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DOMINGO 20 DE MAYO DE 2018 - IBAGUÉ
FACETAS ALEJANDRA CAVIEDES
“Siempre quedan ideas, quedan dudas y, sobre todo, preguntas cada vez que leemos un cuento. ¿A quién le escribo para sacar la emoción guardada? ¿Qué hago con esta tristeza, alegría o nostalgia que me queda después de la lectura? ¡En este museo, no hay problema! De esta manera 230 niños, estudiantes del Colegio Liceo Colombia, exponen sus pensamientos en ‘Cartas al Cuento’, su museo que para este año tomó elementos como la fotografía y la ilustración para expresar lo que queda después de leer una de las 25 obras escogidas dentro del Plan Lector del proyecto de Lengua Castellana. A través de un ejercicio constante de lectura, los más pequeños se han apropiado de las letras y en un alto porcentaje, aislado de las pantallas que
La exposición irá hasta el 30 de mayo en las instalaciones del colegio.
En Colegio Liceo Colombia
Museo
’ o t n e u C l a ‘Cartas
en la actualidad permanecen en su cotidianidad. Lograr que exista un “después”, de los tantos posibles pero poco conocidos, es la particularidad que los motiva no solo a adquirir un hábito de la lectura sino a proponer y cuestionarse frente a las situaciones que se presentan, identificándose con algún personaje de las narrativas que conocen. Por eso, luego de leer, ellos tuvieron tres alternativas para realizar su pieza: invitarlo, exhortarlo o felicitarlo. Así entonces, trabajaron de la mano de un grupo de profesionales quienes los acompañaron y guiaron para obtener la exposición que irá hasta el 30 de mayo.
El proceso El niño, eje central del proyecto, avanzó en compañía de su familia leyendo la obra en casa, luego en el colegio fueron su docente, la coordinadora académica, el maestro de teatro, un fotógrafo y un ilustrador quienes terminaron de darle forma al producto final. “El Museo del Cuento lleva 20 años; lo que nosotros hemos querido es que los niños se apropien y se enamoren de la literatura”, le contó a EL NUEVO DÍA Nohora Lucía Guarnizo, rectora de la Institución.
La exposición Esta vez, por pimera vez, el montaje consta de 230 fotografías ilustradas, donde cada estudiante a partir de la obra que leyó, responde, cuestiona o pregunta sobre algo que haya llamado la atención. En la escena, además de posar junto a su protagonista, interviene escribiendo no importa si sabe hacerlo o no, porque aunque los más pequeños, que cursan preescolar tienen un traductor, en este caso su docente quien luego de sus primeros trazos, tiene la misión de hacerlos legibles para el espectador.
a carta le n u e d s é v a r t Los niños a preferido, je a n o s r e p u escriben a s ue narra q a r b o a n u r luego de lee ucen un d o r p e u q s le historias rea y varias s o t n ie im t n e cúmulo de s iones. buenas intenc FOTOGRAFÍAS: JORGE CUÉLLAR - EL NUEVO DÍA
Se espera que el museo se convierta en itinerante y visite, a través del programa Guiparques, al rededor de siete bibliotecas públicas mucnicipales.
Siempre que se termina de leer un libro, quedan incógnitas, sensaciones, cuestionamientos, que incluso muchos sienten reflejados en su cotidianidad.