FIESTAS DE MOROS Y CRISTIANOS DE VILLENA 2018
VIAJANDO NUESTRO “D4QF ESPECIAL” POR EL MUNDO Antonio Martínez Puche, Coordinador de la Revista Día 4 Que Fuera
E
l pasado año nuestra revista especial Día 4 Que Fuera, viajó a Nueva York. Una mora nueva, Judith Samper Albero, que tiene su residencia allí desde hace cinco años, nos mostraba imágenes con la revista, en el puente de Brooklyn y el skyline de esta gran metrópoli. Este año, nos hemos quedado en Europa. En la nueva Europa, conformada por uno de los países de las antiguas repúblicas bálticas y que recientemente entraron en el Euro (2015). Nos referimos a la más meridional de esas repúblicas exsoviéticas. Lituana, que tiene frontera con Letonia, Polonia, Bielorrusia y un pedazo de Rusia (Kaliningrado) en la desembocadura del río Pregel, que le da salida al mar. Un país moderno, abierto al turismo y que con poco más de 2.853.500 habitantes (2016), es una de las potencias mundiales del baloncesto internacional, con su Zalgiris Kaunas como emblema nacional. Un país visitado por rusos, alemanes, polacos y sobre todo, muchos italianos. Un esplendoroso estado medieval y uno de los grandes ducados del siglo XIII. En el siglo XVI (1569), se
18 | Octubre 2018
convirtió en uno de los países más grandes de Europa, conformando gran parte de lo que es la actual Polonia, aunque fue anexionada a Rusia en 1795, bajo el reinado de Catalina II. País ocupado por otras naciones (también lo estuvo por Alemania durante la primera Guerra Mundial y por Polonia en 1921). Los soviéticos y la Alemania nazi, mantuvieron litigios, y fueron estos últimos los que liberaron a Lituana, durante la II Guerra Mundial al expulsar al ejército rojo. Finalmente Lituania pasó a formar parte de la URSS, tras haberse acordado en el tratado de Postdam esta anexión. Se mantuvo un movimiento nacionalista lituano en el exilio durante décadas, e incluso una lucha de guerrillas contra la URSS, que fue aplastada en 1956. En 1990 Vytautas Landsbergis fue elegido presidente, proclamando la independencia de Lituania el 11 de marzo de 1990, aunque ésta no se conseguiría de pleno derecho hasta 1991. Desde esta fecha, Lituana ha hecho grandes reformas económicas, ha recuperado su lengua, y sobre todo su cultura. Es un país católico, a pesar de las décadas de opresión soviética, y eso se nota en su
arquitectura, pero también en una notable “resistencia” a todo lo que huela a “soviético”, en el aspecto cultural. Su lengua, mantiene caracteres y matices que entroncan con los elementos lingüísticos más atávicos del viejo continente, y que mantiene sus raíces en las primeras lenguas indoeuropeas, siendo una verdadera joya para estudiosos de la lingüística. En el país, además se habla el ruso y el inglés. Aunque por los lugares visitados y turísticos, el italiano es una de las lenguas más habituales. Los españoles también han elegido este país como destino vacacional y este verano aparecía en un especial “Escapadas” de El Mundo, un monográfico sobre esta república báltica. Y da la causalidad que también en agosto, nos encontramos con otros villeneros allí. Sin duda una oportunidad para viajar con nuestra revista “Especial Día 4 Que Fuera” por la capital Vilnius, su catedral, su barrio de artistas y su centro histórico declarado patrimonio de La Humanidad por la UNESCO. Su futura capital cultural europea en 2020, la acogedora y maravillosa Kaunas, con su pabellón deportivo,
