Facetas diciembre 24 de 2017

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DOMINGO 24 DE DICIEMBRE DE 2017 - IBAGUÉ

FACETAS E.N.D.: La presencia suya en Ibagué tiene que ver con los 50 años de producción de dos novelistas muy queridos por nosotros, Héctor Sánchez y Benhur Sánchez, en evento programado por Pijao Editores. ¿En dónde los ubica, en cuanto a una tendencia, en cuanto a una escuela, en cuanto una ideología o concepción ideológica? R.L.W.: En Héctor Sánchez creo que la obra es por el lado de historias para contar, o sea que no es una cosa narcisista o puro experimento, sino que él tiene historias en general, historias de por aquí. Y tengo que admitir que él tiene 15 libros y no puedo mentir en decir que he leído los 15 libros, pero creo que he leído lo fundamental de su obra, entonces una primera cosa que lo caracteriza seria

esta tendencia de contar historias como de aquí, que no es algo sencillo. Luego, hay una tendencia un poco opuesta, que es la tendencia de jugar con el lenguaje regional, el lenguaje que es del lugar. En las ‘Causas supremas’, de Héctor Sánchez, observo una tendencia de relaciones triangulares, en este punto hablo de una estructura triangular, un descubrimiento. E.N.D.: Pasemos a Benhur Sánchez. ¿Qué encuentra allí como característico que encaje en esta tendencia del posmodernismo o del modernismo? R.L.W.: Ellos, Benhur y Héctor, comienzan en el apogeo de la novela moderna, en los años 60 y 70, y a Benhur lo veo más como un clásico escritor moderno. Mi ca-

rrera es un poco circular, trabajé en Colombia 20 años, luego comencé a expandir mis estudios sobre América Latina, por ejemplo, ese libro sobre novela latinoamericana estoy incluyendo muchos colombianos. E.N.D.: Tengo entendido que va a poner a estudiar algunos estudiantes de doctorado a profundizar en el estudio de autores del Tolima. RLW.: Están estudiando cinco novelistas del Tolima: Héctor Sánchez, Benhur Sánchez, Carlos Orlando Pardo, Jorge Eliécer Pardo y luego tenemos al hijo de Carlos Orlando, quien tiene una novela muy innovadora, Carlos Orlando Pardo Viña, un título que está muy en la línea de lo que fue ‘La onda’ en México.

el estadounidense estudioso de la literatura colombiana que habla de novelistas innovadores en Tolima

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Raymond Leslie Williams es un profesor de la Universidad de California, Riverside, doctor en Literatura Hispanoamericana de la Universidad de Kansas, que junto a otros norteamericanos que hacen parte de la Asociación de Colombianista Norteamericanos se ha dedicado a estudiar la producción literaria de escritores latinoamericanos, pero, principalmente, colombianos y su interés se centra ahora en abordar el estudio de la novela escrita por los tolimenses. Williams estuvo en Ibagué en los primeros días de este mes como invitado especial al acto de celebración de los 50 años de producción literaria de Héctor Sánchez y Benhur Sánchez Suárez, evento desarrollado por Caza de Libros, de los hermanos Pardo, Carlos Orlando y Pablo Emilio. Dialogó con aproximadamente 40 escritores colombianos reunidos en el nuevo Centro Cultural que comenzó a funcionar en el barrio Interlaken, en la sede de Caza de Libros. El crítico de literatura se gana la vida como profesor y leyendo libros para analizarlos e interpretarlos, hasta el punto de que según él, en 1974 leyó 50 novelas y ahora está interesado en leer muchas más en el camino de probar que existe novela posmoderna en Colombia y en el Tolima, es decir, novelas en las que sus autores experimentan en la estructura narrativa sobre las realidades del mundo actual, donde hay literatura de protesta política, triangulación de técnicas, inclusive episodios y personajes absurdos. EL NUEVO DÍA dialogó con Raymond Williams, el norteamericano, porque hay un homónimo que es galés y también era novelista y crítico, pero murió en 1988. “A veces nos confunden, al comienzo de la carrera ninguno de los dos era conocido en Colombia, el otro Raymond Williams, de Inglaterra, trabajaba inicialmente en teatro británico, más adelante las cosas se pusieron más confusas, porque sus libros fueron traducidos al español, pero yo comencé a publicar mucho, y siempre pongo la L de Leslie, y así nos distinguimos”.

LOS 50 AÑOS DE LITERATURA DE HÉCTOR Y BENHUR SÀNCHEZ

aymond Leslie Williams,

Por Luis Eduardo Chamorro Rodríguez Especial para El Nuevo Día.

EL NUEVO DÍA: Usted se ha dedicado y está muy interesado en conocer la producción novelística y literaria de los escritores colombianos pero igualmente, ha caído en los tolimenses. ¿Eso a qué se debe?

Raymond L. Williams: Desde el comienzo yo estaba más interesado en los novelistas colombianos. Sin mucha distinción de región, se destacaron escritores tales como Héctor Sánchez y Jorge Eliécer Pardo. Yo tenía una lista de todos ellos, una cronología de escritores de acá, que por casualidad eran, desde mi punto de vista, muy interesantes, muy destacables, muy merecedores de estudio, ellos fueron los dos primeros, pero también me he interesado en asuntos de estudios regionales. En mi libro ‘Novela y Poder en Colombia’ comienzo con un panorama de región por región, entonces, yo siempre he respetado el estudio regional, porque solo con la base de lo regional se conoce a fondo una literatura. Entonces respeto los estudios regionales al mismo tiempo que mis estudios serán más bien nacionales; y también hago un trabajo sobre literatura latinoamericana en general, la mitad de mi ida es sobre literatura latinoamericana, la otra mitad es sobre literatura Colombiana, el único país que conozco de cerca es Colombia.

Ojala pudiera poder recordar sus nombres ahora, pero yo recuerdo que eran unos señores mayores, en general, grandes lectores de poesía colombiana, los que me decían esto. Lo bueno del asunto era que sí había una literatura y novela colombiana que valiera la pena, después de Gabriel García Márquez. Porque también había críticos que decían que el único escritor colombiano que vale la pena era García Márquez. Entonces mi idea era probar que sí hay novela colombiana. Aquí hay novelistas como Héctor Sánchez, del Tolima, Fanny Buitrago, Héctor Rojas Erazo, el costeño, y el vallecaucano Gustavo Álvarez Aristizábal. Entonces mi primera respuesta fue fritar a los viejos de la vieja guardia que decían que no había nada después de García Márquez. Luego, el siguiente asunto que también contesto en mi libro ‘Novela y Poder en Colombia’, que es mi estudio más extenso, fueron como 15 años de trabajar novela colombiana, con tal de probar que sí existían literaturas regionales que valieran la pena, por ejemplo, si existe una tradición costeña, existe una tradición antioqueña, entonces tengo todo esto muy, muy trabajado.

Buscando novela posmoderna

Hay literaturas regionales

E.N.D.: ¿Entiendo que ha sido su propósito de fondo el de probar que hay literatura y novela postmoderna en Colombia?

E.N.D.: ¿Literatura regional para buscar identidades, permanencias? R.L.W.: Sí. Permanencias y auténticas identidades en la literatura, entonces tengo una respuesta muy larga sobre esto, sobre literaturas regionales, y lo bueno, como usted planteó al comienzo, el asunto es que sí existe una novela postmoderna, que es una forma de decir que existe una novela innovadora en Colombia. Hay innovadores, siempre he visto muchos innovadores, novelistas innovadores no muy reconocidos en Colombia. Tengo un

R.L.W.: Sí, ha sido un reto desde el comienzo. Primero, probar que hay novela colombiana, porque había gente, incluso colombiana, que cuando yo llegué en el año 75 me preguntaba, ¿usted qué hace aquí? Y yo decía que estaba estudiando la novela colombiana. Me decían que eso no existía, que volviera a Estados Unidos y que buscara otro tema.

libro que ustedes no conocen porque será publicado en febrero, que es más sobre innovadores en Colombia. E.N.D.: ¿En qué han consistido esas innovaciones, esa creatividad en la producción literaria, en parte como romper con los esquemas tradicionales y lo que se podría denominar como moderno y empezar lo postmoderno? ¿Qué ha encontrado de postmoderno en la novelística? R.L.W.: Yo tengo un punto de partida no muy conocido en Colombia que se fundamenta en unos escritores de los años 60 que ustedes deben conocer, pero no el público amplio que lee literatura, como por ejemplo ¿se acuerdan de Alberto Duque López?, él tenía en 1968 una novela muy experimental que se llamaba ‘Mateo el Flautista’. Yo comienzo por ahí, luego hay innovadores en cada década, de diferentes tipos. Cuando serví de jurado de novela en el 80, gané porque estaba al lado del ganador que fue Manuel Giraldo, Magil. Esa novela fue muy innovadora, fue tan innovadora que casi nadie la leyó, pero era muy innovadora. E.N.D.: ¿Entonces hay novela postmodernista en territorio tolimense? R.L.W.: De tolimenses sería Magil. Pero lo moderno también es innovador, a mí me gusta reservar la palabra innovador para los modernos, en los que hay más escritores tolimenses, fuera de Magil, desde mi punto de vista: por ejemplo Héctor Sánchez es un innovador, es un moderno; Jorge Eliécer Pardo es un innovador, porque la novela moderna también invita desde cierta innovación, pero cuando la innovación es tan extrema, que por ejemplo el lenguaje es más importante que la historia, ya estamos hablando para mí de una novela experimental, postmoderna.

LITERATURA DE DISCURSO POLÍTICO E.N.D.: Creo que en ello está presente el discurso político, la posición de protesta política, muy coincidente con la escuela critico-social de Franfurt, de Habermas… R.L.W.: Distingo entre los escritores que son critico-sociales que en todas las generaciones hay, desde los años 20 en América Latina, hay escritores críticos de estructuras sociales, críticos de la aristocracia, de la oligarquía, todo eso, pero luego hay escritores tan experimentales. E.N.D.: Es una concepción emancipadora, neomarxista a través de la literatura? R.L.W.: Sí, y esa era una de las ideas de Julio Cortázar que fue tan utilizada por el resto desde ‘Rayuela’, en 1963. La literatura ha tenido esa función de emancipación, porque la propuesta de ‘Rayuela’ es que ahora todo es posible. Vamos a romper todos los esquemas, vamos hasta a reconsiderar el lenguaje mismo, vamos a comenzar en cero, es la propuesta de ‘Rayuela’; entonces, esto ha existido, pero la experimentación llega a un punto en que siempre hay un nuevo grupo que dice ‘ahora vamos a contar historias de nuevo’. E.N.D.: ¿Hay una permanencia en las concepciones, en los temas, en lo político? R.L.W.: Donde hay más permanencia es en la necesidad de entender un mundo a través de relatos, esto es muy permanente, y esto vuelve aun cuando la forma de contar estas historias llega a ser muy compleja. Ahora, por citar un ejemplo, se están estudiando en Estados Unidos las bases científicas, o sea biológicas, de la necesidad de oír relatos. Me fascina esto en Colombia, en Colombia cuando llego a este país, vivo relatos día y noche, este es un país donde se escriben cuentos, se cuenta cuentos, luego se repiten cuentos, luego se ríen de cuentos y luego expanden los cuentos, y tienen novelas. Es una necesidad humana, oír y contar historias: es muy curioso. Aunque, la gente suele decir en las universidades, y en el gran público mucha gente piensa que la literatura es frívola y que no tiene función seria, que es mero entretenimiento. Pero yo creo que no es cierto. La literatura tiene una función muy seria, porque nos hace falta, no podemos vivir sin relatos, la vida no tiene mucho sentido sin ellos y los científicos intentan explicarlo.


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DOMINGO 24 DE DICIEMBRE DE 2017 - IBAGUE

FACETAS Un trabajo histórico para que el lector complemente la obra

Armero sorprendente realidad

Para muchos armeritas la vida consiste en evocar el dolor de aquellos días, en cambio para otros, como José Luis Cruz, ahora la tarea es hacer justicia y honor a su gente.

“Le hemos faltado el respeto a nuestra patria chica, Armero era la ciudad más importante del Tolima luego de Ibagué, no era un ‘cuchitril’ o un pueblo de tercera”, asevera con vehemencia José Luis Cruz Barragán, un armerita que perdió a sus padres y a gran parte de su familia aquel fatídico 13 de noviembre. Cruz es el autor de ‘Armero. Sorprendente realidad’, un libro cuyo valor histórico podría ser incalculable, un libro que aspira a ser denuncia y que llegue hasta los tribunales de la Corte Penal Internacional, porque como su mismo nombre lo indica, el libro contiende datos que sorprenderían a cualquier persona sensata. No es un cuento, ni una novela, tampoco refleja la opinión de nadie. Es documentación recopilada por más de 32 años para presentarle al lector, una obra que podrá analizar, con tal de sacar sus propias conclusiones, complementar y, ojalá, aportar para que todo lo que está allí plasmado no se quede en el olvido, y “se haga honor a los armeritas que perdieron la vida por la desidia de los dirigentes de turno”, señala Cruz.

Una tesis

En la época de la tragedia su autor, como muchos tolimenses, al no contar con una universidad más cercana a sus posibilidades, tuvo que trasladarse hasta la capital del país para continuar con sus estudios profesionales. Cuando Cruz Barragán adelantaba sus estudios en Filosofía e Historia en la Universidad La Gran Colombia, el 13 de noviembre de 1985, y cuando el país apenas se recuperaba del estupor que dejó la toma al Palacio de Justicia, ocurrió la avalancha en que desapareció ‘La ciudad blanca’. En aquel año, un profesor solicitó un trabajo en investigación relacionado con la violencia en Colombia, como era lógico algunos solicitaron hacer el trabajo sobre la toma al Palacio, entre tanto Cruz se inclinó por investigar lo que había ocurrido con su patria chica. “Así nacen la inquietud, el deseo y el propósito de investigar y escribir toda la historia y la parte cultural de Armero”, añade el autor. Luego, ese trabajo se convirtió en su tesis de grado, que fue laureada con Mención Especial; Cruz a la par que continuaba con su vida, siguió recolectando información y con motivo de los 25 años de la tragedia, publicó el libro ‘Armero: 25 años después, su historia y su cultura’. Pero el tiempo siguió pasando y las promesas de los gobiernos de turno se fueron desvaneciendo, así como muchos armeritas que sobrevivieron a la tragedia, pero no aguantaron sentir que no pertenecían a ningún lugar.

Así, que luego de 32 años, nace ‘Armero: sorprendente realidad’. “Es sorprendente todo lo que pasó y que quiero sacar a la luz, que se supo en aquel tiempo y que en los medios de comunicación nada se difundió, o no tuvieron acceso, o no investigaron o se reservaron, o faltó más periodismo investigativo, en fin, es importante que la gente se entere”, aseguró Cruz Barragán.

Algunos datos

*En 1985, Belisario Bentancur, presidente para la época, indicó ante los medios que el país no estaba preparado para este tipo de eventos, pero, según la investigación contenida en el libro, en 1979 ya se había firmado la Ley novena que en su capítulo octavo contiene todo lo referente a desastres;

Cruz también comenta que el decreto 3489 del 6 de diciembre de 1982 reglamenta y con él termina toda la carta de navegación en lo que tiene que ver con desastres en Colombia. “Por consiguiente, es un sofisma o una mentira lo que dijo el presidente Betancur, ya que tres años antes ya estaba la carta de navegación en desastres”, asevera Cruz Barragán. *En el libro está contenida la entrevista que se hizo al comandante del cuerpo de Bomberos de Armero, Campo León Castro Gil, y que, según Cruz, dejó muy en claro que en el libro de guardia quedaron consignadas las llamadas que se hicieron desde el Nevado. “Allí pedían que por favor evacuaran la población, pero el señor comandante de la Policía no lo permitió, y lo amenazó que si se ponía a hacer eso lo metía a la cárcel, el comandante se abstuvo entonces ante esa amenaza y esa intimidación y no anunció nada”, indicó Cruz. Más que un libro sobre el relato, se basa en información científica para explicar al lector por qué se produjo la avalancha y cómo el Estado pudo evitar la muerte y la desaparición de Armero. Esto, con dos fines, uno que el lector tenga criterios, la libertad y la autonomía de hacer sus análisis y sacar sus propias conclusiones, y dos, que el libro llegue a la Corte Penal Internacional como denuncia de lo que el autor considera como un caso de lesa humanidad.

FITO BÁEZ / COLPRENSA – EL NUEVO DÍA

EL AUTOR José Luis Cruz Barragá, nació en Armero el 14 de noviembre de 1952, y un día antes de su cumpleaños número 33 ocurrió la tragedia que terminó con la vida de sus padres y demás familiares. Estudió su primaria en la Escuela de Varones de Armero, parte de sus estudios secundarios los cursó en el Seminario Conciliar San Joaquín y terminó el grado Undécimo en el Instituto Pedagógico. Al siguiente día de la avalancha salió a la tienda y se enteró por los vecinos de que Armero ya no existía. Aunque estaba nombrado en propiedad en el Ministerio

de Salud en la Dirección de Atención Médica, resolvió regresar al Tolima a trabajar como docente, es así como en 1988 comenzó su labor, pasando por instituciones como el Colegio Colombo - Alemán, en Lérida en el Arturo Medina Jaramillo, en Comfenalco, en el colegio Francisco de Cisneros y en las universidades Antonio Nariño, San Martín, Santo Tomás y Cooperativa. “La única ilusión que yo tenía era que mis padres se fueran para Bogotá conmigo y que vendieran la casita que tenían en Armero, pero los planes de la vida fueron otros”, narra Cruz.


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DOMINGO 24 DE DICIEMBRE DE 2017 - IBAGUÉ

FACETAS Rima I

El poema

Gustavo Adolfo Bécquer

Yo sé un himno gigante y extraño que anuncia en la noche del alma una aurora, y estas páginas son de ese himno cadencias que el aire dilata en las sombras. Yo quisiera escribirle, del hombre domando el rebelde, mezquino idioma, con palabras que fuesen a un tiempo suspiros y risas, colores y notas. Pero en vano es luchar, que no hay cifra capaz de encerrarle; y apenas, ¡oh, hermosa!, si, teniendo en mis manos las tuyas, pudiera, al oído, cantártelo a solas.

‘Serpientes de agua’, de Gustav Klimt.

Editorial: Plaza & Janes Título: Más allá del invierno

Autor: Isabel Allende

Sinopsis Isabel Allende parte de la célebre cita de Albert Camus -«en medio del invierno aprendí por fin que había en mí un verano invencible»- para urdir una trama que presenta la geografía humana de unos personajes propios de la América de hoy que se hallan «en el más profundo invierno de sus vidas»: una chilena, una joven guatemalteca ilegal y un maduro norteamericano. Los tres sobreviven a un terrible temporal de nieve que cae en pleno invierno sobre Nueva York y acaban aprendiendo que más allá del invierno hay sitio para el amor inesperado y para el verano invencible que siempre ofrece la vida cuando menos se espera. Más allá del invierno es una de las historias más personales de Isabel Allende: una obra absolutamente actual que aborda la realidad de la emigración y la identidad de la América de hoy a través de unos personajes que encuentran la esperanza en el amor y en las segundas oportunidades.

NOVEDADES LITERARIAS Editorial: Plaza & Janes Título: El misterio de Salem’s Lot

Autor: Stephen King

Sinopsis Veinte años atrás, por una apuesta infantil, Ben Mears entró en la casa de los Marsten. Y lo que vio entonces aún recorre sus pesadillas. Ahora, como escritor consagrado, vuelve a Salem’s Lot para exorcizar sus fantasmas. Salem’s Lot es un pueblo tranquilo y adormilado donde nunca pasa nada..., excepto la antigua tragedia de la casa de los Marsten. Y el pero muerto colgado de la verja del cementerio. Y el misterioso hombre que se instaló en la casa de los Marsten. Y los niños que desaparecen, los animales que mueren desangrados... Y la espantosa presencia de Ellos, quienes quiera que sean Ellos.

La palabra de la semana

Rufián El rufián es un proxeneta, esto es, un delincuente que explota la prostitución. La palabra proviene del italiano ruffiano, atestiguada en esa lengua y también en francés con el mismo significado desde el siglo XIII. Aunque el origen de ruffiano no se conoce con certeza, Corominas cree posible que provenga del latín rufus ‘pelirrojo’, debido a la costumbre de las prostitutas romanas de adornarse con pelucas rubias. Todavía hoy es conocido, o al menos recordado por algunos, el prejuicio que existía antiguamente contra los pelirrojos, derivado de una versión según la cual Judas Iscariote habría tenido cabellos de ese color. En la Edad Media, también se afirmaba en algunas regiones que las mujeres pelirrojas eran brujas, y es posible que alguna de ellas haya muerto en la hoguera por esa razón. Sin embargo, el etimólogo francés Jean Dubois apunta en una dirección diferente: para él, ruffiano provendría de roffia ‘costra’, ‘suciedad del cuerpo’, palabra que, a su vez, se deriva del germánico hruf ‘flema’.

GERENTE: Miguel Ángel Villarraga Lozano EDITOR GENERAL: Edwin Ballesteros Vásquez COORDINACIÓN: Redacción Cultural EL NUEVO DÍA DISEÑO: Edison Guarnizo FOTOS: Suministradas. Internet. Colprensa. TEL.: 2770050. Ibagué - Tolima - Colombia. PÁGINA WEB: www.elnuevodia.com.co CORREO ELECTRÓNICO: culturales@elnuevodia.com.co FACEBOOK: El Nuevo Día - Colombia - Todos los derechos reservados. Prohibida la reproducción total o parcial sin autorización expresa del Grupo Editorial Aguasclaras S.A.. ISSN: 021545-8.


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