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Opinión: Determinante en la gestión de la política láctea europea
LUIS CALABOZO, DIRECTOR GENERAL DE FENIL
Especial número 500
DESDE 1977, LA FEDERACIÓN NACIONAL DE INDUSTRIAS LÁCTEAS (FENIL) VELA POR LOS INTERESES DEL SECTOR INDUSTRIAL LÁCTEO ESPAÑOL Y CONTRIBUYE ACTIVAMENTE A LA SOSTENIBILIDAD Y COMPETITIVIDAD DE TODA LA CADENA PRODUCTIVA. FENIL AGRUPA A MÁS DE 60 EMPRESAS DE TODO EL PAÍS QUE, DE FORMA APROXIMADA, TRANSFORMAN EL 95% DE TODA LA LECHE DE VACA, OVEJA Y CABRA QUE SE PRODUCE EN ESPAÑA.
En Fenil, nuestra misión y principal objetivo es representar a las industrias lácteas españolas, desde la lealtad y el compromiso, para configurar un marco estable jurídico, económico y de relaciones, conforme a los intereses del sector. En definitiva, servir como instrumento de cohesión, facilitador de la competitividad e interlocutor de referencia en beneficio de nuestras industrias.
Hace más de 40 años, la Federación asumió su primer gran reto con la entrada en la llamada entonces Comunidad Económica Europea, adoptando un rol determinante en el proceso negociador a través del diálogo con las autoridades. Posteriormente, trabajó para gestionar y optimizar el sistema de cuotas lácteas y para promover la utilización de instrumentos de gestión clave en los mercados.
La colaboración de la Fenil con los agentes institucionales a lo largo de su historia ha sido determinante en la gestión de la política láctea europea. Entre otros, la adaptación de las normas de higiene y la elaboración del portfolio de normas de calidad, que supusieron un instrumento fundamental para el salto de calidad de los productos lácteos españoles, permitiéndoles colocarse en la primera línea internacional.
El papel de la Federación ha sido siempre relevante, estratégico e imprescindible para luchar por los intereses del sector en un proceso constante de evolución y adaptación a los cambios. Si bien es cierto, a lo largo de la última década, este proceso se ha acelerado de forma exponencial, reforzando nuestro compromiso, proactividad y adaptación, de acuerdo con las necesidades del sector. Este contexto, nos ha llevado a definir, en los últimos años, un nuevo plan estratégico y la reorganización de nuestra estructura y organigrama, para consolidar el posicionamiento de Fenil como interlocutor de referencia a la hora de afrontar los nuevos retos de la industria láctea que emanan de Bruselas y de los requerimientos de la propia sociedad.
No cabe duda de que, en estos momentos, atravesamos tiempos complejos, nos enfrentamos a un contexto complicado en lo político, regulatorio, económico y social,
y estamos viviendo una etapa de transformación del sector en sí misma, marcada por la nueva ecocondicionalidad de la Política Agraria Común (PAC), la Ley de la Cadena Alimentaria y la estrategia europea de la granja a la mesa, entre otros. Estamos inmersos en un escenario de desequilibrio exponencial debido a la actual crisis de costes causada por el encarecimiento de las materias primas y la energía –que el conflicto bélico en Ucrania no ha hecho más que agravar–, la reestructuración propia del sector y la relación asimétrica entre los diferentes eslabones de la cadena. Sin duda, una combinación de factores que hacen que la situación sea prácticamente insostenible.
Esta relación asimétrica provoca que en el sector lácteo tengan que convivir dos regulaciones que son de imposible cumplimiento al mismo tiempo, al combinar los rígidos requisitos de contratación a largo plazo entre ganadero e industrias establecidos por el “paquete lácteo” con la obligación de que el precio a pagar cubra el coste efectivo de producción individual del vendedor, aspiración a la que todos los agentes desean llegar para asegurar la continuidad de su actividad, pero que depende tanto de variables sobre las que los agentes individuales pueden actuar, como de otras que vienen dadas por el mercado.
Ante esta coyuntura, desde Fenil estamos llevando a cabo una labor estratégica y proactiva con instituciones y administraciones públicas del ámbito regional, nacional y europeo para posicionar a las industrias lácteas en los entornos de debate y decisión, y difundir nuestros aportes a la sociedad y a la economía, poniendo en valor el esfuerzo y trabajo de todas las empresas y sus 30.000 trabajadores, así como el poder de las industrias lácteas como fijador de la población, un sector estratégico para la supervivencia del mundo rural, por esa contribución mediante el empleo estable, técnico y de calidad.
De forma paralela, no nos cansamos de reclamar ante los principales agentes decisores, que se regularicen las relaciones comerciales entre la industria y la distribución, exigiendo al legislador una simetría en las normas para garantizar la competitividad de toda la actividad económica, la ilegalización de la venta a pérdidas al consumidor o la no banalización de nuestros productos por parte de la distribución.
Y aunque desde Fenil luchamos por mejorar la competitividad de la industria, existen otros retos muy importantes para nosotros, con lo que estamos también firmemente comprometidos: la nutrición y el consumo, y la sostenibilidad del sector.
Análogamente, nuestro sector hace frente -durante los últimos años- a un descenso del consumo de ciertos productos lácteos que se explica por varias causas. Entre otros factores, la aparición de bulos que relacionan el consumo de lácteos con malos hábitos para la salud o el impacto negativo en el medio ambiente de la producción ganadera, son temas que, desde la ciencia, combatimos desde Fenil. Por esta razón, a nivel estratégico todas nuestras acciones se han enfocado en potenciar el papel de los lácteos como un pilar necesario y fundamental en el marco de una alimentación saludable, con el objetivo de despertar a ese consumidor desinformado que se deja llevar por falsas creencias.
Concretamente, hemos impulsado estrategias de marketing y comunicación vía Inlac en las que se ha insistido en la pauta de los tres lácteos al día, de acuerdo con las recomendaciones de la Fundación Española de la Nutrición y se ha enfatizado en la importancia nutricional de los lácteos, combatiendo de forma constante, mediante gestiones precisas y personalizadas, las falsas informaciones sobre los lácteos. Adicionalmente, seguimos fomentando iniciativas que promuevan la alimentación saludable, y los lácteos como pilar nutricional fundamental. En este sentido, seguimos haciendo difusión sobre el programa europeo de consumo de leche y lácteos en las escuelas.
En el ámbito de la sostenibilidad, las industrias lácteas afrontamos un reto mayúsculo que es el de compatibilizar las nuevas exigencias de la sociedad a nivel medioambiental y productivo con la competitividad del sector, además del coste monetario que estos retos suponen. Desde Fenil, promovemos la necesidad de una visión amplia que permita alinear y potenciar los aspectos económicos y sociales con los medioambientales. Y, respondemos a las amenazas regulatorias, teniendo presencia en los espacios de participación institucional bien como Fenil o bien bajo el paraguas de FIAB o de EDA.
La producción local y sostenible también es otra de nuestras prioridades. Ofrecemos formación en buenas prácticas y asesoramiento a nuestros equipos de servicios técnicos para dotarlos de herramientas que mejoren su calidad de vida con el fin de garantizar un relevo generacional.
En definitiva, son muchos los retos y desafíos que tenemos por delante para nuestro sector y desde Fenil, seguiremos trabajando para tejer alianzas y alcanzar consensos con todos los actores sociales, posicionar la industria láctea española a nivel nacional e internacional e impulsar nuevas propuestas garantizando su adaptación al sector y asegurando su aplicación con los menores costes y la mayor facilidad y estabilidad posibles.
Como interlocutor de referencia del sector lácteo en España, desde Fenil, seguiremos trabajando en nuestro compromiso con la industria, como una única voz que cohesiona, conecta y promueve una conversación de valor, en doble dirección, con la Administración y la sociedad.