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Wabi-kusa, un pequeño espacio natural

La mayoría necesitamos conectar con la naturaleza y sentirnos en sintonía con ella. Para facilitarlo podemos recurrir al wabi-kusa, un concepto que combina objetos de carácter minimalista con plantas silvestres y materiales provenientes de la naturaleza.

Alejandro Ríos Martín Little Tree Design Biotopes https://littletreedesignbiotopes.es Imágenes cedidas por el autor

Hoy en día vivimos sumergidos en el ruido y el estrés de las grandes ciudades, ajenos a la paz y tranquilidad que nos aporta el contacto con la naturaleza. Vivimos en pequeños espacios de hormigón que un día arrebatamos a la naturaleza, olvidando la importancia que tiene para nuestra salud y bienestar. Creo que estamos en un punto en el que es imprescindible aprender a respetarla y, en cierto modo, devolver un poco su espacio arrebatado. Además, me gustaría mencionar la Biofilia, que es nuestro sentido de conectar con la naturaleza y de sentirse en sintonía con ella, ya que tiene efectos positivos físicos y mentales inmediatos en nuestra vida. Una buena manera de empezar a practicarla es con las plantas, y qué mejor manera que con este concepto, el wabi-kusa.

¿Qué significa wabi-kusa?

La palabra wabi-kusa viene de la expresión japonesa wabi-sabi, que es la parte fundamental de la estética que rige las normas del buen gusto y la belleza, junto a la imperfección y sencillez de los objetos y también de encontrar la armonía a través de lo sencillo.

El concepto viene de Wabi, que significa “la belleza de la simplicidad” y de Sabi, que significa “paso del tiempo y subsiguiente deterioro”. El fotógrafo y padre del paisajismo acuático Takashi Amano cambió el sufijo “sabi” por el de “kusa” que literalmente significa malas hierbas.

De esta manera, nace un concepto que combina objetos de carácter minimalista con plantas silvestres y materiales provenientes de la naturaleza.

Las plantas

Para realizar nuestro wabi-kusa podemos usar infinidad de plantas palustres. Estas plantas son aquellas que viven asociadas al agua, como en los márgenes de los ríos, charcos, incluso ancladas en pequeños saltos de agua. Normalmente dichas plantas las en-

Podemos ofrecer infinidad de especies de plantas perfectas para cada proyecto. Aquí Juncus repens, Taxiphyllum barbieri (musgo), Bolbitis heteroclita.

Hay que ofrecer 8-10 horas de luz para el correcto desarrollo de las plantas. Aquí vemos Hyddrocotyle tripartIa y Leptodictium ripatium (musgo).

contramos en un estado sumergido, pero debemos recordar que en este caso podremos verlas luciendo en su estado emergido. Sus hojas cambian haciéndose de mayor tamaño y regalándonos floraciones realmente bellas. Estas plantas llamadas “malas hierbas” podemos venderlas en tiendas de acuariofilia, y ofrecer infinidad de especies perfectas para cada proyecto.

También podemos combinar estas plantas palustres con orquídeas terrestres como las orquídeas joya, por ejemplo, y con Macodes petola, fitonias, helechos y musgos.

Normalmente se hace uso de pequeñas lámparas led para garantizar una fotosíntesis adecuada para las plantas.

Recipientes e iluminación

Para empezar nuestro proyecto debemos adquirir un recipiente adecuado para ello. Podemos hacer uso de pequeñas macetas japonesas relacionadas con el mundo del bonsái, recipientes de cristal, queseras…. Básicamente se necesita un recipiente que nos permita introducir los sustratos y plantas en su interior. Es aconsejable que tengamos la opción de taparlo parcial o totalmente, ya que usaremos plantas que quizá requiera de un alto nivel de humedad.

Debemos tener en cuenta que para garantizar el éxito de un wabi-kusa debemos ofrecerle una iluminación apropiada. Tener una buena claridad en nuestra casa nos vendrá perfecto, aunque normalmente se hace uso de pequeñas lámparas led para garantizar una fotosíntesis adecuada para las plantas. Estas lámparas deberán ser al menos de 6.000k “luz día”, ya que es la base para que la planta use su energía adecuadamente creando la subida de sabia y generar nuevos capilares radiculares.

Los sustratos y la decoración

En su forma más tradicional se suele hacer una “bola” o “pastilla” compuesta de musgo Sphagnum y keto que es un sustrato arcilloso tipo lodo. Se mezclan estos dos ingredientes y la moldeamos, después con hilo de costura la ataremos dándole más consistencia. Este método nos permite clavar las plantas o simplemente atarlas a este medio para que crezcan. Podemos colocar nuestro wabi-kusa tradicional dentro del recipiente de cristal acompañándolo de una fina capa de arena y un centímetro de agua, creando una sensación muy natural.

Si queremos realizar el montaje en el mismo recipiente combinándolo con rocas, maderas y otros elementos, debemos utilizar una fina grava volcánica como primera capa, que nos ofrecerá un espacio donde el agua drene. A continuación, colocaremos un sustrato ligero mezclado con pomice de granulometría muy fina donde posteriormente cultivaremos nuestras plantas. En este punto podemos añadir piedras y pequeñas ramas para naturalizar nuestro montaje.

Utilizando este mismo método podemos hacer uso de materiales de mejor calidad como los sustratos japoneses: 1.Kiryuzuna: es una zeolita volcánica que contiene hierro, este sustrato podemos utilizarlo como primera capa de “drenaje”.

Se necesita un recipiente que nos permita introducir los sustratos y plantas -Myriophyllum matagrosense, Platihypnidium riparaoides (musgo) y Eleocharis acicularis- como en este caso.

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