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FACETAS
Para los de la tierra José Norbey Cardona Robayo comparte el siguiente poema,que hace parte de su obra poética ‘Versos: La vida entre letras’, que invita a reflexionar, crecer como persona y profesional; con temas de amor, desamor, naturaleza y otros, esta obra se convierte en un recorrido por diferentes aspectos de la vida diaria y en un llamado al entusiasmo y fe en Dios.
Al final del sendero Cuando estén mis ojos ya de ver cansados, cuando ya no pueda más mi corazón, cuando ya mis pasos se tornen pesados no quiero encontrarme solo en un rincón. Quiero sentirme en la compañía de todos aquellos que les di mi amor y que estén felices todos ese día, que en sus corazones no habite el dolor. Cuando mi energía toda haya agotado y la muerte espere ya con mi ilusión, espero ese día estar preparado y ya haber cumplido toda mi misión. Cuando ya me aleje y deje este mundo Y el sueño infinito toque a mi portón, les dejo mis versos y mi amor profundo, les dejo mi vida con mi corazón. Cuando ya no exista, sigan adelante, afronten la vida, nunca digan no, salgan al encuentro, muéstrense triunfantes y hagan ustedes lo que no hice yo. No me lleven flores a la tumba fría, ni lloren pensando en por qué me fui, tengan siempre claro que tuve alegrías, y que vuelvo al Padre, de donde salí.
P .José Hilario Yepes, escritor
EL CORONADO
lutarco camina orondo, exhibiendo condecoraciones. Una marcha solemne, alumbrada con vistosas chaquetas color caqui y gorros estilo tropa de las fuerzas armadas con ropa blanca. Florecidas medallas con lastre y ancla de barco antiguo, en un mundo narcisista; e imprime fuerza adicional para transportar la pesada carga de premios. Cada año, hombres y mujeres del ‘Club de Leopardos’, festejan los éxitos de ayudas a la población vulnerable, con desfile callejero. Y Plutarco trastea la medallería adherida con nodrizas de oro, y en edad avanzada, el cuerpo se resiste a cargar los reconocimientos y cae de rodillas, en el sopor efervescente del pavimento. La proclividad hacia el exhibicionismo nació cuando, de infante, le colgaron el primer reconocimiento, por salvar a un can que descuidado cruzaba una vía férrea, y a Plutarco le encanta dormir con la chaqueta llena de medallas, y sueña que lo admiran en sus episodios oníricos como futbolista, actor de cine, hombre poderoso, y a un mundo rindiéndole pleitesía como semi dios terrenal. En el hogar, las imágenes fotográficas del hombre y sus medallas reposan sobre mesas y paredes, en un desfile copioso de reconocimientos. En una actividad, el anciano es conducido en silla de ruedas, y por motivos de limitación de espacio en las prendas de vestir los premios simbólicos son sembrados en la silla de ruedas, sin advertir que el desfile lo haría fallecido. En el rostro de Plutarco se asoma congelada una sonrisa irónica del renacer a una vida simple como gota de agua y sin tantas ostentaciones, mientras que por las calles continúa la marcha solemne de hombres y medallas.
José Norbey es nacido en Villahermosa el 11 de julio de 1984, estudia Habilidades Comunicativas y Expresión en la Conferencia de Religiosos de Colombia (CRC), se prepara como técnico en Gestión Administrativa y Financiera en la Academia Nacional de Aprendizaje en Manizales y es administrador de Negocios Internacionales de la Universidad del Quindío.
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FACETAS
FOTOS: SUMINISTRADAS - EL NUEVO DÍA
HERNÁN CAMILO YEPES VÁSQUEZ “La identidad se forma en una constante metamorfosis, enfrentándose a competir con el riesgo de perderse, mientras dura el proceso dialéctico de la consolidación”. Lo que, precisamente, no quieren los habitantes y quienes conocen el proceso histórico de Ambalema es que toda esa tradición se extravíe en el olvido. Por eso, partiendo de esa premisa inicial, aportada por María Yolanda Jaramillo, expresidenta de la Academia de Historia del Tolima, construyen ‘a varias manos’ un llamado de atención social a invertir tiempo, esfuerzos e incluso recursos económicos en proteger lo que existe desde hace casi 400 años a la ribera del Magdalena.
Esta gestión colectiva se orienta a un pueblo que en otros tiempos vio el progreso del tabaco y el paso del ferrocarril ahora desarrolla sus tierras con ganadería y nuevas experiencias agrícolas “y su historia necesita una visión que nos permita superar la parálisis del ferrocarril y la debilidad naviera del río”, en consideración del historiador Armando Gutiérrez Quintero.
Bello y misterioso
En un conversatorio - taller denominado ‘La historia en el olvido’, varios defensores del patrimonio que caracteriza a la ‘Ciudad de las Mil y un Columnas’ se unieron para reclamar mayor atención, no solo con la nostalgia de lo que de-
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sapareció, sino con el fortalecimiento de las virtudes naturales y los atributos humanos que la han acompañado en su devenir. “Su exótica belleza radica en su corredor turístico, que va desde la Casa de la Moneda hasta lo que he dado en llamar ‘La fuente de la eterna juventud’, que está en la vereda La Joya, donde, según sus habitantes, quien se bañe allí, dura hasta 100 o 120 años”, rememora Rodolfo Ruiz Hernández, psicólogo de la U. de los Andes, en su investigación acerca de la vereda El Chorrillo. Pero, afirma Édgar Augusto Acosta Bojacá que de ese Ambalema declarado Monumento Histórico Nacional en 1982, solo quedan pocos vestigios de aquella época.
En 1627 fue fundada Ambalema, por don Lesmes de Espinoza Sarabia. Se formó con 538 personas y seis caciques; en 1830, la población era de cinco mil habitantes.
El pueblo de la bonanza tabacalera y algodonera hoy reflexiona sobre su identidad
emblanzas de esa
Ambalema que se resiste al olvido
MONUMENTO AL PATRIMONIO OLVIDADO
“En 1953 se creó Federalgodón con agricultores que llegaron a sembrar hasta 10 mil has de algodón y desmotar hasta 22 mil toneladas de algodón semilla. Era un carnaval ver en marzo a los trabajadores para hacer las siembras manuales, los raleos, los controles de plagas, y en julio los recolectores”, recuerda Acosta Bojacá. Y señala que “el ferrocarril no fue ajeno a ese despertar algodonero: en sus vagones se transportaban las pacas que eran despachadas al país y del mundo. Esas fiestas de recolección y desmonte duraban hasta septiembre, fecha límite para recolectar algodón y destruir las socas, y fecha también fijada por el ICA para implementar un periodo de veda (cuarentena) y así romper el ciclo de las plagas”. En su disertación, destaca que de los centros algodoneros en el país, el Tolima contaba con Espinal, Guamo, Natagaima, Armero y Ambalema. Colombia llegó a cultivar aproximadamente 300 mil hectáreas, y llegó así a ser el segundo renglón de exportación, después del café. Y reseña que en el Tolima solo quedan centros en Espinal, Natagaima y Ambalema (Emprenorte S.A.), con mil 100 hectáreas, y Pajonales, con aproximadamente 200. “El río grande de la Magdalena, eje motor del país, por el que navegaron los champanes y vapores cargados de esperanzas de ilusiones se han marchado, sigue acompañando al pueblo ambalemuno. Así lo tratemos de olvidar, el gran río con sus crecientes nos recuerda que sigue ahí y tal vez para siempre acompañando al pueblo que formó una gran historia y que se resiste al olvido”, acota.
Producto de un conversatorio desarrollado entre diversos intelectuales, a cargo del Centro de Historia local, se compila lo que ayer fue un pueblo de alto movimiento económico y hoy, a pesar de la pérdida de patrimonio, sigue reflexionando sobre su futuro.
Un poco de historia
Jaime Leguizamón, presidente de la Academia de Historia del Tolima, recuerda datos como que en 1830 murieron mil 800 personas a raíz de las epidemias de fiebres del Magdalena, “los enfermos eran atendidos por médicos y empíricos sin posibilidades de hospitalización puesto que el primer hospital se creó bien entrado el Siglo XX”. En otro segmento del relato, profundiza en que el hospital San Antonio fue fundado el 8 de diciembre de 1948, en un terreno donado por la señora Belén Álvarez de Vaughan al Municipio. Luego, la Beneficencia del Tolima compró un lote a Rosalba Lozano de Sánchez, contiguo al antes mencionado, e invirtió en construcción y remodelación. También recuerda que en 1846, por decreto del Senado y la Cámara sancionado por el presidente Tomás Cipriano de Mosquera, creó a Ambalema como Cantón de la Provincia de Mariquita. El 27 de septiembre de 1847 se establece el Concejo en la Parroquia de Ambalema. “En 1886 -agrega-, bajo la presidencia de Manuel Murillo Toro, funcionó el primer telégrafo que se instaló en el Estado entre Bogotá y Ambalema. El Presidente envió a los ambalemunos el siguiente mensaje: ‘Gloria a Dios en las alturas y paz en la tierra a los obreros del progreso’ (...). Fue Murillo Toro quien ideó el ferrocarril para integrar a Colombia (1862 - 1864 y 1874 - 1876).
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FACETAS El enemigo
El cuento
Roberto Gutiérrez Alcalá
Desde mucho tiempo atrás sabía que tarde o temprano habría de toparme nuevamente con él. Por eso, cuando clavó sus ojos en los míos aquella mañana de invierno, experimenté cierto alivio: la espera, al fin, había terminado. Admito que consideré la posibilidad de darle la espalda y huir. No lo hice porque me di cuenta de que ese encuentro me brindaba lo que tanto ansiaba: resolver de una buena vez nuestras terribles diferencias. Me miró con un desprecio transparente, inmaculado. Con alguna pena comprendí entonces que el odio que yo le inspiraba no había disminuido un ápice. Pero, ¿de qué oscuro abismo procedía?, ¿qué tenebrosas fuerzas lo alimentaban? Muchas veces había intentado recordar algún ultraje, algún escarnio cruel y definitivo. Sin embargo, las ofensas que lograba hallar en mi memoria me parecían demasiado banales para dar pie a un odio como aquél, tan intenso, tan devastador.
Él siempre había sido el perseguidor; y yo, el fugitivo, sin duda. A toda hora lo adivinaba al acecho, buscando la ocasión propicia para saltar sobre mí y despedazarme. Pero esa mañana, el miedo me abandonó súbitamente y sentí el irrefrenable impulso de suprimirlo, de acabar con él. El ruido del agua mitigaba el incesante ajetreo de la calle. Sin dejar de verme a los ojos, cogió la navaja de afeitar que descansaba sobre uno de los bordes del lavabo, la alzó a la altura de mi cuello y esbozó lo que pretendió ser una sonrisa. En ese instante creí advertir un vago anhelo de reconciliación en su mirada, pero no pude confirmarlo con un segundo vistazo porque, para entonces, el vapor proveniente del cubo de la regadera ya había cubierto prácticamente todo el espejo. *Escritor mexicano Inge Prade fotógrafa - de Gustav Klimt Fragmento recreación ‘Death and life’
Epitafio y Estela son miembros de una organización criminal dedicada al tráfico de personas, cuyas víctimas son, en su gran mayoría, migrantes centroamericanos que en su afán de alcanzar mejores condiciones de vida en Estados Unidos ingresan a territorio mexicano sin imaginar que ahí se toparán con una aduana infernal marcada por la violencia, el odio y los intereses más mezquinos. La historia de amor latente entre ambos protagonistas parece anunciar la posibilidad de su absolución, pero ésta se ve frustrada fatalmente cuando el jefe de su banda, un cura desalmado, decide prescindir de ellos y les tiende a traición una trampa destinada a eliminarlos.
Editorial: Penguin Random House Autor: Emiliano Monge
Título: Las tierras arrasadas Páginas: 344
NOVEDADES LITERARIAS
En 2009, Bruce Springsteen y la E Street Band actuaron durante el intermedio de la Super Bowl. La experiencia fue tan maravillosa que Bruce se propuso escribir sobre ello. Así comenzó esta extraordinaria autobiografía. Durante los últimos siete años, Bruce Springsteen se ha dedicado a escribir en privado la historia de su vida, dotando a estas páginas de la misma honestidad, humor y originalidad que encontramos en sus canciones.
Editorial: Penguin Random House Autor: Bruce Springsteen
Título: Born to run Páginas: 568
La palabra de la semana
Letargo Sopor, modorra y también estado de somnolencia prolongada y profunda, causado por enfermedades nerviosas, infecciosas o tóxicas. En la mitología griega, Lete, la hija de Eris -personificada por lo general como diosa de la discordia- dio su nombre al manantial del Olvido, que más tarde se convirtió en la laguna Lete o río Leteo, en cuyas aguas los muertos bebían para olvidar su vida terrestre por completo. Las almas que retornaban a la vida, ya con un nuevo cuerpo, volvían a beber del río Leteo para olvidar lo que habían visto en el mundo de las sombras. El nombre de Lete proviene del verbo lanthano ‘olvidar’, ‘esconder’. Lete acabó por convertirse en alegoría de la muerte y del sueño. En latín, su nombre dio lugar a letum ‘muerte’ y letalis ‘letal’, y en griego a lethargos ‘letargia’. La palabra latente tiene el mismo origen y significa ‘oculto’; aunque hoy suele usarse en el sentido de ‘palpitante, vivo’, pensando que proviene del verbo latir.
GERENTE: Miguel Ángel Villarraga Lozano EDITOR GENERAL: Edwin Ballesteros Vásquez COORDINACIÓN: Redacción Cultural EL NUEVO DÍA PERIODISTA: Hernán Camilo Yepes Vásquez DISEÑO: Edison Guarnizo FOTOS: Colprensa. Internet. Suministradas. TEL.: 2770050. Ibagué - Tolima - Colombia. PÁGINA WEB: www.elnuevodia.com.co FACEBOOK: El Nuevo Día - Colombia CORREO ELECTRÓNICO: culturales@elnuevodia.com.co Todos los derechos reservados. Prohibida la reproducción total o parcial sin autorización expresa del Grupo Editorial Aguasclaras S.A.. ISSN: 021545-8.