ISSN 1666-6682
Junio 2008
Nº 22
Autor: Florentino Sanguinetti (fragmento de la obra)
La sociedad sentada
Comentarios de libros
La ciencia del siglo xx: una vida muy interesante
Diccionario de Médicos Italianos hasta el siglo XIX
Proyecto de creación de un Hospital Universitario
Esta caricatura de Fermín Rodríguez, realizada por Álvarez, apareció en la revista porteña Caras y Caretas en su año XXI, Nº 1005, del 5 de enero de 1918. Al pie lleva esta cuarteta: Tiene fama este doctor,/ en el campo y la ciudad,/ de ser la misma bondad/ y ser un innovador/ para la salubridad. Rodríguez nació en Buenos Aires en 1871 y se doctoró –en 1897– con la tesis Alcoholismo y suicidio en Buenos Aires. Especializado en tuberculosis, fundó el Sanatorio Santa María de Cosquín (Córdoba) y el Instituto Antirrábico de la provincia de Buenos Aires, donde fue director de Salubridad. Falleció en su ciudad natal.
VOL. IV - Nº 22 - Junio 2008 - Buenos Aires ISSN 1666-6682 Director
Federico Miguel Pérgola
Subdirector
Carlos C. Castrillón
Sumario
Proyecto de creación de un hospital universitario
6
La Ciencia del siglo XX Una vida muy interesante
10
Laura Pérgola
La sociedad sentada
21
Secretaría
Comentario de libros
30
Noticias
32
Diccionario Biográfico de Médicos Italianos hasta el siglo XIX
33
Editora
Laura Pérgola Emilce Iervolino Agustín García Puga Comité de Honor
Norma Acerbi Cremades, Abel Luis Agüero, Gustavo Brandariz, Jaime Elías Bortz, José Emilio Burucúa, Alfredo Buzzi, José B. Cibeira, Jorge E. Gallardo, Manuel Luis Martí, Delia Outomuro, Teodoro Puga, Norma Sánchez, Florentino Sanguinetti, Orestes W. Siutti, Juan C. Stagnaro y Alcira Zarranz. Comité Editorial
José M. Ayala, Amalia M. Bores, Inés A. Bores, Alfredo E. Buzzi, Donato A. Depalma, María Teresa Di Vietro, Osvaldo Okner, Alejandro H. Rodríguez, y Juana Zarranz Diseño y diagramación
Eric Geoffroy tel. 15-6281-0595 ericgeof@gmail.com www.egdg.com.ar
En los próximos números:
-Aspectos sociales y médicos de la provisión de agua en Buenos Aires (Isabel Nicola) -La diálisis en el tiempo (Daniel H. Román) -Malformaciones fetales en madres adolescentes (Elsa Valiño) -Nihilismo médico y encarnizamiento terapéutico (Liliana Alvarez) -La cirugía en Corrientes (Eduardo N. Saad) -Depresión y cultura (María Sol Reyes)
La revista Médicos y Medicinas en la historia es una publicación trimestral. Registro de la propiedad intelectual Nº 188920. Propietarios Laura Andrea Pérgola y Federico Miguel Pérgola. Impresa en marzo de 2008. Tirada de esta edición 1000 ejemplares. Las opiniones que los autores vierten en los artículos son de su exclusiva responsabilidad y no representan necesariamente las de la revista. Queda prohibida la reproducción total o parcial de esta publicación, aun mencionando la fuente. Esta publicación es una realización de:
EGE - El Guion Ediciones Martín Coronado 358 (Acassuso) - Tel: 4792-1132 Celular: 15-5-640-4792 elguionediciones@fibertel.com.ar www.elguionediciones.com.ar 3
Editorial
La historia que nos mira Quien aposenta sus reales –como se decía antiguamente– en una de las butacas del Aula Magna de la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires, no podrá dejar de elevar su mirada para observar un cuadro histórico, de época, que se levanta por detrás del estrado. En él no está Hipócrates ni Galeno ni Pasteur ni Houssay. La impronta de las vestimentas no dejará dudas, el siglo XVIII está presente. El realismo de la pintura tampoco impide conocer que es una visión de la historia. A partir del siglo XX se ha criticado –hasta que llegó el hiperrealismo– a toda obra que no aportara creatividad y se limitara a narrar pictóricamente los hechos formalmente. No ocurrió solamente con la pintura. El
exquisito escultor italiano Giuseppe Monteverde, que tiene una excelente reproducción de su obra Colombo giovane en la Asociación de Médicos Municipales de la ciudad de Buenos Aires en la calle Junín, fue desestimado por la similitud de sus trabajos contra la realidad. ¿Qué había sucedido? La fotografía atentó con la exactitud de la expresión pictórica y, tal vez, mucho antes, con la escultórica. Pero este no es el caso. El cuadro de marras es caro a la sensibilidad de quienes conocen la historia de nuestros estudios médicos porque representa el momento exacto en que el Cabildo de Buenos Aires instituye el Tribunal del Protomedicato. El cuadro citado fue pintado por Antonio González
Médicos & Medicinas
Moreno, nacido en Francia en 1896 y a quien Córdova Iturburu lo define como de la escuela de transición entre el tradicionalismo y el vanguardismo. El día en que el acto tiene lugar es el 17 de agosto de 1780 y, como decía Carlos Reussi, “se desarrolla en una sala del Cabildo especialmente adornada. Bajo el dosel se encuentra el estrado presidido por el retrato del rey Carlos III, debajo del cual está sentado y cubierto el virrey Don Juan José Vértiz y Salcedo, quien tiene a su derecha al Deán Dr. José de Andújar y al Cabildo Eclesiástico y a la izquierda a Don Manuel Ignacio Fernández, Intendente General de Ejércitos y Superintendente de la Real Hacienda.” El personaje que más nos llega a todos los médicos es quien lee de pie sobre la tarima: Miguel Gorman, que jura como Protomédico. Luego, todo terminó como en las películas. Excepto el virrey, el resto acompañó al Dr. Gorman a su casa donde “se sirvió un espléndido refresco”.
De esta forma quedó constituido el Real Protomedicato, encargado de nombrar los examinadores para las Facultades de Medicina, Cirujía (sic), Pharmacia, Phlebotomía y dos abogados, uno como asesor y otro como fiscal. Diversas vicisitudes padeció O’Gorman o Gorman durante las Invasiones Inglesas pero, poco tiempo antes, en 1798, cuando se fundó la Facultad de Medicina fue designado profesor de medicina. Indudablemente, este médico trotamundos, se constituyó en un factor importante para la creación de los estudios médicos en esta zona austral de América del Sur. Pero volvamos a la obra pictórica. La hispanidad, clero y ejército presentes, como se observa en la imagen, tuvieron una ingerencia decisiva en las colonias del Río de la Plata que, al concretar su independencia, si bien no desconocieron esa influencia, trataron de mitigarla. Federico Pérgola
5
PROYECTO DE CREACIÓN DE U N HO S P I TA L UNIVERSITARIO Reunión del 16 de mayo de 1883 del Congreso nacional Agustín F. García Puga
Médicos & Medicinas
Por considerar que es un valioso aporte al conocimiento de los inicios de nuestras instituciones, así como las dificultades que se presentaron ante innovaciones que el devenir histórico exigía, hemos decidido publicar textualmente, salvando algún término que podría confundir la lectura, lo actuado al respecto por nuestros legisladores en el siglo XIX. Los lectores tendrán oportunidad de tomar contacto con el manejo legislativo en lo que hace al tratamiento parlamentario de 1883, y constatar el nivel con que se argumentaban las distintas posiciones adoptadas por los Diputados en las Sesiones (5ª, 14ª, 15ª y 16ª) del 16 de mayo, 8, 11 y la última del 13 de junio de 1883, cuando se aprobó el proyecto elevado por el Poder Ejecutivo.
HOSPITAL “BUENOS AIRES” En la 5ª Sesión Ordinaria del 16 de Mayo de 1883, bajo la presidencia del Dr. Navarro Viola, entre otros temas: “se rechaza una moción del señor Astigueta tendiente a resolver se considere sobre tablas un proyecto del P. E. destinando a Hospital de Clínicas el ´Buenos Aires´ de la Capital” (sic).
Trascripción del Acta: ASUNTOS ENTRADOS (Comunicaciones Oficiales) El Poder Ejecutivo Nacional, Buenos Aires, Mayo 14 de 1883. Al Honorable Congreso de la Nación. El P. E. tiene la satisfacción de enviar a V. H. el adjunto proyecto de ley, destinando el Hospital “Buenos Aires”, establecido en esta capital, a Hospital de Clínicas para la enseñanza de la Medicina, Farmacia y demás ramos del arte de curar. La Facultad de Ciencias Médicas de Buenos Aires, ha manifestado al P. E. que la existencia de un Hospital de Clínicas es indispensable para la enseñanza, tanto más premiosamente cuanto mayor extensión y más seriedad tengan los cursos que se dicten. El estudio de la Medicina ha llegado entre nosotros a un grado que no hace disonancia con el estado de nuestra civilización. Proporcionalmente a nuestros recursos nuestra Escuela Médica se halla con pocas deficiencias a la altura de las que gozan de buen crédito en el mundo, y es precisamente para salvar en parte una de esas deficiencias que el P. E. os remite este proyecto de ley.
La índole de las ciencias modernas, es, como sabe V. H. esencialmente práctica. El estudiante aprende ahora, desde sus tiernos años con los objetos en la mano, lo que es la naturaleza en el seno de la cual ha de vivir, y con estas representaciones sensoriales, vivas y luminosas entra anticipadamente en el mundo de los hechos científicos por un camino seguro, que le evita dificultades para familiarizarse con las altas concepciones del espíritu en los grados máximos del saber humano. Así, la naturaleza es, en la enseñanza moderna, desde la escuela hasta la academia, el verdadero maestro que solo toma al profesor como intermediario entre ella que enseña y el discípulo que aprende. Así también, lo que caracteriza la ciencia contemporánea, es el elemento práctico que se ha injerido con ventaja en los estudios de nuestros días, apartando las disertaciones puramente especulativas de los siglos pasados, que no dejaban rastros en el espíritu. Y por lo mismo que es imposible enseñar la Física sin gabinetes, la Química sin laboratorios o la Historia Natural sin museos, es también imposible enseñar la Medicina sin enfermos. Nuestras Facultades de Medicina no han llenado hasta ahora sus funciones sin usar el elemento que menciono; pero el uso ha sido en cierto modo limitado, porque era aprovechado en nombre de una concesión, más que de un derecho. Las municipalidades han estado generalmente a cargo de todos los hospitales, algunos de los cuales, prestaban sus salas para las clínicas; pero se comprende perfectamente cuantos obstáculos han podido presentarse y se presentaban, siendo esos hospitales destinados principalmente a la
7
beneficencia pública y solo secundariamente al estudio. La primera parte exige que las salas sean llenadas indistintamente con enfermos afectados de diversas dolencias, mientras que el estudio clínico exige imperiosamente que solo una categoría de enfermos ocupe una repartición y que esta se halle bajo la dirección de un profesor especialista. El P. E. cree inútil insistir más sobre este punto que es de suma claridad, y espera que V. H. se hallará conforme con los tópicos que deja apuntados. En cuanto a la administración económica del Hospital de Clínicas no cree el P. E. que el proyecto que remite pueda ofrecer dificultad. Los asilos y las cárceles que alojan también individuos a cuyo mantenimiento es necesario atender, se hallan bajo la dependencia del Ministerio del Interior o el de Justicia, y no choca, por lo tanto, con las prácticas admitidas, que el Hospital de Clínicas dependa en su parte económica de la repartición a que este mensaje hace referencia. Dios guarde a V. H. JULIO A. ROCA Eduardo Wilde
PROYECTO DE LEY El Senado y Cámara de Diputados, etc. Art. 1º - Desde la promulgación de la presente ley, el Hospital “Buenos Aires” establecido en la Capital de la República, servirá de “Hospital de Clínicas”, destinándosele a la enseñanza de la Medicina, Farmacia y demás ramos del arte de curar. Art. 2º - Para los fines de la enseñanza, el “Hospital de Clínicas” se hallará bajo la dirección técnica de la Facultad de Ciencias Médicas de la Capital, la que distribuirá el servicio, de manera que responda a los fines que se tienen en vista, ordenando que los catedráticos de la escuela tenga a su cargo las salas y elementos que sean necesarios para dictar sus cursos. Art. 3º - La administración económica del referido establecimiento estará a cargo de del Ministro de Instrucción Pública. Art. 4º - Las partidas sancionadas para el sostenimiento del Hospital “Buenos Aires”, en el presupuesto vigente de la Municipalidad, quedan transferidas al presupuesto de Instrucción Pública para el mismo objeto. Art. 5º - Autorízase al P. E. para invertir hasta la suma de 12.000 pesos, imputables a la presente ley, para verificar las reformas que requiera la nueva instalación. Art. 6º - La Municipalidad de la Capital hará entrega bajo inventario al Ministro de Instrucción Pública del mencionado Hospital y de todas sus existencias. Art. 7º - Comuníquese, etc. E. WILDE
(Finalizada la lectura precedente, y con relación al Hospital de Clínicas, se produce el siguiente diálogo:) Sr. Presidente – No habiendo más asuntos entrados…. Sr. Astigueta – Antes de pasar a la Orden del Día, voy a hacer una moción, con el objeto de pedir a la Comisión de Instrucción Pública (si la Cámara lo tiene a bien), que despache en el cuarto intermedio, el asunto de que se ha dado cuenta, relativo al establecimiento de un Hospital de Clínicas, en el “Hospital Buenos Aires”. Este asunto es de la mayor urgencia. La enseñanza de la Medicina no puede hacer grandes progresos a consecuencia de que las clínicas generales se dan en un edificio y las especiales en otros; lo que no permite ni siquiera mantener la disciplina en el establecimiento. Estas han sido las consideraciones primordiales del Poder Ejecutivo para destinar ese establecimiento, como lo solicitaba la Facultad de Ciencias Médicas, para Hospital de Clínicas. No se trata de aumentar gastos, ni de entrar en ninguna clase de detalles; estos quedarán para la ley de Presupuesto, que es la ley de los detalles. Se trata de hacer posible este año la enseñanza médica, y para eso es necesario que la sanción de este proyecto sea pronta. Hago, pues, moción para que la Cámara se ocupe de este asunto después de cuarto intermedio, previo despacho, si la Comisión no tiene inconveniente en expedirse. Apoyada la moción se pone en debate Sr. Paz – Voy a oponerme a la moción que acaba de hacer el señor Diputado por Tucumán, porque me parece que el asunto no es tan sencillo; creo que además de alguna cuestión de higiene, envuelve también una cuestión de atribuciones administrativas entre el Poder Ejecutivo y la Municipalidad. Hay una ley orgánica recientemente dictada que vendría a quedar derogada en parte por este proyecto. Me parece que el asunto es un poco serio; y, aun cuando la Comisión despache, no me creo habilitado para dar mi voto ni emitir opinión. Luego, el cumplimiento de esta ley ocasionaría algunos gastos; y precisamente ayer, en el seno de la Comisión, tratándose de una cuestión grave, el señor Ministro de Hacienda nos decía que desearía que cada vez que se tratar de algún proyecto ocasionara gastos, lo llamaran a este recinto, para saber si habría fondos para atenderlos, o para que la Cámara los acordara si faltasen, porque no es cuestión de votar sin dar con que pagar. Creo que, cuando más, debería recomendarse solamente a la Comisión el pronto despacho, poniendo el asunto a
Médicos & Medicinas
la Orden del Día, tan luego como esta se expida. Sr. Astigueta – La moción que he hecho no importa apremiar a ningún Diputado que no se sienta capaz de dar su voto con conciencia sobre este asunto. La moción es para que la Comisión lo despache, si encuentra que es tan fácil como creo, si cree que no envuelve ninguna cuestión difícil de resolver; y todavía, aunque la Comisión despache, la Cámara, si se suscitasen objeciones de importancia, podría aplazar el debate para otra sesión. Se trata de un asunto cuya resolución es urgente, porque, ya digo, no es posible continuar en las condiciones en que hoy se encuentra la Facultad de Ciencias Médicas, sin los elementos necesarios. La cuestión de atribuciones, que acaba de indicar el Sr. Diputado, me parece que debe considerarla fuera de debate quien tenga la más pequeña noción de lo que son estas cosas. Un hospital de clínicas es para la enseñanza de la Medicina lo que un laboratorio de química o un gabinete de física para la enseñanza de estas ciencias; sin hospital de clínicas es imposible aprender la Medicina. No hay en esto cuestión de higiene ni de atribuciones; se trata únicamente de proporcionar elementos de enseñanza, nada más. Sr. Presidente – Tenga la bondad el Sr. Diputado de formular su moción. Sr. Astigueta – Que la Cámara trate después de cuarto intermedio, y previo despacho de la Comisión, el proyecto de la referencia. Sr. Paz – Las razones que ha dado el Sr. Diputado por Tucumán no han hecho variar mi opinión; al contrario, no han hecho más que robustecerla. En primer lugar, no creo tan urgente este asunto, que sea necesario despacharlo sobre tablas, puede decirse, pues se quiere que la Comisión despache en el cuarto intermedio. Así como ha pasado tanto tiempo sin que a nadie se le hubiera ocurrido esta idea, pueden pasar dos o tres días más; no por eso se han de encontrar más atrasados los alumnos al fin de año. No debe ser tan sin importancia el asunto cuando el P. E. le dedica un mensaje tan fundado, y entra en el terreno de las cuestiones filosóficas, tratándolas con tanto desarrollo. La cuestión no es tan sencilla como dice el Sr. Diputado; ella puede ser causa de conflictos de atribuciones, entre el P. E. y la Municipalidad. Ya hemos tenido conflictos muy serios entre la Escuela de Medicina y la Municipalidad, a punto que aquella ha estado mucho tiempo sin poderse abrir a causa de que la Facultad quería que el hospital dependiera de ella, y la
Municipalidad se oponía. Estos conflictos pueden renovarse, y al dictar la ley debemos tomar todas las precauciones posibles para que no vuelvan a producirse, tanto más, cuando que la administración y suministros del establecimiento, dependen inmediatamente de la Municipalidad. Es necesario, pues, deslindar perfectamente las atribuciones de uno y otro cuerpo. Yo veo que el plan del P. E. es llamar a si una institución que está bajo la dependencia de la Municipalidad; pero es cuestión que debemos tratar despacio. Tal vez yo tuviera conciencia para dar mi voto; pero no tengo completa seguridad de proceder con acierto, ni me consideraría autorizado para emitir opinión. Por eso creo que debemos proceder como lo manda el Reglamento: pasar el asunto a Comisión, recomendándole el pronto despacho y destinándolo a la Orden del Día en la próxima sesión. Se vota la moción del Sr. Diputado Astigueta y es rechazada por 35 votos contra 37. (En la votación, se encontraban ausentes 18 legisladores. CON AVISO: Balsa, Febre, Dávila, Leguizamón, Lugones, Reyna, Solveyra. SIN AVISO: Araujo, Bustamante, Chavarría, Costa, Díaz, Gallo, Peña, Pinto, Posse, Unzué, Zeballos. El mismo tema fue tratado por el Honorable Concejo Deliberante en la Sesión Ordinaria del 18 de Mayo de 1883, en la Sesión presidida por el Sr. Arauz, el Presidente manifestó al Concejo: “que tenía algo grave que someter a la deliberación de sus miembros. Que en el Congreso se trataba de pedir la cesión del Hospital San Roque o Buenos Aires, en el momento no recordaba el nombre, y que la Municipalidad debía velar en el sentido de proteger los intereses municipales, confiados por el pueblo. Se cambiaron ideas al respecto, entre los Sres. Mansilla y Aleu, y como era urgente dar una solución sobre el particular, se nombró una Comisión compuesta por los Sres. Aleu, Tedín, Cadret y Mansilla, para que apersonándose a la Comisión del Congreso, indagaran el alcance del Proyecto, y dieran cuenta al Concejo. Y como hubiese la nota del Sr. Intendente, que debía ser tratada en sesión secreta, dada la urgencia de conocer el resultado de la Comisión, se resolvió se citara al Concejo para una reunión extraordinaria, para el sábado diez y nueve del corriente, la cuál sería pública para conocer lo acordado entre las comisiones del Congreso y el Concejo, y secreta para tratar del acuerdo pedido por el Intendente”.
9
La Ciencia del siglo XX
Una vida muy
interesante Laura Moratal Ibáñez
Resumen
Ensayo escrito en primera persona, representando a la ciencia del siglo XX como si fuera una mujer que oculta sus secretos mientras los grandes científicos intentan develarlos. Se va presentando durante este relato las visiones paradigmáticas más importantes del siglo XX, a través de los personajes que en esos años debatieron cómo estaba construido o cómo debía construirse el conocimiento científico. Se discute de esta forma las principales teorías que produjeron los más importantes cambios en la mirada de la ciencia, con citas textuales de reconocidos autores para anclar bibliográficamente cada tema presentado y al finalizar un resumen de la vida de los epistemólogos citados. Esta historia novelada invita a realizar una reflexión sobre los grandes avances científicos y retrocesos éticos que la humanidad vivenció durante este último siglo Palabras claves: ciencia- científicos- siglo XX-paradigmas- epistemología
Abstract
Essay written in the first person, representing to the science of the 20th century as if she was a woman who conceals her secrets while the big scientists try reveal them. They are appearing during this story, the most important paradigmatic visions of the 20th century, across the prominent figures who in these years debated how it was constructed or how the scientific knowledge had to be constructed. We discuss in this way the main theories that produced the most significant changes in the eyes of science, with text quoted by recognized authors to anchor bibliographically every item submitted and in the end of this article, there are a summary of the life of the epistemologists cited. This novelized story invited to make a reflection on the great scientific and ethical setbacks that the humanity lived during the past century Key Words: science - scientists - century XX - paradigms- epistemology
Médicos & Medicinas
Introducción Leonardo 1), seguramente fue una antiguo amante de mi tatarabuela y posiblemente la haya retratado con su porte de enigmática señora. Ella tendría sin duda en su rostro, esa sonrisa giocondezca que han tenido todas las mujeres de mi casa y que hicieron perder la razón a tantos, tantos hombres. Ese porte lejano, inalcanzable, de bella dama que oculta siempre algún secreto… Siempre tuvieron esa atracción las mujeres de mi familia, inquietas señoras con vidas apasionadas, que mucho dieron que hablar al mundo y casi siempre con estima y admiración. Claro que también tuvieron que soportar duras críticas, ya que la Iglesia nunca las miró con buenos ojos, temía que sus múltiples encantos encandilaran el alma de los hombres y la apartaran del camino señalado (2).
pujante América de aquellos días, aceptó sin demoras. Era lógico entonces que yo, su hija directa siguiera sus pasos. Y para ser sinceros, inclusive fuera aún más lejos. Fui mucho más atrevida que ella, y no quiero pecar de vanidosa, pero creo haber sido la que pasiones más profundas desperté, al menos en mis alocados años mozos (5). Ocurre que mi forma de ser, esquiva pero desafiante y llena de misterios, fue una belleza que los hombres del siglo XX llegaron a apreciar hasta el punto de ser capaces de jugar con gusto su prestigio académico o sus bienes, sólo para congraciarse conmigo. ¿Y yo qué hice? Los disfruté…, disfruté de las mieles de mi rebeldía y también de sus amores, de los cuales jamás me arrepentí, todo lo contrario, siempre me vanaglorié y guardé de todos, hermosos recuerdos. Escribo esta pequeña autobiografía en honor a ellos, a aquellos valientes hombres, que se atrevieron a conocerme profundamente y dedicaron su vida a tratar de comprenderme. Firmado: La ciencia del siglo XX
Así que a veces debieron esconder sus intereses y presentarse como damas recatadas, cuando en verdad en su alma fluía la sangre de la rebeldía. Pero tímidamente y a despecho de las órdenes imperantes, tuvieron sus amoríos (3), algunos tan secretos, que por años permanecieron ocultos, de los cuales nacieron frutos también desconocidos por mucho tiempo, que ahora recién la historia revela. ¡Pero qué pretensión la de la Iglesia! 4). ¡Oponerse a las grandes pasiones!, ni toda la inquisición con su furia y sus miedos, pudo lograrlo. Porque lo hecho, hecho está y lo dicho, en algún lugar quedó escrito.
Los dioses no han revelado todo a los hombres desde un principio; pero los hombre buscan y con el tiempo encuentran lo mejor… No ha habido ni habrá hombre alguno que posea el conocimiento cierto de los dioses o de todas las cosas de las que les hablo. Pues aunque por azar alguien dijera la verdad definitiva, él mismo no lo sabría. Pues todo es una trama de conjeturas. Jenófanes (6)
Por suerte mi madre, luego de una dura juventud llena de deberes y castigos, ya por la segunda mitad de su vida, se atrevió a divorciarse de las rígidas creencias de su tiempo y a pasear por toda Europa sus ideas de avanzada, ideas que la
Desarrollo
(Al final del artículo se presenta un resumen con la vida de los epistemólogos citados en esta historia) Rodolfo, Carlos y las tardes de Viena
los cafés de Viena pasé a convertirme en el tema principal de conversación (7). Quién lo hubiese dicho, antiguos amores, como la filosofía, la religión y la música, pasaron a segundo lugar y el conocerme se convirtió casi en una obsesión. Pensé que sería algo pasajero, romance de primavera, pero no fue así, al contrario, cada día eran más los interesados en develar mis secretos. Pronto se sumaron a aquellas veladas jóvenes de Alemania y otros países de Europa.
Podíamos decir que Bertrand y Luis, su inteligente alumno, fueron un poco los iniciadores de la movida, siendo yo aún muy joven. Qué vida más loca llevaron ambos, Berty el señorito inglés, de gran conde, pasó en su vejez a manifestar junto con los hippies y Luis llegó en un momento a abandonar su vida académica para retirarse a ejercer la docencia a un pueblito de los Alpes. Hay que decir la verdad, no miraban el mundo de lejos para hablar de él, lo palpitaban a cada momento, lo cual los convirtió en hombres muy interesantes… De eso no me puedo quejar, he conocido y tratado durante mi vida hombres por lo demás brillantes, pocas serán las que puedan vanagloriarse de ello con tanta justicia como yo.
Dos de los más entusiastas de aquel conjunto de jóvenes, fueron Rodolfo y Carlos. Aunque comulgaban en algunas ideas, Carlos no terminaba de hacerse amigo del grupo. Problemas entre inducción y refutación siempre los mantuvieron separados, así que al final ambos hicieron su acercamiento conmigo de forma independiente. Así iban pasando pacíficamente, las deliciosas tardes vienesas (8), pero claro que la paz no duró demasiado y muy pronto comenzaron las grandes discusiones; que yo dije esto, que vos dijiste lo otro.
Pero independientemente de quién hubiera sido el iniciador, la idea luego se extendió como una epidemia y muchos jóvenes inquietos de aquella época, se prendieron a la moda y en 11
Los bandos se fueron separando cada vez más e inclusive aparecieron otros simpáticos muchachos con nuevas opiniones, como Sammy un nuevo agregado al grupo, que pretendía tener una propuesta más sofisticada que la de Carlos, propuesta a la cual catalogaba de ingenua y demasiado rígida (9). Comenzaron entonces maravillosos y encendidos debates que daba gusto escuchar. Todas esas mentes brillantes preocupadas por mi vida pasaban sus tardes hablando esto y lo otro de mí, como si me conocieran profundamente, tratando de definirme (10), algunos con mejor suerte que otros (11). Igual el hecho me llenaba de orgullo, me hacía sentir profundamente halagada… Tomás cuenta mis secretos Tomás, era en su país un buen estudiante de física, pero un día su vida dio un vuelco de 180 grados y comenzó a interesarse por un tema totalmente diferente; la historia y muy particularmente una historia muy allegada a mí. Empezó a hacerse preguntas extrañas sobre los acontecimientos relacionados con los inventos y descubrimientos y un día le presentó sus extrañas propuestas a mi viejo amigo Rodolfo, que aunque, no comulgaba mucho con sus propuestas, tuvo que reconocer que las proposiciones de Tomás eran dignas de ser discutidas. Aunque tal vez peque de un poco maliciosa, pero creo que lo más importante para Rodolfo fue que se oponía a la posición de Carlos y le resultaba sumamente atractivo conseguir que Carlos, ya con múltiples seguidores, tuviera que rever las ideas que postulaban con tanto entusiasmo (12). Al menos eso dicen las malas lenguas, pero lo que es cierto es que aquello que escribió Tomás sobre la historia de mi familia, fue toda una conmoción en aquella época (13). No crean que me disgusté, todo lo contrario, estoy segura que él nunca se esperó mi reacción, porque de alguna forma me criticaba, ya que criticar el comportamiento de mis antecesoras era directamente poner en juicio también mi propia vida. Decía que más que actuar en forma lógica, lo habíamos hecho en forma “algo caprichosa”. Se habrá imaginado seguramente que yo iba a hacerle la guerra total o algo peor, ignorarlo totalmente, pero en vez de eso me hizo reír a carcajadas, al fin y al cabo, tenía razón. No iba a enojarme con él, sólo por haber descubierto viejos pecadillos. La verdad, ya estaba cansada de esa mirada seria que me presentaba almidonada y correcta, que siempre hacía lo que se debía o se esperaba de mí. Carlos tenía una idea demasiado rígida de cómo tenía que ser mi vida, como si al final, yo no fuera humana. Pero lo era, claro que si, yo era solamente un producto humano, parte de su cultura (14) y no una diosa perfecta bajada del Olimpo, como el resto pensaba. Sin duda, aquel muchacho Tomás, había estudiado bien mi pasado familiar y descubierto que muchas veces razones poco razonables, habían guiado algunas de mis acciones y de quienes me antecedieron. Pero no por ello su intención era criticarme, él me miraba como un historiador, sin juicios, él sólo quería contarle a todos, como suponía que habían sucedido
las cosas (15). Me resultó muy interesante y quise conocerlo, y tuve un trato muy amigable con él, sin duda disfrutó durante su vida de mi más cálido aprecio. Es que con él podría ser más sincera, más simple. Me sentí desnudada por aquel tímido muchacho, me hizo sentir joven otra vez, un poquito pecadora y tal vez más interesante a los ojos de los hombres. Supe además que en los claustros se volvía a hablar de mí con renovada pasión y eso ya pasada la mitad de mi vida, lejos de intimidarme, me agradó muchísimo. Por las noches los imaginaba, unos los más viejos seguramente defendiendo mi racionalidad dando por infundados los análisis históricos y otros más jóvenes y quizás algo perversos buscando aún más ejemplos de mi alocado pasado familiar. ¡Que hablaran!, que volvieran a discutir sobre mí con euforia, yo sentía que otra vez mi vida era tema de disputa y quizás de nuevas jornadas o congresos... y posiblemente libros... ¡Ojalá! Amores despechados y amores comprensivos Siempre le agradecí a Tomás el haber presentado, una imagen más natural de mí. Sin duda una de las características de mi personalidad fue mi mente amplia y receptiva. Y a pesar que tuve muchos otros amores, como dije, de todos tengo buenos recuerdos, bueno... siempre hay alguna pequeña excepción, el viejo cuento del zorro y las uvas. ¿Recuerdan a ese viejo zorro astuto, que dijo que las uvas no eran buenas, sólo porque él no podía alcanzarlas? Ustedes saben cómo es el tema, siempre termina hablando mal de nosotros, un viejo amor despechado, como aquel pobre estudiante de teatro Pablo que quedó muy enojado cuando ni siquiera presté atención en él. Y claro, al sentirse rechazado comenzó a hablar toda clase de injusticias sobre mí, culpándome incluso de no haber dado felicidad a los hombres (16), y de haber adquirido un poder inmerecido que le robé sin mayores derechos a tradiciones y brujerías (17). Al principio me dolieron sus palabras, pero luego cuando escuché con qué furia me defendían mis antiguos amigos, ya no me hice demasiados problemas. Claro que no le guardo rencor, siempre creí que hablaba así de mí, sólo al fin de llamar mi atención. Pero era un joven tan irascible, que no se podía siquiera conversar con él. Es que los artistas son tan temperamentales...Pero yo sentía por aquel entonces, que estaba demasiado madura para discusiones con muchachos que cuestionaran mi vida, a mi edad ya no me interesaba ser aceptada o no por ellos, prefería usar mi tiempo para conocer hombres interesados en comprenderme. Que si era un poco mentirosa y engañadora, quién no lo era, y yo no podía ser mejor que el resto de los mortales. Pero sin duda también había dado muchas cosas útiles en mi vida, muchos se habían ganado la vida escribiendo libros sobre mi historia y otros reflexionando sobre mis misterios y yo a nadie le reclamaba nada y le estaba agradecida a todos (18). Así que ya adulta empecé a valorar a hombres que tenían sobre mí otra mirada, una
Médicos & Medicinas
mirada menos verificadora y más comprensiva (19), que intentaban captar los motivos detrás de mis sueños y construcciones (20). Para todos ellos tuve un lugar y siempre fueron bien recibidos en mi casa, lo cual no dejó de traerme algunos problemas. Bien que se enojaron los afectos de mi juventud, ahora devenidos en grandes profesores, ya que no comulgaban con las ideas de aquel grupo de gringos como les llamaban y solicitaban de mi cierta fidelidad. Suponían que yo debía tomar algún partido y no aceptarlos fácilmente como amigos.
De qué me culpaban, si ellos mismos muchas veces defendieron con pasión una idea y luego con el tiempo otra contraria, algunos de forma franca como Luis, el austriaco, el sencillo y profundo Luis. Otros escribían libros donde insistían que nunca dijeron lo que los otros decían que habían dicho, como Carlos, mi viejo amigo de la juventud, ahora devenido con el tiempo, en todo un Sir con mucho prestigio. Todos a lo largo de sus vidas se retractaron, modificaron o completaron sus ideas, entonces por qué no podía hacerlo yo. Además lo que este nuevo grupo de amigos decía era cierto; los aspectos sociales de mi existencia estaban muy descuidados (21).Consciente de ello, les abrí las puertas de mi casa y sus estudios fueron creciendo cada vez más. Mi vida cambió radicalmente, yo sentí que se había vuelto más completa, más integral (22), que esa parte de mí que no había sido abordada adecuadamente, al fin podía expresarse
Nunca entendí por qué debía aceptar a unos y no a otros, de todos valoraba sus importantes y serios esfuerzos por tratar de agradarme. Yo no intentaba tomar parte, me placía escucharlos a todos, lo importante era que fueran capaces de sustentar lo que defendían con buenos argumentos. Si así era, todos contaban con mi oído atento.
Discusión Errores de juventud
¿Cómo dejé que eso pasara? (26). Muchas veces me lo pregunto, tal vez mi parte social debió gritar previamente (27), avisando a todos los riesgos de cambios tan abruptos, sin planes, ni tiempo para prevenciones y reacomodamientos. En vez de competir con métodos o posiciones, mejor hubiera sido haber gritado fuerte lo que estaba ocurriendo.
Como cualquier persona o construcción humana, tengo diferentes aristas, una más biológica y natural y otra, podríamos decir, más psicológica y social. Pero debido a una magnificación de esos aspectos, siento que me fueron partiendo en diferentes pedazos para repartírselos, asignándose unos y otros mayor formación para comprender mejor una u otra parte. Pero yo soy un todo, inexorablemente. Y más que dirimir si se justifican o no diferentes abordajes, me hubiera gustado que comprendieran que no existe ningún descubrimiento en cualquier área, que no repercuta indefectiblemente en el resto. El hombre y su mundo siempre reciben los embates de cualquier oleada intelectual, oleada a veces desapercibida, pero devastadora como un tsunami (23).
No estoy hablando de detener la mente humana en sus descubrimientos, claro que no tengo ese pensamiento ignorante de otras épocas (28), pero sí de haber realizado un estudio simultáneo en forma conjunta con las soluciones para los problemas sociales que podían generarse y digo de las soluciones literalmente, no sólo de enumerar los problemas. Un estudio ecológico de cada descubrimiento con tempranos y previsores estudios de impacto. Porque ahora… ¿qué podemos hacer ahora, cómo hacemos para volver atrás la rueda? Yo no sé que hacer, sinceramente no sé que hacer…
Cuando la física construye una máquina, surgen nuevos problemas sociológicos y económicos que debieron ser previstos adecuadamente. Cuando los biólogos inventan algún tratamiento, eso repercute en un cambio de conducta de la población, que disminuye sus conductas preventivas, porque total, ya tiene cura. Pero ese cambio, abre la puerta a nuevos problemas, los cuales ni siquiera se conocían… (24)
Buscar remedios sectoriales, es persistir en el mismo error. Necesito hacerles comprender a todos, que no hay ningún punto de corte entre todas las facetas de este mundo (29) y que seguir formando especialistas en una u otra área desconocedores del resto (30), es una actitud casi suicida… Se recorta el mundo para estudiarlo, se recortan los métodos de abordaje, se recorta la apertura de la gente para pensar los problemas y así también se recorta la vida plena del hombre e inclusive la supervivencia del planeta.
Los nuevos descubrimientos nos permiten cuidar tanto la vida y la felicidad de nuestros hijos, darles todo tan fácil y servido, que los dejamos casi sin dificultades que valgan la pena sortear y se sienten inútiles y frustrados y hay más muertes adolescentes actualmente sumados los suicidios rápidos y lentos, que entre los pobres niños pastores de antaño que vivían en las condiciones más extremas. Y así el desempleo, la marginación, el sida, las drogas, la velocidad, las guerras “preventivas”, y otros múltiples males pueblan hoy masivamente nuestra sociedad, frutos de grandes descubrimientos en otras áreas (25)
Pasamos casi sin darnos cuenta de personas integrales, sabedoras de ciencia, arte y filosofía, que emocionaron el alma de mis abuelas, a archiespecialistas con anteojeras. Ya no hay reyes ni prelados amantes del arte y de las ciencias, mecenas que apoyen el trabajo de esos hombres, y entonces, pocos pueden subsistir. Todos están obligados a ser engranajes de una gran máquina a quienes se les inquiere capacidad en su función asignada y obediencia al mandato de “publica o 13
perece”, no reflexiones, ni te distraigas. Por eso cuando un libre pensador aparece, capaz de articular modelos integradores, me emociono, me siento joven, vuelvo a creer que todo es posible, que existe una solución. Una mente holística no dicotomizada, que no se cuestione; ciencia o filosofía (31), causa biológica o social, cuali o cuanti. ¿Cuándo se hizo la separación, en qué momento, que no me di cuenta, me separaron y me seccionaron en distintos pedazos? (32) ¿A quién le fue útil esa separación? Cuándo sirvieron alguna vez las separaciones... No me estoy disculpando, no lo cuento como si no tuviera nada que ver con el tema, sé bien que le di demasiada importancia a un sector en desmedro de otros, como una madre tonta que se enorgullece del hijo que trae buenas calificaciones en la feria de las ciencias y no es capaz de llorar con la misma emoción por un buen ensayo. Me culparon por mi vanidad, me adjudicaron el deseo de “dominar” el mundo... no es verdad, ese no era mi objetivo, yo solo quería “mejorar” el mundo, un mundo mejor, que pudieran disfrutar todos y no algunos en desmedro de otros (33).
Por eso me llevo como grandes deudas, dos aspectos míos que no pude desarrollar como hubiera deseado, el primero acabo de contárselos y es haber estudiado conjuntamente los hechos naturales y sociales de cualquier descubrimiento (34), el segundo es haberme preocupado demasiado por el contexto de la justificación, haberme enfrascado en múltiples discusiones sobre ese tema y en cambio haber dejado casi huérfano de interés, el contexto del descubrimiento. Debo reconocer mi ignorancia sobre ese aspecto, mucha tinta sobre cómo medir, cómo graficar, cómo publicar. Y tan poco sobre cómo tener grandes ideas que valga la pena observar, medir y publicar. Parece mentira...pero apenas pequeños aportes, frases sueltas, ni siquiera grandes y elocuentes discusiones, sólo propuestas extremadamente simples (35). Reconozco entonces, mi pobre papel en estos dos aspectos, “las leyes” si las hubiera capaces de originar una gran pregunta y un estudio holístico de los efectos de estas ideas, sobre todos los aspectos de la vida humana, antes de su aplicación. Son deudas que quienes me sucedan, espero que se esfuercen en saldar debidamente (36).
Conclusiones Preguntas inquietantes Estas reflexiones me llevan a su vez, a otras aún más profundas, dos grandes preguntas muy personales, aunque debo reconocer, no muy originales. Las conocidas preguntas que cualquiera se hace en la culminación de su vida activa, ¿Por qué? y ¿Para qué? La primera es más sencilla, casi histórica, la otra podríamos decir... metafísica. Esa es la más complicada. ¿Por qué? Ampliando la pregunta sería, por qué si compartimos la misma ansiedad de conocimiento con mis predecesoras y toda mi familia estuvo llena de almas inquietas, fue mi vida la más enloquecida y rebelde, ya que desde de mis primeros años, me cuestioné todos lo conceptos aceptados y establecidos, como si esto fuera un comportamiento natural en mi. Quizás la gran apertura se deba a mi ruptura mental en no seguir intentando encontrar en la religión y en sus dogmas las respuestas a mis preguntas. Por supuesto reconozco además, el cambio en las consecuencias por intentar hacerlo, la Iglesia en mi siglo, ya no tenía tanto poder (37). Así que no sé, si juzgarme de valiente o que supe aprovechar la oportunidad de su momento de flaqueza, para gozar de esa libertad, de la forma más amplia de goce, que es pensar libremente y expresarlo sin miedos. Claro que tampoco fue poca cosa, recordemos que además de la actitud reprobatoria o los actos incriminatorios de los poderosos, existe siempre el gran enemigo interno de toda libertad, simplemente nuestros propios miedos. Atreverse a discutir las verdades establecidas, es como atreverse a traspasar una puerta de la cual desconocemos que hay detrás,
quizás un infinito precipicio en el que podemos caer. Es como abrir una caja de Pandora y quedar expuesto a los terribles males y tormentas que pudieran liberarse. La tormenta tan temida era “la incertidumbre” (38). En mi plena adolescencia me tuve que enfrentar con ella. Si las cosas no eran como hasta entonces se había creído y no existía tampoco con certeza una buena explicación, sino varias y muy distintas y a veces hasta contradictorias, entonces cómo se debía proceder (39). ¡Pero qué es la juventud sino eso! No sintieron acaso todos lo mismo, durante sus años jóvenes. No se cuestionaron el saber de sus padres, sin tener mejores principios para enarbolar. Esa ansiedad de la duda no es acaso, la semilla generadora de los grandes descubrimientos. En aquellos años, fui más famosa por mis propuestas, que por mis aciertos (40). Ni siquiera estaba muy segura que todo tuviera una causa… y entonces ¿qué sentido tenía el buscarla? (41). Pero no les parece que era lógico cuestionarlo todo hasta la médula, dos guerras mundiales en el medio y millones de muertos, sin poder hasta ahora explicarnos, por qué, ni para qué. El mundo se llenó de preguntas y a mi me las pidieron con urgencia, algunos para poder salvar más vidas y otros para poder matar más y mejor. Si, es triste pero es verdad, porque de mí tironearon todos, blandiendo cada uno sus intereses y con mis respuestas... hicieron lo que quisieron. Yo un poco me lavé las manos del asunto, muchas veces me cuestiono si hice bien, si en verdad soy inimputable por los resultados de mis descubrimientos
Médicos & Medicinas
porque no me preocupé de preverlos (42). Algunos me culpan de ser cómplice de empresas dominantes y de haber servido a una sociedad opresora e injusta (43). Otros salen a defenderme diciendo que todo avance científico es siempre beneficioso y las acciones de la ciencia deben considerarse neutras... En verdad ¿es tan así...? (44)
diera enfermarse algún día. ¿Por qué? y ¿Para qué?, no son pequeñas preguntas las que me hago. Por qué fue así mi vida, o para qué sirvió que lo fuera (49). Solo sé que ha sido tumultuosa y agitada, más que ninguna otra en mi familia. Y para qué mentirles, con sus aciertos y errores la he disfrutado mucho…..., pero como saben, ahora es mi tiempo de descansar…
Esa es mi segunda y terrible pregunta. Puedo disculpar la inconciencia de mis albores, pero ahora ya madura, me cabe reflexionar profundamente sobre el tema. Si no he ayudado a traer mayor bienestar y felicidad a la gente, ¡qué sentido ha tenido mi existencia! (45).
Por suerte estoy muy feliz porque he tenido una hermosa niña que hoy tiene apenas pocos añitos pero tengo cifradas grandes esperanzas en ella. Parece de ánimo muy tranquilo, hasta ahora no ha traído a nadie casi ningún problema importante. Pero si les parece inocente, no se hagan ilusiones. Si mi sangre corre por sus venas, estoy segura que la paz no durará mucho. Esperen un tiempo y ya lo verán, puede que ocurra de pronto, a un ritmo verdaderamente vertiginoso e increíble.En cualquier momento la niña despertará hecha mujer, una mujer capaz de despertar la locura de tantos hombres que pelearán por sus amores, así como han peleado en el pasado por los míos. Capaces de cualquier cosa, de cualquier sacrificio, por obtener de ella, aunque más no fuera una sonrisa de aceptación. Todos querrán retratarla, escribirle frases y poemas, libros, historias y develar sus más profundos secretos y explotar sus virtudes.
Puede el conocimiento, algo tan abstracto, ser más valioso que una vida concreta... Si supieran ustedes de cuántos actos reprobables se ha forjado mi vida, cuántos hombres sabios, han sido además grandes pecadores y sólo Dios sabe si lo hicieron por los motivos que sostienen o por puro interés. Por los benditos laureles y unos papeles verdes que últimamente los reemplazan. Pero... ¿quién está libre de culpa? (46). Humana soy y nada de lo humano me es ajeno..., al fin y al cabo, a mí también me caben las generales de la ley. Se han dicho muchas cosas y ustedes saben que he tenido grandes enemigos. No todo lo que dicen es verdad, pero tampoco todo es mentira. Ahora ya retirada de la vida pública, me cuestiono a diario ese punto, sé que he ayudado a muchos, pero sé también que he dañado a otros tantos. Es que todo fue tan rápido, tantas cosas se dieron de golpe, que no llegaba a tiempo para pensarlas detenidamente. Y me encandilé con cada descubrimiento, como si fueran espejitos de colores, sin pensar demasiado en los riesgos.
No, no tengo ninguna duda, a ella también le espera... una vida muy interesante. …”Lo esencial del hombre es, en cambio no tener más remedio que esforzarse en conocer, en hacer ciencia, mejor o peor, en resolver el problema de su propio ser y para ello el problema de lo que son las cosas entre las cuales inexorablemente tiene que ser. Esto: que necesita saber, que necesita – quiera o no– afanarse con sus medios intelectuales, es lo que constituye indubitablemente la condición humana”. ORTEGA Y GASSET
Ahora me hacen culpable de haber dañado con mis ideas la vida de muchos seres y lo que es más, a la salud directamente del planeta, la casa de todos. Yo no quería eso (47), sé que no sirve como disculpa, pero en aquellos tiempos ni siquiera se le ocurrió pensar a nadie, que nuestra querida Tierra pu-
Personajes De Esta Historia -por orden de apariciónLEONARDO Leonardo da Vinci (1452-1519), pintor, escultor, arquitecto, ingeniero y científico. Los descubrimientos de Leonardo no se difundieron en su época debido a que suponían un avance tan grande que los hacía indescifrables, de haberse publicado, hubieran revolucionado la ciencia del siglo XVI. Realizó estudios sobre la circulación sanguínea y el funcionamiento del ojo, las mareas, la hidráulica y la aerodinámica, etc.
por las Investigaciones filosóficas. . Durante el primer período, el autor influirá notablemente en el Círculo de Viena (al que en realidad, nunca perteneció). En el segundo momento, será seguido por las escuelas de Cambridge y Oxford. BERTRAND: Russell, Bertrand, (1872-1970). Filósofo, matemático y escritor británico, Premio Nobel de Literatura en 1950. Fue un ardiente y activo detractor de las armas nucleares por lo que fue encarcelado a los 89 años tras una manifestación pacifista antinuclear.
LUIS: Wittgenstein, Ludwig (1889-1951), filósofo austriaco (nacionalizado británico).En su evolución filosófica pueden distinguirse dos épocas distintas: un primer periodo, representado por el Tractatus, y otro posterior, representado
RODOLFO: Carnap, Rudolf (1891-1970). Nació en Alemania, pero fue miembro destacado del Círculo de Viena, 15
un grupo de científicos y filósofos positivistas. En 1935 se trasladó a los Estados Unidos huyendo del nazismo y donde ejerció como profesor hasta su muerte. CARLOS: Popper, Karl Raimund (1902-1994). filósofo de la ciencia británico, de origen austriaco. Nació en Viena y se doctoró en filosofía. Aunque no fue miembro de la llamada Escuela de Viena, simpatizó con su actitud científica, pero criticó algunos de sus postulados. SAMMY: Lipsitz, Samuel (1922-1974). Imre Lakatos es el nombre que utilizó cuando trabajaba en la resistencia antinazi en su Hungría natal y por el que el mundo de la ciencia también lo conoce: Son famosas sus discusiones en Berkeley con Feyerabend.
TOMÁS: Kuhn, Thomas (1922-1996). Físico, historiador y filósofo de la ciencia estadounidense, conocido por su contribución al cambio de orientación de la filosofía y la sociología científica en la década de 1960. PABLO: Feyerabend, Paul (1924-1994). Epistemólogo “anarquista”, como le gustaba que lo llamaran. Estudió historia, física, astronomía, y arte. Primero aceptó, las ideas falsasionistas de Popper, pero luego terminó criticándolo y refiriéndose a él como “insecto filosófico” Se apoya en Kierkegaard y en diversos filósofos existencialistas para negar la racionalidad del mundo, o más bien la existencia de una razón abstracta dominante. La ciencia sería para él como el arte, sin un “progreso” ni una “verdad” sino simples cambios de estilo.
Referencias bibliográfícas - citas textuales 1.- (DIAZ; 1999, Vol. I, Pág. 9) El siglo XVII -comienzo de la modernidad- se suele considerar la fecha de nacimiento de la ciencia de hoy- Aunque su período de gestación fue muy prolongado; desde el siglo VI antes de Cristo en Grecia. 2.- (BOIDO; 1996, Pág. 92) Los ojos son testigos de la revolución de los cielos a través del espacio cada veinticuatro horas. Sin embargo algunos por amor a la novedad o por hacer gala de ingenio, han referido de ello, que la tierra se mueve y sostienen que ni el sol, ni la octava esfera giran...Es una falta de honestidad y decencia mantener públicamente tales ideas y el ejemplo es pernicioso. Un espíritu justo debe admitir la verdad revelada por Dios y someterse a ella. Frase de Melancthon, discípulo de Lutero. 3.- (ORTEGA GASSET; 1965, Pág. 203) Con esto creo que quedan ustedes bien pertrechados para entender la verdad del gran drama humano que empieza en 1400 y concluye en 1650, drama de parturición que va a poner sobre el planeta un hombre nuevo-el hombre moderno-. 4.- (BOIDO; 1996, Pág. 103) El científico quiso salvar la autonomía de su actividad ante el autoritarismo teológico, el honesto creyente (pues Galileo lo era) impedir que si Iglesia cometiese el error de asimilar el pensamiento cristiano a su expresión temporal e histórica. No lo logró. 5.- (VARSAVSKY; 1972, Pág. 32) Y no es de extrañar tampoco que estos últimos 35 años, una generación, no haya visto la aparición de ninguna idea del calibre de la que nos dieron Darwin, Einstein, Pasteur, Marx, Weber, Mendel, Pavlov, Lebegue, Gödel, Freud o la pléyade de la mecánica cuántica. La ciencia de la sociedad de consumo ha producido innumerables aplicaciones de gran importancia, desde computadoras hasta órganos artificiales, pero ninguna de esas ideas emocionantes, verdaderos momentos estelares de la humanidad.
6.- (POPPER; 1983) Frase Citada al comienzo del Capítulo 5 “El Retorno a los presocráticos” del libro “El desarrollo del Conocimiento” Conjeturas y refutaciones. 7.- (HUGHES; 1997, Pág. 105) El grupo comenzó en Viena a finales de los veinte, encabezado por Ernst Mach, Mauritz Schlick y Rudolf Carnap. Habrían de darle a la filosofía positivista de las ciencia una forma, un sistema que serviría para convertirla en la visión predominante del siglo XX. 8.- (SHUSTER; 2002, Pág. 33) Con estas salvedades podemos decir que la corriente anglosajona, ha sido dominante en la filosofía del siglo XX. Ello no es más que una descripción de la situación y refiere a la influencia de las posiciones respectivas en el contexto de la discusión internacional. 9.- (DÍAZ; 1999, Vol. II, Pág.153) Lakatos critica además la posición de Popper contrastándola con la historia de la ciencia, pues hay numerosos casos de teorías, que si se les hubiera aplicado los criterios del falsasionismo, tendrían que haber sido rechazadas y sin embargo fueron aceptadas y constituyeron un progreso. De esta manera, Lakatos afirma que la historia falsa al falsasionismo 10.- (SHUSTER, 2002. Pág. 36) La preocupación que domina estos más de cuarenta año, está entonces centrada en el conjunto de criterios que permiten distinguir ciencia y no ciencia y que permiten distinguir aceptabilidad científica de falsedad o inaceptabilidad de los enunciados científicos. 11.- (BUNGE; 2000, Pág. XIII) Dinos, oh sabio Protos ¿qué aspecto tiene la Cosa Rara?, preguntó la reina al sabio más anciano. “La cosa rara a la que llaman Ciencia, oh Majestad, puede registrar y comprimir todos los hechos. En realidad la ciencia es un enorme Registro” Así habló Protos -“¡Qué le corten la cabeza!” gritó la reina llena de ira.
Médicos & Medicinas
hubiese de dar disculpas. Por su intermedio se podía estudiar la acción humana con mayor profundidad de lo que un científico naturalista pudiese penetrar jamás en la naturaleza del mundo inanimado.
12.- (KLIMOVSKY; 2000, Pág. 341) Muchas ideas acerca de tácticas científicas y de las conductas de los investigadores, tal como la historia de las ciencia lo señala, no parecían adecuarse a la concepción de epistemólogos como Popper, Hempel, Nagel y muchos otros que provenían de las corriente positivista lógica o de algunas similares del ámbito anglosajón.
20.- (SHUTZ; 1974, Pág.1) Todo nuestro conocimiento del mundo, tanto en el sentido común, como en el pensamiento científico supone construcciones, es decir, conjunto de abstracciones, generalizaciones, internalizaciones e idealizaciones, propias del nivel respectivo de organización del pensamiento.
13.- (SHUSTER; 2002, Pág. 35) Habitualmente se pone como hito que ha cambiado la filosofía de las ciencia de este siglo un libro” La estructura de las revoluciones científicas” de Thomas Kuhn, del año 1962. En realidad cuando uno habla de un cambio importante en cualquier campo de las ideas, siempre es posible encontrar, antecedentes; los hitos sólo nos permiten ubicarnos en la historia.
21.- (SHUSTER; 2002, Pág. 37) Las discusiones en las primeras décadas del último medio siglo en las ciencias sociales estaban envueltas en lo que un representante del empirismo lógico definió como una situación pendular. Tales ciencias, se decía, oscilaban entre dos extremos; la pura especulación filosófica o bien una pura recopilación de datos, lo que se llamaba el hiperfactualismo
14.- (HOUSSAY; 1956, Pág.26) Si aceptamos que la cultura es la integración de los sistemas de valores humanos de una época, no hay duda de que la ciencia es uno de los factores importantes de la cultura moderna.
22.- (SHUSTER; 2002, Pág.12) Es bastante claro que en la actualidad esa separación estricta entre comprender y explicar no puede sostenerse. Se acepta, en cambio, una posición de síntesis: las ciencias sociales están interesadas tanto en explicar como en comprender el mundo social.
15.- (KUHN; 1969, Pág.315) Algunas críticas sostienen que estoy confundiendo la descripción con la prescripción, violando el tradicional teorema filosófico: “lo que es“ no implica “lo que debe ser”.
23.- (ENCARTA; 2000) Tsunami: olas marinas generadas por un terremoto submarino o maremoto, que pueden viajar cientos de kilómetros por alta mar y alcanzar velocidades en torno a los 725 u 800 km/h. La ola en el mar puede tener una altura de solo un metro, pero se convierte súbitamente en un muro de agua de 15 m al llegar a las aguas poco profundas de la costa y es capaz de destruir las poblaciones que encuentre en ella.
16.- (DÍAZ; 1999, Pág.183) Hacer que asome una tímida sonrisa en los rostros de quienes han sido perjudicados, defraudados, desalentados, paralizados por alguna “verdad” o por el miedo a la muerte, me parece algo infinitamente más importante que el más sublime de los descubrimientos intelectuales” Paul Feyerabend. 17.- (DÍAZ; 1999, Pág.182) Cuando ya estaba totalmente entregado al estudio de la epistemología, le ofrecieron trabajar en el teatro de Brecht. Respecto a esto dijo “no acepté y eso fue uno de los más grandes errores de mi vida. Enriquecer y cambiar el conocimiento, las emociones y las actitudes a través del arte, me parece ahora una empresa mucho más productiva y también mucho más humana que el intento de influir sobre las mentes (y nada más) mediante las palabras (y nada más)”. Paul Feyerabend.
24.- (VARSAVSKY; 1971, Pág. 38) La ciencia es parte de la cultura y como tal de la sociedad, lo que nos lleva a tener que elegir y definir qué sociedad pretendemos antes de saber qué ciencia haremos. Mas todavía, no sólo que tipo de ciencia se adapta más a un tipo de sociedad, sino que ciencia puede llegar a estorbar la construcción del tipo que hayamos elegido”. 25.- (BOIDO; 1996, Pág.13) Ciencia y máquina se fueron alejando hacia un Olimpo matemático, dejando solo y desamparado al hombre que les había dado vida. Triángulos y aceros, logaritmos y electricidad, sinusoides y energía atómica, extrañamente unidos a las formas más misteriosas y demoníacas del dinero, constituyeron finalmente el Gran engranaje, del que los seres humanos acabaron por ser oscuras e impotentes piezas. Texto citado por Boido en su libro, extractado de la obra de Ernesto Sábato. Hombres y engranajes. Buenos Aires. Emecé. 1979.
18.- (ORTEGA GASSET; 1965, Pág. 15) La ciencia es, en efecto, interpretación de los hechos. Por sí mismos no nos dan la realidad, la ocultan, esto es, nos plantean el problema de las realidad. Si no hubiera hechos no habría problemas, no habría enigma, no habría nada oculto que es preciso des-ocultar, des-cubrir. La palabra con que lo griegos nombraban la verdad es alétheia, que quiere decir descubrimiento, quitar el velo que oculta o cubre algo. Los hechos cubren la realidad y mientras estemos en medio de su pululación innumerable estamos en el caos y la confusión. Es preciso que retiremos por un momento los hechos de en torno nuestro y nos quedemos solos con nuestra mente.
26.- (SHUSTER; 2002, Pág. 12) Más tanto Kuhn como Popper coincidirán en ubicar a las ciencias sociales en una etapa retrasada de desarrollo frente a las ciencias naturales.
19.- (HUGHES; 1997, Pág.233) De hecho la posibilidad de una “comprensión interpretativa” en las ciencias sociales, era según Weber, una enorme oportunidad y no algo por lo que
27.- (VARSAVSKY; 1971, Pág.15) El predominio de las 17
ciencias naturales sobre las sociales es una característica histórica de nuestra sociedad, pero no es una ley de la naturaleza: pudimos haber tenido una Ciencia de otro tipo. 28.- (BOIDO; 1996, Pág.205) En 1937 se prohibía a los sastres de Colonia el uso de las máquinas de planchar, en 1553 el Parlamento inglés prohibió el uso de las tundidoras accionadas con energía no humana; en 1570 el senado de la ciudad de Danzig condenó a muerte y estranguló al propio inventor del telar que tenía la propiedad de tejer varias cintas al mismo tiempo; en 1624 Carlos I de Inglaterra ordenó la destrucción de las máquinas de fabricar agujas. 29.- (HUGHES; 1997, Pág.232) Esta dicotomía no representa un diferencia fundamental en la ontología del mundo; no significa que los seres humanos sean esencialmente distintos de las briznas de la hierba o de las nubes, pero sí indica una diferencia del tipo de conocimientos requeridos por los diversos intereses.
puede haber observaciones teóricamente neutrales; ya que no se canonizan como ideal supremo de la investigación científica los sistemas de leyes conectadas de forma deductiva; pero lo más importante es que la ciencia se considera un empresa interpretativa, de modo que los problemas de significado, comunicación y traducción adquieren una relevancia inmediata para las teorías científicas 35.- (KLIMOVSKY; SHUSTER; 2000, Pág. 44) Según Hanson, los lógicos de las ciencia han descrito como podrían disponerse razones en apoyo de una hipótesis una vez que se ha propuesto, pero excepto Aristóteles y Pierce, tienen poco que decir acerca de las consideraciones conceptuales pertinentes a la propuesta inicial de un hipótesis”. 36.- (PÉRGOLA; 1994; Pág. 17) En la cosmología moderna el principio “antrópico” sostienen que el universo está regulado con tanta precisión que en determinado momento la conciencia aparecerá inexorablemente.
30.- (SHUSTER; 2002, Pág.182) Planteamientos integradores como los del mismo Ricouer o Giddens, quienes rechazaron el dualismo, derivado del dualismo fundamental entre las cosas de la naturaleza y los asuntos humanos, e intentaron modificar la relación de exclusión, por una de integración.
37.- (DÍAZ; 1998 Vol. I; Pág. 29) Hubo que esperar que cambiara la disposición a determinado tipo de estudio, para que las leyes de Mendel se considerara verdaderas. No cambiaron las arvejillas que investigaba Mendel, cambiaron las condiciones de posibilidad para leer la verdad que revelaba.
31.- (BUNGE; 1972, Pág. 144) Sólo cree que la ciencia es pobre en conceptos y en imágenes y que la investigación científica carece de poesía, quien tiene pobres informaciones acerca de la vida de la ciencia. Junto con la filosofía, ella constituye la más rica creación del espíritu. ¿Por qué entonces oponer las humanidades a las ciencias, como si estas fueran menos humanas que aquellas y como si no fuesen precisamente las ciencias las que alcanzan el conocimiento más profundo y adecuado del hombre? Dígase más bien que las ciencias y las llamadas humanidades, no son antagónicas sino complementarias.
38.- (SANTILLI; 1998; Pág. 15). La complejidad del conocimiento científico contemporáneo, hace imposible tratar a la ciencia como algo logrado, hecho, verdadero. El sello de la provisoriedad, la duda y la crítica se dan como rasgos de la ciencia actual. Es una ciencia que se ve a si misma llena de interrogantes y ello es un rasgo más apreciable que las propias respuestas positivas”.
32.- (VON HUMBOLT; 1944, Pág. 47). “La tentativa de descomponer en sus diversos elementos la magia del mundo físico, llena está de temeridad; porque el gran carácter de un paisaje, y de toda escena imponente de la naturaleza, depende de la simultaneidad de ideas y de sentimientos que agitan al observador. El poder de la Naturaleza se revela, por decirlo así, en la conexión de impresiones, en la unidad de emociones y de afectos que se producen en cierto modo de una sola vez»”. 33.- (HOUSSAY; 1956; Pág. 27) La ciencia no es responsable de algunos males que derivan de su aplicación incorrecta. Se ha dicho que proporciona instrumentos de opresión o de guerra, que facilita la explotación del hombre, que produce el predominio de la máquina sobre el hombre, que el trabajo industrial es factor de disgregación en la familia: Todos estos males no son creados, por la Ciencia y pueden ser remediados por medidas sociales adecuadas. 34.- (GIDDENS; 1990, Pág. 12) Resumiendo decididamente esta nueva concepción, en ella se rechaza la idea de que
39.- (ORTEGA GASSET,1965; Pág. 82) Para sostenerse en la circunstancia en la que ha caído debe esforzarse en sostenerse dentro de ella -tienen que estar haciendo siempre algo- y lo primera que tiene que hacer es decidir lo que va a ser. Más para decidirlo tiene antes que forjarse una interpretación general de las circunstancia, formarse un sistema de convicciones sobre lo que su contorno es que le sirva de plano para actuar entre y sobre las cosas. 40.- (PÉRGOLA; 1994; Pág. 17) La ciencia -según Morínes una sucesión de visiones racionales del mundo, de las cuales, cada una corresponde al estado de los conocimientos de la época. En cuanto al cientifismo, este aportó visiones racionalizadotas del mundo que lo reducían a una mecánica cientificista perfecta. La racionalidad científica es evolutiva. Actualmente, en distintas ciencias (microfísica, termodinámica, astrofísica, ciencias de la Tierra, ecología) tiende a complejizarse. Pero de todas formas no agota lo real. No existe una verdad científica absoluta sino verdades racionales y relativas. 41.- (POPPER; 1969; Pág.120) No sabemos, solo suponemos. Si me preguntáis ¿Cómo sabe usted? Mi respuesta sería. “No sé sólo propongo una conjetura. Si usted está interesado en
Médicos & Medicinas
mi problema, me sentiré muy feliz si usted critica mi conjetura y si usted presenta contrapropuestas, yo a mi vez las criticaré”.
Bibliografía 1. Boido G, Flichman EH. Pensamiento científico. Buenos Aires: Prociencia CONICET; 1996. 2. Boido Guillermo. Ciencia y religión ¿confrontación o armonía? Revista Exactamente. [Revista online] 1999 [Consultada el 11 de febrero del 2008]. Nº 16 [Alrededor de 8 p]. Disponible en: http://www.fcen.uba.ar/publicac/revexact/ exacta16/historia.htm. 3. Bunge M. La ciencia, su método y su filosofía. Buenos Aires: Siglo XX; 1972. 4. Bunge M. La investigación Científica. México: Siglo XXI; 2000. 5. Chalmers A. Qué es esa cosa llamada ciencia. Madrid: Siglo XXI; 1982. 6. Diaz E, Heller M. El conocimiento científico. Hacia una visión crítica de las ciencia. Vol I. Buenos Aires: Eudeba; 1999. 7. Diaz E, Heller M. El conocimiento científico. Hacia una visión crítica de las ciencia. Vol II. Buenos Aires: Eudeba; 1999. 8. Eggers Lan C. La Ciencia en el proceso de liberación. Ciencia Nueva. 1971;13: 41-43. 9. Hacking I. Representar e Interpretar. Introducción: la racionalidad. México: Paidós; 1997. 10. Houssay B. Ciencia y libertad. Revista de la Universidad de Bs. As. 1956; 1(1): 21- 27. 11. Hughes J, Sharrock W. La filosofía de la investigación social. México: Fondo de la Cultura económica; 1997. 12. Kuhn T. La estructura de las revoluciones científica Post data. México: Fondo de cultura económica; 1969. 13. Klimovsky G. Las desventuras del conocimiento científico. 4ª ed. Buenos Aires: AZ editores; 1999. 14. Klimovsky G, Shuster FG. Descubrimiento y creatividad en la ciencia. Buenos Aires: Eudeba; 2000. 15. Ortega y Gasset J. En torno a Galileo. Madrid: Espasa Calpe; 1965. 16. Papp D. Ideas revolucionarias en la ciencia : su historia desde el Renacimiento hasta promediar el siglo XX. Santiago de Chile: Editorial Universitaria; 1977. 17. Pérgola FM. Ciencia ¿modernidad o posmodernidad? El principio “antrópico” en Medicina. Revista de Facultad de Medicina. 1994; 3(12): 17-21. 18. Popper K. El desarrollo del conocimiento científico. Buenos Aires: Paidós; 1967. 19. Santilli E, Garavoto C, Gonzalez C, Tagliabue R. El pensamiento científico. Buenos Aires: Biblos; 1998. 20. Shuster FL. Filosofía de y métodos de las Ciencias Sociales. Buenos Aires: Manantial; 2002. 21. Shuster FL. El método de las Ciencias Sociales Buenos Aires: CEAL; 1992. 22. Shutz A. El problema de la realidad social. Buenos Aires: Amorrortu editores; 1974. 23. Varsavsky O. Ciencia y desarrollo. Ciencia Nueva. 1971; 13: 38-39. 24. Varsavsky O. Ciencia, política y cientificismo. 3ed. Buenos Aires: Centro editor de América latina; 1972. 25. Von Humboldt A. Buenos Aires: Editorial Glem; 1944.
42.- (DÍAZ; 1999, Pág. 186) No obstante en vista de los desfasajes y desequilibrios que conmocionan el mundo actual, resulta interesante reflexionar sobre la relación ciencia-sociedad. ¿Dónde está el límite entre lo que es racional y no lo es? ¿Dónde termina la responsabilidad del científico y empieza la del político? ¿Realmente la ciencia no tiene nada que ver con sus aplicaciones tecnológicas? Quién engendra una criatura terrible ¿no es absoluto responsable de ella? 43.- (VARSAVSKY; 1972; Pág. 11). Pero hemos llenado de elogios a la Ciencia que tenemos. Su prestigio es tan grande que seguramente está bien como está. ¿Qué necesidad hay de otro tipo de Ciencia cuando esta ha tenido tantos éxitos? Y sin embargo; observación trivial que no ha perdido fuerza por demasiado repetida, entre sus éxitos no figura la supresión de la injusticia, la irracionalidad y demás lacras de este sistema social. En particular no ha suprimido, sino aumentado el peligro de suicidio de la especie por guerra total, explosión demográfica o en el mejor de los casos, cristalización de un “mundo feliz”, estilo Huxley. 44.- (BUNGE; 2000; Pág. 777) Los responsables del mal uso de la técnica son personas que abusan del poder económico o político, no científicos. Estos últimos carecen de poder y buscan el conocimiento por el conocimiento mismo, lo mismo que casi todos los artistas aspiran a hacer el arte por el arte. 45.- (BOIDO; 1999) A la luz de los desarrollos actuales de la ciencia y de sus aplicaciones, parece impostergable diseñar lo que Pierre Thuillier ha llamado “una componente crítica de una cultura centrada en la ciencia”, y abordar desde allí las eventuales implicancias eticosociales a las que remite la investigación científica actual. 46.- (EGGERS LAN; 1971, Pág.41) La escuela originada en Alemania,-“con el nombre de sociología del conocimiento”ha arrasado con la pretensión de neutralidad ideológica de la ciencia y la filosofía. 47.- (PÉRGOLA; 1994; Pág. 27) Los adelantos de la ciencia, deben usarse solo para el bienestar del hombre y no para el daño, la destrucción o la opresión. Por desgracia los adelantos de la ciencia y la técnica, han sido más rápidos que el proceso moral de las relaciones internacionales o sociales. 48.- (BUNGE; 1972, Pág. 49) La ciencia es útil en más de una manera. Además de constituir el fundamento de la tecnología, la ciencia es útil en la medida en que se emplea en la edificación de concepciones del mundo que concuerdan con los hechos y en la medida en que crea hábito de adoptar una actitud de libre y valiente examen, en que acostumbra a la gente poner a prueba sus afirmaciones y a argumentar correctamente.
19
La Sociedad
Sentada
Silvia Szakura Evolución hacia los hábitos de sedestación prolongada en la sociedad actual y correlato con las patologías músculo-esqueléticas de la columna vertebral: planteo y soluciones posibles
Introducción En el modo de vida presente en la sociedad actual es cada vez más frecuente asumir que todos debemos padecer, tarde o temprano, alguna patología (dolor, hernia discal u otra) de la columna vertebral. También es cierto que cada vez más se tiende a un modo de trabajo sedentario, en el cual no sólo los movimientos se restringen a los mínimos necesarios para el manejo de una computadora, a lo sumo, sino que no favorecen en lo más mínimo las posibilidades de desarrollo del potencial del cuerpo humano: conformado por músculos, su función se deduce que se relaciona con el movimiento, y no con la quietud. En este trabajo se intenta presentar una evolución aproximada de cómo se ha llegado histórica y antropológicamente a esta situación, complementando la visión con conceptos anatómico-funcionales, y las posibles soluciones que se piensan y se ensayan en los países “desarrollados”. Desde la generalización de las tareas administrativas en el ámbito laboral, y sobre todo en el actual mundo globalizado, altamente dependiente de las tecnologías de la información, el tiempo que un individuo pasa sentado va en continuo aumento, con el concomitante incremento de las dolencias asociadas en la región de la columna vertebral, que es la estructura más exigida en la postura sentada. En el presente trabajo de presenta la evolución histórico-social que nos permite comprender este fenómeno, evolución indefectiblemente unida al objeto que es la silla. Luego se analizan, desde el punto de vista anátomo-fisio-patológico, las estructuras músculo-esqueléticas involucradas. Finalmente, se presentan y comentan ideas, que se ensayan en diversos países, en relación a la mejora del entorno y de las variantes sobre la postura sentada, así como los resultados de su aplicación. Para la realización de este trabajo se ha intentado una revisión bibliográfica, teniendo en cuenta diversas fuentes que evalúan esta problemática, y teniendo en cuenta que, si bien es conocida y difundida la literatura que aborda el sufrimiento de la columna vertebral en general, la velocidad de la modificación y generalización de las actividades hace que sólo de manera reciente haya más artículos y libros que se ocupen de la asociación entre sufrimiento de la columna vertebral y postura sentada.
Médicos & Medicinas
Justificación antropológico-social La antropología, el estudio del hombre, tiene como gran objetivo el estudio de la naturaleza humana y la historia natural del hombre. Se diferencia de otras ciencias sociales por enfatizar la perspectiva tras-cultural de tal naturaleza. Los patrones de conducta en la sociedad humana son observados teniendo en cuenta su permanencia y su universalidad. También se busca activamente entender la interacción dinámica entre biología y conducta. Debido a que tanto la actividad física como la postura son producto de ambos factores: habilidades biológicas y motivaciones sociales, es que son relevantes para la antropología. Y debido a la permanencia y generalización de la postura sentada, es que la consideramos un patrón de conducta pasible de estudio. Un concepto clave en la antropología es el de adaptación: el cual abarca tanto las capacidades biológicas o sociales del individuo, como su entorno cultural1. A diferencia de otros animales, el hombre usa rutinariamente su cultura para modificar su entorno natural. Es así que nos interesa observar cómo el ser humano ha transformado su entorno, y genera cada vez mayores posibilidades de actividad en la posición sentada. También, teniendo en cuenta que es el lenguaje el medio de transmisión de la información relacionada con el entorno, en el momento actual, en el cual nadie niega que estamos asistiendo a una verdadera “explosión” de la información, vehiculizada por la generalización en la utilización de las herramientas informáticas, y el uso generalizado de la computadora y sus posibilidades, como la conexión a Internet. El Homo sapiens y la cultura surgieron contemporáneamente y de modo interactivo. Los mecanismos adaptativos biológicos y culturales no actúan aisladamente, sino que constantemente interactúan para permitir la adaptación de las poblaciones humanas a los distintos ambientes (distintas condiciones ambientales). Se dice habitualmente que el pasaje a la bipedestación ha sido el gran responsable de los dolores de espalda, y que aún el organismo del ser humano no ha terminado de adaptarse a esta situación, por lo cual aparecen tales sufrimientos. Pero filogenéticamente es aún más reciente la situación de permanecer sentado en una silla, y además, que esto deba sostenerse por períodos prolongados cotidianamente.
Historia socio-cultural de la posición sentada Al observar cómo se ha generalizado el hábito de estar sentado en la cultura occidental, es que cabe la pregunta: ¿Cómo se llegó a esta generalización de la posición sentada, teniéndola hoy día en cuenta prácticamente como un estándar cultural? Para comprender su implicancia en la sociedad actual, es que presentamos un breve resumen de la historia de esta posición en esta sección2.
21
1. Los conceptos de esta sección se basan en el libro: Physical Activity Sciences. Claude Bouchard, Barry D. McPherson, Albert W. Taylor, Editors. Human Kinetics Books, Champaign, Illinois. Chapter 12: Anthropology and Physical Activity – Susan K. Pfeiffer. 1992. 2. Esta sección se basa en los siguientes documentos: Torsten Fischer “Das dynamische Sitzen im Unterricht der Primarstufe am Beispiel des Mobilen Klassenzimmers”. Hamburger Forum Spelräume e.V., Fachbereich Sportwissenschaft, Universität Hamburg.; y Gurr, Kim y otros: “A history of seating en the western world”, Ergonomics Australia On Line, Vol. 12, N. 3, Jun. 1998 (en www. uq.edu.au/eaol, ywww.curtin.edu.au/curtin/ dept/physio/pt/staff/straker/Lsscholarship. html) .
Evolución hacia la postura erecta Hace cerca de cinco millones de años se desarrolló la bipedestación. La postura del Homo sapiens se considera desde el punto de vista evolutivo biológico como muy reciente y se asocia estrechamente el origen del hombre a la posición erguida. Teniendo en cuenta la historia de la evolución de las especies, cinco millones de años es un período muy corto de tiempo, por ejemplo, en comparación con la existencia de la forma de los tiburones, que mantienen su estructura desde hace aproximadamente 400 millones de años. El aparato locomotor del hombre ha tenido muy poco tiempo para adaptar su postura erguida, única, a los extraordinarios acontecimientos sucedidos. La postura del Homo sapiens deriva de la de los cuadrúpedos. En ellos la columna vertebral se tensa como un puente en forma de arco, y se balancea con cada paso. A través de la postura erecta del hombre se construye este puente nuevamente, y se desarrolla una contra curva en la zona lumbar, la llamada lordosis lumbar. La columna vertebral adopta la forma fisiológica de una “doble-S”. A partir del balanceo de los cuerpos vertebrales aparece una compresión, que por primera vez hace posible la postura erecta en el hombre. A partir de allí tienen lugar las adaptaciones a la carga que se implican en la postura erecta, el andar y la carrera. Estas adaptaciones suceden sólo de modo deficiente, y en el marco de las posibilidades de un incipiente ex-cuadrúpedo. Algunos ortopedistas consideran de modo jocoso esta postura como “el primer gran error” del hombre en cuanto a la adquisición de dolencias vertebrales concierne, aunque el libre uso de las manos permitió por vez primera los pasos evolutivos ulteriores (que caracterizan al ser humano como tal). Como un “error” agregado (siguiendo en esta línea), se observa la generalización de la postura sentada prolongada en nuestro entorno socio-cultural. Y el reconocimiento de la carga que implica la prolongación en el tiempo de una posición sentada sobre el aparato locomotor humano. Se cree que, dado el progreso del conocimiento y la información, las condiciones del ser humano han sido progresivamente más beneficiosas, lo cual podremos poner en duda, no sólo a partir de las rupturas que podremos apreciar en la evolución histórica de este estar sentado, sino en las consecuencias del modo de vida actual.
Evolución hacia la postura sentada El hombre sentado no se puede pensar aislado de nuestro círculo cultural, y la cultura occidental sentada está indefectiblemente unida al desarrollo de la silla. Por ello no se puede comprender que la mayor parte de la humanidad permanece tranquilamente sentada y ha dejado de utilizar posibilidades que sólo algunos niños emplean, tales como el estar en cuclillas, arrodillado, recostado, o sentado en el suelo. El antropólogo Hewes (1957) en su Antropología de la postura señala que entre los pueblos de todo el planeta existen más de mil formas de estar sentado o en postura de descanso. De las cuales en Occidente sólo se generalizó una. Un detalle acerca de los asientos es que de todos los diseños y funciones documentados, sólo tres tipos de asientos se han generalizado y persisten hasta el presente: el taburete o banqueta (fijo o plegable), el banco (y su predecesor el baúl), y la silla propiamente dicha. Por supuesto asociados a su desarrollo también los objetos que los acompañan, y que permanecen hasta la actualidad, tales como la mesa y el apoya pies.
El trono como origen de la posición sentada La era antigua
3. De: Eickoff, H: Sitzen – Eine Betrachtung der bestuhlten Gesellschaft. Frankfurt, 1997. Citado en el artículo de Fischer, T.
“Antes de que hubiese sillas, debió aparecer el trono, y antes del trono, el hombre hubo de tornarse sedentario3”. Los pueblos nómades no utilizaban sillas y los pocos nómadas que aún existen no las utilizan. Ellos siempre están en el camino hacia alguna parte, en movimiento, y cuando por algún motivo permanecen largo tiempo en algún lugar, se sientan sobre mantas sobre el suelo.
Médicos & Medicinas
Antiguo Egipto Se cree que la historia de la posición sentada comienza al menos hacia el año 3000 a.C., en Egipto. Sus casas estaban equipadas con una variedad de muebles, entre los que se cuentan bancos de diverso tipo, camas plegables, y sillas y asientos de diversos tipos. En general, quizás por su menor estatura, se hallaron piezas más pequeñas que las actuales, de menor altura, aunque también se observó que utilizaban escalones para acceder al asiento, que luego proveían apoyo a los pies durante la permanencia sentado. En cuanto a las sillas, las había para sentarse al uso occidental, con las piernas colgando hacia abajo, y también más bajas y profundas, con una superficie mayor, que permitían sentarse al modo oriental, con las piernas cruzadas. En la época de la segunda Dinastía, el banco parece haberse diferenciado en una forma reservada a la realeza y los miembros de la alta sociedad. Se le agregan elementos, como un apoyo para la zona lumbar, y a veces eran más altos que un taburete común, y otras veces se agrega un almohadón. Es interesante notar que la aparición del apoyo lumbar es un desarrollo único en la historia de la silla, transformándola en lo que es, y que en esa época proveía un apoyo a la pelvis y al sacro, a los cuales daba una orientación fija. Ya en la cuarta Dinastía la silla alcanza su punto más alto en cuanto a diseño, elegancia y refinamiento. Luego de este punto, las dos formas del asiento (la silla utilizada por la nobleza y realeza, y el taburete destinado al resto de la gente) permanecieron virtualmente inalteradas por doce dinastías (hasta cerca del 1320 a.C.). No se sabe si la fabricación de las sillas se hacía a medida, o existía alguna medida estándar, aunque sí se ve en los documentos que se utilizaba regularmente el soporte para pies (véase fig. 1), y se intentaba mantener los muslos paralelos al piso, como sucede en la actualidad. Lo que sí se puede afirmar, es que las sillas con respaldo se reservaban para las clases altas (llegando a verse un respaldo con curvas y cierta inclinación, desconociéndose si a los fines de mejorar el confort o con otros objetivos), mientras que la población general utilizaba taburetes bajos, o bien se acuclillaban o se sentaban sobre mantas en el suelo.
Antigua Mesopotamia El imperio mesopotámico se desarrolló contemporáneamente al egipcio, y es claro que hubo algún tipo de interacción entre ambos, como se deduce de la similitud en el mobiliario. Nuevamente encontramos al común de la gente normalmente sentada en el suelo, sobre mantas o alfombras, a lo sumo sobre almohadones, y a las clases nobles y reinantes utilizando asientos más elaborados como las sillas y sillones. En sellos del período babilónico antiguo aparece muy frecuentemente el taburete o silla sin respaldo, lo que hace pensar que era de uso difundido. Más tarde, en el período asirio y neobabilónico aparecen pinturas que muestran escenas de comidas en las que se utilizan sillas y mesas, siendo las sillas de respaldo muy alto, y rectas.
Era Egea (3000 a 2000 a.C. y Minoica (2000 a 1000 a. C.) La región del Egeo, en la isla de Creta, sería un importante centro cultural para el desarrollo y refinamiento de los asientos, y particularmente de la silla. Recordemos su importancia geográfica como eslabón entre Oriente y Occidente. Sin embargo existen muy pocos registros de los muebles de la época, y es poco lo que se puede aportar concretamente. La historia de los muebles de la época minoica surge de las excavaciones de las ruinas del palacio de Minos en Cnosos. Este período de desarrollo suele conocerse como la primera civilización del mundo europeo, ya que presenta elementos de una vida urbana avanzada y una ciudad bien desarrollada, con el palacio en el centro, rodeado de bellas casas, villas y residencias de artesanos. Lamentablemente se ha destruido gran parte de los remanentes, quedando resabios de muebles que muestran similitud con los utilizados en Egipto.
Grecia Antigua Este es un período de sofisticación en el diseño, representados en la pintura y escultura de la época. Son comunes los sillones de banquete o sofás utilizados 23
Fig. 1. Grabado que muestra una silla egipcia, acompañada de un soporte para los pies.
Fig. 2. Posición reclinada en el sofá o diván griego, usual durante las comidas y momentos de ocio.
para comer o recostarse. Los griegos usaban la posición reclinada para comer: parece que cada persona utilizaba una especie de sofá, sirviéndose de mesas bajas que presentaban los alimentos (fig. 2). El diseño de las sillas era bastante refinado, presentando piernas curvadas, y respaldos de tres listones que se unían en uno más grueso a la altura de los hombros, todo esto siendo una construcción liviana que permitía su fácil traslado en los recintos. Se diferenciaba del asiento con respaldo recto, ya que ofrecía una curvatura en el respaldo, deslizándose por la parte dorsal del ocupante, y ofreciendo soporte a la altura de los hombros. Desde el punto de vista estético parecía un objeto compuesto de espacios y líneas flotantes, y se convertirían luego en la base del diseño de las sillas de los siglos XVIII hasta el siglo XX. En su diseño parecían tener en cuenta la forma del cuerpo humano, apareciendo una cierta noción de confort semejante a la moderna (véase fig. 3). El uso de la silla parece bastante generalizado en la vida cotidiana de los más poderosos.
La antigüedad clásica Grecia Clásica Los muebles de esta época no difieren mucho de los de la Grecia Antigua, aunque sí se hallan más difundidos, tarea que luego será continuada por los romanos en toda su área de influencia. En esta época se utilizan bancos, comunes en teatros, escuelas y utilizados por filósofos y su audiencia. Dichos bancos tenían respaldos rectangulares. Aunque también se usaba sentarse en el suelo. Desde este momento, excepto en el imperio romano subsiguiente, el sentarse en sillas se vuelve ajeno al ser humano, una situación que se pierde por varias centurias y revive sólo en las iglesias y nuevamente en las clases poderosas.
Imperio Romano
Fig. 3. Silla griega clásica.
Más que desarrollar sobre los muebles griegos, los romanos sólo añadían ornamentos, pero conservando la estructura preexistente. En el Imperio Romano sí es evidente que la silla era un “asiento del poder”. El colapso del Imperio Romano señala un fin al amoblamiento de esa época, y no sería sino hasta el siglo XVIIXVIII que reaparecerían.
La era Bizantina y el Medioevo temprano Cuando los bárbaros entraron en Roma, no hallaron mayor sentido en las sillas que en otras representaciones culturales por ellos incomprendidas, y por lo tanto, destruidas. Ellos estaban habituados a acuclillarse sobre el suelo y así lo siguieron haciendo. Sin embargo las tradiciones clásicas no se perdieron totalmente: los cristianos adoptaron las “figuras clásicas”, y las adaptaron a sus propios usos. Las sillas tendieron a una construcción más arquitectónica, sólida y en líneas rectas. Su forma se volvió severa, y sólo era utilizada por figuras de autoridad y poder, o con fines ceremoniales. No se aplicaba el sentido de confort: en las sociedades monásticas, en desarrollo en esa época, se priorizaba el concepto de ascetismo, por lo que el desarrollo de los muebles se adaptaba a esta idea.
Era Gótica Aquí vemos que el taburete de tres patas era el asiento más difundido a los fines de sentarse, pero aún de modo bastante informal: la mayor parte de la gente seguía haciéndolo en el suelo o sobre mantas, e incluso las personas usaban reclinarse unas junto a otras, amuchándose en el suelo. Un objeto interesante es el baúl. Éste se convertiría en el mueble universal de la Edad Media: era un objeto portable, capaz de almacenar las pertenencias de su poseedor, y servía para sentarse sobre él. Una característica de la Edad Media era el desplazamiento de la gente, incluso de los reyes y la nobleza, que viajaban con todas sus pertenencias en grandes baúles. Un complemento a nivel del mobiliaMédicos & Medicinas
rio lo constituían los banquitos plegables. La metamorfosis del baúl en asiento ocurrió a medida que las personas se volvían menos nómades, y dejaba de ser necesaria la seguridad del baúl. A la vez, los baúles de la época se adornaban mucho (fig. 4) y eran bastante incómodos para sentarse. Con la adición de un cajón, se transformó en una especie de cómoda. La disposición de los baúles alrededor de las paredes de la habitación se reemplazó por un banco continuo, que a veces tomaba toda la circunferencia de la habitación. La evolución de la silla estaba en manos de los monjes y la comunidad eclesiástica. Mientras que el hombre común hacía uso de baldes patas arriba, o de bancos pequeños, de madera sin trabajar, las comunidades monásticas adaptaron las sillas de modo utilitario a sus actividades, tales como llevar cuentas, escribir y pintar. Asimismo desarrollaron mesas inclinadas, atriles, y mesas inclinadas con ángulos ajustables para mantener el material de lectura en un ángulo apropiado en relación al ojo. No fue sino en el siglo XVIII que las mesas horizontales se destinaron a este tipo de actividades, un período relacionado con el desarrollo de las bibliotecas. El escritorio inclinado no volvió a tener la popularidad de aquélla época. Algunos de los instrumentos creados en este período eran realmente ingeniosos, como el que se aprecia en la fig. 5, un elemento basado en la rueda de agua, diseñado para sostener libros. Las sillas seguían teniendo ángulos rectos, y eran austeras en cuanto al diseño, pero se ornamentaban en tonos solemnes. El respaldo alto no tenía relación con el apoyo de la espalda, sino con el estatus.
Fig. 4. El baúl, elemento utilizado como asiento en la Edad Media.
La silla en la iglesia En el Cristianismo el uso de la silla se pone en práctica por parte del obispo y de las autoridades de la iglesia. Hasta ese momento, se situaban en conjunto con la temprana comunidad cristiana a la usanza romana, para la cena, alrededor de una mesa baja. Así, el servicio religioso tomaba la forma de la bendición de los alimentos y el agradecimiento al señor en esa comida: la cena. Con la expansión del Cristianismo, ese servicio se transforma en un ritual que toma forma propia, y las autoridades eclesiásticas empiezan a tomar cada vez mayor distancia de la comunidad religiosa. Cerca de las autoridades, que durante el servicio permanecen sentadas; obtienen los curas también una silla en la iglesia, mientras que los parroquianos permanecen de pie o se arrodillan, y siguen apartándose (como clase) de los clérigos. En el siglo X se introduce el banco para el coro de la iglesia. “El elemento central de la silla del coro es un asiento con un ancho borde o canto, llamado misericordia, el cual a través de un mecanismo plegable permite un cambio de posición entre el estar de pie, sentado o arrodillado4”. Luego este tipo de asiento se introdujo en los conventos, y así la posición sentada durante las lecturas de los aspirantes a la ordenación. Así, los conventos extendieron la utilización del trono de los señores a muchos monjes, y prepararon la posición sentada para la vida cotidiana burguesa que estaría aún por venir. En Occidente, el primer asiento no consagrado, sería la silla profana. Aparece en el entorno de la iglesia alrededor del siglo XIV como un asiento que se permitía utilizar a los patrones, representantes de artesanos y de corporaciones, cerca de las paredes de la iglesia. H. Eickoff (obra citada) menciona que es la época en la que “los directores se vuelven presidentes”, lo cual en alemán es un juego de palabras en el que se combina el estar de pie (Vorsteher: director), y estar sentado (Vorsitzender: presidente). Los burgueses no directores de la alta sociedad hicieron de la silla profana su modelo y estímulo, expandiendo su uso. Con la Reforma se llevó a cabo una transformación fundamental de la postura. La burguesía combatió esta situación del coro en sus sillas como elitista, aislada y sagrada. Las paredes y muebles de los coros fueron derribados, destruidos y quemados, y muchas sillas del coro se utilizaron para que quien quisiera pudiese sentarse. Los burgueses querían estar sentados. Las iglesias vacías se llenaron con bancos para la congregación, al principio sólo en las protestantes, y unos 100 años más tarde hicieron 25
Fig. 5. Un elemento ingenioso destinado a sostener el material de lectura.
4 Eickoff, H. Citado en Fischer, T.
lo mismo las cristianas. La burguesía se permitía tener sillas en sus habitaciones y así se daba a sí misma una nueva identidad. Reinaban en el mundo burgués con los atributos de los reyes, obispos y monjes. Así, disminuyeron la distancia con el poder en la sociedad y se elevaron al mismo tiempo, diferenciándose de las capas inferiores, que aún no disponían de sillas. Con la riqueza obtenida por el éxito de la transformación de la economía, los comerciantes y burgueses ganaron en poder e influencia. Con su ascenso también comenzaron a incrementarse las tareas aritméticas y administrativas en la sociedad, así como el desarrollo de los trabajos en posición sentada. Dicha posición se volvería lenta pero inexorablemente una postura del crecimiento económico.
Érase una vez en la escuela...
Fig. 6. Ejemplo de silla con elementos para mantener la postura erguida, utilizada comúnmente en el siglo XIX, para inculcar al niño el mantenimiento de la espalda “derecha”.
La obligación de permanecer sentado en la escuela es, junto a la de permanecer callado, una de las más importantes medidas disciplinarias de la institución escolar. Es en la escuela donde se introduce al niño en la sociedad sentada. El espacio de enseñanza se concibe como un recinto para estar sentado: cada escolar se vuelve un asiento, el cual sólo puede abandonar con el permiso del docente. Una mirada a la historia de la pedagogía nos muestra que esto se relaciona con la búsqueda de un orden social, el cual se asegura en la escuela comenzando por el control sobre el cuerpo y los movimientos. Para poder poner orden en la cabeza del niño, era (y es) necesario lograr primero controlar el cuerpo del niño. La permanencia del niño sentado y quieto se toma como exteriorización de atención, concentración y disciplina. Así, se buscaba dejar al niño desde el comienzo de la historia de la escuela en una posición sentada y quieta, disciplinada: “el objetivo era llevar al sujeto sentado a una posición que sea agradable de ver, en la cual se puedan apreciar los signos de la soberanía del hombre: la posición sentada derecho en ángulos rectos5”. Los llamados sujetadores de la postura fueron los primeros dispositivos destinados a obtener tal postura. Estuvieron en uso cinchas para el pecho, bandas de acero para sujetar la frente, y artefactos para mantener distancia, que fijaban al niño al respaldo de la silla o bien a la superficie del escritorio o mesa. Véase fig. 6, como uno de tantos ejemplos de este tipo de implementos. La posición sentada estaba destinada a domesticar al impetuoso y vivaz niño. Los mecanismos de la educación iban desde afuera hacia el interior dejando un mínimo de posibilidades de movimiento al niño. La vitalidad infantil era combatida por medio de una postura corporal lo más estática posible. Lo que se le quitaba al niño como impulso de movimiento, debía volverse un impulso espiritual, libertad espiritual6. El proceso de aprendizaje no debía ser entorpecido por el movimiento corporal, y el desarrollo de la capacidad de sentarse derecho y en ángulos rectos, se volvió un contenido fundamental de enseñanza en las escuelas. El niño que no podía controlar sus movimientos empezó a ser visto como un niño fuera de lugar, irritante. La respuesta de una sociedad sentada a la necesidad natural de movimiento de un niño es precisamente la opuesta: la posibilidad de permanecer sentado se veía como un resultado, y por tanto se relacionaba con el grado de desarrollo del niño: “Quien no puede sentarse derecho y permanecer tranquilo en la silla, quien no ha alcanzado la medida de su tranquilidad interior, es aún salvaje, indómito, demasiado terco y no reconciliable con el programa disciplinador de la sociedad7”.
Historia moderna en el diseño del mobiliario A partir del siglo XVI en adelante el diseño de las sillas tendría un diseño europeo, mientras que a partir del siglo XIX emerge la influencia norteamericana.
La era de los ebanistas 5. Eickoff, H. Citado en Fischer, T. 6. Eickoff, H. Citado en Fischer, T. 7. Eickoff, H. Citado en Fischer, T.
A mediados del siglo XVI la silla se transforma en un objeto común en el mobiliario de toda Europa. Era realizada por los ebanistas para los miembros ricos y nobles de la sociedad, y su diseño se volvía cada vez más diversificado (véase Médicos & Medicinas
fig. 7), frecuentemente para satisfacer los gustos en boga de las clases privilegiadas. El diseño vuelve a las líneas livianas, similar a la silla de la Grecia antigua, incorporando curvas flotantes y un respaldo que soporte la espalda de la persona sentada. Algunos describían sus sillas como “obras de arte”, debido al refinamiento alcanzado. Los diseños en las sillas recibían la influencia de las clases altas y los más poderosos miembros de la sociedad de la época. La silla expresaba tanto el buen gusto como el rango. Un ejemplo de la influencia de los poderosos está dado por el propio Napoleón Bonaparte, a quien se considera responsable del resurgimiento de los estilos: griego y romano de amoblamiento. Él empleaba arquitectos afines a sus ideales, que hicieron resurgir los viejos estilos utilizando adornos y diseños del período clásico. Esta influencia, diseminada por toda Europa, señalaba una añoranza por un pasado largamente perdido. Este estilo distintivo en el diseño de muebles fue conocido como diseño emperador: revivió la idea de sostener el cuerpo con respaldo y con apoyabrazos, utilizando las líneas curvas que acompañaban al cuerpo. Aparece la chaise lounge, una especie de resurrección del antiguo sofá griego y romano. Surgen nuevas nociones sobre la postura y el confort, relacionadas con la relajación y el sostén del cuerpo sentado en reposo y erguido. La idea ascética de la Edad Media pasa al olvido, y la silla se transforma en una verdadera obra de arte, muy apreciada por las clases elevadas, que en ese momento eran los únicos que podían acceder al confort que prometía semejante lujo. La población en general seguía utilizando taburetes y bancos, aunque también copias rústicas de las sillas contemporáneas. Sin embargo, es en los comienzos de la Revolución Industrial cuando se populariza la silla de modo contundente. Se comienzan a producir a una fracción del costo de la manufactura no sólo productos del telar, sino también de a poco los objetos de adorno y de diseño. Acompañando esta noción de reproductibilidad de la forma, llegó también una especialización no sólo del trabajo, sino del espacio: las habitaciones se reservaban para usos específicos, por ejemplo: biblioteca, sala de estar, dormitorio, salón comedor, cada una con su amoblamiento específico. Lo que antes pertenecía a la elite, pasaba a ser de uso popular, con la silla como importante adquisición. La silla seguía siendo un signo que representaba poder y riqueza, y su uso indicaba un estilo de vida. Los modos de sentarse se volvieron más relajados, asimétricos, mientras que la silla intentaba dar apoyo al cuerpo.
La época de los tapiceros Con el advenimiento de las nuevas tecnologías, métodos y materiales, el tapicero se transforma en el nuevo diseñador de sillas: los nuevos tejidos y diseños surgen de los telares, y el tapicero busca muchos usos imaginativos para ellos, aparte del adorno de la silla. Así, toma el “esqueleto” de la silla de madera, y la transforma totalmente, dándole nueva forma: se agregan bordes suaves y acolchados, almohadones voluminosos y materiales suaves, de modo que la silla se vuelve blanda, sin esqueleto, y se basa en el relleno acolchado para sostener al cuerpo. Los respaldos se tornan más altos, encapsulando al sujeto sentado, se incrementa la profundidad del asiento para permitir una posición “confortable”. De este modo la silla invita a posturas pasivas, desplomadas, siendo esta la noción de confort. Los fabricantes de resortes trabajan a la par de los tapiceros, para desarrollar nuevas formas y estilos, muchas veces muy similares a los lounge utilizados hoy día.
La época de las patentes En paralelo a la época de los tapiceros, otras tecnologías se desarrollaban rápidamente en el mundo industrializado: las nuevas ideas, materiales y métodos dieron lugar a la era de las patentes en el diseño de muebles, la cual floreció particularmente en la nueva colonia norteamericana. Diseñadores, inventores y creadores de mecanismos se dedicaron al diseño de sillas. Su interés giraba en torno al movimiento: cómo permitir el movimiento a la vez que proveer de soporte al cuerpo. La idea principal se relacionaba con lo ajustable y lo flexible, mientras que se buscaba que hasta el más mínimo detalle fuese ajustable. 27
Fig. 7. Silla siglo XVI.
Fig. 8. Silla diseñada para las mecanógrafas.
Los diseñadores de esta época no dejaron ámbito sin explorar: crearon sillas para dentistas y barberos, que anteriormente conformaban un mismo grupo profesional, que eran totalmente ajustables en cada dirección concebible, en función de posicionar al individuo en la posición más conveniente para su trabajo, sea a los fines prácticos o en relación al confort. Se diseñaron asientos para el ferrocarril, con la idea de que el pasajero debía poder dormir una noche en un viaje largo. Y así la silla se diversificó en forma de acuerdo a la función. La clase media era el nuevo parámetro, exigiendo relajación y confort en los muebles. En 1870, la Oficina Americana de Patentes tenía registradas 70 categorías subdivididas para sillas de diversos propósitos. Algunos diseños eran grotescos, mientras que otros tenían en cuenta la fisiología humana. Al tiempo que Taylor intentaba cuantificar el tiempo de las tareas laborales, los diseñadores anónimos de la era de las patentes desarrollaban las primeras sillas ergonómicas. El dolor de espalda relacionado con la postura sentada fue motivo de preocupación para los diseñadores de la época. Así surge la mecedora, al tiempo que la silla giratoria. La silla de oficina se vuelve una parte esencial de la era industrial, con diseños de sillas para cada nicho del mercado. La silla para la dactilógrafa, que no apareció sino hasta 1890, unos 20 años más tarde que la máquina de escribir, obtuvo considerable atención en su diseño (fig. 8), y se podía inclinar hacia delante, como las sillas utilizadas para la máquina de coser de la época.
La era de los arquitectos El comienzo del siglo XX fue una época de revolución, de reacción en sentido contrario a la era de las patentes. El amoblamiento se volvió una parte integral de la casa y la oficina, con la función supeditada a la forma. La fuerza guía pasó a ser el diseño estético. Alrededor de 1920, los arquitectos pasaron a ser los nuevos guardianes de la filosofía en el diseño de las sillas, que emanaba de la escuela alemana Bauhaus. Estos diseñadores tenían la creencia de que estaban creando para una nueva orientación visual, en la que lo primordial era el concepto del espacio y la interacción de la silla con el espacio que iba a ocupar. Se comenzó a ver la silla como una forma, más que como un objeto funcional, como se la consideraba en la era de las patentes. Acompañando este cambio conceptual, los arquitectos buscaban imprimir su sello personal en sus diseños, y ser reconocidos y famosos por su trabajo. Los diseñadores de sillas no eran artesanos anónimos portadores de patentes, sino que se tornaron figuras sociales prominentes en la sociedad. Los diseños frecuentemente abstractos reflejaban sus personalidades, y las nuevas formas creadas en su cultura. Se utilizaban materiales nuevos, y las posibilidades que ellos brindaban ofrecieron posibilidades de diseño inexploradas, teniendo la noción de fusión de habitación y amoblamiento, concepto que se mantiene hasta la actualidad, con la emergencia del diseñador de interiores como figura representativa. La postura del hombre sentado es secundaria a la forma, las sillas se fotografían y publicitan sin una persona sentada. La atracción del diseño es el argumento de venta, con el énfasis puesto en el sentimiento del estilo y apariencia de la silla (véase fig. 9).
La era del diseño industrial El diseño y fabricación de sillas se desarrolló tanto, que provocó una especialización de diseñadores. Los arquitectos se encargaron del diseño de los edificios, mientras que surgía una nueva profesión, el “diseñador industrial”, quien asumiría la silla como parte de su cartera de obligaciones. Así, surgieron nuevas tendencias de diseño de este grupo: el estilo se formalizó con la preeminencia de la línea aerodinámica, como se veía en los autos, electrodomésticos y muebles, con curvas y líneas que fluyen para acentuar el concepto de moderno. Los amoblamientos se volvieron accesibles a las masas, y se desarrollaron nuevos gustos en el consumidor. Las sillas ya forman parte de la vida cotidiana en el hogar y en el trabajo, proveyendo un dispositivo que permite trabajar, tomar una comida, o ser utilizado para el esparcimiento. El diseño de la silla se convierte en una Médicos & Medicinas
investigación de mercado, y tiene relación con las posibilidades de venta y distribución de las mismas. El líder en el diseño pasa a ser el mercado.
La era post-moderna El diseño y comercialización de las sillas divide a este objeto en básicamente tres tipos distintos de productos, según las necesidades del consumidor: la silla diseñada con propósito institucional, las sillas para el hogar, y las sillas como forma de expresión artística. El mercado de masas demandó una estratificación o segmentación de la manufactura de sillas. Las sillas de bajo costo, producidas en masa fueron destinadas a la clase media. El intercambio internacional entre los países desarrollados asegura la dispersión de la silla. El estilo es notable por la simpleza de la geometría: quizás el epítome del diseño en este caso sea la silla de la cocina; así como los sillones invitan con sus texturas suaves, a hundirse en ellos, con poca preocupación por la postura final del ocupante. La silla de oficina debe tener en cuenta un número de variables que proporcionen una tecnología y estética atrayente a los posibles compradores. Esta silla determina cómo se ubica una persona en el espacio social, la importancia de la posición o prestigio de la persona, y la naturaleza de su trabajo. Se diferencia claramente la silla diseñada para el trabajo, de la silla utilizada por ejemplo en los sectores de recepción. En algunos casos, a los efectos prácticos, la silla es de una pieza con la posibilidad de ser apilable, y de precio moderado, lo que la hace útil en entornos como colegios, salas de conferencia, salones, etc. Tales sillas, fuera de toda consideración antropométrica, son uniformes en tamaño, y representan una noción de posibilidad de sentarse de manera igualitaria. La silla con propósitos laborales se ha tornado un desafío para los diseñadores industriales, y se ha incluido en la sociedad científica la figura del ergonomista. Algunos diseños nos recuerdan aquellos de la era de las patentes, sumamente ajustables al usuario. Pero es cierto que luego de la larga evolución de la silla en la cultura occidental, aún no estamos seguros de cómo sentar a la gente, a pesar de que en el ergonomista se suman las figuras de la ciencia y la ingeniería en busca de la mejor manera de satisfacer la demanda de una buena postura.
Fig. 9. Silla De Graaf, de 1985. Se puede apreciar el concepto de diseño y originalidad, pero no se puede relacionar esta silla con ninguna de las nociones de confort.
Riqueza y “sociedad sentada” La posición sentada ayuda al hombre a tener mayor control sobre sus impulsos, aunque le quita también bastante vitalidad. Tiene como postura de trabajo y de reposo ventajas decisivas, así como desventajas importantes8. Así, la posición sentada le posibilita al hombre el espacio y el tiempo para ordenar las fuerzas de la mente. Sentado, puede manejar y controlar, calcular y administrar. La sociedad sentada debe agradecer su riqueza al efectivo mantenimiento de sus individuos en posición sentada, lo cual debe ser introducido como modo de vida durante el colegio9. El estímulo para conformar una sociedad tal, consiste entonces, en la posibilidad de que a través del aprendizaje de la permanencia sentado, se ofrece al individuo la capacidad de, en la persecución de una cosa o un pensamiento, poder concentrarse y volverse tenaz. Estar tranquilamente sentado en una silla, protege al individuo de irritaciones tanto externas como internas, de modo que pueda perseguir sus objetivos sin resistencias, tales como asociaciones, sentimientos, pensamientos que se apartan de sus objetivos, o ensoñaciones10. La posición sentada lleva al cuerpo a una situación de reposo, quieta y callada, en la cual uno puede olvidarlo, abstraerse de su propio cuerpo, de tal modo que no interfiera con el trabajo mental. (Nótese que este aleccionamiento ha sido altamente efectivo). La represión de los impulsos inconscientes o vegetativos es el fundamento de un modo de vida contenido, dominado y racional. Este modo de vida llevó quizás en principio al surgimiento de Occidente, y es la base de la superioridad económica y tecnológica de las modernas naciones industriales. La riqueza de la cultura sentada acompañaría al modo de vida sentado. 29
Nota: Este trabajo se completará con su bibliografía en el próximo número
8. Véase el apartado 11. en este trabajo. 9. Eickoff, H. Citado en Fischer, T. 10. Eickoff, H. Citado en Fischer, T.
Comentario de libros Aprendizaje transferencial Alberto Carli y Beatriz Kennel - Buenos Aires, Universidad Nacional de Luján, 2008. Este libro, meduloso y conceptual, de casi 150 páginas lleva el sugestivo subtítulo de Teoría y praxis de una propuesta para la construcción del conocimiento. Por qué digo sugestivo, porque indica claramente que los autores apuntan para una solución epistemológica, disciplina que manejan con soltura desde hace muchos años. Que indagan por los meandros de la educación y su aprehensión, lo indica uno de los subcapítulos: “Acerca de la lógica consciente del conocimiento”. De ahí que la obra tal vez no sea para iniciados y muchos menos para legos, pero que tenga un campo más que amplio y suficiente en la Pedagogía, sobre todo universitaria. Y creo que a este grupo se dirige el binomio Carli-Kennel. Algunos aspectos básicos de la educación pública que destacan los autores son asaz atrayentes. Con respecto a la desgraciada idea de “achicar el Estado” y en lo referente a la educación, dicen: “El Estado tiene responsabilidades concretas, educativas en su rol de auditor de las relaciones sociales, responsabilidad concreta en el cumplimiento de la ley y en asegurar cuidados sanitarios para la sociedad civil. Todos estos aspectos también son educativos.” El desarrollo de los estudios sobre el conocimiento está tratado con un hilo conductor que guía al lector: la “teoría de las creencias” de Peirce, el concepto marxista, el fenó-
meno multidimensional de la enseñanza-aprendizaje, la simbolización, los problemas éticos, la decadencia del lenguaje y del orden simbólico acentuado en el siglo XXI, para entrar de lleno en la Didáctica, no sin antes expresar una breve nota sobre su historia. El capítulo 5, el del tema principal: el aprendizaje transferencial, ocupa la mitad del libro y es donde Carli-Kennel hacen su propuesta educativa. Es necesario aclarar que los autores no escatiman sus opiniones y sus juicios de valores sobre la educación en estos momentos. La obra finaliza con un glosario y una nutrida y selecta bibliografía. Agrego: en todo momento Carli-Kennel tratan de establecer diferencias y responsabilidades entre Patria, Nación y Estado. Federico Pérgola
Quise lo que hice - Autobiografía de una investigadora científica Christiane Dosne Pasqualini - Buenos Aires, Leviatán, 2007. Esta es una historia de vida. Pero una historia rica, no solamente en relatos íntimos y muchas veces sentimentales, sino rica en experiencias científicas, en el ambiente cultural en que nació y se desenvolvió la autora. Siempre con la mira insobornable de la investigación a ultranza. Es evidente que la doctora Dosne Pasqualini nació con una llama que no se extingue nunca, que se mantiene encendida durante toda la existencia del individuo: la creatividad. Y qué otra cosa que la creatividad induce a investigar. Valga una digresión: hace poco leía que el físico Fritjof Capra analizó la obra científica de Leonardo da Vinci y llegó a la conclusión que el hecho de escribir de derecha a izquierda y ocultar sus hallazgos en sus famosos cuadernos, impidió una labor menos laboriosa y tal vez más fructífera de Galileo y de Newton. El investigador actual (excepto el
de la industria farmacológica) está abierto a la sociedad y el ejemplo es esta “autobiografía de una investigadora científica” que recrea en la obra su paso por el CONICET, su tarea editorial, la Asociación Latinoamericana de Inmunología, la Academia de Ciencias del Tercer Mundo… Amén de los recuerdos de sus padres y sus hermanos, sus hijos y sus maestros, sus amigos: Hans Selye, Ezequiel Holmberg, Vicente Cicardo, Eugenia Sacerdote de Lustig, Juan Carlos Agulla, y un nombre que se reitera, Rodolfo, su compañero de toda una vida. Numerosas fotografías testimoniales ilustran la obra. En este libro, que no escasea de confesiones vividas, la autora –en algunas oportunidades– insiste en que tiene un estilo científico al escribir, es decir llano, concreto. Puedo asegurar que su prosa se lee con gran placer, está muy bien
Médicos & Medicinas
escrita, muestra claramente hechos y personajes. Pocos autores cautivan con su autobiografía, pero Dosne Pasqualini lo ha logrado. En todo el relato, en una especie de déjà vu reverso, en la descripción de los hechos pasados hacen irrupción los del presente. Así desfilan la última enfermedad y la muerte de Rodolfo Pasqualini, su marido, y posteriormente los hechos que llegan al siglo XXI. Hasta en este detalle se nota la veta creativa de la autora. Pero la obra guarda un secreto: fue escrita durante más de medio siglo, cuidadosamente, a través de las cartas que enviara a su madre lejana que, quizá con qué intuición de mujer las guardó ordenadamente de acuerdo con su fecha de emisión. De esta forma Christiane Dosne pudo contar su vida con una serie de detalles que llaman la atención. Además de estos testimonios llamativos le suma el colorido emocional de cada momento de su intensa y provechosa vida. Desde ya que ese ayuda memoria que le aportó nombrar a los grandes científicos con los que intercambió conocimientos no menoscaba la intensidad de su vida académica, social y familiar. Resalto sobre todo esta última hacia la que brindó a padres, hermanos, esposo, hijos y luego a sus
nietos su cuidado y cariño. La realidad: un ejemplo difícil de imitar. Federico Pérgola
Investigación en cáncer y citogenética Christiane Dosne Pasqualini y Susana Acevedo - Buenos Aires, EUDEBA, 2007. Este tramo del relato es de interés para todos los médicos. He leído con deleite donde, en su primera parte –la teoría viral del cáncer– contiene toda la actuación como investigadora de la propia académica Dra. Dosne Pasqualini. Luego desarrolla el reto de las hipótesis sobre el origen del cáncer. En el eclecticismo de sus conclusiones se encuentra su grandeza como científica. El libro concluye con el tercer capítulo, “Citogenética del cáncer”, a cargo de la Dra. Susana Acevedo, quien también hace gala de capacidad de síntesis y claridad. Comienza con la historia de la citogenética que inicia con Aristóteles, pasa, entre otros, por Gregorio Mendel y llega a destacados pioneros de nuestro país. Posteriormente serán los cromosomas motivo de estudio, con su atrapante historia, sus mitosis, para llegar a las técnicas citogenéticas en la investigación de las alteraciones que ocurren en las células cancerosas. El cromosoma Philadelphia y la leucemia cierran la obra. Por el relato el lector podrá apreciar el valor de esta obra para los jóvenes que no sólo egresen del secundario sino para los bisoños médicos que deben orientar sus vocaciones.
Este libro, pequeño en tamaño pero meduloso y esclarecedor en contenido, ocupa el Nº 25 de la Colección Ciencia Joven de EUDEBA, feliz iniciativa de Patricio Garrahan que volcó en esta serie trabajos de investigadores argentinos de gran prestigio. Como dicen las autoras en su Prólogo, estas obras tienden a despertar el interés del estudiante secundario para orientar su futuro. Mi objetivo al comentar esta obra es extender el conocimiento de la colección para los padres de adolescentes, como serán muchos de los lectores de esta revista y prestar utilidad. Dosne Pasqualini y Acevedo abordan el tema –a pesar de la complejidad que tan bien conocen– con claridad y sencillez. Los tres capítulos del libro hablan por sí de la importancia que las autoras han otorgado al tema, de su justa estructura y, sobre todo, de la altura científica con que lo han encarado. Estamos en época que, por llegar al gran público, la divulgación científica se hace chabacana y rudimentaria. Nada de eso ha sucedido aquí. El primer capítulo, que desarrolla Dosne Pasqualini, lleva por título “El arte de hacer investigación: una visión personalizada”. Luego de más de 60 añós de intromisión en el “mundo del investigador” tiene toda la autoridad para explicar el porqué y el para qué. Creo que, con los oropeles de haber sido discípula de Selye, Houssay, Lipschüz y Long y las ricas reflexiones que efectúa, este capítulo (sin desmedro de los otros dos) deberían leerlo todos los interesados por ingresar en carreras relacionadas con las Ciencias de la Salud. El segundo capítulo, que también pertenece a la misma autora, se denomina “Historia de la investigación en cáncer”.
Federico Pérgola 31
Noticias Lista de libros donados últimamente a la Biblioteca Central “Juan José Montes de Oca” de la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires AUTOR
TÍTULO
AÑO ORIGEN
DONANTE
Amarillo, Hugo Alejandra
Tromboprofilaxis en cirugía genera. Tesis de doctorado
2007
Donación
Amarillo, Hugo Alejandra
Zlidar, Vera M.
Cómo ayudar a las mujeres a usar la píldora
2000
Donación
Anónima
McCauley, Ann P.
Cómo satisfacer las necesidades de los adultos jóvenes
1995
Donación
Anónima
McCauley, Ann P.
Decisiones que encaran los programas de Norplant
1992
Donación
Anónima
Hinrichsen, Don
El gran reto humano
2000
Donación
Anónima
Upadhyay, Ushma D.
Elección informada en la planificación familiar: cómo ayudar a la gente a decidir
2001
Donación
Anónima
Setty-Venugopal, Vidya
Espaciamiento de los nacimientos: con intervalos de tres a cinco años, mas vidas a salvo
2002
Donación
Anónima
Lewis, Thomas Loftus Townshend
Ginecología
1994
Donación
Anónima
Rinehart, Ward M. A.
Guía de orientación ACCEDA
1998
Donación
Anónima
Setty-Venugopal, Vidya
Logística de la planificación familiar: cómo fortalecer la cadena de sumistros
2002
Donación
Anónima
Blackburn, Richard D.
Los anticonceptivos orales hoy en día
2000
Donación
Anónima
Kiragu, Karungari
Los jóvenes y el HIV/SIDA: ¿Podemos evitar una catástrofe?
2001
Donación
Anónima
Setty, Vidya
Mejor lactancia, vidas más sanas
2006
Donación
Anónima
Zlidar, Vera M.
Nuevos hallazgos de las encuestas : la revolución reproductiva continúa
2003
Donación
Anónima
Heise, Lori
Para acabar con la violencia contra la mujer
1999
Donación
Anónima
Hinrichsen, Don
Población y medio ambiente: un reto global
2000
Donación
Anónima
Taboadela, Claudio H.
Goniometría: una herramienta para la evaluación de las incapacidades laborales
2007
Donación
Asociart ART
Azubel, Alicia
Medicina y psicoanálisis: evolución del concepto de neurosis en el campo médico
2001
Donación
Azubel, Alicia
Balderrama Caballero, David Hugo
Estudio del reclutamiento por los potenciales provocados auditivos de tronco cerebral. Tesis de doctorado
1991
Donación
Balderrama Caballero, David Hugo
Basilio, Francisco Manuel
Relación entre componentes del síndrome metabólico y el cáncer de mama en mujeres pre y postmenopáusicas. Tesis de doctorado
2007
Donación
Basilio, Francisco Manuel
Beigelman, Ricardo Luis
Dolicoarteriopatias carotideas: ¿Congénitas o adquiridas?, ¿poseen significación patológica?. Estudio con ultrasonografía. Tesis de doctorado
2004
Donación
Beigelman, Ricardo Luis
Benetucci, Jorge A.
SIDA y enfermedades asociadas: diagnóstico, clínica y tratamiento
2007
Donación
Benetucci, Jorge A.
Bortolazzo, Graciela Clelia
Estudio de la respuesta a la sobrecarga oral de calcio en pacientes con síndrome de Williams. Tesis de doctorado
1995
Donación
Bortolazzo, Graciela Clelia
Brigante, Alejandro
El ensayo de ser médico
2007
Donación
Brigante, Alejandro
Médicos & Medicinas
Diccionario Biográfico de Médicos Italianos hasta el siglo XIX
Laura Pérgola y Federico Pérgola
Cavazzani Emilio: ? siglo XIX. Profesor de fisiología experimental de la Universidad de Ferrara. Obra: Rigenerazione e prima intenzione dei nervi (1888), Sul liquido cerebro-spinale (1892), Come si digerisce (1894), Sul mecanismo della trasformazione del glicogeno nell’organismo (1894), Sulla temperatura del fegato (1895), Termogenesi epatica nell’asfissia e postmortale (1896), Maternitá (1897), Intorno alla formazione del glucosio ne fegato (1899). Cavazzani Tito: ? siglo XIX. Profesor auxiliar de patología especial de la Universidad de Parma. Obra: Un caso di ferita dell’arteria vertebrale (1896), Sulla cura chirurgica della iscuria da ipertrofia prostatica (1897), La cura dell’empiema con i drenaggi e l’aspirazione permanente (1898). Cayo Bernardino: Venecia, siglo XVII. Obra: De varsicantium usu (Venecia, 1606), De sanguinis effusione (Venecia, 1607), De alimentis que cuique maturae converniunt (Venecia, 1608). Cayo Plinio: Como 23 (según Suetonio) – Estabia 79. Algunos autores le suponen un origen griego, otros veronés. A los 11 años llegó a Roma con su familia; estudió gramática con Apión. Desempeñó mandos militares –milites equestes– y en el año 45 se enroló en el ejército del general Pomponio Secundo que guerreaba contra Germania. Durante 5 años recorrió la Galia Bélgica. En esa época comenzó a escribir los 20 libros de su Historia de las guerras de los romanos. En el 55 dio comienzo Historia de su tiempo. Nerón lo nombró procurador de la España Citerión, cargo similar al que luego aceptó Vespasiano en la misma Bética. Tito lo honró con varios cargos oficiales, hasta que a los 52 años fue designado jefe de la escuadra anclada en Mesina, que desempeñó hasta su muerte. El 23 de agosto del 79 su hermana le advirtió de la nube de humo y fuego que vomitaba el Vesubio, al que Plinio no llamaba volcán, lo que daría cuenta 33
del tiempo que no entraba en erupción. Se dirigió al lugar –por curiosidad científica– acompañado por un ayudante al cual le dictó las escenas que contempló. La escuadra, a la distancia, sintió los efectos de los gases emanados. Esto no lo amedrentó y se dirigió a Estabia (ciudad que desaparecería junto a Pompeya y Herculano). Los habitantes huían. Una ráfaga de vapores asfixió a Plinio, el Viejo, como fue llamado. Se lo reconoce como el primer literato que citó sus fuentes bibliográficas, en las que nombró una veintena de médicos famosos. Obra: De Re Medica libri quinqué; Epistolae Amicos de Medicina; De febribus liber. Cayo, Valgio: Roma, siglo I. Sirvió a Augusto e hizo uso racional de la hidroterapia. Obra: Las propiedades y el uso de las plantas medicinales (desaparecida). Ceccarelli Alejandro: ? 1831 – Roma 1893. Profesor, consejero comunal y miembro de la Congregación de Caridad, uno de los primeros médicos sanitaristas que confeccionó toda una legislación correspondiente a pedido del papa León XIII. Ceccherelli Andrés: Florencia 1850 – siglo XX. Profesor de cirugía de la Universidad de Parma. Obra: Intorno alla genesi del carcinoma dell’osso (1878), Estirpazione della laringe (1881), La tuberculosi nelle malattie delle ossa e delle articolazioni (1884), La resezione del ginocchio (1884), L’ernie dell’ovaio (1885), La chirurgia come scienza e come arte ne suoi progressi (1887), Le ultime modificazioni nella cura delle ferite (1890), I cambiamenti di temperatura durante la narcosi cloroformica (1895), L’intervento chirurgico nelle malattie dello stomaco (1898). Ceci Antonio: Ascoli Piceno 1852 - ? siglo XX. Presidente de la Facultad de Medicina de Pisa. Obra: Contribuzione allo studio della fibra nervosa midollare (1881), Dei germi ed organismi inferiori contenuti nelle terre maliriche e comuni (1882), Una nuova operazione
nella frattura della rotula (1885), Sulla cura operativa della frattura patellare (1887), Processo operativo per la resezione totale dell 1º costola (1891), Operazioni sul retto (1891), Idromeningocele della regione dorsale (1891), Craniotomia in emiplegico per compressione corticale (1892), I progressi della chirurgia (1895), Sviluppo e indole della chirurgia attuale (1899). Celso Aulo Cornelio: Roma o Verona, circa 25. Llamado Cicerón de la Medicina o Hipócrates latino. Contemporáneo de Augusto, aunque otros autores lo hacen de Tiberio, Nerón y aún de Trajano. Su elevado rango social creó dudas sobre su profesión, pero sus escritos médicos –de gran relevancia y exactitud– hicieron casi segura su participación en la sociedad romana como médico genial. Plinio lo elogió como escritor y no como médico. Empero, su obra no fue consultada por otros médicos y parece haber sido de guía o divulgación, destinada a la clase patricia. Su afán por la verdad le otorgó una acentuada característica ecléctica. Dividió a la terapéutica en dietética, farmacéutica y quirúrgica (como los griegos), y fue el primer escritor médico que tradujo al latín los términos helénicos. Su famosa tétrada: rubor et tumor, cum calore et dolore, ha llegado hasta nuestros días. Su obra como traductor facilitó la introducción de la cirugía alejandrina. Su recreación filosófica de la medicina tuvo su valor: encontró errores tanto en los empíricos como en los metódicos, puesto que los primeros pretendían curar todo con medicamentos y los segundos con dietas y ejercicios corporales. Su razonamiento era realmente hipocrático. Sus observaciones clínicas, que tendieron a generalizarse, estimularon la creación de los grandes cuadros clínicos que, justamente, significaron un avance frente a la caótica medicina de ese tiempo, donde se entremezcló lo racional con lo mágico, lo sacerdotal con la superchería. Celso prescribió para las cefaleas dietas, sangrías, emplastos sinapizados y masajes; para la neumonía sangrías, cataplasmas, dieta ligera y ventilación de las habitaciones; para la diarrea ayuno total y alimentos astringentes. Dividió los medicamentos, según sus efectos, en purgantes, sudoríficos, diuréticos, vomitivos, narcóticos, etc., y fue el primero en utilizar la hidroterapia. Reducía las fracturas y luego las vendaba, aplicando férulas y mezclas de harina y cera para solidificar la venda. Aconsejó removerlas a la semana, cuando el edema y el hematoma hubieran cedido y el miembro recobrado su tamaño natural. Consolidada la fractura comenzaban los ejercicios destinados a mejorar la función. Las hemorragias se detuvieron con paños fríos al principio, luego con vinagre y finalmente se recurrió a la ligadura arterial o venosa.
Celso Aulo Cornelio
Es imposible describir todos los consejos de Celso, a quien se lo consideró el ingenio más poderoso e independiente que tuvo la Italia Antigua. Abrazó todo lo positivo del libre pensamiento griego y lo volcó en una sociedad inmersa todavía en el pensamiento mágico. Logró el reconocimiento de sus compatriotas y todavía en el Renacimiento se lo elogiaba por su honestidad, sus enseñanzas éticas y su genio. Dejó una sola obra: De re medica o De Medicina. Cerioli Alejandro: Siglo XIX - siglo XX. Obra: Contributo alla medicina operativa (1891); Sulla difussione della tuberculosi: mecí di prevenirla (1892); Cura del povero a domicilio (1893); Sopra tre casi di piedi torti congeniti. Cerioli Gaspar: Cremona 1784 - Cremona 1865. Profesor de ciencias naturales y química orgánica. En 1807, descubrió la nicotina. Previno el peligro de transmitir la sífilis por la vacuna. Entre 1821 y 1859 participó en los movimientos revolucionarios y fue acosado por el gobierno austriaco. Obra: Analisi del tabaco; Sul presame. Cerise Lorenzo Alejandro Filiberto: Aosta 1809 París 1869. Adquirió gran prestigio en París e ingresó en la Academia de Medicina. Estudió la anatomía y fisiología del cerebro. En Aosta levantaron un monumento en su memoria. Obra: Les medicin des salles d’asile (París, 1836); Exposé et examen critique du systéme phrénologique (París, 1836); Des fonctions et des maladies nerveuses leurs rapports avec l’education (París, 1842); Essai sur les principes et limites de la science des rapports du physique et du moral (París, 1843).
Médicos & Medicinas
Milciades Alejo Vignati Nació en Buenos Aires, el 26 de febrero de 1895. En 1922, se graduó de doctor en Ciencias Naturales, en la Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales local. Fue profesor de Antropología y, más tarde, también de Etnología y Arqueología del Instituto del Museo de la Universidad Nacional de La Plata. En 1930, fue designado Miembro de Número de la Academia Nacional de la Historia. Colaboró con temas de su especialidad en diversas revistas de antropología e historia. Son numerosos
sus trabajos sobre los asentamientos aborígenes y sus habitantes en nuestro país. Algunos de ellos están cercanos a lo que se denomina la antropología médica. El origen del hombre americano (1927); Los elementos étnicos del Noroeste argentino; La medicina entre los aborígenes argentinos; Trofeos con ablasión del hueso malar, entre otros. Falleció en Vicente López (Pcia. de Buenos Aires), el 7 de marzo de 1978.
Morg ag ni y l a a n a t omí a Juan Bautista Morgagni nació el 25 de febrero de 1682 en Forli (Italia) y –en 1701– obtuvo el grado de doctor en Filosofía y Medicina en la Universidad de Bolonia. En 1705 inició su Adversaria anatomica prima y, entre 1717 y 1719 daría a luz cinco tomos suplementarios. Fue un prolífico escritor de temas científicos e históricos. Fueron enormes los descubrimientos de Morgagni, lo que hizo expresar al historiador médico Francisco Puccinotti (1794-1872) que “si hubiera dado su nombre a cada uno de los descubrimientos anatómicos… quizá una tercera parte del cuerpo humano llevaría su nombre”. Revitalizó la fama de la escuela médica de Padua y su nombre quedaría ligado a los tubérculos cuneiformes y los ventrículos de la laringe, las lagunas uretrales, los nódulos de las válvulas semilunares del pulmón, el lóbulo piramidal de la tiroides, el apéndice del mesosalpinx, el apéndice del testículo o hidátide de Morgagni, la hiperostosis frontal interna, la cirrosis hepática (que retomaría Laennec), la catarata lactescente mixta, el síndrome del pulso lento, los cartílagos cuneiformes de la laringe (también llamados de Wrisberg), etc. Murió en diciembre de 1771. (Pérgola F y Okner O, Historia de la medicina, Buenos Aires, Edimed, 1986)