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IBAGUÉ, MARZO 21 DE 2010

FA CE

TAS CULTURA AL DÍA EXPOSICIÓN

La música en la pintura Artistas tolimenses ENSAYO

Literatura y libertad La escritura y lo real NOVEDADES

Autor del Lazarillo de Tormes Después de cuatro siglos

Benhur Sánchez Suárez


FACETAS

IBAGUÉ, MARZO 21 DE 2010

Federico García Lorca Thea Delavault*

“La obra maestra era él.” (Buñuel, 1984)

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ederico García Lorca, el poeta español más famoso del siglo XX y el mayor dramaturgo desde el Siglo de Oro, vivió una vida corta pero intensa entre dos fechas clave en la historia de España: el Año del Desastre (1898) y la Guerra Civil (1936). Creció en un pequeño pueblo de Granada, Fuente Vaqueros, rodeado de naturaleza y de gente sencilla que ni siquiera soñaba con traspasar los límites del municipio y que vivía para trabajar la tierra. Sin embargo, la familia de Federico era inusual. A su saneada situación económica se unía el gran talento musical y artístico que poseía. Los padres de Federico, liberales y católicos, eran ávidos lectores y grandes amantes de la literatura. Como mera anécdota, en su libro Vida, pasión y muerte de Federico García Lorca, el hispanista Ian Gibson cuenta cómo su madre leía obras de Victor Hugo en la cocina a sus sirvientes, y cómo a ellos se les saltaban las lágrimas de emoción. Lorca heredó el talento de su familia. Era un artista innato: a menudo sorprendía a sus invitados con una canción o se tiraba al suelo fingiendo que moría (un número que solía hacer en las fiestas para asustar a la gente). Cuando leía sus poemas en alto, su audiencia quedaba extasiada con sus palabras y su presencia. Todo lo que hacía, lo hacía con duende. Pablo Neruda dijo de él que era “mágico y moreno y traía la felicidad”, aunque en ocasiones también podía ponerse melancólico. A pesar de que sus vecinos eran prácticamente analfabetos y de que vivían en un ambiente humilde, eran gente de carácter y de gran personalidad. Lorca les des-

cribió junto a su entorno en poemas y obras con tal sensibilidad y magia que muy pronto se convirtió en el líder de una generación literaria vanguardista, la Generación del 27. Entre sus coetáneos y amigos estaban Luis Cernuda, Jorge Guillén, Pedro Salinas, Rafael Alberti y María Zambrano. En la mítica Residencia de Estudiantes de Madrid entabló amistad con el poeta Pablo Neruda, el artista catalán Salvador Dalí y el director de cine Luis Buñuel. El poeta granadino fue quien dijo: “En todos los países, la muerte es un fin. Llega y se corren las cortinas. En España, no. En España se levantan... Un muerto en España está más vivo como muerto que en ningún sitio del mundo” (1933). Y en Lorca esto no pudo ser más cierto. El 9 de agosto de 1936, al comienzo de la Guerra Civil, los soldados falangistas -para los que Lorca representaba todo lo que odiaban- le arrastraron a un descampado, le dispararon y tiraron su cuerpo a una fosa. Se convirtió al instante en un mártir y un mito. Tras su muerte, el Gobierno de franco trató de borrar su rastro por completo. Se prohibieron y censuraron sus libros hasta la muerte del dictador en 1975. Dicen que los soldados trataron de callarle, de cortarle la lengua, pero sólo pudieron silenciar al poeta temporalmente, ya que tras su muerte, su voz se siguió escuchando con más fuerza. Lorca murió hace 70 años y desde entonces los homenajes a su figura han sido constantes. El 19 de agosto de 2006 un grupo de artistas, escritores y políticos de todo el mundo se reunió para conmemorar el 70 aniversario de su fusilamiento. En noviembre 2007 se celebró un homenaje al poeta granadino en la Casa-Museo Huerta de San Vicente de Granada. En total, 31 artistas realizaron

obras de distintas disciplinas que se expusieron en la residencia de verano de Federico, complementando su arquitectura, su decoración y su ambiente. Por ejemplo, Cristina Iglesias realizó un mural colocado frente a la cama del poeta, para que él pudiera verlo tumbado en ella; Franz West elaboró una escultura con imágenes del poeta; Enrique Morente creó la banda sonora de la exposición adaptando, como ya había hecho antes, varios poemas de Federico. Distintas disciplinas se dieron la mano en esta exposición, que dada la importancia literaria e histórica de Lorca, no será la última. En septiembre 2006 se estrenó además el documental Lorca, el mar deja de moverse -dirigido por Emilio Ruiz Barrachina-, basado en la muerte del poeta granadino y en las circunstancias que la rodearon, tan fascinantes como su vida. El documental trata varios aspectos, entre ellos qué fue de su cuerpo y si se debería iniciar su búsqueda. Este tema sugiere otros más polémicos relacionados con la Ley de la Memoria Histórica y con el tratamiento del Gobierno español al silencio que rodea a la Guerra Civil. Sólo ahora, quizá, debido al nuevo Gobierno de izquierdas de Zapatero, se empiezan a realizar leves intentos para comprender e interpretar lo que realmente ocurrió. Lorca trabajó la poesía desde que empezó a escribir, aunque probablemente sus versos ya florecían en su cabeza mucho antes. Su primera colección de poemas, Impresiones y paisajes, se publicó en 1918. Un momento crucial en la carrera literaria de Lorca fue la Fiesta del Cante Jondo en 1922, un festival folklórico y gitano donde encontró la inspiración para su obra. El Poema del Cante Jondo (1931) y el Primer Romancero Gitano (1928) le convirtieron en el

‘poeta de Andalucía’. El fuerte choque cultural que supuso el exilio a Estados Unidos dio lugar a una de sus obras más conocidas, Poeta en Nueva York (1940). A pesar de lo que sufrió por estar lejos de su familia durante tanto tiempo, se convirtió en un magnífico embajador de Andalucía por donde fuera que pasara. La primera obra teatral de Lorca, El maleficio de la mariposa, trataba del amor imposible entre una cucaracha y una mariposa. Fue un completo fracaso. Afortunadamente esto no desanimó a Lorca, que se dedicó a desarrollar aún más su teatro experimental, utilizando desde marionetas hasta un drama surrealista -rebelándose así contra el teatro realista de la clase media-. En 1931 fue nombrado director de la compañía de teatro estudiantil La Barraca, subvencionada por el Gobierno, que viajó por toda España representando piezas clásicas españolas en pueblos que no habían visto jamás una obra de teatro. En esta época escribió una serie de obras, conocidas como ‘tragedias folklóricas’, sus piezas más famosas: Bodas de sangre, Yerma y La Casa de Bernarda Alba. Las tres

relatan las dificultades a las que las mujeres se enfrentaban en la España rural. La estrecha relación que tenía con su madre, el ser el único hijo varón y el más joven de la familia y su homosexualidad, pudieron ser los factores que caracterizaron la mirada de Federico, uno de los escritores que mejor ha retratado a la mujer en la literatura. Escribió una sola obra sobre el amor homosexual, El Público, que data de 1930 y que hasta 1970 no vio la luz. En todas su obras, su imaginería era rica y metafórica, pero cuando le preguntaban por ella, aseguraba que lo único que hacía era describir su entorno, sin tratar de embellecerlo o exagerarlo. Su mundo era así de sustancioso y mágico, y el teatro le permitía emplazarlo en el escenario. Hay voces que son imposibles de acallar, al igual que hay miradas que por más que se eviten, atrapan a quien se cruza ante ellas. Federico García Lorca poseía ambas cosas y la capacidad de transmitirlas mediante la palabra. Su palabra. El legado de nuestra historia. *Escritora española. Gaceta Virtual.


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Tras 4 siglos, identifican al autor del Lazarillo de Tormes T

ras décadas de trabajo, Mercedes Agulló ha logrado descifrar uno de los mayores misterios de la literatura española. Esta joya de la picaresca, publicada en 1554 y considerada el embrión de El Quijote, ha sido un misterio durante 450 años. Agulló avanza, en El Cultural de El Mundo, algunos de los detalles sobre su investigación, que se publicará bajo el título: A vueltas con el autor del Lazarillo. Las investigaciones de esta paleóloga han llegado a la conclusión, difícilmente refutable, de que esta obra salió de la pluma de Diego Hurtado de Mendoza, un hombre que «representa como pocos el ideal renacentista de unión de las armas y de las letras», según cuenta.

Elogiado por Lope de Vega, fue un mecenas de pintores y escritores, y escritor infatigable de manuscritos, además de nieto del Marqués de Santillana y amigo de Gracián y Santa Teresa de Jesús. Mercedes Agulló destaca que esta revelación «no es obra de un hallazgo casual, sino de la tenaz persecución de un hilo durante todo este tiempo» conocedora de que su teoría refuta las tesis expuestas por cientos de historiadores. Además de otras tantas evidencias, la prueba definitiva fueron unos papeles encontrados por Mercedes Agulló en la testamentaría del cronista López de Velasco, albacea de Diego Hurtado de Mendoza, que así lo acreditan. Según cuenta Agulló, la prueba definitiva la encontraron en

Mónica Russomanno*

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uando arrecian los malos tiempos y no alcanza el placard del dormitorio para esconderse, cuando pasan esas cosas que nos

«una serie de cajones y el impresionante lote de documentos acumulados por don Diego Hurtado de Mendoza durante su larga vida -75 años- ya que al Cosmógrafo Real se le había encargado la administración de su hacienda. Ahí encontramos, al lado de una copia de Las Guerras de Granada y otros papeles de la hacienda de Carmona, dos líneas que dicen: un legajo de correcciones hechas para la impresión de lazarillo y propaladia». La paleóloga confiesa haber leído esas dos líneas durante largo tiempo, que le han hecho ir tirando «tenazmente» del hilo que ha llevado al descubrimiento. *La Libertad Digital. El Castellano.org., la página del idioma español

La fe de los incrédulos

desgarran la tela y despintan las paredes. En esos decisivos tiempos difíciles de expectación y desánimo, de sueño revuelto y de dolor, cuando la vida es una mesa que nos ponen con la base en el suelo y los apoyos al aire. Entonces. Justo entonces. Justo en lo más alto o lo más bajo, en el punto justo del vértigo. Entonces hay quien enciende velas a los santos, reza a San Expedito, acude a su Pastor o simplemente ora en lo recóndito. Y encomienda su alma a su Dios, y cree en lo justo y lo destinado a cumplirse desde lo desde siempre decidido desde siempre escrito, desde lo eterno. Y es la paz del espíritu, el aplacarse de las pasiones. Es la resignación y lo horizontal. La oración, el pedido, el agradecimiento por la prueba que encaja como una pieza necesaria en el rompecabezas de lo eterno. El alma puede descansar, las manos se aquietan en el regazo, un ser paternal o maternal extiende su velo sobre la criatura frágil. Pero y qué hay de los incrédulos. Qué de aquellos que no tienen la dirección a dónde enviar sus reclamos, sus lágrimas certificadas, su carta documento de protesta e intimación. Qué pasa con quienes en lo alto del trapecio, con las manos resbalosas, saben que en el otro trapecio no hay ninguna figura alada para recibirlos. A quién le piden clemencia. A nadie. Es propio de la condición humana, sin embargo, esa cosa oscura de torcer la lógica. Y se ven arrojados

los incrédulos a una maraña sospechosa de cábalas, supersticiones, costumbres propiciatorias. No encenderá una vela a un santo, pero se alegrará de que yendo al sanatorio un perro defecaba de frente; es buena señal. No rezará a San Expedito el hombre de ciencia que no cree en fantasmas ni Espíritus Santos, pero no usará la remera roja en este día, que le resulta agorera y atracción de catástrofes indecibles. No acudirá a ningún Pastor la señora racional que mantiene que el cosmos es caótico y casual, pero le dará una moneda a un mendigo para prevenir maldiciones soterradas. Será que somos tan pequeños, tan efímeros, tan frágiles, que alguna magia nos hace falta para enfrentar un mundo tan adverso. No me burlo entonces ni de los mantras ni de los rosarios, ni de los sermones ni de las procesiones. Son recordatorios de que le tenemos miedo a nuestra propia muerte y pánico a la desaparición de quienes amamos. Si alguna fe tienen los incrédulos, no se la quiten. Que eludan las escaleras, que no se den a la traición de los gatos negros, que no pisen las juntas de las baldosas o que usen la pulserita roja en el bracito gordo del bebé. Es una oración en lo recóndito. Aunque no hubiese quien la reciba. No burlarse, digo nuevamente, de una oración en lo recóndito. *Santa Fe/Argentina. Gaceta Virtual.


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Pintores tolimenses rinden homenaje a la música Mario Lafont

Enrique Saldaña

Edgar Varón

La armonía y el ritmo son características estéticas que la pintura le ha arrebatado a la música, y esta a su vez ha tomado prestado el tono. Si bien es cierto la creación artística, sea de la índole que sea, atraviesa por el mismo proceso en la mente de la persona que desarrolla una idea determinada, esta se desarrolla o se desenvuelve a través de los diferentes sentidos escogiendo usualmente a uno o dos como los principales. En el caso de la pintura y la música, la inspiración puede provenir de una o de la otra, es decir que el artista busca ese algo que necesita su idea o la idea misma surge de otro arte que se relaciona sólo en el sentido de la creación. Teniendo en cuenta esto, las obras tolimenses expuestas en la sala de exposiciones Darío Ortíz, en la Universidad del Tolima, y coordinada por el Centro Cultural de esta institución, tienen como elemento común su inspiración en obras maestras de la música clásica universal y otras tantas tradicionales colombianas.

Enrique Saldaña

Joseph Urrego

Edilberto Calderón

Continúa / Pág. 5 /

Mario Alejandro Rico


FACETAS Viene / Pág. 4 / Obras de Edilberto Calderón, Manuel León Cuartas, Luis Eduardo Mogollón, Julio César Cuitiva y Edgar Varón, entre otros, logran plasmar la melodía en colores y formas, en este sentido el protagonista es el ritmo y el patrón dominante las pinceladas que se yuxtaponen a las notas musicales sobre el lienzo. Los personajes aparecen contagiados por una especie de composición en la que cada color tiene una tonalidad en el cuadro y la melodía se complementa con las figuras conseguidas por los artistas a través de la expresión. Dentro de esta interdisciplinariedad de las artes, es preciso recordar que el joven poeta francés, Jean Arthur Rimbaud, creó un soneto en el que cada vocal tenía un color determinado. De la misma manera los artistas tolimenses le han otorgado a cada un color dentro de sus cuadros que conjugados forman una melodía completa.

IBAGUÉ, MARZO 21 DE 2010 Edgar Varón

Mario Alejandro Rico

Los artistas tolimenses presentarán obras en óleo sobre lienzo, grabados. acrílicos y escultura en yeso cargadas de ritmo, tonos, armonías y variaciones musicales, en las que el color es el principal elemento de creación y representación. derón

Edilberto Cal

Julio César C

urtiva

Enrique Saldaña

Luis Eduardo Mogollón

Manuel León Cuartas

“A negra, E blanca, I roja, U verde, O azul: vocales, algún día diré vuestro origen secreto; A, negro corsé velludo de moscas relucientes que se agitan en torno de fetideces crueles, golfos de sombra; E, candor de nieblas y de tiendas, lanzas de glaciar fiero, reyes blancos, escalofríos de umbelas; …” Jean Arthur Rimbaud


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Palabra del día Gemelos

Los romanos aplicaban el adjetivo geminus, geminum a ‘algo doble’, ‘duplicado’, ‘en número de dos’. Así, el dios Jano bifronte, que tenía dos caras, era conocido como Geminus Janus. A partir de este adjetivo se formó el sustantivo pluralgemini, geminorum que aludía a dos hermanos gemelos, a dos fetos de un mismo vientre, y también a los testículos. En

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el latín vulgar peninsular se adoptó gemellus, que en español evolucionó a gemelo, para designar a dos hermanos nacidos del mismo parto. Luego surgieron otros significados basados en el primitivo, como el pequeño pasador para cerrar el puño de una camisa o el doble anteojo que sirve para mirar a distancia. De gemellus también se formó al mismo tiempo gemellicius en latín vulgar, que en español evolucionó a emellizo y, más tarde, a mellizo.

Obras del pintor colombiano Carlos Granada

El cuento

La lágrima

Herta Muller*

Amelia salió del patio. Comenzó a andar por la hierba llevando una pequeña caja en la mano. La olió. Windisch vio la falda de Amelia proyectar su sombra sobre el forraje. Sus muslos eran blancos. Windisch vio que Amelia mecía las caderas. La caja estaba enlazada con una cinta plateada. Amelia se miró en un espejo. Buscó en él la cinta y haló de ella. “La caja estaba en su sombrero”, dijo. En el interior crujió un papel de seda blanco. Sobre el papel había una lágrima de cristal, y tenía un orificio en la punta, así como una ranura en su interior. Bajo la lágrima había una hojita de papel. Rudi había escrito en ella: “La lágrima está vacía. Llénala de agua,

agua de lluvia, si es posible”. Amelia no lograba llenar la lágrima. Era verano, todo el pueblo se había quedado seco, estéril, y el agua del estanque no era agua de lluvia. Amelia acercó la lágrima a la luz de una ventana. Por fuera era sólida, pero por dentro, a través de la ranura, se estremecía. El cielo ardió siete días hasta vaciar el mundo por completo. Se desplazó hasta el final del pueblo. En el valle, el cielo miró hacia el río. Bebió toda el agua posible, y volvió a llover. En el patio el agua se precipitaba sobre las piedras. Amelia se detuvo con la lágrima mirando hacia la canaleja. La lluvia iba colmando el vientre de la lágrima. En el agua de la lluvia también había un retazo de viento. Un viento que impulsaba campanas de cristal por entre los árboles. Se escuchaban lóbregas, en cuyo interior se agitaban remolinos de hojas. La lluvia cantaba. Parecía tener arena en su voz, y cortezas de árbol. La lágrima se llenó. Amelia la llevó a su habitación con las manos mojadas y los pies descalzos saturados de arena. El agua resplandecía en el interior de la lágrima. Una luz fulguró dentro del cristal. El agua de la lágrima goteaba entre los dedos de Amelia. Windisch extendió la mano. Cogió la lágrima. El agua comenzó a empapar su codo. Amelia se lamió los dedos con la punta de la lengua. Windisch la vio humedecerse los dedos en aquella noche tempestuosa. Miró la lluvia afuera. Sintió la oleada de agua en su boca. El nudo del vómito le oprimió la garganta. Windisch puso la lágrima sobre la mano de Amelia. La lágrima goteaba, y el nivel del agua en su vientre no cedía. “Es agua salada. Te calcina en los labios”, dijo Amelia. Esta vez, Amelia se lamió la muñeca. “La lluvia es dulce”, dijo, “la sal viene del llanto de la lágrima”. *Premio nobel de literatura 2009. Con-Fabulación, periódico virtual.

Mery Yolanda Sánchez Poeta colombiana

Foto fija

Sin duplicado

Ayer la escena congelada repetida y ampliada en esquinas de ciudad. Hoy tienen instrumentos, cantan y bailan un cara y sello en el asombro de los niños.

Quisiera abrir tu misma fuente, encontrar los cabellos del cielo y organizar el peine en mi cabeza.

¿Quién detrás de esta familia espera las monedas para permitirles que le cojan el paso a la vida? ¿Quién pone el precio a los pies de la mujer que perdió los zapatos entre el arroz al querer huir con una semilla y ahora danza en calles sin tierra?

Busco cerrajeros. Esmerilo, voy, regreso, salto sobre la cajilla pero su doble fondo me traiciona. El predestinador de llaves prensa una mariposa para entregarme su sonrisa. Poemas tomados de su más reciente libro Un día maíz, de la colección Un libro por centavos, de la Universidad Externado de Colombia.


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La literatura es el espacio de la libertad

Marcos Fabián Herrera Muñoz*

Julio Ortega, nacido en Perú en 1942, ha hecho de su vida un agitado periplo por las más prestigiosas universidades del mundo. Entre sus múltiples publicaciones críticas sobresalen: El discurso de la abundancia (1992), Una poética del cambio (1992), Arte de innovar (1994), Retrato de Carlos Fuentes (1995), El principio radical de lo nuevo (1997) y Caja de herramientas. Prácticas culturales para el nuevo siglo chileno (2000). En ese libro angular para la crítica literaria latinoamericana Una poética del cambio, señalas que: “No es poco lo que hemos tenido en América Latina de escisiones y maniqueísmos, monstruos engendradores de las conciencias culpables y las posturas grandilocuentes y frustradas”. ¿Continúa Latinoamérica castigada por un letargo de demagogias y endogamias culturales? Yo creo que estamos viviendo los peores tiempos: la corrupción, que es el otro lado del mercado neoliberal, exento de controles; y, también la violencia contra la vida cotidiana, tanto de los habitantes de la ciudad, que pierden su calidad de hábitat, como en contra de los campesinos, indígenas y migrantes internos, cuyos espacios son expoliados y sus estilos de vida criminalizados. El neoliberalismo es una conquista con buena conciencia, impune y hecha a nombre del mito de la modernidad. Y sin embargo, la literatura es uno de los pocos espacios capaces de cierta libertad y ejercicio crítico, donde se resuelven los dramas que ni la justicia ni el estado de derecho pueden resolver. La literatura se ha convertido en la prueba de nuestra sobrevivencia moral.

En un reciente artículo haces una defensa de Alfredo Bryce Echenique, ante las acusaciones de plagio que enfrenta este autor. ¿Lo de Bryce es un divertimento intelectual, palimpsesto escritural o desvarío etílico? No es inteligente hacer de juez de la intimidad de un escritor. Mi defensa de Bryce es, primero, la de un amigo, que fue abandonado a la furia vindicativa de los defensores de la propiedad privada, entre ellos, connotados marxistas; y, segundo, la de un lector, que demanda las proporciones debidas a un escritor íntegro, antiautoritario y fundamentalmente noble. De pronto, se llenó de jueces; alguien tenía que denunciar esa violencia. En la actual conversión de la vida cotidiana en mercado, también la vida literaria se ha hecho inamistosa, y hasta feroz. También has dicho que es nula la participación de Suramérica en el debate de las estéticas contemporáneas... Quizá hasta antes de las vanguardias y el “boom” de la novela latinoamericana. Lo que se puede hoy decir es que no nos debemos a una genealogía sino a un proceso en construcción, no a un archivo construido o un museo autorizado, sino a espacios abiertos al flujo procesal de una fuerza de reinscripción. Es claro que la gran poesía nuestra, desde César Vallejo hasta Nicanor Parra, desde Lezama Lima hasta José Emilio Pacheco, así como la narrativa, desde Borges y García Márquez, hasta Fuentes y Diamela Eltit, han construido escenarios de lectura operativa donde la estética de la lectura ha reformulado las articulaciones y codificaciones canónicas con una capacidad subversiva que otras literaturas no han conocido. Nuestra literatura es la mayor refutación de lo real tal cual, y la más poderosa convocación del “homus dialogicus,” del sujeto de las comunicaciones, de la apuesta por un lenguaje capaz de rehacernos. Sostienes una profunda amistad con Carlos Fuentes y Mario Vargas Llosa, además de ser uno de los más autorizados intérpretes de sus obras. ¿Has rastreado las aristas de la esquizofrenia y el paroxismo político que a diario derrochan? Con Fuentes, en efecto, somos amigos cercanos desde 1969. Yo llegué a México el año que el hombre llegó a la luna, y siempre digo que mi única virtud ha sido mantener las mismas amistades: Pacheco, Monsiváis, Margo Glantz... Con Mario tuve un largo dife-

rendo, de orden político, aunque hace un par de años nos hemos reconciliado. Ocurre con ellos que son intelectuales públicos, obligados a escribir y opinar permanentemente, porque conciben su función intelectual como un debate abierto, y muchas veces pasional. Tienen, claro, grandes diferencias. Pero probablemente no habrá en el futuro otros intelectuales tan públicos como ellos. El hipertexto, el ciberespacio y los nuevos alfabetos virtuales plantean un desafío a las pétreas coordenadas del lenguaje ¿Estamos presenciando una reinvención de los géneros? Sobre todo, una ampliación del ejercicio de la comunicación y de la escritura. El lector que se está creando en la tecnología me parece más importante que el escritor; ambos se confunden y amplían ese escenario de una palabra fluida, documentada como un presente perpetuo, que crece como nuestro nuevo sistema de referencia, casi como una nueva naturaleza. Has sentenciado que “el Hispanismo es una agencia de espíritu creativo y crítico”. ¿Nos estará permitido atisbar la soñada raza cósmica de Vasconcelos? No necesariamente, aunque América Latina, como dijo Bolívar, es una “pequeña humanidad.” En todo caso, el Hispanismo es hoy internacional, incluye las culturas latinoamericana, española y latina de los EE.UU. Ese triángulo del español futuro me interesa como el espacio donde las obras latinoamericanas adquieren nueva fuerza, transformación, irradiación. Leídas en su escenario nacional su sistema de información se agota y reduce; leídas en ese ámbito atlántico, se encienden como un precipitado químico, ganando nuevo lugar en el diálogo. Octavio Paz aseguró que “Julio Ortega practica el mejor rigor crítico: el rigor generoso.” ¿Crees al igual que Auden que “reseñar libros malos no es sólo una pérdida de tiempo, sino también un peligro para el carácter”? Lo lamentable es que la reseña ha perdido valor. Me dicen los amigos en España que una reseña ya no vende un libro más. Y lo peor es que los suplementos literarios hoy están plagados de falsos críticos, cuyas reseñas revelan que no leen los libros. Empiezan comentando el título, se demoran en los epígrafes, cuentan historias del autor, lugares comunes de la crítica, y terminan sin una sola referencia a lo que hay en el libro. Felizmente, en América

Latina todavía hay críticos que leen los libros y dicen lo que piensan. Yo lo que creo que es un peligro para la salud intelectual es reseñar libros que a uno no le gustan. Incluso para cuestionarlos. Al menos en mi caso, sólo escribo sobre libros que me gustan, interesan, comprometen. Hay demasiada buena literatura como para ocuparse de la mala. Con motivo de un evento de relumbrón, publicitado hasta el cansancio, aseveraste que en Colombia a falta de una mejor literatura se están prodigando las escenas de protagonismo, reemplazando a la buena escritura. ¿Se sobrepuso la promoción editorial a la gravidez literaria? Me parece asombroso el derroche de recursos en un activismo cultural que ocurre en medio de la pobreza, que convierte a la literatura en espectáculo y al escritor en parte del entretenimiento. No entiendo por qué estas empresas culturales han elegido a Bogotá o a Cartagena como centros decorativos de una cultura autocomplaciente y de un público confirmado en su papel de masa satisfecha. Es una falta de respeto al público, al escritor y al libro. Lo más lamentable es que los protagonistas terminan luciendo más provincianos que nunca: se declaran los mejores y creen que su festival es el mejor del mundo. Evidentemente, son gente hecha de grandes desbalances afectivos, que requieren de reparaciones y compensaciones. Cada uno de estos festivales los retrata con horror. Eres el mayor defensor de la conversación literaria como una de las bellas artes. ¿Tus postulados le son endosables a este diálogo? Dentro de la conversación literaria siempre hay otra conversación literaria. Cuando Garcilaso de la Vega dialoga con Petrarca crea una interlocución en la cual el Inca Garcilaso y León Hebreo discurren sobre el platonismo y el amor de las partes contrarias en suma. Cuando Darío dialoga con el francés, incluye en su conversación las formas hispánicas y las músicas criollas, esa trama de sensorialidad y formas plenas. Y cuando Reyes dialoga con los clásicos, incluye a Borges, que a su vez incluye al inglés, y nos suma a los asombros y riesgos de su diálogo inventivo. Somos hechos en esa inclusividad abierta y liberadora. *Escritor colombiano. Director de ConFabulación, periódico virtual


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LIBROS Educación

Empresas

Editorial: Norma Título: El arte de la mediación Autor: Beatriz Robledo

Editorial: Norma Título: ¡Inspiración! Autor: Jim Champy

Jim Champy revela a través de su último libro, ¡Inspiración!, los factores que diferentes empresas han puesto en práctica y con las que lograron ampliar su participación en el mercado y consiguieron la fidelidad y lealtad de los clientes partiendo de una premisa: “cumplir las promesas que se hace”. El autor del libro señala que la satisfacción de un cliente está basada en una transacción muy sencilla y que su fidelidad depende de manera directamente proporcional al nivel de satisfacción que dicho cliente ha alcanzado.

Promover la lectura actualmente plantea un problema pues hasta hace unos pocos años se empezaron a crear estrategias sólidas para esta labor y así mismo surgieron los mediadores, quienes se encargaría de llevar a cabo las estrategias. Beatriz Helena Robledo, quien ha trabajado por más de 25 años como investigadora en las áreas de Literatura Infantil y Juvenil, presenta en su libro “El Arte de la mediación” reflexiones sobre los aspectos relacionados con la promoción de lectura. Desde la teoría que la sustenta, hasta estrategias prácticas para desarrollar en el hogar, la escuela y la biblioteca

MÚSICA American VI: Ain’t no grave Johnny Cash Antes de su muerte en 2003, Johnny Cash grabó su último trabajo discográfico bajo el nombre de “American VI: Ain’t no gra-

Novela

ve”. En este álbum de estudio, producido por Rick Rubin, se incluyen adicionalmente versiones de artistas importantes del Country como Sheryl Crow y Kris Kristofferson.

Cardio Miguel Bosé En los últimos días el ahora colombo – frances, Miguel Bosé, lanzó su última producción titulada “Cardio”, en el que el cantante expone sus mejores dotes como intérprete y compositor, al lado de su gran a migo Nicolás Sorin. De las 12 canciones incluidas en este álbum se desprende el primer sencillo “Estuve a punto de” que con un sonido más audaz y contemporáneo deja escapar toda la ironía que caracteriza a Bosé, al contar historias de personajes peculiares y decabellados.

Armar la trama Jorge Drexler “Amar la Trama” es el nuevo álbum del cantautor español Jorge Drexler. Un disco que está compuesto por 12 canciones y que lo produce Matías Cella. Para la ocasión cuenta con tres colaboraciones especiales: la voz y el órgano de Ben Sidran en la versión del clásico “I don’t worry about a thing”, la guitarra española de Josemi Carmona en “Las transeúntes” y un desolador dúo junto a Leonor Watling en “Toque de queda”. El disco está acompañado por un DVD con el documental “La trama circular”, dirigido por el realizador argentino Ariel Hassan, donde documenta la grabación de cada tema.

Editorial: Suma Título: Dinero fácil Autor: Jens Lapidus Bogotá, Colprensa

Quién mejor que un abogado que ha trabajado con los más reconocidos criminales de Suecia para conocer, al detalle, el accionar del mundo de la delin-

cuencia como lo ha hecho Jens Lapidus. Ahora, este joven abogado lleva todas estas historias al mundo de la ficción en una Trilogía Negra de Estocolmo, la cual inicia con “Dinero Fácil”, editada hace cuatro años y que hasta ahora aparece en español.

INVITADO

De ciudad y tiempo Ómar Alejandro González Escritor ibaguereño

Salir. No cruzar por las cebras. Ignorar los puentes peatonales. No mirar el reloj. Contestar el celular aun cuando no llamen. Visitar un café internet. No pensarlo tanto; una hora no es nada. Devolverse por el mismo camino; podemos perdernos. Si nos perdemos no importa; todos los lugares son el mismo. Si llegamos a casa ver el noticiero, sobre todo deportes y farándula. Seguir al pie de la letra estas instrucciones para tener la satisfacción de conocer la ciudad y terminar un nuevo día; ante todo tranquilidad, no sentir remordimiento, la ciudad no lo ha notado.

Levantarse temprano, a eso de las 11 y salir a caminar. Deambular por el centro y no hacer más. Observar las vitrinas habitadas por maniquíes a la moda. Contar las tabletas de la calle y jugar a no pisar línea. Elaborar estadísticas sobre los hombres de corbata y jóvenes de pelo largo. Calcular los segundos del semáforo. Que embolen los zapatos mientras se lee el horóscopo del día; hacer lo que dice para tener suerte. Tomar café en la plaza. Vigilar las palomas y los feligreses que salen DIRECTOR: Antonio Melo Salazar de misa. Ir al JEFE DE REDACCIÓN: Martha Myriam Páez Morales centro comerCOORDINADOR: Benhur Sánchez Suárez, Redacción cial y montar cultural EL NUEVO DÍA en las escalePERIODISTA: Nazly Johanna Pita DISEÑO: Ingrid Johanna Bustos. FOTOGRAFÍA: ras eléctricas. ILUSTRACIONES: Obras del pintor colombiano Carlos Comprar una Granada hamburguesa FOTOS: Suministradas, internet/ EL NUEVO DÍA. Carrera en Kokorico, 6 No. 12-09 Tels. 2770050 - 2610966 Ibagué - Tolima Presto o El - Colombia Apartado Aéreo 5476908-K www.elnuevodia.com.co Corral; no son Todos los derechos reservados. Prohibida la reproducción ricas pero critotal o parcial sin autorización expresa del Grupo Editorial tican menos. Aguasclaras S.A.. ISSN: 021545-8.


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