Hasta junio…

Si la crisis del transporte aéreo que afecta a la isla de San Andrés se extiende hasta mitad de año, o más allá, las condiciones de sostenibilidad del empleo formal e informal en el sector turístico, el ingreso económico de las familias, y la dinámica del comercio de las islas, en general, se deteriorarían enormemente.

Por lo tanto, cada día que pasa sin mejora de la situación la economía insular se acerca más a la quiebra. Este es un escenario posible. ANATO ha informado que sus agencias de viajes redujeron sus ventas en un 30% para la próxima Semana Santa (una época del año de gran actividad turística tradicionalmente), al compararlas con las registradas en el mismo tiempo de 2022.

Además, existen factores que están arrinconando a las aerolíneas, como el retorno del IVA de 19% a los tiquetes aéreos, los precios del combustible (en San Andrés es mucho más alto por el costo agregado de tener que transportarlo desde el continente), la inflación y un repunte de 22,88% del dólar en los últimos meses, que encarecen gran parte de los pagos operativos de las empresas de transporte aéreo por hacerlo con la divisa norteamericana.

Estos elementos no son fáciles de remover del paisaje. Por ende, aumenta la probabilidad de un empeoramiento de la situación que en el mediano plazo podría retornar a San Andrés a los aciagos tiempos del 2020 puesto que los efectos de la crisis actual al sumarse con el lastre de la pandemia podrían ocasionar efectos adversos muy similares, especialmente económicos.

De ser así, y ojalá no lo sea, el gobierno departamental se vería en la imperiosa necesidad de volver a meterse la mano al bolsillo y tomar del erario millonarios recur- sos para auxiliar a la población (fueron más de $20.000 millones los que gastó en la pandemia en el pago de servicios públicos), y a las empresas del turismo junto con los comerciantes, a fin de que no haya despidos masivos de trabajadores, especialmente.

¿Se está preparado el gobierno departamental para atender otra contingencia así? ¿Cómo sostener en pie el empleo vital y evitar masivos despidos de personal de las empresas locales? ¿Cómo intervenir con éxito en dado caso?

Es un panorama con todas las posibilidades de ocurrir, insisto, aunque parezca exagerado preverlo así hoy. Y en verdad espero que del Consejo de Ministros anunciado por el Ministro de Transporte Guillermo Reyes el jueves pasado, salgan las decisiones correctas y se apliquen adecuadamente para que estas pesimistas expectativas puedan cambiar.

De todas maneras, es prudente no