3 minute read

Por una disposición adecuada

Diferentes medios alrededor del mundo, dan cuenta del arribo de ‘sargazo’ sin precedentes este año. Aunque dicho fenómeno representa una molestia para territorios costeros, por la acumulación de algas en las playas, sobre todo en aquellos dedicados en gran medida al turismo, muchos sacan partido de ese material orgánico dándole otros usos y generando dinero con ello.

Por Janeth Raga

Advertisement

Se sabe que el cinturón de sargassum viaja cada año, desde las costas de África hasta el Golfo de México, afectando a Florida y a las islas del Caribe. San Andrés no ha sido ajena a esa problemática, donde el incremento de las oleadas también ha sido notorio en años recientes.

Más allá de las consabidas limpiezas de playas, en las que interviene el Gobierno departamental, la autoridad ambiental Coralina, y hasta hoteleros y prestadores de servicios turísticos, por la cantidad elevada de algas que se acumulan, poco se sabe de lo que llas que piensan en el beneficio que podrían sacar de esa situación.

En su opinión, la llegada del sargazo es mejor verla más como un recurso que como un dolor de cabeza porque –asegura– no todo lo asociado a estas algas es absolutamente malo. Y explicó:

“Está comprobado que forman ecosistemas móviles, que permiten la preservación de algunas pequeñas especies clave cuando se protegen de sus depredadores en esa gran masa de algas. Esto en mar abierto tienen mucho valor; caso contrario ocurre cuando llegan a las costas, que se acumulan y

Instituto de Ciencias del Mar y Limnología de la Unam, aseguró que tienen un alto contenido de micronutrientes y minerales, proteínas, vitaminas, grasas poliinsaturadas, carbohidratos y compuestos bioactivos.

Lo anterior es vital –asegura la investigadora– para alimentar a un sinfín de especies como vacas, ovejas, caballos, aves o peces. Tal es el caso de Jamaica, donde se recogen las algas cuando todavía están en el mar y se convierten en alimento orgánico para el ganado caprino; y con las algas podridas producen carbón ecológico, con recursos del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

Al respecto, Juan Carlos Osorio, presidente de la Asociación Hotelera y Turística de Colombia (Cotelco), dijo que el Archipiélago y el sector no serán ajenos a esta situación, que ha sido reiterativa desde hace varios años; y que ve con preocupación las predicciones de los expertos en la materia, lo que se sumará a las afectaciones actuales que padece el sector turismo.

“La presencia del sargazo afecta la imagen del destino y es incómoda para los turistas (nos lo han manifestado en repetidas ocasiones), porque no les gusta entrar al mar con presencia de algas, ni tampoco ver las playas llenas de ellas. Además piden se hace cuando éstas aún flotan en el mar y tienen un valor económico potencial; cuando todavía no empiezan a degradarse y a expeler un olor desagradable, lo que principalmente más incomoda.

Caso contrario sucede en otros destinos caribeños, donde lo que antaño era considerado un gran problema, ha despertado el ingenio de sus pobladores y les ha permitido aprovechar esa materia vegetal como insumo para crear otros productos y generar empleo.

Múltiples usos

De acuerdo con el experto en zonas costeras de la Universidad Autónoma de México (Unam), Rodolfo Silva, quien visitó San Andrés y Providencia el año pasado, hay dos tipos de personas: las que intentan deshacerse de un problema (la gran mayoría), y aque - se descomponen, así que lo lógico es evitar que todo este material orgánico se represe directamente en la playa.

Algunos estudios han determinado que sus fibras son muy fuertes y que serían útiles como material de construcción; que absorben cualquier cosa, con lo que se convierten en perfectos biofiltros de agua; que contienen celulosa, y podría fabricarse papel; incluso se pueden emplear como alimento para ganado por su alto contenido de nutrientes”.

En este mismo sentido, una publicación del diario El País de España titulada ‘Cuando el gran problema del Caribe se convierte en materia prima’, da cuenta de los múltiples usos del sargazo que van desde la acuicultura, ganadería, industria farmacéutica y hasta generación de biocombustibles.

En el artículo, Brigitta van Tussenbroek, especialista en macroalgas del que, como en otras partes del mundo, se tenga una disposición adecuada y anticipada en San Andrés”, aseguró. El ejecutivo también comentó, que el gremio solicitó el año pasado a Coralina acciones desde el punto de vista sostenible para generar soluciones oportunas. En dicha ocasión, la entidad manifestó que tenía algunas opciones como el uso de redes tiradas desde una embarcación, para retirar al máximo las algas mucho antes de que lleguen a la playa…

En esa misma línea, otras publicaciones detallan cómo se emplean en elaboración de compostaje en Fort Lauderdale (EE.UU.), y como biofertilizante en Belice, Dominica y Saint Vincent y las Grenadinas.

Así mismo, expertos de la Unidad de Energía Renovable del Centro de Investigación Científica de Yucatán (México), desarrollaron una metodología para producir biogás a partir de estas macroalgas, en combinación con un hongo nativo y una bacteria; produciendo igualmente biodiesel, biopellets y biometano.

Y... ¿en San Andrés?

EL ISLEÑO le consultó al gremio de los hoteleros su opinión, frente a la inminente llegada de sargazo en cantidades fuera de lo normal este 2023.

“Y como la corporación ambiental es quien tiene las salidas técnicas, nuevamente hacemos un llamado para que este 2023 busque una solución oportuna y sostenible para minimizar los efectos del sargazo en las playas de la isla”, concluyó Osorio. Amanecerá y veremos…

ARCHIPIÉLAGO DE SAN ANDRÉS, PROVIDENCIA & SANTA CATALINA

This article is from: