Sahagun Semana Santa 2019

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Sumario Saluda del Apoderado. D. Leandro Álvarez Luna···························································································· 5 Pregonera de la Semana Santa 2019. Dña. Silvia Clemente Municio························································ 7 De Ramos a Pascuas. Semana Santa: tiempo de fe… con pasión. Juan José Andrés Nicolás. Párroco de Sahagún y Consiliario de la Cofradía de Jesús Nazareno y Patrocinio de San José················································································· 8 Crónica de un Recuerdo. Miguel Romano Aparicio. Un cofrade································································· 9 Los Tres “Descendimientos”. Rafael Domínguez Casas. Universidad de Valladolid································· 12 Un año más. (Un cofrade)····································································································································· 14 El Breve concedido por el Papa Inocencio X a la Cofradía de Jesús Nazareno y Patrocinio de San José de Sahagún. Joaquín García Nistal. Universidad de León······························· 15 Matices sevillanos en la Semana Santa sahagunense: La Virgen de las Amarguras y Jesús Nazareno “el Pobre”. Mª Carmen Rebollo Gutiérrez·········································································· 17 “Jesus en el Gólgota”. María de Alaíz Franco···································································································· 22 El Regreso de Licinio Mediavilla. José Luis Luna Borge················································································· 24 Anuario de la Villa de Sahagún IX. José Luis Luna González········································································ 27 NOTICIAS de la Cofradía······································································································································· 30 PROGRAMA DE ACTOS Semana Santa Sahagún 2019················································································· 32

Edita: Cofradía de Jesús Nazareno y Patrocinio de San José (Sahagún)

artículos y fotografías cedidos para la presente publicación.

Dirige: Junta Directiva de la Cofradía de Jesús Nazareno y Patrocinio de San José (Sahagún)

Todos los artículos y fotografías publicados en la presente revista han sido cedidos de forma desinteresada por sus autores. Queda prohibida su copia o reproducción, total o parcial.

Fotografía: Foto Estrella y archivo de la Cofradía de Jesús Nazareno y Patrocinio de San José (Sahagún) Aviso Legal: La Cofradía de Jesús Nazareno y Patrocinio de San José no se responsabiliza de las opiniones expresadas por los colaboradores de la presente publicación, ni de la propiedad intelectual de los Producción:

La Cofradía de Jesús Nazareno y Patrocinio de San José expresa su agradecimiento a todos los colaboradores que han hecho posible la realización de esta revista. D.L.: LE-536-2008 Cofradía de Jesús Nazareno - Capilla de Jesús Nazareno Plaza San Lorenzo, s/n - 24320 Sahagún (León) www.jnazarenosahagun.com

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Saluda del Apoderado

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os Hermanos de la Cofradía de Jesús Nazareno y Patrocinio de San José de Sahagún, nos disponemos a conmemorar la Pasión, Muerte y Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo única razón de nuestra existencia. Y un año más os pedimos que nos acompañéis, cada uno desde donde quiera o pueda: participando activamente en los actos litúrgicos y procesiones programadas o desde las aceras de nuestras calles arropándonos. Porque todo lo que se organiza es importante para los que conformamos esta gran familia cofrade ya que representa la culminación del esfuerzo y trabajo continuo que muchos realizamos a lo largo de todo el año, y que da comienzo al finalizar la Semana Santa de cada año. Intentamos, con ese trabajo continuo, mejorar nuestra Semana Santa y que tenga el reconocimiento que a nuestro juicio merece. Por ello, ahora, estamos inmersos en un trabajo de dinamización con el objetivo puesto en la obtención de la declaración, para nuestra Semana Santa , de Fiesta de Interés Turístico Nacional lo cual creemos que conseguiremos en un plazo relativamente corto de tiempo. Para ello daremos un impulso notable a nuestra presencia en las redes sociales, con la creación de una página web interactiva que muy pronto estará lista. Hemos realizado una catalogación y datación, en la medida que ello ha sido posible, de todo nuestro patrimonio y que han realizado titulados superiores de nuestro pueblo. Pronto estará digitalizada y a disposición de todos los investigadores y curiosos que quieran consultarla. Hemos continuado con la difusión por todo el territorio nacional de esta Semana Santa diferente, peculiar ,con rigor litúrgico y con tradiciones tan arraigadas en nuestra Villa. Recientemente nos trasladamos a Sevilla a iniciar el Hermanamiento en Cristo de nuestra Cofradía con la Hermandad de San Esteban, fundada por Licinio Mediavilla García, sahagunense, allá por los años veinte del siglo pasado. Fuimos acogidos con cariño y , por qué no decirlo, con escepticismo ya que tienen un desconocimiento profundo de cómo se celebra la Semana Santa en otros lugares. A lo largo del acto pudimos compro-

bar que sentían la misma emoción que nosotros y la sorpresa, por lo allí presenciado, dio paso a la admiración y a las ganas de conocer el porqué de los actos que se realizan y en la forma que nosotros lo hacemos. En una próxima visita a Sahagún los Hermanos de San Esteban, seguramente se conviertan en nuestros mejores embajadores en la ciudad de Sevilla, centro neurálgico de la Semana Santa nacional. Les explicamos nuestras tradiciones centenarias: la Subasta de los Pasos, esa riña amable que permite obtener el derecho de la Santa Lleva de las imágenes el Viernes Santo. Les contamos que nuestra Cofradía y, por ende, nuestra Semana Santa hunde sus raíces en la Baja Edad Media. Les dijimos que nuestra Cofradía está llena de hermanas y hermanos muy jóvenes y que sentimos, con ellos, su alegría cuando acompañan a Jesús en su Entrada Triunfal a Jerusalén el Domingo de Ramos. Les trasladamos el silencio, roto por el sonar de la Trompa y el sonido del bombo, matracas y carracas, del Vía Crucis procesional del Miércoles Santo. Les hicimos partícipes de la devoción a la Virgen de las Amarguras y a Jesús con la Cruz a Cuestas, talladas por el mismo imaginero que su Virgen de los Desamparados, cuando salen a hombros de los Hermanos de la Vera Cruz en la procesión del Jueves Santo y ese acto de la Despedida que es tradición centenaria de nuestra Semana Santa. Les enseñamos la Isa, esa peculiar manera que tenemos de saludar a los forasteros en la mañana del Viernes Santo y les contamos que aún hoy el único pago que reciben los braceros al terminar la Procesión de los Pasos, en la misma mañana, es el Pan de Jesús mojado en orujo, como desde tiempo inmemorial se viene haciendo. Sentimos que sus vellos se pusieron de punta, lo mismo que nos ocurre a nosotros, cuando vieron el acto del Desenclavo mientras el pueblo presente canta la Salve y esa procesión del Santo Entierro seria, rigurosa, donde se puede sentir la emoción de los braceros que portan el Santo Sepulcro, joya barroca y única en su género , que culmina en la Plaza de San Lorenzo la noche de Viernes Santo. Intentamos contagiarles de nuestra alegría porque Jesús Resucitado se encuentra con su madre en la Plaza Mayor el Domingo de Resurrección.

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Todo eso que les mostramos no hubiese tenido el mismo impacto si no hubiéramos contado con la Agrupación Musical de Sahagún, que siempre nos acompañan y a la que agradecemos su esfuerzo y disposición además de reconocer su contribución a todos los logros que estamos consiguiendo. La Semana Santa de Sahagún hoy tiene, además de un gran patrimonio artístico, un gran patrimonio musical gracias a ellos. Agradecemos, también, a las autoridades municipales, regionales y a la representación de la Hermandad de San Juan de Sahagún que nos acompañaron en esa aventura sevillana y nos arroparon con entusiasmo en ese viaje. Todo lo que enseñamos en nuestro viaje a Sevilla y alguna cosa más que se nos quedó en el tintero por falta de tiempo, es lo que los vecinos de Sahagún han podido observar desde hace más de cuatrocientos años. Y un año más acudimos, puntuales, a la cita con nuestra historia. Que Jesús Nazareno y la Virgen María, su Madre, nos acompañe y ayude en nuestros avatares diarios. Leandro Álvarez Luna Apoderado de la Cofradía de Jesús Nazareno y Patrocinio de San José Y en nombre de la Junta Directiva de la Cofradía


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Pregonera

Semana Santa Sahagún 2019

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ilvia Clemente Municio nació en La Velilla (Pedraza, Segovia) el día 6 de septiembre de 1967. Está casada y tiene dos hijos.

de Residuos de Castilla y León, la Estrategia de Educación Ambiental y el Plan de Abastecimiento a Municipios con problemas en época estival, entre otras.

Es licenciada en Derecho por la Universidad Autónoma de Madrid y funcionaria de carrera del Cuerpo Superior de la Administración de la Comunidad de Castilla y León.

En 2003 forma parte del Gobierno Regional como Consejera de Cultura y Turismo de la Junta de Castilla y León, con la responsabilidad de poner en marcha un departamento de nueva creación y que por primera vez agrupaba las competencias en materia de cultura, turismo y deportes. Destacando la puesta en marcha del MUSAC en León, la Promoción de la Semana Santa de Castilla y León, el Festival de las Artes de Castilla y León, la apertura de Monumentos en época estival entre otros.

ACTIVIDAD PROFESIONAL Y POLÍTICA En 1995 inicia su trayectoria profesional en el Servicio Territorial de Agricultura y Ganadería de Segovia como funcionaria del Cuerpo Superior de la Administración, y en 1996 es nombrada Gerente Territorial de Servicios Sociales de Segovia. El 5 de agosto de 1999 fue nombrada Directora General de Calidad Ambiental de la Consejería de Medio Ambiente y el 19 de mayo de 2001 el Presidente de la Junta de Castilla y León le encomienda la máxima responsabilidad de este departamento como Consejera de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León, destacando actuaciones como la aprobación del Plan Forestal de Castilla y León, la Estrategia

En 2007 fue nombrada Consejera de Agricultura y Ganadería, puesto que ha desempeñado durante dos legislaturas, hasta junio 2015, cartera desde la que ha impulsado importantes actuaciones como la Ley Agraria de Castilla y León, y la marca de los alimentos de calidad de Castilla y León ‘Tierra de Sabor’ que portan más de las 900 industrias agroalimentarias de la Comunidad y 5000 productos. En junio de 2015 es elegida Presidenta de las Cortes de Castilla y León, cargo que ha ostentado hasta el 21 de febrero de 2019.

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De Ramos a Pascuas.

Semana Santa: tiempo de fe… con pasión Juan José Andrés Nicolás Párroco de Sahagún y Consiliario de la Cofradía de Jesús Nazareno y Patrocinio de San José

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emana Santa es tiempo de fe cristiana vivida con pasión, ¡apasionadamente! Un año más tenemos la oportunidad de vivirla en Sahagún. Tierra de gentes que creen con pasión. La que surge de una fe cristiana de hondas raíces que se hace viva y actual. Fe que ha sido transmitida hasta nosotros por abuelos, padres, tíos y padrinos, párrocos, catequistas, maestros, cofrades, consagrados, monjes y monjas, vecinos, amigos… ¡Cuánta fe! Fe que es un tesoro precioso que nos permite vivir la vida de cada día de manera mucho más digna y dichosa. Fe que es más vida siendo don y compromiso. Por tanto, fe que se hace compasión, compartir, compañía, comunión. Porque la fe cristiana, vivida con autenticidad, hace aflorar lo mejor de cada persona y de cada pueblo. En Semana Santa celebramos y actualizamos intensamente y de modo especial este don de la fe, pero para que lo cultivemos en todos los momentos del año. Celebrar y actualizar lo que creemos nos ayuda a transitar la Semana Santa como camino hacia el interior. Se trata de un itinerario de acercamiento y encuentro con el Señor Jesús: el Señor Crucificado, el Señor Resucitado. Encuentro que, además, convoca a la fraternidad y mueve hacia la caridad misericordiosa con los más necesitados. Encuentro que hace visible la importancia y la necesidad de Dios en medio de este mundo complejo y tantas veces inhumano. Encuentro que nos lleva a dar testimonio de palabra y obra, como creyentes, de la entrega generosa de Cristo hasta la muerte, y muerte de Cruz, por la que nos viene la Vida. Encuentro que supera diferencias, que lleva al perdón, a la solidaridad y a la cercanía… porque Jesús nos invita a ser familia suya. Encuentro que nos hace vibrar en el seno de la comunidad cristiana, con nuestro pueblo, con nuestra diócesis,

con tantos lugares que visibilizan esta misma fe, con toda la Iglesia universal. Encuentro que actualizamos en la Misa vespertina de la Cena del Señor, en la Celebración de la Muerte de Jesús, en la Vigilia Pascual y en la Misa de Pascua de Resurrección. Celebraciones imprescindibles para personalizar los misterios fundamentales de nuestra fe y renovar nuestro ser discípulos de Jesús. Encuentro que se visibiliza también en las procesiones que con tanto esfuerzo, esmero y devoción se preparan. Emoción y promesas que deben caminar al paso coherente, sentido y seguido de la fe cristiana. Que brille el encuentro entre nosotros, entre los hermanos cofrades, entre los

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que nos visitarán. Que se haga posible el encuentro de cada uno con Cristo el Señor, que entrega su vida por amor y nos invita a hacer lo mismo que Él hace. Somos invitados a mirarlo y a escucharlo. Que celebremos la Semana Santa de 2019 con la pasión que nace de un corazón creyente decidido a encontrarse con el Crucificado Resucitado. Que la Virgen de las Amarguras, nuestra Buena Madre, de pie junto a la Cruz, guarde cada nombre en su corazón junto al de su Hijo, muerto y resucitado. Somos hijos suyos animados a sentir esta Pasión y enviados a testimoniar con nuestra vida la muerte y resurrección del Señor Jesús para bien de la humanidad.


Crónica de un Recuerdo Miguel Romano Aparicio Un cofrade

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l día 22 de febrero del año en curso, un grupo de entusiastas hermanos de la Cofradía de Jesús Nazareno y Patrocinio de San José, cumplieron un doble sueño: Por un lado, viajar a la ciudad española semanasantera por excelencia, templo y espejo donde se miran el resto de semanas santas, según dicen algunos entendidos aunque otros no estemos totalmente de acuerdo, a presentar nuestra manera de entender esa conmemoración. El otro sueño, después de muchos años, homenajear a un paisano del pueblo, que allá por el año 1920, se marchó a Sevilla en busca de un horizonte que le abriera su futuro. Allí, con un grupo de amigos y compañeros de trabajo, crearon la Hermandad de San Esteban. En aquella ciudad entabló amistad con Manuel Galiano Delgado, un artista, no propiamente imaginero, que era más conocido como pintor, restaurador o dorador de marcos de cuadros. Comenzó a esculpir en aquella época, alguna imagen, con un resultado desigual.

Las primeras que hizo no agradaron del todo a sus clientes, y estos se las devolvieron, quedándose él con ellas. Después, fue mejorando su técnica y retocando las obras que había hecho, hasta conseguir un resultado óptimo. Sus obras más significativas son: Ntra. Sra. de los Desamparados (1923), La Virgen de la Candelaria (1924). Ntra. Sra. de las Amarguras (1930-40) Jesús Nazareno (1930-40) y El Cristo del Sto. Entierro (1.943) Nuestro vecino Licinio Mediavilla, le encargó una Virgen para la Hdad. de San Esteban, Ntra. Sra. de los Desamparados en 1923. Como buen sahagunense, y no olvidándose de su tierra, le mando hacer también otras dos imágenes para su pueblo: Ntra. Sra. de las Amarguras y a Jesús Nazareno entre los años 1930 y1940 las cuales regaló, trasladándolas -no sabemos a ciencia cierta el medio de transporte que usó- desde Sevilla a Sahagún. Teniendo en cuenta que hoy en día, con los adelantos que hay, se viene tardando de ocho a diez horas en autobús, nos podemos dar una idea de cuantos días tardarían en llegar.

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Muchos años han pasado en el más absoluto anonimato, hasta que hace unos años, se supo de su donación y se empezó a recalar información sobre el hecho, hasta llegar a este momento. Puestos en contacto con la Hdad. de San Esteban por medio de D. José Luis Luna Borge, nacido en esta tierra y afincado desde hace más de cuarenta años en Sevilla, se comenzaron a realizar los trámites oportunos para que el día 23 de febrero a las 17,30 horas, en el antiguo Convento de San Agustín en Sevilla, se procediera a homenajear al que fuera nuestro vecino, ya fallecido, en la figura de su hermana, ausente por enfermedad, y de su nieto. Hizo de maestro de ceremonias el citado D. José Luis Luna Borge, que fue el que hizo todas las gestiones en dicha ciudad para que este acto se pudiera celebrar. Nos dio la bienvenida la Teniente de Hermano Mayor de la Hdad. de San Esteban, Dña. Ana Ruiz Copete, por no poder acudir el Hermano Mayor por enfermedad.


El domingo, después de recoger nuestros enseres, hicimos una visita, obligada, a la Grande de Sevilla, Ntra. Sra. La Virgen de la Macarena y Ntro. Padre Jesús de la Sentencia. Después la vuelta a nuestra tierra, nos hizo despertar de un fin de semana intenso pero emotivo, en la ciudad donde la Semana Santa se vive todos los días del año de una manera diferente y donde el fervor, pero también el boato y el lujo en todo lo que la rodea, ha quedado patente y palpable. La nuestra, mucho más sobria y austera, se codeó con la suya, pomposa y grandilocuente, pero sin hacerse de menos una a la otra, sino todo lo contrario, complementándose y yendo juntas de la mano.

Después el Apoderado de nuestra Cofradía, quien con voz entrecortada en varias ocasiones, nos deleitó con una emotiva alocución, cargada de recuerdos emocionados. A continuación el nieto de Licinio Mediavilla, Luis Mediavilla Mejías, esbozó unas pinceladas de la vida de su abuelo y nos contó su historia. Historia que le había contado su madre y su tía y que estuvo cargada de recuerdos emocionados. Seguidamente se dio inicio al Hermanamiento entre las dos Cofradías, el cual culminará próximamente en Sahagún, con la visita que nos harán los hermanos sevillanos.

los años en nuestra manifestación religiosa. Se cerró el concierto con el “El Himno a Sahagún” compuesto por los hermanos Blasco Juan. Después de una tarde llena de emociones y recuerdos encontrados, la Cofradía de Jesús Nazareno y Patrocinio de San José de Sahagún, ofreció a todos los asistentes, unos suculentos y apetitosos platos típicos de la Villa. El escabeche, los higos pasos con pimentón y aceitunas negras, las galletas de hierro, todo ello regado con nuestra típica y tradicional limonada.

Para finalizar el acto, el Alcalde de la Villa dirigió unas palabras cargadas de la misma emotividad que las que dirigieron el resto de intervinientes. El acto estuvo amenizado por la Agrupación Musical de Sahagún la cual, entre alocución y alocución, demostró su profesionalidad, dejando a todos los lugareños sevillanos con la boca abierta. Comenzaron con la marcha dedicada a Ntra. Sra. De los Desamparados de Sevilla, marcha que los hermanos de San Esteban consideran su himno. Después interpretaron la Virgen de las Amarguras, presente en el acto y testigo de lo que allí estaba ocurriendo. Culminó el acto con la interpretación de las marchas “El Cristo de la Urna” y “La Virgen de la Soledad”, acompañándose por el tenor y la soprano que habitualmente nos acompañan todos

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Estamos seguros que nuestras costumbres y tradiciones, han impresionado a nuestros Hermanos sevillanos, porque han conocido otra manera diferente de conmemorar la Pasión, Muerte y Resurrección de Nuestro Señor, buen contrapunto a su evolución. Que todo lo vivido nos sirva para preservar lo nuestro por encima de modernismos y de evoluciones desmesuradas y, que todo ello, no nos haga perder nuestras señas de identidad. Y como se dice en nuestra tierra en el argot semanasantero: “QUE SEA ENHORABUENA”


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Los Tres “Descendimientos” Rafael Domínguez Casas Universidad de Valladolid

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a presencia de la Corte del rey don Felipe III en Valladolid durante los años 1601 a 1606 había impulsado enormemente la actividad artística castellana. Se hacían torneos, mascaradas y corridas de toros, y en Semana Santa grandes procesiones de “pasos”. Obra maestra del escultor gallego Gregorio Fernández fue el paso del Descendimiento que realizó en 1623 y 1624 para la Cofradía de la Vera Cruz. Desfiló por primera vez en la “Procesión del Jueves de la Cena” de 1625 y era tal su peso –3,5 toneladas– que se ganó el apodo de “el reventón”, como cuenta el cronista Ventura Pérez: “Año de 1741 salió la procesión de las Angustias… y el jueves santo al meter el paso grande de la Cruz en su casa, cogieron debajo de él a un hombre, y por aprisa que levantaron el paso le sacaron casi reventado y le llevaron al hospital general”. Tal fue el susto que en años siguientes fue difícil encontrar portadores para su lleva. El éxito logrado por el paso vallisoletano motivó que la Cofradía de la Quinta Angustia y Soledad de Nuestra Señora de Medina de Rioseco encargase una nueva versión al escultor Francisco Díez de Tudanca, vecino de Valladolid. En el contrato de obra de 1663 se especificó que dicho paso se hiciese “a imitación del que tiene la Cofradía de la Santa Vera Cruz” de Valladolid, “que hizo Gregorio Fernández”. Al año siguiente salió en procesión por primera vez. Manuel Ordóñez restauró en 1694 los brazos de San Juan, Tomás de Sierra restauró la Virgen en 1697 y su hijo Francisco de Sierra arregló en 1725 los dedos de las esculturas. El resultado es un paso del Descendimiento que tiene poco que envidiar al vallisoletano. El paso del Descendimiento de Sahagún compone con los anteriores un

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conjunto único en la estatuaria procesional castellanoleonesa. Preside el conjunto el Cristo crucificado, que presenta un buen estudio anatómico. En las dos escaleras opuestas se encuentran las imágenes de José de Arimatea y Nicodemo, que invierten su posición respecto al original vallisoletano y visten ro-

pas con faldón y turbante de gusto oriental. Ante la cruz se encuentran cuatro imágenes “de vestir”: a la izquierda se postra la Virgen María junto a San Juan Evangelista y a un caricaturesco sayón que viene a desenclavar los pies de Cristo, y por detrás de la cruz se encuentra María Magdalena, con cabello largo,

quedando desplazada respecto al lugar preponderante que ocupaba en los pasos vallisoletano y riosecano: ello puede deberse a alguna reforma posterior que intercambió su posición con la que ahora ocupa el sayón. Las vestiduras actuales se inspiran en sus modelos vallisoletanos de madera policromada. Se han propuesto varias posibilidades sobre la autoría del Descendimiento de Sahagún, comenzando por la atribución a Tudanca, cuyo estilo no corresponde al grupo escultórico de Sahagún, aunque García Abad demostró documentalmente que “oficiales de Tudanca y otros escultores” estaban trabajando en Sahagún en 1677 y 1678. Otra posibilidad apuntaría a la presencia de escultores trasmeranos como Miguel de Agüero, que trabajaba en 1679 en los escudos e imágenes de la nueva fachada de la Portería del Real Monasterio de San Benito. Pero la propuesta más factibles centra en el escultor berciano Tomás de Sierra Vidal (h. 1654-1725) y en su taller especializado de Medina de Rioseco. Su hijo José de Sierra trabajó en Sahagún y su comarca, y su nieto Rafael de Sierra, hijo de José, talló en 1751 una imagen de San Miguel para el Colegio Seminario de San Francisco (La Peregrina). El Descendimiento de Sahagún fue restaurado en 1992 por el escultor vallisoletano Mariano Nieto Pérez, que le devolvió su esplendor. Es el más “reventón” de los que componen el conjunto de pasos barrocos de Sahagún. Sale en la “Procesión de los Pasos” del Viernes Santo, llevado a hombros de veinticuatro braceros que antaño pertenecían al gremio de los pastores. A sus pies revivimos cada Semana Santa el trágico instante del monte Calvario.

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Fig. 1: Descendimiento de Valladolid. Fig. 2: Descendimiento de Medina de Rioseco.

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Fig. 3: Descendimiento de Sahagún.

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Un año más

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n año más, la secular procesión del Santo Entierro, sobria, intimista y penitencial que sella la noche de Viernes Santo en Sahagún, se acerca a su desenlace final. La Urna encara la “cuesta de la señora Brígida” e inicia su ascenso, ahora el paso es largo casi rampante, y el ritmo cadencioso pero firme. Al discurrir por la estrecha calle, siempre avanza arropada por gente que, en la obligada proximidad, se ve estimulada a una mirada devota y admirada, y parecen empujar, tirar de Ella con lazos invisibles. Un año más, en este punto, el silencio de la banda deja escuchar los sonidos del jadeo provocado en los costaleros por el sufrimiento del prolongado pujar, más sentido en la píndia cuesta, y el chasquido de las horquetas al golpear en el suelo marca el rítmico pulso de la procesión, mientras de fondo, el lamento ahora continuado de la Trompa solo roto por el seco y repeti-

do sonar del Bombo, nos transporta a tiempos pasados, y sentimos que nos invade una ancestral y profunda emoción. Un año más, coronada la cuesta, a la entrada de la plaza el descanso es obligado, la silueta de la majestuosa torre y la luna llena siempre están presentes como testigos mudos, al fondo, en el extremo de la plaza, la gran puertona de la Capilla de Jesús, abierta e iluminada, simula la entrada a un enorme tabernáculo dispuesto a recoger en su interior todo el monumental despliegue, no solo de imágenes, pasos, banderas o cruces … sino también de sensaciones, sentimientos y emociones vividas en los últimos días. Un año más, La Urna se va acercando a la puerta de su emplazamiento natural y llegando allí, quieta, imponente, deslumbrante, espera que los cofrades preparen el interior para su recogimiento, mientras la banda de nuevo,

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retoma con renacido entusiasmo las postreras notas que rematarán la jornada. Se siente en la plaza una tensión expectante entre la gente, a la espera de un desenlace que no por repetido todos los años, es menos esperado. Un año más, La Urna va entrando en la Capilla, y lenta, cadenciosamente desaparece de nuestros ojos como disolviéndose en el profundo y luminoso interior, mientras los más fieles mitigan su fervor en una oración intima, con el sentimiento agradecido de haber disfrutado un año más, y la petición esperanzada de poder vivir otra Semana Santa en Sahagún. Un año más, cuando todo ha terminado, siempre hay algunos forasteros desconcertados que, perplejos y un poco conmocionados, comentan lo que para sus ojos “ajenos” solo es un fenómeno entre pintoresco y cultural. Un cofrade


El Breve concedido por el Papa Inocencio X a la Cofradía de Jesús Nazareno y Patrocinio de San José de Sahagún Joaquín García Nistal Universidad de León

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los pies de la capilla de Jesús Nazareno de Sahagún se encuentra colgado un curioso documento impreso en papel, de 51 centímetros de largo por 37 de alto, encuadrado por una orla rectangular dorada y decorada con motivos vegetales realizados con la técnica del bruñido y enmarcado por un marco de madera calado y tallado con roleos, motivos arriñonados y palmetas esquemáticas. No se trata de una copia de una Bula o de un Breve otorgado por el Papa Inocencio X a la cofradía, como en ocasiones se ha dicho, ni tampoco de un Breve de la fundación de la misma, sino de una traducción al castellano del Breve Apostólico redactado en latín y por el que el

Papa Inocencio X concedía el 15 de diciembre de 1652 una serie de indulgencias a la Cofradía de Jesús Nazareno y Patrocinio de san José de Sahagún. El Breve original se había escrito concretamente en la iglesia de Santa María la Mayor de Roma en el noveno año del Pontificado de Inocencio X y sus contenidos son de extraordinario interés, ya que permiten establecer un terminus ante quem (año 1652) para la celebración de procesiones por parte de la Cofradía, pues a ellas alude en uno de los párrafos intermedios. Es decir, gracias a este documento podemos asegurar que la Cofradía de Jesús Nazareno y Patrocinio de san José ya tenía esta denominación y realizaba procesiones con anterioridad a esta temprana fecha.

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El documento también permite fijar el año y autor de la traducción, pues en el extremo inferior derecho del impreso se añade que fue realizada en el año 1786 por el misionero fray Antonio Pando “in hoc Sancti Patris Francisci colegio”, es decir, “en este colegio del Santo Padre Francisco”. A tenor de esta información podemos aseverar que, muy probablemente, Antonio Pando era un franciscano del colegio misionero que desde 1683 se encontraba emplazado en el convento de san Francisco de Sahagún, conocido popularmente como el Santuario de La Peregrina. Como práctica habitual entre este tipo de hermandades, la Cofradía de Jesús debió solicitar un privilegio de indulgencias al Papa como reclamo para garantizar la permanencia de los Hermanos y el ingreso de otros nuevos, ya

que este privilegio espiritual se hacía extensivo a la totalidad de los cofrades sin tener que ser comprado, como sucedía en caso de solicitarse individualmente. En el caso que nos ocupa, Inocencio X otorgó indulgencia plenaria a los fieles de ambos sexos durante el día que accedían a la capilla, siempre y cuando se hubieran confesado y comulgado; un beneficio con el que la hermandad se aseguró un mayor acercamiento de los piadosos a su sede. También concedió indulgencias plenarias a los Hermanos que invocasen el nombre de Jesús y a los que anualmente visitaran la capilla e hiciesen los correspondientes ruegos durante la festividad de Pastor Bono, y siete años y siete cuarentenas de perdón a aquellos cofrades que la visitaran en las festividades

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de San José (19 de marzo), Anunciación (25 de marzo), Asunción (15 de agosto) y la Purificación de Nuestra Señora (2 de febrero), más conocida como La Candelaria. Además de ello, aquellos cofrades que dieran posada a los peregrinos, actuasen como reconciliadores en conflictos y disputas, acudieran a los entierros de los hermanos difuntos, acompañasen al Santísimo Sacramento durante la procesión de los enfermos o asistiesen a las “procesiones de Cofradía”, obtendrían perdón de sus pecados durante sesenta días. Todo lo cual da buena cuenta del importante activo que, desde al menos el siglo XVII, supuso la Cofradía de Jesús y Patrocinio de San José en la vida social, religiosa y cultural de la villa de Sahagún.


Matices sevillanos en la Semana Santa sahagunense:

La Virgen de las Amarguras y Jesús Nazareno “el Pobre” Mª Carmen Rebollo Gutiérrez

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a Semana Santa sahagunense encierra una diversidad conceptual tan dispar que oscila por momentos desde lo austero y devoto, caracterizado por el más estricto rigor del obligado decoro, hasta una paraliturgia visceral no ausente de cierta irreverencia. Asimismo, en lo formal también podemos apreciar matices y estéticas híbridas, tan asimiladas por el imaginario colectivo, que estamos obligados a hacer un ejercicio de reflexión para reconocerlos y apreciar toda su riqueza. Es precisamente ese carácter plural, al que se siguen sumando enriquecedores elementos musicales, patrimoniales y organizativos, el que aquí queremos abordar tomando como asunto concreto de nuestro interés cierto elemento andaluz que, sutil e inesperadamente, se esconde en la Semana Santa de esta villa. Tal vez pueda pasar desapercibido, pues si bien, esa contribución de la Semana Santa sevillana a la nuestra es algo tangible y constatable, hay que reconocer que, intencionadamente o no, aparece mitigada, por lo que merece una detenida aclaración. En la iglesia de San Tirso de Sahagún se conservan dos tallas procesionales, propiedad de la Cofradía de la Vera Cruz, hoy incorporada a la de Jesús Nazareno, cuyas características se asemejan entre sí de forma evidente. Se trata del paso de la Virgen de las Amarguras y del paso de un Nazareno, popularmente conocido como Jesús el Pobre. Ambos están realizados en terracota y madera, y muestran una fisonomía de bellos rasgos, ojos grandes, nariz recta y labios carnosos y proporcionados que se expresan con gestos dolientes atemperados por cierta dulzura.

Se procesionan juntos, primero en la tarde del Jueves Santo, cuyos actos tradicionalmente habrían venido siendo organizados a cargo de la Cofradía de la Vera Cruz, a la cual pertenecen ambas imágenes, y por segunda vez, el Domingo de Resurrección cuando, también juntos, protagonizan el acto que, antes de la misa, cierra la Semana Santa sahagunense y en el que Jesús Resucitado se aparece a su madre en todo su esplendor.

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Las dos figuras fueron encargadas al taller del imaginero hispalense Manuel Galiano, el mismo del que salieron las Vírgenes sevillanas de la Candelaria para la Cofradía de Nazarenos de Nuestro Padre de la Salud, o la de los Desamparados, titular de la Cofradía de San Esteban. No es de extrañar que muestren una evidente semejanza con las imágenes de Sahagún, algo que principalmente resulta manifiesto en el caso de la Virgen de las Amarguras,


las tres son imágenes de candelero, las tres lucen dulces rasgos y llamativa juventud, las tres muestran una fisonomía con gestos muy parecidos y las tres siguen la misma iconografía. Sin embargo, la adecuación de la sahagunense al decoro de la Semana Santa castellana encubre este parecido, pues, frente al aparatoso atuendo de las andaluzas, de llamativo colorido al son que sus excesivos tronos y palios, la Virgen de las Amarguras de Sahagún exhibe su sufrimiento desde una comedida austeridad, ataviada de dama viuda castellana, enlutada, con saya blanca y mantilla sobre manto negros, sus potencias, corona y joyas, también se han simplificado siguiendo la compostura que para las gentes del lugar requiere el momento en el que, durante la procesión del Jueves, sigue a su hijo camino de la cruz.

También el Nazareno, de evidente estética andaluza, no requiere más contención que la sencillez de su andas para que pierda el carácter ostentoso de la Semana Santa sevillana, y así el llamado Jesús el Pobre procesiona por las calles de Sahagún disimulando su procedencia. El taller de Galiano, donde las mencionadas imágenes tuvieron su cuna, al parecer, más que talla y escultura, se dedicaba a realizar trabajos de orfebrería, dorado y estofado y, sobre todo, restauración. La obra escultórica del artista, nacido en la última década del siglo XIX, abarca el periodo desde mediados de los años veinte, cuando termina su oficialía y se decide a establecer su propio taller, hasta los años cuarenta, muriendo en 1958, a la edad de cincuenta y ocho años. Y si nos ceñimos estrictamente a lo que

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fue su trabajo de gubia cabe advertir que fue escaso. Hasta el momento podemos mencionar tan solo siete imágenes atribuidas al artista, todas ellas de escultura procesional1. La datación de las Vírgenes de la Candelaria o de los Desamparados ronda en torno a los años 1925 y 1927, arco cronológico en que debemos buscar las circunstancias que originaron el encargo y la posterior ejecución de los pasos de Sahagún y, con ello, encontrar la razón que justificaría la presencia de las imágenes sevillanas en la villa sahagunense. Hombre de perfil bohemio e introvertido, Galiano al parecer era además de naturaleza enfermiza, lo que le llevó a pasar repetidos periodos de convalecencia en el hospital sevillano de Las Cinco Llagas, donde habría coincidido con uno de los cofundadores


dos con la adquisición de la mencionada Virgen de los Desamparados para titular de la hermandad3. Sus desvelos por la institución le sirvieron para ser nombrado Hermano Mayor a título perpetuo. A partir de estos datos la presencia de las dos imágenes andaluzas en Sahagún tiene fácil justificación. El apego de don Licinio a su tierra natal, tal vez la añoranza y, sin duda, el recuerdo de la Semana Santa sahagunense le motivaron a encargar la Virgen de la Amarguras al taller de Manuel Galiano para la Cofradía de la Vera Cruz de Sahagún, al mismo artista que, con anterioridad, se le habría contratado la imagen de los Desamparados para la hermandad sevillana de San Esteban, de la que don Licinio figura como cofundador. Al parecer se trató de un empeño personal que se vio incrementado por la ejecución de una segunda imagen, la del Nazareno, del que no se sabe si fue un encargo tan íntimo como se cree que fue el de la Virgen. Incluso nos permitimos imaginar que pudiera haberle inspirado el caso del P. Felipe Fernández de Caso quien, dos siglos antes y también desde la ciudad del Guadalquivir, se habría encaprichado obstinadamente por la bella imagen de la Virgen Peregrina, obra de la virtuosa escultora Luisa Roldán, para el monasterio agustino de Sahagún.

de la Hermandad de San Esteban, don Licinio Mediavilla, natural de Sahagún, quien por entonces desempeñaba algún tipo de trabajo administrativo para la institución. Concretamente la Hermandad sevillana de Nazarenos de Nuestro Padre Jesús de la Salud y Buen Viaje, María Santísima Madre de los Desamparados, San Juan de Ribera y Protomártir San Esteban fue constituida en el año 1926 por acuerdo de treinta y dos personas entre las que se encontraba don Licinio, que como hemos advertido era hijo de la villa leonesa, pero que ya por entonces residía en Sevilla2. Su compromiso con la hermandad de San Estaban queda demostrado en que consta como primer presidente de la Junta organizadora y primer Hermano Mayor hasta 1928, a lo que se añade el que también se le cite en ciertos documentos relaciona-

Antes de su traslado los dos pasos habrían sido fotografiados en el patio de la casa sevillana de don Licinio sobre los carros en que iban a ser transportados a Sahagún, donde a su llegada coincidieron con ciertas obras que por entonces se estaban realizando en la iglesia San Tirso, por lo que durante un tiempo estuvieron expuestas en uno de los escaparates de alguno de los pujantes comercios de la Plaza Mayor de la villa. Sin duda, realizadas algún tiempo antes, posiblemente a principios de los años treinta, los avatares históricos habrían retrasado el largo viaje de las piadosas imágenes hacia tierras leonesas, que finalmente, pasada la contienda civil, se produjo en el año cuarenta del pasado siglo. Han transcurrido casi ochenta años, pero la devoción a sus imágenes, el orgullo por su patrimonio y el empeño en mantener sus tradiciones por parte de los cofrades tanto de la sevillana her-

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mandad de San Esteban, como de la de Jesús Nazareno y Patrocinio de San José de Sahagún, hoy sirven para renovar un vínculo, que si bien tuvo su origen en el empeño de un hombre que no olvidó su tierra, actualmente se mantiene por el entusiasmo y el esfuerzo de todos los hermanos de ambas instituciones, como quedó demostrado en el acto de hermanamiento entre ambas cofradías del pasado 23 de febrero, que debería servir para ahondar en el conocimiento de las circunstancias que rodearon el encargo, la ejecución de las obras, en la personalidad del artista y en la historia del cliente. Desde hace unos años se celebra el Domingo de Resurrección un acto con el que se cierran las procesiones de la Semana Santa en Sahagún. En él las dos imágenes representan la aparición de Jesús resucitado a su madre, y es entonces cuando los cofrades cambian el morado de la túnica del Nazareno por el blanco, y el luto de la Virgen por el alegre colorido de un manto de vida, tal vez sea entonces cuando nuestra Virgen de las Amarguras vuelva de nuevo a sentirse un poco andaluza.

1 Hasta el momento no existen estudios sobre el artista, sí se le menciona en MONTOTO, S., Cofradías sevillanas, Sevilla 1976, p. 62 ; CARRERO RODRÍGUEZ, J., Anales de las cofradías sevillanas, Sevilla, 1984, p. 172; VVAA., Las cofradías de Sevilla en el siglo XX, Sevilla, 1999, pp. 269-272. Hay destacar que el interés por la labor de este artista está siendo impulsada sobre todo por las cofradías que poseen obra suya, tal y como demuestra la presentación que al respecto hizo Dña. Ana María Ruiz Copete, Teniente Hermano Mayor de San Esteban en el acto de hermanamiento del pasado día 23 de febrero. 2 Hay documentos que le sitúan en el año mil novecientos once como testigo de un matrimonio celebrado en la iglesia de San Lorenzo de Sahagún:https://www.foro-ciudad. com/leon/saelices-del-payuelo/documento-56465.html 3 Nos referimos a la página 47 del primer libro de actas de cabildos Oficiales, donde se recoge el compromiso del artista a tener terminada la imagen, así como la solicitud al estamento eclesiástico por parte de don Licinio y otros hermanos para el reconocimiento de una primera advocación de la Virgen que no fue admitida y que finalmente se cambió por la de los Desamparados.


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“Jesus en el Gólgota” María de Alaíz Franco

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l paso procesional de “Jesús en el Gólgota”, también conocido en Sahagún popularmente con el nombre de “El Majito Barreno”, es una obra de la Escuela Castellana de estilo barroco de finales del siglo XVII. Este paso, realizado en madera policromada, representa una de las escenas de la Pasión de Cristo narrada en un pasaje del Evangelio de Nicodemo. El paso representa los preparativos previos a la Crucifixión

y sigue el modelo iconográfico del primitivo paso de “El Despojo” de la Cofradía de Jesús Nazareno de Valladolid, de principios del siglo XVII, el cual no se conserva, pero al igual que otros muchos pasos vallisoletanos, sirvió como modelo para numerosas copias que se hicieron en Castilla. La escena se compone de tres figuras: la imagen de Jesús y dos sayones. La imagen principal es la de

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Jesús, que aparece representado desnudo cubierto por el paño de pureza, con los brazos extendidos hacia adelante como si justo le acabaran de arrancar la túnica. La talla, de buena calidad, muestra la anatomía de Jesús, los músculos y las venas ondulan la superficie proporcionando a la imagen ese naturalismo que se buscaba representar en el barroco y que se ve acentuado por el empleo de elementos postizos, como los


El sayón conocido popularmente como “Majito Barreno”, situado en la parte delantera del paso a la derecha de Jesús, recibe este nombre por la barrena que lleva en la mano, elemento que explica que el paso fuera llevado antiguamente por el gremio de los carpinteros. Está representado en el momento en el que se dispone a hacer los agujeros en la cruz donde va a ser crucificado Jesús. El otro sayón, de rasgos más judaicos, se encuentra situado en la parte delantera a la izquierda de Jesús. En la mano derecha lleva una especie de porra y sobre el otro brazo la soga con la que le sujeta. Ambos aparecen representados con la indumentaria propia del siglo XVII y no con la de los tiempos de Cristo, ya que lo que se pretendía con estos pasos, siguiendo los postulados que marcaba la Contrarreforma, era adoctrinar a las gentes del pueblo, siendo esta una forma de hacer más comprensibles las escenas y marcar la diferencia con respecto a las imágenes sagradas. Los dos sayones aparecen representados con rasgos muy marcados y exagerados, algo muy característico de la Escuela Castellana, para reflejar esa maldad hacia Jesús que querían representar los imagineros de la época.

ojos y los dientes. Respecto a la policromía, con la encarnación se ha conseguido el color de la piel y reflejar los padecimientos que sufrió Jesús mediante la sangre y las heridas que son visibles por todo el cuerpo, dando a la imagen ese dramatismo tan característico del barroco y de la Escuela Castellana, que se ve acentuado mediante la expresión del rostro. El paño de pureza, está compuesto por pliegues

muy quebrados y angulosos que generan un claroscuro muy característico de la época, dando sensación de pesadez, consiguiendo de esta forma, pausar el movimiento de la figura generando un ritmo calmado propio del siglo XVII. La corona de espinas sustituye a una anterior con forma de rueda ceñida a la cabeza, de ahí, que al paso procesional se le conozca también con el nombre de “El Rodapelo”.

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Respecto a las restauraciones del paso, se han realizado a lo largo del tiempo intervenciones no documentadas como repintes y añadidos. El paso fue restaurado en 1.995 por el Taller vallisoletano de Mariano Nieto. La vestimenta de los dos sayones, también ha sido renovada en varias ocasiones y confeccionada por hermanas de la cofradía.

(Resumen del trabajo de catalogación que la autora ha realizado para la Cofradía de Jesús Nazareno y Patrocinio de San José de este Paso procesional)


El Regreso de Licinio Mediavilla José Luis Luna Borge

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n una soleada mañana de la primavera de 1940 salían, perfectamente embaladas, dos cajas de madera de grandes proporciones de la Plaza de los Refinadores de Sevilla. La casa, de planta baja más dos y azotea, aún está en pie en pleno Barrio de Santa Cruz. Entonces era propiedad de D. Licinio Mediavilla García, natural de Sahagún, que vivía en ella con su esposa Dña. María Herrero Serrano, su cuñada Facunda, también de Sahagún, y sus cinco hijos. Con veinticinco o veintiséis años, Licinio había salido de su pueblo llevando, por todo bagaje, una carta de presentación de la madre abadesa del Monasterio de Santa Cruz, de monjas benedictinas de clausura y dirigida a la superiora del Hospital de las Cinco Llagas de Sevilla, uno de los mejores y más grandes hospitales de la España de entonces, también llamado Hospital Central u Hospital de Sangre y actual Parlamento de Andalucía. Seguramente el viaje lo hiciera en tren con la tristeza de la despedida de sus familiares y de su novia María, con la angustia de no saber qué le podía esperar a su llegada a una tierra tan lejana que desconocía. Debió durar al menos tres días, días de preocupación e insomnio, miedos y dudas. Es muy probable que los padres de Licinio vivieran en la Calle de San Tirso o en sus aledaños, dado que las noticias de las personas que lo conocieron y algún familiar así lo han contado. Su padre ejercía de sacristán y campanero en San Tirso, con lo que las puertas del templo siempre estuvieron abiertas a las inquietudes y juegos del niño

Licinio y allí fue donde comenzaría a familiarizarse con las cosas de la iglesia y sus imágenes. Alguna prima, Susana García, “la Sana”, contó, y lo cuenta Isabel Bravo Linares, familiar lejano, que de vez en cuando subían los dos, siendo chavales, al campanario para ver a las monjas benedictinas del monasterio vecino que cuidaban el huerto y el jardín. Al detectar a los niños que las increpaban a gritos las monjitas, sorprendidas, salían corriendo y se refugiaban en las dependencias del monasterio, oyendo las risas y celebraciones de los chavales. Los años veinte del pasado siglo debieron ser de mucha penuria en el pueblo, de ahí que Licinio, como muchos otros, se viera obligado a salir a buscarse un porvenir. De su llegada a Sevilla nada sabemos. Licinio era hombre de pocas palabras y la familia con la que hemos contactado, una hija y dos nietos, cuentan que era de carácter retraído y hablaba poco de sí mismo y de todo lo que le concernía. Era un digno representante de la gente castellana que ríe lo justo y no presume, lo contrario al carácter sevillano que, con los años, conocería a fondo. El carácter apocado que caracteriza al castellano en general y una manera de ser y de estar sin alardes ni presunciones, que a veces se podría confundir con la abulia, es el resultado de una entereza moral hecha de trabajo y de aguante a unas duras condiciones de vida y de una humildad sufrida pero digna del que se ha visto ninguneado por otros. En Sevilla encontró acomodo; comenzó a trabajar en la administración del

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hospital y alquiló una vivienda en el barrio de la Macarena. La ciudad, por aquellos años, comenzaba a preparar la Exposición Iberoamericana de 1929 y llegó a ser, según califica algún historiador, una “ciudad inerme”, sin proyecto modernizador, sometida a las castas sociales que con el apoyo y protagonismo de la iglesia desde tiempos inmemoriales han dominado el poder y el imaginario sevillano. Eran momentos de llegada de trabajadores (como lo fuera la más cercana del 92) para las grandes empresas que diseñaban la ampliación de la ciudad por el suroeste, con grandes parques y avenidas que vertebrarían la ciudad hasta nuestros días, y con frecuentes huelgas y algaradas; El periodista Chaves Nogales escribió entonces:


“Junto a la Hermandad del Santísimo Cristo de las Llagas está el local del sindicato marxista”. Licinio tuvo que presenciar este alubión de trabajadores y su asentamiento en los arrabales de una ciudad que no estaba preparada para ello. La zona norte de Sevilla era entonces donde se asentaban los sectores más desfavorecidos y donde estaba, por ejemplo, la famosa tasca Cornelio, hoy, paradojas propias de esta ciudad de contrastes, basílica de la Macarena, situada frente al Hospital de las Cinco Llagas, que debió conocer y visitar Licinio. En este barrio vivió unos años, pocos, pues sabemos que en 1930 hizo un viaje a Sahagún para casarse con su novia, con la que se carteaba, María Herrero Serrano (hija de D. Florencio Herrero y de Dña. Obdulia Serrano) la cual, estando a punto de dar a luz a su primera hija María del Carmen, le pide regresar a Sevilla en 1931; y allí nace la niña. María del Rocío, la segunda, nacería en Sahagún, en 1932, y los tres restantes, Licinio, 1933, Miguel Ángel, 1934, y Obdulia, 1935, lo harían en Sevilla. Antes de su viaje al pueblo, había alquilado una casa en el Nº 6 de la Plaza de los Refinadores, casa que pasaría a su propiedad y en la que, desde entonces, viviría la familia (me cuenta Luis, nieto de Licinio, que en 1992 la perderían en un litigio con el ayuntamiento que nunca llegó a comprender muy bien). En el hospital debió

conocer al imaginero, pintor, tallista y dorador Manuel Galiano Delgado, figura bohemia y de precaria salud, con frecuentes estancias hospitalarias, taller itinerante y aficionado a la bebida (moriría a los 59 años, en su casa de la calle Conteros, el 23 de noviembre de 1951). Cuando Licinio dejó el trabajo del hospital, hacia 1930, abrió la Cerería Hispalense, tienda de velas y objetos litúrgicos, ornamentación y orfebrería religiosa, bordados en oro, plata y seda, trajes talares de esmerada confección y hasta vino de misa. Estaba situada en pleno corazón de Sevilla, en la calle Francos, 24-26 y ella fue el sostén de la familia hasta su muerte en 1971. Manuel Galiano era frecuente visitante de la tienda: “Mi padre – dice Luis María Mediavilla- contaba que recordaba a D. Manuel “el artista”, porque así era como lo definía, sentado en una silla de la tienda: “No era un pintor ni un escultor sino artista, todo lo hacía bien”, y hasta que no tuvo taller propio se sabe que dio sus primeros pasos en el de Francisco Ruiz Rodríguez, conocido por “Curro o Currito el Dorador”, artesano de enorme valía y calidad, en el nº 41 de la misma calle Francos, a dos pasos de su casa y de la tienda de D. Licinio. “En 1926, Licinio Mediavilla, junto a 31 personas más, funda la Hermandad de San Esteban –dice Ana María Ruiz Copete, Teniente Mayor de la Hermandad-. En ese momento, la iglesia de San Esteban, que iba a ser la sede de la nueva Hermandad, estaba restaurándose y dado que al menos, catorce de los fundadores de la Hermandad, entre ellos Licinio, eran trabajadores del Hospital de las Cinco Llagas (por entonces hospital central de la ciudad), ese fue el motivo por el que la Virgen de los

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Desamparados quedó depositada en la iglesia del hospital hasta tanto se terminaran las obras de San Esteban”. Sería el primer hermano Mayor hasta 1928, nombrado mayordomo perpetuo por sus constantes desvelos. Esta especialista señala que D. Manuel Galiano, aparte de “la Virgen de los Dolores de Algar (Cádiz) y las sevillanas de la Candelaria y de los Desamparados, fue también autor de la Virgen de la Amargura y de Nuestro padre Jesús Nazareno, para la Hermandad de Jesús Nazareno y Patrocinio de San José, de Sahagún, en León (obras ejecutadas entre 1930 y 1940). Y el Cristo Yacente del Santo Entierro, para la Her-


dos (según cuenta Carmina, hija mayor de D. Licinio) para Sahagún, no sabemos si en tren, en una furgoneta o en carro, un día de la primavera de 1940. Antes, D. Licinio sacó varias fotografías de ambas imágenes en el patio de la casa para tenerlas como recuerdo, fotografías que han puesto a nuestra disposición los herederos. Era el regalo de un hijo que nunca olvidó ni se marchó del todo el pueblo, y, sin contratos, facturas ni papeles de por medio, expresaba así su agradecimiento a la tierra que le vio nacer y a los que siempre consideró como suyos. El viaje de ambas imágenes era el regreso simbólico de D. Licinio a Sahagún, su añorado pueblo. La Virgen de la Amargura realizó recientemente el viaje de vuelta a Sevilla, ciudad donde fue concebida por un imaginero especial a requerimiento de su amigo Licinio. Fue el 22 de Febrero pasado cuando fue vestida en el Convento de San Agustín con ocasión del acto de hermanamiento de la Cofradía de Jesús Nazareno de Sahagún y la Hermandad de de San Esteban de Sevilla, ante el asombro de los miembros de esta Hermandad que lo presenciaron y los que a la mañana siguiente pudieron contemplarla.

mandad de la Soledad de Mairena del Alcor (Sevilla) (1943) (1). Esas dos imágenes, que hoy procesionan en Sahagún, fueron encargadas por D. Licinio a su amigo Galiano que, al menos, hasta 1925 estuvo trabajando en el taller de “Currito el dorador” y después abrió taller propio en la calle Conteros. Es muy probable que fuera en el taller de Conteros, su casa, donde tallara las dos imágenes encargadas por su amigo y valedor para Sahagún y, después, las trasladaran a la casa de Refinadores. Debió sentir D. Licinio mucha devoción y apego a ambas imágenes, especialmente a la de la Virgen de la Amargura, a juzgar por las fotografías que hizo de ambas; la virgen vestida a la sevillana y en una de ellas con un gracioso delantal y con las joyas de su mujer, María. Es muy probable que las enviara para ser expuestas al culto en la parroquia de San Tirso que era a la que él sentimentalmente estuvo siempre vincula-

do. De hecho, esas dos imágenes han estado casi siempre expuestas en esa iglesia. Una estampa de la época que imprimió como reclamo publicitario de la tienda, Cerería Hispalense, por el anverso lleva impresa la imagen de Nuestro Padre Jesús Nazareno, y en el faldón, pone en tipos de cuerpo menor: “Iglesia San Tirso Sahagún (León)”. En el reverso relacionaba los productos a la venta en la tienda, con el nombre del titular, dirección y teléfono. No deja de llamar la atención que para dar publicidad a su tienda de velas y objetos sagrados eligiera a un Cristo que, si bien había sido tallado en Sevilla, sin embargo nadie conocía y pertenecía a un pueblo tan lejano que, a buen seguro, muy pocos sabrían situar en el mapa. Aquellas dos cajas, perfectamente embaladas, que salían del Nº 6 de la Plaza de los Refinadores del Barrio de Santa Cruz, contenían nuestra Virgen y nuestro Cristo que vendrían vesti-

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Hasta no hace mucho tiempo, poco o nada se sabía del origen y llegada de las dos imágenes al pueblo. Fue Sor Ignacia, memoria viviente del convento, ya muy mayor, la que puso a la Cofradía de Jesús Nazareno a través de un cofrade, Santiago García, sobre la pista de D. Licinio Mediavilla, vecino del pueblo, que un buen día se marchó para Sevilla. A partir de entonces, todo fue ir tirando del hilo. Licinio, que había nacido en Sahagún en 1895, moriría en Sevilla el 27 de enero de 1971, a los 76 años de edad. Sobrepasaría en 14 años a su mujer Dña. María Herrero que había fallecido el 29 de enero de 1957, a los 55 años.

(1) Ruiz Copete, María, Vida y obra de Manuel Galiano Delgado, trabajo leído en el acto de inicio hermanamiento entre la Cofradía de Jesús Nazareno y Patrocinio de San José de Sahagún y la Hermandad de San Esteban de Sevilla, 23 de febrero de 2019, Convento de San Agustín, Sevilla.


Anuario

de la Villa de Sahagún IX

José Luis Luna González

1634 - El libro de bautizados de la parroquia de San Lorenzo de Sahagún, nos dice que desde el principio de la noche hubo una rigurosa tempestad en esta villa y sus términos y a consecuencia de la misma, a las 10 ½ cayó un rayo en la torre de la Iglesia de San Lorenzo, donde estaban tocando las campanas Diego del Corro y José Arias, sacristanes, y Juan Prieto, al primero de ellos le mató y José y Juan resultaron con sus cuerpos maltratados, bajó el rayo a la iglesia y detrás del altar mayor se hallaron rotos algunos maderos. Fue caso temeroso y terrible. 1649 - Se refunda la Cofradía de Jesús Nazareno y Patrocinio de San José (Fuente: Alberto Gordo). 1662 - En este año se llevó a feliz término la gran restauración de la vetusta basílica de Sahagún, efectuada por Benito Berrojo, con pórticos y torres en piedra de sillería, de lo que nos es hoy todavía eco histórico la hermosa, fachada sur, que fuera su puerta principal de entrada.- La ajada esbeltez de sus primores artísticos - declarados monumento nacional - constituyen uno de los pocos restos que quedan de la abadía con sus columnas dóricas enmarcando a un gran arco artesonado, sobre el que campea un ático con el escudo real de León y de Castilla sostenido por leones, y que remata en un frontispicio triangular que deja correr, a entrambos lados, una balaustrada con dos mutiladas efigies de reyes. A los dos lados del pórtico o Arco de Triunfo lleva esculpidas dos cartelas, cuyo decir cantan la historia tanto del monasterio como de la basílica, describiéndonos así las obras hechas por el entonces abad Fr. Gregorio de Quintanilla:

ESTE PÓRTICO, EN RUINAS POR SU MUCHA ANTIGÜEDAD Y LEVANTADO EN HONOR DEL PADRE SAN BENITO Y DE LOS SANTOS MÁRTIRES. PATRONOS Y TUTELARES DEL MONASTERIO Y DE TODA ESPAÑA, SE REHIZO CON SILLARES DE PIEDRA Y NOTABLE EMBELLECIMIENTO SIENDO REY DE ESPAÑA Y DE LAS INDIAS FELIPE IV Y SU ABAD GREGORIO, LECTOR DE SAGRADA ESCRITURA EN SALAMANCA, HABIÉNDOSE LLEVADO A EFECTO LA OBRA MAGNÍFICAMENTE EN EL AÑO 1662.

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1665 - Según el archivo parroquial de la villa, nos dice que Sahagún contaba con ocho iglesias parroquiales a cargo de sus correspondientes párrocos: Iglesia de Santa María la Nueva. Párroco: Manuel García Corbete. Iglesia de San Pedro. Párroco: Manuel de Villamor. Iglesia de la Santísima Trinidad. Párroco: Gaspar Sánchez. Iglesia de San Lorenzo. Párroco: Juan de Quintanilla. Iglesia de Santa Cruz. Párroco: Gregorio de Poza. Iglesia de San Tirso. Párroco: licenciado Puente, que además era provisor de la villa. Iglesia de Santiago. Párroco: Baltasar Mata. Iglesia de San Martín. Párroco: Juan de Robles. Una relación en la que, evidentemente, no se incluían iglesias conventuales y monásticas como las de San Francisco (La Peregrina) o San Benito. (Fuente: Joaquín García Nistal. Profesor de la Universidad de León) 1679 - Huvo un incendio en el monasterio que empezó por la techumbre y llegó hasta la tercera o quarta parte della, y después quiso Dios se ataxase.1681 - Año de mucha hambre en los poblados del abadengo, habiendo tenido éste que socorrer a mucha gente necesitada.-


1683 - El 23 de octubre hicieron su entrada en Sahagún los padres misioneros franciscanos; que habían de apuntalar las vivencias del convento de San Francisco, un tanto venidos a menos. Júbilo al que se unieron los monjes de San Benito, presididos por el abad Fr. Bernardo Sánchez. Comenzó el P. Salmerón por restaurar la iglesia, que estaba muy ruinosa, por ser el piso y la techumbre de madera coronjosa y carcomida; para pasar a Sahagún el colegio misionero que -tres años antes- habían fundado en el convento de Nuestra Señora de La Hoz, cerca de Sepúlveda, en la provincia de Segovia. Dos años después las obras quedaban totalmente concluidas, siendo el frontis del altar mayor y su cúpula los que lucían un mayor esplendor, con la pintura al fresco de San Francisco y Santo Domingo, en actitud de hermandad y entrañamiento.

muerte se había trasladado a Sevilla - y también las manos delicadas y finas de una mujer de 31 años.- En el hogar de Pedro Roldan era la única mujer, desde que murió la madre, Teresa de Mena. y Villavicencio.- Pero era una mujer, que poseída - como el padre - del gusto por la escultura, ya no solo se recreaba modelando figurillas de Belén o pequeñas imágenes, sino que se había convertido en toda una artista.El nombre de esta mujer érase Luisa Roldán - conocida en los registros de la historia del arte español como LA ROLDANA .- Habiendo entrado el P. Felipe de Caso en aquel taller, al punto le llamo grandemente la atención la cabeza y las manos de una Virgen que llevaba graciosamente en su regazo al Niño Jesús.- Salió sin decir nada pero pensando que era aquella imagen la que sus sueños acariciaban para que - desde el altar mayor de San Francisco de Sahagún presidiera y bendijese los andares misioneros de cuantos en el convento se preparaban para predicar la fe. -

Despidiéronse amistosamente comerciante y fraile, al tiempo que se deseaban augurios de felicidad y tomaban rumbos opuestos.- Por la tarde, estaba Fr. Felipe de Caso contando al P. Salmerón todo lo ocurrido, cuando a las puertas del convento de San Diego de Sevilla llegaba un mensajero con una caja cuidadosamente embalada. El mensajero no era otro que el buen amigo comerciante, y lo que la caja contenía no era otra cosa que la imagen de la Virgen Peregrina, con su Niño.-

Grandes fiestas celebraron el feliz suceso, en las que intervinieron las fuerzas vivas de Sahagún y sus alrededores durante los días 1 al 4 de octubre de aquel memorable 1683. 1685 - La carga de cebada se vendía a 32 reales. 1687 - Estando Fr. Felipe Fernández de Caso con el P. Salmerón visitador de los franciscanos en Sahagún, por tierras de Cartagena y Andalucía, pasó casualmente por delante de un taller de escultura.- En él labraban primores de arte las manos fuertes de Pedro Roldan - aquel artesano nacido en 1624, que siendo joven, había aprendido en Granada las maneras de Alonso de Mena, y a cuya

aquella imagen.- Bajó Luisa un tanto aquel importe, pero en mucho superaba las pobrezas del desconsado fraile de Sahagún.- Por ello salió del taller cabizbajo, mientras seguía absorto los caminos del convento franciscano de Sevilla.- En esto, acertó a pasar por su vera un viejo amigo suyo y rico comerciante, quien después de saludarle le preguntó cuál era el mal que le aquejaba, pues hasta el rostro tenia demudado y reflejaba desconsuelos.- Resistióse el P. Felipe a hacerle confidente de sus pesares; pero, al insistirle aquel una y otra vez, no pudo menos de indicarle como era causa de su gran pesar la insolvencia para poder comprar la imagen de una cautivadora Virgen, con su Niño en brazos, que sus anhelos querían para el convento de Sahagún.- El acaudalado comerciante invitó al fraile a que le acompañase a ver a aquella Virgen, pues también él quería contemplar tal belleza; y, sintiendo un tanto de reparo el P. Felipe en volver por tercera vez con sus impertinencias al taller de La Roldana, únicamente acertó a indicarle la dirección, haciéndose nuevamente en lenguas de la imagen mientras se la describía.-

Obsesionado en su ilusión volvió de intento por segunda vez al taller de los Roldan, con ardientes deseos de adquirir aquella imagen.- Preguntó a Luisa cual era su precio, y la artista, se lo puso a un monto que al buen fraile pareció desorbitado.- Entonces el P. Felipe dijo de su interés y cuál era el destino que pensaba dar a

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Con la imagen de la Virgen Peregrina - dicha así por su peregrina belleza y por vestir rico bordón de peregrina - llegaron en su viaje de retorno el P. Salmerón y el P. Felipe a Rioseco, finalizando el mes de Junio de 1688.Desde Rioseco y en multitudinaria peregrinación, entraron en Sahagún cuando atardecía el 1 de Julio de aquel año, teniendo lugar la gloriosa entronización de la Virgen en el convento de la Villa, el día 2, con asistencia de las comunidades de Sahagún, de Grajal, de Tríanos y de Valencia de Don Juan.-


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NOTICIAS de la Cofradía La Cofradía, con el ánimo de seguir promocionando nuestra Semana Santa, participó en la IX Jornadas del Santo Sepulcro celebradas en Villar de los Barrios-Ponferrada entre los días 3 y 11 de marzo del pasado año.

Colaboramos con la Asociación de Hostelería de Sahagún en el concurso de limonadas y torrijas celebrado el pasado año.

El día 18 de marzo del pasado año, se celebró el XIII Certamen Nacional de Bandas de Música de Semana Santa que contó con Bandas provenientes de Valladolid, Zamora, León y Salamanca.

El día del Patrocinio de San José dimos la bienvenida a 17 nuevos hermanos. Les entregamos la Carta de pago y bendecimos sus medallas. Que su pertenencia a esta Cofradía les colme de venturas.

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También homenajeamos a los Hermanos que cumplían 25 años en nuestra Penitencial y entregamos las Varas a los Hermanos que servirán a Jesús en esta Semana Santa 2019.

Durante este año que ha transcurrido desde que finalizó la Semana Santa 2018, la Cofradía ha desarrollado una intensa actividad promocional que culminará, muy probablemente en un breve espacio de tiempo, con la Declaración de Fiesta de Interés Turístico Nacional. Hemos desarrollado una nueva página Web interactiva que verá la luz próximamente. Encargamos a diferentes titulados superio-

res de Sahagún un estudio de todo nuestro patrimonio artístico con el fin de digitalizarlo para ponerlo a disposición de todos lo interesados en él. También hemos digitalizado toda la documentación que obra en nuestro poder de los últimos 30 años. Hemos acudido a promocionar nuestra Semana Santa a Madrid y Sevilla obteniendo en ambos casos gran éxito.

Hemos iniciado el Hermanamiento en Cristo con la Hermandad de San Esteban de Sevilla fundada por el hijo de Sahagún Licinio Mediavilla García. Este hermanamiento culminará próximamente en nuestra Villa con la visita que girarán los miembros de esa Hermandad hispalense.

Estuvimos presentes en el Congreso de Cofradías celebrado en Zamora, además de participar en todas las promociones que la Junta de Castilla y León ha celebrado, entre otros sitios, en Madrid y Bilbao. En el año 2017 la Cofradía actualizó sus estatutos adaptándolos a lo exigido por el Obispado de León,

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lo que nos permitió inscribirla en el Registro de Entidades Religiosas del Ministerio de Justicia. Este hecho, importante, nos dotó de personalidad jurídica lo que nos capacita para contraer obligaciones y realizar actividades que generen responsabilidad jurídica frente a nosotros mismos o frente a terceros.


PROGRAMA DE ACTOS

Semana Santa Sahagún 2019

Entre los días 24 y 31 de marzo se celebrarán las X Jornadas del Santo Sepulcro en la Capilla del Colegio Marista San José de León (Avda. Álvaro López Núñez núm. 12). Ver programas especiales.

06 de abril (SÁBADO):

19.00 horas: Santa Misa en las HH. de la Caridad Hogar-Residencia de San José. 20.00 horas: Pregón de Semana Santa a cargo de la Excma. Sra. Dña.Silvia Clemente Municio A continuación, concierto de la Banda Sinfónica de Sahagún. En el Auditorio “Carmelo Gómez”.

19.00 horas: XIV Certamen Nacional de Música Procesional en el Auditorio “Carmelo Gómez”. Bandas intervinientes: BANDA DE LA REAL HDAD. DE JESÚS DIVINO OBRERO (LEÓN),TAMBORES Y BOMBOS DE LA ORACIÓN DEL HUERTO (TERUEL),BANDA DE CCYTT. “LA PIEDAD” (OVIEDO) y A.M. “PASIÓN Y MUERTE” (AJALVIR – MADRID)

12 de abril (VIERNES)

19.30 horas: Concurso de limonadas y torrijas, organizado por la Asociación de Hostelería de Sahagún en la Plaza Mayor.

07 de abril

(DOMINGO TORTILLERO): 17.00 horas: Subasta de los Pasos en la Capilla de Jesús Nazareno

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14 de abril

18 de abril

12.30 horas: Bendición de los Ramos en la Iglesia de San Lorenzo. Seguidamente, Procesión de las Palmas. Paso: Jesús en su entrada triunfal en Jerusalén “La Borriquilla”. A continuación celebración de la Santa Misa en la Iglesia de San Lorenzo.

17.30 horas: Misa de la Cena del Señor en las HH. de la Caridad Hogar Residencia de San José.

(DOMINGO DE RAMOS):

Colabora: Banda Sinfónica de Sahagún

17 de abril

(MIÉRCOLES SANTO): 20.00 horas: Santa Misa en las MM. Benedictinas. Solemne acto del Besapiés a Nuestro Padre Jesús Nazareno (Manuel Galiano Delgado S. XX). 20.30 horas: Vía Crucis Procesional desde las MM. Benedictinas por el casco antiguo de Sahagún terminando en la Iglesia de San Tirso.

(JUEVES SANTO):

19.00 horas: Misa de la Cena del Señor en la Iglesia de San Lorenzo. A continuación Procesión de la Oración en el Huerto. Imágenes: - La Oración en el Huerto. Escuela Castellana, s. XVII - Ecce Homo. Escultura anónima policromada s. XVI - Jesús Nazareno con la Cruz a Cuestas. Escuela sevillana, s. XX de Manuel Galiano Delgado - Virgen de las Amarguras. Escuela sevillana s. XX, de Manuel Galiano Delgado - Virgen de la Soledad. Escuela castellana, s. XVII. En la Plaza Mayor interpretación de la marcha “Virgen de las Amarguras” y “Jesús Nazareno de Sahagún” por la Banda Sinfónica de Sahagún. Al término de la procesión, en la plaza de San Tirso, Acto de la Despedida del Hijo a su Madre. Al finalizar, Ronda por los monumentos de las Iglesias, terminando en la Capilla de Jesús Nazareno. Los Hermanos de Jesús, con velas encendidas, esperan a la comitiva: autoridades eclesiásticas y civiles, para rezar ante Jesús Nazareno. Al terminar este acto los Mayordomos de la Cofradía ofrecen una degustación de aceitunas negras, puerros de Sahagún, escabeche e higos pasos aliñados con aceite y pimentón, regado con la tradicional limonada. Este plato es típico de la Semana Santa de Sahagún. 23.00 horas: Hora Santa ante el Monumento de la Iglesia de las MM. Benedictinas. 00.00 horas: Toque de campanas y sonar de la Trompa (Hora Nona), relevo de Cofradías (desde las torres de San Lorenzo y San Tirso).

19 de abril (VIERNES SANTO):

09.30 horas: Meditación de la Pasión en la Iglesia de las MM. Benedictinas.

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- Santo Cristo de los Entierros. Escuela castellana s. XVII. - Santo Sepulcro. Obra barroca de finales s. SVII. - Virgen de la Soledad de la escuela castellana, s. XVII. En la Plaza Mayor interpretación de las marchas “Cristo de la Urna de Sahagún” y “Virgen de la Soledad”. Colabora: Banda Sinfónica de Sahagún.

20 de abril

10.00 horas: En la capilla de Jesús, “La Isa”. A continuación Procesión de Los Pasos. Imágenes, todas ellas, de la escuela castellana del s. XVII:

(SÁBADO SANTO):

22.30 horas: Vigilia Pascual en la Iglesia de San Lorenzo.

- Nuestro Padre Jesús Nazareno, Titular de la Cofradía. - Jesús en el Gólgota (vulgo “Majito Barreno”) - Las Tres Marías con San Juan. - La Crucifixión (vulgo “Caballo de Longinos”). - El Descendimiento Al finalizar la procesión, en la plaza de San Lorenzo, reparto de “El Pan de Jesús”. Colaboran: Banda Unión del Principado de Oviedo y la Agrupación Musical Nuestra Señora de los Dolores de Gradefes (León).

21 de abril

(DOMINGO DE RESURRECCIÓN):

17.30 horas: Oficios en la iglesia de las HH. de la Caridad, Hogar Residencia de San José. 19.00 horas: Oficios religiosos en la iglesia de San Lorenzo. Adoración de la Cruz y acto de“El Desenclavo” con el Cristo articulado de la escuela castellana del s. XVII. Procesión del Santo Entierro con los siguientes pasos:

11.00 horas: Santa Misa en la Iglesia de las HH. de la Caridad Hogar Residencia de San José.. 12.30 horas: Santa Misa de Resurrección en la Iglesia de San Lorenzo. A continuación Procesión de “El Encuentro”, acompañados por la Banda Sinfónica de Sahagún, con las siguientes imágenes: - Jesús Nazareno. Escuela sevillana, s. XX, de Manuel Galiano Delgado - Virgen de las Amarguras. Escuela sevillana, s. XX, de Manuel Galiano Delgado

10 de mayo

(PATROCINIO DE SAN JOSÉ) 12.00 horas: Santa Misa en honor del Patrocinio de San José (Fiesta de la Cofradía) • Entrega de Varas a los nuevos cargos de la Cofradía y entrega de Medallas a los nuevos hermanos. • A continuación Procesión con la imagen de San José con el Niño acompañados por la Banda Sinfónica de Sahagún.

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