IBAGUÉ, ENERO 9 DE 2011
FA CE
TAS CULTURA AL DÍA Entrevista
Germán Botero Johanna Vargas Cuento
Ojos
Jacobo Alberto Reyes Godoy
Crítica
Nuevos públicos Eduardo Corrales
FACETAS Por Andrés Ricardo Duque Rincón*
“No me fío de las crónicas transmitidas de oído, de los relatos redactados demasiado tarde y sin posibilidad de pruebas. La historia de ayer es una novela llena de hechos que nadie puede controlar, de juicios a los que nadie puede replicar”. Oriana Falacci. Aunque sea un filme realizado hacia finales de la década de los ochenta, La tumbas de las luciérnagas es una película que nunca perderá su actualidad, debido a que lamentablemente aborda un tema que la humanidad no ha podido superar, la guerra. El hombre nunca ha sido capaz de asumir las experiencias del arte, los ideales del arte que en él se expresan y que permitirían, en palabras de Tarkovsky, ser mejores (Tarkovsky, Andrei. El arte como ansia de lo ideal, Bogotá. Universidad Nacional, 2003, p. 24). Tal parece que el ser humano no se encuentra capacitado para aprender de las experiencias ajenas y como lo platea tajantemente Tarkovsky, es iluso pesar que el hombre aprenda a ser bueno, para él no es posible; “como no es posible aprender del ejemplo positivo de la Tatiana de Pushkin a ser mujer fiel” (Ibíd. p. 25.) La tumba de las luciérnagas es una película animada japonesa dirigida por Isao Takanaha, uno de los socios del estudio Ghibli, creadores de grandes obras del género como El viaje de chihiro y El castillo ambulante. Hace parte de la novela del escritor japonés Akiyuki Nosaka, quien soportó las consecuencias de la segunda
Demonio El demonio es una criatura multiforme, según la creencia cristiana. Y las palabras con que es designado así lo confirman, como mostró Daniel Defoe en su Historia del diablo, obra en la que enumera los siguientes nombres del demonio, extraídos de la Biblia: Serpiente, Serpiente Antigua,
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La tumba de las luciérnagas
guerra mundial, donde toda su familia fallece a causa de la misma y su hermana, quien estaba a su cuidado, muere de desnutrición poco después. Realizada con la animación tradicional y fuera de los avances tecnológicos computarizados con que están revestidas la mayoría de las películas animadas de hoy, nos brinda una cruda visión de lo que ocurre con aquellos seres que lo pierden todo a causa de la guerra y tienen que arreglárselas como puedan. Desde el comienzo el público se ve enfrentado a una forma diferente de hacer cine de animación, porque la película empieza en su final y desde las primeras
imágenes se conoce la suerte que correrá el joven protagonista. Quizá para algunos se pierda la expectativa ante el hecho de revelarnos el desenlace desde un comienzo, pero no es así, el filme se hace interesante por ello mismo y vamos recorriendo la cinta animada con la expectativa de entender los eventos que llevaron aquel joven a terminar en una desolada estación de tren. A lo largo del filme se irá reconociendo que estamos ante una película sensata y espinosa, que no cae en modelos preestablecidos y de cómoda asimilación. Es así como si la industria del cine animado imperante, subvalora al espectador infan-
sufrieron esta misma situación. La tumba de las luciérnagas es ante todo un reflejo de la condición humana, que reacciona en épocas difíciles, preocupándose por su propio bienestar y se olvida de dar una mano a quienes están en peores condiciones. En muchas partes de la cinta animada parece justificarse tal actitud, indicando que el ser humano primero busca su propia supervivencia y le importa en lo más mínino la suerte de los demás. Llevándonos a la vieja disertación acerca del papel que debe cumplir el arte y en este caso específicamente el cine. Para la mayoría es un mecanismo de distracción, un negocio más en esta sociedad de consumo y que utilizan algunos para sacar algún provecho monetario. Cuántos no son los millones de dólares que se llevan a sus arcas las grandes compañías productoras de cine, al ofrecer al público un producto falto de lo que debe revelar toda obra artística y que consiste en “explicar por sí mismo y a su entorno el sentido de la vida y de la existencia humana” (Ibíd. p. 10.). Pero no todo está perdido y si bien es cierto no se debe esperar de las grandes compañías cinematográficas productos de profundo contenido, existen aquellas productoras independientes donde se pueden refugiar espíritus que pretendan ver propuestas estéticas de mejor calidad.
til y aleja de este tipo de cine a aquel público adulto que adora el cine animado y que por lo tanto requiere de algo más que duendes, seres espaciales, caballeros o adorables princesas. Algo totalmente diferente a lo que nos ofrece éste filme de animación japonés, donde se revelan las diferentes emociones que despiertan en dos niños, hechos tan traumáticos, como la pérdida de los padres y su hogar. De esta manera todo el peso protagónico del filme recae sobre dos seres comunes y corrientes, que expresan consideraciones más cercanas a la realidad en cuanto a los eventos y la actitud de los *Docente de lengua Castemiles de hombres y mujeres que llana.
Palabra del día Gran Dragón Rojo, Acusador, Satán, Enemigo, Belial, Belcebú, Mammon, Ángel de Luz, Ángel del Abismo, Ángel de las Tinieblas, Príncipe de la Potencia del Aire, Lucifer, Abaddhon, Legión, Dios de este siglo, Espíritu Impuro, Espíritu Inmundo, Espíritu Embustero, Tentador, Hijo
del Amanecer. Demonio proviene del griego daimon ‘dios’, ‘divinidad’, cuyo diminutivo daimonion significaba ‘genio’, ‘divinidad inferior’, denotación con la cual pasó al latín daemonium. De esos apelativos, cabe señalar que Belcebú proviene
del hebreo ba’alcebub, nombre de la divinidad de los filisteos, pueblo indoeuropeo enemigo de los judíos, que ocupó la región hoy llamada Palestina. A su vez, diablo, usado como sinónimo de ‘demonio’, proviene del latín tardío diábolos, que significa ‘el que divide, calumnia y des-
une’. Pandemónium, la capital del reino de los demonios, es una palabra creada en el siglo XVIII por el escritor épico inglés John Milton en El Paraíso perdido, como antónimo de panteón, para denominar el palacio de Satanás, habitado por todos los demonios.
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FACETAS
El profeta que creía en la felicidad Tomado de Rusia hoy*
Han pasado cien años desde el día en que en un pueblo ruso tuvo lugar un acontecimiento que tendría repercusión en el mundo entero: de la finca llamada Yásnaia Poliana se marchó de madrugada, a escondidas y sin que lo viera su mujer, un anciano de ochenta años. Se llamaba León Tolstoi. Su nombre resonaba más allá de las fronteras de Rusia. Si había alguien que fuese considerado una autoridad espiritual en la Europa de principios del siglo XX, ése era el anciano Lev, de Yásnaia Poliana. Las circunstancias de su partida y su muerte, que ocurrió diez días después, fueron rápidamente oscurecidas por rumores y conjeturas, convirtiéndose en un mito dentro del que se acabó extraviando la verdad. Pasado un siglo, es todavía más difícil separar la realidad de la ficción, pero precisamente éste ha sido el reto que se planteó el escritor y periodista Pável Basinski, autor del libro “Huida del paraíso” publicado este año en Moscú. Con la máxima atención y delicadeza, Basinski sigue el camino seguido por Tolstoi, desde que era un “chaval frívolo”, como lo solían llamar sus hermanos, hasta que se convirtió en un oficial de mérito, terrateniente y padre de una gran familia, un escritor cada vez más conocido y, finalmente, un maestro de la humanidad. Este camino no fue sólo largo y glorioso, sino que también tuvo amargas etapas. Tolstoi creía que el ser humano había sido creado para ser feliz. Él mismo soñaba con la felicidad, y el paraíso, pero no para sí mismo, sino para la mayoría. Desde aquel día en que de niño, junto con su hermano Nikolai, enterraron al lado de la finca de sus padres en Yásnaia Poliana una simbólica “varita verde” que, según cuenta la leyenda, podía hacer felices a todas las personas. Desde entonces se fue alejan-
do cada vez más de su tranquila infancia, de esa fácil receta de la felicidad, e intentaba encontrar una vía nueva, más perfecta, pero una y otra vez volvía a darse cuenta de lo poco que había adelantado en su búsqueda. Llegará el momento en el que Tolstoi, ya envejecido, diría: “Si fuera a crear seres humanos, los crearía viejos para que se fueran haciendo niños poco a poco”. Pero estas palabras fueron precedidas de siete décadas en las que Tolstoi había intentado alcanzar la felicidad terrenal. El autor de “Huida del paraíso” no sólo estudia la partida de Tolstoi, su huida, sino también el propio paraíso, ese gran proyecto tan largo como su propia vida. Algo impresionante, exitoso en muchos aspectos y, sin embargo, no del todo feliz. La León Tolstoi, centenario de su muere.
razón de esta infelicidad no radicaba tanto en la temprana muerte de sus padres, de sus queridos hermanos e hijos, incluido Vánechka, su hijo predilecto, sino en que el mayor obstáculo para su felicidad estaba en la incomprensión que Tolstoi sentía incluso en los seres más cercanos. Como suele ocurrir con toda doctrina compleja y polifacética, los seguidores más cercanos de Tolstoi alteraron el sentido de su filosofía. Es sabido que el escritor no aguantaba a los llamados “discípulos de Tolstoi” (tolstovtsy) por su estrechez y fanatismo, que contradecían la esencia misma de aquella espiritualidad profundamente personal que Tolstoi cultivaba con tanto apego y a cuya altura intentaba estar. “Huida del paraíso” es también
un libro sobre varias décadas de la vida, llena de acontecimientos, de Tolstoi, en los que el escritor estuvo madurando dolorosamente no sólo su capacidad de enseñar, sino también de actuar de acuerdo con sus convicciones, y la justicia. Además de vivir correctamente, y hacer esfuerzos por volver una y otra vez a ese camino. Es increíble que precisamente este hombre, que intentaba basar toda su vida en los principios de la misericordia, fuera excomulgado por la Iglesia Ortodoxa y declarado hereje. Pero en realidad, la Iglesia no alejó a Tolstoi de su seno, sino que ella misma se alejó de Tolstoi, y fue así como sus contemporáneos percibieron este acontecimiento. Tolstoi vivía en Yásnaia Poliana, su finca, que estaba
abierta a cualquiera: viajero, admirador, bandido o mendigo. Estaba dispuesto a encontrarse con cualquiera. Al mismo tiempo, se encontraba cada vez más ensimismado escuchando la voz de su alma, y reaccionaba con indignación ante cualquier injusticia o grosería. Yásnaia Poliana, su lugar natal, se convirtió en su puerto, su refugio, la tierra que le daba fuerzas. Sin embargo, allí tampoco le dejaban en paz. Sus obras literarias se convirtieron en objeto de controversia entre su familia y sus discípulos. Su “huida del paraíso” fue el resultado de vacilaciones y meditaciones dolorosas de muchos años y, a la vez, un acto espontáneo e improvisado. Quizá el mayor mérito del libro consista en que se oye la voz del propio Tolstoi, un hombre que duda, que se analiza a sí mismo de una forma implacable y es capaz de tomar hoy una decisión que ayer mismo le parecía imposible. Sin embargo, ya desde su juventud, nada en la vida de Tolstoi ocurría por mera casualidad. Nunca negó su responsabilidad por un solo acto suyo llevado a cabo de forma consciente, por más horroroso que le pareciera. Incapaz de seguir siendo el centro de las intrigas, abandona Yásnaia Poliana, un lugar tan querido por él, a donde volverá para siempre. Fue sepultado en el mismo sitio donde hacía más de setenta años él y su hermano habían escondido una “varilla verde” que tenía que traer la felicidad a los seres humanos. Pasados siete años estallaría la Revolución de Octubre, y aquella tierra, como decía el pequeño Vánechka dando una patada en el suelo, sería “pada todas las personas”. Pero todo aquello ocurrió de una forma muy diferente de la que había soñado el conde León Nikoláevich Tolstoi, este gran humanista acérrimo defensor de la no violencia. *Tatiana Shebaeva, traductora
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‘Loto’, el virtuosismo
de Germán Botero en Ibagué “En forma muy egoísta hago arte, porque es lo que me nace”. Germán Botero Muchos deseos de adelantar proyectos artísticos en la Capital Musical rondan por la mente de Germán Botero, el escultor tolimense de mayor reconocimiento en el ámbito internacional. Durante su más reciente visita a esta ciudad, como uno de los invitados al primer Simposio Internacional de Escultura organizado por el Museo de Arte del Tolima, el artista expresó su interés en adelantar una serie de talleres de formación, para los cuales estableció algunos contactos, a la vez, que expresó que en Colombia hacer escultura es muy complicado. Durante un corto diálogo con EL NUEVO DÍA, el maestro anunció, sin dar mayores detalles, que está desarrollando dos grandes proyectos de arte ambiental en este país, que permitan desde su experiencia artística generar una mejor relación del hombre con el mundo natural. El primero de ellos es un Centro de Interpretación en la Ciénaga Grande de Santa Marta con el Museo Bolivariano, y el segundo un monumento alusivo a una masacre en Urabá. “Hace poco acabo de mandar una propuesta a Guadalajara para participar en la segunda bienal de escultura, donde en 2009 me gané el premio del público. En febrero notifican a los seleccionados”, dijo el artista fresnense.
Su legado para Ibagué
Changchun (China), en la región Maya de Chetumal (México), San Juan de Puerto Rico, Montreal, Resistencia (Argentina) y en Cuba, y para nuestra fortuna desde finales de diciembre, una de sus creaciones engalana el Eje Cultural de la Calle 10, siendo ésta ‘Loto’, una escultura abstracto-geométrica elaborada en hierro pintado y bronce. La pieza es una réplica de ‘Loto floreciendo a los cielos’ con la que Botero ganó el ‘Premio de Excelencia’ en una exhibición celebrada en Beijing, con el propósito de promover el espíritu olímpico. “Es una obra de mi primera etapa como artista. Es una creación que aunque existe desde hace 30 años recibió premio en China, en parte porque el aspecto geométrico vuelve nuevamente a tener importancia a nivel internacional en el arte”, indicó, al referirse a la obra instalada por el MAT, en el marco del Simposio de Esculturas que rindió homenaje al artista Julio Fajardo, en la conmemoración de su natalicio. EL NUEVO DÍA: Maestro, ¿qué lo inspira para su proceso creativo? GERMÁN BOTERO: “Muchas cosas. Por ejemplo en mi primera etapa como artista a la que hace referencia ‘Loto’ era abstracto, por consiguiente, mi trabajo era muy racionalista, posteriormente en la medida que yo iba haciendo otras obras abstractas empecé una investigación en Antioquia sobre arqueología industrial que me llevó a suspender la abstracción e iniciar hacer otro tipo de trabajo más orgánico, más referido a cosas reales”.
El galardonado maestro, ha instalado su obra monumental en Seúl, Shanghai, Beijing,
END: ¿Qué lectura hace
de la unión de artistas coreanos y nacionales hecha por el MAT en el Simposio? GB: “Fue buenísima, porque Colombia es un país muy parroquial y nuestra provincia es todavía muy cerrada en cuanto al arte, apenas imagino que con este museo en Ibagué se estén preguntando cuál es el papel del arte en nuestra cultura y sociedad, por tanto es positivo que estos artistas traigan su trabajo a confrontarlo con una situación”. END: ¿Qué mensaje quiere transmitir a Ibagué a través de Loto? GB: “Yo no soy tan pedagógico, hago escultura como una sobrevivencia espiritual, en forma muy egoísta hago arte porque es lo que me nace, y que esté pensando en el público digamos que no, aunque puede ser una exageración”. END: ¿Entonces cuéntenos cómo nació su interés por el arte? GB: “Desde niño siempre he trabajado con las manos como conectando la mano y la mente, y cuando decidí estudiar en la universidad me incliné por la arquitectura, que era lo más parecido a lo que venía haciendo. Posteriormente al terminar mis estudios en Medellín se estaban haciendo las bienales de Coltejer, por cuanto había mucha actividad artista allí, y es cuando decido que no quiero la arquitectura como profesión, sino dedicarme al arte”. END: ¿Con el arte hasta qué lugares ha llegado? GB: “Del 2001 al 2003 trabajé en China, haciendo obra monumental, ya había tenido un primer trabajo en Oriente cuando se hicieron los olímpicos y tengo piezas en muchas partes, menos en Colombia, porque a uno lo quieren más afuera que adentro”.
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END: ¿Qué le hace tener ese pensamiento? GB: “El trabajo en Colombia es muy complicado sobre todo el de escultura, porque digamos que exige tener talleres y espacios, aunque no me debería quejar, porque cuando yo me gané el Premio Nacional de Escultura en 1976 en Medellín con mi primera obra, tuve buena aceptación. Por esa época en Antioquia se empieza a aplicar una Ley, que era nacional, que ordenaba que los edificios de alto costo debían poner obra pública, entonces yo logré hacer seis piezas”.
END: ¿De su experiencia
en el exterior qué se traería para Colombia? GB: “Por ejemplo del oriente el amor por la escultura, sobre todo en China, donde siempre están ligadas a los parques o el agua, y eso es algo que he tratado de hacer en mis últimas obras: meter lo ambiental”.
END: ¿Y qué lo más complicado? GB: “Un simposio al que me invitaron en Cuba, como en el 94, que era un tiempo al que ellos llamaban periodo especial, que tenía muchísimas limitaciones. Estuve allí trabajando con ellos durante dos meses, los cubanos eran muy queridos y amables, pero me tocó utilizar toda mi paciencia para po END: ¿Cuál considera der terminar mi obra”. es su mayor satisfacción? GB: “Esta es la profesión END: ¿Finalmente, qué que me da la energía y me re- consejo le da a la nueva geneconstruye con este mundo que ración de escultores? es tan complicado. Laboral- GB: “Que traten de moverse mente trabajar con los chinos mucho por el país, porque con ha sido la experiencia más im- ello uno se llena de energía y moportante de mi carrera”. tivos para trabajar el arte”.
FACETAS
El artista Germán Botero nació en Fresno en 1946, municipio de donde salió a la edad de ocho años, junto con su familia huyendo de la violencia. Estudió arquitectura en la Universidad Nacional de Colombia, de Medellín, ciudad en la cual el arte lo conquistó. Allí sus obras más importantes están emplazadas en el edificio El Tesoro y en el centro comercial del Camino Real. Su introducción al arte se dio al concluir sus estudios universitarios, realizando construcciones con elementos lineales conformando cubos aéreos de madera o aluminio, que luego cambió hacia un trabajo más orgánico, pero fue en 1976 que se dio a conocer, gracias a su obra Torre de metal, que le mereció el primer Premio en Escultura del XXVI Salón Nacional de Artes Visuales.
El notable ingenio que demostró desde sus inicios le permitió representar a Colombia en el Simposio Internacional de Escultura, Parque Olímpico de Seúl, Corea, en 1988; en el III Simposio Internacional de Escultura, Guardalavaca, Cuba, en 1994, y en la II Trienal Americana de Esculturas de Chaco, Argentina, en 1996. Igualmente, participó del Primer Simposio de Escultura en Beijing, en el 2002; en el 2004 en la V Bienal Barro de América en Maracaibo, Venezuela, y en 2006 integró la exposición ‘Ágora de fuego, cerámica contemporánea de Venezuela y Colombia’, en la biblioteca Luis Ángel Arango, en Bogotá. En la actualidad exhibe en el Museo Bolivariano una muestra colectiva denominada ‘Madreagua’ junto con sus colegas Lynne Hull y Óscar Leone.
FACETAS
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El cuento
Por Jacobo Alberto Reyes Godoy*
Admito que luego de charlar por horas, buscaba besarte cuando te dije: —Cuántos hombres se habrán perdido al fondo de estos ojos tuyos. No supe más, sólo el verme en esta atmósfera oliva y esférica, como un buzo en una canica de sedosas algas, o un grillo confundido entre la selva anochecida. En mi prisión circular vi un orificio de luz intermitente, cuyo prisma esmeralda flotaba por toda la cúpula sin sombra ni distan-
Poesía
William Geovany Rodríguez
Ojos
cia. Investigué, y pude ver hacia arriba la ondulación de tus pestañas; abajo, la punta de tu nariz, y al fondo un cuarto de motel con nuestra propia ropa tirada por el suelo. Así me supe desnudo, cautivo y diminuto; sólo entonces choqué con ellos. No los había visto antes porque eran tan verdes como yo; verdes fuegos, verdes almas. Eran los otros cientos de hombres perdidos, y aunque todos éramos átomos de la nada, no hubo una palabra entre rivales. Ya en tu casa fuiste a dormir, y todo aquí se in-
Poeta colombiano
clinó y oscureció; yo me fui quedando quieto, como una lenta aceituna al fondo del frasco, espiando tus sueños, escuchando el murmullo de tus pensamientos, descifrando el fluir de tu conciencia, vigilante en la esperanza de que vuelvas a verme aún en el más íntimo de tus recuerdos. *Escritor colombiano.
Este minicuento obtuvo el Primer Puesto en el XVI Concurso Departamental de Minicuento San Marcelino Champagnat 2010 en el Tolima, categoría docentes y talleristas literarios.
Sustitutos
El rostro de la guerra
Muchos sacian su angustia en los ojos del huracán y dentro de la incertidumbre se aproximan hacia el final donde el día ya no pestañea y la noche muere sin su pan Desde las puertas del más allá Alguien toca la puerta del más allá para descender desde la otra orilla Allí encuentra su propia sombra palidecer junto a la Luna De regreso a su morada la luz le concede otra salida.
El rostro de la guerra tambalea con los desmembrados Las flores de la desgracia hieren como nunca dejan en el murmullo una profunda incertidumbre y oscurece el arte de los que aún sueñan preguntándose por el misterio de la creación ¿Somos principio de una creación que se olvida de sí mientras inventa la existencia? *Estos poemas hacen parte del Premio de Poesía Festival de los Ocobos 2010, Ibagué.
FACETAS
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“La aparición de nuevos soportes y públicos puede revitalizar la literatura”
Por Eduardo Corrales*
“Si algo puede revitalizar la literatura es la aparición de nuevos soportes y por lo tanto de nuevos públicos”, afirma el narrador, ensayista y crítico literario Antonio Orejudo Utrilla (Madrid, 1963). “No sería la primera vez que un nuevo soporte revoluciona la cultura. La imprenta provocó la guerra de religiones europeas, el cisma entre católicos y protestantes, y nuevos géneros literarios: el siglo de oro español nunca hubiera sido posible sin la aparición de la imprenta”, puntualiza. El autor de Fabulosas narraciones por historias (1996) asegura que “la narrativa española se ha trivializado de un modo alarmante; los editores españoles buscan como locos otro boom, que nos salve del naufragio, por eso se está publicando tanta literatura latinoamericana en España ahora”. A su juicio, tan intensos afanes resultan infructuosos hasta el momento: “No aparece nada ni nadie, porque el arte literario —como la Iglesia Católica— ha dejado de tener relevancia social: ni siquiera (Roberto) Bolaño merece la fama que tiene”. En cuanto a la Guerra Civil y sus alrededores como una rica fuente de la cual fluye buena parte de la narrativa española contemporánea, Orejudo no prefigura un agotamiento inminente: “Eso sólo sucederá cuando volvamos a organizar otra semejante”. Su primera novela, Fabulosas narraciones por historias, obtuvo el Premio Tigre Juan y mereció la calificación de “tan extraordinaria como desvergonzada, iconoclasta, irreverente; brillante y deslenguada hasta decir basta”, de parte del crítico Javier Goñi (quien saludó
al autor como “un peligroso terrorista de la pluma”). Su segunda novela, Ventajas de viajar en tren (2000), le valió el XV Premio Andalucía de Novela y que el presidente del jurado, Juan José Millás, la llamara “obra maestra”. “En general no suelo hacer mucho caso de los juicios literarios de mis contemporáneos”, sostiene el escritor. “Como profesor de literatura, estoy cansado de ver escritores que despertaron entusiasmo en su tiempo y que hoy están olvidados. Y al contrario, creadores ignorados en su tiempo, que luego se convirtieron en gigantes”. En cuanto al rótulo de “generación inexistente” con el que algún crítico pretendió definir a Orejudo y a sus coetáneos literarios, el autor apunta que se trata de “una estrategia de marketing, periodismo cultural”. “Cuando los escritores de una generación son tan variados que resulta imposible encontrar un común denominador, se recurre al término generación inexistente”, acota. Acerca de la llamada generación Nocilla (a la cual su presunto máximo exponente, Agustín Fernández Mallo, se refiere como “una etiqueta puesta por la empresa cultural”), Orejudo aclara que “está compuesta por poetas que han escrito narración, renuncia al argumento y a la trama: yo no”. En Fabulosas narraciones por historias, el narrador plasmó un irreverente relato que aborda la vida en la Residencia de Estudiantes en los años 20 del siglo XX. “Es la obra de un escritor que todavía confía en las técnicas narrativas tradicionales, y que no siente la necesidad de mostrarse crítico con ellas”, comenta. Luego explica que esa actitud se rompe en Venta-
jas de viajar en tren, “donde se cuestionan esos mismos principios y en particular la verosimilitud”. En las dos siguientes novelas —Reconstrucción (2005) y Un momento de descanso (saldrá en febrero de 2011)—, “las preguntas sobre la verosimilitud dejan paso a una preocupación por el estatus del narrador”. “En cuanto al contenido, las cuatro son disparos de francotirador a cuatro instituciones, a cuatro verdades heredadas: la historia, la literatura, el poder político y la universidad, respectivamente”, anota. Ventajas de viajar en tren ofrece una historia permeada por el humor y una fuerte carga de locura desatada a partir de la perturbadora oferta/interrogante: “¿Le apetece que le cuente mi vida?”. En Reconstrucción, ambientada en la Europa del siglo XVI, el autor apunta con certera ironía manifestaciones tan severas como el fanatismo de orden religioso. “La Iglesia Católica es una institución irrelevante ideológicamente. Si yo escribí sobre ella en Reconstrucción es porque en el siglo XVI representaba al poder político: hoy sigue siendo un negocio, menguante, pero todavía rentable”, anota. Orejudo entiende que “España sigue siendo el país europeo donde la Iglesia Católica tiene más clientes: por eso llega el Papa. Sus declaraciones hay que entenderlas en este marco; el impresentable no es el Papa, los impresentables son los políticos socialistas, que transigen con todas sus exigencias”, sentencia. La esperada Un momento de descanso “trata de lo incómodo que nos resulta a las personas del siglo XXI vivir sin certezas y huérfanos de referentes morales, históricos, literarios, personales,
políticos”, adelanta. “Por no poder confiar, no podemos confiar ni en nosotros mismos”. En cuanto al humor, cultivado por él y eludido por otros autores, anota que se trata del gran misterio de la tradición literaria española. “¿Cómo siendo el humor un condimento tradicional, puede ser tan denostado? Se debe a una confusión: lo contrario de divertido no es serio, sino aburrido”, enfatiza. “O, como decía Eugenio D’Ors, un escritor catalán: ya que no podemos ser profundos, seamos al menos oscuros”. Con respecto a un método de trabajo propio, explica: “Escribo con regularidad durante un año o dos. Y cuando
tengo un volumen inmanejable de material, comienza el verdadero trabajo del escritor: eliminar material. A veces es doloroso, porque hay que eliminar episodios que a uno le gustan, pero que no le van al texto”. En relación al Premio Nobel de Literatura 2010 comenta: “Con la lógica de la Academia Sueca, Vargas Llosa merecía el premio desde hacía mucho tiempo. Es un narrador excelente. Me interesa menos como intelectual. Sus análisis políticos me parecen endebles y construidos con prejuicios. Sus análisis literarios tampoco me han iluminado”. *Escritor y crítico peruano. Letralia.com, tierra de letras.
FACETAS
IBAGUÉ, ENERO 9 DE 2011 Editorial: Intermedio Editores Título: Viaje a lo profundo del alma Autor: Olga Susana Otero Páginas: 308
Editorial: Tuquets Título: Inés y la alegría Autor: Almudena Grandes Páginas: 730
Bogotá, Colprensa En una de las novelas más vendidas este año en España, ‘Inés y la alegría’, la best-seller española Almudena Grandes relata uno de los episodios menos conocidos de la historia del siglo XX en España: la invasión del Valle de Arán, en el Pirineo de Lérida, por el Ejército de la Unión Nacional Española. Como ya es costumbre en las obras de la autora, combina personajes reales con algunos de la ficción para hablar de aquellos hombres y mujeres que lucharon por convicciones e ideales, como lo es Inés, quien desde Madrid apoyó la causa Republicana, y pese a todos sus padecimientos, sigue creyendo en la libertad. ‘Inés y la alegría’ es la primera obra de un proyecto de seis novelas que se han denominado ‘Episodios de una guerra interminable’, todas escritas por Almudena Grandes, interesada en las luchas internas que vivió su país entre 1939 y 1964.
Bogotá, Colprensa Las constelaciones familiares son un tipo de psicoterapia sistémica familiar desarrollada por Bert Hellinger, a través de la cual el ser humano busca en lo más profundo de su alma y de la historia familiar, la solución a los problemas físicos y emocionales, todo mediante el reconocimiento y el perdón. No es nada sencillo llevar a la práctica este reconocido método. De ahí que la psicóloga clínica de la Universidad Javeriana Olga Susana Otero, especialista en el estudio de las constelaciones familiares, presente esa serie de pasos en búsqueda de un uso exitoso de la psicoterapia de Hellinger. A través de las páginas de este libro la autora también busca demostrar la efectividad del método, contando diferentes historias de vida, incluyendo la del creador, así como la suya propia.
Editorial: Urano Título: El Poder Autor: Rhonda Byrne Páginas: 260
Editorial: Debate Título: Las conexiones de la ETA en América Autor: Florencio Domínguez Páginas: 334
Bogotá, Colprensa Florencio Domínguez es considerado uno de los periodistas que más ha estudiado el fenómeno del grupo terrorista ETA, con más de una decena de publicaciones, entre ellas, su más reciente libro: ‘Las conexiones de la ETA en América’. A través de esta vertiginosa crónica se logra entender que fenómenos terroristas como la ETA en España y las FARC en Colombia se convirtieron en problemas internacionales, pues ellos, según su autor, han creado redes de cooperación con subversivos de Chile, el entrenamiento a las FARC, con financiamiento a los tupamaros uruguayos y una fuerte influencia en Venezuela. Todo parte del sorpresivo viraje de la ETA sobre su posición indigenista, pues ahora dicen apoyar la lucha con los pueblos originarios del continente.
Bogotá, Colprensa Tras el éxito mundial de ‘El Secreto’, su autora Rhonda Byrne publicó su siguiente trabajo editorial continuando con el tema del pensamiento positivo más allá de la famosa Ley de la Atracción. Se trata de ‘El Poder’, donde la escritora anima a sus lectores a tomar el control de sus sentimientos y de su frecuencia vibracional, para ser los verdaderos arquitectos de sus vidas. “¡La vida se supone que es divertida! Cuando te diviertes, te sientes muy bien y recibes grandes cosas. Divertirse trae la vida que deseas. Tomar las cosas demasiado en serio trae una vida que hay que tomar en serio”, es una de las claves que Rhonda Byrne propone en su nuevo libro.
DIRECTOR: Antonio Melo Salazar JEFE DE REDACCIÓN: Martha Myriam Páez Morales COORDINADOR: Benhur Sánchez Suárez, Redacción cultural EL NUEVO DÍA PERIODISTA: Sandra Lombana M. EDITOR: Billy Edison Zúñiga Valencia DISEÑO: Katherine Moreno ILUSTRACIONES: Obras del pintor colombiano Ancízar Castaño FOTOS: Hélmer Parra, suministradas, Colprensa, EL NUEVO DÍA. Carrera 6 No. 12-09 Tels. 2770050 - 2610966 Ibagué Tolima - Colombia Apartado Aéreo 5476908-K www.elnuevodia.com.co Todos los derechos reservados. Prohibida la reproducción total o parcial sin autorización expresa del Grupo Editorial Aguasclaras S.A.. ISSN: 021545-8.