IBAGUÉ, SEPTIEMBRE 5 DE 2010
FA CE
TAS CULTURA AL DÍA ENSAYO
El arte del cuento Flannery O’connor ENSAYO
Reencontrando el infinito Poetiza colombiana Olga Elena Mattei Historia
Honda
Tiberio Murcia Godoy
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IBAGUÉ, SEPTIEMBRE 5 DE 2010
El arte del cuento Por Flannery O’Connor*
Siempre he oído decir que el cuento es uno de los géneros literarios más difíciles; y siempre he tratado de descubrir por qué la gente tiene tal impresión respecto de lo que considero una de las formas más naturales y básicas de la expresión humana. Aún me inclino a pensar que la mayor parte de la gente posee una cierta capacidad innata para contar historias; capacidad que suele perderse, sin embargo, en el camino. Por supuesto, la capacidad de crear vida con palabras es esencialmente un don. Si uno lo posee desde el inicio, podrá desarrollarlo; pero si uno carece de él, mejor será que se dedique a otra cosa. No obstante, he podido advertir que son las personas que carecen de tal don, las que, con mayor frecuencia, parecen poseídas por el demonio de escribir cuentos. Estoy segura que son ellas quienes escriben los libros y los artículos sobre “¿cómo se escribe un cuento?”. Un cuento es una acción
Tabaco El tabaco, reconocido hoy como una droga que provoca adicción y causa diversas enfermedades mortales, ya era usado por los indígenas americanos. Introducido en el Viejo Continente por los conquistadores españoles, gozó de gran prestigio: Francisco Hernández de Toledo llevó la semilla del tabaco a España en 1510; el escritor y diplomático francés Jean Nicot (en cuyo apellido está el origen de nicotina), a Francia y la cultivó hacia 1560; el navegante Fran-
Palabra del día cis Drake la introdujo en Inglaterra en 1585, y en el siglo XVII, se extendió por el resto de Europa, Rusia, China y Japón. La palabra tabaco aparece por primera vez en 1535, en el Diálogo de la lengua, de Juan de Valdés. Se ha dicho que es originaria del idioma de los primitivos habitantes de Haití, de la voz tobago, término con el que los indígenas caribeños denominaban a una especie de pipa o caña alargada que utilizaban para fumar, pero Coromi-
nas señaló que las palabras de origen árabe tabacco y atabaca se empleaban en España y en Italia mucho antes del Descubrimiento, por lo menos desde 1410, como nombre de diversas hierbas de efecto somnífero. Además, como los indígenas antillanos usaban el tabaco para marearse, resulta más verosímil que los conquistadores españoles hayan dado este nombre al producto, fabricado hoy con hojas de las plantas solanáceas Nicotiana tabacum y Nicotiana rústica.
dramática completa, y en los buenos cuentos los personajes se muestran por medio de la acción, y la acción es controlada por medio de los personajes. Y como consecuencia de toda la experiencia presentada al lector se deriva el significado de la historia. Por mi parte prefiero decir que un cuento es un acontecimiento dramático que implica a una persona, en tanto comparte con nosotros una condición humana general, y en tanto se halla en una situación muy específica. Un cuento compromete, de un modo dramático, el misterio de la personalidad humana. Para el escritor de ficciones, en el ojo se encuentra la vara con que ha de medirse cada cosa; y el ojo es un órgano que además de abarcar cuanto se puede ver del mundo, compromete con frecuencia nuestra personalidad entera. Involucra, por ejemplo, nuestra facultad de juzgar. Juzgar es un acto que tiene su origen en el acto de ver. En la escritura de ficción, salvo en muy contadas ocasiones, el trabajo
no consiste en decir cosas, sino en mostrarlas. Un buen cuento no puede ser reducido, sólo puede ser expandido. Un cuento es bueno cuando ustedes pueden seguir viendo más y más cosas en él, y cuando, pese a todo, sigue escapándose de uno. En la mayoría de los buenos cuentos es la personalidad del personaje lo que crea la acción de la historia. En la mayoría de esos cuentos, siento que el escritor ha pensado en una acción y luego seleccionado un personaje para que la lleve a cabo. Usualmente, existen más probabilidades de llegar a un buen fin si se comienza de otra manera. Si se parte de un personaje real estamos en camino de que algo pase antes de empezar a escribir, no se necesita saber qué. En verdad, puede ser mejor que uno ignore lo que sucederá. Cada uno debe ser capaz de descubrir algo en el cuento que escriba. *Escritora norteamericana. Con-Fabulación, periódico virtual.
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Peldaños para escalar la noche IBAGUÉ, SEPTIEMBRE 5 DE 2010
Para los lectores Esperanza Carvajal Gallego es la poeta de la interioridad y de la soledad por su permanente cuestionamiento al lector y al periplo del hombre por la tierra. De niña, paseaba tardes enteras en un pequeño cementerio leyendo frases lapidarias escritas en losas invadidas por la maleza; fechas borrosas y nombres ilegibles dieron forma y vida a esos personajes que conforman el universo particular de lo que hoy es su escritura. En su poesía se amalgaman todas las pasiones
Diario vivir La vida, la muerte. Las ausencias, las presencias. El tiempo. El mundo poético de Luz Mary Giraldo establece vínculos con el tiempo, supera el abismo entre la vida y la poesía. Para hacer esto le resulta cómoda la contemplación y el uso más expresivo de la palabra que no quiere decir necesariamente musicalidad o preciosismo, sino más bien esencialidad alcanzada mediante la constante investigación de lo cotidiano donde parece, por momentos, que quisiera radicarse con un método muy particular, interiorizándolo y tratando de dar de él una explicación mejor y más alta: transformándolo en poesía. Con esto se quiere decir que la poesía nace de la vida, y con ella debe pactar; aunque el pacto se produzca sobre todo con la palabra, único instrumento capaz de expresar la vida. Aunque al expresarla
se debe sobre entender un sentido de sorpresa siempre presente dentro de la vida, dentro de la soledad, dentro de lo impracticable del sueño. La palabra es el único instrumento capaz de transmitir el milagro de los días; y su voz oculta. Es entonces que la poesía se vuelve memoria evocativa que nos invita a un viaje, y es más, nos lo facilita: un viaje que nos permite volver a apropiarnos de todo, capturar esos recuerdos que constituyen el alimento de la conciencia, que no nutre sólo la mente sino que es también conocimiento intuitivo, emotivo, físico, en un juego de correspondencias que parten hacia el descubrimiento de las semejanzas, que hablan de comprensiones simultáneas que se vuelven “supremas, en el instante en que nace la poesía”. Franca Bacchiega
humanas, ya que el destino ha sido uno de los temas centrales expuesto en diferentes escenarios, porque recoge los interrogantes que indagan el corazón del hombre en la perenne búsqueda por encontrar respuestas a las inquietudes y emociones que encarnan la transcendencia en esa pesquizá infatigable de ese ser que habita en sí mismo. Esperanza retoma las instancias del dolor y la soledad no como una queja; al contrario, se aleja de los lugares comunes; no muestra la imagen descarnada, descriptiva de un suceso
desafortunado. Ella devuelve una poesía embellecida y transformada por nuevas imágenes; es allí donde la obra adquiere su mayor belleza; el dolor se torna iluminado por giros del lenguaje que dan como resultado otra forma de confrontar el mundo. En sus textos se fusionan las pasiones humanas, donde da paso al refinamiento de la palabra como el más cuidadoso de los alquimistas. Aquí, se entabla un perenne diálogo con el ausente y se espera al cartero con noticias traídas desde la eternidad.
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Olga Elena Mattei
Reencontrando el infinito Teniendo en cuenta la condición religiosa de un país como Colombia y esa extraña relación que existe con una permisividad mojigata de casi todos aquellos que alguna vez hemos hecho o deshecho. Ya Foucault lo enunciaría como una sociedad “victoriana” en su texto Historia de la Sexualidad. Es dentro de este contexto en el que los cuerpos luchan por un espacio y la condición desproporcionada de la información se absorbe desde pantallas que irradian explicitamente todo aquello que se ha intentado mantener oculto. El cuerpo se exalta y busca ver, mientras la mente se colma de imágenes y sonidos que pasan a través de la retina, la vista sustituye los otros sentidos y por un segundo creemos poder saborear aquellos destellos de luz que recrean alguna fruta. Las tres dimensiones se funden en dos que parecerían abandonarnos a nuestro propio destino marcado por teclas. En medio de todo esto que ya se agota en nosotros mismos pero que somos incapaces de dejar a tras surge eso otro que desde la periferia lucha por sostenerse en medio de la nada y de un todo que arremete contra el ser. Hemos olvidado entonces todos los procesos que existen y los productos son sólo una inventiva más, algo que llega en cajas y se va con la misma velocidad, mecánica tentación que vence la percepción del mundo. Y es que toda esta tecnología nos ha permitido de igual forma adentrarnos un poco en nuestra propia historia en esa que aterriza desde los átomos y los agujeros negros, esa inconclusa historia que también por mucho tiempo fue vedada, no por mojigatería sino por intereses por un poder que se eleva por encima de la fe, y fue entonces que se necesito de esa otra explicación de esas otras palabras que colmaron las mentes de más preguntas de las que podían resolver y de las que hoy parecieran tener respuesta no sin antes sembrar más interrogantes.
El universo se convirtió entonces en un basto campo de estudio y posteriormente lo hizo ese otro universo, el de las partículas que no vemos. La ciencia centró sus esfuerzos para explicar todo ello, la sociedad ‘victoriana’ se escandalizó mientras se fascinaba por las respuestas que surgían. Si entendemos entonces la importancia de todos estos avances y a la par el de las artes, hace falte algo que se pierde con el tiempo, con el proceso que no tenía reversa pero luego busca nuevos senderos con la muerte de la modernidad, el alma, es pues eso que va quedando a un lado, se digitaliza y se esfuma de lo humano. Es pues empresa del arte mediar entre todo este caos, es pues cuando de los números y las letras, de las palabras y la física, la química, el espacio y la constante inquietud filosófica del origen. Sé que parece pretencioso nombrar todo esto junto pero es lo que he encontrado entre los versos de una poetisa colombiana Olga Elena Mattei. Escuchando al Infinito es quizás una de las pocas obras poéticas que últimamente ha llegado a mis manos y que en realidad ha logrado conmover algo en mí. De lo verídico de las ciencias exactas aun dudo, de la renovada palabra en la pluma de un escritor también. Pero Olga Elena ha logrado acercarse demasiado al espíritu mismo del universo sin negarle su inmensidad y divinidad.
Sus versos van desde los átomos y partículas que danzan en nuestro espacio visible, hasta esa infinita energía que todo lo llena y encuentra. Va desde la efímera existencia del ser humano hasta la eterna exaltación del universo y su infinito fuego cuántico, en donde el Ser se cuestiona y es confrontado por las leyes naturales de la propia existencia y de cuanto lo rodea. “…envuelta en su atmósfera rara, y en el plasma ionizado que irradia la vibración colectiva de las criaturas vivas encendidas en subpartículas de alma. Aquí, la mía: fracción de quark que piensa y ama…” La transitoriedad del ser y su innegable relación con la muerte permiten a la poeta acercarse y observar la vida desde una esfera compuesta por luz y eternidad. Las manos y los astros se encuentran en un núcleo cristalino del que brotan
las emociones humanas y las palabras tejidas por signos silenciosos chocan como partículas errantes en nuestro propio universo mortal. Del abismo humano se escapa su propia muerte, envuelta en levedad y discontinuidad, a donde caen las emociones y la gravedad las atrapa en ese no espacio no tiempo. Olga Elena crea atmosferas de planetas que circundan espacios interiores. De la forma, de los poemas poco puedo decir, pues no es mi labor ser la taxonomista que se encargue de diseccionar esta hermosa obra para analizarla; no es tampoco la misión del crítico o del artista la de levantarse por encima de esa explosión cósmica que en la poeta se jacta de belleza expresiva y de reflexión filosófica. Del cuestionamiento del origen humano y de la música que se desplegó en el momento en que la materia no se resistió a sí misma, Olga Elena eleva sus preocupaciones cósmicas que no son otras sino las humanas. Salto entonces de lo humano a lo cósmico, o de lo cósmico a lo atómico, y si bien no existe una teoría física que explique en conjunto estas esferas de la existencia o aquellas de la no existencia (antimateria), es cierto que al menos una poetisa quiso acercarse a ello.
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Honda, 390 años de su erección en
Parroquia por parte de la Compañía de Jesús Por Tiberio Murcia Godoy*
Sólo hasta el siglo XXI se pudo dar con certeza el lugar donde había sido construida la Parroquia de Blancos de San Bartolomé, la cual fue erigida el 24 de agosto de 1620. Y esto se logró gracias al trabajo de la investigadora Ángela Inés Guzmán, “La ciudad del río, Honda”, publicado en el 2002, y que en honor a la verdad muy pocos hondanos habrán leído, y de Rufino Gutiérrez en “Monografías” 1920. Aunque Roberto Velandia Rodríguez en su libro “La Villa de San Bartolomé de Honda”, editado en 1989, y Armando Moreno S., en “Honda, una historia urbana singular”, nos habían dado puntadas muy interesantes, no nos indicaron el lugar. Y qué decir de Padre Pedro de Mercado S.J. en su libro “Historia de la Provincia del Nuevo Reino y Quito de la Compañía de Jesús”, quien, además, fue rector del colegio en 1678, ni siquiera nos acercó; tampoco Juan Manuel Pacheco, S.J., con su libro “Los Jesuitas en Colombia”. Tomo I (1567-1654), que hace un estudio minucioso de la Compañía. Pues bien, con estos verdaderos pesos pesados de la historiografía colombiana, corremos el velo de la Parroquia de Blancos de San Bartolomé y mostramos el sector donde estuvo ubicada la primera Parroquia de la Villa de San Bartolomé, erigida un 24 de agosto de 1620, hace 390 años. En la época colonial se clasificaban las poblaciones de acuerdo a la importancia, y recibía el titulo que les correspondía, así: Ciudad, la que había sido fundada; Villa, mediante solicitud interpuesta por notables sufragando dinero a la Corona; Parroquia de Blancos. Parroquia de Negros, cuando tenía cura párroco, (para Españoles o Negros), y un poco más abajo Encomienda, a cargo de una persona
Sitio donde funcionó la Primera Parroquia en la hoy ciudad de Honda. Estación del Ferrocarril (Foto Tiberio Murcia Godoy 2010). muy cercana al conquistador de las nuevas tierras fundadas. Por lo que observamos que Honda, antes de ser Villa, fue clasificando de acuerdo a su progreso, de ahí que nos adentraremos a la Parroquia que se nos fue concedida hace 390 años. Esta génesis nos la describen los padres Mercado y Pacheco: “De paso para Antioquia dieron en este puerto, en 1620, una fructuosa misión los PP. José Alitran y Vicente Imperial. Había muerto en aquellos días el párroco del lugar, Gonzalo Vera, y los vecinos se empeñaron en que los
(Elaborado por Tiberio Murcia Godoy 2010)
(1) La Parroquia (actual Estación del Ferrocarril). (2) El Colegio (Actual entrada de las bodegas de la antigua fábrica cervecera Bavaria) y (3) El Hospital San Cosme y San Damián (Actual sede de Juan Manuel Rudas, antigua Escuela de Niñas de El Carmen), hoy el barrio Alto de San Juan de Dios.
Jesuitas rigieran los destinos espirituales de la población. Tanto insistieron que obligaron al P. Imperial a regresar a Santafe con cartas apremiantes del capitán Martín de Ocampo, corregidor de Mariquita; del capitán Ruiz Díaz de Aguilar, de juez de canoas, y de otros vecinos importantes. Encontrase en Guaduas el P. Imperial con el presidente don Juan de Borja, quien gustoso concedió de su parte la autorización necesaria para que la Compañía se encargara del curato. De visita en Tunja se hallaba el arzobispo don Hernando Arias de Ugarte, y hasta allá llego el P. Imperial. Al exponerle el jesuita su misión respondió el prelado: “No sólo esa doctrina; sino todas las del arzobispado entregaría con gusto a la Compañía”, fue así como “en agosto de 1.620 eran nombrados párrocos de Honda los PP. Pedro de Ossad y José Alitran”, “y empezó en un muy señalado día que fue víspera de San Bartolomé”. Primeros curas párrocos. El Padre Mercado nos recuerda que “por primicias
IBAGUÉ, SEPTIEMBRE 5 DE 2010 cogieron el padre Pedro de Ossat y su compañero el padre Josef de Alitran las incomodidades del templo”, “el padre Pedro de Ossad, aragonés, fue el primer cura religioso de este pueblo y también su vicario”, “no todos los vecinos de Honda se mostraban contentos con la venida de los jesuitas. La oposición pronto comenzó. Pero no por esto juzgaba la congregación provincial de 1621 que se debía dejar la parroquia. En uno de los postulados pide que se conserve. Es, añadía la congregación, un lugar muy a propósito para nuestros ministerios, pues es un puerto muy activo. En un año han sido bautizados 300 negros”. Los Primeros Ornamentos. Iglesia que se respete debe estar muy bien equipada y de ahí depende la gestión de los padres que se encuentren al frente de la misma. “Estos dos primeros padres pusieron su primer cuidado para que la iglesia tuviese lo necesario con curiosidad y aliño para el culto divino y especialmente para celebrar el santo sacrificio de la misa. Su devoción eligió por titular de la iglesia a la Virgen Santísima en el glorioso día de su Asunción a los cielos, y para este efecto hicieron traer desde Santafe a Honda un muy grande y muy bello lienzo de este misterio glorioso y con gran aliño de carteles dorados lo colocaron en el altar mayor, pero después de muchos años el templo caliente de Honda que no sufre la conservación
de las cosas lo consumió y acabo del todo”. Por eso en Honda, durante muchos años, tal vez por desinterés, apatía o desidia, no daban información sobre el sitio o lugar preciso donde funcionó la primera Parroquia en la Villa de San Bartolomé de Honda, aunque Rufino Gutiérrez en su libro “Monografías” ,publicado en 1920 en la Biblioteca de Historia Nacional, dio unas puntadas al escribir, con base en una visita que hizo a Honda el 14 de marzo de 1917 lo siguiente: “Donde está hoy la estación del ferrocarril parece que empezaban a construir los jesuitas un edificio para colegio cuando vino la expulsión”. Bueno, algo es algo, al observar don Rufino las ruinas creyó que eran las que habían quedado al empezar la construcción, cuando en realidad eran las ruinas dejadas de las edificaciones de los Jesuitas. Pero fue la investigadora, arquitecta Ángela Inés Guzmán, quien en su obra “La ciudad del río. Honda”, publicado por la Universidad Nacional en el 2002, las puntadas con más aciertos, incluyendo el mapa que elaboró donde ubica con certeza el sitio donde estuvo ubicada esta importante Parroquia en el siglo XVII (p. 50) Ella, además, escribe, “el edificio del antiguo convento de la Compañía de Jesús estaba localizado a una cuadra del casco urbano, en el arrabal de la Villa”. *Presidente Centro de Historia de Honda
El cuento
Entonces yo me pregunto estás de viejo!” Entonces yo me pregunto: “¿Por qué las madres se duelen de hallar envejecidos a sus hijos si jamás la edad de ellos alcanzará a la de ellas?” El alma en pena de mi madre recorre mi cuerpo con ojos que dan grima. Sus manos tiemblan, zurcen mis pantalones, jue-
gan con los reptiles. El aire se refocila en los cristales y un aroma de pan recién horneado amansa los remolinos de la noche. Mi madre canta. Busca palabras que alivien con música las hendiduras de su propio corazón. A veces se detiene y dice: “¡Hijo, vuelve junto a tu padre, acaricia con lágrimas su pulmón herido; visita de vez en cuando a tus hermanos; llora en paz y sálvate, pero no te avergüences de haber salido de mi vientre escaldado!” La madre es fría y está cumplida. La mía intenta rescatarme de un despeñadero que cultivo con ganas. Me niego a abandonarlo. No quiero. No puedo. Se me hizo tarde para regresar a la casa materna y mucho menos a ese pleamar de cascabeles sucios que reclama mi cara para tatuar en ella un plano de los días en que fuimos felices. Mi madre tose, se le escapa el aire, lo deja ir con la inspirada resignación de quien escribe un salmo. Mientras camina, se mira en el espejo para verme soñar. Sueña conmigo. Nos soñamos. A veces se detiene y dice: “¡Hijo!” Entonces yo me pregunto...
Fotografía artista tolimense Manuel Ramos, MAROS.
*Escritor colombiano.
Por Alberto Rodríguez Tosca
No hay paz en la tumba de mi madre. Cada noche la escucho arrastrar sus viejas pantuflas de goma por toda la casa. Mientras camina, lava los platos, raspa el polvo, ordena mis camisas. A veces se detiene y dice: “Hijo, ¡cómo
Dolors Alberola
Poesía En el principio fue el número Creárase la soledad, el doble de ella misma, e incluso el triple y llegárase al siete de la nota, al lugar del descanso, al punto geométrico, al triángulo exacto de la transmigración perenne el alma que se escapa entre los brazos quietos y el triángulo -viejo- con sus
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Poeta sueca
catetos rotos-. Y de nuevo hacia el uno, hacia la sola agua. Consonancia perfecta el uno con el dos y cada nota, fija, en esa vibración, exactamente el doble en las octavas altas. Creárase la soledad, el infinito nunca de la música, el punto equidistante entre la nada. La piel del hombre, un árbol.
En su interior, lo solo y el dos y el tres en su costado y el cuatro y nuevamente el cinco con sus dedos correctos y el seis (como de hombre) y el siete del retorno. El ser, así, girando en desmesura, como un sonido ciego y un estuche, desnudo en cada muerte. Pitágoras Metaponte, h. 500 a.C.
Genealogía de la hembra Yo, que fuera tu Agar, la esclava, y fuera Jezabel, arrojada a los perros de la noche y, así, fuera María -tan delicada y pura ante tus ojosy Ruth, con una espiga de fuego entre sus manos y, aún, fuera Judith, rozando esos cabellos de Holofernes,
y Salomé, bailando sin descanso; y me tomaras una y otra y cien mil veces, gritando: Oh, Jericó -al golpe clamoroso y tu trompeta no se extinguiera nunca-. Tú, que fueras, en mi profunda cueva del amor, el dolor hecho carne y coito entre los hombres.
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. Tomo I y II Título: La violencia en Colombia ando Autor: Germán Guzmán, Orl Fals Borda y Eduardo Umaña Editorial: Alfaguara Colprensa
Título: La vida secreta de Marilyn Monroe Autor: J. Randy Taraborrelli Editorial: Norma
Colprensa
Dos tomos a través de los cuales se puede entender el pasado y el presente del conflicto colombiano, “La violencia en Colombia”, se acaban de editar en formato de bolsillo. Tres verdaderas autoridades en el tema, a lo largo de muchos años de investigación, crearon estas piezas de invaluable valor para mel conocimiento de lo que sucede en Colo en bia, con una primera edición del tomo uno volu 1962, y dos años más tarde el segundo cinmen, contando con una reedición de hace co años. ato de Pero nunca se había editado en form manebolsillo, el cual ahora aparece como una an cora de permitir que más colombianos pued . ncia nocer las raíces y el desarrollo de la viole
Hace casi cinco décadas el mundo del espectáculo sufrió una de sus más grandes pérdidas con el fallecimiento de Marilyn Monroe, quien se convirtiera en un ícono de la cultura pop y marcara los estándares de la actual belleza occidental. Ahora, J. Randy Taraborrelli, una verdadera autoridad en las biografías de celebridades, como Michael Jackson, Frank Sinatra, Madonna y Elizabeth Taylor, presenta en español su investigación sobre la vida de Marilyn, con detalles reveladores sobre su imposibilidad de amar y desequilibrio mental que intentó controlar a través de las drogas. Es una historia de largo aliento, contanda con una edición de lujo, con una selección de fotografías sobre los momentos claves de esta estrella de todos los tiempos. Es la vida de una de las mujeres más controversiales del siglo XX, indispensable para entender mejor los conceptos actuales de los cánones de la belleza que imponen los medios de comunicación.
Un maestro del éxito Colprensa
Pese a las críticas el director M. Night Shyamalan se está saliendo con la suya con su película “El último maestro del aire”, la adaptación de la serie animada “Avatar: La leyenda de Aang”. Así ocurrió en Colombia con su primer fin de semana, donde ocupó el primer lugar de la taquilla con una convocatoria de 193 mil 544 espectadores en 185 salas de cine. Su promedio por sala fue de mil 47 personas por sala. Durante las últimas semanas, el creador de filmes como “Señales”, “La aldea” y “Sexto sentido” ha recibido una gran cantidad de críticas por esta cinta, la cual es la primera parte de una saga de tres películas que planea hacer en los próximos años. “El origen”, de sus cuatro semanas en la cartelera colombiana, sólo una se sostuvo en el primer lugar, para luego quedarse en el segundo puesto con una interesante taquilla, pese a ser la película más floja de Leonardo DiCaprio en los últimos años. En 112 salas del país, reunió a 60 mil
407 personas, con una asistencia por sala de 540 espactadores. En sus cuatro semanas en cartelera ya logró 556 mil 654 personas en Colombia. Sólo dos semanas se mantuvo en el primer lugar la segunda parte de la película infantil “Como perros y gatos”, que en este fin de semana descendió al tercer lugar con una asistencia de 42 mil 974 personas en 107 salas. Su promedio por sala fue de 402 personas. En total, en Colombia, esta cinta en 3D ha sido vista por 340 mil 641 personas. El hermoso documental “Océanos” sigue generando buenas noticias, y en su segunda semana en cartelera pasa del séptimo al sexto lugar, convocando a 19 mil 550 personas en 34 salas, con un promedio por sala de 575 personas, siendo la segunda película más vista, por sala, en la taquilla colombiana. Ya son 53 mil 948 personas quienes han visto esta impresionante producción sobre el mundo marino, como nunca antes se había presentado en el cine.
Título: Entre encajes y cadenas Autor: Víctor Paz Otero Editorial: Villegas Editores
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Este libro completa la obra, compuesta por cinco textos, en los que el escritor payanés Víctor Paz Otero, presenta su visión sobre la época de la Independencia a través de su estilo histórico-literario. Luego de profundizar en las vidas de personajes como Tomás Cipriano de Mosquera, José María Obando, Manuelita Sáenz y el infaltable Simón Bolívar, en “Entre encajes y cadenas” hace una síntesis reflexiva y narrativa sobre tormentosos caudillos caucanos como los propios Mosquera, Obando, junto a José Hilario López y Julio Arboleda, quienes hicieron parte clave de la historia colombiana del siglo XIX, con sus derroteros y convulsiones. Esta vez, el epicentro es Popayán, ciudad a la cual presenta como una especie de blanca y desgarrada metáfora entre las épocas de la Colonia, así como buena parte de la época Republicana.
DIRECTOR: Antonio Melo Salazar JEFE DE REDACCIÓN: Martha Myriam Páez Morales COORDINADOR: Benhur Sánchez Suárez, Redacción cultural EL NUEVO DÍA PERIODISTA: Nazly Johanna Pita López EDITOR: Billy Edisón Zúñiga DISEÑO: Fredy Herrán ILUSTRACIONES: Fotografías del artista tolimense Manuel Ramos. FOTOS: suministradas, Internet, EL NUEVO DÍA. Carrera 6 No. 12-09 Tels. 2770050 - 2610966 Ibagué Tolima - Colombia Apartado Aéreo 5476908-K www.elnuevodia.com.co Todos los derechos reservados. Prohibida la reproducción total o parcial sin autorización expresa del Grupo Editorial Aguasclaras S.A.. ISSN: 021545-8.