Desove masivo nocturno
La reproducción de los corales es uno de los eventos más fascinantes de la naturaleza. Las colonias de coral de una misma especie liberan sus huevos y esperma al agua de manera sincronizada en un evento que se conoce como desove masivo, el cual ocurre unas pocas noches al año. ¡Esas noches son ahora!
Por Alexandra Pineda
Con la luna llena de septiembre, se despliega una emocionante oportunidad para los buzos y científicos del mar Caribe, ya que muchas de las especies de corales de la región se reproducen sincrónicamente al finalizar la puesta del sol. Esta es una oportunidad única para el turismo ecológico de buceo en las islas, ya que ofrece una posibilidad para atraer científicos y buzos turistas y que sean testigos de este evento natural que ocurre unas pocas noches al año.
Los buzos tienen la oportunidad de observar de cerca un espectáculo visual que fascina: la increíble sincronización del desove y la vida marina que se congrega alrededor de los corales en estos momentos. Además, la promoción de actividades de buceo sostenible no solo enriquece la experiencia del visitante, sino que también crea conciencia so -
bre la importancia de conservar estos ecosistemas. Al atraer a turistas interesados en la vida marina, se fomenta un enfoque de conservación que puede beneficiar tanto a la economía local como a la salud de los arrecifes, asegurando que este tesoro natural siga siendo un atractivo en el futuro.
Recordemos que los corales son
organismos clave en la estructura y funcionamiento de los arrecifes coralinos; son además considerados como los ecosistemas más diversos y productivos del planeta, debido a que albergan más de una cuarta parte de toda la vida marina y proveen importantes bienes y servicios a la humanidad, como la pesca, el turismo, protección costera y valores culturales entre otros.
Los corales escleractíneos, principales constructores de arrecifes, aseguran la supervivencia y expansión de sus poblaciones por medio del desove masivo, así como la perpetuidad de estos ecosistemas vitales.
Los corales liberan sus gametos simultáneamente para aumentar la probabilidad de fertilización. La sincronización de este evento maximiza la concentración de espermatozoides y óvulos en el agua, lo que facilita la fertilización. A partir de ello, se forman larvas plántulas que flotan en la columna de agua durante varias semanas. Durante este tiempo, las plánulas buscan un sustrato adecuado para asentarse y metamorfosearse en pólipos, iniciando así una nueva colonia de coral.
La reproducción sexual es crucial para la salud a largo plazo de los arrecifes coralinos ya que asegura la regeneración de las
colonias individuales y contribuye a la diversidad genética de los arrecifes, lo cual permite a las colonias de corales adaptarse a cambios ambientales y resistir enfermedades, ya que una población genéticamente diversa es más resistente a estrés ambiental y cambios en el ecosistema.
Adicionalmente, el desove y la posterior colonización de nuevas áreas contribuyen a la regeneración de los arrecifes. Esto es particularmente importante en áreas dañadas o degradadas, donde la capacidad de los corales para colonizar es fundamental para restaurar la estructura del arrecife y sus funciones ecológicas. Los arrecifes de coral que tienen una alta tasa de reproducción sexual y una colonización exitosa de nuevas áreas pueden ser más resilientes a los impactos del cambio climático, como el aumento de la temperatura del agua y la acidificación del océano.
La reproducción sexual de los corales no solo se limita a la producción de larvas; también juega un papel fundamental en las interacciones ecológicas dentro del ecosistema. Durante el desove, la sincronización de este evento atrae a diversos organismos marinos, desde peces hasta invertebrados, que se alimentan de los gametos liberados. Esta actividad no solo contribuye a la cadena alimentaria, sino que también establece conexiones importantes entre diferentes especies, promoviendo una mayor estabilidad en el ecosistema del arrecife. Así, la reproducción de los corales se convierte en un evento que beneficia a toda la comunidad marina.
Es esencial reconocer que los arrecifes de coral enfrentan múltiples amenazas debido a la actividad humana y al cambio climático. La contaminación, la pesca destructiva y el calentamiento global han impactado severamente sus poblaciones. Por lo tanto, proteger los eventos de desove masivo y el hábitat de los corales es crucial para asegurar su continuidad y, por ende, la salud de los ecosistemas marinos en general. La conservación de estas impresionantes estructuras no solo es vital para la biodiversidad marina, sino que también es un imperativo para las comunidades humanas que dependen de estos ecosistemas para su sustento y bienestar.
EJECUTA AGRO PROVIDENCIA
Acción climática infantil
Providencia y Santa Catalina es el epicentro de un nuevo proyecto auspiciado por el Fondo Acción, esta vez ejecutado por la asociación AgroProvidencia. Su meta principal ya se está consolidando: la conformación de un grupo piloto integrado por niños, niñas, jóvenes y mujeres, para mejorar los conocimientos y la respuesta frente a los efectos del cambio climático.
Pablo Devis, coordinador de Cambio Climático de Fondo Acción, dió cuenta de este nuevo proyecto desarrollado en el Archipiélago (de siete en total), dentro del mecanismo del fondo de acción climática para niños, niñas, adolescentes y mujeres, que está siendo promovido en diferentes zonas del país.
Este proyecto inició en 2023 y se va a implementar hasta comienzos del próximo año, tendiente al diseño y fomento de un movimiento de niños, niñas, jóvenes y mujeres (NNJM) en aras de estar preparados y equipados para atender a la comunidad durante y después de una situación de emergencia asociada al cambio climático.
Jóvenes guardianes
Dentro de los objetivos particulares de AgroProvidencia, para esta iniciativa, se tienen:
Consolidar un grupo piloto de NNJM, que ya está formalizado y que se llama ‘Raizal Youth Guards’, con quienes se adelanta un modelo de formación para mejorar sus conocimientos en materia de agricultura, cambio climático, atención de emergencias y similares; todo muy enfocado a gestionar los riesgos y los impactos que genera la crisis climática en el municipio.
También, capacitar a mujeres lideresas en ese modelo formativo, de manera articulada con los docentes de ‘Fi Wi Roots School’: una escuela aliada del proyecto, encargada de impartir conocimientos sobre prácticas agrícolas ancestrales, gastronomía típica y cultura raizal en general.
“Todo esto ha sido un proceso muy bonito, liderado por los mismos jóvenes del movimiento, porque se nota que tienen una apropiación muy marcada
con todo esto. Ellos mismos diseñaron su himno, su escudo, su uniforme, crearon una página en Facebook y, sobre todo, tienen muy claro por qué es clave estar preparados ante situaciones de emergencia”, indicó Devis.
Para el coordinador, desde Fondo Acción es fundamental fortalecer, mediante estas acciones en los territorios, la resiliencia comunitaria, empoderar a las mujeres, fomentar las redes de apoyo e instar a la conservación y protección de los recursos naturales y del medio ambiente; al igual que generar conciencia y ser muy eficientes en la res -
carles de qué se trataba el grupo, su interés, y qué esperan de esta organización a mediano plazo.
“Como los niños son ‘esponjitas’, la idea es que ellos absorban todo lo que más puedan y tengan un conocimiento de lo que es nuestra cultura. Así mismo, que conozcan acerca de las emergencias que se puedan presentar en el municipio y cómo enfrentarlas. Eso les dijimos a sus papás”, explicó.
Entre las actividades que han desarrollado en los últimos meses, la gestora y ahora instructora, señaló que recientemente
puesta, cuando se presente una situación climática que merezca atención.
Formación temprana
Por su parte, Idania Sjogreen, miembro de AgroProvidencia y coordinadora general del proyecto, dijo que el propósito fundamental de éste, es que los niños y los jóvenes de esas islas tengan conocimientos generales de lo que significa la cultura raizal; y propender porque sus costumbres no desaparezcan.
Igualmente, señaló que primeramente hicieron una reunión con los padres de familia para expli-
estuvieron en las instalaciones del aeropuerto El Embrujo, para ver de cerca las acciones que realizan los bomberos aeronáuticos cuando se presenta, por ejemplo, una emergencia con un avión.
Otra de las actividades realizadas fue una jornada de pesca, con sabedores de este oficio, así como la preparación de los pescados capturados durante la faena.
“Ellos mismos pescaron y luego fritaron el pescado, de esta manera les mostramos cómo hacer su propio sustento. En otra ocasión hicimos ‘cookies’, ‘plantain tart’ y dulces tradicionales
como el de ‘junebalin‘; también ‘parrish’ de maíz”, comentó Sjogreen.
Tradiciones que no se deben olvidar
La coordinadora también mencionó que tuvieron una tarde de “cine a la antigua”, les mostraron cómo se lavaba anteriormente, vieron cómo se puede obtener gas a partir del estiércol de la vaca e hicieron una caminata hacia los ‘gullys’ (manantiales, en el sector de Bowden), para mostrarles dónde nacen y cuáles son sus funciones.
Adicionalmente, se han impartido talleres de agricultura, resaltando la importancia de ese oficio, cómo cultivar y mantener los sembradíos, en pro de obtener su propia alimentación con el esfuerzo personal y familiar.
Con respecto a futuras actividades, la providenciana expresó que está pendiente una con la Capitanía de Puerto y otra con Guardacostas; ambas, en el marco del componente de ‘Llamados de emergencia’. Además, una clase de Primeros Auxilios, con el apoyo de una enfermera de la isla.
Para concluir, Sjogreen mencionó que con respecto a actividades realizadas con mujeres, se tuvo un intercambio de saberes con un grupo de pescadoras que viajaron de diferentes partes del país y del mundo, mostrándoles cómo vivían y cómo hacían sus faenas diarias en sus lugares de origen.
“También les enseñamos a hacer una huerta casera, cómo sembrar y cuáles son los mejores abonos. Periódicamente revisamos con ellas los avances de la misma y esperamos muy pronto tener productos en cosecha”, puntualizó.
MELODÍAS
E INTERPRETACIONES SINFÓNICAS ‘MADE IN SAN ANDRES’
El sueño de 'La Esfera'
La isla cuenta desde hace seis años con una orquesta sinfónica juvenil: La Esfera, una entidad que forma a sus intérpretes desde su Escuela de Música, con énfasis especial en instrumentos de cuerda frotada y de vientos. Partitura conversada con su creador y director, Walter Díaz
Por Janeth Raga
Para comenzar, es importante resaltar que el profesional sanandresano es ingeniero de sonido, licenciado en Música y que cuenta con una maestría en Educación y Docencia. Cuando terminó de estudiar Audio, regresó a la isla y se percató que hacía falta un espacio de formación en instrumentos de cuerda frotada (tales como violín, viola, chelo o contrabajo); y de vientos madera y de bronce (como clarinete, trompeta, flauta traversa o trombón).
De esa manera se decidió, desde 2018, a formalizar la creación de una Escuela de Música con énfasis en éstos medios y empezó dando clases de violín a los niños. Poco a poco hemos fue creciendo, hasta el día de hoy, cuando paralelamente se ha consolidado la conformación de una orquesta filarmónica. Este es un hecho muy importante, porque hace más de 25 años que no había una de estas en la isla.
“Recuerdo muy bien que existía solamente la orquesta sinfónica Batuta de San Andrés, porque yo hice parte de ella, como concertino, cuando era niño”, evoca.
¿Cómo está conformada y cuántos niños la integran?
En este momento somos dos profesores: la docente de Iniciación Musical, Sandra Hernández y mi persona; adicionalmente, contamos con la participación de Estefany Yoli, quien está pendiente de la parte de gestión y de comunicación.
Actualmente tenemos 37 niños en escena, en la orquesta, quienes tienen edades entre los 8 y los 17 años de edad. Así mismo, como la Escuela tiene una proyección desde los semilleros, hoy tenemos 70 niños recibiendo sus clases de Iniciación Musical y de formación en instrumentos variados.
En nuestro caso, ha funcionado
mucho el llamado ‘voz a voz’ para darnos a conocer; sumado a que cuando tocamos, se acercan padres de familia interesados y nos piden el contacto para inscribir a sus hijos.
¿Qué presentaciones han tenido fuera de la isla?
Hemos tenido algunas muy va-
En esa ciudad también ejecutamos conciertos didácticos, donde interactuamos con el público presente; por ejemplo, con la quijada (de caballo) hacíamos subir al adulto o al niño para que intentara interpretarla. Todo ello, para mostrar un poco la cultura de la isla, algo que siempre intentamos exaltar cuando salimos.
liosas, aunque resaltaría el Encuentro de Orquestas Sinfónicas y de Coros de la ciudad de Ibagué (IbaFest), donde tuvimos una muy bonita acogida. La verdad, considero que la música de aquí del Departamento Archipiélago realmente es muy ‘sabrosa’, digámoslo así; entonces la gente se la goza y se activa desde el principio, cuando hacemos un caypso, un reggae o un soca.
Ahora, dentro de poco, nos vamos para Cundinamarca y vamos a estar tocando en diferentes municipios de ese departamento, como Zipaquirá, Tabio, Cota, Chía y propiamente en Bogotá.
Nuestra idea es poco a poco ir recorriendo el país; de ahí que el próximo año ya estamos pensando en ir a Medellín, y a otros municipios de Antioquia, para
mostrar nuestra música tradicional pero en formato sinfónico.
Cuando se habla de orquesta sinfónica, normalmente se piensa en música clásica. ¿Cómo es presentar los ritmos típicos del Archipiélago en ese formato?
Dentro de la formación musical, vemos un poco de todo, incluyendo lo clásico, empleando para ello el Método Suzuki o el Kaiser. Luego, esos fundamentos técnicos los implementamos y aplicamos en la música del Archipiélago (calypso, reggae, schottise, polka o soca, como ya mencioné) y adaptándola, con los instrumentos típicos como la quijada, la tina o las maracas, al formato sinfónico.
¿Qué proyectos tienen en el mediano plazo?
Este mes es de puros conciertos al interior de la isla, como fogueo para este viaje que comenté a Cundinamarca. Ya tuvimos dos en el (Centro Comercial) New Point y en la Feria Internacional del Libro y en otras entidades privadas como el Grupo Litoral, el Banco de la República y el Infotep.
En el momento así está la agenda; y seguiremos afinando nuestros instrumentos e interpretaciones para nuestro posible viaje a Medellín, en 2025, para continuar sumando regiones colombianas dando a conocer lo que hacemos musicalmente, desde San Andrés, también desde el ámbito sinfónico.
Nuestra idea y propósito general es que más niños y jóvenes se sumen a nuestra escuela como un estilo, una forma de vida. Aprender a tocar un instrumento musical es una apuesta constructiva para ayudar a crear mejores personas. Sea cual sea el camino profesional que luego escojan o les toque vivir, la musica siempre los acompañará.
CURAÇAO Y SAN ANDRÉS, UNIDOS POR EL MENSAJE EN UNA BOTELLA
En busca de Rampersad
En 1.991 un joven de 16 años escribió una carta y lanzó una botella, con ella dentro, desde una playa de Curaçao. El objeto atravesó el mar Caribe y a los 21 días fue encontrado por una sorprendida y curiosa mujer en las playas de Sound Bay en San Andrés, en una odisea de aquellas que no ocurren todos los días en este maritorio, de por sí, mágico y real.
Por Billy Lunazzi Celis
El pasado 21 de septiembre, 33 años después del suceso, en el marco de la Feria del Libro de San Andrés (FILSAI), se conocieron en persona Claudine Bancelin y Rajender Rampersad, los protagonistas de esta historia poco verosímil que sólo puede pasar en el mágico Caribe.
Tan fabuloso ha sido todo alrededor de la búsqueda del enigmático autor, que inspiró a la periodista barranquilla a escribir un libro. De ahí que en marco del evento, que culminó precisamente el sábado anterior, emisario y receptora se reunieron, con el ‘mar de los siete colores’ como testigo de este hecho, narrando el hecho y firmaron autógrafos en los textos impresos.
Con motivo de este anecdótico caso, ambos hablaron con EL ISLEÑO para dar cierre a una primera crónica realizada en noviembre de 2023, cuando Bancelin viajó a Curaçao para tratar de encontrar al remitente que firmaba sólo como ‘Rampersad’.
Búsqueda en el propio Curazao
En diálogo con la periodista, en 2023, comentó que había retomado la búsqueda del autor del escrito, que que fue a parar en San Andrés 21 días después de haber sido arrojada la botella y transportada por el vaivén de las olas, hasta parar en manos de la también escritora costeña, durante un recorrido mañanero junto a su esposo.
“Básicamente, el texto decía que quien lo enviaba era un hombre de Curazao, que hacía 21 días había lanzado la botella al mar para ver cuánto tiempo podía resistir navegando en sus corrientes, antes que alguien la encontrara. En el escrito brindaba su P.O.Box en Curaçao; desde ese momento le escribí, respondiendo que la había encontrado y él me volvió a escribir al Apartado Aéreo en San Andrés que le indiqué. Por eso ahora estamos buscándolo”, narró en ese entonces.
En noviembre del año pasado Bancelin viajó a esa isla, y valiéndose
de sus contactos periodísticos, logró que un medio local la entrevistara y le publicara su relato el 18 de ese mes; indicando que cualquier información se canalizaría a través del correo electrónico de la
sin embargo, no desistió de su búsqueda.
Magia caribeña
A 10 meses de lo anterior, ese en-
periodista Valesca Diaz, autora de la nota.
En efecto, al día siguiente en la noche, la barranquillera recibió un mensaje del periódico donde le mandaban el correo de un hombre
cuentro por fin se concretó en el marco de la FILSAI 2024, cuando se vieron cara a cara el 21 de septiembre, en la playa de Sound Bay donde Claudine encontró la botella hace 33 años.
que había escrito a ese medio y que se apellidaba Rampersad.
Aunque ella le escribió inmediatamente, llegó el día de salir de Curazao y hasta ese momento no había recibido ninguna respuesta;
Sobre sus sensaciones después de tantos años de lo ocurrido, y que el haber encontrado ese mensaje trajera como consecuencia la publicación de un libro, la periodista respondió que todo lo que ha sucedido ha sido muy inesperado; y lo
calificó como algo mágico.
“Que haya llegado la botella, que yo la haya encontrado, que haya podido ir a Curaçao, que lo haya encontrado allá a través de la prensa y que ahora que haya ocurrido este festival, de que lo hayan invitado y que hayamos sacado un libro, ha sido una sucesión de acontecimientos mágicos, como sólo sucede en el Caribe: donde las cosas se dan y uno no sabe por qué la magia brota siempre por todos lados”, expresó.
Acerca de lo que pasó después de su viaje a Curaçao el año pasado, explicó que aunque el periodico lo buscó y hubo una página completa hablando a él, no logró ubicarlo durante su recorrido allí porque la crónica salió dos días después de su entrevista; y ella seguía su periplo hacia Bonaire.
Igualmente, narró que sí se comunicó con la mamá de Rajender, quien no tenía contacto permanente con él. Después de eso sí empezó a escribirle por medio del correo electrónico y del Whatsapp.
“De hecho, realmente el encuentro fue el mismo 21, cuando teníamos la presentación del libro; razón por la que lo llevé a la playa a donde llegó la botella. Una vez allí él seguía sin creerlo, pero igual se tiró al mar de Sound Bay; y mientras él se bañaba, yo tomé una piña colada y les conté la historia a los chicos del kioskito que me sirvieron la bebida. Lógicamente les parecía una historia increíble”, comentó.
Sobre la botella, Barcelin dijo que se trataba de grande (que describió como ‘pipona’) la cual contenía el mensaje. Este a su vez tenía un texto y un dibujo de unas montañas pintadas, que en principio ella pensó que era “un adornito” puesto por el autor.
“Entonces, cuando fui a Curaçao empecé a buscar la playa con unas montañas de espalda al mar; y cuando la encontré, supe que las montañas eran un mensaje más, porque tuvo que haber nadado un poco mar adentro para poner la botella, porque si la hubiera puesto en
la playa, ésta se hubiera devuelto”, indicó.
Claudine cerró diciendo, que al encontrar la botella nunca se imaginó que algo así ocurriría en su vida; y que pensó que sólo el hecho de recibir el mensaje, ya era suficientemente grandioso como para que algo más fuera a suceder.
“Todo esto ha sido una catarata de magia, no se le puede decir de otra manera; o de poesía, porque como decía Samuel Ceballos, la poesía no es sólo escribirla o que solamente esté en las letras, sino que también son actos, que está presente en las cosas que suceden. Cuando él me dijo esa frase, que en su momento no entendí; pero ahora es que la vine a entender”, puntualizó.
El mar: transportador también de mensajes
Por su parte Rajender Rampersad, hoy de 49 años, señaló que no recuerda el día exacto en que mandó el mensaje, pero sí está seguro que tenía 16 años.
“Lo mandé pensando en que alguien algún día lo encontraría, y porque leí en un relato que antes la gente lanzaba botellas, como los piratas y otros, para hacer experimen-
tos de la corriente marina y similares. Entonces me dije: voy a probar a ver qué sucede… Y miren, llegó a una isla que no conocía antes, que no sabía que existía”, señaló. Al preguntarle cómo se había enterado de que alguien lo estaba buscando, respondió que 21 días después de haber lanzado la botella le
habían escrito, diciéndole que había llegado a San Andrés. “Después mi mamá y mi hermano vinieron, pero no la encontraron a ella (a Claudine); luego, el año pasado vi en el periodico que me estaban buscando y fue así cómo la contacté. ¡Y aquí estoy!”, expresó visiblemente contento.
Cuando supo que alguien estaba
investigando sobre su paradero, asegura que se sorprendió porque la historia venía otra vez a su cabeza, reviviendo la historia; y sobre todo porque su mamá fue quien vio el periódico y le dijo que lo estaban buscando.
Para concluir, Rajender manifestó que se dedica a las investigaciones marinas con turistas, a través de un centro de buceo y de ‘snorkeling’ de su propiedad. Sobre San Andrés, señaló que ve mucho potencial a la isla como producto turístico.
Inclusive, aseguró que le parece más lindo que Aruba y que otras islas en el Caribe, aunque recalcó que este destino no es tan conocido, como otros países en el área; por lo que dijo que de ahora en adelante vendría más seguido aquí, dado que ya se ha estrechado un vínculo especial con el Archipiélago colombiano.
“Me he sentido muy bien en esta isla. Estoy muy contento por cómo me recibieron durante la feria, y sigo sorprendido viendo mi nombre dentro de un libro contando esa historia. No me gusta vincularme con nada; me gusta escribir, sí, pero más como incógnito; por fortuna el nombre es muy conocido, entonces puede ser cualquier persona”, concluyó entre risas
DÍA MUNDIAL DEL TURISMO EN LAS ISLAS
Unas de cal, otras de arena...
El 27 de septiembre se celebra en todo el mundo el Día del Turismo, una oportunidad para destacar el aporte de esta industria a las economías globales, así como para revisar los retos que afronta, dados los cambios macroeconómicos que se presentan. Hay optimismo en el gobierno local, mientras que los gremios expresan sus reservas.
Este año el Gobierno de Colombia, y gremios como la Asociación Colombiana de Agencias de Viajes y Turismo (Anato), resaltan el papel de “la paz como un importante pilar para la construcción de una industria próspera y sostenible, tanto para la promoción de atractivos, como para el progreso de las comunidades y la mejora de infraestructura de los destinos”.
En este sentido, según cifras oficiales, entre enero y julio de 2024, han ingresado a Colombia 3,7 millones de visitantes no residentes, es decir un 8% más que en los mismos meses de 2023. Esto, frente al 11% que se registra en el mundo en ese mismo periodo.
Panorama local
Aun cuando los números a nivel local, nacional e internacional muestran un incremento continuo, en opinión de distintos actores gremiales de esta industria (a diferencia de la Secretaría de Turismo Departamental) las cifras positivas no se mantienen al alza como en años anteriores cuando el flujo de visitantes era prácticamente permanente.
El secretario departamental de Turismo, Ricardo Camacho, se muestra optimista y apoyándose en cifras oficiales indicó que a corte de agosto San Andrés recibió cerca de 714.000 visitantes, lo que corresponde a un incremento del 18%, aproximadamente, frente al mismo periodo del año 2023 (cuando recibió 604.000 turistas).
“Estamos comprometidos con la diversificación de la oferta turística. Sabemos que tenemos una competitividad natural con nuestras playas y nuestro ‘mar de siete colores’, pero somos conscientes que también tenemos mucho más que ofrecer con nuestra cultura, que se compone de gastronomía, música, artesanía y demás. Así que estos eventos que hemos tenido recientemente, con la participación de diferentes países del Caribe, realmente impactan positivamente en la economía, al igual que las competencias deportivas que se han desarrollado”, aseguró el funcionario.
Adicionalmente, el jefe de la cartera de Turismo recalcó que esta dependencia busca
obtener la mayor representatividad posible, en cada una de las ferias en las que participa el Archipiélago anualmente, desde los oferentes de turismo comunitario, receptivos de experiencias culturales y de naturaleza, hasta las posadas nativas.
“En nuestra programación siempre buscamos integrarlos en nuestros stands; y analizamos cómo mediante capacitaciones logramos robustecer su estructura de negocios y su oferta de valor, para que aprendan a vender efectivamente sus productos al cliente final y para que las agencias de viajes y los mayoristas conozcan de ellos”, añadió Camacho.
No obstante, recalcó que la Secretaría participa en la promoción de los diferentes eventos, pero que es el comité organizador de cada uno de ellos, con base en diferentes criterios, el que escoge los alojamientos y los receptivos que ofrece a sus invitados.
Otras opiniones
- Juan Carlos Osorio, presidente del capítulo San Andrés y Providencia de la Asociación Hotelera y Turística de Colombia (Cotelco)
Hoy la invitación es a reconocer el ocio como una oportunidad para generar felicidad e ingresos, ofreciendo experiencias únicas a los visitantes, impregnadas de servicio con calidad y sello diferenciador que aseguren un ‘voz a voz’ positivo, permitiendo así la dinamización de la econo-
mía de forma transversal para todos los habitantes.
La belleza natural del Archipiélago y su caracterización de Reserva de Biosfera es un llamado permanente a desarrollar un turismo sostenible, orientado a fomentar el cuidado por la naturaleza, la cultura y todos los diferenciales que como destino tenemos para ofrecer.
No obstante, el turismo es un sector muy sensible a agentes internos y externos, y esta característica nos obliga a estar en permanente gestión y reinvención. Si bien hemos tenido fines de semana con incremento en cifras, volvemos a caer; así que los indicadores de este trimestre no han registrado el crecimiento que se requiere para lograr la dinamización cierta de la economía de las islas, que definitivamente se soporta del turismo.
La parrilla de programación deportiva y cultural que se ha realizado en el departamento, sin lugar a dudas ha oxigenado el sector, pero si contáramos con un número mayor de rutas, frecuencias y sillas, estas actividades tendrían un efecto más exponencial.
- Pedro Abello, presidente de la Asociación de Alojamientos Turísticos de San Andrés, Providencia y Santa Catalina (Alojate Inn)
Nos ha ido muy bien. No tengo cifras exactas en este momento, pero sí sé que se incrementó la ocupación a pesar que es-
tas fechas son de temporada muy baja, y este tipo de eventos hacen sobrepeso a la sobreoferta de camas que hay hoy en día.
Felicito al Gobierno y a las fundaciones y entidades que están organizando estos eventos, porque eso es un jalonador de turismo y mejora la ocupación en todos lo tipos de alojamiento, dado que hay todo tipo de perfiles de personas que participan en estas actividades.
Eso es lo que necesitamos como destino, mantener esa agenda; pero ojalá para el próximo año se dieran las fechas con tiempo de antelación, para que desde principio de año se pueda promover el calendario de eventos.
- Clotilde Henry, presidenta de la Asociación de Posadas Nativas
No nos ha ido mucho mejor con estos eventos. A hoy tenemos una delegación de artistas provenientes de Trinidad y Tobago, que vienen a participar del festival de teatro Ethnic Roots, pero que fue traída por el embajador en ese país, Wiliam Bush, quien nos conoce y ha estado aquí, en nuestra posada, en otras oportunidades.
Meses atrás no tuvimos contacto con los organizadores de la Feria del Libro ni tampoco del Ethnic Roots. Tampoco nos vimos beneficiados con los eventos deportivos; otras veces han venido los atletas a hospedarse en las posadas nativas, pero este año no.
Es difícil nuestra situación, pero estamos buscando otras fuentes de sostenimiento para reforzar nuestra oferta, puesto que estamos empeñados en permanecer en el mercado a pesar de todos los inconvenientes.
Otros gremios locales como el capítulo regional de Anato y la Cámara de Comercio de las islas, no alcanzaron a ofrecer su visión en este importante día, sin embargo, se conoce que toda la industria está trabajando arduamente para elevar cada vez más desde sus sectores los niveles anhelados para el destino. Quizás un poco más de diálogo y labor conjunta intersectorial pueda servir para acercarnos más a dichas metas.
NO NOS OLVIDEMOS DEL GUNGÚ
Tradición culinaria Caribe
Son considerables las consecuencias emocionales de un reencuentro con cosas sustanciales pero ya no habituales de nuestra existencia cultural y en particular de nuestra tradicion culinaria: Kalaloo en Londres, Gungú en Puerto Rico, Jumbalín en Laos, Flitters en la India, Tambran Ball en México o Bamí en Jamaica.
Por Harold Bush
Estos reencuentros enlazan un diálogo con nuestro pasado e invitan a esbozar un itinerario hacia el futuro, pero sobre todo evidencian de que nuestras islas y nuestra comida tradicional son una rica vitrina histórica de 400 años llena de acontecimientos, ingredientes y procesos marcados por el crisol cultural del Caribe.
Nuestra comida cuenta historias de migraciones, consolidación de una cultura única, asimilación, identidad y ahora resistencia, potenciada por el comercio y nuestra posición geográfica. Pero también de posibles estrategias para la preservación del patrimonio en unas islas que al abrazar la modernidad y un multiculturalismo cada vez más dinámico a veces le dan la espalda a su pasado.
Nuestra comida nos dice de donde venimos y por eso nos ayuda a conectarnos con otras culturas, un requisito indispensable de supervivencia. Nos sirve como tarjeta de identidad y es nuestro elemento fundamental de resistencia frente a constantes cambios. Ha sido una barrera contra influencias exteriores, aunque también ha adaptado una que otra influencia.
Por eso ha sido crucial para la identidad isleña y un hilo cultural unificador y de comunicación entre los componentes de una comunidad local en constante cambio por un continuo proceso migratorio que ejerce fuertes impactos sobre la cultura tradicional. Pero facilita un acomodamiento pacífico creando un multiculturalismo integrado. Promueve conexión, diversidad, inclusión, interacción. Además de crear lazos ayuda a consolidar identidades
Facilita la adaptación cultural de isleños no raizales porque compartimos ingredientes y prácticas culinarias traídas por nuestros antepasados africanos esclavizados, con su sazón que a su vez se nutrió de ingredientes y sabores del Asia (por las especias), dejando como resultado suculentas huellas que ahora son parte de una identidad culinaria muchas veces compartida.
La historia común de la esclavitud simboliza una conexión culinaria raizal con la costa norte del continente colombiano. Compartimos prácticas alimentarias transculturales que desdibujan los límites culturales, crean columnas comunes de identidad que fortalecen nuestro multiculturalismo y la cohesión social.
A todos los que prueban nuestra comida les queda una indeleble marca en su experiencia y memoria, como nos lo recordó recientemente la comida fusión raizal-mediterránea de un icónico restaurante local al celebrar sus 25 años y la reciente visita del chef de un mundialmente
encuentro de culturas. La comida blanda europea fue impregnada por un dinamismo sensorial por el aporte de los esclavizados, quienes aprovecharon la familiaridad de ingredientes que encontraron y otros que trajeron para ayudarles a navegar emocional y físicamente su deshumanizante experiencia y a sobrevivir su dolorosa incertidumbre. Uno de ellos es el Gungú (guandul), que sembrado por ellos no era solo un ejercido de supervivencia sino de libertad y de conexión con la tierra de sus antepasados y sus dioses.
Tal vez el uso del coco (en el Gungú y el Rondón, que se cocinan en
conocido restaurante de Cartagena, que al incluir en su menú a nuestros Journey Cake y Scotch Bonnet Peppers hace honor a nuestra tradición culinaria a la vez que las exalta como símbolo de resiliencia y resistencia cultural.
El mundo en un plato
Nuestra platos son espacios que enlazan nuestra historia, nuestra diversidad y la contemporaneidad multicultural de las islas. Nos acerca no solo a los isleños de origen costeño, sino al África, a Inglaterra pero sobre todo a otras culturas del Caribe a las que tanto queremos acercarnos pero lo impiden las promesas incumplidas.
Nuestros sabores esconden un recorrido por el tiempo y el espacio, un
todo el Caribe) simbolizan mas que cualquier otra cosa ese aporte, ese lazo afrocaribeño, ese puente que facilita la adaptación de isleños no raizales a nuestra cultura. El Rondón se acomodó para otros gustos y otros paladares se han adaptado al Rondón. Nuestro ‘coconut ball’ es como la ‘cocada’ costeña. El sancocho costeño de guandul es exquisito.
No sorprende entonces que el fuerte deseo de preservar la cultura a través de la comida haya sido muy exitoso en las islas, contrario a otras prácticas culturales tradicionales que muchas veces ocupan un puesto secundario y han perdido posicionamiento (como la música) en la identidad isleña frente al intercambio de prácticas transculturales. Muchas veces se escucha más
Vallenato, Reguetón o Champeta.
Por eso es importante pensar que nuestra comida no solo refleja nuestro recorrido por el tiempo histórico y el espacio geográfico, sino que nos guía hacia dónde vamos en unas islas en constante proceso de cambio o ‘creolización’.
La cultura culinaria muestra buenos signos vitales. Sin embargo, el aumento de los mercados agrícolas locales recuerdan la ausencia de algunas cosas que son parte del recorrido e identidad histórica tradicional. Pocos hablan y ya poco se ve el Gungú o el Bamí, fundamentales en la dieta en tiempos pasados.
La cocina del Gungú se enlaza con la del arroz que también vino del África en los barcos negreros pero por la falta de agua no se cultivaba en las islas, pero representa un sistema de conocimiento que acompañó a la esclavitud en el Caribe y nuestras islas. Se cocinaba el Gungú (como los frijoles) con lo que no comían los amos, de allí el uso generalizado del pigtail salado. Mientras nosotros lo cocinamos en sopa o guiso con pigtail, en la Costa colombiana lo preparan con carne salada
Al comerlo uno no puede evitar sentir una profunda conexión con el pasado y una sensación de un presente que se construye con resiliencia cultural. Todo lo cual invita a la reparación, la recuperación y al reencuentro con las huellas de nuestro pasado para forjar un mejor presente y sanar las dificultades culturales. El Gungú y otras comidas como el Rondón ya son parte de la identidad comunitaria raizal y no raizal.
Es posible identificar varios orígenes etimológicos a nuestra palabra creole Gungú. En el Caribe es el Gungo Peas, pero se le conoce mundialmente como Pigeon Peas y los británicos lo llamaban Congo Pea (arvejas del Congo) cuando nos colonizaron en 1629. Pero no hay duda de su origen africano: en Cabo Verde son Kongu y en Nigeria Mgbumgbu.
PRIORIZAR A LOS USUARIOS, PROTEGER EL MEDIO AMBIENTE Y LOGRAR LA JUSTICIA TARIFARIA, CONCLUSIONES DEL ENCUENTRO
Primer Foro Internacional de Servicios Públicos
Con dos días de una completa agenda académica, se realizó la primera versión del Foro Internacional de Servicios Públicos, organizado por la Superservicios y la Cámara de Comercio de Bogotá. En el Auditorio de Corferias de la capital del país se contó con la presencia de más de 3.000 personas, siendo los usuarios los principales invitados, y con cerca de 4.000 asistentes virtuales a través de la transmisión en las redes sociales.
En al menos 12 horas de conversaciones, 60 expertos del sector de los servicios públicos debatieron sobre transición energética, cuidado de los recursos naturales, la implementación del programa Basura Cero, modificación de la Ley 142, economía circular, justicia tarifaria, entre otros temas, como preámbulo de la COP16 que empieza el 21 de octubre en Cali. Uso eficiente del agua
La primera jornada del último día del foro, inició con el panel sobre el ordenamiento territorial alrededor del agua, como una política del Plan Nacional de Desarrollo.
Al respecto, el delegado para Acueducto, Alcantarillado y Aseo, Hugo Guanumen, explicó que “el agua en la humanidad se puede ver desde muchos puntos de vista, para algunos es un compromiso con la vida y desde esa mirada hay que ver el ordenamiento territorial; tenemos ese reto en Colombia con la modificación de la ley 142 y en la Superservicios estamos trabajando con la vigilancia desde la prevención”.
Por su parte, Santiago Ochoa, subgerente de Operaciones y Mantenimiento de Agua de EPM, aseguró que desde los gobiernos y las empresas se debe profundizar en las campañas de uso eficiente del agua. “Como ciudadanos tenemos que ayudar a solucionar la crisis y no a agravar la situación con el consumo excesivo. Con pequeñas decisiones se logran grandes resultados”, concluyó.
Transición energética
En el siguiente panel, moderado por Ricardo Roa, presidente de Ecopetrol, se debatió sobre transición energética y sostenibilidad. Explicó que el mundo se está moviendo hacia las energías limpias. “Hoy muestran que son el referente mundial, las más baratas, representan 5 % de la matriz energética del mundo”, afirmó Roa.
Por su parte, Luz Stella Murgas, presidenta de Naturgas, expresó que el mundo tiene tres grandes desafíos: hambre, pobreza y cambio climático. “El gas natural, es el servicio público más barato, hoy llega a 36 millones de colombianos. Hemos llevado calidad de vida y nuestro desafío es llevar este beneficio a 1.5 millones de familias que todavía cocinan con leña”.
La presidenta de Acolgen, Natalia Gutierrez, explicó que, desde el apagón de 1991, el país no se volvió a apagar. “Hemos avanzado en 97 %
de cobertura y una matriz limpia, en donde los proyectos eólicos y solares cobran más protagonismo. Sin embargo, estamos perdiendo seguridad energética. Hay decisiones que se debieron haber tomado hace 10 años, pues es un sector con visión de largo plazo”.
lebró que la Superservicios fomente estos diálogos entre el sector público y privado. “Debemos tener puntos de encuentro, y por eso el presidente de Ecopetrol va a llevarse estos mensajes, en donde el usuario sigue siendo el más importante. Qué sucedería si tuviéramos un apagón, qué sucedería si no tuviéramos las TIC, la prioridad
Cambio climático, un reto para los servicios públicos
El viceministro de Energía, Javier Campillo, destacó que el cambio climático es un reto para el Ministerio de Minas y Energía por lo que “estamos llevando a cabo acciones para modernizar el sector y para permitir
ha sido el usuario con el uso responsable y los empresarios estamos comprometidos para hacer justicia con los más pobres”.
Desde México, Nathalie Seguin Tovar, la coordinadora General Red de Acción, presentó la conferencia ‘Cambio climático y su impacto en el ciclo del
la entrada de renovables. Allí el usuario debe ser el primero y hacer parte del sistema. No es una tarea fácil, pero tenemos que acelerar la marcha y acelerar los proyectos de generación”, explicó el funcionario.
En el cierre de este panel, Camilo Sánchez, presidente de Andesco, ce-
agua y el saneamiento: Derechos humanos, desigualdad y participación social’. “Muchos países latinoamericanos han incluido el Derecho Humano al agua y al saneamiento en sus constituciones; sin embargo, tenemos una brecha enorme entre el acceso del agua y la ruralidad”.
La experiencia en Chile
Otra de las conferencias internacionales destacadas fue la del profesor Javier Piedra Fierro, de la Universidad de Concepción y director de la Fundación Energía para Todos, quien expuso las experiencias de Chile en materia de ‘Transición energética y participación de las comunidades en la prestación de servicios de energías renovables’. Allí se analizó cómo la transición energética es, además, un proceso en el cuál diferentes actores aportan en función de un objetivo común: el uso de energías renovables para un mundo sostenible.
En la charla sobre ‘Mecanismos de participación ciudadana en la fiscalización de los servicios públicos domiciliarios: ¿Suficientes y efectivos?’, moderado por Carlos Alberto Atehortúa Ríos, profesor Universidad de Antioquia, en el que participaron Carlos Eduardo Pimienta, delegado de la Defensoría del Pueblo; Felipe Durán Carrón, delegado para la Protección al Usuario y la Gestión en Territorio de la Superservicios, y Abzalón Torres Echavarría, coordinador de la Asamblea Permanente del Poder Popular por los servicios públicos domiciliarios del Atlántico.
Este último, aseguró que la ciudadanía conoce los mecanismos de participación en un 42 % y solo el 16 % las usa y participa.
Para el cierre de la agenda académica, con la directora de CRA, Ruth Maritza Quevedo, y representes de empresas y recicladores, se analizó cómo en función del desarrollo sostenible, las ciudades han diseñado una política importante que busca reducir la gestión de los residuos a cero, pasando de una economía lineal a una economía circular, que permita un menor impacto de estos residuos en el medio ambiente y un modelo económico que conduzca a que sean mejor aprovechados.
Finalmente, el superintendente, Dagoberto Quiroga Collazos, presentó el libro ‘Servicios Públicos Domiciliarios en Colombia. Memoria, retos y visión’, producido y editado por la Superintendencia de Servicios Públicos Domiciliarios, en la conmemoración de los 30 años de su creación.
Presenta la historia y estado actual de los servicios públicos de energía, gas combustible, acueducto, alcantarillado y aseo, y las tareas pendientes y tendencias, bajo la incidencia de los cambios climático y tecnológico. También plantea la necesidad de implementar políticas que transformen el modelo actual de la prestación de servicios.
A CULTURAL ROUND TRIP FROM ARCHIPELAGO OF SAN ANDRÉS
Las noches de la Feria del Libro de San Andrés (FILSAI) estuvieron cargadas con lo mejor de la música local y de artistas invitados, gracias a la sinergia que este año la organización generó junto al ‘Yehman Fest’. Diálogo con Joe Taylor, productor de este espléndido suceso.
La FILSAI al son de la magia Caribe LETRAS, MUSICA & LIBROS
Por Janeth Raga y Juan David Herrera
¿El escenario? el sector de la plazoleta del Cañón de Morgan, por donde han pasado distintas agrupaciones, desde el género sinfónico con aires caribeños hasta el bullerengue con mensajes de resistencia.
A propósito de las presentaciones de estas noches de la FILSAI, el artista Joe Taylor, gestor cultural, productor y líder del grupo Fire Band, indicó que las personas respondieron muy bien a esta llamativa propuesta de combinar literatura con música. Y viceversa.
“Cada uno de los shows ha sido una grata experiencia, pues cada quien ha dado el punto más alto de su ‘performance’ para llegar a conectar con las personas. Desde el espectáculo de La Esfera, con la interpretación magistral de estos chicos que le están metiendo corazón a la sinfónica de San Andrés, hasta la intervención performática de ‘La Morena del Chicamocha’ con su bullerengue de resistencia y reivindicación”, explicó.
Joe Taylor también resaltó la presentación con intérpretes del ‘horse jawbone’ –símbolo músical al que se le rindió tributo en esta versión de la FILSAI– a cargo del Grupo Ebony que dirige la profesora Leonor Murillo, gestora que también fue homenajeada por su aporte a la enseñanza de éste y al acercamiento de los niños a las músicas tradicionales del Archipiélago.
Alianzas que se fortalecen
Con respecto a la alianza de estas dos grandes apuestas culturales, en la que se han unido la literatura y la música, el cantautor explicó que se venía gestando hace algunos meses; más específicamente desde septiembre del año pasado cuando Taylor produjo la ‘instalación’ de ‘Memorias de agua’ (en marco del proyecto ‘Los Hijos del Paisaje’, ejecutado por Mamaroja Company).
“Entoces fuimos a Bogotá junto al equipo de Mariamatilde, don -
de también produje el momento artístico de ‘Las Voces del Iota’, adelantado en marco de la Feria del Libro de la capital. Así que se creó una alianza entre la parte literaria y la musical, lo que considero sumamente importante al tenerlas en cuenta y unirlas, para entender cómo ha sido nuestra historia y cómo la hemos escrito; y cómo mediante la sonoridad podemos también entenderla”, agregó.
El cantante, oriundo de Providencia, recalcó que como el
‘Yehman Fest’ tiene una total integridad hacia lo que es la raizalidad y lo potente del creole, enmarcado en lo que significa vivir en el Caribe, anticiparon que se uniría muy bien con la FILSAI; y también con el Green Moon Festival.
“Nuestra alianza con el Green Moon también era más que necesaria, porque tenía que hacer parte de este tridente de proyecciones que nos habíamos fijado; y puesto que sabemos que este festival ya es una tradición. Ellos
son los que hicieron que todos los demás procesos quisieran hacerse”, enfatizó Taylor.
Al cierre aseguró que el lema ‘Bitout Baada’ (Sin fronteras) permite que este tipo de asociatividades se den en completa armonía. “Creo que es bello poder aliarnos y demostrar que trabajar en colectivo, bajo la misma bandera que sea el crecimiento y evolución de las artes en el Archipiélago, es totalmente necesario y provechoso”, concluyó.
The Last Night
El cierre de la Feria del Libro de San Andrés fue un evento musical memorable que celebró la riqueza cultural de la región y el amor por la literatura. Durante estos días, los espacios se llenaron de color y los relatos sobre la historia de las islas se tomaron las calles, superando barreas lingüísticas, de clases sociales y hasta políticas.
El punto culminante del evento fue, sin duda, la presentación de las Celis Sisters, una agrupación que se ha ganado un lugar especial en el corazón del público. Su actuación, que fusiona ritmos tradicionales con melodías y ritmos contemporáneos, deleitó a los asistentes en forma de homenaje a la herencia coral de la región.
Luego, el sonido compacto y armonizado en una suerte de reggae sinfónico a cargo de la Joe Taylor Fire Band, se tomó el escenario con sus mensajes de urgencia social y vivencial, poniendo al público a vibrar y a bailar mientras la banda impulsaba del escenario un genuino despliegue creativo y motivador.
Por último, el número por todos esperado: Flash Mizik de Haití, presentado por el Green Moon Festival, una banda del más puro estilo kompa con esa sonoridad inconfundible que encanta a los isleños desde las épocas del inolvidable Coupe Cloué. Con un sonido compacto, alto virtuosismo musical y un infatigable andar, la banda tocó casi dos horas encantando a todos los asistentes.
¡Gracias Ethnic Roots!
Desde su inicio en 1999, el Festival Internacional de Teatro Ethnic Roots se ha consolidado como un pilar cultural en San Andrés, resaltando la riqueza de las tradiciones y expresiones artísticas locales y de diversas regiones, especialmente del Caribe, Colombia y Latinoamérica.
A lo largo de los años, este encuentro creado por la gestora cultural y actriz, Marilyn Biscaino, ha sido un ejemplo de perseverancia, impulsado por un equipo comprometido que, a pesar de contar con escaso acom -
Campanas
Despertó con la espalda pegada al techo y una vista cenital de su cuerpo extendido en la mitad derecha de la cama. Sus pies salían unos centímetros del catre, era enorme y dormía siempre a sus anchas y sin cobija.
Bajo su brazo izquierdo había una mujer, ya anciana, anclada a él como una garrapata, ella sí, envuelta como un cocuyo en tres capas de mantas y de la que solo se podía ver mechones canosos y un brazo que intentaba, infructuosamente, rodear su cuerpo.
Después de la primera impresión que significaba el ángulo de la escena, una tristeza enorme lo llenó completamente. Pensó en ella y en lo frágil que la había vuelto su amor.
pañamiento oficial, ha logrado transformar en cada edición la isla en un escenario vibrante para el arte y la diversidad.
Este año, el festival se enriqueció con la participación de invitados internacionales de Trinidad y Tobago, Jamaica, México, Brasil y Argentina, junto a diversas compañías nacionales de gran valía, diversidad y talento. Estos concurridos encuentros fomentan el intercambio cultural abriendo espacios, por ejemplo, para el diálogo y la reflexión sobre nuestras raíces étnicas.
Por otra parte, las funciones en barrios y colegios, realizadas hasta este sábado han acercado generosamente el teatro a todos los rincones de la isla, subrayando su papel como herramienta de cohesión social y divulgación de profundos mensajes de solidaridad, confraternidad y paz.
El apoyo básico del Ministerio de Cultura, el Banco de la República y la infaltable empresa de aseo Trash Busters, ha sido fundamental, sin embargo es necesario un compromiso más amplio y robusto por parte de las institu -
ciones y la empresa privada para garantizar la continuidad de esta iniciativa.
Este fantástico festival no solo celebra la diversidad, sino que también enriquece la identidad de San Andrés, Providencia y sus lazos de fraternidad con pueblos vecinos. Invertir en su crecimiento es, en síntesis, invertir en el desarrollo de artes y oficios con miras al destino ecoturístico y cultural que anhelamos para el Archipiélago.
¡Gracias por tanto, Ethnic Roots!
Era mayor que él, lo suficiente para haber parecido una pervertida en la adolescencia, pero muy poco para ser algo que los inquietara en la última década del siglo que ambos vivían. Se volvió dependiente de él, necesitaba que él hiciera por ella todo lo que el mundo le exigía, un mundo que él aprendió a traducir para esta mujer, ausente y a la vez en todas partes.
Ella no lo amó a primera vista: fue un día, años después de vivir juntos, cuando se levantó y en una mezcla de capricho y demanda, le pidió que colgara en el árbol grande del patio –una ceiba de casi doscientos años–, mil ganchos de todos los tamaños. Deberían estar dispuestos a suficiente distancia para permitir que de ellos colgaran objetos, por lo que solo se podían poner en ramas oblicuas u horizontales. Le hizo un mapa del árbol y la ubicación de cada gancho.
El obedeció sin cuestionar la idea. Había aprendido que esto solo llevaría a una
discusión circular y que al final, después de un llanto incontrolable, tres amenazas de separación, ocho maletas en la puerta y una reconciliación sin palabras, él terminaría por cumplir o hacer cumplir la orden.
Cuando se completó la tarea, ella empezó a colgar campanas de todos los tamaños, de metal casi todas, pero también de madera, de mármol, de vidrio incluso. Colgó trescientas noventa y dos y paró.
Le explicó entonces que había puesto una campana por cada una de las mentiras que él le había dicho. No lo hacía para insistir en el reclamo, solo quería que él supiera como todas esas falsedades seguían haciendo ruido: lo hacían más cuando había viento, pero también a veces de la nada, lo hacían las grandes, pero también las pequeñas.
Ella quería que él supiera como se oían los pensamientos en su cabeza y, que aunque había espacio para seiscientas ocho más,
ahora que había decido amarlo, necesitaba que parara de obligarla a colgar campanas.
A él, al principio el sonido le pareció abrumador, cualquier briza desataba un concierto. Después el tiempo volvió todo ruido blanco, hasta que ella rompía el equilibrio y agregaba una campana nueva, después de una mentira nueva.
Esa mañana había mariposas de lluvia y las gallinas estaban en los árboles; la veía aferrada a lo que él pensaba que era nada más que un cadáver, con una brisa sostenida, se preguntó por qué ya no podía oír las campanas.
Cuando ella despertó y entendió lo que pasaba fue al patio y colgó una nueva, la única que llevaba una inscripción: “Adiós”, decía. Desde ese momento, las campanas han permanecido estáticas, excepto la última, que sigue tintineando, como testimonio de la única mentira que aún está vigente.
Talentos isleños fugados
La salida de cada isleño a trabajar afuera le roba a las islas una parte de su historia y de su futuro. Muchas veces salen en recompensa por su profesionalismo, pero generalmente son empujados a destierros a veces dolorosos por la falta de oportunidades laborales y por necesidades económicas.
Cada salida es una pérdida insuperable, afecta el urgente y necesario cambio político generacional e incentiva la contratación de no isleños. Nuestra generación debe mirar en el ‘looking glass’ para analizar la fuga y buscar formas de moderarla. Tenemos la obligación de dejar un mejor futuro a las nuevas generaciones.
Es grande el desafío de asegurar que el talento isleño se quede en las islas. No siempre será posible porque muchos obtendrán mejores sueldos en el resto del país y en el exterior. Y aunque la ley obliga a la economía y las instituciones a darles prioridad en el empleo, no pueden ofrecer trabajo a todos porque la sobrepoblación genera una saturación de oferta de mano de obra. Todo agravado en que se burla la ley de control poblacional.
Pero es necesario atender la inseguridad laboral de los cientos de isleños jóvenes que cada año se gradúan, que necesariamente incluye fortalecer los controles poblacionales. No se trata de desatar una narrativa deslegitimadora contra
la contratación de afuera, que a veces es necesaria, pero es indispensable darles prioridad a los isleños. Para eso está la OCCRE pero desde su creación hace 33 años la población se ha duplicado o posiblemente triplicado. Debe ser reformada con urgencia y el lobby raizal debe ser el principal catalizador.
El principal factor de fuga es la falta de oportunidades laborales con los principales empleadores, los sectores hotelero y público. El sector hotelero no absorbe suficiente gente altamente capacitada (y tenemos mucha) por eso la alternativa es el sector público. Pero acceder a un puesto o contrato público es matricularse en un grupo político, lo cual crea tribalismo y clientelismo que muchos jóvenes profesionales rechazan porque vuelven con una mentalidad de cambio y no quieren ser parte del continuo hundimiento en virtud de la política.
Ello refleja otro problema de fondo: las instituciones y la clase política isleña generalmente cruzan la línea entre la preocupación por los problemas y la irresponsabilidad, con constantes resultados fallidos que desde luego encubren con una retórica de triunfo. Y exhiben una alarmante falta de voluntad para escuchar argumentos alternativos como el de los jóvenes. A pesar de que el sector turístico aún tiene mucha confianza en las islas (aunque contrata más de afuera que el sector público), gran parte del futuro depende de que las instituciones y los empleados se comporten decente y adecuadamente.
Por eso la clase política, que casi nunca termina alineada con las prioridades o
La FILSAI sin fronteras
San Andrés casi no tiene librerías. Esto representa un vacío enorme. Salir en la búsqueda de un libro en la isla puede resultar igual que buscar una aguja en un pajar. Ello implica efectos que reducen considerablemente el acceso a los libros. Tanto a sus habitantes como a los turistas que quisieran hacer turismo literario.
(A propósito de esto último, Lisboa, la capital de Portugal, tiene 41,6 librerías por cada 100.000 habitantes, que son referentes de sus atractivos turísticos). En Oporto, por ejemplo, Livraria Lello es conocida como la librería de Harry Potter. Se dice que la escritora J.K. Rowling se inspiró en este lugar para crear algunas de las tiendas del callejón Diagon. Y la visita tanta gente, que han empezado a cobrar la entrada).
STAFF DIRECTOR
Esta situación de San Andrés conlleva demasiados problemas a la hora de intentar construir el hábito de la lectura, sin duda. Una librería a corta distancia constituiría para los promotores de lectura una mina de oro y una alternativa deliciosa para los isleños en su tiempo libre. Hoy día para poder adquirir un libro hay que salir a comprarlo fuera del territorio insular. Y no todo el mundo lo puede hacer cuando lo quiera.
Es como si el pescador se quedara sin el mar o el río. Si el amor o la amistad, que necesitan de la cercanía de la personas para vivirse plenamente, les cerraran el camino para estar juntos.
Aunque no se explica que la existencia de librerías en el territorio continental del país, haya sido un factor determinante en el pequeño aumento del índice de lectura de los colombianos mayores de 18 años, que pasó de 2,7 en 2017 a 3,5 en 2023, en promedio, según el estudio ‘Hábitos de lectura, asistencia a bibliotecas y compras de libros 2023’ de la Cámara Colombiana del Libro, las personas en-
COLABORADORES
la dinámica de las necesidades, tiene un reto de convencer a muchos de no irse y lo puede hacer forjando oportunidades. Se aproxima otro periodo electoral y muchos jóvenes estarán atentos por ver las propuestas. Están hastiados de una constante y pletórica diarrea verbal política o promesas sin intenciones de cumplir.
El poder juvenil
Es importante que los que no se hayan ido o no piensan irse asuman una mayor responsabilidad hacia el futuro de las islas, su futuro, con sus acciones y una narrativa y coyuntura política que ellos deben controlar. Es necesario un mayor activismo de los jóvenes en asuntos políticos y sociales.
Porque desde lo institucional nada se observa y exhibe más preocupación en que no caigan los jóvenes en malos hábitos que en encauzarlos hacia un futuro esperanzador.
El poder del activismo juvenil es evidente a través de la historia, más recientemente en Colombia con el movimiento estudiantil que dio inicio al proceso que nos otorgó la Constitución de 1991.
Mientras desde lo institucional parece haber un temor a cualquier acción que incentive ese activismo, hay indicios de que ya tiene una dinámica propia en las islas. La poderosa presencia de muchos jóvenes en dos eventos recientes de literatura y teatro, auguran una mayor concientización y compromiso juvenil con sus islas.
Ello envió un poderoso mensaje de una
cuestadas indicaron que los lugares habituales de compra de los libros fueron las librerías físicas, con 58%. Seguidas de las que se encuentran en la calle, con el 32%; las ferias del libro, con 25%; los supermercados, con el 14%.
San Andrés ni siquiera fue tenida en cuenta para este estudio.
Por ello, el acontecimiento de la FILSAI simboliza la resistencia de los isleños a no permitir que la distancia de los libros sea causa de su olvido. Una rebeldía que pretende borrar la frontera con la que tropiezan cada vez que sienten ganas de salir a buscar un libro.
En el fondo, la FILSA es la gran revolución que derriba el muro que los separa del resto del mundo de la literatura. La que pone la mesa para que dialogue el mundo de las islas con esos otros mundos que vienen en los textos literarios. Es la excusa perfecta para viajar a la tierra de las letras sin tener que salir de casa.
De ahí que la FILSAI tiene que llegar a
PERIODISTAS
FOTOGRAFÍA
intersección factible y una combinación dinámica de creatividad y activismo frente a nuestros problemas ambientales, sociales, culturales, lingüísticos, urbanísticos, de seguridad, de salud pública, y muchos más.
El evidente énfasis en los vínculos entre los derechos humanos y la crisis climática y cultural podría llevar a algunos a involucrarse más en activismos climático, cultural, étnico, y político. Necesitamos una nueva Greta Thunberg isleña y figuras políticas y sociales progresistas.
Seguramente llevaron a sus casas y a sus clases la severidad de los mismos. Seguramente muchos se convencieron de que la narrativa y el principal mensaje de las presentaciones son convertirse en solucionadores de problemas, en activistas del cambio, alzando sus voces, porque la inacción los pone en riesgo.
Los eventos fueron memorias de esperanza y de resistencia. Esperamos que aprovechen la voz que forjarán a través de los libros que adquirieron, las tertulias que escucharon, las obras de teatro que vieron, para analizar y utilizar la narración como una herramienta poderosa de convicción y poder, una crítica a la inacción negativa y la generación de acciones positivas.
Pero no puede uno dejar de pensar cuántos de esos jóvenes ávidos de literatura, teatro y conocimiento buscarán futuro en otros lados, o cuántos tendrán que pagar con su salida el precio del fracaso de nuestra generación que les deja unas islas con menores oportunidades que las que nosotros tuvimos.
ser una empresa que todo los isleños deben tomar en serio. Su permanencia en el tiempo es vital para que las nuevas generaciones no crezcan con la idea de que las lanchas rápidas go fast son las únicas alternativas de "cambiar de rutina".
Sería admirable entonces que la FILSAI profundice sus raíces y se convierta en un evento tan tradicional como el rondón lo es para la gastronomía insular. Su permanencia en el tiempo tendrá, al menos, un efecto amortiguador (cuando la vea en el calendario de cada año) del insaciable deseo de leer que ataca a los amantes de la lectura.
"Los jóvenes están desasistidos de la historia. Como recién aparecidos en el mundo. Y eso es grave", ha dicho la escritora española Soledad Puértolas. Sin la FILSAI, los jóvenes de las islas lo estarán también (si no es que lo están ya), pensamos en esta esquina de EL ISLEÑO. Por esta, y otras razones, hay que seguirla apoyando, claro está, con más y más vigor…
DIAGRAMACIÓN