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DOMINGO 22 DE OCTUBRE DE 2017 - IBAGUÉ
FACETAS Crítica acerca de una novela admirada por Pablo Montoya
Lejos del trópico: ‘Al otro lado del mar’, de María Cristina Restrepo REVISTA ARCADIA
‘Al otro lado del mar’ comienza en 1937 en Cartagena y está protagonizada por varios alemanes que viven deliciosa y cómodamente en un ambiente tropical, amable y acogedor. Honorine está muy enamorada de Albert, su esposo, un banquero alemán que tuvo (y continúa teniendo) escarceos amorosos con Dafna, una judía ale-
MARCOS MERINO - ELCASTELLANO.ORG
Microsoft decidió, finalmente, agregar una función de traducción integrada en su procesador de textos MS Word. Este ‘Word Translator’ ya puede ser usado en el Word para Windows (si es participante del programa Office Insiders), y la compañía planea que esta actualización llegue en los próximos meses al resto de usuarios, así como implementarlo en fechas próximas en las
mana que ronda por ahí, “…por quien sentía esa morbosa curiosidad de las mujeres hacia las antiguas amantes de sus maridos”. Una pequeña y sostenida dosis de celos adoba esta relación. Klaus, el médico, con quien trabaja nuestra protagonista en el laboratorio del hospital cartagenero, es un personaje entrañable, reservado y solidario. Como dijo Pablo Montoya,
versiones para Mac (las versiones móviles, tanto en Android como iOS, todavía no se han marcado una fecha cercana para que integren el nuevo traductor). Word Translator se basa en el servicio online Microsoft Translator, lo que le permite traducir de un idioma a otro, con sólo unos pocos clics, un documento completo, o bien una selección de palabras o frases. En la primera ejecución del
gran admirador de esta novela de María Cristina Restrepo, “son gente buena”. Aquí hay grandes y profundas amistades que no son tan evidentes en estas latitudes. No me atrevería a llamarlas amistades alemanas, difícil poner nacionalidad a la amistad, pero la efusividad, la alharaca y el grito no están presentes. Este libro está muy bien narrado desde una voz femenina. Que no se lea aquí un tono peyorativo ni mucho menos. Es una voz sensible, sencilla y cuidadosa de los detalles que hacen la vida diaria doméstica y banal. Un menú deliciosamente descrito: “María la Turca preparaba crema de langosta, filete de tortuga en salsa de tomates y cebollas, buñuelos de ñame, ensalada de aguacate. Para el postre, un cremoso pudín de caramelo”. Solo unos ojos de mujer reparan en el vuelo de una falda; un vestido de flores; en ese gesto sutil y velado de su esposo hacia su rival. La guerra comienza en Europa y Colombia se alinea con Estados Unidos que, con los aliados, le declara la guerra a Alemania. Entonces da lo mismo que los alemanes sean judíos o no, ambos son enemigos haciendo evidente la peor paradoja de esta guerra: todo alemán que fuera encontrado por aquí era enemigo, arios y judíos por igual, perseguidores y perseguidos. Una historia local que no ha sido suficientemente contada, llena de injusticias y de arbitrariedades y de oportunidades para los intereses económicos
servicio, Word pide al usuario que confirme cuál será su lenguaje preferido para las traducciones, con el fin de recordarlo en el futuro. Tras eso, el comportamiento de la función de traducción variará según qué porción de texto deseemos traducir: En el caso de un documento completo, Word abrirá, como un archivo nuevo, una copia traducida del documento. En caso de haber selecciona-
Word contará con una función de traducción integrada Word Translator ofrecerá la posibilidad de traducir tanto documentos enteros como fragmentos a un total de 60 idiomas diferentes.
de Estados Unidos. Sin embargo, Restrepo está muy bien documentada y su recuento, a pesar de advertirnos de que se trata de una novela, tiene mucho asidero en la realidad. El largo camino hacia el exilio de Honorine y su familia, que salen expulsados y pierden sus propiedades en Colombia (el gobierno de Eduardo Santos las expropia), ese peregrinaje por Europa y una Alemania además hostil con estas personas que no tienen que ver con la guerra está escueta y dolorosamente descrito. Restrepo escribe en un lenguaje dulce, sin estridencias, escenas desgarradoras de la guerra. El sacrificio de Honorine no busca suscitar la lástima, fue así y está contado sin alardes, sin llantos, sin autocompasión, era la única manera de sobrevivir. Con la esperanza de volver a los patios con mangos, a las playas de la Boquilla, a sus tardes en los porches frescos del pie de La Popa tomando el aperitivo mientras el sol feroz se ocultaba. La parodia del título de la novela de Pablo Montoya, ‘Lejos de Roma’, sobre el exilio de Ovidio hace dos mil años a Tome, es porque aquí hay una novela sobre el exilio, el desarraigo y la añoranza, de los lugares y de nosotros mismos, cuando nos arrancan de nuestro amado entorno.
do únicamente una frase o párrafo del documento, Word abrirá un panel lateral conteniendo tanto el texto original como el traducido.
Generalidades
A día de hoy, Word Translator admite en total 60 idiomas, de los que 11 se basan en traducciones provistas por la nueva tecnología de traducción mediante redes neuronales desarrollada por Microsoft,
lo que mejora notablemente la calidad y fluidez del texto resultante, según la compañía. Por el momento, Microsoft Translator recurre a las redes neuronales para ofrecernos traducciones desde el español, el árabe, el chino mandarín, el inglés, el francés, el alemán, el italiano, el japonés, el portugués y el ruso. Los planes de los de Redmond pasan por agregar soporte para nuevos idiomas con el tiempo.
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DOMINGO 22 DE OCTUBRE DE 2017 - IBAGUE
FACETAS Crónica del libro ‘Tolimenses que dejan huella’ volumen 4
Ramón Antonio Rodríguez Robayo: el alcalde que murió con su pueblo en la avalancha de Armero POR NYDIA MOLANO LUGO (FRAGMENTO)
Cerca de las cinco de la tarde del 13 de noviembre de 1985, después de comprar unas plantas en la hacienda El Santuario, una de las más antiguas, grandes y diversificadas de Armero, Mauricio Vila salió rumbo a la ciudad. Como era costumbre entre su grupo de radioaficionados, se reportó por radio para saber quiénes estaban al aire; encontró a Luis Eduardo de la Torre y a Ramón Rodríguez, el alcalde, y se dispuso a saludarlos. El volcán Nevado del Ruiz anunció su reactivación el 22 de diciembre de 1984, cuando se produjo un sismo que se sintió en Manizales y zonas aledañas, y ahora les preocupaba la caí-
da de cenizas volcánicas que observaban desde las tres de la tarde; temían que con una erupción del volcán se podría reventar la represa del Sirpe, en el río Lagunilla, e inundar los cultivos y las casas. La represa del Sirpe se había formado con la caída de un derrumbe de piedras y tierra sobre el río Lagunilla, en un sitio del mismo nombre. Se calculaba que esta acumulaba alrededor de doscientos mil metros cúbicos de agua. El anterior 11 de septiembre se produjo la primera emisión importante de cenizas del volcán y ese día, el martes 13 de noviembre, a las tres de la tarde, hubo una nueva explosión con descarga de cenizas, esta vez más prolongada. Pero como dice Fernando Cervantes del Portillo, empresario cultivador y comercializador de algodón, arroz y sorgo, en su libro ‘Armero, la ciudad donde viví’, “la caída de cenizas se había vuelto rutinaria y la gente no le ponía mucha atención”. Los tres tomaron gaseosa en una fuente de soda, frente al Parque Los Fundadores, pero Ramón no se quedó “ni
cinco minutos en la mesa” y salió presuroso. En las gentes de Armero se notaba cierta inquietud: caminaban, formaban corrillos y hacían preguntas a Luis Eduardo, quien ese día había subido hasta la represa para verificar su estado. Mauricio se despidió para regresar a Ibagué y al subir a su carro, lo encontró cubierto de una fina capa de ceniza. Por consejo de Luis Eduardo paró en la bomba y echó agua sobre el vidrio para que este no se rayara. Por la radio escuchaba que el Presidente de la Cruz Roja le preguntaba a Ramón detalles de la situación y se sentía una tensa calma. Conoció a Ramón en las reuniones de la Sexta Liga de Radio Seccional Ibagué, a las que asistían, entre otros: José Raúl Ossorio, el sargento Atilano García, de la Cruz Roja; Henry Villa, Gabriel Márquez, Alberto Mejía, Hugo Silva y Teresa Santofimio. Tales reuniones se desarrollaban en las dependencias de la Cruz Roja de Ibagué, donde les prestaban un espacio, porque hacían parte de la Red de Apoyo de Emergencias. Era un grupo de gomosos por la radio, que en bandas altas se comunicaban con el mundo “por la curiosidad de conocer gente de otras latitudes”, y en la banda de dos metros, tenían varias repetidoras. Con estas, cubrían el Tolima y el resto de Colombia. En esa época no existía el celular, por esto usaban ese medio para tener contacto con las casas y viajar acompañados por el grupo. En caso de algún contratiempo, siempre había una mano amiga que los ayudaba en cualquier lugar. Cuando él viajaba al norte del Tolima, paraba a tomar un café con Ramón y Luis Eduardo. Por la carretera que conduce de Armero a Ibagué, Mauricio recordaba que, en las reuniones del grupo de radioaficionados, celebradas en los últimos meses, Ramón, aquel hombre de 39 años, alto, calmado y bonachón, hablaba de su Armero y de las posibles afectaciones de una avalancha, en caso de que esta llegase a suceder. Lo repetía en todas las reuniones, pero en estas no encontraba eco. En los corredores de la Cruz Roja se hablaba con conocimiento del tema, pero Mauricio creía que exagera-
ban. Sin embargo, esa tarde, ante la posible inminencia de un desastre, pensó que quizá Ramón tenía razón. ¿Sería que el volcán haría una erupción como sucedió el 12 de marzo de 1595, cuando quedaron destruidas tierras y propiedades de las zonas vecinas, o el 19 de febrero de 1845, cuando un flujo de lava y lodo causó la muerte de más de mil personas cerca del río Magdalena y también destruyó tierras y propiedades? Pero si algo así llegase a suceder sobre Armero, pensó Mauricio, la magnitud del resultado sería inmensamente mayor a los anteriores: ahora, en 1985, según el censo de población de este año, Armero tenía 30.776 habitantes en sus áreas urbana y rural. Era la tercera ciudad más grande del Tolima, un centro estratégico al que convergían todos los pueblos del norte, como Líbano, Mariquita, Honda, Ambalema, Fresno y por lo menos cinco municipios más. Se destacaba por su producción agrícola, que incluía sorgo, cacao, café, maní y cerca de la quinta parte del arroz del país, y era considerada la Capital Algodonera de Colombia. Sede de cinco bancos y de otros servicios para la región, entre ellos dos hospitales: el San Lorenzo y el Psiquiátrico Isabel Fierro de Buendía y siete centros de salud. ¿Y las escuelas y colegios... Había seis escuelas y cinco colegios de secundaria, unos públicos y otros privados. En la zona rural estaba la Granja Experimental de la Universidad del Tolima, donde llevaban a cabo sus prácticas los estudiantes de Agronomía y Veterinaria, y en la escuela José León Armero funcionaba el programa Universidad Extramuros de la Universidad del Tolima, que formaba licenciados en Ciencias de la Educación. ¿Cómo quedarían sus calles anchas, la mayoría de ellas pavimentadas y arborizadas, por las que la gente se movilizaba especialmente a pie, en moto o en bicicleta? ¿Y las casas grandes y blancas, algunas con zócalos de colores, de techos altos y solares amplios, sembrados de árboles frutales y habitados por perros, gallinas, gatos y pájaros?
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DOMINGO 22 DE OCTUBRE DE 2017 - IBAGUÉ
FACETAS El ritmo de la vida
El poema
Cornelia Păun Heinzel
Yo camino en el ritmo entretenido de la música. Yo vivo en el ritmo vibrante de la ciudad. Yo me muevo en el ritmo misterioso de la vida. Pero tu ritmo no es el mío, y ni siquiera es el de ella, aunque quizá nos sincronicemos algunas veces... Yo respiro en el ritmo apasionado de la danza. Yo pienso en el ritmo vivo de sus pasos. Yo veo el ritmo de la vida de quienes me rodean. Distinto al mío, en el tono y en el sonido, y, sin embargo, me sincronizo con el ritmo sin interrupción de los días que se suceden uno tras otro. Nosotros luchamos en el impresionante vórtice de la vida. Nosotros vibramos por cada segundo ganado. Nosotros corremos detrás de un espejismo del desierto que hemos elegido como realidad ideal. Pero mi espejismo no es el mismo que el tuyo, o el suyo, y siempre afecta a uno o a otro, pero nunca a todos. Foto: Óscar Palomares, 11 de marzo de 2004.
Editorial: DEBOLS!LLO Título: Breve historia de este puto mundo
Autor: Daniel Samper Pizano Páginas: 268
Nadie se había atrevido a escribir la historia de este puto mundo con el célebre y corrosivo humor de Daniel Samper Pizano, que hace reír pero deja un eco de inquietud. Ahora está aquí: desde Big Bang hasta un ominoso anticipo de lo que nos espera. ¿Dónde empieza el chiste y dónde termina la realidad? Ni él mismo lo sabe. Estos son algunos de los apuntes de este tratado universal: “Todo empezó con una sola célula hace 5.000 millones de años, y miren cómo estamos” “Los lugares que hoy atacan los drones de Estados Unidos ya los había atacado a caballo Alejandro Magno”. “Desde Da Vinci, al hombre que ejerce varios oficios se lo llama renacentista o padre de familia de clase media”.
NOVEDADES LITERARIAS Editorial: Lumen Título: Ficcionario
Autor: Ricardo Silva Romero Páginas: 250
Lo primero que el lector debe saber sobre este Ficcionario es que no es, precisamente, un libro de ensayos sobre literatura. Sí es, en cambio, una colección de respuestas a 35 sospechas que Silva ha despejado durante su vida como escritor, sobre las formas en las que el drama -o la ilusión de que todo tiene sentido- está presente en la vida y en las distintas manifestaciones del arte. A modo de bestiario de la ficción, y con ilustraciones de Hernán Sansone para abrir cada capítulo, aquí el autor despliega un inventario de sus pasiones -el cine de Alfred Hitchcock, de Martin Scorsese, de Woody Allen, de Mike Nichols; la literatura de Alejandro Dumas, de Paul Auster, de los hermanos Grimm; la poesía de César Vallejo; la música de Paul Simon, entre muchas otras-, que ejemplifican de manera brillante una amplia gama de temas relacionados con las decisiones que hay detrás de cada historia y de cada personaje. Escrito con un profundo respeto por el oficio, es un libro esencial para lectores, espectadores, directores, escritores o cualquier persona interesada en descifrar el arte de contar historias.
La palabra de la semana
Palimpsesto Vivimos en una civilización que, en muchos aspectos, es de abundancia, de tal forma que una hoja de papel no vale prácticamente nada. Pero los antiguos, que escribían sobre pergaminos y papiros (v. papiro), de costo mucho mayor que el papel, debían aprovechar al máximo el material que utilizaban como soporte de la escritura. Por esa razón, los copistas medievales solían escribir sus textos sobre pergaminos antiguos, cuyo contenido, a veces de enorme valor histórico, había sido borrado para reaprovechar el material. Muchos de estos escritos perdidos, de los que con frecuencia no había otras copias, fueron recuperados en el siglo XX mediante el uso de rayos ultravioleta, que permiten leer el texto borrado. Entre los palimpsestos griegos más destacados, cabe mencionar el Codex nitriensis, que había quedado oculto bajo un texto sirio, y parte de la Ilíada, y también parte de los Elementos de geometría, de Euclides. La palabra llegó a nosotros del latín palimpsestus y esta, del griego palimpsestos, ambas con el mismo significado, formadas a partir del griego palin ‘nuevamente’ y psaoo ‘borrar’. De estas dos voces griegas, la primera proviene del indoeuropeo kwel- ‘doblar’, ‘girar’, ‘dar vueltas’ y la segunda, del indoeuropeo bhes ‘frotar’, ‘raspar’. Incorporado al castellano por vía culta, este vocablo solo apareció registrado en nuestra lengua a partir de la segunda mitad del siglo XIX. GERENTE: Miguel Ángel Villarraga Lozano EDITOR GENERAL: Edwin Ballesteros Vásquez COORDINACIÓN: Redacción Cultural EL NUEVO DÍA DISEÑO: Edison Guarnizo FOTOS: Suministradas. Internet. Colprensa. TEL.: 2770050. Ibagué - Tolima - Colombia. PÁGINA WEB: www.elnuevodia.com.co CORREO ELECTRÓNICO: culturales@elnuevodia.com.co FACEBOOK: El Nuevo Día - Colombia - Todos los derechos reservados. Prohibida la reproducción total o parcial sin autorización expresa del Grupo Editorial Aguasclaras S.A.. ISSN: 021545-8.