ANUNCIAN QUE VACUNA CONTRA LA GRIPE TIENE UNA EFECTIVIDAD “REDUCIDA” La pulmonía aumenta riesgos de enfermedades cardíacas Viernes 23 de enero del 2015
Libérate del colesterol E
n el invierno no solo existe el riesgo de contraer alguna infección respiratoria, también se puede dañar la salud del corazón. De acuerdo a un artículo del North American Journal of Medical Sciences, el frío produce un cambio en la composición sanguínea: eleva la presión arterial y el colesterol, pero éste último puede ser reducido por algunos hábitos. Los ataques al corazón y los accidentes vasculares cerebrales (AVC) suelen ser fenómenos agudos que se deben sobre todo a obstrucciones que impiden que la sangre fluya hacia el corazón o el cerebro. La causa más frecuente es la formación de depósitos de grasa en las paredes de los vasos sanguíneos”, así lo indica la Organización Mundial de la Salud. La clave para reducir el colesterol no es dejar de comer, sino adquirir nuevos hábitos. Aquí algunos.
registro y conocer los gramos de grasa total, saturada o “trans”, así como de los miligramos de colesterol, sal o de las calorías de los diferentes alimentos.
3. Actividad física. Disminuye el colesterol total y los triglicéridos, aumentando la proporción de HDL (colesterol “bueno”). Ocurre también que los fármacos que reducen el colesterol actúan con mayor eficacia en las personas que tienen el peso adecuado o un sobrepeso leve. Así lo indica una guía realizada por la Fundacion Hipercolesterolemia Familiar. 4. Licuado de nopal todas las mañana. Este aporta fibra soluble que ayuda a controlar los niveles de colesterol. Es importante consumir entre 25 a 35 gramos de éste diariamente, para ello te damos la siguiente receta: Licúa una taza de jugo de naranja, con un nopal, dos cucharadas de jugo de limón, cilantro, miel y una pizca de bicarbonato.
1. Un aguacate al día. Dentro de una dieta moderada en grasa, puede ayudar a mejorar los niveles de colesterol LDL en personas con sobrepeso y obesidad. Así lo indica la Sociedad Española de Cardiología.
5. Selecciona alimentos de proteína magra. Soya, pescado, pollo sin piel, carne muy magra y productos lácteos libres de grasa o al 1%.
2. Aprende a leer las etiquetas. Te ayudará a encontrar productos cardiosaludables. Son aquellos que usan términos como “libre” o “magro”. Esto te permitirá llevar un
Menos bebés nacen con defectos congénitos, pero hispanas siguen en riesgo
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l número de bebés nacidos con defectos congénitos del tubo neural ha disminuido en Estados Unidos gracias a la fortificación de alimentos con ácido fólico, aunque las hispanas aún continúan siendo uno de los grupos más afectados, de acuerdo con estudios de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC) divulgados recientemente. "La prevalencia de los bebés que han nacido con defectos del tubo neural ha disminuido en Estados Unidos desde la fortifi-
cación de alimentos en 1998, pero todavía las mujeres hispanas tienen una tasa elevada en comparación con otros grupos étnicos", dijo a Efe Alina Flores, especialista en temas de educación sobre salud de los CDC. De acuerdo con el estudio, las mujeres latinas tienen un 20 por ciento más de posibilidades de tener un bebé con defecto del tubo neural en comparación con las mujeres blancas no hispanas. Cada año se dan 3.000 embarazos con bebés afectados por espina bífida o anencefalia, defectos congénitos del tubo neural, causados por el cierre in-
completo de la columna vertebral y el cráneo, que se podrían prevenir al consumir ácido fólico antes y después del embarazo. Desde que se implementó la fortificación de alimentos, que en su mayorías se trata de cereales y alimentos con harina de trigo, el número de bebés nacidos con este tipo de defectos ha disminuido un 35 por ciento en Estados Unidos. Según datos de los CDC, tomar ácido fólico antes y durante el embarazo puede ayudar a reducir hasta en un 70 por ciento las probabilidades de que el bebé nazca con defectos del tubo neu-
ral, como la espina bífida y la anencefalia. "La clave de nuestro mensaje es que todas las mujeres en edad reproductiva tomen ácido fólico para prevenir estos defectos y más entre las mujeres hispanas, que tienen más probabilidades de tener bebés con estos defectos graves", dijo la experta. Las autoridades sanitarias recomiendan que toda mujer en edad reproductiva tome 400 microgramos de ácido fólico todos los días para ayudar a prevenir este tipo de defectos congénitos. Más en página 2
No toda la grasa es mala: estudio revela que la grasa repele a las bacterias
L
as células de grasa que hay bajo la piel, conocidas como adipocitos, producen unas proteínas que defienden a los seres humanos de bacterias y agentes patógenos, según un estudio publicado por la revista científica "Science". El doctor Richard Gallo, jefe de dermatología de la Universidad de California en San Diego, que lideró el estudio científico, explicó que hasta ahora no se conocía el papel que estas células de grasa jugaban en la protección del organismo. La investigación se centra en los llamados adipocitos, unas células de grasa cutánea, que producen péptidos antimicrobianos (proteínas de origen natural con propiedades antibióticas) que ayudan al cuerpo a combatir bacterias invasoras y otros agentes patógenos. "Hasta ahora se pensaba que, una vez que la barrera de la piel se rompía, la responsabilidad de
protegernos de las infecciones recaían en los glóbulos blancos, como los neutrófilos y los macrófagos", explicó Gallo. Sin embargo, se necesita tiempo para que estas células protejan la zona de la herida, así que mientras se preparan para actuar las células de la grasa cutánea asumen un papel protector.
"Demostramos que las células madre de la grasa son las encargadas de protegernos. Fue totalmente inesperado. No se sabía que los adipocitos podían producir agentes antimicrobianos y mucho menos que podían hacer tanto como un neutrófilo", subrayó Gallo. El estudio recoge el complejo
proceso de defensa del cuerpo humano contra las infecciones microbianas, en el que participan diferentes tipos de células que actúan en distintos niveles. Cuando se produce una infección los neutrófilos y monocitos, dos tipos de glóbulos blancos, se encargan de devorar a los agentes patógenos que tratan de atacar al organismo. Pero antes de los neutrófilos y monocitos, otros glóbulos blancos llegan a la zona herida y proporcionan al cuerpo una respuesta inmediata para contrarrestar la capacidad de muchos microbios de incrementar rápidamente su número. Ese trabajo lo realizan normalmente células epiteliales, mastocitos y leucocitos que residen en el área de la infección. Pero, según desvela este estudio, en este puzzle para defender el organismo, las células de grasa "se sitúan en primera línea de batalla contra las infecciones", destacó Gallo. EFE