Virginia Woolf, pionera del feminismo

Virginia Woolf.

«Todo es efímero como el arcoíris», escribió Virginia Woolf; sin embargo, consiguió ser eterna tras su muerte, aunque es cierto que ya tenía notable autoridad literaria antes de decidir suicidarse en 1941. Pasó de ser una figura interesante a ir creciendo en estatura hasta estar presente en todas partes, debido a la enorme riqueza de textos, imágenes e historias que se asocian a ella y a su círculo, el llamado Grupo de Bloomsbury.

Escritora de penetrante sensibilidad, capaz de expresar, desde lo más íntimo de su ser, el ritmo de la vida. Virginia Woolf desafió las convenciones, a ella lo que le interesaba era recrear la vida, no articular una trama en sus novelas según el esquema tradicional. Sus ideas abrieron una ventana desde la que asomarnos las vidas de hombres y mujeres.

Figura del modernismo literario del siglo XX, Virginia Woolf es madre de múltiples novelas, muy vanguardistas todas, distintas unas de las otras, donde se puede poner en valor el cambio de técnicas y de puntos de vista junto a la gran imaginativa que utiliza. Pero no sólo destacó en la novela, también escribió deliciosos ensayos sobre la vida cotidiana, llenos de erudición y reflexión, tocando buena parte de los géneros literarios: relatos, cartas, diarios, memorias...

Sus dos hermanos varones fueron a la universidad, al contrario que su hermana Vanessa y ella, asunto por el que guardará durante toda su vida cierto resentimiento. Su padre, un gran erudito de la época, les proporcionó a ambas hermanas acceso sin límite a la gran biblioteca familiar, además de contratar los servicios de una profesora de griego, con lo que Virginia tuvo una envidiable formación pero un poco heterodoxa al no haber podido cursar estudios universitarios como era su gran anhelo.

Cuando muere el padre, los cuatro hermanos deciden irse a vivir juntos y dar rienda suelta a su creatividad junto a su grupo de amistades, el llamado Grupo de Bloomsbury, uno de cuyos integrantes termina casándose con Virginia, Leonard Woolf; ambos fundan una pequeña editorial, ‘The Hogarth Press’.

El tándem Virginia-Leonard termina desarrollando un papel importante en la cultura inglesa (son los primeros que publican a Freud en inglés). La imprenta juega un papel decisivo en Virginia:

Grupo de Bloomsbury. A la izquierda, sentada, Virginia Woolf; arriba, a la derecha, Leonard Woolf, hacia 1930.

le da una impresionante libertad para escribir lo que quiere, animada y sostenida por Leonard, su primer lector y quien le dará carta blanca para publicar cuanto quiere.

Virginia es ejemplo de libertad, autonomía y educación excepcionales en una sociedad completamente conservadora; por ello, durante mucho tiempo, fue diana de aquéllos que profesaban una clasista educación, de quienes creían firmemente que el papel que mujeres y hombres en la sociedad en la que vivían y se desarrollaban tenía que ser inmovilista.

Virginia Woolf, precursora indiscutible del feminismo y del movimiento gay, es inspiración para el movimiento feminista liberal sufragista cuando el discurso giraba alrededor del hombre. Ella y todos los que forman el Grupo de Bloomsbury articularán, en sus ricas obras y biografías, una serie de ideales que van a tener un recorrido impactante, siendo compartidos por las sociedades actuales: la amistad está por encima de cualquier cosa, consideran el arte como la expresión máxima de la civilización, igualdad entre sexos, aceptan con plena normalidad la homosexualidad y la bisexualidad, son pacifistas y abogan por la objeción de conciencia, serán precursores de muchas tendencias y movimientos que van a florecer después, como el ecologismo, las teorías ‘gentrification’ (conversión de un barrio céntrico y degradado, como era Bloomsbury, en uno progresista, bohemio, intelectual…).

Tan amplias llegaron a ser sus “alas” que fue portada de la revista norteamericana ‘Time’, como mujer que luchaba cada día contra el encorsetamiento y los estereotipos asociados a las mujeres. En Virginia Woolf nos vemos reflejadas las mujeres y hombres que entendemos el feminismo como una lucha fundamental que hay que seguir librando en todos los ámbitos hasta la consecución de la igualdad real y efectiva. •