Saramago, un creador distinto

Saramago,

Un creador distinto

José Saramago.

Además de por conseguir el Nobel, a José Saramago puede vinculársele con García Márquez por su propuesta del ‘real sobrenatural’. El escritor portugués argumentaba que el realismo mágico no es exclusivo de Latinoamérica y, como autor, se insertó a sí mismo en esta tradición, por lo que en sus obras es fácil encontrar rasgos de este movimiento literario. José Saramago nació en 1922 en un pequeño pueblo de Portugal, en una familia de campesinos analfabetos, agricultores sin tierras y con problemas económicos que, pocos años después, se trasladaron a Lisboa. Con doce años comenzó estudios técnicos, aunque no pudo llegar a terminar siquiera esta formación práctica y, mucho menos, ir a la universidad, ya que se tuvo que poner a trabajar como obrero en diversos oficios para ayudar a su familia. Fue uno más entre los millones que nada podían hacer por su futuro más que rogar no ser despedido para poder seguir teniendo techo y comida. Ese bagaje sería parte de su obra.

Saramago se hizo de la nada. Creció en un ambiente totalmente adverso y construyó una obra profunda, donde se dejó la piel para alertar sobre la necesidad de un cambio. Fue un intelectual poético, honesto, incluso cuando no tenía nada para decir. El poeta y narrador luso ganó el Premio Nobel de Literatura en 1998 y se convirtió en el primer escritor y hasta ahora el único, de lengua portuguesa, en conseguir este preciado galardón.

A esa ‘isla literaria’ llamada José Saramago le rendimos este pequeño homenaje en el centenario de su nacimiento, invitándoos a conocer su obra, muy difícil de catalogar debido a su extensión y diversidad, y donde los límites entre un género y otro son prácticamente inexistentes. El autor portugués eligió para sus creaciones un estilo literario específico en función del contenido y el objetivo de su mensaje, siempre distinguido, eternamente distinto. Un genio de las letras. • Saramago