7 minute read

MÁS ALLÁ DEL INDIVIDUO

Next Article
ROMPIENDO TABÚES

ROMPIENDO TABÚES

UN SALTO DE FE

Por: Eduardo Moctezuma

Advertisement

No te conozco, ni tú a mi. No sé a qué te dedicas y tampoco creo que sepas a que me dedico yo. Pero algo que si compartimos es el hecho de que nos vamos a morir. Sé que el haber leído eso puede ser un poco fuerte o complicado de digerir, pero gracias a ese relevante hecho yo decidí seguir a mi corazón y espero que después de leer éste breve artículo quede plantada en ti la semilla que decidí nombrar “un salto de fe” .

Ahora que tengo tu atención voy a platicarte muy brevemente (y para no aburrirte) un poco de mi historia. Mi nombre es Eduardo Moctezuma y puedo decir que soy una de las personas que está realmente agradecido con la vida, por haber vivido una época de crisis causada por la ya famosa pandemia mundial. Previo a este suceso histórico que estoy seguro que marcó a muchas personas, yo me consideraba una persona que sobrevivía pero que no vivía. Tampoco me puedo quejar, siempre tuve una familia que me apoyó, un trabajo regular de 9 a.m. a 6 p.m. con un salario estable y una vida común y corriente.

Cuál era entonces mi problema, hazme un favor y vuelve a leer las últimas cinco palabras del párrafo anterior. Así es, estaba viviendo una vida que no me causaba emoción alguna. Jamás cuestioné lo que mi familia me había inculcado, estaba trabajando por el sueño de algún empresario multimillonario (que ni siquiera tuve el placer de conocer) y vivía una vida que se me estaba yendo de manera automática sin hacer algo que en realidad me apasionara.

Estoy seguro de que no soy la única persona que en algún momento de su vida se ha sentido así. La gran pregunta es “¿por qué no hacemos algo para cambiar esto?”. Bueno tengo algunas teorías, la que más me hace sentido es que nos da miedo hacer algo que parece diferente a lo que generalmente hemos hecho o visto mientras crecíamos.

Desde que somos pequeños la sociedad nos mete miedos en la cabeza que nos hacen sentir que no somos lo suficientemente buenos para hacer algo. Desde los crueles niños que te molestaban en la primaria hasta tus propios padres, en algún momento alguien te dijo algo que hasta el día de hoy eso te persigue y en muchas ocasiones es lo que te impide ir tras tu más grande sueño. Ahora, algo que a mi me costaba trabajo aceptar era que yo no fui el culpable de haber vivido ciertas experiencias que marcaron negativamente mi vida, sin embargo, me di cuenta de que soy responsable de sanar esas heridas para así crecer como persona; a final de cuentas, creo que cualquier experiencia por la que una persona pasa sea buena o mala, es necesaria para del desarrollo de este individuo.

Hace un par de meses leí un libro bastante interesante que establece que la vida está llena de problemas; a qué me refiero con esto, es difícil hacer ejercicio diario, pero también es difícil tener problemas de salud gracias a un sedentarismo constante.

Lo más importante de esto que menciono, es que tú tienes la capacidad de decidir qué problemas estás dispuesto a afrontar.

A qué situaciones les vas a destinar tu energía para finalmente obtener un cierto resultado. Te pregunto, ¿estás realmente luchando aquellas batallas que te gustaría enfrentar? Personalmente yo sentía que estaba luchando las batallas de otras personas que de alguna u otra manera habían impactado mi propia forma de ver la vida.

Al cuestionarme esto tomé una decisión que no sé aún si fue la más correcta, pero te puedo decir si yo no hubiera hecho eso, no estarías leyendo este artículo.

Me di cuenta de que la única certeza que en realidad tenemos es que, en unos minutos, meses, días o años no estaremos aquí para vivir está hermosa experiencia que conocemos como vida. La sociedad moderna nos vende una estabilidad, pero, ¿qué es en realidad la “estabilidad”? Nos han hecho creer que el estudiar una carrera segura, conocer una pareja para formar una familia tradicional, casarte y tener un empleo con contrato indefinido son sinónimos de éxito. En el momento en el que me di cuenta de que los únicos dos lugares donde en realidad podemos esperar estabilidad al 100% son: una cárcel de máxima seguridad y en la tumba, me empecé a cuestionar algunas cosas.

Se sabe que las personas son mucho más honestas cuando sienten que su vida está por terminar. Una enfermera australiana llamada Bronnie

Ware, encargada de los cuidados paliativos de pacientes con alguna enfermedad terminal o de una edad muy avanzada, decidió preguntarles directamente de qué se arrepentían; la respuesta que recibió Ware por parte de la mayoría de las personas casi siempre fue la misma: el no haber vivido lo suficiente. Sin embargo, lo más curioso es que las personas no estaban arrepentidas por lo que hicieron si no por lo que no hicieron.

Yo estoy escribiendo mi propia historia, aún voy en las primeras páginas (al menos eso es lo que espero) y si no es así, puedo decir que perseguí mis descabellados sueños. Pero tal vez y solo tal vez, si tú estás leyendo esto, esta es la señal que tanto estabas esperando. Me encantaría que cada vez más personas le contestaran a Bronnie Ware, “yo no me quedé con ganas de hacer nada”.

Lucha por tus sueños, háblale a la persona que te gusta, canta en público, ríe a carcajadas, viaja a aquel país del cual coleccionas tantas fotos, simplemente vive.

Finalmente, y para terminar con este breve escrito que no es sólo un mensaje para ti si no también para mi, te voy a dar cuatro tips que a mí me hubiera gustado conocer cuando empecé a escribir mi propio cuento de fantasía.

- Va a haber gente que te juzgue y gente que te apoye. No te tomes las cosas personales. Hay una gran probabilidad de que las personas que más pensabas que te iban a apoyar, son las que menos lo harán. A pesar de esto, y lo más bello en mi opinión es que estoy casi seguro que no conoces ni al 1% de la población mundial, es más, ni al 1% de la población de tu propio país. Personas con verdadero interés en tu proyecto se irán sumando, poco a poco, sé paciente y constante.

- El miedo no se va a ir. No se trata de esperar a ser valiente, no se trata de superar ese miedo porque muy probablemente no lo vas a superar. Generalmente, el miedo es una construcción mental que te dice que estás haciendo algo fuera de lo común, algo a lo que no estas acostumbrado. Hay gente que se muere esperando a superar ese atemorizante sentimiento para hacer que les gustaría con su vida, yo te invito a hacer las cosas con miedo, te puedo garantizar que le va a dar un toque emocionante a tu vida.

- Al monstruo por partes. Un gran amigo que conocí en uno de los trabajos que tuve me dijo, “no vas a poder derrotar al monstruo completo”, así es muy probable que te venza. Pero qué pasa si atacas al monstruo por partes, una tarea a la vez, un escrito a la vez, una prenda a la vez, una canción a la vez, etc. Y que mejor aún que contando con un arsenal de armas fuertes y resistentes como una mente tranquila y enfocada, un alma apasionada por seguir su verdadero camino y un cuerpo sano y fuerte que te permita aterrizar lo que quieres.

- Finalmente, cree en ti. Sé que es una frase muy utilizada por libros baratos de autoayuda, lo más chistoso es que tienen razón. Si tú no crees en tu proyecto o en tu misma persona, nadie más lo va a hacer. Tienes que confiar más en tu instinto y menos en el ruido provocado por el exterior. La intuición es una habilidad y al igual que los músculos, se entrena. Mientras más la usemos, más la dominaremos.

Sin más que decir, te invito a que des ese salto de fe. Spoiler alert: lo peor que te puede pasar, es que te metas un buen golpe, aprendas de él y te levantas siendo una persona más madura y con más experiencia. La vida no te va a dar lo que quieres, pero sí lo que necesitas. Permite que la vida te entregue cosas más emocionantes.

This article is from: