AGENDA MULTILATERAL
INICIARON LOS DIÁLOGOS GRAN SEAFLOWER
SOBERANÍA RAIZAL
NAT GEO
EXPEDICIÓN POR LA DIGNIDAD
PRISTINE SEAS INMERSIÓN EN SEAFLOWER
FERIA DEL LIBRO BOGOTÁ
EL ARCHIPIÉLAGO LITERARIO
El periódico de San Andrés y Providencia Año 09 - Nº 186 - Mayo 2022 - Circulación Regional - Valor: $2.000 Pesos - www.elisleño.com - Tel: (57-8) 512 7981 - San Andrés Islas, Colombia - ISSN 2339-4463
CORALES EN RIESGO...
¿OTRA PÉRDIDA
EN EL CARIBE?
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24 x siete x 12 Ser Mamá es para Siempre… ¡THANKS MAMA!
Saludamos a todas las madres de San Andrés. Hoy y todos los días de la Vida.
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Biólogo isleño Alfredo Abril Howard, confirma presencia de enfermedad en arrecifes del Archipiélago
Hallan ‘pérdida de tejido’ de coral En marco de la expedición científica ‘Pristine Seas’, desarrollada por National Geographic, que recorrió varios santuarios submarinos colombianos, incluida la Reserva de Biosfera Seaflower, además de hallazgos maravillosos sobre biodiversidad y abundancia de especies, se confirmó la presencia de un nuevo enemigo de los arrecifes: la llamada enfermedad de ‘pérdida de tejido’ de coral.
Por Janeth Raga Dicha afectación fue confirmada y reportada por primera vez por el biólogo sanandresano Alfredo Abril Howard, quien como parte de los expedicionarios que adelantaron la investigación, en representación de la Corporación Ambiental para el Desarrollo Sostenible de San Andrés, Providencia y Santa Catalina (Coralina), hizo el hallazgo en Serranilla y Bajo Nuevo, al norte del Archipiélago. Por eso, EL ISLEÑO dialogó con él, para conocer más información sobre esta enfermedad que tiene muy preocupados a los expertos en la materia, por su rápida propagación, efecto letal sobre los corales y porque, hasta el momento, poco se sabe de sus causas y tratamiento. Antecedentes Esta peligrosa enfermedad, también conocida como SCTLD (por las siglas en inglés de ‘stony coral tissue loss disease’), fue registrada por primera vez en Florida en 2014. Desde entonces, se ha extendido rápidamente por el Gran Caribe, en países como Jamaica, México, Islas Vírgenes, República Dominicana, Islas
Turcas y Caicos, Belice, Puerto Rico, Bahamas, Islas Caimán, Honduras, entre otros. Tan sólo en Florida, desde el primer caso identificado se reporta una afectación en más de 388 kilómetros cuadrados de coral, destruyendo parches completos de estos; y en el Caribe mexicano ya se encuentra en más del 30% de la cobertura coralina. La preocupación se cierne en el hecho de que, los arrecifes de coral no son solamente áreas donde se practica el buceo recreativo, parte del atractivo de San Andrés y Providencia; sino porque se trata de ecosistemas donde se reproducen y crecen gran cantidad de especies marinas que sirven para el consumo y sustento, no solo de los habitantes del Archipiélago sino de quienes habitan otras regiones costeras. Opiniones de un experto De acuerdo con lo expresado por Abril Howard, Coralina y varios estudiosos del tema ya eran conocedores que la enfermedad se presentaba en otros países, y se estaban preparando para su llegada al Archipiélago, analizando los modelos
de cómo se venía dispersando por el Caribe; sin embargo, no se imaginaban que en zonas tan remotas, con poco tránsito de embarcaciones y nulo movimiento turístico como lo son Serranilla y Bajo Nuevo, pudiera estarse presentando dicho fenómeno. “Es extraño que áreas de tan baja carga antropogénica estén presentando pérdida de tejido de coral, y porque normalmente se había detectado en zonas cercanas a la costa. Actualmente se manejan diferentes hipótesis, como que las embarcaciones procedentes de Jamaica o los equipos de pesca hubieran traído el virus consigo; pero todavía no es muy clara la manera de propagación de la enfermedad en el Caribe”, explicó el biólogo. A la pregunta de si se piensa recurrir a la colaboración de otros entes nacionales y/o internacionales, para hacer frente a esta nueva amenaza ambiental, el profesional isleño comentó que desde principio de este año se iniciaron comunicaciones con la Universidad Nacional de Colombia, con Ecomares y el Perry Institute for Marine Science (de Bahamas), para trabajar en conjunto una propuesta de manejo.
Ahora, ya teniendo este hallazgo como un antecedente claro en la Seaflower, seguimos trabajando en una propuesta de trabajo para ver qué medidas se pueden tomar, aunque las acciones a ejecutar aún están en pruebas. Por ejemplo, el manejo con antibióticos que se ha implementado, no ha dado los resultados esperados”, afirmó. ¿De qué manera se afecta el ecosistema marino con la llegada de esta enfermedad? Normalmente unos arrecifes saludables, proveen bienes y servicios a todas las especies que viven en ellos, incluyéndonos a nosotros que sacamos provecho de ellos con el turismo y la seguridad alimentaria. Cuando los corales se afectan por enfermedades o acciones nocivas del hombre, vemos cómo esos bienes y servicios disminuyen, cómo ese valor ecológico se ve disminuído, causando baja biomasa de peces, de importancia tanto económica como ecológica, procesos erosivos en las costas y similares. En síntesis, un arrecife no sano no provee vida alrededor de él
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¿Qué diferencia hay entre el blanqueamiento coralino y esta enfermedad? Es importante hacer claridad que el blanqueamiento no ha sido catalogado como una enfermedad, sino que se trata de un ‘evento’ transitorio de los corales. Me explico: ellos hacen una asociación con un organismo llamado ‘zooxantela’, que es la encargada de darles color e interviene en la producción del carbonato de calcio. Cuando la temperatura de los océanos aumenta, el coral se estresa y como mecanismo de defensa expulsa la zooxantela. Si la afectación que lo está estresando no dura mucho tiempo, o la temperatura no aumenta más de dos grados, vuelven las zooxantelas y los arrecifes recuperan su pigmentación. Por el contrario, la pérdida de tejido coralino sí afecta de manera irreversible al coral, al punto de matarlo en poco tiempo. Para concluir, Abril Howard insistió en que lo que más le preocupa a la comunidad científica, es la velocidad con la que se propaga la infección y la forma severa como afecta a las estructuras coralinas. “Por lo pronto todos tenemos que estar alerta, sobretodo quienes pasan mucho tiempo en el mar, para que reporten nuevos casos en las islas; posiblemente se inicien capacitaciones para que pescadores, buzos y/o apneístas puedan retroalimentar una base de alertas que se creará. Mi invitación es a cuidar el medio ambiente, porque sin duda lo que está pasando se debe a causas antropogénicas que, sumadas al cambio climático, pueden generar un mayor porcentaje de enfermedades como ésta”, puntualizó. La corporación Coralina ha solicitado que al identificar un posible caso de afectación en San Andrés, se proceda a establecer el lugar del hallazgo, tomar varias fotografías del sitio, e informar a la entidad a través del correo: areas.protegidas@coralina.gov.co, dependencia que será la encargada de revisar el hecho y tomar las medidas respectivas.
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Jornadas recientes en Serrana, un mensaje de soberanía y autonomía raizal
Expedición por la dignidad 2022 En el marco del nuevo fallo de la Corte Internacional de Justicia en La Haya, un colectivo de pescadores y agricultores raizales ejercieron soberanía en el Cayo Serrana, al extremo norte del Archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina, como un ejercicio inédito y autónomo de posesión territorial por la seguridad e independencia alimentaria. Por Ethel Bent La bandera de Providencia y Santa Catalina ondeaba orgullosa al viento, en las astas improvisadas de las 15 embarcaciones y en las manos de los pescadores que alistaban junto a su tripulación los menajes para la estadía de tres días en Cayo Serrana o Sorrinaz en lengua Creole, destino de la ‘Expedición por la Dignidad’, una proclama de soberanía raizal. Cerca de 100 expedicionarios convocados por la Federación de Pescadores y Agroprovidencia, organizaciones
te reestructuración de los derechos de pesca en la búsqueda, a la vez, de un genuino desarrollo sostenible para las islas. Llegar hasta Serrana no fue fácil para muchos expedicionarios, sobre todo para las niñas y niños que demostraron verdadero arrojo y valor durante arduas horas de navegación; el impulso necesario y motivador para que sean afianzadas las responsabilidades en la transmisión de conocimientos para el relevo generacional que tanto hace falta en el archipiélago.
que luchan por la seguridad alimentaria del municipio, fueron distribuidas para el zarpe en las embarcaciones la madrugada del domingo 17 de abril, colmando la bahía de Old Town, con voces alegres, expresiones de impaciencia y elocuentes abrazos de despedida, frente a la expectativa de un acontecimiento lleno de valor y simbolismos.
Tras el reciente fallo en el que los jueces de La Haya, en otras palabras, dijeron desconocer los derechos tradicionales de pesca de los raizales, la Federación de Pescadores buscará la oportunidad de establecer diálogos directos con sus homólogos y con los gobiernos de los Estados fronterizos para llegar a acuerdos multilaterales sobre los derechos de pesca.
La bahía, con las primeras luces del día, no había estado tan viva, concurrida y esplendorosa en mucho tiempo, revelando la importancia de un hecho sin precedentes en la historia del archipiélago en que un colectivo de raizales, integrado por mujeres, hombres y niños, asumieron el rol de posesión sobre el territorio, para empezar a sentar las bases de una urgen-
Destrucción de la flota pesquera Mientras eso sucede, los pescadores de Providencia continuarán con faenas colectivas de pesca de largo aliento y futuras expediciones a los cayos del Norte con fines de soberanía, con lo que garantizarán la reactivación de la cadena productiva de pesca y el derecho de soberanía territorial, con la que
escriben un nuevo capítulo de su propia historia. La destrucción de más del 80 por ciento de la flota pesquera de los providencianos por obra del paso huracán Iota el 16 de noviembre de 2021, puso en relieve una situación de excesiva desventaja, frente a las prerrogativas que –por décadas– ha impuesto la explotación de los recursos gracias al otorgamiento de patentes de pesca industrial de parte del mismo Estado colombiano, sumado esto a la pesca ilegal que muy poco se controla.
que administra los recursos con prevalencia de intereses particulares e inequidad. Serrana, una experiencia de vida Hacer soberanía en Serrana fue, entonces, un hecho claro y palpable para los expedicionarios y la reiteración para los pescadores que ya conocían la fortuna que hay en los recursos pesqueros y en el medio ambiente. También fueron tres días idílicos para disfrutar de las blancas playas coralinas premiadas con pequeños charquitos
La Federación de Pescadores lo ha venido denunciando desde el ‘Campamento por la Dignidad’ donde nació la iniciativa de la expedición que simbolizó la soberanía, seguridad e independencia alimentaria de un pueblo que vive desde tiempos ancestrales de la pesca.
rocosos (piscinas naturales). Descubrir junto a los niños las constelaciones en la gran bóveda celestial, previo a la salida de la luna llena que cada noche favoreció la pesca nocturna de profundidad, fue una oportunidad de oro para traer de vuelta productos pesqueros a casa y para la comunidad.
Simboliza un grito de resistencia y el reclamo por las reiteradas pérdidas de mar territorial en tratados y políticas inconsultas que han cercenado el territorio desde la adhesión de las islas a la Constitución de Cúcuta, cuando se forjó la Gran Colombia y que este 23 de junio cumplirá 200 años.
La Federación de Pescadores de Providencia y Santa Catalina representada en Asopesboat, Pesproislas, Fish and Farm y I-Fish; la Asociación de Agricultores AgroProvidencia y la Corporación para el Desarrollo Sostenible de San Andrés, Providencia y Santa Catalina (Coralina), con la suma de los esfuerzos de la Diáspora Raizal y otros aliados, forjaron la realización de la Expedición por la Dignidad, una proclama de soberanía y autonomía del pueblo étnico raizal.
La apuesta de los pescadores raizales, es no continuar aceptando las políticas impuestas por un Gobierno nacional
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Ante el desacato, una sentencia previsible
La Haya falla y no desmaya... El fallo del 21 de abril arroja más luces sobre la estrategia de Colombia para conciliarse con el desastroso fallo de 2012, a la vez que traslada de manera definitiva el cumplimiento del mismo y la solución al diferendo con Nicaragua de la vía judicial a la política, a través de la negociación que depende del ‘goodwill’ de los dos países. Por Harold Bush Howard Porque Colombia dejó claro que seguirá con el desacato, Nicaragua ya no puede arrastrarla hacia La Haya y por lo tanto ahora sólo puede usar canales políticos y diplomáticos internacionales para presionar a cumplir. Pero éstos no le son favorables por su gobierno actual y porque, con seguridad, Estados Unidos usará su veto y peso político en la ONU a favor de Colombia para hundir posibles movidas de Nicaragua.
que ya tenemos con Jamaica, lo más probable es que se haría más aceptable la entrega de las otras zonas que ganó Nicaragua.
misma. Desde luego, aquí también, el factor más importante detrás del desacato es que no pueden obligar a Colombia a cumplir.
El camino de la negociasión
En las islas muchos creen que el cumplimiento podría ser favorable a las islas porque un acercamiento a Nicaragua traería beneficios económicos, comerciales y culturales. Pero hay más dudas que certezas.
El desacato quedó más débil, pero es central en la estrategia colombiana y es aún muy válido en la búsqueda de objetivos nacionales e isleños. Los fallos de La Haya dependen de la voluntad política de
En todo caso, la confirmación de la
El hecho de que nuestro país haya respondido a un desfavorable dictamen sobre su incumplimiento al fallo de 2012 con más desacato, lo acerca más a esa negociación para redefinir algunos aspectos y hacerlo más ‘aceptable’ para las islas, siendo la unidad geográfica del archipiélago lo más importante.
Esto –en síntesis– pone a Colombia bajo la presión de hacer algo fundamental y de fondo en relación a lo étnico isleño que podría tener repercusiones primordiales y, por fin, sentar un valioso precedente.
Y, además, claro está, Colombia tiene más justificación para negociar porque tiene ahora menos argumentos a favor del desacato. Porque la Corte desestimó la lógica geopolítica y estratégica de los mismos, dejando sólo los derechos étnicos con algo de relevancia, algo que debemos aprovechar.
Esa zona fue reconocida por la Corte, pero sólo involucrando aguas colombianas. De llegar Nicaragua a aceptar su ampliación, con un posible canje de zonas o el establecimiento de una especie de régimen de manejo común inspirado en lo
Lo anterior apunta a tres ironías que no podemos dejar pasar. Una, Colombia buscaba con lo étnico una decisión favorable, pero dejó claro desde su desacato en 2012 que se reserva el derecho de ignorar lo que considere desfavorable, acentuando así una hipocresía diplomática sustentada en el interés nacional. Dos, si bien el desacato aleja al país de la solución legal presentada por La Haya y se opta en cambio por la negociación o solución política a la disputa, los mismos jueces invitan a Colombia a acercarse a esa negociación. Y tres, para tomar nota en las islas, a la luz de la importancia de los argumentos de protección de derechos étnicos enarbolados por Colombia para justificar el desacato, la Corte le dice que tiene ahora la oportunidad de asegurarlos negociando con Nicaragua.
De manera que el desacato no es una meta absoluta sino un paso hacia el cumplimiento del fallo de una u otra forma. No conviene ni al país ni a las islas que sea definitivo, pero es aceptable usarlo temporalmente en busca de mecanismos para cumplir con lo dictado en 2012. De hecho, Nicaragua se había sentado a negociar hace 10 años y estamos a la expectativa de si lo vuelve a hacer.
Pero, por otro lado, le ayudó al país a fijar una mayor claridad y camino geopolítico en relación lo que busca con el desacato, que no es algo descabello o inalcanzable sino asegurar en lo posible la unidad geográfica del archipiélago que La Haya le quitó en 2012, teniendo como base la Zona Contigua Integral que el país creó en 2013, 40 años después de que una ley ordenara hacerlo, y al mismo tiempo definir su espacio físico y legal.
relación a la existencia de esos derechos subraya una impericia de Colombia en presentar evidencias contundentes al respecto, pero lo más importante es que le pasa el trabajo de asegurarlos. En otras palabras, le concedió el cetro, pero no la corona.
De esta forma y claramente, la Corte Internacional de Justicia de La Haya ejerce presión ‘indirecta’ para que cumpla lo que pregona en relación a lo étnico, algo que se volvió más relevante pero incómodo para el país porque el fallo coincidió con el aumento de protestas en San Andrés en sectores de mayoría raizal por la crónica escasez de agua y la sobrepoblación. los países y de la comunidad internacional para cumplirlos, no de un órgano judicial. El país tiene a su favor el tiempo porque no tiene afán de entregar, pero Nicaragua sí de recibir. Además, nada pasará hasta que se defina el caso de la plataforma continental porque aún en el caso de que perdamos y se la otorgara a Nicaragua más suelo y subsuelo (pero definitivamente no más aguas) hacia el este del archipiélago, deberá negociar con Colombia el acceso a la
cuestión étnica en la disputa es altamente significativa y se espera que juegue un importante papel en toda la negociación. Esto aun cuando la Corte no reconoció formal y legalmente todo el alcance de los derechos étnicos isleños en las aguas que cedió a Nicaragua. Agridulce para lo étnico Sin embargo, le entregó un enorme reto a Colombia, que podría ser un cáliz envenenado si no actúa bien. Al asumir una postura flexible en
Lo anterior, a todas luces, no va con el razonamiento de derechos étnicos presentado por Colombia y respaldado la semana pasada por los jueces. Porque, mientras busca derechos en aguas nicaragüenses, no asegura el derecho al agua en tierras colombianas. Y, por último, esto subraya aún más la necesidad de Colombia de construir confianza en casa antes de buscar edificarla con Nicaragua y, claro está, debe trabajar más por los derechos étnicos en las islas antes de ir a buscarlos en aguas de Nicaragua.
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Una agenda académica, científica, multilateral y fraternal
Iniciaron los diálogos Gran Seaflower La Iniciativa Gran Seaflower surge a finales del año 2019 como una propuesta que solicita a los gobiernos de seis países (Colombia, Costa Rica, Honduras, Jamaica, Nicaragua y Panamá) crear una Reserva de Biosfera Transfronteriza para el Caribe Suroccidental. La administración de esta gran reserva, que pretende ampliar la zona protegida de 180,000 a 500,000 km2, estaría coordinada por los gobiernos de las naciones mencionadas. Por Mateo Córdoba El pasado 29 de abril arrancó la agenda Gran Seaflower que busca la consolidación de una red académica del Caribe Suroccidental y la consolidación de contenidos científicos que sirvan de guía para una Reserva de Biósfera Transfronteriza entre los seis países que rodean a Seaflower. El primer diálogo se ha denominado ‘Conservación Transfronteriza de Ecosistemas’ y contó con la participación de expertos de cuatro países entre los que se encontraban: María José González (Guatemala), directora del Fondo para el Sistema Arrecifal Mesoamericano; Marcus Williamson (Nicaragua), profesor de la Universidad URACCAN; Juliana Hurtado (Colombia), profesora de la Universidad Externado de Colombia y Osvaldo Jordan (Panamá), director del Centro Regional Ramsar. Entre otras, se reflexionó sobre las experiencias exitosas de administración conjunta de ecosistemas entre dos o más países, teniendo como principal referente el caso del Sistema Arrecifal Mesoamericano compartido por México, Belice, Guatemala y Honduras.
También se resaltó el papel de los pueblos afrocaribeños en la conservación y restauración de ecosistemas marinos. El profesor Williamson, originario de la Costa Caribe nicaragüense, mencionó la íntima relación entre el pueblo kreol y la vida marina, insistiendo en la necesidad de sobreponer los lazos de hermandad étnica a las discusiones diplomáticas entre estados. Así mismo, Osvaldo Jordan del Centro Regional Ramsar expuso el papel fundamental que están teniendo los pueblos originarios en el Caribe centroamericano para la conservación de ecosistemas transfronterizos como humedales con presencia de manatíes entre Panamá y Costa Rica. Por último, la profesora colombiana Juliana Hurtado presentó su trabajo de tesis doctoral sobre las posibilidades de un manejo conjunto de Seaflower entre varios países. Es importante recordar que este trabajo ya había sido expuesto en la isla de San Andrés durante la celebración del Green Moon Festival en el pasado mes de septiembre de 2021 El diálogo completo puede verse a través del canal de YouTube de la iniciativa Gran Seaflower. Agenda Gran Seaflower La iniciativa Gran Seaflower se ha propuesto llevar a cabo siete diálogos durante el 2022 que arrojarán finalmente una gran relatoría de esta agenda académica que será parte de la propuesta de trabajo a los seis países (Colombia, Costa Rica, Honduras, Jamaica, Nicaragua y Panamá) hacia la reserva de biosfera transfronteriza. Entre los temas que se cubrirán durante el año se encuentran la sobrepesca, la gestión de riesgo, soberanía alimentaria, el turismo ecológico, la bioconstrucción y los pueblos originarios del Caribe Suroccidental. Además de estos diálogos, la iniciativa Gran Seaflower se encuentra realizando entrevistas y conversaciones privadas con personalidades del mundo de la ciencia en la región para complementar la hoja de ruta transfronteriza. En los próximos días se anunciará la fecha del próximo diálogo.
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Un documento oficial que destaca la labor de los expertos desde 2013 en La Haya.
Así trabajó la defensa de Colombia Este documento del Gobierno Nacional conocido por EL ISLEÑO describe la forma como se dio la participación del equipo de defensa de Colombia ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) frente a las denuncias de Nicaragua sobre la violación por parte de Colombia de su “soberanía y jurisdicción”. El fallo conocido la semana pasada generó distintas interpretaciones en el país, pero para el Ejecutivo es claro que este litigio que cursaba desde 2013 apuntaba a pretensiones más amplias por parte de Nicaragua. “El 19 de diciembre de 2014, el equipo de defensa interpuso excepciones preliminares a la jurisdicción de la Corte y a la admisibilidad de las reclamaciones de Nicaragua. El 17 de marzo de 2016 se conoció el fallo sobre excepciones preliminares en el proceso. En este, la CIJ negó una de las principales pretensiones de Nicaragua en el sentido de que se declarara que Colombia estaba amenazando usar la fuerza en
la zona. La CIJ decidió de manera unánime que no tenía competencia para conocer esta reclamación y resaltó que la situación en el mar Caribe era calmada y estable”, explica el Ejecutivo. Añade que la Corte también aclaró que perdía jurisdicción y competencia un año después de la denuncia del Pacto de Bogotá, presentada por Colombia: “Esto evita que en el futuro Nicaragua presente demandas contra Colombia ante la CIJ invocando el Pacto de Bogotá”. Igualmente, destaca que el resultado es el producto de un equipo de expertos internacionales con amplio reconocimiento, que durante las audiencias realizadas a lo largo de estos años expusieron sus conceptos sobre temas puntuales del debate. En la nómina del equipo de defensa
de Colombia estaba Michael Reisman, profesor titular de derecho internacional de la Universidad de Yale y miembro del Instituto de Droit International, quien según el documento del Gobierno “logró que se mantenga la Zona Contigua Integral colombiana. La unidad, integridad e indivisibilidad del Archipiélago de San Andrés, Providencia, Santa Catalina y los cayos, y todas las islas que lo conforman, se mantiene”. Añade que gracias a esto “Colombia puede hacer protección de su patrimonio cultural sumergido entre otras varias funciones fundamentales para la protección y seguridad
de las islas colombianas”. Se mantuvo la Zona Contigua Integral y la presencia de la Armada Otro de los expertos, Sir Michael Wood, miembro de la Comisión de Derecho Internacional de Naciones Unidas, dice el Ejecutivo, “logró que la Armada Nacional pueda continuar haciendo presencia en el mar Caribe y avanzando en la lucha contra los delitos transnacionales y el narcotráfico”. Además, contrario a lo expresamente solicitado por Nicaragua, “logró que la CIJ se abstuviera de pronunciarse sobre la autonomía y decisiones de la Corte Constitucional de Colombia y el cumplimiento o no del fallo del 2012. El principio constitucional mediante el cual los límites de Colombia solo pueden
ser modificados mediante un tratado no fue cuestionado por la Corte”. Por su parte, Laurence Boisson de Chazournes, profesora titular de derecho internacional en la Universidad de Ginebra y litigante de Matrix Chambers, intervino en las audiencias y gracias a sus declaraciones se logró que la Corte precisara los derechos ambientales de cada parte, y cómo debe ejercerse la cooperación entre Estados para proteger el medio ambiente marino, incorporando así normas del Convenio de Cartagena y no, como proponía Nicaragua, únicamente de la Convemar (tratado del cual Colombia no es parte).
Otro de los abogados de Colombia es Rodman Bundy, socio de la firma internacional Squire Patton Boggs LLP. A través de su gestión se “logró que la Corte descartara la mayoría de los supuestos ‘incidentes’ alegados por Nicaragua. Solo hubo una declaración de la Corte en relación con unos hechos muy puntuales de la Armada en la zona”. Afirma el informe del Ejecutivo que se logró que la Corte tampoco le reconociera a Nicaragua indemnización alguna; y que tampoco hubiera una etapa posterior del proceso para estos efectos. También se consiguió que a Nicaragua no le prosperara su reclamación de responsabilidad contra Colombia por la supuesta licitación de áreas de hidrocarburos en detrimento de ese país. A Eduardo Valencia-Ospina, miem-
bro de la Comisión de Derecho Internacional de las Naciones Unidas se le atribuye que gracias a su defensa, “la cual se construyó a partir de las evidencias suministradas por los miembros de la comunidad raizal, ahora pueden navegar libremente para llegar a los bancos de pesca en aguas colombianas, y Nicaragua no puede impedir su libre tránsito”. Y añade: “Más aún, llevó a que la Corte recomendara e instara a las partes para que el manejo del tema de pesca en relación con los bancos ubicados fuera de las aguas colombianas se haga a través de un acuerdo bilateral, tesis que ha sido defendida por Colombia desde el fa-
llo de 2012 (en los bancos ubicados en aguas colombianas no se necesita acuerdo)”. Y sobre la gestión de Jean-Marc Thouvenin, secretario general de la Academia de Derecho Internacional de La Haya y profesor de la Universidad de París Nanterre rma International Sygna Partners, se señala que logró “que prosperara la contrademanda de Colombia sobre el decreto ilegal de Nicaragua relativo a sus puntos y líneas de base porque era violatorio del derecho internacional y de los derechos de Colombia”. La información del caso puede ser consultada en www.icj-cij.org/ public/files/case-related/155/15520210922-ORA-01-00-BI.pdf, así como en www.icj-cij.org/public/ files/case-related/155/155-20210922ORA-02-00-BI.pdf.
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¿Qué hacer con nuestros vecinos más cercanos?
“Hay que dialogar con Nicaragua” Con motivo del fallo de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya, emitido el pasado 21 de abril, EL ISLEÑO consultó a diferentes representantes raizales, académicos, dirigentes civiles y gremiales del Archipiélago, para conocer sus impresiones sobre la sentencia. Estas fueron sus impresiones y conclusiones: hay que dialogar y pronto.
¿Qué creé que hay que hacer tras el nuevo fallo de la CIJ? Walt Hayes, Autoridad Raizal Para nosotros no ha sido nada diferente, ya lo veníamos tratando desde diferentes escenarios; inclusive la Corte Constitucional colombiana ya había hecho referencia a un tratado el cual, de producirse, su negociación deberá ser analizada mediante un proceso de consulta previa con el Pueblo Raizal. Lo que sí tenemos es una gran incertidumbre por saber si ambas naciones tendrán el ánimo de iniciar este tipo de negociación, porque si alguno no muestra voluntad, nuestros derechos de sobrevivencia seguirán en el limbo. En fin, no sabemos exactamente qué pueda pasar, pero ahora mismo es incierto el rumbo hacia dónde irá la garantía de nuestros derechos dentro del propio Estado colombiano. Edgar Jay, Campamento Dignidad Pienso que se trató de la profundización del fallo de 2012, un nuevo escenario de pérdida, porque de los ocho puntos sobre los que se pronunció la Corte, lo único que se rescata es que Colombia no obtuvo una pena pecuniaria por incumplimiento del mismo. Así lo dice el documento de la CIJ, al manifestar que hay obstaculización para el desarrollo de investigaciones científicas y de actividades de pesca, en el territorio marino en que la Corte le otorgó jurisdicción a Nicaragua. Conscientes que es necesaria una salida negociada, los pescadores vamos a ir a hablar con los gobiernos fronterizos (incluso de Nicaragua), con el propósito de construir un acuerdo.
Juan Carlos Osorio, Cotelco
Ana Márquez, UNAL
Los destinos turísticos se comercializan como un todo, es decir el producto es el Archipiélago; nuestro gremio siempre ha estado en sus acciones orientado a respetar la ancestralidad de la cultura de las islas, rescatando la tradición y el entorno sostenible. Por eso, todo lo que conlleve al cumplimiento de estas variables, será bien recibido en aras de figurar en el radar internacional. Así mismo, es importante destacar que las fuerzas militares, específicamente la Armada de Colombia, puede hacer de manera conjunta con otros países fronterizos, actividades de protección y vigilancia en el mar.
Contrario a las expectativas que se habían creado en 2012, en este caso yo no las tenía. El argumento de que la única vía legítima para aceptar el fallo sería a través del Congreso, quien delimitará nuevamente el mapa político colombiano, creo que es una excusa que ya no puede seguirse utilizando. Por el contrario, es un reto para el nuevo presidente asumir este asunto y verlo como una oportunidad de entendimiento, de poder sentar las bases de una cooperación entre países que, más allá de las diferencias ideológicas que se presenten, son naciones qu comparten fronteras y que por tanto necesitan un tratamiento urgente.
la Corte y lograr mantener los derechos de pesca de la población Raizal, en los contornos marinos perdidos. No hay realmente nada inesperado en esta derrota para Colombia. Con esta nueva sentencia toma relevancia la tesis inicial de organizaciones raizales, que venían señalando que en la defensa que realizó el gobierno colombiano frente a la demanda nicaragüense sólo se tuvo presente la decimonónica idea de soberanía. Razón por la cual, solo se defendió el territorio y la presencia colombiana con sus flotas navales, sin resaltar la presencia histórica de un pueblo que ha vivido en este territorio y que tiene tradiciones culturales de supervivencia vinculadas con un pasado de ocupación y relación con ese mar y las islas.
Camilo Hernández, Fundación
Jennifer Yepes, Cámara de Comercio
Como Pro Archipiélago estamos intranquilos con el fallo, que deja todavía mucha incertidumbre para los habitantes de las islas. No estamos satisfechos con lo que se ha alcanzado. El fallo establece compromisos y obligaciones que como país tenemos que responder, y nos parece que seguir en desacato, puede traer problemas y no es la mejor manera de resolverlo. La Corte sugiere, sabiamente, que debemos conversar con Nicaragua sobre cómo manejar la convivencia en el mar; y nosotros debemos saber qué vamos a hacer con la Reserva de la Biosfera, que la decisión de 2012 dividió.
Desde la Cámara de Comercio, lo que se plantea es apoyar y articular las mesas de trabajo necesarias que desde ya se están trabajando, en aras de una negociación que propicie que los acuerdos que se vayan hacer entre los países, sean beneficiosos para ambos. Si no se traza la ruta desde ahora, será muy difícil que el desarrollo económico del Archipiélago sea beneficioso para todos los actores del ecosistema. Lo demás, ya compete a un trabajo de Cancillería y otros actores del Gobierno nacional para comenzar a trabajar con delegados del Gobierno nicaragüense en ese sentido. De igual forma, la Cámara de Comercio ha venido trabajando con sus homólogas en países fronterizos con San Andrés (como Costa Rica y Nicaragua), para buscar alianzas estratégicas que nos permitan comercializar muchísimo más fácil nuestros productos.
Sally Taylor, Estudios del Caribe No veo nada nuevo en el reciente fallo; aunque reconozco que es necesario hacer un poco más de análisis, es importante señalar que la Corte dijo lo que ya deberíamos saber, y es que Colombia debe negociar con Nicaragua. Es lo que se ha planteado en diferentes escenarios y es lo que el Estado no ha querido escuchar. Creo también que la CIJ de alguna manera le está cobrando al país sus errores del pasado. Por ejemplo, al haber invisibilizado al Pueblo Raizal en la primera parte del litigio y sus repercusiones sobre la pesca artesanal. También cabe recalcar, que Nicaragua en varias ocasiones ha tenido una actitud bastante abierta con el tema de los pescadores; incluso, en su momento el presidente Ortega se reunió con algunos líderes Raizales.
Raúl Román, director Gran Caribe El reciente fallo de la CIJ deja en entredicho la estrategia nacional para desacatar dicho pronunciamiento de
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FOTONOTICIA
Providencia desde el silencio… El generador operacional de imágenes de tierra de la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (Nasa), publicó recientemente una imagen de cómo se ve Providencia desde el espacio, capturada el 9 de enero del 2022. A través de un artículo titulado 'Divina Providencia', la Nasa informó sobre el origen volcánico de la isla, su locación en el Caribe colombiano y un repaso de su rica historia a pesar de su reducido tamaño: desde la llegada de peregrinos ingleses a bordo del Seaflower, hasta el paso del huracán Iota en 2020 y sus consecuencias. Destaca que allí se dio una de las primeras rebeliones de esclavizados conocidas en una colonia británica. También destaca la importancia de sus ecosistemas naturales, en mar y tierra.
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Foto: Joshua Stevens / NASA
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Nat Geo se sumerge en la Reserva de Biosfera Seaflower
Inmersión con fines sustentables Con éxito culminó la tercera fase de la expedición ‘Pristine Seas’ (Mares puros, inalterados) de National Geographic en Colombia, realizada en las áreas coralinas de Serranilla y Bajo Nuevo, al norte del archipiélago, en jurisdicción de la Reserva de Biosfera ‘Seaflower’. Esta expedición duró 50 días a bordo de la motonave de investigaciones ‘Argo’, donde un grupo de científicos –como lo anticipó EL ISLEÑO– apoyó al gobierno nacional con el objetivo de realizar investigaciones científicas para respaldar la designación de Áreas Marinas Protegidas (AMPs) adicionales a las que ya existen en el país. Además, la investigación se centró en llenar algunos vacíos de conocimiento, abordar necesidades de las comunidades locales y complementar el trabajo de otras instituciones, entre ellas, la Corporación para el Desarrollo Sostenible de San Andrés, Providencia y Santa Catalina (Coralina). Alex Muñoz, director para América Latina de National Geograpic, señaló que “estas dos últimas semanas fueron maravillosas por los hallazgos científicos e inéditos encontrados en la Reserva de Biosfera Seaflower, cuya información será presentada en un documental que se estima salga a fin de año”. Las zonas estudiadas fueron Serranilla y Bajo Nuevo, en las que el equipo de National Geographic junto a científicos de Coralina, realizó una revisión detallada a los componentes del ecosistema desde la parte más superficial hasta un área profunda del mar (aproximadamente 2.000 metros de profundidad). La investigación combinó censos visuales a través del buceo, cámaras pelágicas (para captar fauna de gran tamaño), ADN ambiental, análisis de contaminación por microplásticos, marcaje de tiburones, censos de aves marinas. Así mismo, contó con otras cámaras remotas, que registraron la vida marina desde la superficie hasta los 4.500 metros de profundidad; y con un submarino tripulado que puede descender hasta 450 metros. Antecedentes Esta investigación complementa estudios previos realizados en las zonas mencionadas por diferentes entidades en los años 2009, 2010 y 2012, añadiéndole el componente tecnológico que permitió documentar el estado actual hasta una profundidad mayor a la previamente conocida.
Como parte de los resultados, está la obtención de una completa investigación que servirá de soporte para que Coralina tome decisiones para la protección y conservación de esta zona de la Reserva de Biosfera Seaflower. En este sentido, Muñoz resaltó que “en el mundo van quedado muy pocos lugares conservados en los océanos del planeta, Seaflower es un tesoro natural por la biodiversidad y por ser el refugio de especies que están amenazadas en todo el mundo como tiburones, corales y otros. NatGeo cree que es una ventana de oportunidades para que la protección de estas áreas sea ampliada y declarada zona protegida”. Buenas condiciones De otra parte, el científico colombiano, Juan Mayorga, quien dirige el equipo investigador ‘NatGeo Pristine Seas’, resaltó que los arrecifes de Bajo Nuevo y Serranilla son hábitats que se encuentran en muy buenas condiciones, con un potencial grandísimo. También se resalta la gran cantidad de especies de tiburones, que indican un buen estado de los ecosistemas y es por ello que es importante cuidar este tesoro que tiene el archipiélago de San Andrés, Providencias y Santa Catalina. “Elegimos al archipiélago para su investigación, por tener semiatolones únicos en el mar Caribe y sabíamos que, por ser tan remotos, tendrían la posibilidad de que estuviesen en muy buen estado de integridad ecológica”, dijo Mayorga De acuerdo con Pristine Seas, es muy importante que nos enamoremos de la biodiversidad marina de la Reserva de Biosfera Seaflower y dado que muy pocos son los privilegiados han tenido esa oportunidad, National Geographic busca dar a conocer a nivel mundial, el grado de conservación en que se encuentran estos ecosistemas, así como algunos tensores que han puesto en peligro la biodiversidad y por ello se hace necesario tomar medidas adicionales para su protección. Algunos de esos tensores están asociados a la sobrepesca, pesca ilegal, pesca no sostenible y enfermedades coralinas, entre otras.
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El tradicional patio de los saberes ancestrales y los secretos marinos
Historias del maritorio creole
El Centro Cultural del Banco de la República en San Andrés, lanzó con ocasión del Mes del Idioma el cuento infantil ‘In the Yard’ (Iina di Yaad | En el patio), un relato que rescata la historia y tradiciones de las islas y, la novela de Humberto Castañeda, ‘Shark Man: Naufragio de Miss Isabel’, un sentido tributo a los hombres de mar del Archipiélago. El naufragio del ‘Miss Isabel’ ‘Shark Man: el naufragio del Miss Isabel’ es una novela de fantasía – dice su autor, Huberto Castañeda– basada en entrevistas ofrecidas por los sobrevivientes de naufragios reales, en los testimonios que han dado sus familiares y en progamación formulada en los medios de comunicación. Castañeda desarrolló la temática específica de cuando estos hombres salieron a faenar al mar y no regresaron, con una técnica literaria muy cuidada dado el sufrimiento que padecen las familias, esposas e hijos mientras están esperando a sus seres queridos en las casas. “Considero esta obra como un ramo de rosas que este humilde servidor le presenta al Pueblo Raizal, para decirle que lamenta mucho lo que sucede con nuestros pescadores y con toda la gente que trabaja en el mar en unas condiciones supremamente difíciles”, afirma el autor.
Por Laura Restrepo La reconocida docente y orientadora del colegio Brooks Hill Bilingual School, Edelmira Archbold, habló con EL ISLEÑO acerca del libro ‘In the Yard’ (Iina di Yaad | En el patio), un proyecto que nace del amor, sentido de pertenencia y salvaguardar la historia y tradiciones de las islas.
El libro trata de una interpretación de la historia contada por una abuelita a su nieto Summer. Un niño que quería conocer más de la historia del archipiélago, sus costumbres, tradiciones… Entonces, un buen día, se sentó con su abuelita en el patio y ella comenzó a contarle todo desde los orígenes.
“Me siento muy orgullosa como raizal, como nativa de estas islas por el hecho de contribuir con un proyecto tan significativo para nuestra identidad. Es un hecho muy satisfactorio”, aseguró.
¿Cómo era ese proceso tan solidario en la comunidad cuando se construía una casa? ¿Cuándo se compartían las cosas que sembraban? Y cuando nacía un niño, todos los mitos giraban alrededor de su cordón umbilical…
En principio narró que actuó como ‘puente’ entre la autora Fanny O’Neill (QEPD) aportando todo lo que estuvo a su alcance de su conocimiento y experiencia hasta verlo convertido en una realidad.
Se trata de plasmar, desde el encuentro de la abuelita con Summer, todo el proceso de la historia de las islas y recuperar buena parte de las tradiciones que se han ido abandonando por el camino del olvido”.
“Este proyecto –aseguró– que estamos entregando a nuestros estudiantes fue pensado para que los tres idiomas más usuales de las islas (creole, inglés y español) sean una herramienta fundamental para acceder al conocimiento, a la historia y al reconocimiento de nuestra identidad como isleños”.
Por último hay que destacar cada uno de los miembros del equipo creativo. Autores: Fanny Palacio Smith y Odette Forbes Duffis (RIP); Traducción: Penn Dale Humpries y Shalinda Martínez Watson. Colaboració: Hanny Newball Hoy (historiadora) y coordinador general: Juan Pablo Mujica (Min Educación)
El relato trata de un personaje, un sobreviviente que es Lorenzo Hooker, al que le dicen ‘shark man’. Su padre también fue pescador, marinero y estuvo en varios naufragios
en la década de los 70 y los 80, como el también tristemente recordado caso del ‘Betty B’ que se hundió en 1976 cuando iba con rumbo a Providencia, donde murieron cerca de 100 habitantes de las islas. La novela fue escrita con mucho respeto – así lo dejó saber el autor– quien lleva 25 años viviendo en el Archipiélago y 20 de ellos ha pescado en altamar, por lo que conoce en carne propia qué es estar en medio de una tormenta o una situación de mar compleja. “He sido testigo de historias de naufragios, he conversado con las familias de estas personas, con amigos que han naufragado y como mencioné, yo mismo he quedado a la deriva al menos en tres ocasiones, pero tuve la suerte que los guardacostas nos hayan traído a tierra. Me refiero al respeto porque creo que es necesario exaltar estas tragedias que han vivido nuestros pescadores artesanales, para que ello quede documentado en la historia del Pueblo Raizal; y para que esta obra literaria motive a niños y jóvenes a interesarse por las anécdotas de sus ancestros. Esa es mi intención principal”.
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Presentación en la Feria Internacional del Libro de Bogotá
Una región literaria que emerge en el Caribe El 2 de mayo se realizó la presentación de la segunda edición de la colección ‘La Raya en el Ojo’, en el marco de la Feria Internacional del Libro de Bogotá (FILBo) 2022. Un encuentro literario que contó con valiosos aliados para su exitoso desarrollo en la capital de la nación. María Matilde Rodríguez, una vez más, alma y nervio de esta trascendental iniciativa, dijo que la presentación de los libros de Hazel Robinson Abrahams, Edna Rueda Abrahams, Adel Cristopher Livingston, Jorge Muñoz Pedraza (QEPD), y del ilustrador Anez Flórez Corpus, contó con un público emotivo que aplaudió, lloró y gozó, con la presencia literaria de las islas en tan importante evento.
La UNAL presente Igualmente, durante el cierre de la FILBo 2022, la Sede Caribe de la Universidad Nacional (UNAL) de Colombia, participó en un stand dispuesto por la institución educativa para exhibir las publicaciones de cada regional. En ese importante espacio la regional hizo la presentación de dos producciones: ‘Una historia natural y ambiental de Macondo’, de Germán Márquez Calle; y ‘Los países centroamericanos y Colombia. Historia, relaciones y desencuentros con el Gran Caribe’, de Raúl Román Romero.
“La respuesta del público fue muy emotiva; media hora antes el salón ya estaba lleno y había gente en la puerta y sentada en el suelo. Es de resaltar, que es la primera vez que vamos como ‘región literaria’ con una muestra múltiple del pensamiento de las islas, cargada de cuentos tradicionales y contemporáneos, novelas, poesía y reflexión”, afirmó. Es que, anteriormente varios escritores isleños habían sido invitados a la FILBo, pero de manera individual; de manera que lo más significativo fue que esta vez, al acudir como una ‘región literaria’, se mostró que existe una multiplicidad del pensamiento en las islas traducida en literatura. “Esta vez contamos con la asistencia de editores, escritores, visitantes y ciudadanos raizales residentes por fuera del Archipiélago y tuvimos un espacio muy grato”, comentó Rodríguez.
Raizales en Bogotá
Así mismo, la también escritora, afirmó que los libros se vendieron muy bien y que el encuentro fue concebido bajo el concepto de que la música isleña es ‘literatura viva’, razón por la que fue invitado el artista ‘Pana Black’; lo que añadió aún más emotividad a la velada.
“Por ejemplo, en la lectura de Edna Rueda pudimos experimentar los ritos fúnebres de nuestras islas: era como estar ahí viviéndolo en ese momento, volver a recordar esas costumbres. Lo mismo ocurrió con las historias del profesor Adel Christopher, así que también fuuna remembranza, especialmente para los raizales que estamos radicados en Bogotá”, dijo la gestora social.
La presentación de los libros contó con el apoyo del canal regional Teleislas y de la Secretaría Departamental de Desarrollo Social, además de otras personas y entidades privadas que hicieron posible esta presentación. “Estamos agradecidos, sin embargo, nos hubiera gustado ver autoridades del Archipiélago impulsando este proyecto con su presencia y que nos sintiéramos respaldados con la promoción del evento y el material”, acotó Rodríguez, esperanzada en que –con los buenos resultados obtenidos– la próxima vez haya un respaldo más vigoroso.
De otro lado, Lizeth Jaramillo Davis, presidenta de la Organización Raizal con Residencia Fuera del Archipiélago (ORFA), colaboró desde la entidad con la convocatoria para el desarrollo del evento y como una escucha más, manifestó que fue una experiencia maravillosa y la calificó como una valiosa oportunidad de dar a conocer que la literatura Raizal tiene mucho conocimiento y valor qué aportar.
Un eco resonando en el corazón… Y a propósito de Edna Rueda Abrahams, describió la presentación de su libro como una noche muy emotiva, porque fue acompañada por un nutrido grupo de raizales que viven en Bogotá, además de otras personas propias de la capital, junto a escritores y poetas. “Había tanta gente –apuntó– que la sala se llenó y tuvimos que encontrar más sillas, para poder acomodar a quienes estaban sentados en el
piso. Aquel público vibró a nuestro ritmo y oyó al profesor Cristopher hablando en creole y se fascinó con sus historias; pasó por los divertidísimos poemas de Jorge Muñoz, cargados de esa irreverencia que lo caracterizaba…” Los asistentes también vibraron con los ‘Los cinco delantales de mi abuela’, la novela de Hazel Robinson donde se advierte la estirpe familiar que invoca el mito fundacional –y también literario– de la familia Abrahams en las islas. “Luego, cuando me tocó a mí –recapituló la escritora– se me entrecortó la voz, porque a pesar que era una lectura que conozco hace tiempo y un cuento que he leído muchas veces, en esta ocasión el público lo escenificó. Yo decía lo que iba pasando y ellos hacían su propia réplica: lloraban, reían, cantaban… Me hicieron sentir que mi voz tenía un eco y que ese eco resonaba en el corazón”. Por último, Rueda Abrahams atestiguó que en la sala había un sentimiento de encanto: “sentíamos tranquilidad, sosiego y estábamos haciendo lo que le hace la literatura a la gente, que es transformarla mientras escucha. Fue maravilloso… Algún día San Andrés va a ser, sino el país invitado, el universo invitado a la FILBo. ¡Y va a ser apoteósico!”
A propósito, el profesor Román estuvo en la Feria junto a la directora de la sede Caribe, Adriana Santos, relatando apartes de su obra y la contribución de la sede, al conocimiento del Archipiélago y sus relaciones con los países vecinos. “Se trata de un tema de gran trascendencia, sobre todo en los últimos tiempos donde el diferendo limítrofe entre Colombia y Nicaragua ha tomado un espacio fundamental en la agenda del Estado colombiano. Desde ese punto de vista fue pensado este libro, visibilizando historias comunes toda vez que se pone de manifiesto que el país ha tenido un descuido histórico de sus relaciones internacionales con los países e islas caribeñas vecinas”, comentó. Así mismo, Román Romero fue partícipe del lanzamiento de las obras literarias isleñas. Al respecto, indicó que fue muy acertado abrir ese espacio, para que se vayan conociendo estas narrativas que se están haciendo en el Caribe insular, del que –asegura– todavía se conoce muy poco. “La lectura en español y en creole del libro de Adel Christopher tuvo una excelente aceptación, una narración con toda la resonancia de la lengua y los altisonantes de su retórica propia. Igual pasó con las lecturas de Edna. Considero que fue una experiencia muy grata para los asistentes, tanto para los que hacen parte de la diáspora en Bogotá, como para los otros asistentes que tienen mucha curiosidad por la isla”, manifestó el docente.
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Emprendimiento isleño
'Pig tail' made in SAI EL ISLEÑO dialogó con Blandy Biscaíno, propietario de la granja Kimosaby, una finca dedicada principalmente a la porcicultura y a la venta de la tradicional carne de cerdo salada, contando con una gran acogida ahora que se ha disparado el precio del ‘pig tail’ que se importa al mercado isleño. Según relató el productor, el objetivo principal de su emprendimiento es rescatar estas tradiciones que han ido quedando en el olvido, tal como el levante de lechones y la forma de conservar su carne en sal para su comercialización. “Estoy tratando de recuperar lo perdido, de impulsar lo ancestral. Porque confiamos más en lo importado, pensamos que es mejor lo que viene de afuera que lo que se produce aquí en la isla. Por ejemplo, el ‘pig tail’ viene de Canadá, y allá usan insumos químicos para el levante de los lechones; mientras que nosotros aquí los engordamos de manera natural, lo que hace la carne más saludable”, explicó Biscaíno. Al ser un producto tratado de forma natural, ¿cómo funciona el tema de la higiene y tratamiento de la carne? Estamos totalmente conscientes de la importancia de la higiene, así como de la vacunación de los animales. Eso es decisivo en la calidad de la carne. Como la idea es recuperar la confianza en este tipo de alimentos, producidos aquí en la isla, no descuidamos esa condición. ¿Qué otra parte, además de la cola, también comercializan? ¿Cada cuánto sale a la venta? Vendemos igualmente costillas, lomo fino y pernil, carne mucho más económica y con menos grasa que en otros sitios. Mientras que en el mercado la libra de ‘pig tail’ está por encima de los $18.000, nosotros ofrecemos nuestra carne a $13.000 la libra. Y a la segunda pregunta, la porcicultura funciona por temporadas, los lechones demoran unos meses para su desarrollo. Así que ahora estoy sacando producto al mercado, porque tengo seis cerdos en gestación y llegan animalitos nuevos. Entonces los invito a que aprovechen esta temporada para adquirir carne de alta calidad, porque después no voy a tener más hasta diciembre. El próximo sábado voy a tener más carne salada en el Barrack (diagonal a Tienda Salomé); basta preguntar por ‘Kimosaby’, que es como me conocen en el sector. Nuestra invitación va también para los más chicos, para las nuevas generaciones, para que se animen a trabajar en lo nuestro: en la porcicultura, como nosotros; en agricultura o pesca artesanal, porque no podemos dejar que nuestras costumbres se pierdan por completo.
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La Agenda Raizal
El fallo de La Haya del pasado 21 de abril constituyó el reconocimiento de existencia de los raizales del archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina como una nación dentro de un Estado. Un pueblo sujeto de derechos en su territorio ancestral. Esto es aplicable en la convención 169 de la OIT y todas las regulaciones, acuerdos e indicaciones de los organismos de las Naciones Unidas sobre preservación y garantías de protección de la vida y su medio ambiente en su hábitat, su entorno sagrado.
Esta demanda de Nicaragua contra Colombia por el cumplimiento del fallo del 19 de noviembre de 2012, permitió –a fin de cuentas– a los raizales (como se identifica en la Constitución de 1991 al pueblo Creole de las islas colombianas), recibir del más alto tribunal internacional el registro oficial en la ONU. El fallo no determinó los derechos ancestrales de pesca del Pueblo Raizal dentro de la nueva Zona Económica Exclusiva, pero indicó procedimientos pacíficos para que los Estados concernientes los establezcan y
los avalen en favor de sus pobladores, garantizando estabilidad en su territorio. Por lo pronto, el pasado 29 de abril destacados académicos iniciaron diálogos (ver pág. 9) buscando afianzar una red de contenidos del Caribe Suroccidental que sirva como hoja de ruta para la creación de una gran Reserva de Biósfera Transfronteriza entre los seis países que rodean a la actual Seaflower. Procede entonces que el Pueblo Raizal desarrolle una agenda propia donde identifiquen
con suficiente claridad y precisión sus metas. Una carta de navegación que materialice sus intereses, un ABC para presentarse adecuadamente ante los retos presentes y futuros… Es, en síntesis, la oportunidad ideal para restablecer plenamente sus derechos humanos y ambientales dentro del territorio, reconstruyendo unidad e incluyendo sueños comunes, para vigorizar ante propios y extraños su propia identidad diluida en el tiempo.
Es que La Haya está muy lejos Durante la semana del fallo, o mejor, de la ratificación del fallo, la cotidianidad permaneció inmutable: hubo en la isla protestas por la falta de agua potable en sectores tradicionalmente excluidos del servicio, le siguieron las respuestas de todos los veranos… que la tubería no le toca a este, que les vamos a llevar carrotanques… que fu, que fa. Las filas siguieron calurosas, las motos se acumularon a los costados de los andenes y los retenes fueron eludidos por quienes tienen la tec-
no mecánica atrasada y el SOAT vencido. A los mega-colegios les creció la hierba diez y seis milímetros y medio, no se inauguró ningún banco de sangre, ninguna UCI pediátrica, ningún centro de atención para psicofármacos y ninguna unidad renal. Se protestó también frente a la OCCRE, el gobernador se agarró con la autoridad raizal, se cerró Johnny Cay por tres días y se anunció que el tapabocas se iría de nuestras vidas el primero de mayo. El presidente vino y se fue, condecoramos una funcionaria reconstructora mediocre, se volvieron a pelear ‘los de Fico y los de Petro’, se anunciaron medidas cautelares,
sentencias de cárcel, seguramente más de un turista perdió las chanclas y alguien quedó debiendo en la tienda del barrio. Lo de siempre. Pero eso del corazón hinchado por la pérdida del mar, las arengas por el mundo, los gritos de dolor de hace diez años, eso ya no pasó. El regocijo que tienen unos, porque nuestro nombre como pueblo fue reconocido allá arriba en aquel alto, donde se hacen los fallos, no parece que nos cambiará mucho, o que mejorará en algo la vida diaria que ya es tan complicada. Esas cosas que se pelean Managua y Bogotá, sin escuchar una nación que habita un maritorio, que no res-
peta más límites que el de las mareas, parece haber hartado a todos y esta sentencia, en la calle, no sabe ni a derrota ni a victoria, sabe a más de lo mismo. El habitante de este archipiélago tiene tanto que pelear todos los días, que mientras pueda llegar al trabajo, la moto le prenda y no suba mucho el precio del_pig tail, puede considerarse afortunado. Hay, más allá de un sentimiento de tristeza, un aplanamiento emocional masivo que invade las calles y encoger los hombros parece ser el único movimiento constante. La Haya está a 8.634 km y por ahora, como siempre, los problemas están aquí.
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¡Que no cunda el pánico! Corrían los inicios de los años ochenta. Mi madre estaba nerviosa, y mis hermanos, ambos profesionales exitosos en una ciudad de provincia, no dejaban de exclamar: ¡todo lo que hemos construido se perderá! Francia se la jugaba entre dos posturas políticas muy diferentes para las elecciones presidenciales: por un lado, se encontraba un político socialista llamado François Mitterrand, y por el otro, el alcalde de París, Jacques Chirac. Gran parte del miedo estaba basado en el hecho de que Mitterrand haría alianzas con el Partido Comunista (por aquel entonces muy fuerte) y que estos pactos podrían desestabilizar el país. La angustia aumentaba. Muchas y muchos franceses de estrato alto sacaban su dinero hacia paraísos fiscales; las mujeres adi-
neradas escondían sus joyas, y los industriales rezaban largos padres nuestros.
que en la época de Mitterrand no existían las fake news– y la gente escondiendo las joyas.
Pues bien, el socialismo ganó y por primera vez en la segunda mitad del siglo XX un gobierno de izquierda llegaba al poder. La alianza con el Partido Comunista se concretó en cuatro ministerios para este grupo político. En efecto, Mitterrand instauró un gobierno de izquierda. Nacionalizó bancos y algunas grandes industrias y aumentó los incentivos económicos a la clase trabajadora. Instauró igualmente un impuesto sobre las grandes fortunas, que por entonces no existía.
Mi convicción es que los colombianos y las colombianas deberíamos tener la madurez para recibir una nueva experiencia política de otro espectro. Francia no se hundió, y el socialismo francés a la postre sería un gobierno que favorecería la expansión de clases medias y populares con políticas de protección socialdemócratas.
En resumen, el programa de Petro parece tibio frente a estas medidas. Porque, de alguna manera, cabe preguntarse si esta histeria actual en Colombia por la llegada de un gobierno de izquierda no reviste elementos similares a la Francia del siglo pasado. Los industriales nerviosos, la derecha acudiendo a las fórmulas clásicas del miedo –y eso
El socialismo regularía de manera contundente las deudas históricas del Estado francés: eliminaría la pena de muerte, modificaría las restricciones de la homosexualidad e iniciaría una política generosa para la inmigración. El país no se acabó. El capitalismo continuó su marcha y los franceses adinerados no se fueron del país. Mitterrand también impulsaría la cultura, con presupuestos importantes y con obras que a la postre
iluminarían París: el arco de la defensa de los derechos humanos, la expansión del Museo del Louvre, que se convirtió en el primer museo del mundo, y la gran Biblioteca Nacional de Francia, que lleva su nombre. Si Petro es presidente, Colombia no se hundirá irremediablemente. Por supuesto, eso no significa que no encuentre en Fajardo y los ‘verdes’ muchas claves para un buen gobierno. Solo quiero hacer un llamado a la serenidad, a la mesura; dejemos de imaginar una hecatombe si gana Petro. Entre otras, bastante mal le ha ido a la derecha para que nos den lecciones. Mucho tiempo después, mi madre, una mujer de derechas, me diría que, para ella, los políticos más importantes de la Francia de siglo XX fueron el general De Gaulle y el propio François Mitterrand. * Coordinadora del grupo Mujer y Sociedad
Un fallo realista Ya están las cartas sobre la mesa. Con el fallo de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya del pasado jueves quedaron repartidas claramente en las manos de Colombia y Nicaragua. Lo que viene –y conviene– ahora, es dirigir las miradas al frente para ver hacia qué lado nos deben conducir estos acontecimientos y a partir de ahí pensar y trabajar en lo que corresponde hacer: dialogar, negociar y llegar a acuerdos. No hay de otra. Este veredicto de la CIJ se puede catalogar como un fallo realista, puesto que no plantea metas inalcanzables, se centra en las soluciones más que en los problemas y está basado en los elementos consignados en la sentencia de 2012, con la que el mismo tribunal le reconoció a Nicaragua soberanía y derechos marítimos en más de 70.000 kilómetros cuadrados del mar Caribe que antes estaban bajo la jurisdicción colombiana. La negociación planteada, hay que admitirlo, será muy compleja. Pero los puntos claves, como el derecho del pueblo nativo del
archipiélago a la pesca artesanal y el desarrollo sostenible y solidario de una Gran Seaflower, cuentan con un ambiente favorable que podría propiciar un entendimiento entre las partes o, por lo menos, avances de gran importancia y beneficio para ambos pueblos. Colombia y Nicaragua deben sentarse a construir una nueva relación bilateral sobre la base de este fallo de La Haya. Una que implique la profundización de la relación de hermandad que existe entre las comunidades de la históricamente conocida como costa de la Mosquitia y las islas colombianas, característica tal que hace a los dos países particularmente hermanos y no enemigos, que es como los gobiernos de Managua y Bogotá se han tratado en los últimos veinte años al mostrarse más los dientes que las cartas diplomáticas. Las puertas del Gran Caribe están abiertas para Colombia. Centroamérica, en general, es una región que nos merece toda la atención en todos los sentidos, pero requiere de un cambio de mentalidad que implique superar el radicalismo imperante y las diferencias, como estas que ha arbitrado la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya. Es más probable hoy acortar distancias políticas por la vía diplomática y no por medios tan dogmáticos como el militar y los
fuertes cruces verbales de los presidentes de turno. El nuevo presidente de Colombia debe estar consciente de que ya está marcado el punto de partida del derrotero a seguir para resolver esta vieja confrontación, cuya solución definitiva ya no aguanta más alargue, forcejeos ni sectarismo. La estrategia del nuevo gobierno colombiano requiere no solo un nuevo enfoque sino de verdaderos internacionalistas (raizales y continentales) que evalúen y respondan con acierto las pretensiones nicaragüenses y sepan defender con argumentos y firmeza las propias. Negociar, pues, se presenta como el verbo a conjugar en adelante por parte de las dos naciones. Y lo mejor para el pueblo insular es que Colombia y Nicaragua se ajusten al derecho internacional resultante de este litigio. Este es un momento único para ello. La lucha del pueblo raizal podría tener la ocasión sin igual en la historia para fortalecerse en todos los aspectos a fin de afrontar los enormes retos que se desprenden de este nuevo veredicto judicial. Por tanto, ante esta nueva realidad, se torna imperativo que la sociedad civil asuma, una vez más, el papel que le corresponde y salga a reclamar de sus gobernantes total agudeza visual
para poder ver más allá de los mapas y permanecer vigilantes para que estos no incurran en los mismos errores de otras épocas. Nada más perjudicial para los isleños que permanecer pasivos frente a esto. Tanto los líderes continentales como los raizales tienen por delante entonces la tarea de emprender una gestión clave, histórica, pero de manera conjunta, que procure el reconocimiento total de los derechos del pueblo isleño, en general, con un enfoque más allá de la seguridad alimentaria y de las operaciones contra el narcotráfico que los lleve a consolidar los anhelos de fraternidad, solidaridad, cooperación mutua y justicia entre las dos naciones. La acción de los grupos de activistas más visibles de las islas que existen desde hace décadas y que han venido impulsando estrategias distintas a las del gobierno nacional, como el dialogo directo con el presidente Ortega, por ejemplo, y han estado poniendo la cara por el territorio, la defensa de la historia, la cultura y las tradiciones nativas, lamentablemente casi solos, tiene ahora un escenario más despejado —se podría pensar— para seguir en la búsqueda de un porvenir sin el pesado lastre de este diferendo limítrofe.
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Disputas y reparaciones en la relación con el Estado En la tensa relación con el Estado, el 21 de abril de 2022 el Archipiélago celebró otro punto crítico, un nuevo fallo de la Corte Internacional de Justicia de La Haya (CIJ), esta vez en resolución a la demanda por supuestas violaciones a espacios marítimos que interpuso Nicaragua contra Colombia en 2016. Una demanda territorial por plataforma continental extendida sigue su curso, mientras en las islas tenemos el derecho y la obligación de plantear las potencialidades de las ondas expansivas de las disputas. El miércoles 20 de abril de 2022 ocurrió de nuevo lo que pasa siempre antes de un fallo de la CIJ. El Estado desplegó un ejercicio de soberanía de parte de la Fuerza Aérea, volando Kfires en territorio del archipiélago y disparando bengalas. La gente no podía dormir. Cada vez que se aproxima una fecha crítica el despliegue bélico es infaltable, y la angustia también. NICOL 3 Hay muchas fases en el largo litigio por el archipiélago. Desde que triunfó la revolución sandinista, el Estado nicaragüense se trazó el objetivo de abrir la proyección del país hacia el mar Caribe, reclamando soberanía sobre San Andrés. Este objetivo de largo plazo implicó una presencia amplia en La Haya y una aguda estrategia legal, financiada por el llamado impuesto patriótico, que pagaron los ciudadanos hasta el triunfo de 2012, un proceso que llevaba en curso desde 2001 y que se conoce en prensa como el fallo NICOL 1. En 2013 Nicaragua instauró dos nuevas demandas a Colombia ante la CIJ. La primera, conocida como NICOL 2,se trata de la pretensión de Nicaragua de obtener soberanía sobre el suelo y el subsuelo de una supuesta plataforma continental extendida al este del archipiélago. Aún no ha iniciado la etapa de audiencias orales de esta demanda, que se espera en el curso de 2022. La segunda demanda se conoce como NICOL 3, y es la demanda por supuestas violaciones a la soberanía y a espacios marítimos, conocida también como la demanda por incumplimiento, que concluyó recientemente. El 21 de abril, muy temprano, quienes escuchamos la lectura del fallo en directo comprendimos en la voz de la presidenta de la corte, Joan Donoghue, que el Estado había fracasado en la creativa tesis que había formulado sobre su territorialidad. La corte no reconoció ninguna de sus supuestas responsabilidades en la zona económica exclusiva de Nicaragua, un territorio que Colombia perdió en noviembre de 2012. Más importante aún, la corte desestimó la ancestralidad de los derechos de pesca del pueblo indígena raizal, por falta de evidencias. En este punto de la lectura ya era claro que la CIJ instaba a Nicaragua y a Co-
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DIRECTOR Eduardo Lunazzi EDICIÓN Billy Lunazzi Celis
lombia a buscar escenarios de negociación para garantizar la pesca a los raizales en esa zona disputada. Por eso la transmisión a la salida del palacio de la corte, en la que vimos al agente de Colombia en La Haya, Gustavo Arrieta, en actitud triunfante, fue sorprendente. ¿De qué hablaba Arrieta cuando decía que a Colombia le había ido extremadamente bien? No se entendió nada ni allí, ni en la entrevista que concedió al portal de El Tiempo en vivo, sobre las ocho de la mañana hora colombiana, en la que insistió que las repercusiones para Colombia habían sido mínimas. La corte reconoció que Nicaragua había establecido un mecanismo abusivo para establecer sus límites, trazando puntos y líneas de base recta para aplicar la soberanía que la corte le reconoció sobre el Mar Caribe en 2012. Eso fue un logro para Colombia, pero los dos argumentos más importantes, los que aducen la necesidad de salvaguardar el ambiente marino de la Seaflower y de garantizar los derechos de pesca de los raizales, no trascendieron. Ese resultado no asombra. Después de todo, históricamente Colombia ha sido deficiente en la preservación y en el reconocimiento de la comunidad étnica del archipiélago. El fallo es en ese sentido el símbolo de un castigo por la incoherencia. ¿Cuándo el Estado colombiano ha establecido mecanismos de compensación por la política de invasión cultural y poblacional desplegada en el archipiélago? ¿Cuándo, siquiera, ha reconocido la colonialidad de sus políticas de hispanización, de catequización, de supresión de la raíz anglo y kriol hablante de las islas? Si bien en la defensa del Estado había un equipo raizal, esa representación llegó tarde. ¿Cuestión de soberanía? La soberanía que el Estado ha ejercido en el archipiélago ha sido siempre hermética y colonial. A lo largo del siglo veinte las islas han sido pobladas a la fuerza, sometidas a políticas disruptivas y poco planificadas, como la del Puerto Libre, han sido consideradas territorios baldíos por documentos institucionales;y han sido despojadas de su integralidad y de su relación con otros territorios centroamericanos como Bluefields, o las costas de Panamá, de Costa Rica, de Honduras y Belice. La nación creole, un espacio cultural y de herencias históricas similares al que pertenece el archipiélago, ha sido ampliamente negada en el mito de la nación colombiana. En la narrativa de la Historia de Colombia, el archipiélago es un territorio geoestratégico, habitado por seres exóticos y distintos, un lugar dispuesto a la colonización cultural y política. Por ese estilo de soberanía hermética, desligada de aspectos humanos y diferenciales, es que los raizales del archipiélago ni siquiera fueron incluidos en la defensa internacional en fases tempranas. La inclusión en la fase de NICOL 3 del llamado Raizal Team, un equipo de profesionales raizales que nutrieron de argumentos a la COLABORADORES Edna Rueda Nadim Marmolejo Kent Francis.
defensa,llegó apenas en 2016, como una instrumentalización de la ciudadanía de los raizales con el objetivo de solidificar la soberanía en un área en la que Colombia no ha tenido presencia de forma histórica. El trabajo del equipo es destacable. Fue histórico y muy emotivo que un raizal, el señor Kent Francis James, ex embajador de Colombia en Belice, se dirigiera personalmente a la corte en septiembre de 2021 durante la fase de audiencias orales,para poner en el foco de la comunidad internacional la existencia y la dignidad del pueblo étnico. Sin embargo, el Estado tiene faltas en relación al archipiélago que exigen reparaciones integrales que vayan más allá de la muy merecida y necesaria inclusión en espacios de representación. No acato Nicaragua y Colombia están en dos espectros ideológicos opuestos. Sus alianzas internacionales son igualmente antagónicas. En el ajedrez geopolítico, más aún luego de la invasión rusa a Ucrania, Colombia y Nicaragua tienen menos perspectivas de sentarse a negociar una estrategia de cooperación en el Mar Caribe. El reciente fallo enfatizó en que la soberanía de ambos Estados conforma una intersección entre la zona contigua de Colombia y la zona económica exclusiva de Nicaragua, una zona en la que ambos tienen deberes y obligaciones distintas. El gobierno Duque ha condenado la dictadura nicaragüense y la dictadura ha atacado también al gobierno de Colombia. En medio estamos isleñas e isleños y la reserva de biosfera Seaflower, que, al no haber sido considerada dentro de la defensa en la fase NICOL 1, quedó desintegrada entre ambos Estados. El desacato de Colombia, previsible en términos políticos, es crítico en sus implicaciones prácticas para las islas. Colombia debe, por el nuevo fallo de la corte, retirar a su Armada del área, entonces, ¿cuáles serán las consecuencias para la Seaflower y para la pesca raizal de las licencias que Nicaragua otorgue en su nueva zona económica exclusiva? Si no se pueden establecer mecanismos de cooperación, ¿cómo podremos garantizar que en esa zona, difícil de controlar para la Armada nicaragüense, no haya sobreexplotación y piratería con los recursos pesqueros? También hay preguntas sobre seguridad hemisférica que naufragan en ese mar, y es que Nicaragua tiene acuerdos de cooperación militar con Rusia que preocupan a Estados Unidos, aliado tradicional de Colombia, por la presunta presencia de embarcaciones y submarinos rusos en su zona de influencia. Estas y otras cuestiones en la relación entre Colombia y Nicaragua obstaculizan el diálogo y perjudican sobre todo la estabilidad del archipiélago y la posibilidad de estrechar lazos con Nicaragua, que abaratarían significativamente el alto costo de vida en las islas y que garantizarían la estabilidad y la seguridad.
PERIODISTAS
Janeth Raga Molina Ethel Bent Castro Laura Restrepo
FOTOGRAFÍA Edward Lunazzi Celis Edgar Barragán
El siguiente capítulo en la relación con el Archipiélago Si existe un tipo de soberanía que debiéramos exigir desde las islas, es una integral y consciente, una soberanía que no obstaculice los procesos de consolidación de la autonomía del archipiélago en el marco de la condición de especial protección de que goza el pueblo raizal por mandato constitucional. La soberanía colombiana debería partir de la necesidad de un proceso de reconocimiento de las deudas históricas del Estado. Colombia debe aceptar que le ha fallado al pueblo del archipiélago, que con sus políticas ha comprometido la viabilidad y la sostenibilidad del modo de vida isleño, y debe, en consecuencia, entrar en una fase de reconstrucción de la verdad histórica de su relación con el archipiélago, y de reparación. En vez de triunfalismos vacíos que confunden a la opinión pública, el Estado debe asumir las consecuencias de sus estrategias fracasadas. De este lado, aunque para el pueblo raizal sea positivo ser un sujeto reconocido por una corte internacional, aunque sea un éxito haber cristalizado su representación, es vital que este momento sirva para avanzar en dos puntos específicos de su lucha de resistencia. El primero es el de destrabar el urgente estudio de capacidad de carga que por fin determine cuántas personas podemos convivir de forma digna y en armonía con los recursos disponibles en San Andrés, Providencia y Santa Catalina. El estudio, en consecuencia, establecería también cuántos visitantes pueden recibir las islas de forma sostenible, para transformar la matriz de nuestra dependencia autodestructiva del turismo depredador. El segundo punto es el de reconocer la ciudadanía diferenciada del pueblo raizal y su derecho de autodeterminación y de configurar figuras de autoridad sobre el territorio de las islas, para su cuidado y preservación, a través del estatuto raizal que hace curso en el Congreso de la República. La corte ya no podrá seguir conociendo los incumplimientos en los que incurra Colombia, y el discurso del presidente Duque del 21 de abril realzó la actitud de desacato y de continuada vigilancia sobre zona económica exclusiva de Nicaragua.Aunque la CIJ ya no tendrá competencia para dirimir disputas entre Nicaragua y Colombia en el futuro, sigue pendiente la resolución de otra disputa territorial. Las audiencias orales por la plataforma continental, es decir, por soberanía sobre los recursos del subsuelo al este de San Andrés, se esperan en el curso de este año. Sin conclusión aún a la vista, el Archipiélago corre el riesgo de seguir militarizándose. La esperanza es que en algún punto las voluntades políticas converjan para la negociación, y, entretanto, que la reparación del Estado se visibilice. Esa reparación es el acto último de la coherencia, una fase nueva en la relación con el archipiélago en el camino largo para construir confianza.
DIAGRAMACIÓN Laura Restrepo DISEÑO EDITORIAL Jesse Lunazzi Celis