
11 minute read
Detección de parásitos digestivos en rumiantes
from Albéitar 253
by Grupo Asís
DETECCIÓN DE PARÁSITOS DIGESTIVOS EN RUMIANTES
1. Detección de parásitos digestivos en rumiantes. 1ª parte. Técnicas diagnósticas
2. Detección de parásitos digestivos en rumiantes. 2ª parte. La toma de muestras
3. Detección de parásitos digestivos en rumiantes. 3ª parte. Bovino, ovino, caprino y rumiantes salvajes
Nélida Fernández Pato1 e Irene Aguilar García2
1Doctora en Veterinaria, coordinadora de Enfermedades Parasitarias Grado en Veterinaria Universidad Alfonso X el Sabio nfernpat@uax.es 2Veterinaria, investigadora y libre ejercicio de profesión
Imágenes cedidas por las autoras
Para conseguir un diagnóstico certero es fundamental una correcta identificación de las muestras, así como un adecuado envío al laboratorio y conservación de estas.
RECOGIDA DE MUESTRAS Y ENVÍO AL LABORATORIO
Para que los resultados laboratoriales sean adecuados, no solo se deben recoger muestras de un número representativo de animales; también deben mantenerse e identificarse correctamente para su envío y posterior procesado en el laboratorio. La recogida de heces puede realizarse directamente del recto o bien del suelo. Si la recogida de muestras es del medio ambiente, es imprescindible que sean recientes, ya que, de otra forma, en muchos casos las formas parásitas que pudiesen albergar se degradan y no serán detectadas. Otro factor a tener en cuenta cuando se toman muestras del medio es intentar recoger de la zona central de las heces, para evitar contaminación con nematodos de vida libre que dificultan el diagnóstico posterior. Cuando las muestras se envían con la identificación del rumiante, se recomienda que el número del crotal se introduzca dentro del guante en el que se envían las heces, pero separado de la muestra para evitar que se degrade con la humedad de la misma. La utilización de rotuladores indelebles para el marcado de los guantes en los que se suelen enviar las heces tampoco se recomienda, porque durante el transporte se borra la identificación. Se debe extraer el aire del guante una vez introducida la muestra de heces para evitar que, en caso de tener formas parásitas, continúen la fase exógena del ciclo biológico y/o se degraden. Este punto es muy importante y en muchas ocasiones no se lleva a cabo, de forma que las muestras que tardan varios días en llegar al laboratorio se degradan o se secan, y dependiendo de cómo se almacenen y se realice el transporte, darán lugar a falsos negativos (figura). Para su envío durante los meses fríos del año, cuando las temperaturas no superen los 10 °C, no sería necesario que se mantengan en refrigeración. Sin embargo, cuando las temperaturas son elevadas, sí es recomendable mantenerlas refrigeradas desde su recogida hasta su llegada al laboratorio de diagnóstico para evitar su desecación. Una cuestión muy importante que debe tenerse en cuenta es que las muestras para la realización de técnicas coprológicas en ningún caso deben congelarse. De la misma manera, la cantidad de muestra a enviar es muy importante. Para la técnica coprológica rutinaria se necesitan unos pocos gramos de heces: entre 3 y 5 gramos, dependiendo del tamaño del rumiante13. Aunque, como se ha comentado, existen distintas modificaciones de la técnica coprológica rutinaria por lo que esta cantidad puede variar4 . No obstante, como se ha mencionado anteriormente, en muchas ocasiones se necesitan realizar más técnicas coprológicas por lo que se recomienda recoger entre 100-200 gramos de heces en el caso de los pequeños rumiantes y entre 300-500 gramos en el de los grandes.
NÚMERO DE MUESTRAS FECALES POR EXPLOTACIÓN
Además de tener en cuenta la técnica o técnicas coprológicas que se deben realizar para la detección e identificación de endoparásitos digestivos, el número de muestras a recoger, de qué animales o incluso su procesado en el laboratorio, pueden condicionar los resultados que se obtengan. En primer lugar, se debe conocer el número de muestras que hay que tomar de la explotación para que los resultados sean adecuados. De forma general, se recomienda muestrear el 10 % del rebaño14 .
Figura. Muestras de heces sin aire y con identificación numérica por separado.
Otro factor que debe contemplarse a la hora de decidir el número de animales a muestrear es la presencia o ausencia de signos clínicos. Deberán tomarse muestras por separado de unos y otros, recomendándose, si existen pocos animales con clínica, recoger muestras de todos ellos y de un 10 % de los aparentemente sanos. Por otra parte, a veces, los muestreos buscan conocer la carga parasitaria para algunos endoparásitos digestivos en concreto. No debe olvidarse, que en algunos casos como en las parasitaciones por NGI, está demostrada una distribución no uniforme de los parásitos en los rumiantes infectados, dándose el caso de que el 20 % de los animales suele tener intensidades de parasitación que representan el 80 % de los parásitos de la explotación15. Es por esta razón que el número de animales a muestrear debe ser suficiente para detectar a aquellos rumiantes que con signos clínicos o no, están contaminando más el medio ambiente.

Estudios realizados en los últimos años para comprender qué número de muestras se necesita recoger de una explotación han determinado que, aunque depende del número total de animales, un mayor tamaño de rebaño no implica un aumento proporcional en el número de muestras. Por ejemplo, en tamaños de explotación de 20 animales, se recomienda tomar muestras al 50 % de los animales. Sin embargo, en tamaños de explotación de 140 animales sería suficiente con 20 muestras y en explotaciones en torno a los 300 animales, bastaría con 21-23 muestras. No obstante, debe recordarse que, el número de muestras y los animales a escoger para el muestreo depende de los endoparásitos digestivos que se quiera detectar5,15 .
FACTORES DE LA RECOGIDA DE MUESTRAS QUE PUEDEN VARIAR EL RESULTADO OBTENIDO
Los ciclos biológicos de todos los parásitos digestivos dependen de la presencia de hospedadores definitivos y/o intermediarios, y a la vez, se ven influenciados por distintos factores bióticos y abióticos del medio que dificultan o facilitan que se complete su fase exógena. Por lo tanto, hay estaciones del año en las que las condiciones serán más favorables para el desarrollo y supervivencia de formas infectantes, y otras más desfavorables, independientemente de que se pueda producir excreción parasitaria durante todo el año, como sucede en el caso de Fasciola hepatica, C. daubneyi16 o los NGI17. Por esta razón, la fecha en la que se realizan los muestreos es esencial para poder analizar y comprender los resultados coprológicos obtenidos y compararlos con otros resultados de análisis fecales realizados en la explotación. Teniendo en cuenta estas variaciones estacionales en la excreción de formas parásitas es comprensible que un único muestreo anual pueda no ser suficiente para conocer la situación epidemiológica real de una explotación. Y, por lo tanto, se recomiendan al menos dos muestreos anuales, aunque lo más adecuado sería realizar uno en cada estación del año. Pero no solo la estación del año en la que se realiza la toma de muestras, incluso la hora, son importantes. Por ejemplo, en la búsqueda de animales parasitados por D. dendriticum en fase de patencia, se deben recoger las muestras por la tarde, ya que es cuando se produce la mayor excreción18. Y para detectar animales parasitados por F. hepatica, la ingesta previa de alimento es imprescindible para que los huevos puedan pasar con la bilis a la luz intestinal y ser detectados por técnicas coprológicas. Por otro lado, la especie animal también es importante. Aunque distintos rumiantes pueden encontrarse infectados por los mismos parásitos, como por ejemplo en el caso de Fasciola hepatica que parasita a pequeños y grandes rumiantes, las mayores cargas parasitarias suelen detectarse en ovino.

Puntos clave del diagnóstico coprológico
■ Recomendación de análisis coprológico en rumiantes ■ Sospecha de endoparásitos digestivos: presencia frente a enfermedad. ■ Problemas digestivos/respiratorios, entre otros. ■ Control de enfermedades parasitarias/mantenimiento de parasitismo/eficacia de tratamientos antiparasitarios. ■ Entrada de nuevos animales en la explotación durante la cuarentena.
■ Envío, conservación e identificación adecuada de muestras ■ Mezcla de heces o identificación individual. ■ Refrigeración en caso de temperaturas elevadas, nunca congelación. ■ Identificación en papel/cartón en guante separado de la muestra fecal. ■ Cantidad adecuada de heces por si se necesita realizar más de una técnica.
■ Siempre realizar análisis macroscópico y técnica coprológica rutinaria
Los resultados deben incluir, análisis macroscópico, técnica coprológica rutinaria utilizada y carga parasitaria.
■ Dependiendo de la epidemiología y/o signos clínicos técnica/s de elección
■ Una o varias técnicas para realizar diagnóstico coprológico etiológico
■ Interpretación de resultados: carga parasitaria diferenciar de presencia de parásitos
■ Un resultado negativo no implica que un rumiante no esté infectado, puede tener parásitos en
prepatencia, baja carga parasitaria o no detectarse con la técnica coprológica realizada

Aunque anteriormente se mencionó que debe recogerse un número mínimo de muestras para obtener un resultado significativo, el hecho de que los rumiantes desarrollen inmunidad adquirida parcial por contacto frente a la mayoría de los endoparásitos digestivos hace necesario que la recogida de heces se realice en todos los lotes de la explotación, teniendo en cuenta que su edad y estado productivo van a influir en los resultados coprológicos19 .
USO DE LA COPROLOGÍA INDIVIDUAL FRENTE A COLECTIVA
En la práctica, en las explotaciones de rumiantes, en muchos casos, la recogida de muestras fecales individuales no es posible, porque entre otras cuestiones, implica demasiado tiempo y el ganadero no suele realizarla y en algunos, simplemente, no es necesaria. Realizar un análisis coprológico individual es imprescindible en animales con signos clínicos, como en el caso de parasitosis por Eimeria, ya que, resultados coprológicos que muestren elevadas cargas parasitarias no implican en todos los casos enfermedad, puesto que no todas las especies tienen el mismo poder patógeno20 . A pesar de que puedan existir pequeños fallos en la estimación de NGI, detectando en ocasiones una menor o mayor carga parasitaria20, el análisis coprológico de varias muestras es una práctica extendida debido a la imposibilidad en muchos casos de tomar la muestra directamente de recto o saber a qué animal pertenece. El número de muestras fecales mezcladas para realizar la técnica coprológica varía dependiendo de la especie de rumiante y del parásito que se quiera detectar. Teniendo en cuenta distintos estudios en vacuno, varía entre 5 y 20, en ovino entre 2 y 20, y en caprino entre 3 y 8 muestras2. Y, si por ejemplo se quiere detectar Fasciola hepatica en vacuno, para aumentar la sensibilidad de la técnica de la copa de sedimentación se podrían utilizar mezclas de heces de 10 animales (10 gramos por animal)21 .
BIBLIOGRAFÍA
1. Fitzpatrick JL. Global food security: the impact of veterinary parasites and parasitologists. Vet Parasitol. 2013 Aug 1;195(3-4):233-48. doi: 10.1016/j.vetpar.2013.04.005. Epub 2013 Apr 6. PMID: 23622818. 2. Maurizio A, Frangipane Di Regalbono A, Cassini R. Quantitative monitoring of selected groups of parasites in domestic ruminants: A comparative review. Pathogens. 2021;10(9). 3. Duthaler U, Rinaldi L, Maurelli MP, Vargas M, Utzinger J, Cringoli G, et al. Fasciola hepatica: comparison of the sedimentation and FLOTAC techniques for the detection and quantification of faecal egg counts in rats. Exp Parasitol [Internet]. 2010;126(2):161–6. Available from: http://dx.doi. org/10.1016/j.exppara.2010.04.020 4. Zajac AM,Conboy GA. Veterinary Clinical Parasitology.8th Ed. Oxford; Wiley-Blackwell, 2012. 5. Gillandt K, Stracke J, Hohnholz T, Waßmuth R, Kemper N. A field study on the prevalence of and risk factors for endoparasites in beef suckler cow herds in Germany. Agric. 2018;8(9). 6. Huson KM, Oliver NAM, Robinson MW. Paramphistomosis of Ruminants: An Emerging Parasitic Disease in Europe. Trends Parasitol. 2017 Nov;33(11):836-844. 7. Rojo-Vázquez FA, Meana A, Valcárcel F, Martínez-Valladares M. Update on trematode infections in sheep. Vet Parasitol. 2012 Sep 30;189(1):15-38. doi: 10.1016/j.vetpar.2012.03.029. Epub 2012 Mar 24. PMID: 22521973. 8. Bowman DD. Georgis’ parasitology for veterinarians. 7th Ed. W. B. Philadelphia, Pensylvania: Saunders Company;1999.414 pp. 9. Morgoglione ME, Bosco A, Maurelli MP, Alves LC, Saralli G, Bruni G, et al. A 10-Year Surveillance of Eimeria spp. in Cattle and Buffaloes in a Mediterranean Area. Frontiers in Veterinary Science. 2020;7(August):1–8. 10. Valcárcel Sancho F, Rojo Vázquez FA, Olmeda García AS, Arribas Novillo B, Márquez Sopeña L, Fernández Pato N. Atlas of ovine parasitology. Zaragoza: Servet; 2013. 11. Ryan U, Zahedi A, Paparini A. Cryptosporodium in humans and animals-a one health approach to prophylaxis. Parasite Inmunology. 2016;38:535-547. 12. Santin M. Cryptosporidium and Giardia in Ruminants. Vet Clin North Am - Food Anim Pract [Internet]. 2020;36(1):223–38. 13. Höglund J, Elmahalawy ST, Halvarsson P, Gustafsson K. Detection of Haemonchus contortus on sheep farms increases using an enhanced sampling protocol combined with PCR based diagnostics. Vet Parasitol X. 2019;2:100018. 14. Maurizio A, Stancampiano L, Tessarin C, Pertile A, Pedrini G, Asti C, Terfa W, Frangipane di Regalbono A, Cassini R. Survey on Endoparasites of Dairy Goats in North-Eastern Italy Using a Farm-Tailored Monitoring Approach. Veterinary Sciences. 2021; 8(5):69. 15. Iglesias-Piñeiro J, González-Warleta M, Castro-Hermida JA, Córdoba M, González-Lanza C, Manga-González Y, Mezo M. Transmission of Calicophoron daubneyi and Fasciola hepatica in Galicia (Spain): Temporal follow-up in the intermediate and definitive hosts. Parasit Vectors. 2016; 9. 16. Martínez-Valladares M, Robles-Pérez D, Martínez-Pérez JM, Cordero-Pérez C, Famularo MR, Fernández-Pato N, González-Lanza C, Castañón-Ordónez L. Rojo-Vázquez FA. Prevalence of gastrointestinal nematodes and Fasciola hepatica in sheep in the northwest of Spain:relation to climatic conditios and/or man-made environmental modifications. Parasit Vectors. 2013:6. 17. Senlik BG, Vel K, Muz M, Tinar R. Changes in faecal egg counts at different hours of the day and relationship between faecal egg count and parasite burden in sheep naturally infected with Dicrocoelium dendriticum. Turk J Vet Anim Sci, 2006, vol. 30, no 1, p. 107-111. 18. Bura TP, Firdays F, Adullah J, Teik Chung EL., Jesse FFA, Che’amat A, Mohd Azmi Mhod L. Risk factors and severity of gastrointestinal parasites in selected small ruminants from Malaysia. Vet Sci. 2020;7(4):1–14. 19. Bangoura B, Bardsley KD. Ruminant Coccidiosis. Vet Clin North Am Food Anim Pract. 2020 Mar;36(1):187-203. 20. Rinaldi L, Levecke B, Bosco A, Ianniello D, Pepe P, Charlier J, et al. Comparison of individual and pooled faecal samples in sheep for the assessment of gastrointestinal strongyle infection intensity and anthelmintic drug efficacy using McMaster and Mini-FLOTAC. Vet Parasitol.2014;205(1–2):216–23. 21. Graham-Brown J, Williams DJL, Skuce P, Zadoks RN, Dawes S, Swales H, Van Dijk J. Composite Fasciola hepatica faecal egg sedimentation test for cattle. Vet Rec. 2019 May 11;184(19):589.
