LA MESA DE IBAGUÉ, EL VALLE DE LAS LANZAS Y EL MITO DE ALVARADO
LA MESA DE IBAGUÉ Y EL VALLE DE LAS LANZAS Floriberto Cardona Cedano, Ibagué 2008 Cuatrocientos años aproximadamente, antes de la llegada de los españoles a América, comunidades de lengua caribe penetraron por el río Magdalena y se asentaron en el valle del alto Magdalena. Eran pescadores y agricultores. Cultivaban el maíz, la yuca, la arracacha, la batata, la auyama, el aguacate. Usaban el totumo para obtener utensilios de cocina. Usaban el bihao para envolver su masato, una masa de maíz que llevaban en sus correrías y que disolvían cuando les daba hambre. Usaban la fibra del fique. Cruzaban el Magdalena nadando sin ninguna ayuda. La arquitectura de sus pueblos eran bohios y siempre disponían de uno grande o caney. Se embriagaban con el vino que hacían del maíz y que en toda América se conoció como chicha. Practicaban la antropofagia ritual. Su jefe principal actuaba como mohan y debía someterse a ayuno fumando tabaco solamente. Un pueblo con otro se comunicaba a través de humos. Sus divinidades estaban relacionadas con los fenómenos naturales como la lluvia, los truenos, los relámpagos, los temblores de tierra, las erupciones volcánicas, las inundaciones del río Magdalena, los eclipses, etc. Sus poblaciones las designaban con palabras terminadas en aima. Por solicitud de la mayoría, “determinaron bajarse a lo llano de la Mesa de Ibagué” Fray Pedro Simón
La Mesa de Ibagué, desde el occidente
Floriberto Cardona Cedano
Fotografía: Floriberto Cardona Cedano
LA MESA DE IBAGUÉ, EL VALLE DE LAS LANZAS Y EL MITO DE ALVARADO Ibagué fue fundada por un joven español de 28 años llamado Andrés López de Galarza, natural de Villabrágima, el 14 de octubre de 1550 en la cuenca del río Totare junto al cerro de La Picota en un bohío de indios caribes cuyo jefe se llamaba Mambite. La expedición de López de Galarza estaba conformada por soldados de Santa Fe, soldados habitantes de Tocaima, indios muiscas (guerreros, ladinos y lenguas) sumando entre todos 500 personas aproximadamente. Cuando Mambite se dio cuenta que lo que pretendían los cristianos era someterlos a esclavitad diciéndoles que en adelante serían vasallos de un rey y que por lo tanto tenían que obedecer, aceptar la sumisión y sufrir con resignación el designio de un Dios, le declaró la guerra a López de Galarza quien solicitó ayuda a su hermano Juan López de Galarza, Oidor de Santa Fe y éste le envió a Melchor de Valdés y a Domingo Lozano y entre todos ahorcaron a Mambite y se repartieron en encomienda los indios de la Mesa de Ibagué entre Melchor de Valdés, Domingo Lozano, Miguel Morales, Bartolomé Talaverano, Alonso Ruíz, Alonso de la Barrera y Lope de Velasco. Como Melchor de Valdés encontró un camino que usaban los nativos para remontar la cordillera central, decidieron trasladar la ciudad cerca a este camino el 7 de febrero de 1551. El rey Carlos I de España o Carlos V de Alemania que gobernó desde 1516 hasta 1556 exhortaba a sus funcionarios en América: Y porque nuestro principal intento y fin siempre ha sido y es que los dichos indios sean instruidos y doctrinados en las cosas de nuestra Santa Fe Católica y consigan lumbre espiritual para salvación de sus almas y sean bien tratados y conservados en sus vidas y haciendas y vivan en buen orden y policía, como hombres y personas libres y vasallos nuestros.
Para los soldados españoles que tomaron la decisión de establecerse en la planicie tolimense se les dificultó someter a los nativos caribes. Con el adoctrinamiento pretendían imponer en el nativo la obediencia, la sumisión y la abnegación. Con su pensamiento feudal necesitaban mano de obra esclava que fuera obediente, sumisa y que aceptara con resignación el designio de los dioses. Al estar las deidades caribes en estrecha relación con la naturaleza, cada individuo podía comunicarse personalmente con su dios sin tener que recurrir a intermediarios. Esto los hacía ver como adoradores del demonio a los ojos de los cristianos. Como los caribes del alto Magdalena practicaban la antropofagia ritual, los españoles se valieron de esta costumbre para colocarlos ante el rey como caníbales y así obtuvieron en 1557 una cédula en la que los podían eliminar. A todos los caribes susceptibles de ser eliminados los españoles los llamaron Pijaos. Los caribes que no se quisieron someter a la cultura occidental se retiraron hacia el sur del Tolima y hacia la cordillera central. Floriberto Cardona Cedano
LA MESA DE IBAGUÉ, EL VALLE DE LAS LANZAS Y EL MITO DE ALVARADO El primero que trató de combatirlos fue Domingo Lozano en 1562. Muchos otros entraron en sus tierras para eliminarlos, pero solo hasta 1608 fueron aniquilados por los soldados de Juan de Borja. La Mesa de Ibagué se consumió en un incendio el miércoles 28 de octubre de 1602 cuando en las horas de la madrugada nativos caribes de las comunidades Maito, Otaima, Ambeima y Cacataima, llamados por los españoles despectivamente Pixaos, asaltaron el fuerte, dieron muerte a un guerrero español y a varios guerreros ladinos y se llevaron la campana de la iglesia y la cabeza del español junto con alimentos, ropas, armas y herramientas de labranza. La campana se la disputaron las comunidades Maito y Otaima y éstos últimos se quedaron con ella repartiéndola en pedazos entre los participantes, según lo dicho por la caribe Yachimba natural de Maito.
Piedras, de sur a norte
Fotografía: Floriberto Cardona Cedano
Los caribes habitantes de de la Mesa de Ibagué fueron trasladados a Metaima para protegerlos de los posibles ataques de los Pijaos. En 1606 sus “propietarios” los trasladaron muy cerca del Camino Real TocaimaIbagué, donde en 1627 se fundaría el pueblo de indios San Sebastián del Río de las Piedras a orillas del río Opia. Otras comunidades que aportaron familias para la fundación de Piedras fueron los caribes de Chumba, de Cayma y de Doyma. Agustín Vaquero, caribe de la Mesa de Ibagué fue el primer Alcalde junto con Antonio Indio natural de Chumba y como Alguacil Mayor Martín Chimbila. Floriberto Cardona Cedano
LA MESA DE IBAGUÉ, EL VALLE DE LAS LANZAS Y EL MITO DE ALVARADO
La Mesa de Ibagué, desde el noroccidente
Fotografía: Floriberto Cardona Cedano
Los cronistas Aguado y Simón escribieron que Ibagué fue fundada al lado de una mesa de un perímetro aproximado de tres mil metros. Aguado dice “una meseta llana que en redondo tenía como media legua”. Simón dice “Subieron a una mesa que hacía en este sitio”.
Pedro de Aguado llegó a Santafé en 1562 y corrigió documentos recopilados por Medrano. Dichos manuscritos los tenía listos para impresión en 1572 con el nombre de Recopilación Historial. Pedro Simón llegó a Santafé en 1604 y estuvo en el lugar de la fundación de Ibagué en 1606. En 1625 ya tenía listo su manuscrito para impresión con el nombre de Noticias historiales de las conquistas de Tierra Firme en las Indias Occidentales. En 1688 apareció publicado el libro de Lucas Fernández de Piedrahita, Historia General de las Conquistas del Nuevo Reino de Granada. Sobre la fundación de Ibagué, escribió que López de Galarza se había ido al sur a pelear con los Coyaimas y los Natagaimas. Para él, el Valle de las Lanzas era la cuenca de la desembocadura del río Cuello. Dijo que el lugar de fundación de Ibagué había sido a orillas del río S. Juan, un afluente del río Cuello. Los historiadores modernos ubican la fundación de Ibagué en el sitio en donde se asienta la zona urbana del municipio de Cajamarca a una altura de 1.800 metros sobre el nivel del mar. Floriberto Cardona Cedano
LA MESA DE IBAGUÉ, EL VALLE DE LAS LANZAS Y EL MITO DE ALVARADO Pero esta mesa no se parece en nada a la conformación geológica en forma de tronco de cono descrita en los textos de Aguado y de Simón y su temperatura tampoco coincide con lo consignado en los libros. Leamos despacio el texto de Pedro Simón quien pasó por el sitio en donde se fundó Ibagué en 1606 cuando acompañaba al guerrero Juan de Borja y a sus soldados que se dirigían hacia el sur, con la misión de exterminar a los Pijaos. Sobre la fundación de Ibagué escribió: ... salió el Andrés López de Galarza de esta ciudad de Santafé..., tomando su derrota al occidente y pasando por los indios conquistados en las provincias vecinas al Tocaima..., pasó el río Grande de la Magdalena, desde por comenzar allí su conquista, la fue haciendo con hartas dificultades,... ganaron dieciocho leguas hasta la cabeza de un valle que remataba en las faldas de la serranía, siguiendo siempre al oeste... “hasta la cabeza de un valle que remataba en las faldas de la serranía” Fray Pedro Simón
La Mesa de Ibagué, de oriente a occidente
Fotografía: Floriberto Cardona Cedano
Subieron a una mesa que hacía en este sitio donde estaba un razonable pueblo con su cacique y se llamaba Ibagué de donde tomaron nombre las tierras circunvecinas que habitaban sus vasallos,... pasaron siete u ocho leguas las faldas de la sierra arriba donde no hallaron tanta fuerza de naturales; pareciéndoles los más acertado para más asegurar la tierra y estarlo también ellos, teniendo pueblo que les sirviese de escala para todas partes, determinaron bajarse a lo llano de la Mesa de Ibagué, por parecerles era aquel puesto el centro de lo que tocaba a su conquista, y poblar allí, como lo hicieron a catorce
Floriberto Cardona Cedano
LA MESA DE IBAGUÉ, EL VALLE DE LAS LANZAS Y EL MITO DE ALVARADO del mes de octubre del año de mil quinientos cincuenta con todas las ceremonias que suelen poniéndole por nombre el del cacique de la Mesa y el que le habían puesto al valle que juntos le llamaron ciudad de Ibagué del Valle de las Lanzas, que es el que hoy tiene donde permaneció cuatro meses y cuatro días.
Venadillo
Santa Isabel
Río Totare
Anzoátegui
La Mesa de Ibagué
Río La China Q. La Caima Alvarado Piedras Guataquí Q. La Chumba Río Opia
Río Alvarado Río Chipalo
IBAGUÉ
Doima Río Magdalena
Río Combeima
Nariño
Girardot Payandé
Río Cuello Gualanday
Cuello Flandes
Chicoral San Luis Espinal
Hidrografía de la cuenca del río Totare
Floriberto Cardona Cedano
Mapa: Floriberto Cardona Cedano
LA MESA DE IBAGUÉ, EL VALLE DE LAS LANZAS Y EL MITO DE ALVARADO Lo primero que observamos es el énfasis que hace Simón sobre la dirección de desplazamiento que tomó el joven Andrés. Al occidente, siguiendo siempre al oeste. Y es lógico, Andrés López de Galarza necesitaba fundar una ciudad de cristianos en territorio caribe, en el trayecto más corto entre Tocaima y Cartago. Obligatoriamente tenía que atravesar el Magdalena en las inmediaciones de Guataquí. Aguado dice que lo hizo por el “paso de Montero”. El soldado Gonzalo Montero había recibido de Hernán Venegas en 1544 la encomienda de Apauta, cerca de Guataquí. Después de pasar el río Magdalena recorrieron el valle hasta comenzar las faldas de la serranía en donde encontraron una mesa que se formaba allí. El único valle que se encuentra en el transcurso de este recorrido es el bañado por los ríos Chipalo, Alvarado, La Caima, La China y el Totare. El Opia se encuentra más al sur y la expedición de López de Galarza debió haberlo cruzado muy cerca de su desembocadura.
La Mesa de Ibagué, desde Piedras
Fotografía: Floriberto Cardona Cedano
El 20 de marzo de 1544 cuando Hernán Venegas fundó la ciudad de Tocaima, repartió el territorio tolimense desde la desembocadura del río Saldaña hasta la desembocadura del río Sabandija a los soldados Gaspar Tavera, Francisco de Trejo, Gabriel Rodríguez, Pedro Hernández, Domingo Cuello, Juan de Ochoa, Juan Bretón, Alvaro García, Miguel de Morales, Antonio Portillo, Martín Yáñez Tafur, Juan Díaz Jaramillo y otros. Floriberto Cardona Cedano
LA MESA DE IBAGUÉ, EL VALLE DE LAS LANZAS Y EL MITO DE ALVARADO Cuando el joven Andrés López de Galarza fundó Ibagué, a los 20 días el soldado Antonio Portillo envió una nota de protesta ante el Rey alegando que esa fundación la habían hecho en sus predios. Al soldado Portillo le habían repartido terrenos aledaños a Choa y al río de La China. Este pleito se resolvió el 26 de agosto de 1551 en el bohío que los indios llamaban Caima y que los españoles llamaban Alvarado, cuando el comisionado Baltasar Maldonado trazó los límites de Ibagué y de Tocaima. Simón dice que la expedición de López de Galarza subió a la cordillera como 7 u 8 leguas pero por solicitud de la mayoría, determinaron bajarse a lo llano de la Mesa de Ibagué, en donde fundaron la ciudad al estilo español. Si nos ubicamos en el río Magdalena y miramos hacia la cordillera central la única mesa que vemos en las faldas es la que denominamos La Picota. Tiene todas las características descritas por Aguado y por Simón y está justo en donde se unen dos ríos: La China y el Alvarado.
Cementerio de Chumba
Fotografía: Floriberto Cardona Cedano
El 3 de noviembre de 1602 varios testigos rindieron declaración sobre la destrucción de la Mesa de Ibagué. Estos textos aparecen en el libro Los Inconquistables. La guerra de los Pijaos 1602-1603, publicado en 1949. Cuando se le preguntó al sacerdote doctrinero Fray Sebastián de Escabias Osorio sobre el asalto pijao, respondió: Floriberto Cardona Cedano
LA MESA DE IBAGUÉ, EL VALLE DE LAS LANZAS Y EL MITO DE ALVARADO
… que el miércoles, estando en su doctrina de Methaima, vido grandes humos en esta mesa de Ibagué, y luego dio voces desde un alto un indio pidiendo socorro a los del valle de Methaima, y preguntándole este testigo a los indios cómo andaban inquietos, le dijeron cómo indios pijaos habían dado en este fuerte de la mesa de Ibagué y lo habían quemado, y este testigo despachó luego la nueva a la ciudad de Ibagué para que enviasen socorro a la dicha y luego vino este testigo a la dicha mesa y halló asolado, el dicho pueblo quemado y los fuertes quemados y las paredes aportilladas y quemada la iglesia y heridos muchos indios, y supo este testigo cómo mataron un hombre español y que llevaron la cabeza; asimismo mataron y llevaron diez y nueve indios e indias dejando asolado todo este pueblo, …
El doctrinero nos dice que desde Metaima se podía observar la Mesa de Ibagué. Ahora leamos detenidamente a Pedro de Aguado cuando se refiere a la fundación de Ibagué: Había entre la ciudad de Tocaima, del Nuevo Reino, y la villa de Cartago, de la gobernación de Popayán, ciertas poblazones y valles de indios muy belicosos y guerreros que impedían la travesar y pasar de un pueblo a otro y de una gobernación a otra por breve camino,
El 25 de junio de 1550 partió la expedición del joven Andrés López de Galarza desde el paso que dicen de la canoa de Montero, …con buena orden la vía del Valle de las Lanzas. En el tiempo que los españoles y su capitán estuvieron en este alojamiento del Valle de las Lanzas, a quien sus propios moradores llaman Combayma, mediante a los buenos tratamientos que a los indios se les hicieron, salieron todos de paz e hiciéronse amigos con los españoles y proveyéronles de comida [tachado-ilegible] con que se sustentaron el tiempo que allí estuvieron;
Aguado nos dice que Combayma estaba ubicado en las cercanías de la desembocadura del río Opia, a orillas del río Magdalena. A los soldados de Belalcázar que recorrieron el Magdalena a principios de 1539, les causó curiosidad la longitud y cantidad de sus lanzas. Por eso se les recordaría como el Valle de las Lanzas. Otro sitio cercano de Guataquí que recordaron los soldados de Belalcázar fue Canoas, porque en él los nativos fabricaban canoas. Por este motivo cuando Jiménez de Quesada, Federmán y Belalcázar decidieron viajar a España, los nativos de Guataquí les fabricaron dos champanes. Los Combaymas que se unieron a la expedición, indicaron el camino de Metaima a 3 leguas (unos 18 Km aproximadamente).
Floriberto Cardona Cedano
LA MESA DE IBAGUÉ, EL VALLE DE LAS LANZAS Y EL MITO DE ALVARADO Llegados a Metaima …salieron sus principales que se llamaban Ilobone y Otaque con sus mujeres e hijos y con muchos indios cargados de comidas de maíz, turmas, ñames y raíces de apios, guayabas, curas y otras frutas de la tierra, a recibir a los españoles; y llevándolos a sus propias casas los aposentaron en ellas, que eran unos bohíos que comúnmente los españoles llaman caneyes por ser de diferente hechura que los demás, y ser las casas de que usan los indios de tierras calientes, por la mayor parte hechas de aquesta hechura: son de vara en tierra y no muy anchos; tienen de largo a setenta, ochenta y a cien pasos; son cubiertos de palmicha, o de hojas de bihaos, o de paja o heno, que en tierra rasa se cría. En cada bohío de estos vivía casi toda una familia o cognación, porque se hallaba en cada casa de estas haber y morar de cincuenta personas para arriba. Guambaima Colombaima Rio Ibia
Anaima
Notaima Itandaima
Ibague Matagaima
Villa Caima
Tolima Metaima
Rio Tolima
Combaima
Chumba
Desplazamiento de López de Galarza
Guataqui
Mapa: Floriberto Cardona Cedano
Los Metaimas, habitaban en una zona cálida en mitad del llano entre el Magdalena y el Chipalo. Pero Galarza, que no pretendía andar la tierra tan por la posta, se detuvo en este alojamiento tres días con toda su gente, después de los cuales tomó guías y lo necesario y se fue con su gente la vía de Ibagué, pueblo de indios enemigo y contrario de los de Metaima, aunque de una misma nación y lengua;… …salidos de Metaima dieron en el río Tolima, el cual tiene este nombre de los propios naturales de aquella tierra, que en su lengua llaman a la nieve Tolima, y porque este río bajaba del cerro nevado de Cartago, donde tenía su principio y nacimiento, y las aguas de él eran derretidas de la propia nieve, que es mucha y dura todo el año, y le llamaron el Tolima.
Floriberto Cardona Cedano
LA MESA DE IBAGUÉ, EL VALLE DE LAS LANZAS Y EL MITO DE ALVARADO …metieron los caballos en medio de la corriente, y haciendo de ellos puente pasaron toda la gente y chusma que tenían que pasar y su fardaje, y alojándola de la otra banda del río, sin que indios de paz ni de guerra se les acercasen, el siguiente día marcharon adelante y llegaron a la junta de dos ríos, el uno que baja del valle de Anaima y el otro del valle de Matagaima, en donde había una meseta llana que en redondo tenía como media legua, en la cual el señor y cacique La Embiteme [Mambite] tenía parte de su poblazón, y en ella un gran golpe de gente de guerra con las armas en las manos, esperando a que los españoles llegasen o pretendiesen subir cierto paso o subida que para la mesa de la poblazón había, el cual pretendían defender obstinadamente, por que fuera de aquella subida no había otra en toda la mesa que fuese acomodada para poder por ella subir los caballos al llano de la poblazón.
La Mesa de Ibagué, cara occidental
Fotografía: Floriberto Cardona Cedano
Nos dice Aguado que la expedición del joven Andrés pasó el Magdalena en el sitio de la canoa de Montero. En sus inmediaciones estaba el Valle de las Lanzas que en lengua nativa se llamaba Combaima. Luego partió para Metaima. Cuando salieron de Metaima pasaron el río Tolima y llegaron a donde se juntan dos ríos, en donde había una meseta llana que en redondo tenía como media legua (3Km de diámetro) y sólo había un sitio para subirla el cual defendían obstinadamente los caribes. En lenguaje moderno sería: López de Galarza pasó el Magdalena en Guataquisito, se desplazó por esta margen del Magdalena hacia el norte hasta pasar el río Opia, luego giró hacia el oeste hasta llegar a Metaima, muy cerca del río Chipalo. Pasó el Chipalo y siguió hacia el occidente hasta Floriberto Cardona Cedano
LA MESA DE IBAGUÉ, EL VALLE DE LAS LANZAS Y EL MITO DE ALVARADO encontrar el sitio en donde se unen los ríos Alvarado y La China para encontrar el cerro de La Picota donde estaba el cacique Mambite, jefe del pueblo de Ibagué. Podríamos decir que el valle de Anaima es el comprendido entre los ríos Totare y La China y el valle de Matagaima el comprendido ente los ríos La China y la quebrada La Caima. Detúvose en este alojamiento el capitán Galarza ocho días y más tiempo, donde le vinieron todos los naturales de aquel valle de paz y amistad, y entre ellos los caciques y señores de Matagaima, y del valle de Anaima y le vinieron a ver los caciques de Vilacaima. El valle de Matagaima tendrá dos leguas y media de largo, todo poblado lo raso de él, porque esta tierra toda es doblada y muy quebrada, y todos los valles son rasos y pelados, sin monte alguno hasta la mitad de las lomas y cuchillas, y de allí para arriba es arcabuco o montaña muy crecida y espesa; y esto es general en toda tierra de Ibagué. El valle de Anaima tendrá cuatro leguas de largo, y dende arriba y todo lo raso de él, que se entiende lo bajo, estaba poblado.
Teta de Guambaima, desde Alvarado
Fotografía: Floriberto Cardona Cedano
Aguado también menciona las provincias de Bombo, de Chinatagaima, de Chitanema, de Toche y de Tocina. Estas comunidades caribes de las que habla Aguado las confirma un documento de 1560 que aparece en el libro de Hermes Tovar Pinzón de Floriberto Cardona Cedano
LA MESA DE IBAGUÉ, EL VALLE DE LAS LANZAS Y EL MITO DE ALVARADO 1988, No hay caciques ni señores, relaciones y visitas a los naturales de América, Siglo XVI. Entre otras se mencionan: Ibagué, Tolima, Anayma, Combayma, Chinatagayma, Metayma, Matagayma, Natayma, Ytandayma, Bilacayma, Amayma, Enanayma, Oyayma, Doyma, Chumba, Buenta, etc. En el documento de 1551 que trata sobre los límites de Ibagué incluido en el libro San Bonifacio de Ibagué del Valle de las Lanzas publicado en 1952 por Enrique Ortega Ricaurte, aparecen los siguientes nombres: Ibagué, Tocaima, Tolima, Caima, Nataima, Notaima, Guambaima, Itandaima, Doima, La China, Alvarado, Iago, Ibia, Cuello, Saldaña, Luisa, Cartago, Santa Marta. La palabra Tolima aparece mencionada en un documento que trata sobre la encomienda del soldado Martín Yánez Tafur, fechado en enero 6 de 1545 y que aparece en el libro de Alejandro Carranza, San Dionisio de los Caballeros de Tocaima publicado en 1941. …de la otra banda del río grande el pueblo que los españoles llaman de las Canoas con el cacique y señor llamado Tapice… …desde el río del cañar que por otro nombre se dice del cristal hasta el río Recio, corriendo entre los dichos ríos de la sierra arriba hasta llegar a Mimeyma ansi mismo otro pueblo que está a las espaldas junto a Tolima que se llama Guavialima… [¿Guambaima?]
El río Tolima vendría a ser el Chipalo. Aguado lo describe con dos características especiales. Limpio todo el año y lleno de rocas. El primer tramo sería desde cuando nace en Ibagué hasta cuando se une con el Totare. Corre serpenteante por toda la llanura. Recibe afluentes de la cordillera solamente en su nacimiento. Y el segundo tramo cuando corre con las aguas del Totare que vienen de la cordillera hasta desembocar en el Magdalena. Los caribes Guambaimas dieron origen al pueblo de indios de Venadillo. Su encomendero inicial fue Martín Yánez Tafur. Un cerro cerca de Anzoátegui nos recuerda a esta comunidad, claro, con pronunciación cambiada teta de Juambeima o teta de Beima. Así pasó Combayma a ser Combeima, Anayma a ser Anaime, etc. En conclusión, la llegada de Andrés López de Galarza con sus soldados dio origen a la conformación genética del tolimense calentano. Inicialmente fue el componente blanco con el americano que dio como resultado el mestizo. Posteriormente llegaron los africanos que produjeron los mulatos. También se produjeron zambos, pardos y cholos y entre los blancos: los criollos. Del resultado de este experimento genético es el colombiano. Floriberto Cardona Cedano
LA MESA DE IBAGUÉ, EL VALLE DE LAS LANZAS Y EL MITO DE ALVARADO El tolimense calentano tiene componente caribe. Hay dos comunidades tolimenses que tienen un buen porcentaje caribe: Coyaima y Natagaima. Al perder su lengua, perdieron su cultura caribe. Ahora son caribes con cultura occidental. El joven Andrés López de Galarza luego de fundar Ibagué y entrar en conflicto con Melchor de Valdés, decidió retirarse a Santa Fe. Se casó con la viuda Marina Herrezuelo Carvajal con quien no tuvo hijos. Se establecieron en Tunja en donde vivieron de las encomiendas del Cocuy. Murió el 9 de noviembre de 1573. Melchor de Valdés se estableció en Ibagué. Se casó con Juana Ramírez de la Cueva con quien tuvo la hija Luisa. Disfrutó de la encomienda de la Mesa de Ibagué. Se dedicó a explotar el camino que encontró y que se conoció como el Camino del Quindío. La Mesa de Ibagué despareció como población pero quedó el cerro como testigo de todos los sueños que se forjaron ahí, tanto de los que lo habitaban antes de la llegada de los caribes, como de los mismos caribes y posteriormente de los españoles. Ibagué es una palabra anterior a la llegada de los caribes y tal vez perduró en el tiempo por la imponencia del cerro que conocemos hoy como el cerro de La Picota. La palabra Ibagué se parece mucho a la palabra Ubaque, una población de la familia chibcha.
Valle de Chumba, de nororiente a suroccidente
Floriberto Cardona Cedano
Fotografía: Floriberto Cardona Cedano
LA MESA DE IBAGUÉ, EL VALLE DE LAS LANZAS Y EL MITO DE ALVARADO
EL MITO DE ALVARADO La Asamblea Departamental del Tolima, según ordenanza número 47 del 22 de mayo de 1930, le cambió el nombre al municipio de Caldas por el de Alvarado para conmemorar el nombre del capitán Alvarado.
Rincón Chipalo, de occidente a oriente
Fotografía: Floriberto Cardona Cedano
Un historiador del municipio de Alvarado asegura que Pedro de Alvarado a órdenes de Sebastián de Belalcázar, en 1550 se desplazó hasta Cajamarca para auxiliar a Andrés López de Galarza. También dice que Pedro de Alvarado mandado por Belalcázar, en 1540 pacificó a los Calucaymas que habitaban en la planicie desde El Salado hasta Piedras. Encontramos aquí varias inconsistencias históricas. Primero Pedro de Alvarado nunca estuvo en el Nuevo Reino de Granada. Cuando en 1535 Pedro de Alvarado emprendió el viaje desde Nicaragua hacia el Perú sólo estuvo en Ecuador y por muy poco tiempo. Dejó buena parte de sus soldados y se regresó a Nicaragua. A principios de 1539 varios soldados de Belalcázar recorrieron el río Magdalena hasta el río Sabandija, pero ninguno con el apellido Alvarado. Floriberto Cardona Cedano
LA MESA DE IBAGUÉ, EL VALLE DE LAS LANZAS Y EL MITO DE ALVARADO Belalcázar permaneció muy poco tiempo en territorio del Nuevo Reino de Granada, llegó a principios de 1539 y en mayo ya se estaba embarcando en Guataquí junto con Gonzalo Jiménez de Quesada y Nicolás de Federmán rumbo a España. Para 1550 Belalcázar residía en Popayán su gobernación. A principios de 1541 varios soldados capitaneados por Baltasar Maldonado recorrieron el territorio norte del departamento del Tolima, penetrando en las sierras nevadas (nevado del Ruiz) de la cordillera central, pero entre ellos ninguno de apellido Alvarado. Cuando en 1544 Hernán Venegas fundó Tocaima en territorio caribe, repartió el territorio tolimense a varios de sus soldados, ninguno con el apellido Alvarado. En 1550 el joven Andrés López de Galarza fundó Ibagué al lado del cerro de La Picota y entre sus soldados no se encontró ninguno con el apellido Alvarado. ¿Pero de dónde resultó el apellido Alvarado relacionado con el territorio de la cuenca del río Totare? En un documento que reposa en el Archivo Nacional Historia Civil Tomo VI y que trata sobre los límites entre Tocaima e Ibagué, publicado por primera vez por Alejandro Carranza en su libro San Dionisio de los Caballeros de Tocaima en 1941, se lee: En el buhio de los aposentos del pueblo que los españoles llaman de Alvarado, que en lengua de indios se llama Caima, a veinte y seis días del mes de agosto de mil y quinientos y cincuenta e un años,...
En este texto se hace referencia a Alvarado. Pero es curioso encontrar otras frases en el mismo documento como río que llaman Cuello, río de Saldaña, la población que los españoles llaman de Luisa, río que llaman de la China. La única persona que conocía de todos estos nombres era Melchor de Valdés quien se había quedado con la encomienda de la Mesa de Ibagué cuando vino a auxiliar al joven Andrés López de Galarza. Pedro de Alvarado fue su protector cuando Valdés a los 15 años llegó a México. Valdés lo acompañó en sus expediciones hasta cuando Pedro de Alvarado lo dejó en Quito. Melchor de Valdés fue el maese de campo de Belalcázar cuando se desplazaron por el río Magdalena al Nuevo Reino de Granada. Un siervo de su soldado Francisco Saldaña, fue muerto por un guerrero caribe en la desembocadura de este río. La hija de Melchor de Valdés se llamaba Luisa. Domingo Cuello fue su alcalde en Sampollón, pueblo fundado por Melchor de Valdés en las barrancas del río Magdalena, cerca a Tamalameque . El río de la China bañaba su encomienda de la Mesa de Ibagué. Parecería que el que quisiera hacerle un homenaje a sus seres queridos fuera Melchor de Valdés. No es de extrañar que quisiera inmortalizar a su
Floriberto Cardona Cedano
LA MESA DE IBAGUÉ, EL VALLE DE LAS LANZAS Y EL MITO DE ALVARADO protector Pedro de Alvarado con un pueblo. Así inmortalizó a su soldado Francisco Saldaña con un río muy importante del departamento del Tolima. Inmortalizó a su soldado Domingo Quello o Cuello con otro río y una población. Con el nombre de su hija Luisa se conoce otro río. Hay que tener en cuenta que una comunidad caribe de la cuenca del río Totare se llamaba Chinacataima y la encomienda de Valdés en la Mesa de Ibagué lindaba con ella. También su mejor amigo y compañero de batallas, Machín de Oñate, muerto por los Muzos, quedó inmortalizado con un volcán por el camino del Quindío. Melchor de Valdés fue quien encontró este camino que usaban los nativos para remontar la cordillera central. En Sopó se recuerda a Melchor de Valdés porque cuando fue encomendero en 1541 permitió que su soldado Robledo ahorcara a siete principales de un árbol, le cortara las manos a dos o tres hombres y las narices a cinco o seis mujeres y muchachos. TEXTOS CONSULTADOS Aguado, fray Pedro. Recopilación historial. Bogotá, 1956. Avellaneda Navas, José Ignacio. La expedición de Alonso Luis de Lugo al Nuevo Reino de Granada. Bogotá, 1992. Avellaneda Navas, José Ignacio. La jornada de Jerónimo Lebrón al Nuevo Reino de Granada. Bogotá, 1993. Avellaneda Navas, José Ignacio. La expedición de Sebastián de Belalcázar al Mar del Norte y su llegada al Nuevo Reino de Granada. Bogotá, 1994. Bedoya, Victor A. Etnología y Conquista del Tolima y la Hoya del Quindío. Pijaos y Quimbayas. Ibagué, 1950. Carranza, Alejandro. San Dionisio de los Caballero de Tocaima. Bogotá, 1941. Cuartas Coymat, Alvaro. Ibagué Ciudad Histórica. Ibagué, 1994. Fernández de Piedrahita, Lucas. Noticia Historial de la conquista del Nuevo Reino de Granada. Bogotá, 1973. Groot, José Manuel. Historia eclesiástica y civil de la Nueva Granada. Bogotá, 1889-1893. Guzmán, Ángela Inés. Poblamiento e historias urbanas del Alto Magdalena. Tolima Siglos XVI, XVII y XVIII. Bogotá, 1996.
Floriberto Cardona Cedano
LA MESA DE IBAGUÉ, EL VALLE DE LAS LANZAS Y EL MITO DE ALVARADO
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Floriberto Cardona Cedano