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Rehabilitación protésica

CAPÍTULO 5

La finalización de un tratamiento de implante es, por definición, la realización y el posicionamiento de un artefacto protésico. Un flujo de trabajo digital no es en modo alguno una limitación; por el contrario, siempre deja la máxima libertad en cuanto a modelos, materiales, protocolos de provisionalización y carga. Estos aspectos dependen, de manera sustancial, de la conformación dentoesquelética, así como de las necesidades y expectativas del paciente. En este sentido, el diseño digital es, como se ilustró anteriormente, la opción más favorable para la búsqueda de la lógica operativa de la implantología guiada por la prótesis.

La tecnología CAD/CAM no prohíbe la adquisición de datos clínicos de la manera analógica tradicional. Se puede escanear un modelo con análogos de implantes. Sin embargo, como ya se ha mencionado, esta discusión considera la ejecución de un caso clínico con un flujo de trabajo completamente digital: escaneo intraoral, cirugía guiada y finalización protésica, sin realizar nunca un modelo físico del trabajo.

Dos meses después de la cirugía descrita anteriormente, o en cualquier caso después de la osteointegración, se retira el pilar de curación. En este punto, se fija un cuerpo de escaneo, para proceder a la adquisición de una impresión intraoral, limitada al sector de la restauración, incluido el antagonista.

El archivo se envía al técnico dental, quien, además de prever la realización de la corona temporal de PMMA, también puede hacer un pilar personalizado, que se hará por ejemplo en zirconio.

El zirconio, como cualquier material cerámico, es procesado por una máquina CAM con acción sustractiva, es decir, una fresadora automática.

La provisionalización tiene un papel clave, ya que permite acondicionar los tejidos blandos y, al mismo tiempo, regular finamente la oclusión. Por tanto, se prolonga durante un periodo relativamente largo, hasta 2 meses.

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