Facetas 1 de mayo del 2016

Page 1

FC DÍA F A C E TA S CULTURA AL

ida t r a

up s de o añ

n ó i c a c di

un a r , e o a m t s yd me o n c ia n co A Se s tor bregó a í El yec ñoz O tragela Mu Án

F C C FC F

FC


6C

DOMINGO 1 DE MAYO DE 2016 - IBAGUÉ

FACETAS

En un lugar de las Indias”:

Cervantes en América y Don Quijote

de la Mancha incinerado JORGE LADINO GAITÁN BAYONA PROFESOR UNIVERSIDAD DEL TOLIMA

¿Qué sería del arte sin la célebre novela de Miguel de Cervantes Saavedra? Infinitos relatos, poemas, canciones, pinturas y películas retoman a Don Quijote de la Mancha, “santo patrono de los lectores” (Salinas, 1948, p. 46), arquetipo de la imaginación, de lúcida locura contra el statu quo. Es posible una conmemoración de la famosa novela a través del sueño de su reescritura. Piénsese, por ejemplo, en el cuento ‘Pierre Menard, autor del Quijote’, de Jorge Luis Borges. No obstante, a veces el homenaje toma la forma del parricidio y es viable nutrirse de la parodia y el carnaval para imaginar un mundo huérfano de Don Quijote de la Mancha. Justamente esta es la propuesta estética del escritor colombiano Pedro Gómez Valderrama (1923 - 1992) en su cuento ‘En un lugar de las Indias’, escrito en 1970 y que fue incluido en el libro ‘La procesión de los ardientes’ (1973). ‘En un lugar de las Indias’ se nutre de una afectación al referente histórico y a la biografía de Cervantes. Permite al autor español lo negado por autoridades españolas en 1590: viajar a las Indias, encontrar regocijo en el juego, la ebriedad y la lujuria. Dicho relato se aborda en este artículo a partir de planteamientos sobre la ucronía de Campo Ricardo Burgos en ‘Pintarle bigotes a la Mona Lisa’ (2009). Del mismo modo, para explorar la risa, la parodia y la sexualidad desbordada, se tienen en cuenta planteamientos de Mijal Bajtín en su texto ‘La cultura popular en la Edad Media y el Renacimiento’ (2002).

La ucronía y sus posibilidades

La ucronía “es un tipo de narración que explora caminos alternativos a los que suele haber establecido la historiografía en un momento dado y acerca de un evento dado de la historia” (Burgos, 2009, p. 13). Los relatos ucrónicos retoman grandes eventos o personajes de existencia real y dimensión universal; se requiere que el lector conozca de ellos o pueda documentarse fácilmente para comprender cómo la literatura altera el pasado. Los caminos alternativos o puntos de divergencia frente a la línea del tiempo no buscan “influir en el mundo real, sino tan sólo jugar en el mundo de la ficción” (p. 32). Desde las nuevas coordenadas lúdicas de este pacto ficcional, la modificación del pasado

ra, una vida basada en el cuerpo y no en el espíritu. El Cervantes ficcional que perece en Cartagena de Indias acompañado por una sensual mulata, sin necesidad de confesarse ni rodeado de figuras religiosas, es más bello y literario que el Cervantes real, agonizando en Madrid, pobre y despedido por los rezos de las monjas del Convento de Trinitarias Descalzas. Más que el destino de una obra literaria importa el presente del hombre de carne y hueso. De ahí el encanto en la alteración del pasado en el cuento ucrónico y carnavalesco de Pedro Gómez Valderrama. No se compensa a Cervantes con una patria espiritual, sino con una patria corporal. En vez de libros, los cuerpos de diversas mujeres en Cartagena de Indias. A cambio del Quijote, la desbordante sexualidad de una mulata que lo acompaña hasta su muerte. Al Cervantes ficcional los discursos de las armas y las letras no le obsesionan. Ya no se trata de la gloria como soldado o poeta, sino como amante. El fuego del deseo desaparece las tribulaciones de la mente y las complejidades de la creación literaria. Por encima de las cenizas de sus escritos cobran mayor sentido las cenizas del hombre que terminó sus días entre cópulas, juegos y vinos.

afecta el presente. Un ejemplo de ucronía es ‘El hombre en el castillo’ (1962), del norteamericano Philip Dick. En esta novela la Segunda Guerra Mundial es ganada por japoneses y alemanes, quienes invaden los Estados Unidos. Dos décadas después de vencer, los nazis también dominan Rusia, África y el Mediterráneo.

‘En un lugar de las Indias’, de Pedro Gómez Valderrama

Cervantes legó muchos aprendizajes a la posteridad: la desacralización de la figura del escritor; la risa contra los poderes y la misma literatura. Su ejemplo fue de “resistencia a ajustarse a los cánones y reglas del arte literario” (Bajtín, 2002, p. 5). Sugirió que demasiado respeto hacia los clásicos amenaza de muerte a la literatura. Se sentía no padre, sino padrastro del Quijote. Desde esa óptica los narradores medianamente coherentes con su ejemplo deben comportarse frente a su memoria como hijastros, despojados del miedo a ficcionalizar de nuevo a Alonso Quijano y Cervantes. Entre esos hijastros escritores que carnavalizan al clásico de clásicos se encuentra Pedro Gómez Valderrama. El narrador en tercera persona de En un lugar de las Indias cuenta que “Don Alonso Quijano comenzó a escribir. Quería dedicar tiempo a su historia sobre el autor fracasado que iba a enterrar su amargura en los extraños lugares del Nuevo Mundo” (Gómez, 1973, p. 126). Como un juego de cajas chinas, al interior del cuento se presenta la historia de Alonso Quijano. Dentro de esa historia inventada está una carta real, enviada en mayo de 1590 por Miguel de Cervantes al presidente del Consejo de Indias. La carta es citada a pie de página como perteneciente a la biografía de Cervantes, hecha por Sebastián Juan Arbo para Ediciones del Zodiaco en Barcelona, 1945. En ella solicita “un oficio en las Indias de los tres o cuatro que al presente están vacantes, que es el uno la contaduría del Nuevo Reino de Granada, o la Gobernación de Soconusco en Guatemala, o contador de las galeras de Cartagena, o corregidor de la ciudad de La Paz” (p. 128). La carta tiene una respuesta positiva en este cuento. Es la variable ucrónica, la alteración del pasado en la ficción de Pedro Gómez Valderrama. El presidente del Consejo de Indias, en lugar de negar la petición

Referencias

de Cervantes, contesta: “Vaya el peticionario de contador de Galeras de Cartagena de Indias” (p. 128). En Cartagena, “Don Miguel empieza a convertirse en indiano” (p. 129). Toma vinos de mala calidad, disfruta variados juegos, fornica con mujeres españolas y se despreocupa de su trabajo. A su vida llega, como una revelación, una mulata con la cual conoce el límite de los excesos. Con ella carnavaliza completamente su existencia. El Cervantes indiano es ajeno a proyectos literarios. Lo fundamental, hasta su muerte, es el placer, el vino y su mulata. Su nombre es un bello contrasentido. Se llama Piedad. En uno de tantos locos días, para encender el fuego, él le entregó el “gran paquete de su obra literaria” (p. 130). Su obra inédita, los borradores de personajes y posibles ficciones futuras, se tornan cenizas. La quema de su literatura no entraña culpa. Por lo contrario, es un acto de liberación, despojarse de un pasado traumático y de cualquier angustia por la belleza y el intelecto.

Tras contarse la historia de Alonso Quijano, el narrador en tercera persona refiere que aún falta el “final verdadero” (p. 130). Don Miguel de Cervantes llega a casa de Alonso Quijano, quien le lee la historia recién escrita. Las últimas líneas del cuento de Pedro Gómez Valderrama señalan: “Don Miguel de Cervantes se queda en silencio, mirando por la ventana hacia la tierra parda de la Mancha, meditando largamente en todo lo que le habría ocurrido si se hubiese ido a Cartagena de Indias, en el Nuevo Reino de Granada” (p.130). En ese mundo patas arriba del cuento del autor colombiano, la ficción tiene actos de justicia poética con Don Miguel de Cervantes. Prefiere verlo satisfecho en sus últimos años, en lugar de pensar en la felicidad de millones de lectores del Quijote de la Mancha. Despoja a Cervantes de la eternidad de su nombre para darle una existencia placente-

Adorno, T. (2006). Mínima moralia. Madrid: Editorial Taurus. Bajtín, M. (2002). La cultura popular en la Edad Media y en el Renacimiento: el contexto de François Rabelais. Madrid: Alianza Editorial. Burgos, C. (2009). Pintarle bigote a la Mona Lisa: las ucronías. Bogotá: Universidad Sergio Arboleda. Gómez, P. (1973). La procesión de los ardientes. Bogotá: Miguel Arbelaéz Sarmiento Editor. Salinas, P. (1948). El defensor. Bogotá: Universidad Nacional.


7C

DOMINGO 1 DE MAYO DE 2016 - IBAGUE

FACETAS Más que comerciante fue un hombre con muchas virtudes

Elías Acosta, recordado como

‘un señor a carta cabal ’ un ejemplo de vida, un sabio,

Como un gran empresario y una persona ejemplar recuerdan amigos y familiares a don Elías Acosta Ortiz, un año después de su fallecimiento.

ÁNGELA MUÑOZ OBREGÓN A un año de su partida familiares y amigos recuerdan a diario las enseñanzas y aprendizajes que les dejó José Elías Acosta Ortiz, quien en vida, según describen sus seres queridos, era persistente, trabajador, visionario, cariñoso y sincero. El comerciante tolimense desde muy pequeño inició en Ambalema a trabajar: mientras su padre trabajaba en una fábrica de tabacos, él aprendió a ayudar en su casa, por ello se ingenió la manera de tener ingresos extras mientras estudiaba en la escuela. “Mi padre nos decía a mis hermanas y a mí que le había tocado muy duro en su niñez, él hizo solo primaria y no completó el bachillerato, tuvo que empezar en su tierra natal desde muy pequeño a cargar agua en un burro, y como no había acueducto, vendía los tarros con agua, desde allí descubrió su vocación como comerciante”, cuenta su hija Mónica Acosta Osuna. Años después don Elías, junto con sus hermanos, formó un negocio en la Ciudad de las mil y una columnas, pero a raíz del conflicto armado bipartidista surgido de la muerte del caudillo liberal Jorge Eliécer Gaitán, de quien eran partidarios, tuvieron que abandonar la tierra que los vio nacer. “Ellos eran liberales y todo el pueblo sabía que en el negocio se vendía la prensa de la época que apoyaba este partido y los empezaron a amenazar; según me contó mi papá, les tocó una noche dormir en los árboles, hasta que debieron irse para Manzanares (Caldas), donde montaron de nuevo el negocio”,

complementa Mónica. Nunca se detuvo en el propósito de comenzar de nuevo, por eso al llegar a la Capital Musical entre sus inversiones estuvieron la cigarrería Tropicana, en la calle 12 con carrera Tercera; dos locales en la calle 15 con carrera Cuarta; una bodega en la calle 14 con carrera Primera, y desde hace 40 años, Elías Acosta y Cía., que funciona en la carrera Segunda con calle 14. “Su empresa era su vida, inspiraba con su sola presencia, no era ni de gritar, ni de tratar mal a alguien, tenía bastante dominio propio; siempre tomaba la iniciativa para hacer negocios, era supremamente tranquilo y el 90 por ciento de las veces ganaba los negocios que se proponía”, rememora, por su parte, su hija Karina.

Él nunca dejó poner el almacén como autoservicio, porque siempre le gustó preguntarle a los clientes qué querían. Mónica Acosta Osuna

Su familia, su gran amor

Elías fue un hombre muy familiar; se casó con la señora María Elena Osuna de Acosta, con quien tuvo tres hijas: María Jimena, Mónica y Karina, quienes fueron el amor y el motor de su vida. ‘El parcero’ es como sus hijas lo describen.

“Él era muy familiar, con los nietos era muy amoroso y ellos lo querían mucho, a todos nos decía ‘cachitas’: Hace dos años hicieron un viaje a Ambalema, visitaron la casa donde él nació, hicieron todo un recorrido de todo lo que vivió en su infancia y cómo empezó a laborar, es un recuerdo que guardan en su memoria”, dice Mónica. Sus hijas, sus tres mujeres, concuerdan al describir a don Elías como una persona soñadora, que les enseñó a trabajar y a tratar a todas las personas por igual, sin importar las apariencias. “Él nos contaba lo que le pasó, un día había llegado un señor con la ropa sucia al almacén, con un costal y le preguntó por un vino, él le mostró desde el más barato hasta el más caro y el señor sacó del costal un arrume de billetes y se llevó el más costoso, entonces eso nos los contó para que uno no se fije en las apariencias y que a todo el mundo hay que tratarlo por igual”, destaca su hija mayor. María Elena Osuna de Acosta, su esposa, su gran amor, fue la persona que siempre lo acompañó, su complemento, según manifiestan sus hijas y su amigo y empleado por más de 25 años, Jorge Bejarano, quien vio cuán grande era el amor de don Elías hacia su esposa. “Era un enamorado, todo el tiempo la consentía, la veía brava y él se desesperaba por contentarla, además si ella era indiferente con él, se ponía muy triste. Él nunca quería estar peleando con nadie”, complementa María Jimena. “María Elena era su gran amor, junto a sus hijas; yo en el protector

“Él era un amante por la cultura de su tierra, siempre en vida decía que Ambalema era la capital del mundo”. Karina Acosta

de pantalla del computador tengo una foto de él con ella abrazándola en una reunión en la casa de él y me decía ‘qué mujer tan bonita, en cambio el tipo que está al lado tan feo’”, resalta Bejarano. Según cuentan sus hijas y amigos más cercanos, don Elías era un hombre entregado a sus amigos, era un gran consejero, siempre dispuesto a escuchar y ayudar a quienes consideraba sus amigos.

“Era un amigo incondicional: si la persona tenía algún problema, él miraba cómo podía solucionarlo, tanto en cuestión monetaria como en consejos. Para los consejos siempre le indicaba a uno qué hacer, lo orientaba y guiaba, a través de la experiencia y las anécdotas vividas por él mismo”, apunta Mónica. Su hija María Jimena destaca que los verdaderos amigos de su padre eran como sus hermanos, “tenía amigos de hace muchos años a los que casi todos enterró, pero eran amigos que así casi no se vieran, siempre en los momentos críticos él estaba con sus amigos o ellos venían a buscarlo cuando los necesitaban: estuvo siempre muy pendiente de sus amigos”.

Su empresa, su vida

Desde que llegó a la capital tolimense, don Elías imaginó su negocio, haciendo valer su palabra, todos sus negocios iniciales fueron basados en la confianza que generó en todos sus proveedores, llegando hoy en día a ser uno de los mayores comerciantes de la región. “Cuando él empezó el negocio, casi no había letras y él decía que les pagaba a los proveedores a una fecha determinada y ese día, como fuera, le pagaba, y esta es la hora que allá en el almacén quedó la norma de pagar las cosas a tiempo”, describe Karina Acosta. Por ser criado en el campo, don Elías soñó con dejar a las generaciones siguientes sobre la cultura del arroz, fue allí cuando decidió crear el Parque Nacional del Arroz, que poco a poco, con esfuerzo y dedicación tanto de él como de su familia, surgió. “Un día dijo que como ya había hecho tanto en la finca, quería que la gente que fuera supiera cómo era la cultura del arroz y empezó con la idea de recrear esto allá, todo lo que es la cultura del campesino tolimense”, concluye María Jimena.


8C

DOMINGO 1 DE MAYO DE 2016 - IBAGUÉ

FACETAS Número y canto*

El poema Sobrevendrá un aire cóncavo.

A una legua transcribimos de memoria poemas en voz alta dimos nombres propios al retraído multiverso de los aromas y vertimos a todos los idiomas en la montaña que es un indio dormido el acento que cura.

Pero ese inarticulado fraseo que emancipa el alma estará destinado a otro ceño menos fruncido. No sé cuál de los dos difumina este nuevo paisaje. Pero su pulso y no su palabra conmociona el desagüe de la madrugada. Desde la ventana junto al mercado a la hora de la representación leyendo al juglar al acróbata descolgando las cifras rimadas, como el rapsoda repitiendo los versos que oficiaron el desembarco.

Ana María Rivera Salazar**

¿Seremos capaces de solazar la furia y la imprecación de los que no redimimos? **Poetisa nacida en Neiva Directora Artística de la corporación Artes Escénicas del Tolima capítulo Baquía 7 Azul, y del Taller de Escritura Poética Museo de la Eterna, con énfasis en Jorge Luis Gorges. *Poema de la antología ‘Letras de cambio’, texto publicado en 2012.

Un canto a la vida, de Alejandro Elías

¨ BOGOTÁ, COLPRENSA La pregunta ‘¿Estamos solos en el universo?’ es constante entre los especialistas como Lucas Ellerbroek, físico teórico y astrofísico, quien desde niño ha estado fascinado con los planetas, por lo que con este libro propone el nacimiento de una nueva rama de estas ciencias, y el desafío de reconocer que hay vida más allá de la Tierra.

Editorial: S Libros Título: Cazadores de planetas BOGOTÁ, COLPRENSA Desde hace más de 30 años la comunicadora social y periodista Ana Mercedes Rueda se ha dedicado a canalizar los ángeles, de lo cual es escritura y conferencista. En estas páginas la autora desmitifica las creencias de que Dios sólo le habla a algunos pocos y que sus mensajes son complicados o ininteligibles, por lo que busca, según ella, revelar las claves para entender el lenguaje del cielo.

Editorial: Diana Título: El cielo te habla Autora: Ana Mercedes Rueda Páginas: 206

Editorial: FCE Título: La gran depresión de América Latina Coautores: Drinot y Knight Páginas: 432

Autor: Lucas Ellerbroek Páginas: 320

NOVEDADES LITERARIAS BOGOTÁ, COLPRENSA Una intensa historia sobre Verónica, quien perdió a su madre, y en medio del dolor de su muerte, cree haber soñado que ha cruzado el lumbral y se ha encontrado con ella. Al despertar, no entiende lo que ocurrió, quizá fue un sueño muy real o una realidad que parecía un sueño, pero se empieza a preguntar si podrá volver a soñarlo, si pueda volver a hacerlo, aunque teme no poder regresar a la vida.

Editorial: Ediciones B Título: Allí

Autor: Leonardo Patrignani Páginas: 382

BOGOTÁ, COLPRENSA En medio de la incertidumbre económica en buena parte del mundo, estos especialistas reúnen ensayos que hacen un recorrido histórico desde el río Bravo hasta la Patagonia, para detallar la Gran Depresión de 1929 y sus efectos devastadores en los siguientes años. Dicho momento clave, tuvo grandes efectos en América Latina, transformando la realidad política, social y económica de esta parte del mundo.

La palabra de la semana

Torpedo

El invento de Whitehead era impulsado por un dispositivo de aire comprimido que le permitía desplazarse a siete kilómetros por hora.

En tiempos del Imperio romano, ser alcanzado por un torpedo debía ser una experiencia desagradable, pero no tan traumática como lo es hoy en día. En efecto, torpedo significaba para los romanos el nombre de un pez de forma alargada, que era capaz de causar choques eléctricos para defenderse. Como esos choques podían dejar atontadas a sus víctimas, surgió en el propio latín una nueva acepción de torpedo, con el sentido de “atontamiento, entorpecimiento”. Los latinos no conocieron, como es obvio, las anguilas de la cuenca amazónica, pero consta que sabían del pez gato o tremielga de la cuenca del Nilo y de la raya eléctrica, también llamada “pez torpedo”. A comienzos del siglo XIX, el inventor norteamericano Robert Fulton desarrolló un artefacto mecánico que estallaba al hacer contacto con un barco y lo llamó torpedo, porque le recordaba el pez del mismo nombre. Pero fue el ingeniero británico Robert Whitehead quien inventó el torpedo como arma con movimiento propio.

‘Civil War’ (Anthony y Joe Russo) Israel Arias (Europa Press) “‘Capitán América: Civil War’ es la mejor película del universo Marvel hasta la fecha y, posiblemente, uno de los títulos que junto a ‘El caballero oscuro’, ‘Watchmen’, el segundo ‘Superman’ de Richard Donner, el ‘Batman’ de Burton o las más recientes y bribonas ‘Guardianes de la Galaxia’ o ‘Deadpool’ ocupan los puestos de honor de un género que muchos ven quemado, pero que ha respondido a la alerta de saturación. “Una consecuencia directa del primer gran acierto de base, de planteamiento, dos tipos que tras su excelente trabajo en la anterior entrega de las aventuras de Steve Rogers, Soldado de Invierno -unido a la inmolación de Joss Whedon-, se han convertido en los nuevos gurús del culebrón cinematográfico marvelita. Y ese acierto no es otro que abordar la tarea siendo plenamente conscientes de la trascendencia del título y de la trama que tienen entre manos dentro de la mitogía de la Casa de las Ideas. “La película plantea una confrontación conceptual sobre libertad, seguridad y responsabilidad que, pese a no contar con un subtexto tan poderoso como el que convirtió el de Soldado de Invierno en el mejor libreto de Marvel, resulta más interesante incluso, aunque desde luego no tan vistosa, que los brutales duelos cuerpo a cuerpo entre los héroes”.

GERENTE: Miguel Ángel Villarraga Lozano EDITOR GENERAL: Edwin Ballesteros Vásquez COORDINACIÓN: Redacción Cultural EL NUEVO DÍA EDITOR: Hernán Camilo Yepes Vásquez DISEÑO: Edison Guarnizo FOTOS: Colprensa. Internet. Suministradas. TEL.: 2770050. Ibagué - Tolima - Colombia. PÁGINA WEB: www.elnuevodia.com.co CORREO ELECTRÓNICO: culturales@elnuevodia.com.co FACEBOOK: Cultura El Nuevo Día - Todos los derechos reservados. Prohibida la reproducción total o parcial sin autorización expresa del Grupo Editorial Aguasclaras S.A.. ISSN: 021545-8.


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.