L
El pozole es un guiso de celebración que surge en la cultura prehispánica con prácticas de canibalismo
os aztecas, un pueblo guerrero e imperialista, demostraban su gran poder incluso en los platillos. Esa herencia perdura hasta hoy en un guiso que representa todo el orgullo nacional de los mexicanos, es casi perfecto en sus colores, incluye los tres del lábaro patrio, en su elaboración, a base de chiles, y en su sabor y olores que mueven las fibras de quienes se disponen a probar… el pozole. En una descripción rápida diríamos que el pozole es un guiso de caldo con maíz blanco, carne, chile y verduras, pero alguna vez
fue más interesante aún, pues en lugar de carne de cerdo tenía carne humana. En Jalisco es vox populi que era un platillo ceremonial de los aztecas y, como tal, únicamente el emperador y los altos sacerdotes podían consumirlo en ocasiones sumamente especiales. El origen de esta leyenda culinaria podría estar en el texto “Historia general de las cosas de la Nueva España”, de Fray Bernardino de Sahagún, quien habla de la antropofagia. Investigadores de estos tiempos han profundizado en ese hecho y
11
Revista Ambigú
señalan que la carne humana podría ser de guerrero sacrificado en ritos de adoración al Sol, específicamente al dios Xipe Tótec (Nuestro Señor Desollado). De acuerdo con algunas publicaciones, el hecho también se reporta en la “Historia verdadera de la Nueva España”, de Bernal Díaz del Castillo, quien escribió; “se cuenta que Moctezuma come carne humana, pero yo nunca lo he visto”. También hay reportes de frailes españoles que manifestaban el horror que les causaba la comida de restos humanos cocidos con maíz.
PALADAR VIAJERO
Macabra comida nacional