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Presentación del Pregón de la Semana Santa de Osuna 2019

Presentación del Pregón Semana Santa de Osuna 2019

Patricio Rodríguez-Buzón Calle

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Sr.Vicario y Párroco de Ntra.Sra. de la Asunción, Señora Alcaldesa, Sr. Presidente y miembros del Consejo Superior de Hermandades y Cofradías, autoridades, hermanos y amigos todos.

De verdad que no lo esperaba, que cuando las Hermandades se ven repletas de la entusiasta juventud que tanto aguardábamos, jóvenes que han venido para quedarse y que desarrollan una magnífica labor en la mejora de la vida religiosa de sus cofradías, ofreciendo además un especial empuje en las actividades del día a día, fuera a ser yo el elegido para esta muy agradable misión de presentar a un amigo entrañable, siempre comprometido con lo que emprende, esposo y padre ejemplar y que se entrega ilusionado, humana y cristianamente en todo lo que hace.

Quiero recordar ahora, con toda la ilusión del mundo, mi presentación del pregonero de la Semana Santa de 1995, don Manuel Olmedo, amigo del alma que nos dejó recientemente, cofrade convencido, hombre culto, inteligente, humano, divertido e inolvidable pregonero, con el que convivimos en el seno de los Amigos de los Museos, gozando de su amistad en viajes inolvidables. También recibí la distinción de Eloy Pineda, brillante pregonero de 1996, heredero de las más puras esencias de su familiar Antonio Pedro Rodríguez-Buzón que, con un pregón bellísimo, poético, emocionante y emotivo, consiguió elevar el pabellón cofrade de Osuna a las más altas cotas de la oratoria.

Pero volviendo a nuestro pregonero, en breve biografía comentaré que nació en Granada, pero con muy pocos años, sus padres se trasladaron a Osuna y, por consiguiente, Pepe y sus tres hermanos crecieron en nuestro pueblo, conviviendo en una familia ejemplar. Sus primeros estudios fueron aquí y, posteriormente en los Salesianos de Puerto Real cursó estudios de Maestría Industrial, formación que completó en el País Vasco, obteniendo su titulación en Ingeniería. Su incansable espíritu de trabajo y deseo de formación, le llevó a que en las vacaciones dedicara su tiempo libre trabajando en la empresa Savicsa, bajo la dirección de Antonio Rojas y Carlos Querol. También lo hizo en la Cooperativa Santa Teresa. Más adelante, finalizados sus estudios, ocupó puesto de trabajo en Barcelona en la empresa Motor Ibérica como técnico de organización, empresa que fue comprada ulteriormente por la multinacional Nissan, donde trabajó como ingeniero de producción. Por su formación, honradez, seriedad y especial dedicación al trabajo, progresó rápidamente en la empresa, siendo seleccionado para viajar por Europa, EE.UU. y, principalmente, al Japón, país donde recibe información sobre modernas técnicas de organización y racionalización del trabajo que, más tarde, bien asimiladas, implantó con éxito en su empresa. Finalmente tras la jubilación, llega nuevamente a Osuna, donde fija su añorada residencia.

Como he dicho, fue inesperado que el pregonero se acordase de este antiguo amigo para encomendarle el honor de presentarle en este importante acto, responsabilidad que no dudé un momento en aceptar, después de gozar de una amistad de siempre, no solo con él, sino también con toda su familia.

Ahora,a pesar del mucho tiempo pasado, la imagen se mantiene fresca, y recuerdo con nitidez como los Martes Santos, la familia Barrera llegaba puntual, con sus túnicas negras, a la Iglesia de San Agustín, para acompañaren en el recorrido procesional a su Cristo de la Vera-Cruz, devoción compartida por todos ellos.

La diferencia de edad y sus ausencias de Osuna hacían que, por entonces, mis contactos fuesen más con su hermano Antonio, su padre y su tío. Recuerdo siempre con infinito afecto a los hermanos Barrera, Pepe y Paco, a los que mi hermano Manuel atrajo a la hermandad y que, siendo tan distintos, tenían un denominador común: el amor sincero y decidido a Vera-Cruz y el estar siempre presentes tanto en la vida diaria de la Hermandad, como en los acontecimientos importantes de la misma. Su padre era, sobre todo, un hombre ejemplar, muy querido en la Hermandad y que, tras la apariencia de persona seria, que en realidad lo era, se escondía el hombre religioso, noble, divertido y alegre que, en ocasiones, sorprendía a los que no lo conocían bien. Tuvimos siempre en la Vera-Cruz una convivencia alejada de todo lo que no fuese trabajo, compromiso, religiosidad, entendimiento y amistad y que fue lo que nos ayudó a conseguir la armonía sincera y afable que tanto bien hizo a nuestra Hermandad, favoreciendo su importante desarrollo.

Pepe tuvo buena enseñanza cofrade, vivió la hermandad durante años y tuvo ocasión de pasar por todos los escalones de la misma: colocó flores, limpió candelabros, barrió la iglesia cuántas veces hizo falta, trasladó enseres y también subía y colocaba amorosamente nuestras imágenes en los “pasos” para el desfile procesional. En definitiva cuando es nombrado Hermano Mayor, conocía la Hermandad perfectamente y, como es hombre que sabe organizarse, desarrolló un extraordinario trabajo durante los ocho años que duró su mandato. Antes, ocupando yo ese puesto, colaboró conmigo como Tesorero.

Creo que una de las cosas importantes que realicé en mi vida cofrade fue convencer a Pepe para que aceptara el nombramiento, comprometiéndome por mi parte a acompañarle durante su mandato como Teniente Hermano Mayor, o Alcalde, que así se denomina el cargo en nuestras antiguas Reglas. En esta tarea intervino Milagros, su mujer, mi aliada, siempre a su lado, formando el eje fundamental de una familia religiosa y comprometida, que le empujó decididamente para que aceptara el nombramiento, todo con la ilusión que le proporcionaba su profunda religiosidad y el ser también ella decidida cofrade. Su hermano Antonio y Matilde, amigos a los que distingo con claridad en mis afectos, también me apoyaron en la tarea, como lo han hecho en todo lo que, en las circunstancias que fueren, tuve que pedir colaboración o ayuda. Actualmente, tanto Pepe como Milagros y

Foto: Clara Domínguez

Matilde forman parte de la Junta de Gobierno de la Hermandad. Su hermano Antonio siempre fue, y sigue siendo, referente en la misma, primero como capataz durante años, del “paso” de Cristo y después como hombre dispuesto incondicionalmente a trabajar, y trabajar bien, para la Cofradía.

La formación de Pepe en el mundo de la empresa, como ya he comentado, le ayudó también a desempeñar sus otros cargos de manera eficaz y comprometida. Es un hombre organizado y que sabe organizar a los demás, por lo que creo que esta cualidad, de la que hemos carecido y carecemos muchos de los rectores de las Cofradías, es fundamental para el buen desarrollo de la actividad cofrade, tanto en el aspecto religioso como en el puramente organizativo.

Sin duda, gracias a su formación y generosidad, ha podido ejercer tantas actividades en beneficio de todos. Ese mandamiento de oro “amarás a Dios sobre todas las cosa y al prójimo como a ti mismo”, ¡qué difícil para mí su cumplimiento!, Pepe consigue cumplirlo y distribuye su vida con una profunda devoción a los titulares de la hermandad, una entrega permanente a la importante labor catequética, ayudando a la formación religiosa de los cofrades necesitados de orientación y, además desde Cáritas, como actual presidente de la sección de la Parroquia de Ntra. Señora de Consolación, nos da ejemplo de entrega, con constancia, sacrificio y eficacia. ¡Qué difícil es, Dios mío, en un mundo tan complicado hacer convivir diariamente tus propios problemas con los de los más necesitados, dándole en muchas ocasiones preferencia a éstos sobre los de tu propia familia! Pepe no es un cofrade que se conforme solo con vestir su túnica con amor y austeridad el Martes Santo, sus objetivos son siempre mucho más ambiciosos por su entrega permanente y decidida a los demás.

Hemos forjado una amistad sólida,basada en los contactos producidos en algunas de las actividades que compartimos: Hermandad y Asociación de Amigos de los Museos, de la que forma parte, como he dicho, de su Junta Directiva. No he tenido, en cambio, vivencias contigo en tu dedicación y enorme entusiasmo por el teatro, pues nunca he sido artista. Allí diriges tú un maravilloso grupo de amantes de la cultura, que con constancia, trabajo y dedicación, has logrado formar y que era una de tus grandes ilusiones cuando, una vez jubilado, llegaste a Osuna, procedente de tu exilio de Badalona.

Pepe, no necesitas que te desee suerte, las muchas cualidades que te reconocemos y que he tratado de resaltar en esta somera presentación, nos aseguran un pregón lleno de contenido religioso, de vivencias claras y afectos profundos que, sin duda, nos dejarán las claves para que, en esta Semana Santa, podamos percibir mejor los mensajes de amor infinito contenidos en la pasión, muerte y resurrección de nuestro Redentor.

Muchas gracias

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