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La importancia de la Unión Europea
from Miajadas Feria 2022
by editorialmic
El Tratado de Maastricht se firmó en la localidad holandesa del mismo nombre el 7 de febrero de 1992 por los entonces doce miembros europeos: Alemania, Francia, Italia, Bélgica, Holanda, Luxemburgo, Dinamarca, Irlanda, Reino Unido, Grecia, España y Portugal, y entró en vigor el 1 de noviembre de 1993. Aquel texto impulsó el nacimiento oficial de la Unión Europea y fijó sus tres pilares: la unión económica y monetaria, la política exterior y de seguridad común y la cooperación en asuntos de justicia e interior. Hemos querido acercarnos al antes y el después de aquel momento histórico, del que este año se conmemora el trigésimo aniversario.
En la España de 1962, consciente de la importancia de la cooperación entre países que se estaba produciendo en Europa, la dictadura del general Franco solicitó, por medio del Ministro de Asuntos Exteriores, la entrada de España en la Comunidad Económica Europea (CEE). La petición no prosperó porque los miembros debían ser países democráticos.
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Los trámites se retoman, ya en plena democracia, con la petición de adhesión a mediados de 1977 y el principio de las negociaciones a finales de 1978. En el camino y hasta 1980, España tuvo que ir cumpliendo los requisitos exigidos con los valores europeos y el respeto a la dignidad de las personas.
Tras un duro trabajo, la entrada de España en la Unión Europea no se hizo efectiva hasta 1986 (la firma del Tratado de Adhesión en Madrid se produjo en junio de 1985). Desde entonces, la senda de España ha venido marcada por importantes avances que han redundado en el bienestar de la sociedad española en su conjunto.
Enrique Barón Crespo fue el primer presidente español del Parlamento Europeo, desde 1989 hasta 1992, un cargo que han ocupado otros dos españoles: José María Gil-Robles entre 1997 y 1999, y Josep Borrell, de 2004 a 2007.
Durante los primeros años, España fue uno de los países más beneficiados del reparto de fondos comunitarios al tener una renta per cápita inferior al 75 % de la media comunitaria. En 1991, España firmó, junto con otros territorios europeos, el Acuerdo Schengen por el que se suprimían los controles de sus fronteras, lo que permitía la libre circulación de personas. Un año más tarde, se firmó el Tratado de Maastricht, uno de cuyos objetivos cristalizó en 2002 con la puesta en circulación del euro. También en 1992, durante la Cumbre de Edimburgo, se instauró el llamado Fondo de Cohesión para proyectos de medio ambiente, infraestructuras de transporte y energía en países con un nivel de renta por debajo del 90 % de la media de la Unión. Como consecuencia, nuestro país obtuvo, junto al resto de los fondos
Monumento de piedra en conmemoración de la firma del Tratado de Maastricht, situado en la ciudad holandesa del mismo nombre. estructurales recibidos, un inestimable apoyo para la revitalización y el desarrollo regional.
Desde su adhesión, España ha participado activamente en el desarrollo de las políticas europeas más importantes: la Política Agraria Común, la Política Pesquera Común, el Mercado Interior, la política energética y de transportes, la política industrial y la política educativa, cultural y social. En los últimos años, España ha apoyado una reorientación de estas políticas para dar respuesta a los grandes desafíos del siglo XXI: una Unión Europea de la Salud capaz de responder a crisis sanitarias transfronterizas, una transición ecológica justa para una economía sostenible y circular, unas políticas agraria y pesquera responsables con el medio ambiente, una política social fuerte que promueva unas condiciones de vida dignas para todos, una política de igualdad de género que sirva de referente mundial, una transición digital segura que no deje a nadie atrás, y una política industrial inclusiva que fomente la innovación, la competitividad y la autonomía estratégica de la Unión.
En julio de 2020, el Consejo Europeo acordó un instrumento excepcional de recuperación temporal conocido como ‘Next Generation EU’, dotado con 750.000 millones de euros para el conjunto de sus Estados. Dentro del Mecanismo para la Recuperación y la Resiliencia (MRR), España recibirá un total de aproximadamente 140.000 millones de euros en el período 2021-2026, cuyos principales destinos serán la educación y la formación, la I+D+I, la modernización y refuerzo del Sistema Nacional de Salud, una nueva política de vivienda, un nuevo sistema energético y un despliegue de las renovables, la movilidad sostenible, la Nueva Política Industrial 2030 y Estrategia de Economía Circular, la modernización y la competitividad del sector turístico y el Plan de Digitalización de PYMES.
La pregunta tras todo esto es clara: ¿Podemos entender a España sin Europa? •