfectamente cómo os conocí. Agradezco a mi madrina que me hiciera pasar tanta vergüenza aquel día presentándome a vosotros, porque vosotros me aceptasteis como si lleváramos toda una vida siendo amigos. Y la que nos queda. Porque desde aquel día hemos vivido muchas cosas, fortaleciendo nuestra amistad. Y eso es lo que quería reflejar aquí. En un lugar solitario de León, un grupo de personas se jun-

El pasado verano, el verano de 2019, fue mi mejor verano hasta la fecha. Y sé que si alguno de los integrantes del grupo hubiera faltado, no habría sido ni la mitad de bueno. Porque mis mejores recuerdos están con ellos. Y ahora, vivida una cuarentena, me he dado cuenta que quien

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taron y se unieron formando el grupo de “Los Fugitivos”. Y ahora sé que no os cambiaría por nada. Porque nos queda aún mucha historia. Porque nos quedan muchos planes de futuro por hacer. Creo que es importante mostrar que puedes ver a una persona dos días al año y tener más relación que con una que ves todos los días. Porque esa es la conexión. Eso es lo que tengo con estas personas. La conexión a veces se busca y otras veces llega sola. Pero el hilo rojo nos guía por la senda de nuestro destino. Por la historia que tenemos que vivir. Y espero que mi hilo rojo siga conectado a estas personas. Que vivamos juntos tantas cosas. Siendo la mayor, que ellos vean algún día mi quintada y que yo vea la suya y les ayude. Que vivamos mucha fiesta, pero también muchos días sin hacer nada pero igual de fantásticos. Que sigamos teniendo estas conversaciones eternas. Y que por siempre, seamos unos fugitivos.


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ENTRE BLANCO, NEGRO Y GRIS DOMINGA ALIJA

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omenzaré por el principio. No se puede uno adelantar a los acontecimientos…. El día de Nochevieja, como es la tradición, me lo pasé en Madrid con mis hijos y nietos, y como siempre, brindamos por el nuevo año 2020. Qué contentos estábamos mandando globos con luz al cielo para pedir cada uno tres deseos, sin pensar que apenas dos meses y medio después, el año de los dígitos redondos, nos iba a traer un maldito coronavirus, que se expandió por todo el mundo como una bola de fuego y desde el 14 de marzo hasta el

26 de Abril en que salieron los niños a la calle, nos quedamos todos confinados. El lema de todos los medios de comunicación era ”quédate en casa”. Los españoles, como somos obedientes, lo cumplimos al pie de la letra: se cerró el mundo, desaparecieron los aviones, trenes, autobuses, coches particulares. Se cerraron bares, restaurantes, cines, tiendas, teatros.., prácticamente todo; solo supermercados, fruterías, panaderías y tiendas de alimentación, porque aunque en casa encerrados, el apetito no se fue. Todos nos pusimos a hacer dulces.

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Ha sido un trauma y ha habido 29.000 fallecidos y gran cantidad de contagiados en los hospitales que se veían desbordados por tanto paciente, la falta de espacio y material para poder atenderlos. Desde el 14 de marzo hasta el 26 de Junio, se declaró el estado de alarma; entre tanto fuimos saliendo a la calle, y a partir de ahí se fueron abriendo negocios, pero con muchas medidas de seguridad, aún así la mayoría de la gente con mucho miedo. En vez de comprar ropa y zapatos para fiestas, bodas y comuniones, -que no nos


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han hecho falta porque se han suspendido la mayoría-, hemos tenido que comprar mascarillas de distintos modelos porque estamos obligados todos a partir de los 6 años a llevarlas por la calle en todo momento. Va pasando el verano y hay nuevos contagios, por tanto no nos podemos relajar y aunque ahora parece que no hay tantos casos graves, da mucho miedo. Empezamos el año bien y de la noche a la mañana se volvió negro como en tiniebla. Ahora está gris porque tenemos una libertad de movimiento que nos da miedo aprovechar, muchas dudas de futuro y yo al menos estoy triste. El encierro me afectó mucho por lo que estábamos viendo cada día; que si no se ve, no se cree. Qué complicado se pusó para todos…., los estudiantes teniendo que completar el curso a distancia, de la noche a la mañana el mundo al revés, si bien es cierto que como a los españoles nos gusta improvisar, todo el mundo se puso al día rápidamente. Cada día normas nuevas, adaptándonos al ritmo que nos iba marcando la pandemia. Hay que ser cívicos y cumplir con las normas higiénicas y de convivencia que nos marcan, distancia, lavado de manos y uso de mascarilla. A ver si podemos contar el final, que por lo que parece tardará en llegar. Salud y ánimo a los sanitarios que nos cuidan que ya van sobrecargados y a todas las personas que han trabajado sin descanso para que el resto pudiésemos estar en casa, transportistas, labradores, repartidores, servicios esenciales. También a todas esas personas cercanas que para que los

Ha sido un trauma y ha habido 29.000 fallecidos y gran cantidad de contagiados en los hospitales que se veían desbordados por tanto paciente, la falta de espacio y material para poder atenderlos. mayores no nos expusiésemos, se encargaron de hacernos la compra personalmente o por internet. Gracias a todos. No quiero extenderme en contar más de lo que todos sabemos y tenemos tan reciente, una verdadera catástrofe sanitaria y económica de la que falta mucho tiempo para recuperarse. Este año no criticamos a los que organizan las fiestas porque no se han celebrado, por tanto todo ha estado bien. Lo siento por los quintos, pobrecitos, en qué mal año han cumplido los 18!! Ya el año que viene haremos Semana Santa, el escabeche

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de San Isidro, la bendición del campo y celebraremos bodas, bautizos, comuniones, y por supuesto nuestra fiesta de Santiago, todos juntos, con más ganas si cabe y por todo lo alto. El año 2021 es Año Santo y si hay que ir a Santiago; se va, para abrazarle y pedirle que nos libre de estas tinieblas. No obstante, y como también hay que hablar de otras cosas, no sólo del monotema, Valcabado como siempre va progresando, de lo que yo me alegro infinito. Este año se ha pavimentado la zona del consultorio, del padel y del edificio de promoción turística con su verja, todo un lujo. También se ha completado el parque con su tirolina, demás juegos y su valla que es una preciosidad y un seguro de vida. También hay nuevos murales y restauración de las esculturas al aire libre en la calle de los bares. Si alguien no lo ha visto que se pase por el pueblo y lo observe, que ahora se puede, bastante tiempo ya estuvimos encerrados, que un poco de movimiento nos vendrá bien. Espero que todo el mundo sepa valorar las mejoras que se van produciendo en nuestro pueblo. Ahora a la espera de restaurar el portal de la iglesia y el artesonado, que es nuestro principal monumento. Tiempo al tiempo. Sin más que contar y con un abrazo para todos los vecinos de Valcabado y para quienes se ocupan de su cuidado y de sus servicios para disfrute de todos. Espero que mis deseos se cumplan.


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FRASES CÉLEBRES 2020 VALENTÍN MONJE

- Estos son mis principios. Si no le gustan tengo otros. - ¡Hay tantas cosas en la vida más importantes que el dinero… ¡pero cuestan tanto! - ¿No es usted la señorita Smith, hija del banquero multimillonario Smith? No Perdone, por un momento pensé que me había enamorado de usted. - ¿Pagar la cuenta? ¡Qué costumbre tan absurda! - Claro que lo entiendo. Incluso un niño de cinco años podría entenderlo. ¡Que me traigan un niño de cinco años! - Detrás de cada gran hombre hay una gran mujer. Detrás de ella, está su esposa. - Él puede parecer un idiota y actuar como un idiota. Pero no se deje engañar. Es realmente un idiota. - Encuentro la televisión muy educativa. Cada vez que alguien la enciende, me retiro a otra habitación y leo un libro. - Es mejor estar callado y parecer tonto, que hablar y despejar las dudas definitivamente. - He disfrutado mucho con esta obra de teatro, especialmente en el descanso. - Hijo mío, la felicidad está hecha de pequeñas cosas: un pequeño yate, una pequeña mansión, una pequeña fortuna. 12


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- Inteligencia militar son dos términos contradictorios. - Jamás olvido una cara, pero en su caso, estaré encantado de hacer una excepción. - Recuerdo perfectamente la primera vez que disfruté del sexo. Todavía conservo el recibo. - ¿Quiere usted casarse conmigo? ¿Es usted rica? Conteste primero a la segunda pregunta. - Tengo la intención de vivir para siempre, o morir en el intento. - Yo no soy vegetariano, pero como animales que sí lo son. - Hay personas que a pesar de ser puntuales, se les nota el retraso.

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DOCUMENTOS, ERMITAS, COFRADÍAS Y CURIOSIDADES NOTICIA DIARIO DE LEÓN, POR JAVIER BENEÍTEZ Y ARMANDO MEDINA

El investigador Javier Benéitez logra documentar la existencia de los templos de San Bernardino y la Vera Cruz, el interés por el mantenimiento del tejado de la iglesia y la existencia del pendón El investigador Javier Benéitez, animado por el vecino de Valcabado del Páramo, Roberto Carro, uno de los promotores de la campaña de mecenazgo para recuperar la Armadura (artesonado) de la iglesia de Santiago Apóstol de la localidad, se sumergió en los archivos eclesiásticos y civiles, buceó en bibliografía especializada y obras de referencia, al objeto de hallar luz sobre la existencia de tan preciado artesonado, realizado a finales del siglo XVI o principios del XVII, a imagen del situado en la Sala Capitular del Parador de San Marcos (León). Aunque en las obras de autores de referencia como Madoz, Miñano o Gómez Moreno no se registra la existencia del artesonado de Valcabado ni tampoco ha encontrado Benéitez términos en los libros de fábrica que se refieran a la ‘armadura de cubierta o artesonado’ ni otros similares, sí que aparecen referencias innumerables al cuidado e interés de los vecinos por mantener en buenas condiciones el tejado de la iglesia. Y lo que es más sorprendente. En su

camino escudriñando estos documentos que se custodian en el Archivo Diocesano de Astorga, ha descubierto la existencia de dos ermitas desconocidas por los vecinos, la de San Bernardino y la de Vera Cruz, así como otros datos y curiosidades que hablan de la rica historia de este pueblo situado en el extremo sur de la provincia. Siguiendo un orden cronológico, Benéitez ha documentado en 1717 la existencia de la ermita de San Bernardino, que los vecinos creían que había existido dado que hay una talla del santo en el interior de la iglesia actual. ‘HUMILLADERO’ También ha descubierto la ermita de la Vera Cruz, desconocida por los vecinos, también llamada ‘humilladero’, cuya cofradía colaboraba económicamente de forma obligada en múltiples obras de la iglesia. Fue derruida en el año 1803. El pueblo contó con cuatro cofradías (Santísimo Sacramento, Vera Cruz, Nuestra Señora del

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Rosario y De las Ánimas) que, si bien se intuían que existían, no se sabía cuáles eran. La cofradía del Rosario desapareció en 1729.


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Halló referencias del pendón concejil y de una pendoneta negra de ánimas en los años 1717, 1748 y 1878. PORTAL DE SOMBRA Uno de los hallazgos más curiosos, con referencias en 1734 y 1738, es el ‘Portal de Sombra’ de la iglesia, puerta lateral desaparecida situada en la parte norte del templo, justo al otro lado de la puerta principal o ‘de Sol’. De este ‘Portal de Sombra’ hoy se pueden ver las marcas de su existencia desde el interior del antiguo cementerio, cercado y anexo a la iglesia. Benéitez ha localizado también los documentos del derribo del campanario en 1913 y diversas

fundiciones de las campanas de la iglesia (1878 y 1900). Así como que el maestro en Arquitectura Juan Rivera, vecino de León, fue uno de los artesanos que trabajaron en la composición de obras de la iglesia y la ermita de la Vera Cruz (1728). TUMBAS EN LA IGLESIA Otra de las curiosidades, hallada en un documento de 1815, es la presencia de varios tipos de tumbas en el interior de la iglesia y su precio, dependiendo de su localización. Benéitez encontró un listado de mujeres hermanas de la cofradía de la Vera Cruz (1799). En 1964 se compró la pizarra

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para sustituir las tejas de la cubierta de la iglesia. MAESTRO CAMPANERO Finalmente, otro dato importante e inédito, es la documentación en 1900 de un maestro campanero del concejo del Valle de Meruelo (Cantabria), Máximo Menezo Venero, que participó en la fundición de las campanas de Valcabado. Este maestro ya estaba documentado como Máximo de Menezo (siglo XIX) en la Revista del Centro de Estudios Montañeses, publicado en Santander en 2006. Ahora se certifica su identidad exacta. Los maestros campaneros cántabros eran muy reconocidos en todo el país y fuera de él en aquella época.


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CHISTES VALENTÍN MONJE

• Un ladrón entra en una iglesia, con una navaja en la mano y le dice el cura: - Hijo mío, ¿Por qué llevas esa navaja? - Porque el primero que me contradiga, lo mato. - Está bien, tranquilo hijo… ¿Tú crees en Dios? - ¡No!, ¿Y usted? - Nooo, noo, ni se lo aconsejo a nadie… • A un pastor que vivía en el campo solo con su perro, se le muere el perro, el hombre muy apenado baja al pueblo y se dirige a la iglesia. - Padre, disculpe, se me ha muerto el perro y yo quería decir una misa por la pobre criatura, que era mi mejor amigo…. - No! lo siento mucho, pero no celebramos misas por animales, pero vete al pueblo de al lado que hay un cura hereje de esas extrañas creencias y es seguro que está de acuerdo en ofrecer la misa.

- Pues muchísimas gracias Padre, por cierto Padre, ¿Tiene usted idea de cuánto podría ofrecer de propina?, yo había pensado en ofrecer 1.500 euros. - Bueno, hijo bueno….¿Por qué no empezaste diciendo que el perro era católico? ¿Cuántas había que celebrar???? • Quería una mujer como Dios manda y acabé con una que manda como Dios. • Se va el niño a jugar y le digo a mi mujer: - ¡Estamos solos y te hago lo que quieras!, y aquí estoy poniendo cinta de carrocero que mañana pinto.

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PRÓXIMA PARADA… RICARDO FERNÁNDEZ

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na mañana anodina, similar a la anterior y donde todo transcurría tranquilamente, me llamó la atención ese viajero al que nunca había visto; simplemente un buenos días para dejar entrever una voz tranquila, cargada de amabilidad y una educación que lo convertía en una rara avis en un mundo actual cargado de prisas, de dudas, de desconfianzas y en ocasiones de falta de los valores más elementales. No era el típico viajero habitual de todos los días, así que paso una semana hasta que lo volví a ver, eso sí, en la misma parada que la semana anterior, del paseo de Santa María de la Cabeza, en dirección al Batán. Otra vez sus buenos modales acompañados de una sonrisa y, después de pasar su abono transporte se acomodaba allí donde no molestase a nadie. Ya entonces me comenzaba a intrigar tal personaje, me decía a mí mismo: debe ser buena persona. Bajaba siempre en la parada de la calle La Oca, y desaparecía de nuevo hasta la siguiente semana. Yo quedaba pensativo entonces…, -algún día tengo que entablar una conversación con él-,

seguían llamando mi atención sus modales y su saber estar. Un día subió en su parada habitual, hizo lo que las semanas anteriores. Para mí todo normal, pero cuando transitábamos hacía la mitad del trayecto sentí una voz que me hablaba desde el lateral y un poco detrás de mí. Su voz era fácilmente reconocible, sus primeras palabras hacía mí fueron para alabar mi forma de trabajar; me estaba felicitando, yo me quedé un poco sorprendido pues son muy pocos los que hacen este tipo de comentarios Después de darle las merecidas gracias y hacerle saber que solo cumplía con mi cometido de la mejor manera posible y que había distintas opiniones al respecto, entablamos una conversación en la que el principal tema era acerca de mi trabajo. Apenas tuvimos tiempo de cruzar unas palabras, él llegaba a su parada donde se apeaba todos los días, se despidió con suma amabilidad y educación y de nuevo a mí me dejo intrigado. De dónde había salido esta persona…. Durante unos instantes seguí dándole vueltas en mi cabeza, pero debía continuar con

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mi trabajo y todo eso pasó a otro plano. No volví a acordarme de él hasta el día de la semana siguiente en que le tocaba coger el autobús, entonces, antes de llegar a su parada, ya prestaba atención a ver si le veía. Yo me preguntaba, me hablará hoy o no… Me di cuenta de que sí me hablaría. Al observar el detalle de que se quedaba el último para subir. Detalles del día a día. - Buenos días, qué tal está usted -me dijo. - Buenos días, y usted qué tal… - Pues bien, gracias a dios, para mi edad no me puedo quejar. - Ya, pero a trabajar no creo que vaya. - No, jajaja, ya hace años que no trabajo - Entonces a dar una vuelta. - Sí, mire, yo tengo un local ahí en la calle Tintas. Allí me entretengo haciendo cuatro cosillas que me ayudan a pasar el tiempo. - Pues le veo muy bien, la actividad le sienta bien. - Bueno muchas gracias; se hace lo que se puede, pero los años están ahí. Cuántos años diría usted que tengo –añadió. - A mí no me llame de usted, que


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me hace más mayor y soy un chaval, jajaja, - A ver.., usted no aparenta más de sesenta y ocho o sesenta y nueve… - Pues ya tengo ochenta y dos, pero me alegra que me quite años. Era tan corto el trayecto que realizaba, que apenas nos daba tiempo a hablar de muchas cosas, pero era muy campechano y agradable y se echaba de menos la semana que faltaba para volver a coincidir con él; o dos semanas si es que a mí me coincidía librando. Llego el día en que subía también en el viaje de vuelta a su casa. Nuestras conversaciones eran más acerca de lo que hacía en su local-taller. Me contó que ese era el primer local que había tenido y que ahora mismo tenía alguno más; que se había dedicado a la reparación electrónica: televisores y demás aparatos del sector; también me contaba que había sido el primero en llevar la delegación en Madrid de las marcas Inter y Duval… Cada día las conversaciones eran más interesantes, ahora se dedicaba a grabar en cd películas antiguas o éxitos actuales, biográficas y documentales, y yo doy fe de ello ya que fueron muchas las que a mí me grabó, con carátulas especificando todo sobre lo grabado y sin ningún tipo de interés económico Nunca me aceptó nada más allá de algún libro que yo le prestase, así que ya siempre teníamos de qué hablar. Buenos días, cómo estamos - hoy. (Su, buenos días, era ya como el saludo entre dos amigos). - Pues ya ve, aquí donde todos

los días y haciendo lo mismo. - Bueno, lo importante es poder hacerlo. - Y que lo diga. Y qué… ¿vamos al taller un rato? - Sí, voy a ver si le bajo alguna biografía interesante. Por cierto, aquí le traigo estas dos. - Pues muchas gracias, pero no se moleste. (Ese día me obsequió con Gandhi y Cromwell) - No es molestia, y si usted tiene interés en algo concreto, dígamelo y se lo busco (era difícil conseguir que dejase de tratarme de usted). - Pues mire, tengo unos videocasetes que yo grabe de mi familia, si me los pudiese pasar a cd, se lo agradecería. - Eso está hecho, tráigamelos el próximo día. Y así fue, me los pasó a cedé, yo veía como ese hombre irradiaba actividad y alegría a pesar de ser muy correcto en todo lo que hablaba y hacía. Pero faltaba una gran sorpresa. La verdad que podías esperar cualquier cosa de este hombre que su única pasión era vivir haciendo aquello que más le gustaba. Me lo soltó una mañana y me fascinó desde el primer momento. - ¿A usted le gustan las maquetas? - Hombre, por lo general sí… - Pues tiene que venir a ver la que yo tengo en mi local. - ¿De qué es? - De trenes. - Me gustan esas maquetas, alguna vi en el museo del ferrocarril. Así que un día que yo libraba, quedamos. No me esperaba lo que vi. Era impresionante, había tardado más de un año en cons-

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truirla. Después de accionar un interruptor, todo comenzaba a funcionar. Los trenes, unos en una dirección, otros en dirección contraria, se escondían en túneles excavados en una enorme montaña, con su hierba y sus desniveles. Aparecían con sus luces de las entrañas de ésta y, cuando en la vía algún semáforo, les impedía el paso, se paraban; al igual que al llegar a alguna estación, hacían su correspondiente parada. Era una verdadera simulación de la realidad, alucinante. Me comentó que le habían ofrecido una sustanciosa cantidad de dinero por ella, pero declinó tal oferta. Como detalle, me contaba que algunas de las máquinas que allí había, eran casi imposible de encontrar y su precio superaba los trescientos euros. Me invitó a que llevase a mi familia a verla, y otro día así lo hice. Les fascinó. De qué manera más sencilla apareció esta persona tan maravillosa en mí vida… A veces piensas que son cosas que el destino nos tiene guardadas. Un día me comentó que tenía un cadillac antiguo, de esos que tienen como dos aletas en las esquinas de la parte trasera, y que de vez en cuando debía de arrancarlo, pues apenas lo utilizaba. Cómo no, me invitó a verlo, pero no llegué a verlo Se conoce que eso ya no entraba dentro del destino. Comenzaron a pasar los días y las semanas y José Antonio Pavón (así se llamaba) no acudía a nuestra cita matutina. Comencé a temerme lo peor. Supuse que alguna enfermedad lo retenía en casa. Me dije que si en una semana no aparecía,


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le llamaría. Qué le pasaría a ese hombre que todas las semanas, un día pasaba a echar su partida de ajedrez, o damas con Santiago Segura (tío del actor Santiago Segura)… Que era feliz contándome historias…, me hablaba de su familia y que me había regalado su amistad… Una mañana estaba yo en casa. Sonó el teléfono. Un número nada más, sin nombre, soy un poco reacio a atender dichas llamadas, pero algo dentro de mí decía que debía hacerlo. - Buenos días, ¿es usted Ricardo? - Sí, yo soy. - Soy el hijo de José Antonio Pavón - Ah, sí! ¿y qué tal está? Estaba a punto de llamarle, pues hace días que no le veo (ingenuo de mí) - Falleció la semana pasada. De repente me quedé en blanco. No asimilé cómo una persona que no presentaba síntomas de nada, se había ido. Reaccioné como pude. - Pero si no parecía tener ninguna enfermedad… - Un infarto. Entonces le transmití el pésame de parte de mi familia. Él me dijo que estaba llamando a todos aquellos que estaban en la agenda del teléfono de su padre y a partir de ese momento ya nunca hemos vuelto a hablar. Pasaron semanas, meses, y yo aún seguía mirando antes de llegar a esa parada en que subía un viajero diferente al resto. Pero no aparecía. Era imposible atajar la sensación de vacío que se producía en ese momento en mi interior. Al menos tuve la suerte de conocer a ese viajero especial. Una buena persona.

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EL RINCÓN POÉTICO NEREA PÉREZ MONJE

Olas ruidosas, olas mimosas. Conducid el sueño profundo de esta niña a otro mundo. Llevadla hasta las estrellas donde están las cosas más bellas, donde está la rabia y el dolor, el cariño y el amor. Para que duerma tranquila en esta fantasía. Y su despertar sea divino como el final de un largo camino.

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¿CUARENTENA O VUELTA AL ORIGEN? CAROLINA RODRÍGUEZ GUTIÉRREZ Cada vez que me preguntaban qué tal la cuarentena, al margen de la tragedia y el drama que rodea esta situación, respondía: estoy bien. “Todos en casa gozan de buena salud y, sobre todo, están ocupados”, pensaba. Porque si algo siempre le he escuchado a mi abuela es que “hacer, siempre hay algo que hacer”. En mi caso y como siempre hago, redacté una lista. Una de esas listas necesarias, entrete-

nidas y originales para las que siempre te falta tiempo, pero no ganas. Primeramente, decidí reflexionar sobre mí misma y mi futuro. Nunca viene mal parar en seco nuestro día a día y hacer un poco de autocrítica, ¿no? Entre tanto, mi madre me dijo un día: “oye, ¿pero tú no querías aprender a coser?”. Entonces pensé “otro punto para la lista”, así que algunos días, tras

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el trabajo, me ponía con ella en el salón mientras teníamos algún magacín de fondo, o lo que cuadrara, porque ya estaba uno harto de escuchar noticias y más, malas. Primero un botón, luego hilvanar, sobrehilar, coser a puntada para adelante, coser una bastilla…Muy larga es la lista, pero muy corto el tiempo en el que tardaba en torcerme. Cuando por fin conseguía enderezar la fila un buen rato, siempre le hacía una foto


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rápida y se la enviaba a mi tía, que de esto entiende un rato. Ella siempre me alentaba a seguir intentándolo hasta hacerlo completamente bien, una regla aplicable a todos los aspectos de la vida. Aprender a poner el huerto tampoco estaba entre los puntos de mi lista, pero entonces también pensé: “¿por qué no? A fin de cuentas, en una hecatombe como la que estamos viviendo manejar el Facebook no me va a dar de comer, pero en cambio saber poner unas lechugas o unos tomates igual me saca de más de un apuro”. Porque como decía mi bisabuelo Víctor: “yo no lo veré, pero quién sabe lo que llegaréis a ver vosotros”. Nunca le faltó razón. Sin mucha complicación, pero con mucha constancia pusimos el huerto con un poco de todo. Hoy los tomates ya están a punto. Decían por la televisión que se agotaba la harina en los supermercados. En algunos incluso racionaban la cantidad que podías comprar. “No más de dos kilos por persona” decía una cajera en las noticias. Porque si a algún lugar nos devolvió la cuarentena, es a nuestro origen repostero. A rescatar la receta de bizcocho de Yogur de toda la vida, que antes hacía tu madre o tu abuela, pero que ahora ya estrenas tu. Mira que yo no he sido muy de dulces, pero desde que me puse, diría que ya controlo bastante más y eso que tampoco aparecía en mi lista. También aprendes a valorar que a veces menos es más y que no necesitamos tanto, ¿verdad?

Volver a escribir. Tan viejo, tan antiguo, que siempre funciona. Para centrarse un poco y ordenar los pensamientos, diría yo. Pero también para recordar y dejarse un poco llevar por lo que a veces tiene que aflorar con palabras y no nos sale de ‘ viva voz’.

Volver a escribir. Tan viejo, tan antiguo, que siempre funciona.

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Para centrarse un poco y ordenar los pensamientos, diría yo. Pero también para recordar y dejarse un poco llevar por lo que a veces tiene que aflorar con palabras y no nos sale de ‘viva voz’. Ahora bien, dejando a un lado estos pasatiempos que hicieron mas llevaderos la extraña situación que estamos viviendo, si nos ponemos serios y buscamos respuestas, en realidad no las tenemos. Las cosas cambian rápido y tratamos de adaptarnos a esta nueva normalidad con la mayor celeridad posible, como si fuera una cuenta atrás hacia lo desconocido, ahora más que nunca, hacia un futuro muy borroso. Seguramente habréis escuchado la sabia frase que dice: “éramos felices y no lo sabíamos”. Pero igual tenemos poco por lo que quejarnos, igual deberíamos agradecer que seguimos vivos y siendo felices, pero de otra manera. De momento, disfrutamos de los pequeños encuentros, no nos falta alimento que llevar a la boca, nos alegramos al escuchar que gente que nos importa se recupera y de saber que hay luz al final del túnel, pero sobre todo, nos aferramos a las enseñanzas de antes, a lo seguro, a lo que ya sabemos que funciona. Por fin nos damos cuenta de que lo antiguo también nos enseña cosas nuevas en tiempos de incertidumbre. Ahora reivindicamos el origen y volvemos a esos rincones de España, llamados pueblos, de los que antes renegábamos y a los que en estos instantes ansiamos llegar. Y nos hacemos esta rotunda pregunta, ¿nos quedamos?


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Enjesquino PEPE MONJE PICÓN: Carbón de encina que se hace con la leña menuda y se utiliza en el BRASERO. BRASERO: Recipiente circular de metal ancho y hondo con borde en el que se echan o se hacen brasas para calentarse. TOCHOS: Trozos no muy grandes de tronco de

A la hora de comer poco a poco teníamos el siguiente refrán: “A PISCOS a PISCOS se llena la ANDORGA” PISCO: Parte pequeña de un todo. ANDORGA: Barriga, tripa, estómago. En nuestro caso se refiere a comer muchas veces poca cantidad y acabar saciado. La palabra PISCO también la utilizamos bastante para referirnos al resto pequeño de un todo: “Fuimos a cosechar pero no acabamos, nos quedó un PISCO porque no se podía”

árbol.

PINAS: Cuñas de metal para introducirlas en los tochos con la maza y partirlos en trozos más pequeños. EL BRASERO: Como hemos dicho anteriormente el brasero era un recipiente que normalmente iba en una CAJA de madera cuadrada o redonda con un círculo hecho a su medida. Dicha caja tenía una superficie extra alrededor del brasero para poner los pies y calentarlos. Además, el brasero se cubría con la ALAMBRERA para impedir poner los pies en las brasas (en ocasiones también se ponía ropa encima para secarla). También estaba la BADILA para remover las brasas; esta, a veces, no se ponía porque acababa por el suelo y se utilizaba la alambrera para SORRASCAR (remover) las brasas.

A CORTAR LEÑA Salimos antes de amanecer con las hachas, MACHETAS y el TRONZADOR bien afilados hacia la tierra que está AL PIE de LOS CORRALES que tiene buenas encinas pa cortar un par de ellas. Se cortaron LAS CARRASCAS y se talaron las encinas. Con las hachas y LAS MACHETAS se podaron las ramas y se sacaron LOS SARDONES que se amontonaron con los de LAS CARRASCAS pa hacer PICÓN pal BRASERO. Los troncos de las encinas se partieron en TOCHOS con EL TRONZADOR. LOS TOCHOS ya en casa se harán astillas con las PINAS y la maza. Cómo hacer el picón os lo dejo para comentarlo entre familia. MACHETA: Hacha pequeña. AL PIE: Al lado de. TRONZADOR: Sierra larga y algo curva por el lado de los dientes, que tiene un mango en cada extremo, y que se emplea principalmente para talar árboles entre dos personas. LOS CORRALES: Lugar donde estaban los apriscos y majadas para guardar las ovejas. CARRASCAS: Matas pequeñas de encina. SARDONES: Leña menuda procedente de cortar las ramas de la encina o CARRASCAS.

“Sepárate un poco del brasero que vas a criar CABRAS.” CABRAS: Manchas rojas que salían en las piernas por exceso de calor. “Ten cuidado que no está la alambrera puesta y se te van a ABURAR las zapatillas” ABURAR: Quemar, abrasar.

Permitirme recordaros que me podéis enviar palabras, frases, dichos, juegos o cualquier otra vivencia que quisiérais recordar al siguiente correo: enjesquino@gmail.com

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LA MATANZA ENCARNA MONJE ALIJA

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o, tranquilidad, aunque pareciera por el título, no es mi intención hablar de la “Matanza de Atocha” o de “Paracuellos” o de otras muchas tragedias que podría dar pie este escalofriante título. Y es que, en tiempos de pandemia, bastante horribilis, lo que menos me apetece es machacar en la catástrofe sino más bien tratar de evadirme un poco y poner una nota un tanto jocosa en el asunto.

En mi pueblo, Valcabado, como en otros tantos, por paradójico que parezca, hablar de matanza es sinónimo de fiesta y por lo tanto de alegría. Me refiero, cómo no, a la matanza del cerdo. He de reconocer que con el transcurrir de los años ha perdido un poco ese sentido de fiesta para convertirse en la mayoría de los casos en un quehacer que conviene quitarse del medio cuanto antes para aprovisionarse de víveres como carne, embutido y demás para el resto del año.

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Es cierto que para este fin es necesario un número considerable de mano de obra, lo cual ya en sí da pie a pasarlo bien, pero nada que ver con la matanza de cuando yo era niña. Siempre en invierno, claro está, para curar la carne, justo cuando además los trabajos del campo aminoraban y permitían tomarse todo el tiempo que fuera necesario en estas labores que duraban no menos de tres días. Tres días en tu casa, tres más en casa de tus tíos, otros tres donde tu pri-


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los niños. No creáis que no tenía paciencia, ¡con todo lo que tenía que hacer y era capaz de contar cosita a cosita!, simplemente genial.

ma e incluso otros tres en casa de la vecina, si tenían a bien invitarte para echar una mano. De la fiesta en mi casa, lo que recuerdo con mucho agrado, era el gran trabajo que quitábamos a los mayores, a mis padres en concreto. Como cuando nos mandaban a buscar “la sesera”. Nunca tuve el gusto de verla, pero a juzgar por cómo pesaba debía ser un artefacto enorme. ¡Qué raro!, la emoción nunca permitió que nos parásemos a pensar cómo para recoger los sesos, una víscera tan pequeña, se necesitara un aparato de tal envergadura. Nos mandaban ir y con la emoción de participar y sentirnos útiles volábamos donde mis vecinos Dionisio o Toriano, poseedores de tal artilugio. Íbamos entusiasmados, nos lo preparaban con no menos entusiasmo y volvíamos armados de valor con el pedazo de saco que casi no podíamos y llevábamos pujando como no recuerdo cosa igual. Casi siempre, aunque hiciera un frío infernal, llegábamos sudando del esfuerzo

realizado. Pero para recompensar la fatiga, el saco incluía alguna sorpresa en forma de chuchería que hacía que al año siguiente volviéramos con la misma ilusión. Aún con más emoción, si cabe, recuerdo la matanza en casa de mis tíos. Era genial pasar fuera de casa dos o tres días. La tarea principal que mi tía nos tenía encomendada era el día que desarmaban el animal: repartir el hígado y la sangre. Lo hacía raciones, las colocaba en platos, de porcelana para más seguridad, y nos mandaba a cada uno a casa de alguien a bien deleitar con semejante manjar. Lo mejor no era lo que llevábamos sino lo que traíamos, porque una vez vaciado el plato en el destino, nos lo lavaban y llenaban de ricos aguinaldos tales como nueces, galletas, castañas, caramelos e incluso alguna moneda. Cuando llegábamos, mi tía hacía buena cuenta de todo, lo juntaba y para que no surgiera ningún conflicto, ella misma hacía porciones equitativas y las repartía entre todos

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Después de tan ardua tarea, mientras los mayores seguían enfrascados en sus quehaceres, nosotros jugábamos a los “juegos reunidos Geiper”. Todos sabemos a qué juegos me estoy refiriendo, pero no todos los teníamos. A mis primos se los habían traído los Reyes y me sentía privilegiada de poder disfrutarlos al menos una vez al año. Supongo que en mi casa yo tendría otros juegos, pero ese no; y si algo se parece el momento actual a aquel, es que siempre los juguetes de los demás atraen de manera especial. El colofón de la fiesta venía a la hora de dormir, seis o siete guajes compartiendo habitación o como mucho en dos, divertido y novedoso a la par. Por último, para acabar las faenas llega el momento de embutir la carne. También aquí los pequeños teníamos una importante labor: pinchar las longanizas para que no les quedara aire. Y pienso yo que… ¡cómo cambia la perspectiva de todo con los años!. Hoy lo peor que te puede pasar es que se acaben las tripas en medio de todo el follón, en cambio entonces lo estábamos deseando para poder ir a la tienda a buscar más porque esto también llevaba su recompensa: con el dinero que sobraba podías comprar un chicle o una bolsa de gusanitos. ¡Qué tiempos aquellos! Cuando lo más insignificante adquiría un valor incalculable.


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CUADERNOS PARA UN FIRMAMENTO AGUSTÍN CASTELLANOS

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CUARENTENAS COMO DIOS MANDA ROBERTO CARRO FERNÁNDEZ

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ista la matraca de esta pandemia hecha a base de kilos de “coñazo virus”, a uno le viene a la memoria las cuarentenas de la niñez. Una afección del tipo que fuera: un catarro peleón, una gripe “A”, “Z” o “W” -si me apuras una viruela o un sarampión (con todos los vectores que le quieras poner)-, requería cuidados de madre, mucha cama y atención de galeno minutos antes de la hora del vermú. Pero todo ello con matices mucho más amables y menos cansinez. El recuerdo es muy vívido. Y al mismo tiempo tan sedoso y placentero que si fuese burro le llamarías Platero. Había que vivirlo. La mañana antes de la visita del médico del pueblo, tu madre te cambiaba las sábanas y, mientras te reubicabas de nuevo en algodón frío, hecho un ovillo, percibías el aroma del jabón artesano impregnando la funda del almohadón. La madre recomponía con esmero el cabecero de la sábana, bien simétrico con el doblez del cobertor de lana y la donosura de una colcha de ojo de perdiz, recién sacada del arca, que aún olía a naftalina. Sobre la mesita un vaso de agua, un tarro para los vahos de eucalipto y un cuadernillo de pintar de los que te solía traer tu madrina cuando tocaba pasar por estos rigores. Y cómo no, sobre el alféizar interior de

la ventana, un bote de melocotón en almíbar: sucedáneo saludable de gominola para días críticos. Y ahí estás tú, hecho un tierno infante, magullado por la fiebre y con la mirada perdida en ese mapa de humedad que empieza a dibujarse en el desconchón de cal que cubre la pared con piel de barro y corazón de tapial y adobe. Esperando el momento en el que el médico, entrando por la puerta de la habitación, suavice la tensión removiéndote el flequillo, se coloque las lentes, saque el fonendo de la cartera y, sentado sobre el larguero de la cama, te pida que te incorpores para amalgamar la tibieza de tu piel con la frescura del metal que recorre los puntos sensibles de tu espalda. Así percibes, al reclinarte sobre su pecho, un aroma sanador hecho con mixtura de botamen de farmacopea y agua fresca de colonia. -El catarro hay que sudarlo. Siga con los vahos y recoja en la botica este antipirético por si la fiebre le sube mucho -espeta finalmente. El ritual finaliza cuando se remanga y se moja las manos en la palangana que contiene el agua que ha sido templada en el pote que hay en el llar; se enjabona con la pastilla de jabón de La Toja recién abierta para la ocasión, y

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se seca en la toalla con puntilla del ajuar de boda de tus padres. No sé.., así podía ponerse uno malo y estar en cuarentena los días que hiciesen falta. Era otra cosa. Lo de ahora es un artificio y una sopa de sobre que no le llega ni a los cuartos.


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EL DRAGUERROTIPO EVA DE LA FUENTE

…su mano izquierda agarrada a la verja de la ventana y la derecha a su hermana…

habitación contigua y fumaban en la puerta de la calle, con sus camisas recién planchadas, esperando el momento de salir hacia la iglesia.

Durante años he visto esta foto dentro de un reloj de pared. Quizás no fuese la ubicación más correcta, pero si la salvaguardaba del polvo y del olvido.

Y entonces, la prima mayor, sacó de su cesto de mimbre esa pequeña cámara que poseía gracias a que para aquella familia las estrecheces no existían. Era increíble pensar que con apretar un botón pudieran quedar inmortalizadas para siempre.

Generaciones enteras hemos pasado delante de ella sin verla, como si fuera una pieza más del reloj, molesta cuando tenías que darle cuerda. Ni siquiera sus protagonistas se reconocían ya en aquella foto, acuciadas por el devenir apresurado del día a día. Si solo se hubiesen parado un instante, estarían otra vez en aquel domingo de fiesta. Las campanas de la iglesia volverían a repicar incansables, en un cielo azul raso que invitaba a la alegría. En la casa, las chicas estarían dando los últimos retoques a su indumentaria. Los vestidos estaban ya colgados de las sillas, perfectamente tableados para la ocasión, y los zapatos de aguja de cada una alineados debajo. La combinación, que tanto tiempo les había llevado almidonar, ya lucía sobre sus delgados cuerpos

de adolescentes. Qué ilusión, sus primeras medias de cristal! En el espejo de lunas del dormitorio, iban pasando para comprobar que la última permanente había sido, sin duda, un éxito. La casa era un bullicio incasable de risas y cháchara, nadie quería perderse el día del santo. No importaba demasiado que santo era, salvo quizás, para hacerse una agenda anual de los pueblos que iban a recorrer. Ese día ya estaban todos allí. Las camas se habían quitado para albergar a más gente en el suelo. Los primos, ya habían salido de la

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En lo alto del campanario, las campanas daban una segunda señal, indicando que Don Guillermo ya tenía colocada la casulla y que en breve se dispondría a salir al altar, donde la Virgen esperaba a esas chicas llenas de ilusión para que la pujaran. Se pusieron los vestidos intentando que no se moviera ni un pelo, se calzaron los zapatos y salieron a la calle raudas. Había que colocarse muy bien, estar quietas durante segundos interminables y conseguir parecer lo más felices posibles, porque sólo tenían una posibilidad. Y clic… …su mano izquierda agarrada a la verja de la ventana y la derecha a su hermana…


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CANCIONERO TRADICIONAL DE NAVIDAD MARÍA GONZÁLEZ 00/

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PARA EMPEZAR A CANTAR EN ESTA SAGRADA IGLESIA AL SEÑOR CURA Y JUSTICIA LE PEDIMOS LA LICENCIA

ASÍ LO HA ORDENADO EL CÉSAR A EMPADRONARSE TAMBIÉN 10/

GLORIA A DIOS EN LAS ALTURAS ES EL CANTO CELESTIAL Y LA PAZ VENGA A LOS HOBRES DE LA BUENA VOLUNTAD

Y POR NO ENCONTRAR POSADA EN TODO AQUEL PUEBLO INGRATO SE HOSPEDAN EN UN PORTAL DE UN TRISTE Y OSCURO ESTABLO

11/ A ESO DE LA MEDIA NOCHE SOBRE POCO O MÁS O MENOS NACIÓ AQUEL DIVINO NIÑO NUESTRO PADRE DIOS ETERNO

UN ÁNGEL LLEVÓ LA NUEVA A UNOS HUMILDES PASTORES DICIÉNDOLES QUE EN BELÉN HA NACIDO EL DIOS DE AMORES

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ELLOS COGEN SUS MORRALES Y EN ELLOS LLEVAN LOS DONES Y VAN A ADORAR EL NIÑO CON DEVOTOS CORAZONES

AQUELLA VIRGEN BENDITA DEL NIÑO DIOS TIERNA MADRE LE RECLINA EN UN PESEBRE ENVUELTO EN PODRES PAÑALES

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UNOS LE LLEVAN PAÑALES OTROS QUESO, LECHE Y MIEL OTROS LLEVAN ZAPATITOS PARA ABRIGARLE LOS PIES

/ POR COLCHÓN UNAS PAJITAS TIENE AQUEL NIÑO DIVINO AQUEL QUE FABRICÓ EL SOL ESTÁ TEMBLANDO DE FRÍO

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AL FIN LLEGAN AL PORTAL Y SE ARRODILLAN TEMBLANDO A BESAR LOS PIES AL NIÑO AL NIÑO DE DIOS AMADO

MIRA QUE DOS LAGRIMITAS LE ESTÁN SALIENDO A LA PAR QUE PARECEN DE ROCIO COMO PERLAS DE CRISTAL

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/ EN LAS MANOS DE LA VIRGEN ALLÍ LES DEJAN LOS DONES SUS AFECTOS Y SUS ALMAS SUS DEVOTOS CORAZONES

TAMBIÉN LLORABA LA VIRGEN DE VER EN TANTA POBREZA RECLINADO EN UN PESEBRE AL DIOS DE INMENSA GRANDEZA

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GRACIAS LE DIJO LA VIRGEN GRACIAS, MIL GRACIAS PASTORES POR VENIR A VISITAR AL NIÑO DE MIS AMORES

PERO SE LLENA DE GOZO Y DE INDECIBLE CONSUELO CUANDO OYE CANTAR AL ÁNGEL QUE DESCENDÍA DEL CIELO

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Y DESPUÉS DE NUEVE MESES DE SU PURA CONCEPCIÓN LLENO DE BONDAD Y GRACIA APARECE EL REDENTOR

BALTASAR, MELCHOR Y GASPAR TAMBIÉN FUERON DE ORIENTE A VISITAR A AQUEL NIÑO LLEVANDO RICOS PRESENTES

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TAMBIÉN NOSOTRAS VENIMOS LLENAS DE FÉ Y ENTUSIASMO A VISITAR A ESE NIÑO Y A OFRECERLE NUESTRO RAMO

SAN JOSÉ Y LA VIRGEN PURA VAN CAMINO DE BELÉN

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“HURACAN 78” “UN EQUIPO DE LEYENDA” (EL DESENLACE) FELIPE DE LA FUENTE

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asó el tiempo y nuestros éxitos nos precedían, de modo que éramos invitados a los mejores torneos y fiestas. Justo por eso era una gran oportunidad para presentarnos en sociedad y tomar contacto con los lugareños. Pero empezaron las deserciones. La Unión C, ese equipo intermedio que “alquiló” sus camisetas del AJAX en el seminario de La Bañeza; la cuales vestían como camiseta oficial en octavo de E.G.B. y

primero de B.U.P., creo recordar. Y no sólo ellos, la UNION AUTÉNTICA, la de los mayores, también nos robaban. Al menos nos dieron sus camisetas, azul/amarillo, ya míticas. Solamente camisetas, pantalón y medias hubo que comprar en Deportes Gallego de Astorga. Nos regalaron una miniatura de botas ADIDAS, que aún adorna el Renault 5 familiar. Hasta yo mismo me vi obligado a hacer las maletas y emigrar

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a nuestro eterno rival, la CRUZ BLANCA de Colás, el de “El Cielo” -allá espero se encuentre ahora-, con los ángeles, si es que hay… Los “fugados” también recalaron en la Cultu, Paramés, La Bañeza, La Marina y Cebrones. A Cebrones se fue “Alvés” (Juan Astorga) así apodado por jugar con guantes, como el mítico jugador portugués de la Unión De-


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portiva Salamanca. El equipo fue perdiendo talento, músculo y sobre todo GOL. Lo que por detrás venía siendo subjetivo, no invitaba el entusiasmo. Era, digamos, imperfecto y nunca mejoró lo necesario. Pero,

a pesar de todo, dejaron su impronta y por ello nombrarlos debo. Primero surgió “EL VENDABAL” como es notorio, el nivel del viento también iba en manifiesto de decadencia. Se lo tomaron con ganas, pero su ineficiencia y au-

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sencia de disciplina los condenó pocos años después de su fundación. Fue una tarde de fiestas de Santiago, en el campo de “EL PRADO”. Allí con un insolente sol, que siguió a la tremenda tormenta de la noche precedente. Partido con cardos, juncos, charcos y


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“a lo loco”. Allá terminó con Agus, el de Pablo y Maruca, como líder. Podía jugar con gorra e incluso con gafas de sol, por ser el capitán. También era el encargado autorizado y exclusivo, para sacar el balón de entre los juncos, charcos y cardos. Fumar no fue tolera-

do por mayoría simple de votos. El asunto estuvo reñido, pues como todos sabemos, en este nuestro pueblo, vicio nunca faltó.

Aquí termina, queridos amigos, una entrega más de vuestra serie favorita: “El hombre y el futbol”

Y bajando, bajando…, llegamos al “TORBELLINO”. Fin de la saga; fin de nuestro relato y punto final.

Y ya sabéis: alimentaros, hidrataros y no olvidéis nunca SUPER HURACANAROS.

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In Itínere

(Actividades del año) Como todos los años, en nuestra revista Hacendera anual, hacemos un repaso de todas las actividades que se han realizado durante el año mediante un reportaje gráfico. No se pueden poner todas las fotos, ni podéis salir todos los que habéis participado en estas actividades, pero una vez más, os agradecemos vuestra colaboración. Como todos sabemos, estamos viviendo tiempos no demasiado buenos y con mucha incertidumbre, por lo que hemos tenido que suspender muchas de las actividades del año, tales como la fiesta en honor al patrón Santiago, semana cultural, y anteriormente el Tortillero, el San Isidro, el Corpus….en fin, solo pedimos que el nuevo año nos traiga buenas noticias en el tema sanitario y se puedan seguir realizando actividades para el entretenimiento de todos los públicos, mientras, mantendremos la prudencia y seguiremos así mientras las autoridades sanitarias no nos digan lo contrario. Solo nos queda pedir y rogar porque esto cambie pronto. Mucha salud y mucha suerte para todos los vecinos y allegados al pueblo. Os relato las actividades reflejadas por orden cronológico de realización: Exposición costura (20 y 21 de Julio 2019) Fiestas de Santiago (25, 26, 27, 28 Julio 2019). I Carrera a la Tardecina (27 de Julio 2019) Concierto Félix Moyano (14 de septiembre 2019) Ramo de Navidad (25 de Diciembre 2019) Teatro niños (28 de Diciembre 2019) San Silvestre (29 de Diciembre) Reyes (5 de Diciembre) Santo Tirso (1 de Febrero) Águedas (9 de Febrero)

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Exposición

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Mecenazgo mudéjar

CARPINTERÍA DE LO BLANCO EN VALCABADO

EL L AZO LEONES DE AZAFATES HARPADOS

Con apenas catorce años, David Fernández, un adolescente de Valcabado del Páramo, tuvo la valentía de denunciar ante un periódico local el lamentable estado de conservación del artesonado de la Iglesia de Santiago, en su pueblo a orillas del río Órbigo.

La Iglesia de Santiago de Valcabado es de planta rectangular, con torre de espadaña a los pies y pórtico adosado. La nave se cubre con armadura de par y nudillo con decoración de lacería en el centro y revestimiento de cintas de estrellas en los faldones. La armadura del presbiterio también es de madera, pero en la actualidad está oculta por un techo de caña y yeso.

Muy pronto consiguió el respaldo entusiasta de todos sus vecinos y pusieron en marcha una campaña a nivel nacional para la recaudación de los fondos que permitirán aprobar finalmente el proyecto de restauración de la cubierta del edificio, una armadura de par y nudillo de finales del siglo XVI y un raro ejemplo de la carpintería de lo blanco en España que presenta decoración de lacería de azafates harpados, una ornamentación característica en algunos ejemplos leoneses.

L

a práctica continuada del oficio permitió a nuestros carpinteros desarrollar a lo largo de los siglos, un ingenioso sistema constructivo en el que la disposición de los elementos estructurales de sus cubiertas le servía de base para desarrollar motivos decorativos de complejidad creciente.

El lazo leones. A lo largo el siglo XVI, los carpinteros van incorporando a sus obras elementos ornamentales tomados del renacimiento italiano y ensayan soluciones nuevas, como es la de emplear como motivo de lazo exclusivamente los azafates harpados y las almendrillas de ocho, característica de algunos ejemplos leoneses.

Azafates harpados

Almendrillas

El lazo leonés. La armadura de la nave de la iglesia de Valcabado, de 25 metros de largo, es un ejemplo notable de la carpintería de lo blanco leonesa, por su almizate decorado con lazo ataujerado de azafates harpados.

Texto e ilustraciones: Agustín Castellanos Centro de los Oficios de León

CENTRO DE PROMOCIÓN TURÍSTICA - VALCABADO DEL PÁRAMO EXPOSICIÓN PERMANENTE: A.C.D

Ayto. de Roperuelos del Páramo

CARPINTERÍA DE ARMAR EN EL OCCIDENTE DE LEÓN Para visitas, teléfono de contacto: 610 22 88 47



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