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El refugio de macroalgas
from EspeciesPRO 240
by Grupo Asís
A menudo nos preguntamos si un compartimento para cultivar algas en el sump de nuestro acuario es eficiente. Lo cierto es que una macroalga funcionará como filtración biológica natural a medida que genera su propio crecimiento.
Fernando Blanco y Alberto San José Coral supplies Imágenes cedidas por los autores
¿Por qué cultivar algas en el sump cuando son repudiadas en el propio acuario? Esa pregunta tiene una contestación muy rotunda: una macroalga funcionará como filtración biológica a medida que genera su propio crecimiento. Cualquier aficionado a la horticultura sabe que un vegetal necesita como nutrientes principales nitrógeno, fósforo y potasio.
El nitrógeno y el fósforo son los mayores polutantes en un sistema cerrado de arrecife y la mayor preocupación de todo acuarista es evitar su acumulación. De esta forma, si se cultivan macroalgas, podemos reducir de forma natural esos compuestos dañinos para nuestro acuario marino.
¿Cuáles son los elementos consumidos por una macroalga?
Los nutrientes principales para el correcto crecimiento y la buena salud de una colonia de macroalgas por orden de consumo son: • Nitrógeno • Fósforo • Magnesio • Potasio • Hierro • Calcio • Carbono
Nitrógeno
Es el nutriente principal para una macroalga. Está presente en todo momento en nuestros tanques debido al ciclo del nitrógeno, el cual en baja o alta medida siempre está presente. Además, los compuestos nitrogenados producidos por los animales y los alimentos del sistema también producen nitrato en buena medida.
Con el cultivo de macroalgas podemos reducir de forma natural los compuestos dañinos para el acuario marino.
Es necesaria una cierta actividad microbiológica que lo convierta en amonio o nitrato. Aquí entran en juego las cepas bacterianas nitrosomonas y nitrobacter. Este amonio se incorpora directamente a compuestos como la glutamina, procedentes del ciclo de Krebs.
Fósforo
Este es el segundo nutriente más demandado por un alga; concretamente unas 50 veces menos que el nitrógeno.
Debemos tener en cuenta que en el acuario el fósforo ha de ser unas 100 veces menor que el nitrato. Las algas absorben el fósforo en forma de fosfatos, los cuales también son asimilados como ión ortofosfato.
Potasio
Las algas absorben el potasio en su forma iónica, K+ .
En la fotosíntesis, el potasio regula la apertura y cierre de los estomas, y por lo tanto regula la absorción de CO2. En las algas el potasio desencadena la activación de enzimas y es esencial para la producción de trifosfato de adenosina (ATP). El ATP es una fuente de energía importante para muchos procesos químicos que tienen lugar en las células de la planta.
El potasio desempeña un rol importante en la regulación del agua en las algas (osmorregulación). La absorción de agua a través de los estomas se ve afectada por el potasio.
Un nivel de K de 370 es suficiente para el correcto desarrollo de las macroalgas en nuestro sistema. Medir el potasio si se trabaja con una población considerable de macroalgas se convierte en algo esencial, ya que tendremos que aumentar su aditamento.
Magnesio
El magnesio es un nutriente esencial para las macroalgas. Es clave para una amplia gama de funciones en los vegetales. Uno de los papeles bien conocidos del magnesio se encuentra en el proceso de la fotosíntesis, ya que es un componente básico de la clorofila, la molécula que da a las plantas su color verde.
Un nivel de magnesio en un acuario marino de 1.250 ppm es suficiente para un correcto crecimiento de las macroalgas. Sorprendentemente a partir de 1.600 ppm de magnesio se produce una intoxicación en las algas que inhibe la absorción de calcio y evita así la formación de tejido de crecimiento.
Hierro
Las algas utilizan varias metaloenzimas en transición, entre las cuales el hierro es la más utilizada para la asimilación del carbono. Forma uno de los pigmentos esenciales para la clorofila.
Calcio
Para que una macroalga pueda disponer del calcio, el cual es suficiente a partir de 360 ppm, necesita un valor de Kh en torno a 7.0 y un pH alrededor de 8,0 - 8,3.
Figura 2. Alga del género Chaetomorpha, la más utilizada para refugios y reactores de macroalga por su rápido crecimiento y ausencia de toxinas.
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Es importante en el proceso de crecimiento. Tiene un efecto regulador en las células y contribuye a la estabilidad del alga.
Carbono
De todos es conocida la relación existente entre el CO2 y los vegetales. Las algas toman el carbono del aire y lo convierten en carbohidratos mediante el proceso de fotosíntesis. La fotosíntesis oxigénica se produce en las plantas, algas y cianobacterias que poseen un pigmento biológico llamado clorofila y utilizan el ciclo de Calvin para fijar el carbono autotróficamente.
La enzima encargada de realizar la fijación del carbono en el ciclo de Calvin se denomina RuBisCO (Ribulosa Bisfosfato Carboxilasa Oxidasa).
El carbono orgánico es producido por diversos procesos de oxidación en el acuario, pero en el caso de cultivar macroalgas en ellos se hace más que recomendable utilizar una fuente de carbono mixta (VSV).
Ciclo lumínico aconsejable
Debemos tener en cuenta el CO2 emitido por las macroalgas debido a la acidificación que produce. Un ciclo inverso al ciclo lumínico del tanque principal es el más aconsejable y menos problemático en cuanto a la acidificación.
De todos modos, se ha comprobado que ciclos de 24 h continuos producen un mayor consumo de nutrientes debido a un crecimiento aumentado, en muchos casos, a más del doble que con un ciclo normal.
A pesar de que esto pueda parecer una contradicción al ciclo de Calvin, ya que este se conoce como ciclo oscuro, las plantas y algas no se ven afectadas