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Artículo de Saiurys Bonnet

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Radiografía

Radiografía

Saiurys Bonnet

Fundadora de Una Vaina Verde Experta en desarrollo sostenible

saiurys@unavainaverde.com @unavainaverde

Foto: Fuente externa

1.Deja tu complejo de Guacanagarix y compra local. En República Dominicana tenemos muchas emprendedoras y empresarias fabricando productos de buenísima calidad.

2.Para utilizar en el salón, compra cantidad. Cuando adquieres garrafones y galones, aparte de que ahorras los chelitos, evitarás generar tantos residuos.

3.Habla con tus proveedores para que te rellenen los frascos grandes cuando se te acaben, así utilizarás el mismo envase por mucho tiempo y no habrá que traerte uno nuevo en cada compra. Si no quieren rellenar, pídeles que te lo reciban, que al menos asuman su responsabilidad extendida del productor.

4.Utiliza únicamente lo que puedas lavar/fregar. Olvídate de las vainas de un sólo uso como vasitos de plástico, foam y esas cosas que aparte de que contaminan el planeta... se ven cuquicá. 5.Empieza a separar los residuos que se recolectan en el país para fines de reciclaje. Coordina para llevarlo a un punto de acopio o contrata un gestor como @greenloverd, @ reciclamerd o @vecino_verde, que hasta te lo pasan a buscar por el salón. A veces tu mejor aliado para esta parte es el recolector de base, el famoso buzo o triciclero que ya pasa por tu calle buscando ese tipo de material. Hazte su pana y ayúdalo poniéndole todo ordenado y sacándolo el día que pasa.

6.Sí vas a sacar una línea de productos de tu marca, asegúrate de tener un empaque reutilizable o al menos que se recicle. No todos los materiales se reciclan. Si es plástico PET (el que tiene el número 1 dentro del triangulito del frasco) solo utiliza transparente, azul y verde translúcido que son los únicos colores que se recolectan en el país. Si es plástico HDPE (el número 2 dentro del triángulo), no importa el color. Si me preguntas, te diría que siempre utilices cristal, aparte de que se recicla infinita cantidad de veces, los productos se ven bellos envasados así, na’ que na’. 7.Si tienes un espacio para tener un punto de acopio de residuos, abre la invitación a tu clientela a llevar el cristal, plástico, cartón

y papel, metal y Tetrapak al salón para que

esos residuos no vayan al vertedero. Recuerda coordinar la recogida con una de las empresas que te mencioné más arriba.

8.Si te quieres pasar de pro, crea un huerto donde tengas al menos tus plantas aromáticas para las infusiones. ¿Te imaginas que cuando llegue un cliente cortes las hojitas directas de la mata? ¡Finísimo!

9.Si quieres dar el siguiente paso, empieza a recolectar los restos de la comida para convertirlos en abono para tu propio huerto a través de técnicas de compostaje. Recuerda que

#DuquezaEmpiezaEnMí

10.Capacita a tu personal y clientes en el uso eficiente de los recursos, en especial el agua y energía. Con esto vas a ahorrar dinero y también te volverás un referente en los negocios.

Awilda Sánchez

Fundadora The Nailbar Beauty.

La importancia de la experiencia del cliente en la industria de la belleza

Se conoce, por estadísticas, que los clientes están dispuestos a pagar mucho más si reciben un buen servicio y un 70% está dispuesto a regresar, aun después de no recibir un buen servicio técnico o producto, pero sí un excelente servicio al cliente. La industria de la belleza no es una excepción.

El 85% del éxito en el servicio de belleza es comunicación y el 15% es el servicio técnico. Cada día se hace más retador satisfacer a los clientes. El consumidor actual desea una diferenciación y eso se logra a través de la experiencia de servicio, que se traduce en el recorrido de la experiencia desde el primer contacto con el usuario hasta la postvisita o postventa. Siendo el primer punto de contacto y el ultimo los más importantes. Por ejemplo, el área de recepción, central telefónica y área de caja.

En nuestra industria no vendemos un simple secado de cabello, manicura, maquillaje o facial. Transferimos emociones, agregamos valor y creamos empatía. Eso se logra a través de cómo le hablamos al corazón, cuáles emociones les hacemos sentir, desde alegría hasta empoderamiento.

Tenemos la responsabilidad de hacerles el día a la clienta.

Un buen servicio depende de una buena escucha y manejo de las emociones. En esto siempre habrá retos, dependiendo de la personalidad y estado emocional de cada cliente.

Las consumidoras satisfechas se traducen en ventas constantes, aunque siempre es importante atraer nuevas. Uno de los indicadores más importantes en la belleza es la retención y tener el enfoque en las clientas que ya le visitan. Cuesta cinco veces más atraer una nueva clienta, que retener una que ya conoce y con el que has creado un vínculo.

Una mujer feliz atrae más consumidoras.

El objetivo debe ser convertir a las clientas actuales en fans. Esas que hablarán de su servicio y le recomendarán a sus amigos, relacionados y familiares a través de sus testimonios.

Cuando no hay emoción y no hay valor, el factor siempre será precio. Sin embargo, esto no construye clientas leales.

Servir es un honor y a través de la industria de la belleza podemos poner al servicio nuestros talentos y pasiones, porque contribuimos a mejorar la vida de las personas con las que interactuamos.

awilda@thenailbarbeauty.com @awi_sanchez

Foto: Canva

RECOMENDACIONES PARA UNA EXPERIENCIA DE SERVICIO MEMORABLE

1. Asociar la experiencia de la visita o la compra del producto a emociones y hacerlo parte de su posicionamiento de marca. Nunca enfocarse solo en precios y ofertas. 2. Realizar un mapa de recorrido de experiencia del cliente. Comparar qué espera el cliente en cada punto de contacto y qué está ofreciendo. 3. Analizar la industria de forma holística y cuáles son sus ventajas y desventajas. Ejemplo: ¿Qué piensan los clientes de los espacios de belleza en República Dominicana? 4. Desarrollar protocolos de servicios y discursos ante cada posible contacto o situación con el cliente. 5. Contar con una cultura de servicio que incluya misión, visión y valores, la cual sea entrenada y recordada constantemente al equipo de colaboradores. Contratar en base a esos valores. El servicio al cliente no debe ser un departamento, sino la cultura de la empresa. 6. Escuchar al cliente, sus sugerencias y quejas. Los clientes insatisfechos siempre serán su mejor fuente de aprendizaje y de mejora. 7. Siempre dar una respuesta y una solución al cliente. Una ausencia de respuesta dice “no nos importas mucho”. 8. Valorar y agradecer genuinamente a los clientes por su tiempo, su elección y su dinero. 9. Mantener al equipo actualizado con las tendencias y reforzar sus habilidades continuamente. 10. Servir con productos y marcas que garanticen la calidad, con los cuales se sienta confiada y conozca a profundidad.

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