Revista solsticio #6 by Editorial Ocaso

REVISTA

SOLSTICIO Agosto 2018

Numero: 06

Editorial Ocaso

Portada: David Martinez Primer año de la editorial. muchas gracias a todas las personas que nos colaboran y/o nos siguen.

Revista con enfoque anarquista.

Agto. 2018 • Numero: 06 • Editorial Ocaso

Contacto.

Telefono: +57 304 674 8600 Email: editorial.ocaso@gmail.com Sitio Web: editorialocaso.wixsite.com/ocaso Facebook: /EditorialOcaso/ Producido por Editorial Ocaso. Esta publicación está pensada para ser digital. Si desea imprimir este número se recomienda el uso de papel reciclado/ecológico. Usted es libre de copiar, distribuir, y comunicar públicamente esta obra siempre y cuando reconozca los créditos de la obra y/o autor. No se puede utilizar esta obra para fines comerciales, así como tampoco se puede alterar la obra, transformar o generar obras a partir de esta. Las opiniones expresadas en esta revista digital no necesariamente reflejan las de aquellos que la publican, todo el material ha sido revisado y corregido, editorial ocaso no se hace responsable por “daños” provocados por dicho material.

CONTENIDO 4

En el fondo un individuo

El mensaje en los muros

Razón

León Darío

Angel Moreno

Diego Villalba

Opiniones mecanizadas Samuel Andrés Benavides Herrera

Come el dólar

Cuestión de negocios

Fragmentos LeticiA

El Big Data

Esto no es primicia

Breigner Torres

Servando Clemens

Artef[A]cto

Fabián Correa

EN EL FONDO UN INDIVIDUO León Darío

a asamblea, lo colectivo, la organización “horizontal”, el grupo, la sociedad, la solidaridad, el “no hagas a los demás lo que no quieras para ti”, la reciprocidad, la generosidad, el bien común,el intercambio...son todos ellos factores que desembocan necesariamente en la auto-satisfacción individual, alimento para el propio ego, y el saciar los más estrictos intereses propios. Defender un proyecto, reclamar un objetivo, exigir unas condiciones laborales,el altruismo ...hoy y siempre y aunque hipócritamente digan lo contrario, las manifestaciones, protestas, huelgas, motines o piquetes obedecen a intereses particulares, pero estos intereses particulares unificados a otros para hacer fuerza respecto a los determinadas pretensiones a perseguir y la integridad, desarrollo y beneficio del individuo; como decía, el individuo es consciente de asociarse o agruparse con otros semejantes tomando diversos medios colectivos para alcanzar sus fines. La solidaridad que predica la llamada clase obrera, es en síntesis, un apoyo que le hace a un trabajador a otro, teóricamente sin esperar nada a cambio, pero si otro trabajador no hace lo

propio con el antes citado, en seguida será tildado de insolidario, “egoísta” y esquirol, pero tanto el primero como el segundo pelean por sus propios intereses, sus sustentos, sus condiciones laborales o mejoras salariales. Nadie, expresamente nadie de ellos, pelea íntegra y explícitamente por el sustento, condiciones familiares o mejoras similares de su compañero

En consonancia refrán español, p decimos que aunq altruista se vista de individualista se q de cadena de producción o taller, sino que acumulan y unifican sus respectivos propósitos egoístas, el “la unión hace la fuerza” que se dice. Incluso en el supuesto de acciones particulares como participar en una ONG, colaborar en una protectora de animales o la “caridad” con el indigente que pide unas monedas en la esquina de la calle, son acciones que implican a cambio un resultado emo-

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cional, una satisfacción propia, una paz interior...si he hecho el bien, yo, mi yo, se queda bien, saciado. Del mismo modo y en lo relativo al individuo y su soberanía, la mayoría no siempre tiene porque tener la razón, el individuo está sistemáticamente condicionado a la participación asamblearia, comunitaria...en caso contrario este modelo de sistema “participativo” condena al individuo al ostracismo,y se convierte a ojos de la asamblea o la comunidad en un huraño, marginal o asocial; el individuo, por contra, ve como su implicación y la integridad de su unicidad en una organización “democrática” conforma realmente la subordinación y

uno y siempre guardando el máximo equilibrio posible entre los intereses.

a con el popular podemos decir y que el colectivo o e seda (en la forma), queda (en el fondo). posterior disolución de su unicidad en beneficio de la autoridad y autoritarismo de la mayoría “democrática”. El individuo, por su propia condición natural (y tal como me he referido en la primera parte del texto) es consciente de tener que asociarse con otros por los diversos motivos que les afecten, pero esas uniones nunca deberían establecerse en detrimento de cada

EL MENSAJE EN LOS MUROS Angel Moreno

entanas con protecciones de herrería, tiendas con rejas donde se despacha por una ventana, viviendas abandonadas, parques con juegos oxidados y con pintura seca que se cae como hojas de árboles en el otoño. Así son los espacios urbanos que expresan en un mensaje tácito las carencias de una comunidad arraigada a la violencia, al olvido y a la indiferencia. Y es que los mismos habitantes de tales lugares prefieren encerrarse en sus realidades que a exponerse al riesgo de sufrir algún incidente con la delincuencia y ni siquiera hablemos de pensar en involucrarse en los asuntos que se llevan a cabo entre los rincones de las calles sin dueños, sin iluminación y sin vigilancia alguna. ¿Es posible encontrar en los edificios y espacios un reflejo de la violencia?, es complicado el asegurarlo sin llevar en la afirmación un juicio hacia quienes habitan tales lugares. Los países latinoamericanos no son los únicos, en realidad esta “estética urbana” aplica para todas las comunidades donde sus habitantes suelen llevar su vida cotidiana entre las preocupaciones propias de una carencia de capital y las necesidades básicas que

con dificultad se pueden cubrir, lo demás es un punto al cual hay que escapar. Los edificios y espacios públicos, expresan la idiosincrasia de la comunidad que los habita, por un lado, se tiene el mantenimiento auspiciado por las instituciones públicas que no siempre es equitativa, porque siempre habrá mayor inversión en los espacios de mayor comercio o de mayor afluencia, más si esta incluye un aspecto turístico. Lo que arrastra a aquellas comunidades de pocos ingresos a las migajas de alguna ayuda humanitaria, por no decir un proyecto urbano. Solas, las comunidades tratan de salir adelante, y son sus habitantes quienes tratan de moldear en modo groso aquellas construcciones que les darán vivienda y si queda algo, un lugar para poderse recrear sanamente, pero en su carencia del asesoramiento urbano, crean obras surrealistas con edificaciones desiguales donde aparecen balcones a modo de plataformas, bardas que viajan en zigzag por todo su largo, conjuntos de pisos, cada uno ubicado a diferentes lados, calles que se cortan de pronto o que se extienden sin término por todo el lugar. El problema de ello es que pueden

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incurrir en el tema de negligencias que ponen en riesgo a los mismos habitantes. Un ejemplo de cómo afecta la imagen urbana sobre las personas podría ser la siguiente: ¿Usted cómo se sentiría rodeado de alambre de púas?, ¿Se sentiría seguro?, ¿Se sentiría que está lejos de las amenazas? En el contexto del comercio, los asesores más experimentados suelen sugerir que los comercios con rejas crean un sentimiento de inseguridad hacia sus clientes, quienes esperan un trato servicial cuando ingresan o solicitan los servicios de un comercio, se sienten incómodos al tratar con una barrera que les impide tener una personalización de los servicios. También los hace sentir que el lugar donde compran, no es seguro. ¿La culpable? La pésima planeación urbana aunada a el descuido de las comunidades, lo que lleva a la apropiación de los espacios por personas que desean el aislamiento, en una forma de operar aquello que no tiene que verse, aquello que no tiene que saberse y por tanto que se debe ocultar; lo que expone a los habitantes tener que lidiar con estos espacios que se vuelven de nadie. Pero es poco probable el cambio de esta perspectiva para los espacios urbanos descuidados e inseguros, ya que requieren un cambio en la comunidad que los habita, que puedan dejar de escapar de las realidades aledañas y ocultarse de la violencia que actúa en sus alrededores, es necesaria una apropiación de los espacios, el mantenimiento adecuado y la recuperación de los espacios que han sido ocupados. Al final, las construccio-

nes, los espacios y la comunidad llevan un lenguaje unificado que refleja lo que a diario sucede en sus adentros.

RAZÓN Diego Villalba

o se trata del placer sino del dolor. La felicidad es un invento de la razón y no existe. Tampoco existe la libertad ni todo eso que creemos es real mientras sea producto de la razón. La razón nos hace sumisos porque ella inventa cárceles, manicomios, ideologías, dolores, placeres. La razón crea la mentira, impone una realidad, maneja la economía y por ende a los hombres que con razón se arrodillan ante ella o la enfrentan producto de la misma razón. La ciencia, la política, las aspiraciones sociales, las convenciones y las leyes, todo es producto de la razón. Es la razón la que nos hace la especie más desigual e injusta del planeta, la más destructiva. Dirían que la sinrazón es producto de toda la desigualdad, que lo es la falta de ética y la moral del capitalismo (ética, moral y capitalismo son producto de la razón). Es por eso que razonar nos vuelve esclavos, no es el capitalismo, la falta de ética ni la moral. Un mundo de explotados y explotadores es producto de la razón del ser humano, como lo son las monarquías, las repúblicas, la democracia, la idea del bien y del mal. Somos la única especie al parecer que hacemos uso de razón, somos la única especie en contaminar de maneras brutales el ambiente donde vive, la

única especie capaz de auto-eliminarse y de poner en riesgo la vida de todo el planeta. ¡Somos la única especie capaz de razonar! El desapego de la animalidad (Aun siendo animales) ha sido quizás el paso más doloroso para nuestra especie porque lejos de avanzar hacia estados espirituales superiores nos deconstruimos como especie. La razón en sí nos muestra una ficción de nuestra separación de lo animal apareciendo como perturbadora de un proceso de la naturaleza que hace del hombre una bacteria ampliamente peligrosa. La conciencia de mortalidad y la creación de seres sobrenaturales dan paso a la subordinación del hombre a estos seres creados por la razón tras el sufrimiento que trae consigo saber que como toda especie no escapamos a la mortalidad. El deseo engañando a la muerte aparece en esas creaciones sobrenaturales que hacen que siempre un proyecto nos invite a dejar ese dolor en las sombras, como engañando a la conciencia. Maldita razón. La especie presa de la razón y sin encontrar otro fin para liberarse de la razón misma ha creado valores y hasta generado deseos artificiales yendo detrás de placeres que resultan escasos

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con respecto a las dolencias del mundo que ocupan un mayor lugar en la vida de cada individuo. Nosotros mismos vamos detrás de un deseo para darle sentido al paso del tiempo pero luego de cumplirlos necesitamos ir a por más. Esos seres sobrenaturales luego materialmente nos alienaron y nos saquearon en manos de unos pocos, evolucionando en el Estado y en el capitalismo posmoderno tras atravesar varias fases de mayor opresión. Es una falacia decir que gozamos de más derechos cuando seguimos estando, hoy más que nunca, controlados, identificados y sometidos a los poderes del Estado y de las corporaciones que privatizan a los Estados. Tras ello hay mucha obra de la razón humana. El hombre alienado a los valores de la razón quedó preso, subyugado e imposibilitado de utilizar esa característica para mejorar su relación con la tierra y las demás especies. Se convirtió en el producto quizás menos natural de la naturaleza, como un organismo que mediante su ego se consume asimismo destruyendo todo a su paso. La anarquía debería ser deconstructora de éstos valores culturales pero, reconociendo que utilizar los mismos métodos que hemos venido utilizando solo vamos a reproducir lo establecido. De qué manera sino yendo más allá de lo que está socialmente aceptado, creando nuevos valores que nos hagan distintos generando empatía, la apatía no genera cambios positivos. Establecer nuevos modos

de comunicarnos, de relacionarnos con el medio, todo lo que parezca loco para ese órgano controlador como la sociedad, todo tendrá que hacerse y tomarlo como natural. Volver a la tierra, a ser dueños de nuestra rutina, a no tener una rutina. Crear nuevos modos de vestimenta, de relacionarnos con las demás especies, olvidar los prejuicios que la sociedad tenga para con nosotros. Se trata de generar empatía y contagiar; no generar valores que confronten sino que contagien mediante la acción real palpable de manera gradual. La repulsión como comunicación ha fallado históricamente porque la razón y los medios del poder nos han adoctrinado con que la confrontación genera cambios (Aunque parezcan que repudien la confrontación, es lo que siempre hace que se reproduzca el poder y el sometimiento). Quizás ahí esté la clave, en la creación de algo nuevo, ese el camino del hombre nuevo, del no hombre para ser más concreto. Es un paso hacia la construcción del superhombre pero a diferencia del nihilismo deberíamos darle sentido y valor al movimiento. En nuestro caso la culpa es darle existencia a la razón, no podemos esperar no sentir culpa o sentirla sino avanzar ya que adoctrinados con el bien y el mal deberíamos buscar que nos queda por hacer para elevar nuestra conciencia. Sí, lo sé, la empatía y toda la propuesta es producto de la razón misma. Pero no podemos negar que somos producto del bien y del mal como an-

tagónicos creados, al igual que lo claro y lo oscuro. No se pretende crear un nuevo sistema de valores sino que lo esencial quede arraigado sin nada que lo gobierne. Nadie necesita de un manual para saber que quien oprime es benefactor del sistema de valores actual. Tendremos que eliminar esas ganas de oprimir, las mismas que hacen preso del poder hasta al más opresor del planeta. La voluntad de poder en este caso sería refutada desde que concebimos la relación del hombre con el mundo de manera egoísta y antropocéntrica, a simple vista hay más que hombres. Al final como encarar algo tan complejo sino a través del amor y del desapego a lujos y placeres que nos condicionan la libertad de poder elegir lo mejor para nuestras conciencias y contagiando acerca de la no hostilidad.

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OPINIONES MECANIZADAS Samuel Andrés Benavides Herrera

Primer capítulo del libro El poder: Una bestia magnifica. I Una palabra bastante pequeña solo compuesta por dos silabas, denota un término absolutamente complejo desde su significado en sus aplicaciones e implicaciones significantes personales como sociales. El poder define su abstracto sobre el cual existen diferentes multiplicidades de concepciones dependiendo del prisma desde el cual se observa y del lugar que se tenga de este en el constante juego entre dominantes y dominados. Ambas partes miden sus fuerzas, los primeros sometiendo a los segundos, y los segundos luchando contra estos esperando algún día, ellos llegar a ser los dominantes convirtiéndose en los nuevos dominadores. El poder es un juego en el cual entramos todos y cada uno de los que componemos las diferentes micro sociedades, esto independiente del tipo de sociedad al cual pertenezcamos (en este caso se considera un término ambivalente) ya que, si bien todos entienden y son capaces de comprender a que se refiere el hablar de poder. Por otro lado, es muy difícil encontrar un

consenso y un significado concreto en torno a este término o concepto. El poder, más allá de ser algo concreto, es algo que logra concretizarse en diferentes símbolos, instituciones u objetos, que les da a quienes lo poseen la fuerza y la autoridad para ejercer si voluntad ante los demás de forma legítima, ya que se ha logrado aprehender el poder para si mismo, y aprender de él y así utilizarlo para beneficio propio (siendo esto aceptado sin discusión por los demás que no forman parte de estas pequeñas cúpulas). Tanto en la dominación que ejercen sobre todas las personas, que cuando alguien alza la voz para reclamar contra esta dinámica y contra los que ejercen este tipo de potencia es de inmediato desestimado y reducido a su mínima expresión, solo por el hecho de cuestionarlo. Se puede aproximar que el poder es un mecanismo de fuerza dominante, que da privilegios por sobre los demás a quienes lo poseen, no permitiendo cuestionamientos en contra, generando constantes luchas (donde se miden fuerzas). El ser poderoso (utilizar) es un status al cual muchos aspiran llegar, siendo el centro de las relaciones sociales, políticas y económicas las cuales giran todas ellas en torno a esta

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palabra de dos silabas y su vertiginoso e impotente trasfondo. II Llamamos a esta, la capacidad de decidir por uno mismo y en ocasiones, por lo demás, el cómo actuar. Debe ser una facultad consiente utilizada de buena manera con tal de no pasar a llevar los derechos y voluntades de otras personas ni de quien lo ejerce. Es en muchas ocasiones el objetivo de vida personal, es el fin a alcanzar, sin importar el cómo. Donde el fin justifica los medios es la máxima. III La capacidad que tiene una persona de realizar una acción determinada teniendo y tendiendo a la dominación en una situación. La persona que ostenta (utiliza) debe estar capacitada (gradual) para ejercer autoridad, su influencia sobre las personas y/o los sucesos es absoluta en potencia y nada ni nadie puede indicar lo contrario o imponerse sobre la autoridad legítima. Según la situación, la perdona que ejerce en una organización, empresa o institución, el resto de las personas que están bajo su tutela, están bajo completa sumisión (Weber), por mucho que estén en desacuerdo con lo que se esté realizando, no pueden implementar otra opinión pública o salirse de los márgenes establecidos por quien ejerce, a no ser que sea este

quien les dé la oportunidad (legitima) de dar otra opinión. También puede darse en situaciones de índole común, como en situaciones de solicitar alguna cosa u objeto, la persona que da la orden, impone su poder sobre otra persona y con o sin preguntar u oponerse realiza la acción solicitada. IV La facultad que tiene una persona, para influenciar a otro/s en la toma de decisiones o bien en la forma de comportarse, se encuentra día a día, en todas las relaciones sociales, en todo acto que se realiza, se encuentra así el propio, el que se ejerce sobre nosotros mismos, al actuar decisional, al momento del sí o no a algo, cada persona manifiesta formas sobre sí mismo. También concentra en la nominación de clase social alta, este es su conjunción lo que les da el factor dinero, el tener acceso a todo el sistema, se influencia. La facultad que tiene el aparato gubernamental es el de tomar las decisiones en nombre de los ciudadanos, legitimidad que se le entrega a través de las votaciones, eligiéndoles como representantes quienes administran y usan los fondos estatales (impuestos contributivos) para el bienestar social. Las fuerzas armadas ejercen con violencia ya que les fueron legitimados usar la coacción en caso que sea

necesario para la seguridad de la población y territorio. Se transforma el significado dependiendo de la situación, ya que este actuar (cambiar) en cada momento (situación). El hecho en su potencia no es lo mismo para un político, que para un ciudadano. V La habilidad de una persona o grupo para imponer su voluntad sobre otros individuos. Se encuentra en muchos (todos) aspectos de la vida y sobre las relaciones más cercanas de padre e hijos, trabajador y empleado e incluso estudiante y profesor en viceversa. Siempre existirá un individuo con mayores habilidades para manejar (conjugar) la voluntad de otro y someter (influenciar) al otro o resto. La mantención de la libertad de las personas es restringida ya que es utilizado políticamente utilizando los medios de comunicación. Quienes controlan y donde se encuentran también nos manifiesta que tiene un dueño por lo que es ejercido por los mismos que se encuentran controlados, la manera en cómo es utilizado y cómo se reacciona definirá la dirección. VI Se puede determinar como una capacidad y/o habilidad para llegar a lograr algo entendido como una fuerza, como una habilidad. Esta se puede llegar a aprender, que es algo que se lleva consigo y que todos lo tenemos. Que algunas personas lo utilizan en

distinto grado y en distintas cosas, quizá por eso en algunas personas resalta más “de acuerdo al uso que se le da”. También se relaciona con abusos. Existen instancias en que quien aplica, lo utiliza de mala manera. El mecanismo sirve como medio de influencia sobre otros. Se entiende como nivel personal, lo que uno puede. Lo que uno es. En el fondo el aplicar formas materialistas. ¿Qué se puede lograr, hasta donde se puede llegar y como se aplica sobre otros? Cada uno de nosotros ejerce poder sobre alguien o algo y otros con todas las intenciones de aplicarlo y mostrando su superioridad. Además, el que se ejerce sobre los objetos, está encausado y muy ligado al materialismo. En nuestra sociedad se demuestra con la posesión, adquisición de bienes, logrando status y subir en la escala social, decantando en la obtención. Este tipo es el que más se puede visualizar y el que se puede lograr (fácil y rápido), pero a su vez se puede perder de la misma forma. Dentro de todas las formas que existen, hay una que es más compleja de lograr, es la influencia de la palabra y esta no todos la ejercen. Es sinónimo de destrucción, todos tienen la facultad y la capacidad de aplicarla, se puede destruir asociando la subordinación, el sometimiento a alguien que destruye solo porque

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alguien lo ordenó, alguien que tiene autoridad. La destrucción (aplicada a gran escala) está validada por el ejercicio de quienes destruyen, invaden, abusan y someten, con el derecho de hacerlo, tan solo por el hecho de ejercer. VII Desde siempre ha existido en las relaciones humanas, el hecho de que exista una asimetría y una jerarquía entre individuos. Es lo que ha permitido la perpetuación de la desigualdad y de la inequidad distributiva de recursos en las sociedades. Por esta razón, será analizado desde la perspectiva empresarial. La obediencia se relaciona directamente con la fuerza productiva, cuya labor permite el enriquecimiento de unos pocos que representan la autoridad para estos efectos. La autoridad como ente normativo es un recurso utilizado como estrategia para demarcarlas relaciones y las oportunidades, por tanto, de manera dicotómica percibe la realidad de acuerdo a lo que básicamente proyecta y ofrece la autoridad. Es una tendencia abstracta que margina, segrega y genera diferenciaciones entre individuos, tendencia con la que trabajan las instituciones del Estado, las cuales apoyadas por el modelo imperante de la sociedad, ocultan tras férreos eufemismos las

verdaderas intenciones y motivaciones de su actuar. Facilita que las relaciones entre seres humanos se desarrollen en torno a la verticalidad, imperando el individualismo, la satisfacción de necesidades propias y la voraz acumulación de recursos. En este sentido, el bien común no es parte de las motivaciones de quienes ejercen, simplemente visualizan al resto de las personas como subalternos y como medios de consumo, entregados la producción para el logro de objetivos. Es un arma que facilita la disuasión de ideales y alimenta a su vez el individualismo y los deseos de dominación en quienes pertenecen al sector, por tanto, quienes deben obedecer quedan relegados a una realidad paralela marcada por las desigualdades y por la frustración. Se perpetúa el sistema, por un lado quienes dirigen, deciden y pagan por los servicios de los cargos que requieren, y por otro, quienes cumplen órdenes y actúan de acuerdo a los que se les designa, aun siendo conscientes que la actividad que desempeñan para otros es básicamente un avance más para quienes ejercen. VIII Existen diferentes teorías, pero todas hablan de un eje transversal; ellas se refieren al dominio de una situación, capacidad o autorización que le otorga un grupo de personas y que estas las validen. Además se puede analizar desde una visión corporal y cognitiva, cuando es corporal lo

que predomina es la imponencia que posea el individuo y el cognitivo es el dominio de conocimientos, lo que hace un sujeto que puede influir en el comportamiento de otras personas además de persuadir, controlar y difundir una idea. El término implica la autoridad, pero referido a un concepto específico, en el que la palabra interprete superioridad en un sistema jerárquico. Así mismo existen tipologías, existe el económico, ejecutivo, legislativo y judicial, que es en donde se expresa la capacidad de dominar una situación en cualquiera de sus materias. Todo esto se puede resumir con el simple significado de poseer algo o tener dominio sobre algo. Generalmente se permite o se hace entrega del ejercicio a cambio de un desarrollo humano, bienestar individual y social. El concepto de dominación. En donde podemos ser dominados por otro, salir de esa dominación y dominarse individualmente ejerce potencia sobre la decisión propia. Cuando se empodera individualmente, se puede pasar a una siguiente etapa la cual es ayudar a los demás originando el término de solidaridad, una ciudadanía participativa pensante o simplemente actuar por lo que nosotros mismos nos hemos interpuesto en términos de desarrollo humano. Se puede desglosar el concepto y rescatar la palabra empoderamiento, en la cual el sujeto se fortalece y confía en sus propias capacidades utilizando sobre el mismo (estima alta, se-

guridad en sí mismo), sujeto dueño y quien maneja su propia vida. Se pasa de un estado de dependencia a uno de independencia teniendo así un control sobre ella. IX Es sinónimo de Estado que se entiende como el aparato de dominación de la clase explotadora. Un instrumento del cual agentes actúan en conjunto, para garantizar la perpetuación y defensa del sistema haciendo valer las leyes, legitimando la explotación económica y controlando amenazas internas y externas que atenten contra el sistema. Cual sea el tipo de Estado o régimen de gobierno (democrático, dictatorial, subsidiario, benefactor) el aparato estatal siempre apuntará a mantener la diferencia entre quienes poseen o no riquezas y quienes toman o no las decisiones, es decir entre clases sociales antagónicas y excluyentes. Una de las formas que se utiliza para legitimarse son las elecciones democráticas, haciendo creer a la gran mayoría de las personas que su opinión y participación es importante aunque nunca incidan realmente en los temas sociales de fondo, como la propiedad privada, la distribución de la riqueza y las formas de dominio. En definitiva, el Estado es el principal órgano presente y ejecutor de la clase dominante ya que en él se ela-

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boran las políticas y normativas que rigen a toda la sociedad. Para que el Estado funcione como funciona, es necesario que haya del hombre a la mujer, o del adulto al menor, relaciones de dominación definida específicamente que tienen su configuración propia y su relativa autonomía es decir el mecanismo es la base de toda relación humana. Finalmente, es la forma que el aparato del Estado capital, tiene para dominar las subjetividades de los individuos transformándolos en sujetos funcionales para el dominio de unos sobre otros en donde toda acción estará coaccionada para ejercer la autoridad sobre la libertad. X El concepto proviene del latín “posere” que se representa al verbo que indica capacidad, la facultad para llevar a cabo algo, sin embargo la idea prima cuando pensamos en la palabra es la del sustantivo que indica autoridad que una o más personas sitúan para llevar el mando de alguna tarea, algo que impone un mandato. Es así como se puede utilizar esta palabra en distintos ámbitos, en la política, economía, jurisprudencia, sociedad entre otras reconociéndose como la autoridad rectora y obligatoria del Estado y así mismo se utiliza para nombrar el ejercicio de sus tres poderes divisionales principales. El ejercicio que nos mueve, el hacer algo por el hecho de lograr cosas, proyectándonos, el que nos estremece y nos embarca en otro nuevo viaje una

y otra vez buscando siempre. Es el mecanismo personal, el de los dones que cada uno posee, lo que nos hace ser únicos, ya que solo uno puede poner en práctica para que las cosas que pueden o no hacerse sucedan. XI Se basa en ejercer el dominio y la autoridad sobre el otro en todos los ámbitos de las relaciones que establecen en una sociedad bajo niveles interpersonales, grupales y comunitarios. Son en su ejercicio, el dominio moral-espiritual y el económico los que generan grados y cargos importantes en el ámbito privado y público. XII Es el ejercer dominio sobre otros y que no está sujeto a la esfera humana sino más bien a los ámbitos trascendentales. Así también al control de la naturaleza y sus leyes en imposición. Puede ser neutro en el ámbito moral ya que no distingue benevolencia ni maldad, tampoco diferenciación ideológico política, ya que al ser amoral la distinción de derecha e izquierda es nominativa y no exclusiva de algún sector. Se encontraría volátil en las relaciones de poder, pudiendo manifestarse en el ejercicio. La responsabilidad última ético humanista recae en el equilibrio de su aplicación normativa. El ser humano es producto de la naturaleza, por lo que está sometido a sus leyes y al ejercicio libre de estas. En la dinámica social se manifiesta en la influencia de otros tanto en intereses egoístas, antagónicos y cooperati-

vos. La persona nace con el arbitrio de ejercer plenamente su voluntad en la representación del mundo. XIII La persona tiene por constitución interpretativa, la capacidad de realizar deseos en torno a posibilidades, aún en estado de resistencia. La importancia que se le da a las elecciones o la jerarquización de objetivos está limitada por prohibiciones a través de la hegemonía del conjunto social, pero con ilimitadas posibilidades de ejercicio legal o ilegal. La puesta en marcha de la influencia y la dominación es dada por los medios de comunicación en la áreas de la realidad, invención de necesidades, control del cuerpo, todos estos coaccionando a seguir requisitos superfluos. En sumo egoísmo y antisocial. El manejo de la sociedad está sustentado en la coacción biopolítica. La guerra de todos contra todos es un ideario expuesto en la imagen inconsciente a través de un instrumento informacional, expresado en la forma de gobierno, el actual modelo económico posneoliberal y el sistema de gestión institucional. Indiferencia, individualismo, paralización de la participación social son resultados de la apatía generada por el instrumento comunicacional. En sí, una pérdida de la autoformación como derecho social. El castigo (otro ejercicio) en su severidad, intimidación e imposición genera sensación de temor. El terror de la culpa imaginaria o de la excesiva frontera entre lo permitido, represen-

ta un control a disposición de la completa sumisión. XIV Llamamos fuerza de ejercicio superior como estado intangible, en la conquista objetiva de los hechos a la praxis de la autoridad en niveles jerárquicos establecidos. Su manifestación produce en los cuerpos, una obediencia al pié de la letra, conforme al ímpetu de lo legitimado. Es lo que se requiere para que la tarea designada sea cumplida, un acto de presión deviene de la contra autoridad, caos, rebelión, quiebre, conjetura. La otra cara de la influencia homogénea. Cada relación que se temporaliza. Trabajo, estudio, familia. Todos son instantes de interrelaciones cuyo transversal es la autoridad. A nivel institucional, cada legalidad, norma, mandato tiene en sí, una legitimidad fundada en el control de los dispositivos coercitivos. Lo que se llama imposición es el resultado de la representación legal. El sometimiento es en sí un número de acceso a la jurisprudencia. Es en sí su ejercicio del pensamiento, el acto que la influencia autoriza.

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COME EL DÓLAR Breigner Torres

(Inspirado en “The sound of silence” de Simon & Garfunkel) Hacía frío y la calle húmeda estaba oscura, no se podía ver más allá de unos cuantos metros. El silencio imperaba en el ambiente. Una ráfaga de viento helado sopló entre los edificios. Subí el cierre de mi abrigo hasta el tope y metí las manos en los bolsillos para evitar que se me entumecieran. Miré arriba. No vi una sola luz encendida en los edificios, ni estrellas en el cielo que estaba nublado y negro. “Oscuridad, mi vieja amiga”. Pensé, sonreí y bajé la cabeza. —La pelea en aquel bar estuvo interesante —me dije en voz baja riendo—, creo que soy un buscapleitos —Limpié un poco de sangre que todavía bajaba de mi nariz—. Lástima que me echaron. Continué mi camino por la oscura calle y doblé a la esquina. Dos hombres estaban ahí bajo un poste apagado, sólo los vi por la luz de la llama de un encendedor. —Caballeros —saludé y seguí caminando. Los dos hombres correspondieron el saludo. Empecé a escuchar pasos detrás de mí y apuré mi andar por la calle, giré mi cuello despacio y vi por el rabillo de mi ojo que los hombres venían de-

trás de mí. Venían hacia mí, lo supe de inmediato, iban a asaltarme. Sentí una fuerte punzada en la cabeza, pero no le presté atención y seguí adelante. Giré en la esquina y vi un poste encendido y letrero de neón que decía “Casa”, caminé a la entrada de ese local, nunca lo había visto, creía conocer todos los bares en la ciudad, pero al parecer estaba equivocado. Entré al lugar y vi que no había luces, ni música o gente bailando. Admito que me decepcionó un poco. Volteé mi vista y vi que en el fondo había una puerta abierta de la que venía una luz tenue. Entré, me encontré en un enorme salón y vi otro letrero de neón con forma del símbolo de dólar verde y brillante. Frente a él había muchas personas, diez mil, tal vez más, aunque podría estar exagerando. Las personas estaban en silencio, calladas, se miraban entre sí y movían los labios y abrían la boca. Conversaban sin hablan, se oían sin escuchar. Sus voces no compar-

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tían lo que sus mentes expresaban... si es que se estaban expresando. Oí un golpe y vi que la puerta atrás de mí se había cerrado. — ¿Hola? —dije, pero no oí mi voz— … ¿Hola? —repetí, aún sin escuchar nada. Lleve mis manos a mi garganta aterrado. Despavorido me acerqué a una de esas personas y volteó a verme, sus ojos parecían vacíos, sin vida, sin alma, sin nada que decir. Pero sus labios seguían moviéndose sin emitir ningún sonido. Se volteó de nuevo. Fui hacia otra persona pero pasó lo mismo: me ignoró. En un momento todos voltearon a ver el símbolo de dólar, se arrodillaron y rezaron. Le rezaron mudos al dólar, al dios de neón que habían creado. Vi bajo el letrero y había una bandeja llena de dinero, la gente empezó a pasar de una en una a tomar un dólar y tragarlo con gusto, después volvían

atrás y quedaban de nuevo en silencio moviendo la boca. — ¿Qué hacen? —pregunté mudo— ¿Qué hacen? —repetí al ver que nadie me escuchaba. Ya aterrado corrí a la salida, llegué a la puerta pero por más que lo intentara no lograba abrirla para huir. — ¿Qué haces? —oí detrás de mí. Volteé y vi que la multitud me observaba —¿Qué haces? —repitieron al unísono las miles de voces. —Sáquenme de aquí —les dije, al fin pude oír mi voz. Una mujer se me acercó. —Ten un dólar —me tendió un billete—, cómelo. — ¿Comerme un dólar —Estaba muy confundido—, por qué? —Por el placer —sonreía—. Nos hace felices, comerte un dólar te hace feliz —volvió a tenderme el billete. — ¿Feliz? —Nos da silencio, paz. —No quiero silencio, no quiero callarme. Este silencio es como un cáncer. —Come el dólar —insistió, y lo repitió la multitud al unísono. —Come el dólar, come el dólar, come el dólar —repetían en una especie de trance. —Ustedes son unos tontos, están locos —les grité mirándolos a todos. —Come el dólar —volvieron a decir, pero en un tono más oscuro. —Abre la puerta —le dije a la mujer en frente de mí. —No dejaremos que te vayas. —Come el dólar.

—Déjame salir —le pedí. —Come el dólar —respondió ella junto a los demás miles. Intenté forzar la puerta, pero seguía sin abrir. Golpeaba la puerta y gritaba pidiendo auxilio pero nadie venía a ayudarme, nadie me escuchaba. —Come el dólar. La multitud empezó a acercarse lentamente, la mujer me tomó de un hombro. —Come el dólar. — ¡No, déjenme salir! —grité desesperado soltándome de ella. —Come el dólar. Toda la multitud sacó un dólar de su bolsillo. — ¡Come el dólar! —gritaron dejándome sordo y aturdido. Todas las personas me tomaron y se apilaron sobre mí. Una tomó mi mandíbula con su mano y la abrió. — ¡Come el dólar! —gritaron, y una persona metió un billete en mi boca mientras otra la sostenía abierta. — ¡Come el dólar! —Otra persona metió un billete, y otro más. La multitud metía un billete tras otro en mi boca sin que yo pudiera hacer nada para defenderme. Se apilaron encima de mí y no podía ver nada. Quedé sepultado debajo de ellos. Mi cara estaba contra el cemento de la acera, estaba haciendo mucho frío y sentía un dolor punzante en la parte trasera de mi cabeza, me levanté, toqué donde dolía y vi sangre en mi mano. Me habían golpeado con algo

duro, mi billetera no estaba, ni mi celular ni mi reloj, me habían asaltado. Seg uía caminando tratando de orientarme. Giré en una esquina, vi que era la misma en la que había visto aquel letrero y había ido a buscar refugio. Pero no había ningún letrero de neón. —Come un dólar —escuché como un susurro en mi oído. Volteé pálido pero no había nadie. Estaba solo y probablemente loco.

Revista Solsticio/ Agosto 2018

CUESTIÃ&#x201C;N DE NEGOCIOS Servando Clemens

n importante empresario del país llega a un poblado muy pobre, con el objetivo de efectuar negocios con los ejidatarios del lugar. —Buenos días, señor —saluda una mujer al empresario—, ya le tenemos firmados los documentos del arrendamiento de nuestras tierras. —Magnifico —responde el magnate—, pronto recibirán su pago y un dinerito extra. Deben estar atentos. —Muchas gracias. Usted es una persona linda y decente… debería dedicarse a la política, por supuesto contaría con nuestro apoyo. —Ven para acá, facundo —le ordena el empresario a su ayudante—, guarda bien estos documentos, son súper importantes. —Como usted diga, señor. El empresario y su séquito, suben a una camioneta blindada y se marchan a toda prisa. Los habitantes del ejido,

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se quedan aplaudiendo mientras una densa nube de polvo los envuelve. —Señor —le dice el ayudante al empresario durante el trayecto—, estos documentos hablan de una compra-venta de terrenos… no entiendo. —¿Qué no comprendes, Facundo? —¿Por qué lo hizo? —Porque tengo las agallas. —Esa gente confió ciegamente en usted, no me parece justo que los engañe sólo porque no saben leer y escribir. —Dios de mi vida… te falta mucho por aprender, muchachito. —Además yo los convencí de que hicieran tratos con usted… me sentiré responsable. —Así son los malditos negocios, Facundito, ellos no saben qué hacer con esas tierras. Quizás le ofrezca un empleo en el nuevo centro comercial que construiré próximamente. —Tenga consideración de esas personas, no les juegue sucio, es lo único que tienen. —Hablando de sucio, pásame el gel desinfectante. —El empresario se inspecciona las manos con asco—. Esa india me saludó… de seguro tenía las manos cochinas.

FRAGMENTOS LETICIA Artef[A]cto

Revista Solsticio/ Agosto 2018

Entonces vas de nuevo pegas tu corazón al techo buscas las ventanas para escapar de tu ciega alma escasea el recurso de tu palma fomentas incesantes baches solo huyes sigues buscando la ventana es escapar ahora, ¿Por qué justo ahora? solo apilas remordimientos sin movimientos el parque sigue sin luz dónde el día que te decía esta es mi poesía y tú el sentido de ella poesía sin sentido sin sentido…

EL BIG DATA Fabiรกn Correa

Revista Solsticio/ Agosto 2018

Control, vigilancia y castigo. Ese siempre ha sido su objetivo. Cuantas libertades más. Hoy pensas sacrificar. Por tu falsa seguridad. Por tu falsa seguridad. Qué iluso que vos sos. Qué iluso que vos sos. Dormido, hipnotizado, distraído entre tanto ruido. El ruido de la saturación. Saturación de información. El Big Data que nos trata de convencer. Que hay alguien del otro lado. Que realmente estás conectado. En las redes estás aislado. Falsa compañía nos han dado. El gran remedio del amo. Es hacer que los esclavos No se perciban así. No se perciban así. Sociedad feliz, saciedad del ver. Soledades expuestas al panóptico. Falsa sensación de compañía. Y afuera en las calles. Todo sigue como siempre. Nada ha cambiado. Pero no hay nadie para luchar, Nadie para protestar. Nadie para reclamar. No veo nadie por acá.

¿Dónde carajo están? Las personas ¿dónde están? Las personas ¿dónde están? Si dejaras la pantalla podrías escuchar. A la niña que pregunta. A su Madre harapienta. ¿Por qué tenemos hambre Má? ¿Por qué tenemos hambre? ¿Por qué estamos solas? ¿Por qué nadie nos ve? ¿Por qué nadie nos ve?

ESTO NO ES PRIMICIA Fabiรกn Correa

Revista Solsticio/ Agosto 2018

Casos de violencia ultraderechista. Dicen las noticias, dicen las noticias. Tienen armas y tendencia a la violencia. Los ultraderechistas. Dicen las noticias. Algunos están en el parlamento. Estos nuevos partidos populistas. Te tienen en sus listas. Dicen las noticias. El miedo es su arma, ellos prenden la alarma. Esa es su vieja propaganda. Y vos los llamas, vas y los votas. Otros están en el gobierno. Dicen las noticias, dicen las noticias. Los ultraderechistas. Te tienen en sus listas. Los manipuladores, dicen las noticias. Esto no es primicia. Suelen ser empresarios. Dicen las noticias. Yo diría mercenarios Que recorren escenarios. Que han vivido de tu salario. La nueva de derecha Latinoamericana. Que de nueva no tiene nada. Yo la huelo más bien rancia. Yo lo veo una falacia. Se les nota la hilacha. Detrás de su sonrisa –ColgateColguemos al magnate. ¡Colguemos al magnate!

Romper escaparates. Se camuflan en lo nuevo, liberales, independientes. Una bola de burgueses. Siempre fueron neoliberales. Que de fuera del sistema se la vienen a dar. No nos chamuyen más. Siempre fueron criminales. El Patriciado no pisa arrabales. Especula con capitales. Siempre de otros y su empresa es el país. Y vos los pusiste ahí. Aquí viene el F.M.I Dicen las noticias, dicen las noticias. ¡Esto no es primicia!

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