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Ibagué, 21 de junio de 2009
“El historiador problemático” de Pedro Gómez Valderrama Por: Albeiro Arias*
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l hombre que afirma dice una mentira, y el hombre que niega dice otra mentira. He aquí: la verdad reside en el que tiene los labios inmóviles” González Ochoa, F. Pensamientos de un viejo. Universidad Pontificia Bolivariana. 1999. p. 91.
La historiografía oficial en América latina ha rendido culto y participado con su maquinaria en la canonización de los llamados héroes de la conquista y de la independencia. Los libros de historia, los archivos, museos, fiestas nacionales y monumentos en honor a Bolívar, Santander y San Martín, entre otros, constituyen la base sobre la que se sustenta la construcción de una memoria colectiva dedicada a preservar el recuerdo de quienes son asimilados como dignos predecesores y modelos a seguir hacia el futuro. La historia oficial, entonces, preocupada por canonizar y establecer una casta de próceres inmaculados, presenta versiones reductoras y maniqueas del pasado, más preocupada por consagrar que por dar a conocer la verdad. A Gómez Valderrama le preocupa las versiones cerradas, únicas y totalizantes. El cuento de Gómez Valderrama cuestiona explícitamente la escritura de la Historia y su pretensión positivista. En el texto un hombre refiere una historia que le ha contado un testigo presencial. En una reunión social, una mujer habla de Bolívar y de Manuelita Sáenz de una manera un tanto moralista. De repente un hombre viejo la interrumpe y comienza a contar cómo el conoció de primera mano a un testigo de los amores entre la Sáenz y Bolívar. Se trata de un loro que los acompañó durante varios años y que terminó en manos de una criada que, dándole pan humedecido en agua, hizo que el loro hablara de sus antiguos dueños. Y así, por casualidad, vinieron a conocer los detalles íntimos del Libertador. “En general considero que así como en el futuro hay para cada hecho, para cada actitud humana un sinnúmero de posibilidades a través de las cuales podría seguir caminos distintos, así las cosas de la historia que no están totalmente establecidas, y en muchos casos también aquellas que parecen estarlo, ofrecen esas mismas posibilidades. Pero el hombre, al irse hacia atrás para hacer historia, la fabrica a su manera, y para darle verosimilitud también tiene que matar otras alternativas”. Gómez Valderrama señala las múltiples posibilidades de la historia y por ende su carácter subjetivo. El historiador afecta la historia con sus intereses, valoraciones, es decir, interpretaciones. El lugar del sujeto es arbitrario, relativo y subjetivo. Esta subjetividad permite que los hechos sean interpretados según el sentir o pensar del objeto través de su conciencia. De esta manera también se pone en duda
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los meta relatos de la modernidad que pretenden verdades absolutas y universalistas. Como diría Nietzsche “no hay hechos sino interpretaciones” o como afirma Julián Serna Arango “al tiempo que conocemos una cosa, alteramos nuestro horizonte de comprensión. Cuando volvemos sobre la cosa, nosotros ya no somos los mismos”. La necesidad de un sujeto que interprete los hechos se hace evidente cuando aparece el loro que simplemente repite palabras sin ninguna conciencia “Este testigo tenía, asómbrese ustedes de la paradoja, la gran ventaja de no tener inteligencia humana”. Con esto se enfatiza en el carácter subjetivo de la historia, dado que se trata de un estudio de las acciones humanas realizado por humanos. La historia objetiva sólo podría hacerla alguien carente de conciencia. Los discursos del loro adquieren sentido cuando son captados e interpretados por sus dueños. Son ellos quienes imprimen un sentido, un interés, a las palabras del ave. El loro también sirve como mediador en la relación historia y literatura. Pues el loro lo único que hace es repetir oralmente lo que ha escuchado, esto es narrar. Lo único que se necesita para hacer historia es narrar. Hyden White sostiene que si la historia es narración, la disciplina histórica pertenece menos al campo de la ciencia que al del arte; por eso a medida que la historia toma conciencia de su estructura narrativa, las fronteras entre historia y literatura se tornan difusas. Para White, los sucesos por sí mismos carecen de significado, es la narrativización de los mismos hechos a través figuras retóricas como la -metáfora, metonimia, sinécdoque e ironía- en el discurso histórico la que les otorga una dimensión moral. El autor explica que para poder representar la realidad en un discurso histórico, es indispensable la imaginación. El loro no imagina nada pero los dueños del loro usan la imaginación para recrear cada palabra repetida por el animal. Para White, sin la ayuda de la imaginación sería imposible reconstruir en la conciencia y en el discurso, un pasado compuesto por hechos, procesos y estructuras que no podemos percibir ni experimentar directamente. De ello se deduce que es el relato del pasado el que lo convierte en historia, por lo tanto, la historia no es un suceso sino un relato sobre este suceso. Gómez Valderrama asume una postura abierta, aceptando que hay mundos probables tanto en el pasado como en el futuro, y que ninguno de estos mundos tiene que ser “el más aconsejable” y que “aquellos extraídos, acaso por su misma improbabilidad” si pueden serlo. Lo que hace es poner en tela de juicio ciertas versiones
LA PALABRA DEL DÍA Gripe
Palabra tomada del francés grippe, equivalente a influenza, es la denominación en español de una enfermedad causada por un virus que afecta al hombre, así como a algunos mamíferos y aves, y se caracteriza por fiebre, dolor de garganta, debilidad, dolores musculares, articulawww.elnuevodia.com.co>Léalo.
Pedro Gómez Valderrama que pretenden tener la verdad, o cuestionar algunos enfoques que descuidan, anulan, ignoran o desestiman otras miradas. Esta es una de las grandes rupturas de la posmodernidad, la inclusión de todas las miradas, de todos los discursos. El loro borracho también hace una mirada valida de la historia, y esta mirada puede inclusive ser la más valida de todas. Y su validez se sustenta no sólo en que el loro simplemente repite lo escuchado sino que además está bajo los efectos del aguardiente, lo que da el carácter de la sin razón, de la locura, del pathos, de la imaginación, que es la aceptación de lo metafórico como posibilidad de verdad. Teniendo en cuenta el relativismo y escepticismo del discurso posmoderno sobre la imposibilidad de conocer la verdad y la realidad de una manera objetiva, la realidad y la ficción se entrecruzan en la obra literaria para, desde la ambigüedad, darle al discurso historiográfico múltiples sentidos. El pasado es obviamente el objeto de estudio de la historia, pero dicho pasado sólo puede ser “leído” a través de aproximaciones textuales limitadas, pero nunca concluyentes. Este pluralismo y provisionalidad de todas las lecturas favorece la diseminación del poder en múltiples prácticas discursivas, ya que incluso los sectores más marginales pueden producir sus propias historias. —Sí, señora. Espero decidirme a publicarlo algún día. Lo controvertible, lo difícil, como usted comprenderá, es la fuente. Pero al mismo tiempo es una fuente única… Aunque la historia desde los márgenes, desde la periferia siempre será acallada, higienizada, limpiada, ignorada, depurada por las versiones oficiales de la historia y su carácter hegemónico. Antes de que tuviese yo tiempo de hablarles, los deudos del anciano se apresuraron a quemar todos los papeles de éste, para comenzar el proceso de higienización y limpieza de la casa del hombre solitario.
*Maestría en Literatura U.T.P./U.T.
res y de cabeza. Ocasionalmente, puede complicarse con neumonía. Hay varias hipótesis sobre el origen de la palabra, que se empleaba en francés a comienzos del siglo XIV con el sentido de 'gancho' o también 'garra'. En la primera mitad del siglo XVII, grippe se usaba con el sentido de "capricho, deseo repentino", como lo testimonia la obra de Corneille. Un siglo más tarde ya se usaba con la denotación de 'catarro epidémico', en una extensión del significado de 'capricho', probablemente con base en la idea de que se trata de una dolencia que se contrae de manera brusca, como si fuera una veleidad caprichosa del destino.
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Los actores del conflicto: el país bajo el lente de los mimos Por Jorge Ladino Gaitán Bayona*
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os actores del conflicto es una película colombiana filmada en el 2004 y estrenada en el 2008. Su guión (surgido a partir de una anécdota real durante la presidencia de Virgilio Barco cuando unos supuestos guerrilleros iban a desmovilizarse, obteniendo prebendas económicas y dejando plantados al Gobierno y a una comitiva internacional) había sido escrito varios años atrás por Lisandro Duque Naranjo, el director de la cinta. Este cineasta (nacido en Sevilla, Valle en 1943) además de ser un importante columnista (Premio Nacional de Periodismo Simón Bolívar en el 2001 a mejor columna de opinión por “Lo humano y lo divino”) y de haber hecho adaptaciones exitosas para televisión de obras literarias, cuyas series también dirigió (La Vorágine y María, esta última adaptada con la colaboración de Gabriel García Márquez), ha venido dejando en la historia del séptimo arte colombiano un registro de largometrajes que ha recibido buenas críticas y reconocimientos nacionales e internacionales por historias que, más allá de las anécdotas recreadas, resultan humanas, evocadoras y sencillas en su estructura narrativa. Con Visa USA ganó el Gran Premio en el Festival Internacional de Cine de Cartagena en 1986. Milagro en Roma (escrita en colaboración con el Nobel colombiano), si bien se filmó en 1987, recibió dos años después el premio al mejor guión en el Festival Internacional de Montecarlo. Su obra cumbre, escrita y dirigida también por él como todos sus largometrajes, es Los niños invisibles, ganadora de diversos galardones, entre los cuales se destacan en el 2001 el Premio especial del jurado en el VI Festival Internacional de Cine para la Infancia en Montreal y el Premio del público y de la crítica en el Festival Iberoamericano de Toronto, Canadá; igualmente, en el 2002, el premio al mejor guión en el Festival de Cine para la Infancia de Olimpia en Grecia. Los niños invisibles (la bella historia de amor de un gordito jugando con magia negra para adquirir la invisibilidad y estar cerca de la niña que ama, generando como secuela otra forma de invisibilidad en la edad adulta: la del escritor) había sido filmada en Ambalema (Tolima). Pues bien, en este mismo departamento, ya en Carmen de Apicalá, se rodó buena parte de Los actores del conflicto (el pueblo nombrado en la película es uno del Meta), largometraje que en el 2008 obtuvo el premio del público en el Festival de Cine de Cartagena. La capacidad de indagar la situación del país sin sesgos ideológicos y sin te-
mor a cuestionar por igual a la guerrilla, las autodefensas, el ejército y el narcotráfico que ha demostrado en varios artículos de opinión de El espectador Lisandro Duque es la misma que, desde otro lenguaje (donde la imagen en movimiento, la música y los diálogos de los personajes se funden), se registra en Los actores del conflicto. Este largometraje, de 100 minutos de duración en formato 35 milímetros, presenta la historia de tres actores de teatro que se desempeñan como mimos callejeros, los cuales, anhelando hacer teatro y teniéndose que conformar con las monedas recibidas en la carrera séptima y el Parque Santander de Bogotá, aprovechan el hallazgo de unas armamento de alto calibre perteneciente a un traqueto para hacerse pasar por guerrilleros que quieren desmovilizarse y obtener garantías económicas del gobierno y el apoyo del estado español a los reinsertados, con el anhelo de montar en Madrid la obra que no pudieron en su patria. Desde una zona roja del Meta a donde viajan traman la forma de engañar al estado pero allí encuentran que su vida peligra por las sospechas que levantan ante la guerrilla, las autodefensas y el ejército. Los tres mimos (interpretados por Mario Duarte, Vicente Luna y Coraima Torres) vislumbran una nación distinta a la que brindan los noticieros y sienten en carne propia la angustia de ser vistos como extraños en su país pues para cada actor real de la guerra todo rostro desconocido será siempre amenazante (cuestionándose así la idea de “Vive Colombia, viaja por ella”). Son testigos del clima de miedo, impunidad e intolerancia que se soporta en pueblos donde el fundamentalismo de cada grupo armado pone en el pun-
to de mira la libertad de expresión, trabajo, culto y hasta vestido. La película, a pesar de captar la atención del espectador por la gravedad del tema y de contar con actuaciones destacadas, tiene ciertas debilidades en su trama: un final poco creíble y un tanto meloso frente al amor que reconcilia diferencias ideológicas; situaciones de las que salen vivos los personajes cuando cada grupo armado no puede comprobarles que llegaron al pueblo no sólo para hacer arte (en Colombia, lastimosamente en la vida real, se les asesinaría por simple sospecha sin necesidad de investigaciones o juicios); una música poco ajustada a las atmósferas generadas, como bien lo destacó Ricardo Silva Romero en la Revista Semana en Octubre del 2008 al hablar de “una música estridente que pocas veces viene al caso”. No obstante, la observación de la cinta se justifica porque invita a repensar el país, la situación de miles de artistas sin estímulos y espacios para adelantar su creación estética, la absurda lógica de un país donde se premia a los victimarios y se olvidan a las víctimas (como bien lo expresa Álvaro Hernández, el personaje de Mario Duarte, puesto que mientras a miles de colombianos honestos se les niega la visa para trabajar en el exterior, a otros se les otorga sin importar los dolores que hayan generado: “Para que lo reciban a uno en otro país hay que dar bala en este”). Del mismo modo, el uso acertado del humor y la ironía otorgan breves descansos frente a la densidad del tema, a la vez que, desde la risa amarga, confrontan situaciones crueles a las que son sometidos tantos colombianos. Al respecto, téngase en cuenta la escena del secuestrado que varias noches no ha podido escuchar los mensajes de su hijo pues el sueño lo vence a la hora tardía en que dan radialmente algunos programas orientados a ellos: “¿Será que piensan que los secuestrados no dormimos?”; el instante de humor que desata dicha declaración es seguida del llanto, de reflexiones sobre la pérdida de contacto con lo familiar, la soledad, locura, detrimento de la dignidad y privaciones a las que son sometidos los secuestrados. Todos estos factores hacen de Los actores del conflicto una película que vale la pena ser vista, indagada y valorada por la forma cómo, evitando los panfletos y los sesgos ideológicos, se cuestiona la realidad e historia nacional sin descuidar el gusto por contar una buena historia, amena, pero también incisiva. *Grupo de Investigación de literatura del Tolima, UT, jlgaitan@ut.edu.co. www.elnuevodia.com.co>Léalo.
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“Andy Warhol: Mr. América”: El arte pop al alcance de todos los colombianos
BOGOTÁ, COLPRENSA
Tuvieron que pasar 35 años desde la primera vez que se expusieron obras de Andy Warhol en Colombia, para que el arte pop del excéntrico artista volviera al país. Desde el jueves anterior, los colombianos podrán disfrutar de manera gratuita la exposición “Andy Warhol: Mr. América” en las instalaciones del Museo de Arte del Banco de la República, ubicado en el centro histórico de Bogotá. Hasta el próximo 23 de septiembre se podrá conocer más de Warhol con una colección del Museo Andy Warhol de Pittsburg, con 26 pinturas, 57 serigrafías, 39 trabajos fotográficos y dos instalaciones. Además, se presentarán 14 de sus películas en la Fundación Gilberto Álzate Avendaño. Los tiempos han cambiado, pues cuando Gloria Zea decidió en 1974 traerlo al Museo de Arte Moderno de Bogotá con 60 obras que llevaban la firma de Warhol, pocos en el país lo conocían, de ahí que tan sólo tres de sus obras se vendieran. Hoy su regreso es por lo alto, con una exposición que explora todos los aspectos y períodos de la multifacético producción de este artista, haciendo énfasis al período comprendido entre 1961 y 1968, que según los especialistas fue el más creativo sobre la posguerra en Estados Unidos. Además, se han creado talleres y conversatorios gratuitos para aquellos que quieren profundizar en las expresiones artísticas de un hombre que combinaba el vanguardismo con su amor por lo farandulero, lo popular y lo estrafalario. Gran parte de las obras que hacen parte de “Andy Warhol: Mr. América” fueron creadas en su famoso estudio “The Factory”, el cual fue una especie de laboratorio social en el que se reunieron personajes famosos, marginales y buena parte de la comunidad gay neoyorkina. La exposición estará acompañada de un catálogo que incluirá un ensayo Philip Larratt-Smith, quien es el curador de la muestra, además de textos inéditos de Beatriz González, Gary Indiana, Frederic Tuten, Mary Woronov y Matt Wrbican; así como entrevistas con John Baldessari, Iran do Espírito Santo, Jenny Holzer y Guillermo Kuitca. Igualmente, la publicación presentará una extensa cronología de la vida de Warhol en relación con la política y la cultura, y una amplia selección de citas de Warhol y de varias personalidades sobre la vida y el arte de este artista. La exposición viajará de Bogotá a Buenos Aires, Argentina, donde se expondrá durante el último trimestre de 2009. Finalmente estará en la Pinacoteca en San Pablo, Brasil del 27 de febrero al 25 de abril de 2010.
Fotos Andrés Torres- Colprensa/ EL NUEVO DÍA
Andy Warhol, con su obra, ya se encuentra en Colombia.
Desde el jueves está abierta la exposición “Andy Warhol: Mr. América” en Colombia.
La exposición está compuesta por 26 pinturas, 57 serigrafías, 39 trabajos fotográficos y dos instalaciones.
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De manera gratuita, los colombianos podrán disfrutar de la exposición de Andy Warhol.
Hasta el 23 de septiembre estará la exposición de Andy Warhol.
Una selección de sus mejores obras hacen parte de la exposición de Andy Warhol.
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Las famosas latas de sopa de Andy Warhol están en Colombia.
Datos de Andy Warhol Dibujante, pintor, grafista, cineasta, fotógrafo, productor musical y empresario, es considerado el fundador y la figura más relevante del llamado Pop Art. Fue pionero en el uso de fotografías de gran formato que servían como base para pinturas al óleo o a la tinta. Esta técnica le permitió producir una serie de imágenes repetitivas, con pequeñas variaciones; entre las más destacadas se cuentan: la famosa lata de sopa Campbell’s, las fotos de Elvis, Marilyn Monroe, Mao, entre otras. Warhol nació el 6 de agosto de 1928 en la ciudad
de Pittsburg. Se graduó en el Carnegie Institute of Technology en 1949 y comenzó su trabajo como artista comercial, realizó anuncios publicitarios, ilustraciones y pinturas que para 1955 le ganaron renombre como pintor de aceptación masiva en Nueva York. La obra de Warhol es fiel exponente del mundo moderno, en ella la reproducción, la pérdida de originalidad y la disponibilidad de imágenes son arte “el arte comercial es mucho mejor que el arte por el arte”, convencido de esto creó la Factory, un taller creativo donde concurrían ar-
tistas plásticos, actores, músicos y gente que, al igual que él, creían que el arte no es más que lo que los espectadores consumen. Imágenes en las que la firma del autor se convierte en marca registrada. El análisis de su obra queda perfectamente descifrado en sus palabras “todo el significado de mi obra está en la superficie, detrás no hay nada”. Murió el 22 de febrero de 1987 en el Nueva York Hospital, después de una intervención quirúrgica. Datos tomados de Internet www.elnuevodia.com.co>Léalo.
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Cuarta edición del Festival Malpensante: Cinco días de encuentro con las ideas
Archivo Colprensa/ EL NUEVO DÍA
Jorge Herralde celebrará los 40 años de su editorial Anagrama en el Festival Malpensante.
Lo que se inició en 2006 como un evento para festejar los diez años de la publicación ininterrumpida de la revista El Malpensante, se transformó en un evento cultural anual que cada vez cuenta con mejor programación y convoca a una buena cantidad de colombia-
nos. De esta manera, llega a su cuarta edición el Festival Malpensate, esta vez cambiando de sede, pasando del Gimnasio Moderno al Colegio Anglo Colombiano en Bogotá, con el fin de contar con mayores espacios para sus nuevas actividades durante cinco días (del 25 al 29 de junio). Se han programado 55 actividades con invitados nacionales e internacionales de todas las ramas del arte y la cultura, junto a la creación de la Zona infantil, exposiciones de fotografía, la celebración de los 40 años de la editorial española Anagrama y un merecido homenaje a Fanny Mikey entre otras actividades. El año pasado, en su tercera versión, Malpensante contó con la asistencia de 9200 personas y las instalaciones del Gimnasio Moderno empezaron a quedar pequeñas con la afluencia de público, de ahí la idea de cambiar de sede para mayor comodidad y ampliar la oferta de mesas redondas, recitales de poesía, conferencias, entrevistas, presentaciones musicales, estrenos de cine arte y exposiciones. Los invitados son personas que llegarán a Bogotá desde diferentes partes del país y del mundo para entrar en el debate de las ideas, cada uno en su especialidad. La lista es larga y el nivel es alto, comenzando por el compositor y músico vallenato Adolfo Pacheco, creador de clásicos como “La hamaca grande”, “El viejo Miguel” y “El mochuelo”.
El periodista estadounidense Jon Lee Anderson, especialista en temas latinoamericanos que se ha destacado por sus perfiles de Fidel Castro, Gabriel García Márquez, Augusto Pinochet, pero en especial por sus libros sobre Ernesto “Che” Guevara. Jorge Herralde uno de los más respetados editores iberoamericanos estará en el Festival celebrando las cuatro décadas de su editorial Anagrama, por la cual han pasado grandes firmas como el fallecido escritor Roberto Bolaño. La carranga tendrá su espacio propio en el evento con un conversatorio y un concierto de Jorge Velosa, quien explicará el nacimiento y la evolución del género. El escritor italiano Alessandro Baricco, quien se convirtió en un fenómeno editorial con la publicación de su novela “Seda” y ha logrado un amplio público lector que lo sigue obra tras obra con gran fidelidad. Juan Gabriel Vásquez, Héctor Abad Faciolince, Luis Ospina, el escritor Thomas Cahill, William Ospina, el especialista en salsa César Miguel Rondón, Humberto Dorado, Gerardo Reyes, Alan Pauls, Carlos Franz, Eduardo Arias y Sergio Dahbar, son otros de los invitados quienes hablarán de temas tan diversos como la gestión cultural en América Latina, la buena cocina, la música de hoy, el programa Bibloburro y hasta el placer y pecado de la llamada “Paja”.
El rincón de los libros: Elegía Fernando Ramírez Díaz
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legía comienza en el cementerio durante el entierro de su anónimo protagonista, para pasar a revelar su biografía, una biografía que es en realidad su historia clínica, que se matiza entre líneas con algunos detalles de sus tres matrimonios, con sus respectivas enfermedades, de sus amantes con la carga de males que ellas traen, de sus compañeros de trabajo con sus extravíos y delirios en un decadente final de la vida, de los dos hijos varones que le desprecian y de los dos únicos seres que hasta el final ama con amor filial: su hija Nancy y su hermano mayor Howie, los dos únicos seres lozanos y saludables de la obra. Publicista exitoso de una de las más importantes firmas de publicidad de Nueva York, el protagonista de esta Elegía procura, página a página, eludir la muerte como un asunto central de su vida y la decadencia física en toda su historia. www.elnuevodia.com.co>Léalo.
Elegía es una novela llena de ira por la fealdad de la enfermedad, es un reclamo airado por lo decadente que es vivir en función de los medicamentos, los médicos, los hospitales. Es un triste lamento por la soledad. Los momentos que su protagonista recuerda son momentos sin afecto, sin dicha: su infancia triste, sus amores de derrota, sus impulsos de pasión que corroen la felicidad de la vida serena, el trabajo en solitario del relojero o el enterrador. Philip Roth (Nueva Jersey, 1933) es sin duda uno de los más importantes escritores norteamericanos contemporáneos. De origen judío, refleja en muchas de sus obras los problemas de identidad que afrontan los judíos en Estados Unidos, una nación de inmigrantes que reclama una identidad propia. Sus monólogos están cargados de una alta dosis de humor, de un erotismo sutil y sublime y de una despiadada crítica al American way life.
Esta obra y algunos otros títulos de Philip Roth (Me casé con un comunista, Zuckerman encadenado, La contravida, Patrimonio, La mancha humana, El lamento de Portnoy, Sale el espectro, entre otras), pueden adquirirse en Ibagué. Basta con llamar al 311-441-5671 o escribirnos a framirezdiaz@gmail.com y las hacemos llegar. Elegía Philip Roth, 2006. Traducción de Jordi Fibla. Random House Mondadori, 2008. 150 páginas.
Fernando Ramírez Díaz
Elegía es una novela triste. Publicada en el 2006, Everyman -su título original en inglés tomado de una alegoría medieval- trata del desmoronamiento del cuerpo, del desgaste de los afectos y de la preeminencia de los impulsos del sexo.
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EL CUENTO
Del otro lado
> POESÍA
Miguel de Unamuno
Por Marianela Valverde*
Poeta español
“Tomó sus cosas y miró el reloj, se dirigió al lugar donde se sentía seguro, probablemente porque siempre había estado ahí para él: su cuarto. Se despidió de sus paredes que tantos recuerdos habían guardado: sus sueños, sus ideas, sus sentimientos y ahora sus nostalgias, éstas estaban plasmadas con grafitis multicolores, con figuras y formas que solo él podía ver, que solo él podía leer, que solo él podría comprender. También se despidió de las ventanas, que por las soleadas tardes tapizaban su solitario rostro con las más variadas armonías y que por las mañanas le anunciaban la hora de levantarse; de su cama y de su almohada, amigas íntimas, quienes conocían sus secretos y fantasías de amores encontrados y olvidados en la memoria. Y antes de marcharse, le dirigió una oración al crucifijo, luego lo besó, recordó que él era quien lo había acompañado toda su vida y que la soledad era necesaria algunas veces (no siempre) para encontrarse con su propio corazón, lo volvió a mirar y entonces lo tomó y lo echó en su bolsa. Salió, cerró la puerta y tiró el fósforo. No miró hacia atrás, siguió caminando mientras sentía arder su espalda… Brotaron algunas lágrimas que fueron arrancadas por el viento que soplaba como todos los diciembres. La plateada luna iba alumbrando las callejuelas llenas de sombras que cobraban vida y hacían revivir las aventuras de recuerdos infantiles y de las juventudes mutiladas…De un momento a otro se detuvo, su mirada se había nublado y de nuevo una estampida de viento volvió a secar el rostro apesadumbrado de tristeza por su partida necesaria… necesaria para trabajar, necesaria para vivir, necesaria para ser feliz, necesaria para transformarse, necesaria para experimentar la libertad, necesaria para vivir en paz, necesaria para encontrar compañía, necesaria para el pan y el techo digno… Al final de la calle se encontró con quien le ayudaría a transformar su vida del otro lado. Como pudo se subió al camión y se encontró con otros ojos iguales a los suyos, con otros rostros iguales al suyo: forzados, afligidos y asustados por dejar aquel lugar que tanto querían, que tanto esperaban que cambiara para no marcharse. Era demasiado tarde ¡eso lo habían esperado desde hace mucho! Entre más se alejaba, más se aferraba el corazón a su tierra, quiso por un momento arrojarse al suelo pero miró hacia la colina y vio como su choza se desvanecía lentamente por el fuego, así también su esperanza… Mientras del otro lado las noticias anunciaban: “los jefes de estado se reunirán para plantear medidas ante el tema migratorio”…. “han construido un muro en la frontera…”, “la nueva ley migratoria vigente traerá…”, “la mayoría de inmigrantes se desplazan por…hay que tomar medidas fuertes ante el tema migratorio…” Él solamente pensaba al escuchar los voceros… “¿qué saben ellos?... esos los del otro lado.”
Hay ojos que miran Hay ojos que miran, hay ojos que sueñan, hay ojos que llaman, hay ojos que esperan, hay ojos que ríen risa placentera, hay ojos que lloran con llanto de pena, unos hacia adentro otros hacia fuera. Son como las flores que cría la tierra. Mas tus ojos verdes, mi eterna Teresa, los que están haciendo tu mano de hierba, me miran, me sueñan, me llaman, me esperan, me ríen rientes risa placentera, me lloran llorosos con llanto de pena, desde tierra adentro, desde tierra afuera. En tus ojos nazco, tus ojos me crean, vivo yo en tus ojos el sol de mi esfera, en tus ojos muero, mi casa y vereda, tus ojos mi tumba, tus ojos mi tierra. Haz como el sol No te aferres al pasado ni a los recuerdos tristes. No abras la herida que ya cicatrizó. No revivas los dolores y sufrimientos antiguos. Lo que pasó, pasó... De ahora en adelante, pon tus fuerzas en construir una vida nueva, orientada hacia lo alto, y camina de frente, sin mirar atrás. Haz como el sol que nace cada día, sin pensar en la noche que pasó. Vamos, levántate... porque la luz del sol está afuera!
*Escritora costarricense
Obras del pintor huilense Mario Ayerbe www.elnuevodia.com.co>Léalo.
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Ángela Toro: en busca de una imagen Jose Lorenzo Fuentes*
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esde la legendaria Tina Modotti, quien además de ser una excepcional fotógrafa protagonizó una intensa vida política que acrecentó su fama, son muchas las mujeres que han merecido renombre mirando desde detrás de una cámara para documentar, aun a riesgo de sus vidas, acontecimientos históricos imprescindibles para la posteridad, entre ellas Jodi Cobb y Karen Kasmauski. Otras, han recogido en el lente las angustias de nuestros días: así, la norteamericana Lara Jo Regan ha recibido premios por sus fotos sobre la vida de los inmigrantes en los Estados Unidos, mientras que Eric Refner, de Dinamarca, y Eileen Murray, de Canadá, también artistas con gran sensibilidad social, fueron seleccionadas como las mejores fotógrafas del año, en 2002 y 2008, respectivamente. La renombrada fotógrafa colombiana Ángela Toro es una artista de esa misma estirpe. “Yo nací —nos dice— en una pequeña ciudad llamada Ibagué, a cuatro horas por carretera de la capital de Colombia, un pueblo que es un centro ganadero y arrocero, con grandes haciendas pero con mucho desempleo también”. Y ese Ibagué, que para Ángela Toro es el corazón de su país, nutrió desde niña su imaginación y ahora es una imagen recurrente en todas sus fotos: Ibagué con sus bailes típicos, sus vestidos, las botas de sus vaqueros, su flora y sus aves de corral: un pueblo cercado a veces por la violencia y que, sin embargo, como todos los remotos pueblos de las novelas de García Márquez, nos sorprende con su insólita placidez. “Desde niña mi alimento ha sido la observación”, comenta Ángela Toro con una sonrisa. “Hay imágenes de Ibagué que no se separan de mi memoria. Todavía me parece ver en la calle principal a los hombres sentados en los portales con las piernas cruzadas, tomando tinto, todavía recuerdo como si el tiempo no hubiera transcurrido a las mujeres que pasaban con unas tinteras grandes que llevaban en carritos, los recuerdo a todos tomando tinto a lo largo del día. Cerca de Ibagué, mi pueblo natal,
hay otro pueblo llamado Alvarado, que yo visitaba con alguna frecuencia. En Alvarado yo prefería visitar la hacienda Doyare, propiedad de una familia amiga, pero en lugar de quedarme en la casa tomando limonada y conversando con mis amigos, me iba con los veterinarios campo adentro, ayudaba a parir a las yeguas, atenta a cuanto sucedía a mi alrededor. Por eso antes de tener en mis manos una cámara fotográfica atesoraba millones de imágenes en mi cabeza que después comenzaron a tomar de nuevo vida en mi trabajo fotográfico”. ¿Heredaste de algún familiar tu pasión por la fotografía? Debo decir que yo procedo de una familia dividida: tengo padrastro y tengo madrastra, pero en mi corazón todos están muy unidos. Mi padre vende seguros de vida y pinta imágenes con canciones. Mi padrastro fue político, ha sido alcalde, gobernador y parlamentario. Ahora, después de pensionado es mi compañero de correrías fotográficas. El apunta hacia sus mujeres bellas y yo hacia mis personajes. Mi mamá es ama de casa pero también escritora, analista, romántica, soñadora y, lo más importante, la mejor fotógrafo de todos en la casa. No tiene la técnica que puede exigírsele pero la intención y el significado que ella le pone a cada una de sus fotos han contribuido notablemente a mi formación profesional. Así que alentado por ella estudié en mi país dirección de cine y fotografía, estudios que más tarde he completado en los Estados Unidos, donde resido actualmente. Tú has tenido exposiciones muy exitosas en los Estados Unidos. ¿Cómo aprecias el enfrentamiento con el público? Yo soy muy tímida y por tanto mis temas son muy personales. Sin embargo, me doy cuenta que la gente cuando asiste a las exposiciones de mis fotos comparte mis sentimientos más íntimos aunque no hayan tenido las mismas experiencias visuales que yo. Así ocurre por ejemplo con la serie de Los Vaqueros, que recoge momentos importantes para los que conocemos las zonas rurales de Colombia, momentos ajenos a la experiencia del público en los Estados Unidos, y que para mi mayor sorpresa consiguen conmover a ese público, porque el esfuerzo de los vaqueros de mi país en su quehacer diario es el mismo esfuerzo que en todos los idiomas y en los más diversos países realizan los hombres para ganarse el sustento. Es lo mismo que ocurre con mi foto donde aparecen unas gallinas entrando por la puerta de una casa de Ibagué. Cuando la ve un cubano dice: ay, eso es Cuba, y cuando es un ecuatoriano el que la ve dice: Uy, eso es Ecuador, en tanto que un español puede decir: esta foto ha sido tomada en un pequeño pueblo de Andalucía. La famosa fotógrafa alemana Ursula Schulz-Dornburg acaba de declarar en Madrid, donde ha expuesto parte de su obra, que ella es “militante del blanco y negro”.¿Lo prefieres tú también en lugar de las fotos a color? ¿Cuál prefieres: la luz solar o
Ángela Toro (Fotografía de Germán Huertas) la artificial? Prefiero el blanco y negro porque el color distrae el ojo y se pierde mucho la lectura de las entrelíneas emocionales. Sin embargo, respeto y aprecio el color, esperanzada en que el observador vea más allá de la primera capa de pintura. Uso los dos tipos de luces. Si el sol y las rendijas de las ventanas, puertas y paredes me permiten una imagen es mágica la experiencia. Si necesito luz artificial no me privo de usarla. Eso sí el flash, aunque a veces es necesario, no lo soporto. Entre todas tus fotos, ¿cuál es la que más te complace? Podría decir que la de las gallinas. También entre las que más han satisfecho mis expectativas están las fotos que he tomado desde dentro de las casas, a través de ventanas y puertas, porque cada mundo es diferente, porque lo que ocurre allá afuera nada tiene que ver con lo que ocurre acá adentro, donde alguien, en este caso yo, con una cámara en la mano pretende atrapar la imagen de lo que sucede en otras dimensiones, donde alguien puede atravesar una calle ignorando que agazapada en la sala de una casa hay otra persona tratando de inmortalizarlo en una foto.
*Otrolunes, revista hispanoamericana de cultura, No. 8
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