JÓVENES MEXICANOS DESARROLLAN CHIP DETECTOR DE CÉLULAS TUMORALES Pistaches: un fruto seco lleno de virtudes Viernes 14 de noviembre del 2014
Cómo tener un estómago saludable Cuando el estómago empieza a sufrir daños, el organismo deja de absorber los nutrientes de manera adecuada, llevando al padecimiento de enfermedades
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e una alimentación saludable depende en gran medida tener un organismo sano, sin embargo, recuerda la nutricionista Diana Pineda, que el intestino es también conocido como el “órgano de las emociones”, de ahí que las grandes presiones laborales y emociones fuertes puedan acarrear dificultades como colon irritable, por ello, una vida alejada del estrés se verá también reflejada en una buena digestión. Muchas intolerancias gástricas están vinculadas a una alimentación desbalanceada en la niñez, es por ello que los primeros años vida son vitales en cuanto a la alimentación, los hábitos en los primeros días de vida se verán reflejados en la adultez.
Cómo alimentarnos sanamente Señala Pineda que la clave de una alimentación saludable es poder incluir todos los tipos de alimentos -los que aportan energía, proteína, calcio, entre otros-, de forma equilibrada y en una cantidad suficiente. “Es importante que lo que consumamos sea lo que realmente necesitamos”, recalca la nutricionista, que a su vez recomienda el consumo de cinco porciones diarias de frutas y verduras, ingerir entre 10 y 8 vasos de agua al día y combinar todo con el equilibrio emocional y la actividad física, vital no solo en una vida sana sino en una buena digestión. Los expertos también resaltan la importancia de la fibra en una buena digestión, se trata de un gran aliado que no aporta valor calórico y además de producir una sensación de saciedad trae grandes aportes a la salud al contribuir con un correcto tránsito intestinal, que evita padecer enfermedades del colon, tener que soportar los insufribles cólicos o, a largo plazo, padecer algún tipo de cáncer. Es recomendable el consumo de 30 gramos al día. Más en página 2
Remedios caseros para acabar con el dolor de garganta Cuando sientas los molestos síntomas de un resfriado, puedes seguir alguno de los consejos que exponemos a continuación, que aliviará los síntomas y nos ayudará a seguir adelante en nuestro día a día
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a mejor y probablemente única receta infalible es descansar hasta que nos encontremos plenamente recuperados, pero si no podemos permitirnos faltar al trabajo, a clase o dejar de lado nuestras obligaciones diarias, podemos probar lo siguiente. Haz gárgaras Un remedio clásico pero realmente útil (e incluso, corroborado por un estudio publicado por el American Journal of Preventive Medicine). Hacer gárgaras varias veces al día con agua tibia con sal permite que esta absorba el agua de las células de la membrana mucosa, que se encuentran inflamadas durante el constipado. La cantidad recomendada es la de media cucharada de sal por cada vaso de agua; si
el sabor es desagradable, podemos recurrir a la miel, otro alimento beneficioso para la garganta. Debemos tener cuidado, puesto que si hacemos gárgaras más de tres veces al día podemos terminar resecando las mem-
branas mucosas, lo que conseguiría el efecto opuesto al esperado. Y, por supuesto, nada de tragar: con medio minuto es más que suficiente. Más en página 2
¿Por qué tenemos pesadillas? Aquí el motivo por el que se producen y cómo se deben afrontar estas angustiosas parasomnias que no nos dejan descansar
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odos soñamos, todas las noches, aunque algunas personas no lo recuerden. Los sueños y, por lo tanto las pesadillas, se producen durante los movimientos oculares rápidos (REM por sus siglas en inglés), una fase en la que se da una activación de la corteza cerebral y, a la vez, una paralización del aparato locomotor. A lo largo de la noche, el sueño REM se va alternando con las distintas fases de sueño denominado de ondas lentas. En esta etapa, la actividad cerebral es menor y no existe paralización del aparato locomotor, por lo que es posible moverse. Las pesadillas son sueños cargados de ansiedad. Así, un sueño podría ser ir paseando en bicicleta junto a la orilla de un río. Pero si en ese transcurso, del río surge un monstruo que nos persigue y nos intenta atrapar, hablamos de una pesadilla. Intentar despertar a alguien que está sufriendo un terror nocturno es difícil, pues no suelen responder a estímulos externos. Muchas veces se vuelve a dormir, pero si se despierta y se le pregunta qué estaba ocurriendo, no lo va a poder describir pues no hay recuerdo. A lo largo de la noche todos tenemos despertares que duran unos segundos y que, por lo general, no recordamos. Durante esos microdespertares, el modo de funcionamiento del cerebro pasa de sueño a vigilia. Es posible que en algunas personas predispuestas estos despertares sean incompletos y funcionen al mismo tiempo parte de las estructuras cerebrales propias del sueño y parte de las estructuras que predominan durante la vigilia. Esto es lo que se denomina un trastorno del alertamiento. Cómo evitarlas • Uno de los principales causantes de las pesadillas es el estrés, por eso es importante hacer un esfuerzo para reducir la tensión de nuestra vida, de este modo no podrán interferir en nuestro sueño • Los estimulantes como el café, el té, los refrescos, las bebidas energizantes e incluso el alcohol antes de dormir pueden aumentar nuestra posibilidad de sufrir pesadillas, por eso evita consumirlos en la noche • Cena ligero, una comida demasiado pesada podría generarte malestar físico que, al intervenir con la calidad de tu sueño, puede llevarte a tener pesadillas • Si en casa hay ruidos durante la noche, por ejemplo el sonido del aire acondicionado, la calefacción, las tuberías etc, es recomendable dormir con tapones. Aunque posiblemente tu no eres consciente del ruido, el cerebro puede detectarlo y al ser una perturbación molesta, convertirlo en pesadilla • Haz ejercicio y utiliza técnicas de relajación. La actividad física te ayudará a dormir mucho mejor, mientras que disciplinas como el yoga o la meditación son de gran ayuda para liberar tensiones.