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DOMINGO 19 DE AGOSTO DE 2018 - IBAGUÉ
FACETAS Cuando la fotografía va más allá de algo efímero, y es una herramienta comunicativa que construye memoria, cultura y sociedad
‘Capturando mi mundo’:
miradas a través de la imagen Un taller contra todo avance tecnológico fue realizado por cinco fotógrafos tolimenses en el Vaupés, en el que niños y jóvenes Wakará fueron los protagonistas. ALEJANDRA CAVIEDES
A 30 kilómetros de Mitú, en el Vaupés; y luego de recorrer hora y media en lancha, más una caminata de dos horas y media la selva, encontrando caminos de fango y arena, cinco fotógrafos tolimenses arribaron a la comunidad indígena Wakará. Colombianos, como aquellos que habitan la urbe, tomaron con respeto y curiosidad los conocimientos y dejaron ver a través de sus tomas, la cotidianidad y la identidad que aún conservan. Esta etnia, conformada por 42 familias y 200 habitantes de todas las edades, decidieron abrir esa ventana que durante mucho tiempo permaneció cerrada debido a que hace parte de la Colombia profunda, esa que muchos pasan desapercibida y se mantiene con lo básico. Los Wakará no tienen energía eléctrica pero sí una escuela que cuenta con páneles solares, asisten al salón comunitario a culto evangélico, son artesanos pues las mujeres tejen canastos con bejucos de Yaré, y los hombres elaboran Balayes con fibra de Guarumo; además practican la cacería y pesca con cerbatanas y flechas untadas del veneno natural Curare. Es así como su cosmovisión permanece aún de generación en generación, y por eso fue tan importante para estos cinco fotógrafos tolimenses que los más pequeños dieran a conocer lo que perciben de su comunidad a quienes viven más allá de la selva. “La idea del taller era que se acercaran al arte fotográfico, y de ahí que ellos nos muestren su mundo. De ahí el nombre”, le contó a EL NUEVO DÍA, Paola González, fotógrafa integrante de la Corporación Crack.
DATO
Las fotografías de la exposición están acompañadas de otras más pequeñas con los rostros de sus autores, para darle alma y luz a la obra. por eso desde los animales que conviven en el lugar, hasta la panorámica de la población, vista desde lo más alto de un árbol, fue concebida por los futuros líderes que con cámara en mano no desaprovecharon ni un rayo de luz para sus genuinas tomas. Asimismo, luego del ejercicio, las fotografías y pinturas se expusieron para que aprobadas por sus mismas familias, los participantes del taller sintieran que el resultado no se debía solo a la intención desde lo particular sino que fue un trabajo del que participaron todos al derrumbar los muros de la privacidad. CORPORACIÓN CRACK Los fotógrafos tolimenses, voluntarios, también son profesionales en otras áreas, y decidieron aportar su tiempo y conocimiento para construir memoria en un país que necesita verse desde adentro para darse a conocer.
Más allá de un taller Perspectivas. Todas las posibles construidas por los niños que pintaron su entorno, así como los 31 jóvenes que tomaron una cámara fotográfica digital para capturar su mundo. Fue a través de un Fotolibro que “lleva lo técnico, aunque es muy mínimo lo que se les enseña como manejo de cámara, encuadres, planos, porque el tiempo no nos daba más; así como recortes de revista y otros elementos que les mostraba la manera de hacer sus propias tomas”, explicó González. Lo que cotidianamente observaban y recorrían en su territorio, cobró otro significado y
Tanto la comunidad indígena Wakará como el grupo de fotógrafos tolimenses, tienen como objetivo continuar con el proceso. Los primeros, avanzando en la exploración del territorio, y los segundos, llegando a nuevos territorios como las montañas del Cañón del Combeima, pensando en la región.
Paola González Alejandra Callejas Paulín González Camilo Vega Camilo Olarte.
FOTOS: JORGE CUÉLLAR - EL NUEVO DÍA