El Isleño 169

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HABLA EL GOBERNADOR

SALA DE CRISIS

EMPATÍA VIRAL

SOLIDARIDAD

AGUA SALADA

RUEDA POR EL MUNDO...

ENTIDADES EN FAVOR DE LOS MÁS VULNERABLES

EL SABOR DEL ARRECIFE

El periódico de San Andrés y Providencia Año 08 - Nº 168 - Abril 2020 - Circulación Regional - Valor: $2.000 Pesos - www.elisleño.com - Tel: (57-8) 512 7981 - San Andrés Islas, Colombia - ISSN 2339-4463

SEGURIDAD ALIMENTARIA: EL DESAFÍO POSPANDEMIA

RESILIENCIA INSULAR

EDICIÓN ESPECIAL EN CUARENTENA ESCRIBEN: EDNA RUEDA MARIA MATILDE ETHEL BENT JANETH RAGA CLAUDIA SARMIENTO ANA I. MÁRQUEZ GERMAN MÁRQUEZ JULIÁN PRATO NADIM MARMOLEJO OSWALDO SÁNCHEZ JORGE SÁNCHEZ IVAN SAMIR BILLY LUNAZZI ELLIOT HOWARD


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Everth Hawkins: responsabilidad, un tema de todos.

Sala de crisis.

Este primero de abril se confirmó por parte del Ministerio de Salud la existencia de un segundo caso de Covid-19 en San Andrés. Por eso, el gobernador Everth Hawkins Sjogreen se pronunció nuevamente, instando a los residentes de la isla a acatar el decreto nacional de permanecer en sus viviendas para evitar una propagación mayor del virus; y explicó, además, de qué forma se entregará asistencia alimentaria a los sectores más necesitados. (Resumen de medios) Con respecto al segundo contagio confirmado, una persona de 31 años no residente en la isla y que se encontraría realizando trabajos transitorios para una empresa local, el primer mandatario aceptó que es creciente la preocupación por tratarse de un caso adicional en un área de tan sólo 27 kilómetros cuadrados. “Aun cuando este nuevo caso no está relacionado con el primero que se presentó en San Andrés, evidencia que el virus está en el Departamento y ello tendrá incidencia en el tema de salud pública, lo cual terminaría complicando las cosas, Dios no lo quiera, pero tenemos que ser realistas frente a lo que puede pasar”, afirmó Hawkins Sjogreen. Igualmente, el gobernador manifestó que se activó la denominada ‘Sala de Crisis’, un protocolo determinado para la contención del Covid-19 y para tomar decisiones en materia epidemiológica en torno a este nuevo caso y en general, al manejo de la pandemia en el territorio insular. Entre otras potestades, el Gobierno asume el control de la red de salud, tanto pública como privada; y establece –bajo los lineamientos de la Secretaría de Salud Departamental– cómo deben operar. Para el caso puntual del nuevo caso detectado, un equipo de trabajo identifica las líneas de contacto que pudo tener la persona infectada, realizando las muestras respectivas con toda la reserva del caso; a fin de evitar –según el gobernador– que suceda algo similar a lo que le ocurrió al primer contagiado, cuya identidad se filtró y no fue bueno para él ni para su familia. Ayudas alimenticias Hawkins Sjogreen también se refirió a la entrega de bonos alimenticios y de mercados, en varios sectores de la isla; recalcando que aquellos que él personalmente direccionó fueron dona-

dos por organismos privados como Cotelco (Capítulo San Andrés), la Cámara de Comercio y otros empresarios, quienes depositaron en él la confianza para hacerlos llegar a buen destino. Al respecto, estas entidades gremiales habían anunciado con antelación la campaña ‘En San Andrés todos somos uno’, para movilizar la solidaridad social invitando a las personas a adquirir mercados de $ 30.000 (en el Supermercado El Punto) que serían entregados a sus destinatarios con el apoyo de la Gobernación Departamental. Al mismo tiempo –explicó Hawkins Sjogreen se tiene estipulado entregar desde la Gobernación, alrededor de 7.500 bonos que incluyen a beneficiarios del Sisben, Colombia Mayor y otros programas sociales del Estado; además de pescadores y agricultores debidamente registrados en listados oficiales. “Intentaremos llegar a un máximo alcance de beneficiarios, para ello estamos

gestionando más de 20 mil mercados con la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres, y de esa manera suplir las necesidades básicas de la mayor cantidad posible de personas durante esta cuarentena”, aseguró el mandatario. Seguridad alimentaria y cordura Así mismo, indicó que de común acuerdo con la Capitanía de Puerto, se está contemplando la posibilidad de que varios propietarios de lanchas turísticas, frenadas en su actividad económica por la crisis generada en el sector, puedan transformar su objeto social siquiera temporalmente, y se les permita salir a pescar. Adicionalmente se les está subsidiando con un bono de 100 mil pesos semanales, para que puedan faenar y traer pescado para sus familias y vecinos. En relación a los ‘bloqueos’ de vías que se vienen presentando y la afluencia de personas en las calles que continúan sin entender la gravedad

y las decisiones que se están tomando para frenar la propagación del virus, dijo que es inadmisible que haya quienes se movilicen por la isla sin darse por enterados de la delicada situación que atraviesa la sociedad y que, por eso, se dictaron medidas de estricto control a la circulación de personas. Y subrayó: “Procederemos a levantar hasta el último bloqueo de vías, porque el orden público no se puede ver perjudicado por las razones que sean en una situación como esta, desacatando las medidas sanitarias impuestas. En estos momentos de emergencia, impedir la libre movilidad es causal para ser judicializado”, advirtió, agregando: “Caminaremos los barrios con la Occre, casa a casa, para exigir los documentos de las personas; hay quienes no tienen derecho de estar en la isla y sabemos que, muchos de ellos, son los que están alterando el orden público”. Por último, el primer mandatario de los isleños instó a acatar las disposiciones nacionales, departamentales y municipales para evitar más contagios y reafirmó: “Estamos haciendo lo humanamente posible para suplir las necesidades básicas de la población, tengan paciencia, este gobierno no los va a defraudar. Plegaria con todos El mandatario de los isleños siempre se ha mostrado como un practicante y convencido hijo de Dios, por eso dice: “No dejo de pedirle a Dios que nos ayude mucho a superar esta situación. Reitero que en estas circunstancias debemos permanecer unidos y solidarios, sin que prevalezca el pensamiento político, a no ser que sea para sumar soluciones a esta crisis que nos aqueja”, por eso se muestra dispuesto a hablar con todos los sectores. “Este es un tema que nos va a afectar en varios ámbitos, en la armonía social, en la economía, en la seguridad… Este es un tema de todos”, puntualizó.


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Frente al COVID-19 y otros desafíos como la seguridad alimentaria

Resiliencia insular Durante estos días que estamos viviendo han crecido en las mentes de las personas del Archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina, así como en el mundo entero, reflexiones sobre los asuntos que realmente son cruciales para nuestras vidas y bienestar. Textos y fotos: Julián Prato Valderrama Las necesidades básicas para la vida y el bienestar toman el papel que se merecen en la conciencia global y local: la salud, alimentación y servicios básicos, son protagónicos. En el territorio insular donde la mayoría de los alimentos y combustibles son ahora importados del continente (cerca del 90% se traen ya sea Cartagena, Centro América o Norte América), los mecanismos de producción local toman mayor importancia, sobre todo en escenarios donde el transporte puede verse afectado por restricciones por mal tiempo en el mar o temas de salud pública como el COVID 19. Y más allá de preguntas ante escenarios hipotéticos como ¿Qué pasaría si las embarcaciones no pueden zarpar y traer alimentos y/o combustibles a las islas?, lo cual puede generar cierta inquietud e incertidumbre, resulta productivo pensar en ¿Qué cosas son importantes fortalecer y cómo podemos ser más resilientes bajo estas posibles circunstancias? con el fin de invertir más en ese tipo de soluciones y estar mejor preparados. Tanto para el tema energético como para el de la producción de alimentos la respuesta es diversificar las formas de producción, claramente la generación local de energía se puede fortalecer aprovechando fuentes de energía como el sol y el viento, volviendo al Archipiélago más auto sostenible y resiliente. Muchas familias en estos días probablemente se han abastecido y en los congeladores guardan recursos valiosos para el bienestar, así mismo sería muy importante contar con un sistema de producción de energía solar o eólica que al menos garantice que esos congeladores puedan seguir funcionado incluso si el sistema central de energía llega a faltar temporalmente. Yendo aún más profundo en nuestro bienestar más básico y necesario, volvemos a la necesidad primordial más importante, la producción de alimentos y el agua. Respecto al recurso hídrico se pueden mencionar varios mecanismos como la protección y manejo sostenible de los acuíferos y la disminución de la presión sobre el recurso por el sector turismo, con un uso más responsable e instalación de soluciones como plantas desalinizadoras de bajo impacto ambiental. En cuanto a la producción local de alimentos, resulta necesario recuperar el conocimiento tradicional y ancestral de los agricultores raizales y enriquecer esos conocimientos con técnicas innovadoras de cultivo con mínimo consumo de agua dulce, fomentando la producción sostenible de frutas y verduras a escala local avivando también el intercambio comunitario de productos, la solidaridad y cooperación. Si bien surgen varios temas más y posibles alternativas de solución, cabe resaltar la importancia de la producción local de alimentos basada en nuestro mar, donde la pesca artesanal es y ha sido protagonista

y tal vez la principal fuente de proteína de las islas desde tiempos ancestrales. Ya sea con Reel, trolling, línea de mano o arpón, bajo condiciones normales, el mar ha sido fuente clave para el bienestar, alimentación y economía en el Archipiélago. Más aún bajo escenarios donde se disminuye o se interrumpe el flujo de alimentos desde el exterior, la pesca resulta ser crucial. Y es ahí donde poder tener un mar sano y productivo es clave, por esto la base para nuestro propio bienestar y supervivencia la aporta el mar y sus ecosistemas: arrecifes de coral, manglares, pastos marinos, ecosistemas de profundidad y mar abierto. Los corales conocidos en ocasiones como ‘piedras’ son animales vivos que forman estructuras 3D de diferentes formas y tamaños acumulando Carbonato de Calcio que es el mismo material de nuestros huesos, estas estructuras sirven de refugio para peces como pargos, jureles, chernas y loros, que los protegen de depredadores como barracudas y tiburones y que además albergan peces más pequeños que sirven de alimento o que son juveniles de estas especies que al crecer pueden ser consumidos por las personas. Según estudios realizados en el Archipiélago por la Universidad Nacional, Sede Caribe, en sitios donde hay más corales que aportan mayor complejidad 3D (complejidad topográfica), se encuentra más cantidad de peces (abundancia) y mayor biomasa (peso de pescado vivo). Así mismo, publicaciones como las realizadas por Rogers y colaboradores (2014), investigadores de la Universidad de Queensland (Australia) y Exeter (Reino Unido), demuestran que en zonas protegidas en las Bahamas con mayor complejidad 3D arrecifal, hay también mayor abundancia y biomasa de peces. Esto significa mayor cantidad de alimento que se puede obtener por la pesca gracias a corales en buen estado. Ellos igualmente predijeron que una pérdida de complejidad arrecifal podría causar una reducción de más del triple en la productividad pesquera. Por estas razones, resulta razonable entender que invertir en fortalecer y proteger los arrecifes coralinos en el Archipiélago, es invertir en nuestro propio bienestar y en la capacidad de las personas del Archipiélago para obtener su propio alimento del mar, como quien invierte en su cultivo o en su finca para poder comer y vender los productos (sin incurrir en la sobrepesca). En síntesis, todos podemos contribuir a invertir en esta ‘granja’ natural común que ofrecen los ecosistemas marinos y que aporta beneficios para todos. Invertir en fortalecer y cuidar nuestros arrecifes, manglares, pastos marinos y territorio marítimo, es clave para la supervivencia y bienestar en el Archipiélago y para ser más resilientes frente a desafíos como las contingencias por COVID19 y el cambio climático, entre otras. (*) Julián Prato Valderrama: Biólogo Marino MSc, Estudiante doctorado Universidad Nacional, Sede Caribe, San Andrés.


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Front a dih COVID19 ahn dih ada chaleng dem laik dih food sequiurity

Insular Risiliensy Dih tings weh wii deh liv tude, put wii fi tink pan dih tings weh riily impuortnt ahn weh beta fi aal a dih inhabitant faahn San Andres, Providence, ketlina ahn iivn dih worl. Tings laik dih biesik niid, helt, dih sorvis dem ahn dih welfier kom op pan aal ah wii main. If wi nuotis dih majority a dih tings dem weh wi gat hierso iina dih archipielago, laik fuud ahn dih ail dehn kom awie fram Cartagena, central America ahn dih U. S. Bai Julian Prato Valderrama Dih difrent wie fi prodyuus tings hier iina dih ailant kom op pan wii main ahn wii kyan sii seh wi limitid meny taim chruu dih bad weda or laik nou dis ting weh dehn kaal dih korona vairus (COVID 19) gat meny a wii deh ron bies tude die. Diis dah som a dih kwestyan dem weh kom pan wi main: weh wii hapm if non a dih buot dem kyaan go out go luk fuud or ail fi dih ailant? Dis kayn kriet som dout iina wii main but at dih siem taim ih kayn mek wii tink iina wan pasitiv wie: wat kuda help aal a wii iina dih ailant wen diis tings hapm? Wat dah dih bes solushan fi aal demya problema weh wii gat? Dis wie a tinkin kayn help wi saalv dih problem dem, fain solushan ahn ih wi mek wi pripier fi eny fyuutio problem. Dih ansa fi dih problem iina dih ailant hav tu du wid ekonomy, fuud ahn energy, in ada tu daivorsifai dih wie dat wi prodyuus, bitout depen pan jos wan suors, dis wi wek os bikom muo resilient. Falowin dis aidia, wan alternativ. Wan alternativ kud bii dih solar ahn briis sistem energy. Dis wi mek wi bikom sostienabl ahn wid dih kapasity to adap ahn saalv aal a wii problem dem. Meny a dih famaly dem diis dies deh bai op som guds bikaas a dih kraisis weh wi deh liv. Som a dih tings weh dehn bai dehn put ih op iina dih frij. Demya family tude kuda mek yuus dih solar system or dih wind powa fi help preserv dih fuud bitout in kies dat dih lait plaant stap work. Mek wi tink likl muo diipa. Wen wi tink bout betament wi mos go bak pan wi biesik niid dem, laik wen wii prodyuus wii uon fuud ahn wata. Taakin bout dih waata, wii kyan tink pan sevral opshan fi protek dih waata aanda dih ort ahn ridyuus som a dih presha weh resolt fram bringin tuu moch tuoris. As wan alternative, disya praktis shuda bii muo sostienabl ahn les maasiv. Also bai yuusin som desaliniehsan plaant could help weh mou frenly wid dih envayament. Bai dih wie ah mos seh dat ih very impuortant fi rekova dih ansestral tradishan dem ahn go bak go praktis farmin wid help a madern technology weh dehn yuus iina agrikoltio fi kultiviet a long wid a mínimum yuus af rien wata, dehn kyan plant som fruut trii ahn vigitebl lokaly, ekschieng guds ahn praktis solidarity ahn kooperieshan. Dis bring op a lat a aidia ahn som pasabl solushan, bot dih ting dah wen wi tink pan fi wi sorvaival wi mos also kansida go bak tu som tradishonal praktis, laik fishin iina dih sii, bikaas dis dah wan a dih prinsipal suors af protein weh dih ansesta dehn yuustu liv aafa. Wen wi fishin wi kyan yuus difrent metod laik, fishin wid lain,

fishingon, etc. disya praktis dah wan kii fi owa welfier ahn ekonomi wen wi hav gud weda. Ih kyan help wi fi pripier fi wen no fuud kyaan kom iin faahn otsaid a dih ailant, somting laik weh wi deh fies tude iina dih archipielago bikaas wi deh dipen pan dih ship dehn fi bring iin fuud ahn ail. Wan helty sii dah dih bies a dih welfier ahn sorvaival, as wel as dih sorvaival a dih koral, siigras, mangroov dem ahn dih ekosistem fram dih sii. Dehn somtaim kaal dih koral dem rak, bot dem dah no rak, dehn gat laif, difarent shiep ahn saiz dehn rich wid kalsium, dis siemting weh wi buon dem gat iin. Dis karboniet kalsium deh iina dih wait san pan dih biich dem. To dih ada han plenty spiisis a fish dem (laik dih yalatiel, snapa, parat fish, jacks and yong fish) liv mongs dih koral fih protek demself fram predators as dih shaak ahn dih baarah. Akadin tu som investigieshan bai dih Universidad Nacional de Colombia Sede Caribe, enyweh yu fain plenty koral yu wi also fain a pail a fish, dih siem wie so ada poblikieshan fram Rogers ahn kompany (2014), dih investigieshan dem fram dih Universidad de Queensland, Australia ahn Exeter, U. K., shuo das dih protekted zuon dem fram Bahamas wid moch kompleksity 3D coral riif, gat a pail a fish siem wie. Adawais dih investigieta dem fain out dat wen dih koral dem get damij ahn wen dehn luus 3D pan dehn stroktio wi kaas a signifikant dikriis pan dih amount a fish prodokshan iina dih sii. Dis miin seh dih muo wi fain dih koral dem iina gud kandishan, dih muo wi fain fish, ahn muo fuud fi dih fish dem ahn also muo fuud fi wii tu. Iin ada word, dih koral dem dah dih huom a dih fish dem. Fi disya riisn, if wi mek mou invesment tu bil op ahn protek dih koral riif dem iina dih archipielago, dih siem wie wi wuda deh inves iina owa welfier bai sikyorin wi fuud iina dih sii. Disya praktis dah jos laik wen yu gat wan faarm ahn yu plaant yu kyan iit aafa ih ahn also sel (bitout eksageriet deh ouva fishin). Aal a wii kayn invest iina dis faam ahn aal a wi kyan win aafa ih. So wi niid tu invest mou taim ahn efuor fii tek kier a dih mangroov, dih riif ahn dih siigras dem, dis dah wan kii praktis fi owa uon sorvaival ahn welfier iina dih archipielago ahn iina dih fyuutio wii wi bii iebl tu adapt tu eny problem ahn fain solushan tu dem ahn also fies som adversity laik dih COVID19 ahn dih sodn chienj a klaimit. Transliet bai: lic. Vinburn Davis creador de material didáctico en creole. Profesor de kriol en Infotep


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Reflexión sobre la seguridad y soberanía alimentarias en las islas.

Pandemia y futuro

Independientemente de lo que pueda ocurrir con la pandemia en el Archipiélago, hay una cosa cierta y es que el turismo, que era su base económica, ha colapsado y tardará en recuperarse. Así que es urgente pensar de qué y cómo se va a vivir. Para contribuir a ello proponemos el análisis de un aspecto muy básico: el relacionado con la pesca y las actividades agropecuarias como actividades alternativas, fundamentales para mantener la seguridad alimentaria y el bienestar de todos

Por: Germán Márquez[1] y Ana Isabel Márquez[2] En este momento, después de la salud, lo más importante es el abastecimiento básico de alimentos, la seguridad alimentaria, que ya se empieza a ver afectada por el incremento de los costos de los productos. Sin turismo y, por lo tanto, sin ingresos monetarios, ¿cómo podrán mantenerse los habitantes de estas pequeñas islas? Podría esperarse que el Estado provea, pero esta es una opción incierta y limitada, así que es urgente pensar en alternativas. Las islas tienen en este campo una relativa ventaja y es que la pesca, incluidas las de caracol y langosta, ofrece un suministro básico de comida de alta calidad y, siempre y cuando se manejen con el debido cuidado, en cantidades adecuadas. Esto abre varias opciones, pero ante todo plantea la necesidad de asegurar que estos recursos no se agoten, sirvan ante todo al Archipiélago y dejen de ser extraídos con destino a otras partes. Así que una medida importante es definir formas de manejo y regulación de la pesca, para garantizar tanto su disponibilidad como su sostenibilidad. Porque cuando la pesca

sea una de las pocas fuentes de ingresos de las islas, podría también darse el caso, ya existente, de que se sobreexploten los recursos, en detrimento de su sostenibilidad. Así que hay que pensar en que el recurso debe reservarse para los habitantes del Archipiélago, a través de la pesca artesanal, que podrá abastecerlo y generar algunos excedentes monetarios. Lo que no se puede permitir de ninguna manera es que el 80% de la cuota pesquera sea para pesqueros industriales que ni abastecen a las islas ni dejan sus ingresos en ellas; si algo se ha de exportar, que los ingresos sean para los isleños necesitados de ellos. Quizá esta sea la oportunidad, ya planteada por diversos actores en distintos escenarios, de convertir al Archipiélago en un territorio exclusivo de pesca artesanal, y acabar de una vez por todas con la pesca industrial, una actividad que, desde su base, va en contravía con el modelo de desarrollo sostenible que plantea la Reserva de Biosfera, un modelo que se requiere como nunca poner en práctica. Así que es urgente reglamentar la pesca y asegurarse de que sea para beneficio local; no nos podemos dar el lujo de

sobrexplotarla y menos de hacerlo en provecho ajeno. Otro renglón urgente es el de la producción de alimentos que complementen de manera adecuada la alimentación. Las islas son en estos momentos muy dependientes de las importaciones de comida, por lo cual hay que pensar seriamente en orientarse a algo lo más parecido posible a un autoabastecimiento, por razones ya expuestas, pero que vale repetir: no podemos quedarnos esperando que la comida llegue de otra parte, sobre todo si no hay con que pagarla. Así que tenemos que producir comida y por fortuna podemos hacerlo. De hecho, ya se produce gran cantidad en las islas, tanto San Andrés como Providencia y Santa Catalina; pero necesitamos producir más. Una primera medida es garantizar y proteger la que ya se produce, sobre todo en los patios (yards) de las casas, muchos de ellos verdaderos huertos frutales. En Providencia estamos esperando una enorme cosecha de mangos que de seguro ayudará mucho al abastecimiento familiar; en San Andrés los árboles de fruta de pan también producen en grandes cantidades y casi continuamente. Pero esto no basta; es necesario desa-

rrollar un programa de seguridad alimentaria que se preocupe de cuidar estas y otras especies vegetales y animales y garantizar su productividad. Quienes tengan ya algo productivo deben cuidarlo y, quienes tengan donde, deben sembrar nuevas plantas alimenticias. La llamada agricultura urbana también debe estimularse. No deja de ser un problema el agua, tan escasa en estos meses, pero para ella también es posible pensar soluciones. Hay varias especies que deben cuidarse: los cocos, necesarios también para obtener aceite de cocina, de los cuales deberían sembrarse más; los diferentes frutales que hay que cuidar y multiplicar: tamarindo, guayaba, ciruelas y, podría decirse en especial, aguacates, papayas y guanábanas; animales domésticos, como vacas, cerdos y gallinas, que ya se crían y consumen; y silvestres como el cangrejo, la iguana, el hikiti, y las tortugas marinas. En el caso del cangrejo y las tortugas es posible adelantar acciones muy concretas de recuperación y repoblamiento, ya identificadas y que se facilitan en este momento de necesidad; con las acciones debidas, que deberán ejecutarse con conocimiento e implementarse con rapidez, podremos no solo contribuir a


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resolver el problema alimentario previsible, sino volver a comer cangrejos, tortugas e iguanas sin remordimientos de conciencia. Recordemos que estas especies han sido parte histórica de la mesa de algunos, pero bien manejados, y esto es clave, pueden contribuir a la alimentación de muchos. Con ello también se recuperan productos que han sido parte del sistema agroalimentario del pueblo Raizal, hoy debilitado, pero no extinto, que pueden garantizar una buena provisión de alimento de alta calidad, al tiempo que contribuyen a la diversidad. Un buen ejemplo de ello es el guandú o gungú, fácil de cultivar y que puede garantizar un abastecimiento satisfactorio de proteína vegetal de alta calidad; en Providencia ya están sembrando. Se requiere, reiteramos, un gran proyecto de seguridad alimentaria que se ocupe de estas y otras muchas cosas, como el mercadeo, con base en una planificación cuidadosa a partir del diálogo de saberes entre el conocimiento local y tradicional que poseen nuestros pescadores y agricultores y el científico y técnico. Este proyecto generaría oportunidades de empleo para muchos que lo están perdiendo en esta crisis, y rescataría, antes de que desaparezcan, conocimientos y prácticas para producir comida que aún conservan muchos de nuestros pobladores. Con esto Providencia y Santa Catalina podrían tener seguridad y

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soberanía alimentaria y prepararse para ser, cuando el turismo se recupere, proveedoras autosuficientes que, además, envíen sus excedentes a San Andrés y a otras regiones, tal como ya lo hicieron hace más de cincuenta años. Con nuevas tecnologías y nuevos conocimientos, en diálogo con los conocimientos y prácticas ancestrales, es posible plantear un modelo sostenible que garantice unos mínimos de bienestar para los habitantes de las islas. A San Andrés quizá le sea más difícil autoabastecerse, por su gran población, pero sin duda podría mitigar su dependencia e incluso autoabastecerse por la baja de la demanda turística y en el caso, no improbable, de que muchos de sus actuales habitantes decidan abandonarla ante la falta temporal de oportunidades. Además, un proyecto de seguridad y desarrollo alimentario debería adelantarse aún en el caso muy poco probable de que no suceda nada, para lograr cambios que permitan que la recuperación no se limite a un retorno al modelo preexistente, que tampoco era adecuado ni es deseable. Además, porque este también debe ser el momento de entender la importancia de una economía diversificada, que no depende de una sola cosa (el turismo), sino que, al tener múltiples entradas, es capaz de adaptarse con mayor facilidad a situaciones de crisis. Y que la seguridad y la soberanía alimentaria son fundamentales, porque es la única manera de

garantizar que podremos mantenernos con bienestar, incluso en las circunstancias más adversas. Es el momento de reorientarnos hacia el modelo de Reserva de Biosfera, un ejemplo de convivencia de la sociedad con la naturaleza. En las islas hay instituciones capaces de liderar un proyecto de esta naturaleza; estamos pensando, en especial, tanto en la Gobernación como en la Alcaldía, en Coralina, SENA, INFOTEP y en la Universidad Nacional, Sede Caribe. Y en las islas existen organizaciones locales y vivimos muchas personas, y nosotros nos incluimos en ese listado, que estamos en condiciones de prestar apoyo científico y técnico fundamentado en el conocimiento de las realidades locales; ojalá este potencial se aproveche para así generar empleo y mantener en las islas la experiencia que se adquiera. Además, no debe ser difícil, dadas las circunstancias, obtener los recursos necesarios, que no son excesivos, por ejemplo, a través de proyectos de regalías o de recursos propios, si se entiende la profunda importancia de lo que aquí se está señalando. Algo muy significativo es que debe empezarse pronto y actuar con rapidez, pues la producción agropecuaria y la re-

cuperación de recursos pesqueros son procesos que toman tiempo, y la crisis ya está aquí. Cabe pensar, por último, que opciones similares existen para las diversas partes del país y del mundo que hoy enfrentan el ataque de la actual pandemia, pero que además tendrán que estar preparados para estas y otras amenazas, como las derivadas del cambio climático. En la recomposición social y económica que le espera al mundo, seguir dependiendo de las exportaciones de comida es un riego que nuestras islas y nuestro país, que con la abundancia de recursos que poseen, no tienen que sufrir, pero si pueden, en cambio, aprovechar. Las crisis representan problemas, pero también oportunidades, como se ha dicho más de una vez; las que aquí se plantean son algunas que creemos pertinentes porque, según la sabiduría popular, hay que esperar lo mejor, pero prepararse para lo peor. Lo peor incluye una situación alimentaria muy difícil, que podemos evitar. Dentro de lo mejor, podemos esperar seguir comiendo tan bien y aún mejor que antes y encontrar formas alternativas de vida, que garanticen nuestro bienestar. [1] Fundación Sea, Land and Culture Old Providence Initiative [2] Profesora, Universidad Nacional de Colombia, Sede Caribe.


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‘Empatía Viral’ *, un eco en forma columna que trascendió fronteras

Rueda por el mundo… A propósito del suceso global en que se convirtió ‘Empatía Viral’, la publicación que realizó para este medio el pasado 14 de marzo, la escritora y columnista habitual de EL ISLEÑO, Edna Rueda Abrahams, dialogamos sobre lo que representó para ella, mostrar las virtudes que incluso una pandemia como el Coronavirus puede traer consigo. Un texto, convertido ahora en audio, que trascendió con la velocidad de la luz fronteras idiomáticas y que ofrece algo de esperanza en estos momentos de zozobra universal.

Por Janeth Raga Edna es una médica psiquiatra sanandresana, quien por diferentes circunstancias ahora reside en la ciudad de Barranquilla. Las letras la han acompañado desde siempre, pero hace algunos años se tomó el tema mucho más en serio; tanto así que en 2019 vio la luz su primer libro ‘Me voy conmigo’ y este año, fue una de las invitadas al ‘Hay Festival’ y a la Feria Internacional del Libro de Bogotá (evento suspendido por cuenta de las medidas de contención del virus). Al otro lado de la línea y con el desparpajo que la caracteriza, la escritora manifestó sentirse abrumada ante las innumerables reacciones que despertó su texto y sobre todo, con los mensajes que ha recibido de felicitaciones y muestras de cariño, de lectores desconocidos que la localizaron a través de las redes sociales. Un texto que alzó vuelo “Todo esto ha sido abrumador, estoy tratando de contestar las decenas de mensajes que he recibido de personas desconocidas, desde Canadá hasta La Patagonia, literal. Y trato de responderle a todos, porque siento que cuando alguien se conecta conmigo diciéndome que leyó mi escrito, está buscando una respuesta que no puede ser genérica; espera una con su nombre”, dijo Rueda Abrahams. La escritora manifestó que esta época ha sido de mucha reflexión y le ha servido para hacer bastantes contactos. Precisamente, a raíz del éxito de su columna, tendrá en pocos días una entrevista para un medio de comunicación boliviano; fue contactada por un locutor de Discovery Channel y por agentes cinematográficos, quienes están interesados en hacer un corto animado basado en el texto. Asimismo, a solo cinco días de haber sido publicado, el texto ya había sido traducido al italiano y al portugués; compartido por rabinos en Israel, sacerdotes en Colombia y leído en grupos de oración. Además, recibió una propuesta que haría aún más viral, su impacto en las redes sociales: añadirle audio. “Al responsable de la idea, Didier Rojas (en Facebook, ‘Didier Voice’) no lo conozco. Él me escribió un par de días después de la publicación, pidiéndome autorización para poner su voz al texto, a lo cual accedí; lógicamente sin dimensionar el boom que este audio generaría”, explicó la autora. La magia de la ‘Empatía Viral’ La escritora aun no asimila el impacto que ‘Empatía Viral’ despertó en lectores de múltiples latitudes; incluso cuenta orgullosa, que el propio cantautor panameño Rubén Blades, compartió dicho mini-video en su fan page el pasado 18 de marzo. Las reacciones (más de 2.500 solo ese día) no se hicieron esperar.

“Cuando escribí el texto fue pensando desde lo local, desde el sentir de una sanandresana. Al decir por ejemplo, que ‘tu vecino tenga agua’, me refería al sector de La Loma en San Andrés; o aquello de ‘dejará de importar si no entendía tu forma de vida’, hacía referencia a las diferencias religiosas que conviven en la isla… …Pero nunca lo pensé a nivel tan macro como se está moviendo hoy, salvo en el tema de las guerras y suponiendo que un gran aliado podría ser Nicaragua si pasa algo en el archipiélago; aun cuando tenemos un conflicto limítrofe, el de Managua sería el hospital más cercano –más que el de Cartagena– en caso de ser necesario”, enfatizó Rueda Abrahams. La autora también comentó, que varios conocidos le informaron que el texto ya se está reenviando omitiendo su nombre; a lo cual responde: “ese texto ya no es mío, haz de cuenta que hiciste una cometa súper bonita y se te voló. Ahora todo el que quiera la ve y ya no puedes pelear con el viento porque se la llevó lejos, diciendo que es tuya”. De la inspiración En cuanto a cómo surgió la temática de su columna, espacio en EL ISLEÑO conquistado desde hace casi 10 años, Edna dijo que para ese sábado tenía pensado algo muy diferente. “Me iba a despachar con una serie de preguntas dirigidas al público en general, con cuestionamientos que tengo al Gobierno sobre el sistema de salud en San Andrés; y en marco de una audiencia judicial que tendría lugar por estos días en el Tribunal de la isla. Pero conversando con varios amigos, de manera presencial y por chat, sobre cómo se estaban cayendo varios negocios relativos a lo cultural –medio en que más me muevo ahora– y que nos hicieron a varios modificar los planes para este año, repensé lo que está por venir, lo qué originaba el virus y el hecho de que nos estaba afectando a todos, sin exclusión. El virus dijo –prosigue–: ‘Vamos a buscar algo que tengan todos… ¡las babas!’ Y ello nos dejó con las manos atrás, máxime cuando una superestrella de Hollywood como Tom Hanks, dio positivo para Coronavirus hace unas semanas. Entonces nos dijimos, si ellos no se pudieron proteger con todos los millones de dólares en su cuenta bancaria, esto llegará a todo mundo”, acotó. De esta manera, Rueda Abrahams

consultó textos de la Organización Mundial de la Salud para no caer en imprecisiones y al investigar que la población en más riesgo eran los adultos mayores, por ahí empezó a hilar su escrito. También recordó cuando estalló la crisis de la salud en el Departamento Archipiélago en 2017, cuando escaseó algo tan básico como el esparadrapo. Se cuestionó qué habría pasado de anunciar en ese entonces, la propagación de una pandemia como la actual. “Creo que lo que le pasa a San Andrés, con esta falta generalizada para ponerse de acuerdo en las medidas de protección ante el virus, es porque tiene el espíritu suicida del que sabe que no hay medicinas. Muchos piensan incluso, ‘¿Yo para qué me cuido si no hay agua potable?’. Por otra parte, da rabia que haya personas que todavía se sientan inmunes, cuando ampliamente se ha difundido que los síntomas son los mismos para todos, que la p o s i b i l id ad de contagio es igual. Ese es precisamente el espíritu del texto: un llamado a que a las buenas o a las malas te vas a tener que preocupar por tu vecino; a tener mayor consideración por los ancianos”. Cuándo las palabras se tomaron su vida? Para finalizar la charla, Rueda Abrahams –que es fruto del mismo árbol que la novelista isleña Hazel Robinson Abrahams– reveló que empezó a escribir siendo una niña. “Realmente la medicina fue una desviación; fue lo contrario a lo que le pasa a la mayoría de la gente que primero comienza con su vida algo ‘chueca’, pero que después se endereza y termina una carrera decente. A mí me pasó al revés”, explicó. Y agregó que comenzó a escribir cuentos en un diario personal a los siete años, cuando todas las cosas que ella quería que le pasaran, les ocurrían a sus personajes. También recalcó que su mamá tuvo una clara y fuerte influencia en su camino literario.

los 40 años y ya la vista no le funcionaba tan bien a esa edad; por vanidad ella no quería usar gafas, así que me ponía a mí a leer en voz alta sus libros. Tanto así que tuve en mis manos ‘La Metamorfosis’ de Kafka a los 10 años”, comentó la autora. Ella comenzó el oficio de escribir en la universidad hace 25 años aproximadamente, y al terminar la carrera de Medicina lo consideró simplemente como un hobbie que mantuvo varios años porque, dicho en sus palabras, San Andrés no le daba muchos referentes para saber que hay gente que vive de escribir; que eso puede ser una profesión. “Así que cuando me especialicé en Psiquiatría en Buenos Aires (Argentina), empecé a publicar en las redes sociales estados humorísticos, o a controvertir en política. Y apareció un señor argentino, escribiéndome desde San Andrés: figúrese a una sanandresana que residía en Argentina, proponiéndole escribir para un medio de comunicación en mi isla; esa persona fue Eduardo Lunazzi, director de esta casa editorial. Al principio no lo podía creer, que alguien se interesara en lo que escribía y sobre todo, que siempre me permitió ser muy libre en mis propuestas. Durante cinco años que estuve en Buenos Aires, fue muy cómodo porque escribía desde el anonimato; yo decía lo que fuera y nadie decía nada porque no me veían. Pero la cosa cambió cuando regresé a la isla, porque ahí si le veía la cara al político con el que controvertía; o estando en mi propia casa, la gente me expresaba si le gustaba o no lo que publicaba. Ponerle la cara a lo que escribes ya es otro nivel”, añadió Rueda Abrahams. Después llegaría otra persona con una influencia fuerte sobre las decisiones de la escritora, en el ámbito literario: la también escritora y gestora cultural María Matilde Rodríguez –directora de la Feria Insular del Libro de San Andrés (FILSAI) –, quien le ofreció su mirada crítica, cuando se publicaban sus textos en EL ISLEÑO. “En ese entonces no nos apreciábamos tanto, así que su opinión era muy valiosa porque sabía de la objetividad de su crítica; así que me pidió una selección de cuentos, a la que le hizo un nuevo filtro. Lo que quedó se convirtió en mi primer libro, el cual estuvo guardado casi dos años y medio buscando quién se animara a hacerlo una realidad, siendo en la feria FILSAI, cuando aquello fue posible.

De un lado, al ser licenciada en Lingüística y Literatura, su madre además de juguetes le compraba libros de aquellos con imágenes que sobresalían de las páginas al abrirlos (hoy se les conoce pop-up books). Por eso, a la edad de tres años, Edna ya leía el Quijote de la Mancha en un texto con caricaturas.

Por eso digo, e insisto, que le publiquen a uno no es un favor, es un honor. Porque la publicación no es solo una consecuencia de que tú escribas, no se trata de una simple ecuación. Se trata de una elección que por algún motivo de peso alguien decidió realizar. Por lo tanto, estoy inmensamente agradecida”, concluyó.

“Otro factor que influyó, fue que mi mamá comenzó con la licenciatura a

(*) Lea ‘Empatía Viral’ en la página 24 de esta edición.


Ilustración: Temis Rodríguez

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Sectores productivos examinan medidas para solventar la crisis.

¿Mensaje en botella? La emergencia sanitaria producida por el COVID-19, ha implicado, no solo para el Gobierno Nacional, sino para todas las administraciones municipales y departamentales, y por ende a todos sus representantes, una búsqueda con frenesí de alternativas para garantizar la salud y mitigar los efectos económicos que sin duda afectarán todos los sectores.

A raíz de ello, los representantes a la Cámara, Elizabeth Jay-Pang y Jorge Méndez han encarado conversaciones con el Gobierno Nacional, junto con líderes de distintos sectores, para solicitar e insistir en medidas para solventar las sucesos colaterales que los planes para evitar la propagación del Coronavirus han generado en el archipiélago de San Andrés y Providencia.

Estas iniciativas, que han sido acompañadas por representantes de la Cámara de Comercio, Comité Intergremial y Productivo del Archipiélago (Cipar), la Asamblea Departamental, Coobusan y otros grupos como la Posadas Nativas Asociadas y el colectivo ‘Raizal Indigenous Musicians Movement’ (RIMM) entre otros; aún no han sido respondidas concretamente por el Gobierno, informó Jay-Pang mediante un comunicado divulgado en los últimos días .

Solicitudes: van y…

Por ventanilla…

Entre estas, se pidió, en primera instancia al Viceministro de Transporte, Juan Felipe Sanabria Saetta, el aumento del subsidio del combustible para las islas, para que de esta manera se abarate el transporte marítimo y poder impactar en los costos de los productos de primera necesidad.

Por esta razón, a cambio, se presentó a través de la Ventanilla Única Virtual de la Presidencia bajo el radicado No.

Así mismo, se solicitó garantizar la salida de embarcaciones de carga que abastecen la isla desde los diferentes puertos del país y la ‘desdolarización’ de las tarifas portuarias para lograr también abaratar los fletes y a su vez los productos del mercado.

EXT2000032805 y también –a través de WhatsApp– al mismo presidente; una carta con la que se busca una respuesta oportuna a estas medidas propuestas ante una posible curva de crecimiento que pueda tener el COVID-19 en las islas. Teniendo en cuenta que San Andrés es un territorio que depende casi en muy buena parte del turismo, una de las economías más afectadas por la actual crisis, estos actores y otros más del sector productivo, presentarán ante el gobernador un documento con nuevas solicitudes para que sean elevadas al Gobierno Nacional. “La idea es que estas propuestas que hemos venido construyendo se incluyan en el paquete de medidas que ha adoptado la Presidencia de la Republica para hacerle

frente al COVID-19 garantizando la salud, la empleabilidad y la economía de los hogares isleños”, explicó JayPang Díaz, mientras alistaba otra propuesta más enérgica y determinante desde las islas Amanecerá y veremos… No interconectados. A estas iniciativas hay que agregar la no menos importante y sustancial misiva enviada el pasado 26 de marzo por el gobernador Everth Hawkins al presidente Iván Duque, solicitando la financiación de 18 meses a tres años, a usuarios que presenten mora en el pago del servicio de energía eléctrica para su reconexión, como también el incremento del tope del consumo básico subsidiado de energía. Un ambicioso, pero imprescindible requerimiento teniendo en cuenta lo que viene para esta zona aislada (no interconectada) del territorio nacional.


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Entidades públicas y privadas se unen en favor de los más vulnerables

Solidaridad

Habiéndose cumplido una semana del aislamiento preventivo obligatorio, como medida principal para evitar la propagación del COVID-19, han sido varias las instituciones que se han sumado a iniciativas solidarias, como entrega de mercados y agua potable en carro tanques para solventar la situación de las familias más desfavorecidas en el Departamento. Resumen de actividad.

Redacción) La Gobernación Departamental, con la colaboración de la Policía Nacional, ya empezó el ciclo de ayudas en San Andrés, dirigidas especialmente a la población más vulnerable, entre ellas: adultos mayores, agricultores, pescadores artesanales, madres cabeza de hogar, personas con discapacidad, comunidad LGTBI, y niveles de Sisben 1 y 2 por debajo de los 50 puntos. Aquellos grupos que por su condición no puedan salir de casa, se les hará llegar una bolsa de mercado, mientras que al resto le serán entregados unos bonos para ir a reclamarlos en algunos establecimientos de la isla. Alcalde casa a casa En Providencia, el alcalde Norberto Gari Hooker, ya inició con la entrega de cerca de 600 kits de mercados, dirigidos especialmente a las personas más vulnerables del municipio, como la población de adultos mayores y en situación de discapacidad. Además de estos dos grupos vulnerables, la administración municipal estudia extender estos beneficios a grupos como los taxistas, toda vez que el cierre del aeropuerto decretado como medida de contención del Coronavirus y la no llegada del catamarán, el gremio está pasando por momentos muy difíciles. Por su parte, la Policía Nacional en conjunto con el Tabernáculo Apostólico de Fe, también se ha sumado a esta iniciativa, con la entrega de más de 300 mercados, con

productos básicos de la canasta familiar, a habitantes de escasos recursos de los sectores de Natania, Loma Atlántico, Bight, San Luis, Cove y Top Hill (Radar) El ICBF presente El Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), se sumó al llamado de solidaridad con la entrega de 1.804 canastas reforzadas. “Con esta entrega estamos garantizando la seguridad alimentaria de las familias en el Archipiélago. Esta semana entregamos las canastas en San Andrés y el viernes en el Municipio de Providencia y Santa Catalina”, sostuvo el Director Regional del ICBF, Juan Carlos Bonilla Davis. La ola de iniciativas de ayudas también llegó al Club Rotaract de San Andrés, quienes manifestaron ponerse al servicio de las islas, con la colaboración de la comunidad, para poder vencer la crisis generada por el COVID-19. Para ello, dispusieron de un link a través del cual se podrán hacer donaciones que serán destinadas a la compra de mercados para familias de la isla y equipos de protección médico para el personal del departamento. Enlace del link: https://rotaract4281.org/sanandresislas/ La hotelería da la mano Y, a pesar de ser uno de los gremios más afectados por la situación actual, el sector hotelero también se ha sumado a las iniciativas de apoyo social, evocando la solidaridad de sus afiliados. Así lo afirmó Juan Carlos Osorio, presidente de la Asociación


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Hotelera y Turística de Colombia (Cotelco) regional. En efecto, el dirigente gremial anunció la campaña ‘En San Andrés todos somos UNO’, cuyo objetivo es invitar a las personas a comprar un mercado de $ 30.000 en el Supermercado El Punto, de Sarie Bay y así ayudar a alguien más que lo requiere. Al respecto, la Cámara de Comercio y Cotelco San Andrés y Providencia, ya adquirieron una buena cantidad de dichos mercados que serán entregados a sus destinatarios con el apoyo de la Gobernación Departamental. Veolia y Hoteles Dorado De otra parte, una vez anunciados los cien mil litros de agua potable diarios que ya empezó a entregar Veolia a personas no usuarias del sistema de acueducto, la empresa turística de las islas Dorado Hoteles, puso a disposición de la compañía el uso de sus carro tanques para hacer más fácil la entrega del preciado líquido. “Con esta alianza lo que estamos buscando es que todos los isleños, aún sin ser usuarios de Veolia, cuenten con agua potable para poder enfrentar de una mejor manera la emergencia sanitaria”, explicó Elizabeth Young, Gerente de Veolia Aguas del Archipiélago. Los sectores que ya han sido beneficiados de esta alianza son: Tablitas, Cesar Gaviria, Zarabanda, Nuevo México y viviendas de Linval & Cove que no están conectadas. El propósito es que todos los ciudadanos cuenten con agua potable durante este periodo de aislamiento preventivo obligatorio decretado por el gobierno nacional, que además se agrava con la sequía normal de este periodo del año en las islas. “Queremos agradecerle a Veolia por traernos este preciado líquido, así ya estamos

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preparándonos mejor para lo que viene”, manifestó Lizbeth Cuellar, habitante del barrio Las Tablitas quien fue beneficiada a través de esta alianza de compromiso social. Fuerzas Militares todas a una. Por último, cumpliendo con el propósito de asistir humanitariamente a la comunidad e incrementar la salubridad de sus entornos durante esta declaratoria de emergencia causada por el COVID-19, la Armada de Colombia, Ejército Nacional y Fuerza Aérea Colombiana (FAC) han entregado más de 415.000 litros de agua en diferentes barrios de San Andrés. Además de estas acciones, cuyo fin es prevenir y contrarrestar la propagación del coronavirus en el archipiélago, Infantes de Marina, soldados del Ejército Nacional y de la Fuerza Aérea Colombiana, en coordinación con la Policía Nacional, siguen realizando patrullajes y puestos de control en diferentes sectores de la isla, para garantizar el cumplimiento del aislamiento preventivo obligatorio decretado por la Presidencia de la República. Igualmente, la Estación de Guardacostas de San Andrés realiza patrullajes constantes, para evitar el tránsito de embarcaciones no autorizadas en el departamento, y hacer cumplir estos protocolos de contingencia, para evitar la propagación del COVID-19. Asimismo, los tripulantes de la Estación de Guardacostas de Providencia y el Puesto Naval Avanzado No. 21, han estado realizando patrullajes marítimos permitiendo el arribo de embarcaciones de carga con víveres necesarios para el abastecimiento de la comunidad en las islas, así como haciendo las respectivas inspecciones para mitigar eventuales problemas sanitarios.


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Llamado a la reflexión El aislamiento en los hogares, según recomiendan los expertos, debe servir como espacio para la reflexión y el replanteamiento de distintos aspectos a fortalecer en nuestras vidas. La desolación retratada en las playas de esta impactante postal captada por Ethel Bent… No ver un alma en el sector de Sprat Bight, la peatonal y sus alrededores, debe llevar también a las autoridades, empresarios y prestadores de servicios, a un profundo análisis individual y colectivo sobre la manera en que explotamos a nuestra reserva de biosfera Seaflower y dar paso, por fin, al llamado e implorado Turismo Sostenible. B.L.

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Foto: Ethel Bent


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Países Bajos firmarían cooperación para recuperación de zonas costeras.

Renace la esperanza El lunes 16 de marzo pasado, mientras en el ámbito oficial –que incluye al diplomático, desde luego– se evaluaban de las medidas especiales encaminadas a contener el ‘tsunami’ del Coronavirus; otro fenómeno, pero de carácter ambiental, era inspeccionado por una misión holandesa motivada para una visita técnica a la Reserva de Biosfera Seaflower: estamos hablando del asunto de la crítica erosión de las playas y el litoral costero de San Andrés.

(Redacción ambiental) El objetivo de la visita, adelantada por una comisión de expertos dentro del programa de ‘Cooperación Delta’ entre los Países Bajos y Colombia, fue identificar las necesidades y alcance de una posible y futura asistencia técnica del Gobierno de los Países Bajos, como contribución a la implementación del Plan Maestro de Erosión Costera (PMEC), ya formulado para Colombia en el año 2017. La misión contó con la participación de representantes de la Embajada del Reino de los Países Bajos y del Consorcio ColomboHolandés; de la Dirección General Marítima (DIMAR); la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD); la Gobernación del Departamento Archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina; la Alcaldía de Providencia y Santa Catalian; la Banca de Desarrollo Territorial (Findeter) y la Corporación Ambiental Coralina. Se tuvo además, la participación de funcionarios de Aquabiósfera y de miembros de la Asociación de Ingenieros y Arquitectos de San Andrés (AISA). La agenda celebrada incluyó temas relacionados con medidas de prevención, mitigación y control de erosión costera en áreas priorizadas en el mencionado PMEC, la identificación de proyectos en curso o propuestos para el área marino-costera de las islas de San Andrés y Providencia; como también la presentación de experiencias exitosas e innovadoras de los Países Bajos relacionadas con proyectos de erosión costera y recuperación de playas, bajo el principio de ‘Construir con la Naturaleza’. Se espera que a partir de la exploración de las posibles alternativas de cooperación presupuestadas, se logre concretar un plan sólido, sustentable y confiable de trabajo que, entre otras variables, posibilite la asistencia técnica del gobierno holandés en los proyectos de recuperación de las zonas costeras de las islas que, como de todos es bien sabido, se encuentran altamente erosionadas.

Al fin y al cabo… ¿quién desconoce en las islas que este loable y necesario objetivo ya fue convertido en proyecto oficial hace añares, que contabilizó varias intentonas que se malograron por diversos motivos y que –lo peor–contó de manera recurrente con epílogos frustrantes para la comunidad?

Cuando la historia se repite… Como se recordará, un completo diagnóstico de las playas de San Andrés fue elaborado por la Universidad del Norte y entregado (luego de una prolongada y dilatada espera) en noviembre de 2010 (hace 10 años) al gobernador de entonces, Pedro Gallardo Forbes. En dicha iniciativa participaron desde luego otras entidades, como el tristemente célebre Fondo Financiero de Proyectos de Desarrollo (Fonade), quien contrató su realización. Pero también lo hicieron el Instituto de Hidráulica e Ingeniería de Ríos y Costas (IDEHA) de la Universidad del Norte, el Instituto de Investigaciones Marítimas y Costeras (Invemar); las universidades de las Islas Baleares (Palma de Mallorca) y la Católica de Valencia; además de la Dirección General Marítima y Coralina, entre otras. La iniciativa para realizar dicho estudio, nació de la inquietud presentada por el ente territorial al Gobierno Nacional en 2008, ante el creciente deterioro –por efectos de la erosión– de la vía circunvalar, especialmente entre los sectores de Sound Bay y Elsy Bar. En otras palabras, el mismo escenario en el mismo lugar, con las mismas consecuencias sociales y ambientales, claro está: sensiblemente agravadas por el paso del tiempo. La elaboración del proyecto contó entonces con el respaldo decidido del entonces Viceministerio de Turismo, Oscar Rueda y se preveía, además de la recuperación de la vía hacia San Luis, la valoración de las playas de North End, afectadas por el debilitamiento de la barrera coralina, el ascenso del nivel del mar y el impacto ambiental de la acción humana sobre el litoral.


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La transformación energética de las islas.

‘Be Energy’ alza vuelo La iniciativa ‘Be Energy’, una apuesta del Gobierno Nacional a través del Fondo de Energías No Convencionales y Gestión Eficiente de la Energía (Fenoge), ha logrado el despegue de la transformación energética en el archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina.

Se trata del primer y novedoso piloto de esta entidad adscrita al Ministerio de Minas y Energía, financiado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) que implementa una diversidad de proyectos en eficiencia energética y uso de Fuentes No Convencionales de Energía en la reserva de la Biosfera Seaflower.

-IMPORTADORA ANGAR, Avenida La Jaiba. Tel: 5123799 -JUANCHO GONZALES DO IT CENTER, Barrio Rock Hole. Tel: 5126516 -ALMACEN ISLA HOGAR, Avenida 20 de julio, El Emperador. Tel: 5122389

El Programa ‘Be Energy’ se ha posicionado en el archipiélago a través de la generación de buenas prácticas y hábitos de consumo al interior de la comunidad, generando a su vez empleo y mano de obra calificada dentro de las islas. Por un lado, con el proyecto de sustitución gratuita de bombillas se ha logrado cambiar cerca de 74.000 bombillas ineficientes por bombillas eficientes, beneficiando alrededor de 12.500 usuarios residenciales de los estratos 1, 2 y 3, de los cuales 6.000 corresponden a la población raizal. El proyecto estima una reducción de energía en 10 GWh para el 2022, energía suficiente para abastecer a más de 53.000 viviendas por un periodo de un mes. De igual forma, se espera una reducción de 6.255 Toneladas de emisiones de C02, lo que equivale a la siembra de más de 3.127 árboles. Auditorías y capacitaciones

-ALMACEN WALID, Avenida Los Libertadores. Tel: 318707825 -GRUPO LITORAL, Vía San Luis, sector Bight. Tel: 5125731 mentación de dichos sistemas presenta una capacidad de generación de 65 kWp, es decir, un equivalente a encender 57.000 bombillas por un periodo de un mes. La Sede RADAR de la Fuerza Aérea Colombiana (FAC) inició como entidad piloto del proyecto, y hoy en día cuenta con los beneficios de una fuente alterna para la generación de energía. Por su parte, entidades como el ICBF, Armada Nacional, INFOTEP, SENA, Institución Educativa Sagrada Familia, entre otras, serán participes durante el presente año de los beneficios de la implementación y uso de fuentes no convencionales de energía.

Por otro lado, el Programa Be Energy incluyó la realización de auditorías energéticas y reemplazo de equipos ineficientes por equipos eficientes en 14 entidades oficiales de las islas. Con la sustitución de dichos equipos, el proyecto estimó una disminución de 19.172 kWh/Año en materia de consumo de energía, y una reducción de 5,04 Toneladas en emisiones de CO2, promulgando la sostenibilidad y el desarrollo energético de las islas.

Como parte de la estrategia del Plan de Comunicaciones, Promoción y Posicionamiento del Programa, ‘Be Energy’ desarrolló una serie de capacitaciones sobre ahorro y uso eficiente de la energía a más de 1.500 personas. Las capacitaciones estuvieron dirigidas a entidades oficiales, usuarios residenciales, usuarios comerciales, centros educativos y comunitarios, y en general, a la totalidad de la población del archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina.

De igual forma, dentro de las líneas del Programa se encuentra en ejecución un proyecto cuyo objeto es la instalación de Soluciones Solares Fotovoltaicas - SSFV en 10 entidades oficiales del archipiélago. La imple-

Así mismo, se encuentra en ejecución el proyecto “Be Energy/Be Home”, el cual consiste en la sustitución de electrodomésticos como neveras, aires acondicionados y luminarias, y un aporte para la adqui-

sición de extractores eólicos. A través de este proyecto, se pretenden beneficiar alrededor de 2.370 usuarios, de los cuales 1.339 deberán pertenecer a la población raizal. El beneficio consiste en un aporte parcial en dinero para la adquisición de equipos, cuyo fin es adelantar la reconversión tecnológica por medio del reemplazo de equipos de refrigeración, ventilación e iluminación por equipos de alta eficiencia en términos de consumo de energía eléctrica. ‘Be Energy/Be Home’ es liderado por un Consorcio que cuenta con el respaldo de GRUPO LITORAL quienes serán los encargados de su ejecución e implementación. En este sentido, la comunidad podrá ser parte de esta iniciativa que ofrece subsidios de hasta el 30% para usuarios de los estratos 1, 2 y 3, o hasta el 15% para los estratos 4, 5, y 6 y sector comercial. Por consiguiente, invitamos a todos los interesados a visitar nuestros puntos de atención distribuidos tanto en la Isla de San Andrés, como en las Islas de Providencia y Santa Catalina. PUNTOS DE ATENCION San Andrés -INVERSIONES INNOVATION ,Avenida Libertadores.Tel: 318 5172700

Providencia -B&Q CENTER, Santa Isabel. Tel: 5148854 Hoy por hoy, la comunidad reconoce ‘Be Energy’ como un Programa transversal y exitoso que servirá de modelo para ser replicado en distintas zonas del país, y prepararnos para la denominada: transición energética. Las alas de Be Energy Como parte del proyecto Be Energy, la Fuerza Aérea Colombiana (FAC) trasladó hasta Bogotá más de 40 neveras de diferentes familias, que serán chatarrizadas por su alto consumo de energía. Posteriormente serán sustituidas por nuevas unidades. En efecto, con la participación empresarial del Grupo Litoral, las familias sanandresanas podrán recibir nuevos electrodomésticos con mejor optimización de recursos energéticos. A propósito, el gerente del holding Víctor Henao, manifestó que estas iniciativas consolidan una alianza en favor del medioambiente, que permitirá hacer disposición final, no solo de equipos de refrigeración, sino también de iluminación y ventilación, entre otros. “Se realiza el transporte a través de la FAC que nos ayuda con la evacuación de residuos de la Isla. Llevar neveras que han sido recogidas a 40 familias que fueron beneficiadas con el subsidio para adquirir nuevos equipos de alta eficiencia”, afirmó Henao.


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El plan del Gobierno Nacional para conectar mejor al archipiélago.

¿Será que ahora sí? La ministra TIC, Sylvia Constaín, resaltó que con su implementación se generarán las condiciones adecuadas para alcanzar la equidad en materia de acceso a la información en la isla. La inversión del proyecto es de 32.000 millones de pesos. Reacción El Ministerio de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (MinTIC) presenta el ‘Plan San Andrés Conectado’, el cual busca mejorar las condiciones de conectividad y fortalecer la transformación digital en el Archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina. Este plan empezó su implementación en el 2019 e irá hasta 2022. Despliegue de redes móviles Con el fin de mejorar la cobertura móvil en la isla, se realizará la actualización tecnológica de las redes del servicio móvil, permitiendo así pasar de cobertura 2G y 3G a 4G. Esto será posible gracias a la asignación de la subasta del espectro en la banda de 700 MHz, realizada el 20 de diciembre del 2019. Adicionalmente, como resultado de este proceso, fueron seleccionadas dos localidades para la ampliación de cobertura del servicio móvil en la Isla. Al respecto, la ministra TIC, Sylvia Constaín, afirma que “el objetivo del Gobierno nacional es asegurar las mismas oportunidades para todos los colombianos. Como resultado del proyecto de conectividad móvil más importante del país, San Andrés se modernizará y tendrá más y mejores servicios de comunicaciones. De esta manera, promovemos la equidad en todo el territorio con el acceso y el aprovechamiento de las herramientas tecnológicas”. Acceso a internet Mediante la iniciativa de fortalecimiento a la industria local de telecomunicaciones, se realizó la instalación de 22 espacios abiertos de conectividad (17 para San Andrés y 5 para Providencia), los cuales ofrecerán una capacidad de descarga de 5 Mbps (mayor a la existente en el mercado que es de hasta 1 Mbps), y contarán con una fracción de gratuidad en el

servicio. Esto permitirá fortalecer la industria local de telecomunicaciones en la oferta de soluciones de mejor calidad, gracias al modelo de aporte que incentiva la generación de un esquema sostenible y dinamiza el mercado local. A su vez, se prestará el servicio de internet gratuito a largo plazo en doce instituciones públicas entre las que se encuentran escuelas y guarniciones militares, fortaleciendo de esta forma la soberanía del archipiélago. Igualmente, se está trabajando en la estructuración de la segunda fase que busca extender la operación de estos espacios hasta 2030.

de innovación y la oportunidad de presentar su emprendimiento ante expertos y recibir realimentación. Las empresas del archipiélago que sean evaluadas satisfactoriamente tendrán la oportunidad de recibir entre 20 y 60 millones de pesos en asesoría estratégica. Por otra parte, a través del sitio web www.apps.co, los emprendedores de la isla pueden acceder a siete cursos virtuales gratuitos en habilidades TIC que ofrece la entidad en alianza con Platzi. Los contenidos corresponden a áreas de programación básica, marketing voz a voz, fundamentos de ingeniería de software, marca perso-

vicios y efectuar transacciones en línea. Medios públicos Como parte fundamental del plan, se inició el proyecto de conservación y preservación del material audiovisual del canal Teleislas, el cual permitirá garantizar la existencia de 24.655 unidades audiovisuales que hacen parte del patrimonio histórico y cultural del archipiélago. Finalmente, se fortalecerá la infraestructura técnica y civil de la sede del canal Teleislas a través de la construcción de una nueva sede, cumpliendo así con los requerimientos adecuados para su funcionamiento. El ombligo digital

Por otro lado, se llevará el servicio de internet fijo con tarifas sociales a 660 hogares de estratos 1 y 2 internet con tarifas preferenciales, gracias a la asignación de 132 Mbps (megabits por segundo) a la Gobernación. Economía Digital Con el objetivo de contribuir con el mejoramiento de la economía de la isla a través del uso estratégico de las TIC, desde el ministerio se están promoviendo varias iniciativas para lograr que los sanandresanos logren negocios más exitosos. En la actualidad, se encuentra abierta la convocatoria ‘Aldea Naranja TIC’, iniciativa que ofrece a los beneficiarios un diagnóstico inicial sobre el nivel

nal, Git y Github, introducción al financiamiento de startups e introducción al Marketing Digital. Pensando en los más pequeños, se desarrolla la estrategia ‘Programación para niños y niñas’ que busca facilitar el acceso a las mejores prácticas en la integración de la enseñanza innovadora y de vanguardia en codificación, de manera que se impulsen y fortalezcan las competencias TIC de los docentes y estudiantes beneficiarios de esta iniciativa. A través del proyecto ‘Tiendas virtuales 2.0’, se continuará facilitando el acceso, uso y apropiación del ‘eCommerce’ en las micro, pequeñas y medianas empresas colombianas, a través de soluciones tecnológicas que les permitan comercializar sus productos o ser-

La isla de San Andrés se encuentra interconectada con el territorio continental colombiano a través de un cable submarino de fibra óptica que fue financiado por el Fondo de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones, mediante el Contrato de Aporte 331 de 2009, suscrito con la empresa Energía Integral Andina (EIA), con una inversión de $54.290.121.004 COP (cifra equivalente a $77.781.456.838 pesos de 2019). La capacidad del cable responde a un mínimo de 80 Gbps y, de acuerdo con el contrato, la capacidad efectiva mínima de transporte, distribuida en 16 módulos de transporte (STM1, cada uno con una tasa de bits de 155,52 Mbps) que el operador debía dejar disponible desde el inicio de la fase de operación era de 2.5 Gbps, de la cual se reservó para uso del Gobierno Nacional 648 Mbps, que a la fecha ya ha sido asignada en su totalidad entre las instituciones públicas del archipiélago. El plazo de operación de esta infraestructura se estableció en 180 meses (hasta 20251). Por su parte, hasta el cierre de 2017, la capacidad disponible de transporte sobre el cable había superado el 90% de su ocupación.


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Proyectos antes y durante el aislamiento…

La Cámara de Comercio no se detiene La Junta Directiva de la Cámara de Comercio, su Presidencia Ejecutiva y su equipo de trabajo; entregaron un resumen informativo en el que describe la marcha de importantes proyectos ejecutados por la entidad en la actualidad y que a pesar de la coyuntura mundial provocada por el Covid-19, buena parte de ellos continuarán en ejecución a través de la modalidad ‘no presencial’. Aquí están, estos son… Fábricas de productividad El objetivo es reducir costos y tiempos de producción en las empresas participantes, optimizar el uso de energía, mejorar la calidad en sus procesos, aumento de la rentabilidad en sus empresas en mínimo un 8%. En este proyecto se cuenta con la participación de cuatro empresas del Archipiélago: tres en San Andrés y una en Providencia. La Presidente Ejecutiva en compañía de la jefe de Promoción y Desarrollo, dieron lugar al encuentro de ‘Fabricas de Productividad’ acompañados por las cámaras participantes y precedido por iNNpulsa, mostrando resultados y exaltando la participación de por primera vez en el proyecto una empresa de Providencia. En el marco de ello, la Presidente Ejecutiva de la institución participó en un diplomado en Georgia Tech, Atlanta, por medio de ‘networking’ y ‘bootcamps’, en el cual se obtuvieron nuevas herramientas para el desarrollo de la próxima fase. Alianzas para la Innovación Alianza para la innovación – Región Caribe, es un programa que busca fortalecer e impulsar, empresas que desarrollen un bien y/o servicio innovador y va dirigido a las micro, pequeñas y medianas empresas, con el fin de que estas sean más competitivas en el mercado, tengan escalabilidad y sobre todo sean sostenibles en el tiempo, la finalidad del proyecto es crear un prototipo liviano del bien o servicio para las empresas participantes. Se inició este 2020 con alianzas para la innovación fase V, contando con la participación de tres empresas del Departamento. La jefa de Promoción y Desarrollo sostuvo reunión en la isla el pasado 03 de marzo con los participantes del proyecto en el desarrollo de sus mentorias personalizadas, con el operador del proyecto (Genie Latam). Acelera Archipiélago Persigue aunar esfuerzos para acelerar el crecimiento de emprendimientos innovadores con potencial de alto impacto en las regiones de Colombia a través de la implementación del programa en mención, tendrá una duración de 14 meses, que empezaron a transcurrir desde diciembre de 2019.

Este proyecto logrará impactar a 35 emprendedores, con los cuales se desarrollará el proyecto y de estos se seleccionarán 10 finalistas. El pasado 24,25 y 26 de febrero, en la ciudad de Cali se realizó una transferencia metodológica, a la que asistieron de parte de la entidad el director de Desarrollo Empresarial, la jefe de Promoción y Desarrollo y la analista del proyecto. Se obtuvieron resultados positivos debido a que se conoció a fondo los por menores del proyecto y a su vez el contenido y metodología para la puesta en marcha. Adicionalmente, la entidad se encuentra trabajando en la generación de tres proyectos adicionales que serán desarrollados en el transcurso del 2020. Clúster Naranja Implementación y transferencia de metodología para construir capacidades regionales en la identificación y desarrollo de clusters, y el diseño de modelos de negocio. Aldea Con Aldea, los empresarios y emprendedores de las regiones serán el centro y emprenderán una aventura de conexiones donde: * Tendrán la oportunidad de contar su historia y expresar el tamaño de sus sueños a una comunidad creada para conectarlos con sus metas. * Podrán relacionarse con una comunidad de expertos y aliados que los retarán a actuar en grande y conectarse con asesores que los ayudarán a superar obstáculos y crecer. * Recibirán una llave de acceso que les permitirá acceder a servicios especializados a la medida de sus necesidades y al alcance de su modelo de negocio. * Encontrarán cursos virtuales gratuitos de formación que se encuentran disponibles en el ecosistema nacional e internacional, para que sigan aprendiendo sin parar. * Y si realmente lo que necesitan para despegar es capital, podrán encontrarlo gracias a una comunidad de conexiones que iNNpulsa Colombia ha venido promoviendo durante los últimos años.


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MARIAMATILDE RODRÍGUEZ: dos relatos cortos, iluminados del alma en la cuarentena.

Ni a irse, ni a quedarse… El último crucero

Carnaval y pandemia

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í, es extraño que suceda en cuaresma. cuarenta días con sus soles y sus noches. No soy religiosa, pero estoy asustada. En los aviones rezo, me persigno, y me encomiendo. Cuando aterrizo se me olvida. Llegó el virus y como en los aviones tengo miedo. Nadie va sentado a mi lado, nadie dice que me calme y vamos volando bajo.

esquinas hasta el parque Simón Bolívar. No hay inocencia en los gestos, ni en los disfraces, pero hay bondad y tal vez alegría. El simbolismo es rimbombante: el escape de Aida, los gemelos desnudos, un guerrillero resucitado, caricaturas políticas, arte pop y algunos saltimbanquis. La pequeña flauta kogui brillaba como una vena que ofrecía el dolor necesario en medio de la fiesta.

–¿Por qué te quedaste?

L

a gigantesca embarcación zarpó con la despreocupación infantil que tienen los circos de pueblo. Miles de turistas con cámaras al cuello se despidieron para internarse en el oficio de conocer el mundo sin abandonar la comodidad del barco. Después de ese viaje nunca más volverían a ser los mismos.

Cuando se hizo el anuncio, la población entera sintió el escalofrío de la decisión. Las personas deambularon dentro de sus cuarentenas pidiendo perdón con el escudo del bien común. Las mujeres agitaron pañuelos negros despidiendo la grandeza de la verdadera piedad y la mayoría de los medios de comunicación se apresuraron a juzgar o En el revés de la imagen, hordas de avalar la decisión. migrantes viajan apeñuscados en botes de salvamento esperando la Sin duda, este hecho marcará nuesbuena voluntad del país que quiera tro destino, no porque se escogiera recibirlos. Huyen de la xenofobia, la salvación, como por ser el único el resurgimiento de los nacionalis- territorio en Colombia que conoce mos, la miseria y la exclusión. Más en carne propia las inclemencias del de 27.000 muertos por año registran aislamiento, la vulnerabilidad y el en total las estadísticas unidas de los abandono. países de destino. Para ellos no hay despedidas ni circo. El ‘Zaandam’ es una isla trasvestida de embarcación. Ahora esperamos Hace un mes el panorama cambió, los resultados de nuestras pruebas. los cruceros se transformaron en Sé que en algún lugar del mundo animales extintos, y los turistas en los que ingresaron como turistas exiliados. Ambos como navegantes desembarcaron como exiliados de la ciegos comparten la misma sangre pandemia. sin destino. Nuestro sistema de salud intenAquel día la Embajada de los Esta- ta ponerse al tanto de la crisis. Mi dos Unidos pidió autorización para tristeza avanzaba y necesitaba conbajar en la isla de San Andrés dos suelo, finalmente lo encontré en el pacientes graves de Covid-19 que ciberespacio, en el abrazo virtual de venían a bordo del crucero ‘Zaan- Amanda: dam’, junto con otros dos mil pasajeros. Los enfermos serían recogidos –¿Viste que decisión tan humanitapor helicópteros de su país –un ges- ria se tomó al no dejar desembarcar to humanitario– recalcaron. en la isla a los pasajeros del ‘Zaandam’? El archipiélago que tiene el peor sistema de salud del país –por razones –¿Humanitaria? –pregunté. que van desde un modelo inventado por vampiros, robos continuos y –¡Claro! si los bajan aqui, en ese hoslocura administrativa–, negó de ma- pital, seguro se mueren nera categórica el desembarco.

El miércoles de ceniza apareció FrancisPrimero por los carnavales, después por co con una cruz en la frente el virus. Voy a esperar para devolverme a padecer lo que queda de la peste en la –Solo sé que durante la cuaresma tienes isla donde Ali baba se robó la plata de la que comer pescado y no debes acostarte salud, las camas y hasta las sabanas de con nadie los enfermos. Extraño el mar como una Con el rostro melodramático sentenció condenada a muerte. que polvo somos y en polvo nos converMi vestuario de carnaval fue una pre- tiremos. Nos reímos durante un rato. monición apocalíptica: Una corona con flores negras sobre un extraño animal Un mes después comenzó la locura por extinto. De la boca del animal bajaba la pandemia. un respirador artificial conectado a un dispositivo con la última planta sobre la –Parecen las escenas de una película de ciencia ficción –son las frases que escutierra: una matica de ají picante. cho a menudo. –Deberías llegar hasta el final del desfile y enterrar una semilla dijo Magola Estamos encerrados. Ignoramos porqué refiriéndose al pequeño vegetal que sa- esta enfermedad se ensaña contra los lía del disfraz, siémbrala, para que esto pulmones convirtiéndolos en piedras. tenga sentido. Luego levantó la falda y continúo danzando en zigzag. La mire Tengo miedo al igual que cuando voy en un avión. Esta vez nadie se sienta a mi incrédula. lado ni me dice que me calme… La gente también bailaba en las aceras de la 17. Rebolo, a diferencia del Tampoco dejo de pensar por qué no resto de la ciudad es un barrio atento sembré la semilla cuando llegamos al a los paisajes que salían de las tres final del desfile.


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A CULTURAL ROUND TRIP FROM ARCHIPELAGO OF SAN ANDRES

Este joven sanandresano, residenciado actualmente en Pananá, nos presenta ‘Agua Salada’, un trabajo orgánico cargado de música natural, amigable al oído, sin complicaciones, e inspirada en el Mar de los Siete Colores. Sus tonalidades, sus sabores, sus recuerdos. Su iluminación creativa.

“De los artistas locales, le gusta y recomienda la música de Elkin Robinson, aunque también le sorprende positivamente el reggae que está haciendo Joe Taylor; y sin mencionarlos, recuerda a los grandes maestros del archipiélago...”


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‘Agua Salada’ de León Cybul Zebede

EL SABOR DEL ARRECIFE haciendo Joe Taylor; y sin mencionarlos, recuerda a los grandes maestros del archipiélago. Su Música León llegó un día con su proyecto al estudio Tierra Roja del productor Alejandro Lagarota en Panamá, quien le abrió las puertas para grabar lo que a la postre se convertiría en ‘Agua Salada’. Aunque el título del proyecto sugiere algo distinto, la verdad es que tiene un sabor dulcecito (sin caer en lo empalagoso), y con su sonido pop y folk encanta por su sonoridad, la calidad de los arreglos y la inspiración lírica (‘Tres días más para estar junto al arrecife…’) . ‘Agua Salada’ y ‘Nieve Cálida’, otro de sus temas, datan de cuando León aún estudiaba, entre 2017 y 2018. ‘Lo mismo que yo’, tiene versiones en español e inglés; al igual que ‘Estar junto a ti’, coescrita y cantada junto a Natalia Pineda, también sanadresana residente en Bogotá.

Por Iván Samir El nombre de Leon Cybul tiene un precedente en San Andrés, al ser mencionado, los isleños y residentes de la vieja guardia, traen a su mente la figura de un carismático comerciante y melómano, que impactó en la vida de los isleños durante los años 80s, cuando activó las ondas-hertzianas con Radio Leda Internacional, emisora de corte musical y noticioso que hizo historia en la isla. Esta nota, no trata sobre el legendario señor Cybul, sino sobre su nieto homónimo y su música que –curiosamente– no suena ni es reconocida en la radio local, pero que por suerte, la podemos escuchar y disfrutar fácilmente en las plataformas digitales. Desde pequeño Leon Cybul Zebede (1997) es un joven compositor, arreglista, pianista y escritor de canciones, que a los seis años de edad fue atrapado por la música. Al fondo de un garaje en su casa, lo encontró su madre después de una hora de buscarlo. Aliviada, lo

Por otra parte, ‘Al Compás de tu corazón’ fue su tema más reciente. Nació en un paseo a la playa y desde un principio tenía claro lo que vio feliz ‘tocando’ un viejo tecla- quería transmitir. Esta canción es do y le preguntó si quería recibir interpretada en colaboración con clases. La siguiente escena muestra la cantante Tinna Rey. al pequeño León, tocando el piano con la guía de la profesora Nidia “Cada canción, es primero como Ramírez en la Casa de la Cultura una película que sucede en mi cade North End, edificación esencial beza. Y luego ese film se convierte que hoy no existe. en música”, dice León, en un menEs un grato recuerdo también para quien fue uno de los últimos talentos que alcanzó a formarse en esta institución isleña. Y donde recibió las bases para lo que escogería como su carrera profesional.

saje de audio, a través de Whatsapp; desde Ciudad de Panamá. Proyección

En cierta medida, su creatividad y talento, se proyectan claramente como su tarjeta de presentación, Estudió Composición para Cine y que le permite exponer y destacar Televisión en el prestigioso Berklee su trabajo enfocado en lo que estuCollege of Music en Boston, Mas- dió y lo que más le gusta hacer, que sachusetts. Tras graduarse, uno de sus primeros trabajos en Panamá y previo a ‘Agua Salada’; lo llevó a colaborar en los arreglos musicales de la exitosa obra de teatro ‘1903: El Musical’. Como inspiración León, reconoce en el mar de San Andrés a una de sus principales fuentes. De la música típica ha interpretado numerosos clásicos del folkor isleño. Y de los artistas locales, le gusta y recomienda la música de Elkin Robinson, aunque también le sorprende positivamente el reggae que está

es componer, arreglar y escribir música; incluso para otros artistas. Leon Cybul no se vislumbra como un cantautor exclusivamente dedicado al ciclo de grabar y lanzar temas, rodar videos, promocionarlos, hacer shows e ir de gira... Algo que con el tiempo y la constante puede resultar agotador y complicado para la tranquilidad y la creatividad de un artista en crecimiento y evolución. “Más que nada, disfruto hacer música, porque le pone una sonrisa en la cara a la gente que yo quiero, los hace felices”, reafirma León, dejando muy clara la motivación por su trabajo, que seguramente le traerá muchas satisfacciones en adelante. (*) El material completo del EP Agua Salada fue publicado el 24 de diciembre de 2019. En conjunto sus tracks suman poco más de 15000 reproducciones solo en la plataforma de YouTube. Primer concierto en público A los 15 años de edad, siendo aún estudiante del Liceo del Caribe, Cybul Zebede, brindó su primer concierto de piano interpretando obras clásicas de artistas como Losif Ivanovichi, Wolfgang Amadeus Mozart, entre otros, y piezas del folklor colombiano de los artistas Carlos Vieco y Fulgencio García. Formado en la escuela de Bellas Artes de la Fundación Casa de la Cultura de San Andrés, con el apoyo de sus padres, el joven León inició sus estudios de piano a los seis años de edad, aspirando siempre a ser un músico profesional. En la foto inferior, Cybul Zebede junto a su profesora, Nidia Romero Guevara; el gobernador (e) de entonces, Abel Archbold Joseph, y el presidente de la Casa de la Cultura, Samuel Robinson Davis.


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Evidencias

En su última confesión semanal del periódico-El Tiempo, el entrañable Juan Gossaín destacó una de las virtudes evidentes, si se pueden llamar así, que está dejando para el planeta y los seres que lo habitamos, la presencia de esta indomable pandemia llamada COVID-19, que tantos muertos deja en su macabra estela, día tras día. Y refiriéndose a su querida Cartagena, el cronista certificó: “La superficie del mar se ve asombrosamente azul y verde en aquella bahía tan familiar, rodeada de edificios, puertos, murallas, y que hasta ahora era un basurero de color barroso”. Desde luego, para los que habitamos en el archipiélago

de San Andrés, las analogías fueron inmediatas. Los hombres de mar de estas islas, los pescadores artesanales, los buzos conscientes y defensores del ecosistema, los valientes guardianes de los arrecifes, los biólogos marinos, los investigadores y, en general, los amigos de nuestra Reserva de Biófera Seaflower, sienten que de alguna manera el tiempo les está dando la razón. No se trata ahora de comenzar a pasar, ni más faltaba, cuentas de cobro a diestra y siniestra sobre lo que tantas veces y hace tanto se viene advirtiendo, incluso desde estas páginas editoriales y de

opinión, acerca de la irresponsable conducta de muchos y la omisiva reacción de buena parte de la sociedad, frente al tema ambiental en las islas. Sin embargo, es de esperar que las realidades evidenciadas frente a las terribles condiciones del cambio climático a que venía siendo sometida nuestra biodiversidad, tengan una atenta y sabia lectura por parte de las actuales autoridades ambientales del archipiélago. De quienes tanto se espera por sus promisorios antecedentes… Tengamos fe en los que conducen el arca y en que su carta de navegación nos lleve a buen puerto. Ob-

servemos con calma y obediencia las recomendaciones universales y locales y, ante todo, confiemos en la obra del Creador. Y claro está: meditemos durante esta cuarentena en qué tanta responsabilidad tuvimos como sociedad en todo lo que está ocurriendo. Quizás así, el generoso y esperanzador mensaje papal y tantos otros que viajan por las cadenas universales de fe, sean al fin una nueva realidad. Y, entonces –como dijo el bueno de Gossain– “ya que no podemos darnos un apretón de manos, terminemos dándonos un apretón de corazones”.

Empatía Viral Y así un día se llenó el mundo con la nefasta promesa de un apocalipsis viral y de pronto las fronteras que se defendieron con guerras se quebraron con gotitas de saliva, hubo equidad en el contagio que se repartía igual para ricos y pobres, las potencias que se sentían infalibles vieron cómo se puede caer ante un beso, ante un abrazo. Y nos dimos cuenta de lo que era y no importante, y entonces una enfermera se volvió más indispensa-

ble que un futbolista, y un hospital se hizo más urgente que un misil. Se apagaron luces en estadios, se detuvieron los conciertos los rodajes de las películas, las misas y los encuentros masivos y entonces en el mundo hubo tiempo para la reflexión a solas, y para esperar en casa que lleguen todos y para reunirse frente a fogatas, mesas, mecedoras, hamacas y contar cuentos que estuvieron a punto de ser olvidados. Tres gotitas de mocos en el aire, nos ha puesto a cuidar ancianos, a valorar la ciencia por encima de la economía, nos ha dicho que no solo los indigentes traen pestes, que nuestra pirámide de valores estaba invertida, que la vida siempre fue primero y que las otras cosas eran accesorios.

No hay un lugar seguro, en la mente de todos nos caben todos y empezamos a desearle el bien al vecino, necesitamos que se mantenga seguro, necesitamos que no se enferme, que viva mucho, que sea feliz y junto a una paranoia hervida en desinfectante nos damos cuenta que, si yo tengo agua y el de más allá no, mi vida está en riesgo. Volvimos a la ser aldea, la solidaridad se tiñe de miedo y a riesgo de perdernos en el aislamiento, existe una sola alternativa: ser mejores juntos. Si todo sale bien, todo cambiara para siempre. Las miradas serán nuestro saludo y reservaremos el

beso solo para quien ya tenga nuestro corazón, cuando todos los mapas se tiñan de rojo con la presencia del que corona, las fronteras no serán necesarias y el tránsito de quienes vienen a dar esperanzas será bien recibido bajo cualquier idioma y debajo de cualquier color de piel, dejará de importar si no entendía tu forma de vida, si tu fe no era la mía, bastará que te anime a extender tu mano cuando nadie más lo quiera hacer. Puede ser, solo lo es una posibilidad, que este virus nos haga más humanos y de un diluvio atroz surja un pacto nuevo, con una rama de olivo desde donde empezará de cero.


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COVID-19 e iniquidad educativa Tras declarar la Organización Mundial de la Salud (OMS) como pandemia el nuevo brote del COVID-19 (coronavirus disease 2019), muchos países y ciudades rápidamente decretaron cuarentena como arma para combatir la enfermedad, llevando a que más de 850 millones de niños y jóvenes queden desescolarizados, buscando protegerlos del contagio, dice la UNESCO. Cuando el gobierno nacional declaró la emergencia sanitaria (Res 385 de marzo de 2020), sobre la continuidad de las clases el presidente dijo: “… no estamos en una declaratoria inminente de suspensión de clases. No se suspenden las clases en colegios, solo se activa el protocolo sanitario”. Pero como “el hombre propone y Dios dispone”, el domingo 15, en alocución al país, la orden fue: “los niños, niñas y jóvenes de instituciones de educación públicas y privadas no tendrán más clases presenciales para proteger la salud de todos”. De inmediato el Ministerio de Educación (MEN) dio a conocer la circular N° 20 del 16 de marzo del presente año modificando el calendario académico, así: Entre el 16 y 27M, ‘desarrollo institucio-

nal’, facilitando “preparar las metodologías para desarrollar actividades educativas de forma virtual”; entre el 30 de marzo y el 19 de abril los docentes entran a Vacaciones. Por tanto, los estudiantes quedaron en vacaciones inesperadas desde el 16M hasta el 19A. También prevé la citada Circular que “teniendo en cuenta la evolución epidemiológica, se determinará la forma de continuidad de las jornadas de trabajo académico a partir del 20 de abril con base en las estrategias preparadas en las semanas de desarrollo institucional”. ¿Será que nuestras Ministra y Secretaria de Educación tuvieron en cuenta que el 95% por ciento de los municipios del país no podrá utilizar la educación virtual y que apenas entre el 21 y 31% de los estudiantes del Departamento tienen Internet y computador en casa, según afirma el Laboratorio de Economía de la Educación de la Universidad Javeriana? Y aquí fue Troya (ubi Troia fuit). Muchos gobiernos responsables y serios, que ya habían adoptado la cuarentena, se apresuraron a llenar el vacío con soluciones de educación a distancia, recurriendo a alternativas de alta tecnología, como clases de vídeo en tiempo real realizadas a distancia; o a opciones de menor tecnología como la programación educativa en canales de televisión o radio. Pero la situación esconde realidades que o se desconocen o se pasan por alto (por lo

menos entre nosotros) con consecuencias nefastas, “muchas de las cuales se extienden más allá del sector de la educación”, reconoce la UNESCO. -El cierre de las Escuelas pone en desventajas desproporcionadas a los estudiantes desfavorecidos, ya que tienen menos oportunidades educativas fuera de la Escuela. Obviamente, familias más pudientes “tienden a tener niveles más altos de educación y más recursos para compensar” la pérdida de clases, afirma Pablo Gracia, investigador del Trinity College Dublin. Por cada mes de cierre, los niños de familias desfavorecidas pierdan el equivalente cognitivo a 4,5 meses, dicen los expertos. -Muchos niños escolares dependen de la ración alimenticia que les proporciona la Escuela para alimentarse de forma saludable. Al cerrarse la Escuela, su nutrición queda comprometida. -Al no tener suficientes opciones para utilizar su tiempo de manera creativa y productiva, cerrada la Escuela, muchos niños y jóvenes quedan a merced de los riegos que los aguardan en la calle. -Se sabe que muchos hogares no están preparados para la educación a distancia desde y en el hogar, y es a ellos a los que pertenecen la gran mayoría de los niños que asisten a la Educación Pública. Agreguemos que muchos padres tienen

educación y recursos limitados, lo cual les impide compensar en casa la ausencia de un profesor, originando una interrupción total del proceso educativo, afirma Andrés Conde, director de la ONG Save the Children. -Acceso desigual a los portales de aprendizaje digital. En Colombia, veinte millones de personas no tienen conexión a internet, y muchos de los que sí la tienen, acceden únicamente a través de celulares, especialmente en las zonas rurales. En este territorio, por el alto costo y su pésimo rendimiento, la virtualidad no es de mucha ayuda. Si agregamos la ausencia de una cultura de Educación virtual en la Escuela Pública, no deben guardarse demasiadas ilusiones de esa clase de formación. Además, de aumentarse el confinamiento crecerá la brecha del aprendizaje porque ya no se trata de tener un dispositivo en casa, sino varios para que todos puedan trabajar, acota Lucas Gortázar, investigador del Banco Mundial. Si de veras importan los niños deberían asegurarse programas de seguimiento y acompañamiento para identificar la situación familiar de los estudiantes y asegurar la permanente comunicación con sus tutores; igualmente, distribuir los PC guardados en las IEs con criterios de equidad, como la ha propuesto ‘Computadores para Educar’, amén de negociar paquetes de datos gratuitos para las familias vulnerables.

Di tradishional hous ¿Cuál es el rol de la Arquitectura en el ámbito de la tutela y salvaguarda del patrimonio cultural Isleño? Es una pregunta que debería levantarse como una gran montaña ante la nariz de todo arquitecto y promotor de proyectos de construcción, justo al momento de concebir un proyecto de arquitectura. No para que esta pregunta represente un obstáculo o una limitante negativa a la hora de desarrollar un proyecto, si no para resaltar la gran responsabilidad histórica que conlleva cada intervención que se haga en el espacio físico. La arquitectura es el arte de proyectar y construir edificios; y por tratarse de un arte, el edificio o pieza de arquitectura debe ser entendido como un documento histórico, que, sin necesidad de palabras, habla de un momento social, económico y cultural en un territorio. Depende netamente del proyectista y del promotor de cada proyecto de arquitectura que, en su calidad de documento histórico, represente una huella o una cicatriz en el paisaje y la historia de un territorio. Representa una huella; cuando el edificio o pieza de arquitectura interactúa de manera amigable con el entorno, cuando establece un diálogo armónico con el

paisaje, cuando se convierte en testigo de la idiosincrasia de un pueblo; como es el caso de la vivienda tradicional isleña ( Di tradishional hous), que nos habla de raizalidad, de costumbrismo, de economías de agricultura y pesca, que nos transporta con el pensamiento a nuestra niñez de juegos en los patios de las casas, que nos evoca buenas épocas del territorio, que resalta la belleza del paisaje y lo inmortaliza en nuestras mentes y que por ende nos hace un llamado a la conservación, porque nos despierta el sentido de pertenencia sobre aquello que amamos y valoramos. O representa una triste cicatriz, cuando la arquitectura irrumpe en el entorno de manera agresiva, arrogante y con ínfulas de grandeza, cuando ignora la escala del territorio, el paisaje, la cultura, el medio ambiente y termina obedeciendo únicamente a motivaciones de índole económico o de poder. Es en este caso, cuando la arquitectura se convierte en un documento que escribe un capítulo de corrupción y falta de control urbano; cuando la arquitectura perpetúa en nuestras mentes un oscuro episodio en la institucionalidad, el cual no quisiéramos ni recordar. Porque no tiene nada que ver con la esencia cultural del pueblo isleño y por que no representa el sentir de los sanandresanos. Sea cual fuere de los dos casos anteriores, la arquitectura es inevitablemente el testigo visible por largo tiempo, de las dinámicas socioeconómicas y culturales de la región y por ello constituye parte del patrimonio cultural e histórico.

Entonces regresando a la pregunta: ¿Cuál es el rol de la Arquitectura en el ámbito de la tutela y salvaguarda del patrimonio cultural Isleño?; no hay una respuesta distinta a la de ‘un rol protagónico’. De ahí la importancia de decidir si queremos que nuestros proyectos de arquitectura sean huella o cicatriz en el paisaje y la historia del territorio insular; desde luego es una decisión que implica un gran reto, especialmente si se tiene en cuenta que el Archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina, ha lidiado históricamente y como consecuencia de las migraciones y la actividad turística; con el fenómeno del multiculturalismo, que no es otra cosa que las convergencia de expresiones culturales de diversas regiones en un mismo territorio; con el agravante de que el territorio del archipiélago es particularmente pequeño, en cuanto escala física se refiere. Si lo que se quiere es evitar que el patrimonio tradicional isleño naufrague en el mar de influencias culturales foráneas; para el caso particular de la arquitectura, el reto consiste en la puesta en valor de los arquetipos tradicionales por encima de los arquetipos foráneos, aun cuando estos segundos ya se hayan inscrito de alguna manera en la historia moderna del territorio, especialmente a través de las dinámicas económicas y sus intereses. Lo anterior no significa que se deba limitar la innovación técnica en el campo de la arquitectura y la construcción, ni

mucho menos evitar el crecimiento económico de algunos sectores; significa: adentrarse en la difícil pero urgente tarea de conciliar las nuevas tecnologías y tendencias en el campo de la construcción, con los sistemas y los arquetipos tradicionales; partiendo del entendimiento del arquetipo tradicional, como aquel que es amigable con el entorno, respetuoso del paisaje natural, que refleja la idiosincrasia del lugar, que respeta la escala territorial, que evoca las más arraigadas costumbres del pueblo raizal, y que genera identificación con lo autóctono y tradicional. Pero sobre todo, significa desarrollar una conciencia y un entendimiento de la gran particularidad física y cultural del territorio Insular y de su naturaleza especialmente vulnerable; estar en disposición de aceptar las implicaciones que en pro de la tutela y salvaguarda del patrimonio se deban asumir. Por ejemplo, el uso de la dimensión turística del patrimonio, no como un negocio redondo, si no como una herramienta útil a la hora de salvaguardarlo. Por último, significa un compromiso económico y social, así como un esfuerzo aunado entre el Estado y el particular en la implementación de políticas claras de protección del patrimonio; pero sobretodo y no menos importante una decisión profesional, de todos y cada uno de los que en sus manos llevan la responsabilidad de incidir de manera permanente en el paisaje urbano a través de sus obras de arquitectura.


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La cultura ciudadana y el Covid-19 Uno de los desafíos concretos que estamos enfrentando los colombianos en esta cuarentena nacional obligatoria es el de entender a cabalidad el concepto de la disciplina, necesaria e indispensable para que no se propague el coronavirus en el país. Es decir, asumir la responsabilidad, individual y colectiva, de quedarse en la casa sin que intervenga autoridad pública, salvo en los casos excepcionales que toda regla concibe en consideración a nuestra condición humana. Un objetivo que implica desmontar de la noche a la mañana costumbres arraigadas, modus vivendi invariables, prejuicios atávicos y criterios que nunca habían sido puestos a prueba de la manera en que está ocurriendo en estos momentos. Por tal razón nos encontramos realizando un ejercicio para el que no estábamos preparados ya que nuestros gobernantes, salvo algunas pasajeras excepciones, nunca han considerado la cultura ciudadana como una materia esencial dentro de sus planes de gobierno. Nuestra cultura popular considerada folclórica e intolerante, atravesada por conceptos que distan de la solidaridad,

empatía y el sentido de pertenencia, se encuentra hoy experimentando una especie de shock eléctrico. Ni siquiera aquellas personas que son admirables por muchas razones se han podido librar de las secuelas destructivas del encierro forzado y se han visto en la calle rompiendo la disciplina que se requiere para que resulten efectivas las medidas en desarrollo que buscan impedir la propagación del Covid-19. En los pueblos y pequeñas ciudades del Caribe colombiano, por ejemplo, esta cuarentena ha tenido un impacto mayúsculo en sus habitantes dadas las condiciones climáticas de la región, pues hay días que la temperatura supera los 34 grados centígrados y esto hace que sea casi imposible soportar tanto calor dentro de la casa. A eso hay agregar la bien enraizada rutina de muchos ancianos, que en muchos sitios constituye la mayoría de la población, de sentarse a la puerta de la casa o la de ir al parque central a compartir con sus coetáneos por la noches, la cual tuvieron que abandonar repentinamente. Sin embargo, son poquísimos los casos que se han reportado de personas de la tercera edad que se han visto involucrados en actos de esta índole, quizá convencidos de la importancia para sus vidas de quedarse dentro de la casa o porque se someten contra su voluntad al control de sus familiares o atendiendo a la experiencia que les dejara la violencia que cundió en muchos pueblos de Colombia donde

fueron obligados muchas veces durante muchos años a encerrarse en las casas por diversas razones. Caso contrario ha pasado con muchos jóvenes y adolescentes del país, que han acabado sucumbiendo a sus instintos más básicos y sus acciones por fuera del hogar en esta primera semana de confinamiento colectivo exigieron la presencia de la policía y algún grado de represión, incluso, en los que hubo exceso de fuerza de parte y parte, desafortunadamente. No en todos, por supuesto. En la isla de San Andrés, en particular, parte de la población juvenil y adulta ha tenido un comportamiento social que denota la nula cultura ciudadana que allí existe. Y es nula porque nunca ha sido considerada una materia importante para incluir en los pensum de las escuelas y colegios o en los planes de desarrollo de los gobernantes locales. Por tal razón, es prácticamente imposible esperar que la ciudadanía de las islas entienda bien la necesidad de unir los esfuerzos y voluntades que imponen una situación como la emergencia sanitaria causada por la pandemia del coronavirus. Por eso la fuerza pública ha tenido que actuar más que en tiempos de guerra. La falta de conciencia ciudadana sobre la importancia por estos días de los conceptos de la solidaridad y el cuidado de unos a otros no va a desaparecer de facto por la amenaza de un liberticida imprevisto

como el Covid-19. Pero representa la ocasión para emprender una tarea que trascienda la crisis, a fin de formar una nueva generación (o, si es posible, reencauzar la actual) que pueda responder con altruismo y sentido de responsabilidad social a exigencias como las que estamos experimentando ahora con esta pandemia. Más allá de los mensajes efectistas o paternalistas del gobernador y demás autoridades de las islas y el continuo llamado a la comunidad a ser solidarios en este crítico capítulo de nuestra historia como país, debe empezarse a reconocer la necesidad de implementar en la ‘pospandemia’ un profundo programa de cultura ciudadana de corto, mediano y largo plazo para desarrollar un conjunto de valores humanos, actitudes, comportamientos y normas compartidas que generen sentido de pertenencia e impulsen el progreso, faciliten la convivencia y conduzcan al respeto del patrimonio común. Sumativo.- Escribe Teresa470 en su ensayo 'Comportamiento ciudadano', publicado en ClubEnsayos.com: "Las conductas de las personas las muestra como son, y todo ello emerge de la educación que han recibido desde temprana edad. Cuando se es habitante de una ciudad, el comportamiento debe estar acorde con tal calidad, pues este lo dignifica o lo empobrece, dependiendo de cuál sea su conducta. Si esta agrede las reglas dadas por la sociedad, estamos ante un desadaptado social".

¿Nuevo comienzo para los isleños después del Covid-19? San Andrés luce detenida en el tiempo sin los miles de turistas diarios. Se respira aire sin contaminación vehicular, no hay brote de aguas residuales ni olor nauseabundo en las zonas turísticas y en los barrios la presencia de la gente en su cotidianidad no revela la aproximación de que somos unos 100 mil habitantes. Los sitios eco turísticos han bajado a cero su carga, resplandece el tono verde de árboles y arbustos y para exhibir los siete colores del mar, las olas en complicidad se han quedado quietas. La vida marina se recrea en su elemento porque no hay ruidos estruendosos de motores fuera de borda, raudas embarcaciones que dejan a su paso rastros de gasolina, ni pesca furtiva avasallante. El buen panorama paisajístico que se observa durante esta cuarentena hace soñar de ilusión por las posibilidades de un verdadero nuevo comienzo, una nueva era para los isleños, que traiga desde lo institucional, ambiental, económico y ciudadano, mejores actos de conciencia, entendimien-

STAFF

DIRECTOR Eduardo Lunazzi EDICIÓN Billy Lunazzi Celis

to y conducta, que garanticen el equilibrio para todos en la frágil Reserva de Biosfera Seaflower. Así como venimos actuando no es sostenible la vida en lo colectivo ni individual. Estamos entrando a una nueva era y no todos somos conscientes de que el mundo está pidiendo a gritos un cambio y la reflexión obligada es: ¿Qué va ser de nosotros, los isleños? Existen a diario enfrentamientos encarnizados de grupos sociales con las autoridades policivas por el derecho a los encuentros y aglutinamientos, al disfrute y emoción de una pelea de gallo, al placer de la cerveza fría durante partidos de softball o fútbol en las canchas de barrio y al coloquio entre vecinos mediando un sancocho, un rondón o el estruendo de un pick- up. Paralelo a esto vivimos atemorizados porque la pérdida de valores se hace evidente en 27 km2 en manos de la descomposición social que en 11 días de cuarentena afloren brotes de violencia intrafamiliar, intrapersonal y caos generado por la presencia de armas de fuego de grueso calibre en poder de grupos al margen de la Ley. El enemigo al acecho Todo esto quita la atención sobre los más necesitados, especialmente en niños, anciaPERIODISTAS

Janeth Raga Molina Ethel Bent Castro Billy Lunazzi Celis Elliot Howard Paternina

nos y habitantes de la calle que deambulan en la soledad de las vías sin vida, donde no hay basura para hurgar, ni el favor de las personas que les regale la última aspirada de un cigarrillo. Mientras tanto el Covid 19 acecha como un enemigo silencioso del que ya conocemos su fuerza mundial con más de 39 mil muertes y sabemos que se aprovecha principalmente de la ignorancia y la falta de conciencia en el acatamiento de las normas sanitarias. Pero estamos en San Andrés, donde muchos creen que los huracanes que han pasado los ha alejado un poder divino y así mismo el virus no pasará. Infantil sería pensar en un futuro inmediato donde todas las cosas continúen como las dejamos aquel viernes cuando empezó la cuarentena pedagógica y luego la impusieran obligatoria del 24 de marzo hasta el 19 de abril. Buscar el bien común Con el Plan de Desarrollo 2020-2023 estancado en su implementación ¿Podrá el Gobierno Departamental adicionar nuevas políticas de salubridad, económicas y ambientales? ¿Podrá replantear el mandato de Everth

FOTOGRAFÍA Edward Lunazzi Celis Edgar Barragán Edward Yoli

Hawkins Sjogreen, el modelo económico turístico dominante antes de recibir los primeros vuelos comerciales que irrumpirán como una imprecación después de tanto tiempo, en los tímpanos de los agobiados habitantes aledaños a la pista del aeropuerto? El colapso de la economía se viene, es innegable, habrá negocios en banca rota, el consumismo en restaurantes, bares y comercios posiblemente también caerá, pero esto no será el fin de nuestro mundo, estamos entrando a una nueva era, un nuevo comienzo para el bien común. Un bien que busque también de manera fundamental cambiar la fisonomía de los barrios por parte de sus moradores, porque la basura y las aguas residuales, hasta ahora han acompañado el juego y crecimiento de las niñas y niños enfermándolos. Conformándolos con la suciedad. Un bien común que nos haga cambiar también la forma cruel como tratamos a nuestros animales de compañía (perros, gatos), de pastoreo como los caballos y de consumo como los cerdos, chivos e iguanas… Como todas las pestes en el mundo esta también va pasar, pero aquí seguiremos sobreviviendo, la pregunta es: ¿de qué manera?

DIAGRAMACIÓN Temis Rodríguez DISEÑO EDITORIAL Jesse Lunazzi Celis FOTOGRAFÍA DE PORTADA Julián Prato Valderrama




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