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Eres workaholic?

¿ERES UN

Es importante desarrollar técnicas para desconectarse y administrar el tiempo de manera adecuada, equilibrando todos los aspectos de la vida.

Por: Juan Carlos Lozano*

El estrés laboral se ha convertido en el común denominador de las sociedades modernas, especialmente en las grandes ciudades en las que la ascendente presión y los largos tiempos invertidos en desplazarse provocan la saturación física y mental de las personas, generando afectaciones a la salud y al estado de ánimo, lo cual contagia de consecuencias negativas al rendimiento, la productividad y el relacionamiento.

En ocasiones este estrés es provocado por una situación personal y resulta imposible desconectarse de los asuntos del trabajo, los cuales a veces se vuelven inherentes a las presiones propias.

Las personas que no saben separar los problemas personales de los laborales o aquellas que no tienen actividades adicionales que les brinden diversión y relajación, son altamente vulnerables de convertirse en un workaholic: aquel quien tiene una adicción y obsesión al trabajo.

SEGÚN LA RAE, UNA ADICCIÓN ES: “LA AFICIÓN EXTREMA A ALGUIEN O ALGO”, EN ESTE CASO APARECE CUANDO UNO O VARIOS FACTORES LABORALES SOBREPASAN LOS NIVELES DE TOLERANCIA DEL TRABAJADOR Y LE GENERAN DEPENDENCIA Y FALTA DE CONTROL.

CONSECUENCIAS DESASTROSAS

Desafortunadamente esta situación es tan frecuente que existe el término de occupational burnout, o síndrome de desgaste profesional, que es resultado de padecer estrés constante ocasionado por carga laboral y puede manifestarse de diversas formas; los síntomas mentales son: irritabilidad, mal humor, neurosis e incluso depresión, por otro lado, los síntomas físicos se manifiestan en falta de sueño o problemas para conciliarlo, dolor de estómago y cambios abruptos de peso. En general las personas manifiestan cansancio físico y mental.

COMO UN ZOMBI

El workaholic comienza a tener serios problemas porque deja de asistir a los eventos familiares y sociales; o lo hace pero sin poner atención y sin vivir plenamente el momento, se convierte en una especie de zombi; le da más importancia al trabajo y le dedica más atención que a su pareja, hijos y padres. Después viene el círculo social de los amigos, deja de relacionarse con los demás; el estresado se aísla sin darse cuenta de la gravedad de la situación que padece.

MENOS ES MÁS

Los resultados y el rendimiento en un trabajo no se miden por la cantidad de horas invertidas, sino por la calidad, la capacidad de pensar, de actuar, de concentrarse, de permanecer creativo, de encontrar soluciones, ser proactivo y tener buena vibra y energía, pero sobre todo por cumplir los objetivos; lo cual se ve afectado cuando hay una manía. Lo más sano es alcanzar y mantener el balance positivo en la vida de cada uno de nosotros, lo que nos permitirá estar lo suficientemente lúcidos para pensar y tomar acciones de manera eficaz.

La industria de la organización de eventos es muy divertida e interesante, pero también muy demandante. Cada evento requiere de una planeación y ejecución que lleva tiempo, cambios de horario y de alimentación, traslados frecuentes y noches de pocas horas de sueño en repetidas ocasiones.

Como meeting planner, no hay manera de que te libres del estrés laboral, pero puedes equilibrar todos los aspectos de tu vida, de lo contrario podrías convertirte en un workaholic, dejando que el trabajo maneje tu vida. Todo es posible si te lo propones y si actúas para conseguir lo que deseas; enfócate en tener tranquilidad y armonía en lo que haces. Haz que tu salud sea una prioridad.

OBJETIVOS A LA VISTA

No pierdas de vista cuáles son tus objetivos personales y profesionales; aprende a equilibrar ambos aspectos. Para lograrlo te recomiendo lo siguiente:

• La idea y planeación del evento tienen que estar muy claras y por escrito para que la ejecución sea más sencilla

• Rodéate de un equipo de trabajo con personas calificadas, comprometidas, responsables y proactivas

• Confía en tu equipo de trabajo

• Aprende a delegar

• Sé disciplinado en los horarios, cuando no sean días de producción en vivo: convive, disfruta tus alimentos, descansa, invierte tiempo en actividades recreativas, etc. Hay tiempo para todo, aprende a distribuirlo y disfrutar cada momento

• Realiza alguna actividad física que te ayude a relajarte

• Date tiempo para leer o ver películas y series de televisión que no se relacionen con tu actividad laboral

• Escucha música y encuentra momentos para comer o convivir con amigos

• Encuentra espacios para apreciar el exterior, ver paisajes, sentir el sol, el aire y la lluvia *Juan Carlos Lozano es director general de la empresa Creatividad @jlozano_creati

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